¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!
Hablar del día de las madres, para algunas personas es evocar recuerdos exhumados que atormentan, pero que también encienden el corazón con una grata sonrisa escondida al recordar tantos momentos hermosos y el haber sido tan feliz. Esos seres de luz que se han ido quedando en el tiempo, en el ayer, en la paz de Dios, aún duelen en el corazón cuando pensamos que mamá, la abuela, la hermana, la tía, la sobrina, la prima o la amiga, ya no están físicamente en este mundo, y que de alguna manera, cada año, en el día de las madres se les recuerda como cada día de nuestra vida.
Hablar del día de las madres, es hacer ilusión anticipada en el corazón, es preparar los bolsillos para ir a comprar los regalos que le llevaremos a la madre en su día: Un pastel, un arreglo floral hermoso, un vestido, un par de zapatos, una loción, su favorita, música, dulces o chocolates, y los más exóticos, joyas y pieles o lentes de carey, sombreros o estolas, o cual más, un coche nuevo para mamá, ¿o por qué no?, si se puede, hasta un viaje a donde ella más lo desease.
Hablar del día de las madres, es meterse a la cocina desde temprano, poner linda y perfumada la casa y en algunos pueblos del mundo, reunir a la familia este día, sentarse alrededor de la mesa, compartir los alimentos y los buenos deseos de todos, para el ser más puro y sagrado que les ha dado la vida: LA MADRE, que ha velado por cada hijo, primero en el vientre y luego en sus brazos, con el más grande amor.
Hablar del día delas madres, es brindar honor a quien honor merece, por ese dulce dolor de entrañas al parir a su hijo(a). Es cantar loores al cielo por ese hermoso alumbramiento, es bendecir al sol por permitir la luz en un par de ojitos vivarachos y tiernos que pronto aprenderán a mirar el rostro tan amado, a sonreír con delicia y decir: ¡Te quiero mamá!
Hablar del día de las madres, es conocer a profundidad el significado de la palabra: AMOR, fácil de escribir pero difícil de llevar a la práctica para el hijo ingrato, ¿qué importa?, el Amor también significa PERDON, y la madre es una amazona, una guerrera experta para llevar a la práctica además, también esa palabra, por encima de todo, y a pesar de su propio dolor.
Hablar del día de las madres, es la más sublime emoción del ser humano de este mundo, un retrato en las manos, casi borrado a base de tanto ver, un pañuelo en el olfato... ¡Aún huele a ella!, una lágrima o dos ¿qué importa?, la madre viva o muerta siempre duele, pero es un dulce dolor que soba el alma, más allá de la piel.
Hablar de la madre en fin; es hablar de la más grande de todas las virtudes del planeta llamado tierra; porque ella misma es la tierra fértil donde sembrada la semilla, siempre está dispuesta a rendir sus frutos, sin pedir nada a cambio, o quizá sí; fuerza y amor para seguir dando luz a la luz y vida a la vida, por encima de su propio sentir y a pesar de su propia vida.
"Si tú tienes una madre todavía, da gracias al señor que te ama tanto", (dice algún escrito por allí, no recuerdo de quién), pero si tu madre se ido ya de este mundo, hónrala y ámala más, porque gracias a ella, tú estás aquí, y aún puedes mirar el sol, y puedes respirar el aire, y puedes mirar la sombra de tus huellas, beber el agua fresca de los manantiales y bendecir a Dios, porque te dio el mejor de todos los regalos de este mundo; EXISTIR y haber conocido a esa gran mujer, que fue o sigue siendo tu mamá. ¿Quieres mayor bendición?
¡Felicidades a todas las madres del mundo!
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
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