domingo, 25 de noviembre de 2012

¡Cómplices del delito!



¡COMPLICES DEL DELITO!

Hablar sobre "Violencia contra la mujer", implica todo acto de violencia basado en el género, que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada, según lo declara formalmente la Asamblea General de las Naciones Unidas, el día 25 de Noviembre de 1993. 

En ese marco, se pretende signar también que la violencia contra la mujer, no exenta la manipulación, el chantaje, el abandono, la agresión, o el silencio a voces que tanto lastima la dignidad de la mujer, las sátiras palabras hirientes, la actitud vandalista dirigida a llamar la atención para obtener beneficios, que por supuesto están enganchados al miedo de la mujer, al temor, a la cobardía... y por ende, a la complicidad del delito. 

Tal es el caso de todas aquellas mujeres que por no tener el valor de enfrentar ni afrontar situaciones delicadas de violencia intrafamiliar, prefieren callar, aguantar, hacerse las mártires, las sumisas, las abnegadas, y no les importa ser violadas, agredidas, denigradas ni maltratadas, porque gracias a esos maltratos, algunas hasta son capaces de sentirse "las mujeres más fuertes, las más dignas, las más puras, o las más santas"... ¡Por Dios!, ¿En qué mundo viven esas mujeres?. 

Sí; amigas queridas, tristemente tenemos que consignarlo así: Que nuestro bendito mundo aún alberga semejantes de tal talla y estilo, en lo que nada tiene que ver el medio, la educación ni la cultura, porque está demostrado hasta la saciedad, que aún sin preparación ni cultura, cualquier mujer puede salir adelante tan sólo poniendo un poquito de sentido común al entendimiento de su existencia, ¿O será que está tan atrofiado ese nivel de entendimiento de algunas mujeres, como para no comprender que ningún motivo justifica el maltrato femenino? 

Dicen que el respeto es índice de sana tolerancia, pero aquí cabe preguntarse: ¿Merecen consideración o respeto acaso los golpeadores, los maltratadores, los castradores, los cínicos, los descarados, los chantajistas aprovechados, los mantenidos, los "poco-hombres", los que hacen fraude sentimental, emocional, económico y hasta moral contra la dignidad de la mujer? 

También se ha dicho hasta la saciedad en esta casita virtual de la mujer, que en ninguno de los casos se justifica la violencia jamás, ni siquiera aún cuando se maquilla o se disfraza atrás de una máscara de razones que sólo son válidas en apariencia, ¿Porqué?... Porque aparentar, engañar, manipular, traicionar, robar derechos ajenos, o fraudulentar, es el acto más cruel de todos los cobardes que parecen haber olvidado que también nacieron de una mujer. 

Pero aquí surge otra pregunta: ¿Que sustancia química produce entonces el cerebro de algunas mujeres maltratadas que no entienden, que no comprenden, que no aceptan, que no actúan, que no denuncian, que no hablan ni se defienden... y ni intentan siquiera corregir esos actos delictivos en que están incurriendo con su silencio?... y lo que es peor, ellas saben que su complicidad les está minando el alma, el corazón, el organismo... ¡Y hasta las ganas de vivir!

Las mujeres sumisas y maltratadas se quejan, lloran, se desparraman en llanto, se desesperan, tiemblan, sufren, patalean, y hasta se dan golpes de pecho gimiendo sus dolores: "¿Porqué yo?", "Porqué a mí?", "He hecho de todo y todo sigue igual"... "¡Dios mío, ya no puedo más!" 

Y claro, como es obvio, quizá ellas quizá han hecho de todo, menos hacer consciencia para  valorarse más, para levantar su autoestima y motivación para lograr resultados diferentes y atreverse al fin a escuchar esos gritos desesperados en su corazón que les pide, que les suplica, que les ruega, que les exige: "Ya cambia... Ya cambia... ¡Ya cambia por favor!... ¡No te denigren tus transgresiones mujer, ni permitas que otros te agredan!

"No se puede justificar la violencia de género bajo ningún concepto" 

1.- No dejes que te falten al respeto, 
2.- No dejes que atropellen tu dignidad, 
3.- No dejes que te manipulen ni te ofendan. 
4.- No dejes que te mientan o te saqueen, 
5.- No permitas chantajes ni acosos, 
6.- No admitas que alguien te agreda en ningún sentido.
7.- No permitas que nadie pisotee tu integridad, 
8.- No dejes que nadie te robe tu paz.

¡No te conviertas en cómplice del delito!....
O tú también terminarás delinquiendo. 

Con mis respetos y cariño siempre. 

Dora Lidia Pérez Rochín (Doral)
Lic. en Psicología. 

E-Mail: doralorama@gmail.com
http://psicuasgrupo31semies.blogspot.mx

lunes, 19 de noviembre de 2012


CUANDO LOS ÁNGELES LLORAN 

 -Yo creía que las personas eran seres especiales enviados por Dios a la tierra para amarse y crecer juntos. -Creía que el amor era una moneda corriente de gran valor en el mundo y todos ganaban lo suficiente como para dejar de ser egoístas y ahorraban sonrisas para invertirlas en los amigos y en sus almas.

 -Creía que las personas habían hecho un monumento en cada ciudad como una obra compartida, un recuerdo para los hijos y no como símbolo del orgullo y vanidad. -Que la electricidad era producida por ríos y vientos para beneficio de todos sus hermanos.

 -Creía que los niños eran dones preciosos de la tierra y que todos los amaban porque eran la promesa de un mundo mejor, nunca pensé que había gente que los abandonara, o no los quería. Pensaba que todos los días había alguien dispuesto a hacerlos felices.

-Yo miraba el mundo desde las nubes y corría entre las estrellas, loco de contento tratando de hacer feliz a alguien. Amaba tanto a las personas que siempre buscaba la forma de ayudarlos en sus pedidos.

-Creía que el mundo era un hermoso globo floreciendo en el espacio, lleno de cosas buenas y maravillosas. No me imaginé que había seres con pensamientos tan egoístas, tan insolentes y desagradecidos, y aprendí bien qué es eso... tonto de mí... no lo había visto antes.

-Cuando llegué a estos sitios quise reír, pero un golpe me hizo llorar. Así me recibió el mundo, tan solo el abrazo de mi madre calmo el dolor. Crecí en esta tierra, respirando este aire y alimentándome de lo que ella da. Aprendí a amar a los árboles, que tienen tantas historias para contar, a las plantas que crecen por todos lados y tienen tan buenos sentimientos.

Aprendí a amar a los animales que tienen una conciencia un poco mas limitada que los seres humanos, pero sus sentimientos son tan plenos... tan simples.

-Aprendí que existe la envidia, el egoísmo, la guerra... el racismo que es una odiosa forma de insultar a la Creación de Dios. Aprendí como se denigran las personas y buscan su propia destrucción por un interés transitorio, más ellos piensan que son tesoros eternos, tratan de lograr sus objetivos sin importarles nada acerca de otros seres que viven en inferioridad de condiciones y muchas veces esas personas no tienen qué comer.

-Aprendí lo que es el orgullo, la maldad, la insolencia, la avaricia, el desprecio, la burla, la marginación, la mentira, la violencia, la degradación, los tormentos internos, el egoísmo, la soberbia, la hipocresía y... ¡El olvido!

-Aprendí tantas cosas feas, tantas cosas que yo no había visto desde allí... aprendí a cada paso viviendo cada una de esas cosas, sintiendo en mi piel correr el ácido de la pobreza humana, llorando, cayéndome y volviéndome a levantar. Respirando profundo, mirando el cielo azul de todos los tiempos, viví.

Viví a cada momento un trozo de la historia, buscando calmar el ánimo y mejorando mis días, siempre tratando de encontrar una explicación en ojos de cristal... de las personas que veo a diario y sin embargo no asumen su rol en el divino porvenir, no se dan cuenta de su importancia en el relato de la vida, entonces sufren, pelean, reclaman, gritan, y piensan que a nadie les importan, porque los otros también están haciendo lo mismo.

-Cada uno trae a este mundo una misión que cumplir. Hay algunas misiones que son familiares y te enseñan a caminar, otras, te enseñan a volar, hay quien viene para educar, otros tan sólo para amar, hay tantas misiones como seres humanos existen, son tantas las cosas maravillosas que cada uno debe descubrir... pero cuesta aprender y "ver" lo que los ojos del alma ven.

-En cada pedacito de tiempo lloramos un poco por muchas cosas difíciles y nos sentimos impotentes ante la crueldad, pero la misión debe continuar, con mucho peso sobre los hombros, debemos seguir, tal vez en el camino encontremos la luz de las estrellas que brillan recordándonos de donde venimos.

-Yo traje a este mundo una misión... abrir una puerta, una puerta al infinito para que tus ojos vean la maravilla del poder del Ser y que dejen atrás lo que fue, lo que no estuvo bien. Me ha costado grandes aflicciones caminar entre santos y burlones, y después de todo he decidido llegar a tu corazón sencillo, ese que tantas veces vi en mis sueños, ese ser luminoso que espera una respuesta llamado: "Tú".

-Yo vine a abrir una puerta y que veas la maravilla de las estrellas y que sepas que ¡todo en el universo tiene conciencia! El universo piensa, ama y siente tal como tú. Dios no es una idea nacida de la razón por la razón y ante la necesidad de justificación.

Dios es el centro mismo de todo el universo, es una conciencia tan grande, tan gigantesca que jamás podríamos atraparlo con la razón y la lógica, pues no se subordina a nuestros pensamientos, son nuestros pensamientos que están subordinados a El. Si esto no sucede, si el pensamiento no se orienta a su origen divino, es como un cometa errante que en cualquier momento desaparecerá pues su destino fue ese y nada más, tan solo ha tenido la suerte de conocer algo de la maravilla del vivir, y aún así Dios puede tomarlo con su infinito amor y volverlo una luz en el camino para guía de quienes estén en situaciones similares.

Dios no te juzga porque tengas dinero, o porque quieras conseguirlo. Te juzga porque por omisión no haces nada por aquellos a los que le falta el pan, un abrigo o una palabra de amor. Porque tú no eres superior a nada en este mundo, una planta, un árbol, un río, un animal vale tanto como tú. Y tú vales tanto como tu conciencia te representa ante Dios. De acuerdo al contenido de tu conciencia será el peso y el brillo que tengas ante El. 

-Si en tu interior faltan muchos árboles, deben ser los que cortaste y no repusiste, si en tu interior falta palabras de agradecimiento es porque nunca has ayudado a nadie, si en tu interior falta amor, es porque nunca has amado a nadie. Todo lo que falta son como agujeros vacíos en el campo luminoso de tu ser. Y si nunca has sabido llenar esos vacíos con amor, y no se lo muestras Dios, es porque nunca te has preocupado en obtenerlo. 

-Eso quiere decir que le lleves amor recogido en tu camino, agradecimientos y bondad que hayas tenido en la vida. Ese es el poder que te dignifica ante Sus ojos y no otro. Todos recogemos en el camino un poquito del poder de Dios. El lo ha dejado allí en infinitas formas. Solo es cuestión de reconocer en cada cosa su maravillosa mano y... detrás, su inmensa bondad. 

-Déjame saber que me he equivocado. Te prometo que no diré nada a nadie, salvo a Dios, que cuando me pregunten como es la Tierra, diré que es lo mejor. Déjame saber que todo ha sido un error, déjame ver algo hermoso e inteligente, la sabiduría acumulada por milenios que brota del corazón, déjame entender que cuando los ángeles lloran es porque han tenido un mal sueño. 

-Ven, toma mi mano, dame la tuya. Vamos a realizar buenas obras, en tu casa, con tus amigos, en tu trabajo, en todos tus tiempos, déjame ver con ojos amigos que eres una buena persona. A cambio te prometo un viaje infinito, sobre millones de estrellas que adornan los cielos y entibiarán tus pies, yo te prometo un campo de amor perfumado con fragancias divinas y arrullado a tu lado dormirá tranquilo el Señor. 

Tu Ángel.

p.d.
Gracias al Pbro. Milton Benedicto Goytia Ch. por haberme enviado algo tan hermoso, ¡Mil gracias Padre, de todo corazón!. Dios bendiga mucho su obra, hoy y siempre.

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