¿QUÉ TANTO CONOCES DE TU SALUD FISICA Y MENTAL?
La
vida actual amigas queridas, es muy acelerada, pero nos coloca diariamente frente a la maravillosa
oportunidad de reflexionar profundamente sobre la multifacética problemática mundial que está causando estragos en nuestra
salud física y mental y hacer un alto en el camino: Explosión demográfica, alto
costo de la vida, contaminación, deforestación de los bosques, enfermedades
infecciosas, mutación de virus, conflictos de toda especie, banca rota de todos
los valores, etc., y lo queramos o no, todos estamos expuestos a
tales influencias, todos estamos viviendo en el mismo barco y es de gran
magnitud la afectación que está causando estragos en el organismo humano y en
la misma naturaleza, derivada de lo que respiramos, de lo que comemos y
bebemos, de lo que pensamos y hasta de
lo somos y hacemos con ella:
“El
hombre es, lo que es su vida”, -dice una máxima por allí- y…. ¡Cuánta razón
lleva!
Hay
miles de personas que viven preocupadas de día y de noche, porque los dineros
ya no les alcanza para nada, y otras
porque ni trabajo tienen. Pero
algunas otras personas se quejan de que no les alcanza el tiempo para hacer
todas las cosas que quisieran hacer, o quisieran tener y cuando llegan a
tenerlas tampoco pueden disfrutarlas porque tantas preocupaciones minaron sus
fuerzas, repercutiendo en su salud quebrantada, y luego se preguntan: ¿Qué carajos me pasa
ahora, porqué no puedo ser feliz?.
Y la verdad es que no pueden ser felices por
dos razones importantes: La primera es que nunca midieron las consecuencias de
sus actos, y la segunda es que se les olvidó ejercer su derecho a la prevención
de la salud. Ésta última pareciera ser
la más sencilla, sin embargo no lo sería tanto para aquellas personas que viven
a la despreocupé y no les gusta mucho hacer conciencia de los pasos que dan por
su vida. Esto obviamente redunda en lo
primero: Todo acto tiene su consecuencia, toda acción tiene una reacción, toda
causa tiene su efecto, ¿De qué tanto tienen que quejarse entonces, si ni
siquiera han aprendido a darle sentido a su existencia?
Los
hábitos, costumbres y vicios se han acumulado en las cazuelas de su cocina, no hay cultura nutricional ni auto-cuidados de
la salud personal, y lo que es peor, a la mayoría de la gente le encanta
atiborrar sus comidas de condimentos y de sal, ¿cómo pretender que los sectores
de salud hagan milagros?, somos las personas quienes tenemos que cambiar nuestros
hábitos alimenticios, así como también poner más atención a los aspectos
psicológicos y hasta sociales que ya se hicieron rutina mecanicista e
inconsciente, tenemos un compromiso con nosotros mismos y un compromiso con la
vida: El de adoptar estilos de vida que sean saludables y aptos para vivir
felices.
Es
menester entonces enfocar nuestra atención principalmente en nuestro sistema de
creencias e ir modificando conductas nocivas: “Creemos que nada nos hará daño y
nos retacamos de alimentos chatarra”, “Creemos que somos fuertes y poderosos y
que sólo se enferman los viejos o los tontos”, “Creemos que a nosotros no puede
pasarnos nada y seguimos comiendo, bebiendo aguas azucaradas, gaseosas y
desvelándonos desmesuradamente”, “Creemos que el vecino, el compadre o el
compañero si debe cuidarse pero nosotros no”, “Creemos, creemos, creemos…” y
ese es el problema: Que siempre creemos que el otro si y nosotros no; pero
porqué no hacerse una pregunta… ¡Una sola pregunta!: ¿Porqué nosotros no?
Seamos
francas, abiertas y sinceras: Asomémonos aunque sea por un momento hacia el
interior de nuestro organismo: ¿Llevamos una vida sedentaria?, ¿Tenemos
sobrepeso?, ¿Padecemos de Estrés?, ¿Depresión?, ¿Ansiedad?, pero sobre todo si
padecemos de obesidad… ¡Somos candidatas selectas y seguras a la Hipertensión
Arterial!, nos zumban los oídos, nos mareamos, padecemos de migrañas o dolores
de cabeza frecuentes, resequedad en los labios, etc… ¡Allí hay una problema grave que atender!, cuando
duele la cabeza, es que el organismo está avisando algo, está alertando
que algo grave está pasando allí… ¡Cuidado!, también habría predisposición para
adquirir enfermedades cerebro-vasculares (embolias), taquicardias y hasta insuficiencia
renal, entre otras.
Por
lo tanto y ya para terminar, sólo me resta invitarles a la más profunda de
todas las reflexiones y auto-observaciones: Si no cuidamos nuestro cuerpo, que
es donde vive y habita nuestro SER, ¿A dónde nos vamos a ir a vivir?, si no lo
hacemos ahora, ¿Entonces hasta cuándo?… Concretando: “Quien no valora su vida, no merece vivir”
Con
mis respetos y cariño siempre,
Psic.
Dora Lidia Pérez Rochín (Doral)
hola me encanta tu blogger Aurora, gracias por estar aca,bendiciones.
ResponderEliminarGracias a tí Josefina querida, eres muy amable, linda y bendecida ¿lo sabías?.
EliminarCariños,
Doral.
Muchas gracias Ana y Laura, su invitación la tomaré en cuenta para darme una vueltecita por su blog en breve.
ResponderEliminar¡Gracias de todo corazón!
Doral.