¡COMPLICES DEL DELITO!
Hablar sobre "Violencia contra la mujer", implica todo acto de violencia basado en el género, que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada, según lo declara formalmente la Asamblea General de las Naciones Unidas, el día 25 de Noviembre de 1993.
En ese marco, se pretende signar también que la violencia contra la mujer, no exenta la manipulación, el chantaje, el abandono, la agresión, o el silencio a voces que tanto lastima la dignidad de la mujer, las sátiras palabras hirientes, la actitud vandalista dirigida a llamar la atención para obtener beneficios, que por supuesto están enganchados al miedo de la mujer, al temor, a la cobardía... y por ende, a la complicidad del delito.
Tal es el caso de todas aquellas mujeres que por no tener el valor de enfrentar ni afrontar situaciones delicadas de violencia intrafamiliar, prefieren callar, aguantar, hacerse las mártires, las sumisas, las abnegadas, y no les importa ser violadas, agredidas, denigradas ni maltratadas, porque gracias a esos maltratos, algunas hasta son capaces de sentirse "las mujeres más fuertes, las más dignas, las más puras, o las más santas"... ¡Por Dios!, ¿En qué mundo viven esas mujeres?.
Sí; amigas queridas, tristemente tenemos que consignarlo así: Que nuestro bendito mundo aún alberga semejantes de tal talla y estilo, en lo que nada tiene que ver el medio, la educación ni la cultura, porque está demostrado hasta la saciedad, que aún sin preparación ni cultura, cualquier mujer puede salir adelante tan sólo poniendo un poquito de sentido común al entendimiento de su existencia,
¿O será que está tan atrofiado ese nivel de entendimiento de algunas mujeres, como para no comprender que ningún motivo justifica el maltrato femenino?
Dicen que el respeto es índice de sana tolerancia, pero aquí cabe preguntarse: ¿Merecen consideración o respeto acaso los golpeadores, los maltratadores, los castradores, los cínicos, los descarados, los chantajistas aprovechados, los mantenidos, los "poco-hombres", los que hacen fraude sentimental, emocional, económico y hasta moral contra la dignidad de la mujer?
También se ha dicho hasta la saciedad en esta casita virtual de la mujer, que en ninguno de los casos se justifica la violencia jamás, ni siquiera aún cuando se maquilla o se disfraza atrás de una máscara de razones que sólo son válidas en apariencia, ¿Porqué?... Porque aparentar, engañar, manipular, traicionar, robar derechos ajenos, o fraudulentar, es el acto más cruel de todos los cobardes que parecen haber olvidado que también nacieron de una mujer.
Pero aquí surge otra pregunta: ¿Que sustancia química produce entonces el cerebro de algunas mujeres maltratadas que no entienden, que no comprenden, que no aceptan, que no actúan, que no denuncian, que no hablan ni se defienden... y ni intentan siquiera corregir esos actos delictivos en que están incurriendo con su silencio?... y lo que es peor, ellas saben que su complicidad les está minando el alma, el corazón, el organismo... ¡Y hasta las ganas de vivir!
Las mujeres sumisas y maltratadas se quejan, lloran, se desparraman en llanto, se desesperan, tiemblan, sufren, patalean, y hasta se dan golpes de pecho gimiendo sus dolores: "¿Porqué yo?", "Porqué a mí?", "He hecho de todo y todo sigue igual"... "¡Dios mío, ya no puedo más!"
Y claro, como es obvio, quizá ellas quizá han hecho de todo, menos hacer consciencia para valorarse más, para levantar su autoestima y motivación para lograr resultados diferentes y atreverse al fin a escuchar esos gritos desesperados en su corazón que les pide, que les suplica, que les ruega, que les exige: "Ya cambia... Ya cambia... ¡Ya cambia por favor!... ¡No te denigren tus transgresiones mujer, ni permitas que otros te agredan!
"No se puede justificar la violencia de género bajo ningún concepto"
1.- No dejes que te falten al respeto,
2.- No dejes que atropellen tu dignidad,
3.- No dejes que te manipulen ni te ofendan.
4.- No dejes que te mientan o te saqueen,
5.- No permitas chantajes ni acosos,
6.- No admitas que alguien te agreda en ningún sentido.
7.- No permitas que nadie pisotee tu integridad,
8.- No dejes que nadie te robe tu paz.
¡No te conviertas en cómplice del delito!....
O tú también terminarás delinquiendo.
Con mis respetos y cariño siempre.
Dora Lidia Pérez Rochín (Doral)
Lic. en Psicología.
E-Mail: doralorama@gmail.com
http://psicuasgrupo31semies.blogspot.mx
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