viernes, 24 de octubre de 2014

CORONAS DE FLORES DE PAPEL


CORONAS DE FLORES DE PAPEL


Que no se pierda la bonita tradición.   Con la bandera -muy válida- de la preservación de nuestras tradiciones, en los últimos años los altares de muertos le están dando la batalla al Halloween. Sin embargo al igual que ha ocurrido con otros aspectos, la influencia cultural es una realidad que salta a la vista en altares, donde las flores de cempasúchil, veladoras y calaveras de azúcar, comparten espacio con calabazas decoradas, brujas y lápidas de hielo seco o cartulina.  Y en medio de todo ese esfuerzo por preservar las tradiciones que rodean al día de muertos, hay una partecita que se está quedando rezagada: La de las coronas de flores de papel.

A muchos de los pre-digitales nos tocó que en cuanto pasaba el inicio del ciclo escolar, en los primeros días de septiembre, los cuadernos y juegos de geometría cedían su lugar en los anaqueles de las papelerías a las cartulinas, el papel celofán, el alambre y los pliegos de papel crepé de los más variados colores; materia prima con la que expertas manos elaboraban coronas de flores para el Día de Muertos.

Aquellos materiales eran tratados con una pericia heredada por generaciones. De madres a hijas se transmitían las técnicas para cortar y enredar el papel, y para conocer las porciones correctas en que había que mezclar agua y harina, así como la temperatura exacta a la cual se debían cocinar para que no se hiciera bolas el engrudo.  Por rumbos de los mercados populares habitaban varias familias famosas por las coronas que elaboraban.  Desde víspera había quienes les visitaban para hacerles pedidos especiales, que llegado el día de muertos serían motivo de elogios por lo bien detalladas. Pero todo cambia, y entre los materiales necesarios para hacer las flores subieron de precio y entre que las flores de seda (claro que no es seda, así se les llama), aparecieron en el mercado las coronas  con flores de papel han ido cediendo su lugar a las hechas con éstas últimas.

El tiempo ha hecho que cada vez sean menos las personas que conocen y se interesen en la forma correcta en que hay que pasar la tijera por el papel para cortar los pétalos, en que hay que ir colocando pétalo a pétalo sobre el alambre y en que hay que rizar las puntas hasta lograr piezas dignas de rendir homenaje a quienes se nos adelantaron en el camino.  Aquel ritual, que consumía las horas que fueran necesarias hasta lograr coronas que reflejaran el respeto y cariño con que eran recordados los depositarios de las ofrendas ha ido cediendo a la facilidad de pasar por una importadora y comprar una corona de armazón de plástico con flores de seda, elaborada con todo el aprecio y la calidez que una máquina ensambladora pueda dar.  Ahora que el esfuerzo por preservar las tradiciones que rodean al día de muertos ha dado como resultado altares híbridos, pero altares al fin, ojalá y en algún momento se logre rescatar la bonita tradición de las coronas con flores de papel.

Muchas gracias por leer estas líneas y con ello hacer que esta valga la pena.  Por favor comentarios, sugerencias, invitaciones, mentadas y hasta felicitaciones en: adosdetres@hotmail.com y en Twitter en  MarisaPineda.

Anímese a leer un libro y mientras, que tenga una semana colorida.

Autor:
Dra. Marisa Pineda.


QUE TUS SENTIDOS NO TE ENGAÑEN



QUE TUS SENTIDOS NO TE ENGAÑEN

Verlo salir a escena atemorizaba a cualquiera.  La reacción del público de la lucha libre de inmediato se dividió:  Mientras unos lo apoyaban con gritos y puños cerrados al aire, otros lo abucheaban y le gritaban groserías.   Se trataba de un hombre de piel negra y cabeza rapada de dos metros de altura y mirada amenazante.  Sus brazos musculosos eran del ancho de una sandía -y no exagero-; tenía barba como piocha y una gruesa cadena al cuello. El público enloqueció.  "Me lo encuentro en la calle y me muero", le comenté a la persona que nos invitó a mi esposo y a mí, que conocía muy bien a todos los luchadores. "Pues no me lo vas a creer, pero este luchador es un pan de Dios, todos sus compañeros lo quieren mucho", me respondió. ¡No lo podía creer! Pero cuando supe lo anterior, mi percepción cambió por completo.

LA PERCEPCIÓN LO ES TODO.
En realidad lo que el cerebro nos envía como información a través de los cinco sentidos es una ilusión. Lo que  experimentamos como real, no es del todo real.  Cuando no tiene información, el cerebro emplea todo tipo de atajos y estrategias ingeniosas neuronales para llenar los huecos.  Creemos que todo lo que vemos, saboreamos, tocamos, olemos y escuchamos es acertado; más no siempre es el caso, según dice el doctor Jack Lewis en su libro "Sort Your Brain Out" (Ordenar su cerebro afuera).  Lo curioso es que sólo la parte central del campo visual es clara como el cristal.   Todo lo demás  creámoslo o no, está borroso.  Sólo el centro de la retina llamada fovea, puede ver en color, el resto lo capta en blanco y negro y en todos de gris.

HAZ LA PRUEBA.
Estira los brazos frente a ti en el centro de tu campo visual y coloca los pulgares juntos hacia arriba, esa es precisamente el área que la fovea puede cubrir, sólo ahí detecta los colores.  Entonces, te preguntarás por qué puedes ver color en la periferia.  La razón es que tus ojos se mueven constantemente para obtener con la fovea "fotografías" con una resolución mayor, así como información a colores. ¿No es increíble?.  Además estos movimientos son tan sutiles y rápidos que no los percibimos.  Si no estás convencido, intenta lo siguiente: Cubre tu ojo izquierdo con el ojo derecho de la "O" de abajo. Ahora, lentamente acerca el periódico hacia ti.  Verás que en algún punto, antes de que tu nariz toque la página, la "X" desaparece.  Este punto ciego siempre lo has tenido, más tu cerebro llena los espacios de información a través de la percepción.

ASOCIAR vs ASUMIR.
Como vimos, sólo por asociación asumimos que algo es real  y nos cegamos a la verdad. Veamos hasta qué grado: Una mañana fría en el metro de la ciudad de Washington se escuchaba a un hombre tocar el violín, tenía una caja de cartón al frente para recibir monedas. Durante 43 minutos el hombre tocó sin parar.  De las casi cien mil personas que pasaron frente a él, sólo un puñado se detuvo a escucharlo -curiosamente varios niños-, el resto pasó indiferente al talento. Sólo le dieron 32 dólares.  Resulta que quien tocaba era nada menos que Joshua Bell, uno de los violinistas más famosos del mundo, quien hacía tres días había abarrotado el Boston Simphony Hall con el costo de entrada a un promedio de 100 dólares.

Podemos ver que el contexto dentro del cual obtenemos la información tiene mucho que ver con lo que asumimos como real.  Además, lo que los sentidos perciben como vista, sonidos, gusto, tacto y olfato son meramente creados por el cerebro a falta de una información completa y no reflejan la realidad de las cosas.

Así que no te dejes engañar por lo que tus sentidos te informan.

Autor:
Dra. Gaby Vargas.


lunes, 20 de octubre de 2014

LA VIDA NO ES MALA


LA VIDA NO ES MALA

La vida en la que nos ha tocado vivir está llena de misterios y de cosas inexplicables que más allá de atormentarnos, nos muestra el cómo vivir en lo individual, grupal, y con el medio ambiente que nos rodea.

Es muy común que la mayoría de los mortales nos la pasemos criticando a los demás o lamentándonos de las desdichas que el mundo nos da todos los días a cada hora, a cada instante, al grade de sentirnos profundamente desprotegidos, vulnerables y resentidos por no poder ser o tener lo que creemos nos sacaría de pobres o tener una mejor vida.

Toda esa desdicha que sentimos es porque hemos olvidado nuestros orígenes.  Hemos olvidado que el ser humano es una especie animal más en este planeta, y que como tales deberíamos tener una vida sencilla y natural, es decir, vivir únicamente de lo que la naturaleza nos brinda, y obedecer a los instintos naturales que como seres humanos traemos desde el nacimiento.

No quiero decir con esto que hay que volver a la época de las cavernas... ¡NO!,  pero sí tratar de llevar una vida natural y en perfecta convivencia con los demás de la especie y el entorno del que nos proveemos.

Vivimos en un mundo con muchos problemas y desigualdad económica porque desobedecemos reglas, porque queremos hacer lo que nos conviene, y que muchas veces no es a favor de los demás sino sólo de uno mismo.

Para ser felices y exitosos, sólo tenemos que hacerlas cosas bien, portarnos bien de acuerdo a las reglas.  En la medida que todos obedezcamos esas reglas, que bien pueden ser las del trabajo, o las de la ciudad, del gobierno, y ya no se diga las que están expresadas en principios y valores, seremos capaces de tener un mundo mejor.

Les aseguro que en cuanto todos respetemos reglas, el mundo mejoraría en un noventa por ciento, porque todo lo que hoy nos hace sufrir y llevar una vida difícil es por la desobediencia, malos comportamientos, corruptelas, falta de estudios y educación, así como carecer del sentido de responsabilidad,  superación  y amor por los demás.

Si todos ponemos de nuestra parte respetando absolutamente todo, veríamos la nobleza real del mundo y de la vida, que ahí está, al alcance de nuestras manos y donde cada quien la puede tomar.

La vida no es mala, malos son los que no quieren portarse bien, en cualquier grado y sentido.  Cada vez que actuamos mal, la vida se ve como mala, lo que nos hacer percibir un mundo inhóspito y cruel, ¿Pero qué tal si nuestra conducta es honesta... es decir, qué pasaría si todos nos portáramos bien?


Autor:
Maestro Oscar Fosados
e-mail: oscarfosados@yahoo.com.mx

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