Despidiendo el año 2010
¡Se acabó!
Un año más que se va de nuestras vidas, una etapa de la existencia humana que quizá nunca olvidaremos, pero que inexorablemente nos deja una gran enseñanza de vida, con sus cosas buenas, con sus cosas malas, dolorosas o tristes, amargas o de gran sufrimiento para muchas personas, pero también con la esperanza de la gran oportunidad de aprender de esos tropiezos, de hacer camino al andar como dice una canción y de reconocer que el ser humano (aún con todos sus errores) es ilimitado si se lo propone y puede lograr más y mejor de lo que la sociedad le exige, trascendiendo imposiciones, compromisos terrenales o saldando cuentas al destino, para ir más allá de todo lo establecido en este mundo de sueños y quimeras.
Hoy termina el año 2010, y en lo personal sólo me resta dar gracias a todas ustedes amigas(os) lectoras(es) tan apreciadas(os) por su fiel constancia, su tesonería valiosa, su presencia amable en esta humilde casita virtual que durante los 365 días de este año que hoy se va, nos han hecho el favor de acompañarnos en los múltiples artículos que pretendieron ser un faro de luz en la conciencia de cada una de ustedes y en la mía en particular, pues aunque no lo parezca, yo también aprendí de ustedes, y mucho más de lo imaginado aprendí de aquellas lectoras silentes que también con su silencio me regalaron un indicador valioso.
Acompañemos pues amigas queridas, a la puerta del umbral eterno a este año 2010, que en breves momentos entrará en reposo para siempre, dormirá el sueño eterno de los justos, feliz quizá por su deber cumplido y lleno de orgullo por permanecer al pié del cañón a pesar de la banca rota de todos los valores de este mundo, fiel servidor de la educación del alma, cada día presente en el maestro ejercicio del diario y cotidiano existir en las aulas inefables de la universidad de la vida.
¿Que nos fue bién?... ¡Qué bién; felicidades!
¿Que nos fue mal?... ¡Bendito sea Dios! porque al irse este año de amarguras, tristezas y dolores, sacrificios, decepciones, frustraciones y lágrimas, con él se va todo lo malo que afrontamos con valor, con dignidad, con voluntad, con esperanza y con fe en un futuro mejor, ¡Gracias a Dios por este tiempo que nos tocó vivir juntas! donde tantas cosas compartidas se fueron directo a la conciencia de todas aquellas personas que de alguna manera llegaron a este sitio y que por alguna poderosa razón de Dios, se quedaron y permanecen inmunes a las críticas desalentadoras, pero que por fortuna celestial, para muchas de nosotras, son constructivas y altamente valiosas, precisamente porque son críticas duras, inflexibles y hasta cierto punto crueles ¡No importa!, gracias también por ello, en verdad, de todo corazón.
Os pido mis bellas amigas, que juntas levantemos al cielo, nuestro cáliz de amor esta noche y con firme esperanza en el Todopoderoso, brindemos con él, por un mañana mejor, donde las lágrimas se transformen en frescas gotas de rocío, la amargura en dulzura infinita, las espinas que tanto hieren en sonrisas de alegría, entusiasmo, optimismo y felicidad. Que la fuerza sea la fuente de luz que ilumine nuestras vidas para que todas las mujeres del mundo sigamos siendo las lámparas y/o, joyas de luz que alumbran los corazones de propios y extraños. Que la prudencia y la tolerancia sean el aliento de nuestros brazos amorosos para abrazar en un lazo profundo a nuestra familia como núcleo sagrado que nada ni nadie pueda separar ni destruir.
Que nuestra amistad continúe eterna y tenga siempre un lugar especial en nuestro corazón.
Que las lágrimas sean pocas, y compartidas.
Que las alegrías estén siempre presentes y sean festejadas y recordadas tanto por ustedes como por mí.
Que Dios, esté siempre con su mano extendida y nos sostenga señalándonos el camino correcto
Que los sentimientos como la envidia o el desamor, sean eliminados de nuestra vida.
Que aquél que necesite ayuda encuentre siempre en nosotras la reconfortante y consoladora palabra amiga.
Que la verdad siempre esté por encima de todo.
Que el perdón y la comprensión, superen las amarguras y las dificultades.
Que todo lo que soñemos se transforme en realidad, pero sobre todo que el amor al prójimo sea nuestra meta absoluta.
Que mi cariño deje una huella imborrable tanto en tu vida como en tu corazón.
¡Te deseo un hermoso año nuevo a partir de hoy!
Que nuestra próxima jornada de los siguientes 365 días esté llena de caminos por recorrer y de metas por alcanzar, pero lo más importante es que atesoremos los recuerdos gratos que la vida nos regaló este año que está por terminar.
¡Hoy, démenos permiso de alejarnos de todos los seres que de alguna manera nos hicieron daño, incluso si fueron muy cercanos a nuestra vida!
¡Hoy, démonos el lujo de perdonar a esos seres que nos lastimaron tanto, porque no saben lo que hacen!
¡Hoy al despedir este año viejo, reiteremos nuestro compromiso de lealtad consigo mismas para tener el valor de vivir la vida que queremos vivir y no la que nos impusieron, ni la que hasta hoy, decidieron por y para nosotras!
¡Hoy, aferrémonos a la alta responsabilidad de ser felices y abandonar las culpas que nos hicieron sentir mujeres inútiles, mujeres frágiles, mujeres apagadas, mujeres sin luz... ¡Arriba corderos de Dios con mandil sobre el pecho, una escoba en las manos, un bebito en el vientre y en el alma una blanca flor!... ¡Esa eres tú; mujer de luz!, que este año que está por llegar, traiga para tí, un cúmulo de cosas buenas y muchos éxitos, porque tú, amiga lectora, mereces éso y mucho más.
¡De mi corazón al tuyo, el más profundo abrazo de feliz año nuevo, con mis mejores deseos de paz, salud, abundancia y muchísimo amor!
Doral.