¿Cómo superar la muerte de un hijo?
“No sé dónde estás, pero quiero que sepas que pienso en ti al escribir esta carta aquí en mi soledad y con ojos de llanto, manos temblorosas y mi corazón doliéndome otra vez en el alma. ¿Cuántas veces me ha dolido el alma desde tu partida? -no lo sé- ya perdí la cuenta… ¡ha pasado tanto tiempo, pero jamás he dejado de amarte, mi Dios lo sabe tanto como lo sé yo.
¡Te amaba tanto, no entiendo por qué tuve que perderte! ¿Pero sabes?, En la oscuridad sedante de este tu hogar, vacío ahora por tu ausencia, te escribo esta noche, trato de hacer inventarios con las sombras de tus recuerdos, contando las horas grises del tiempo desde que no estás, y se acumulan los detalles que ahora tengo guardados en mi corazón para ti, aunque sé que nunca volverás.
He madurado en todo este tiempo, ya no soy la misma mujer. No importa que ni lo sepas ya, lo sé yo y eso me basta… ¡Te sigo queriendo!, me duele el tiempo sin ti, me duele el espacio que te separó de mi, me duele tu ausencia, me duelen las huellas de tus pasos que todavía escucho por toda la casa, me duele cuando te veo en tus fotografías ¡Me duele porque ya no estás!. ¡Ssstthhh, no digas nada!, estoy loca -ya lo sé- pero mi dolor es mío, a nadie más le duele, ni mi dolor, ni mis sentimientos que llevo muy hondos guardados en el fondo de mi corazón definitivamente para tí, donde nadie los pueda ver, ni tocar ni descubrir… ¡Jamás!
Mañana será otro día corazón, y quizá seguiré extrañándote y amándote más que nunca, pero no te preocupes todo está y estará bien, las lágrimas me confortan, me alivian y me lavan el alma, me dan fuerzas para seguirte amando en este silencio que a veces es tan tierno, sereno, tranquilo y en paz, como ahora lo es mi amor por ti. Sólo le pido a Dios con todo mi corazón, que aunque no te vuelva a ver, ojalá que aquí en mi alma solitaria… ¡No me falte tu recuerdo, nunca! lo voy a conservar intacto, limpio, grande y puro como el mejor de los regalos al desearte una vez más (estés donde estés), que no te vayas de mi corazón, y que te quedes conmigo, porque te quiero y te querré por siempre”
La presente carta es un testimonio vivo, de los miles que se viven a diario en el mundo, ¿cuántas mujeres sufren y seguirán sufriendo en silencio a quienes ya se han ido de sus vidas?
Pero amigas queridas: En el vasto mundo de las emociones, descubrimos que la vida está compuesta de momentos. Y que cada momento tiene su tiempo, su razón de ser, de existir y sus motivos para vivirlo. Pero el sentido, la atención, los valores, las muestras de afecto, la calidad y cantidad de todo lo que en esencia somos, son los indicadores emocionales que se manifiestan a través de las conductas humanas.
En este marco, es lógico pensar que cuando las personas enfrentan un desastre emocional tan severo como la pérdida de bienes materiales o la muerte de un(a) hijo(a), sus síntomas de angustia, dolor y desesperación les conlleva a estados de duelo lamentables que a veces suelen ser devastadores, muy críticos o muy prolongados.
La depresión no se hace esperar, los ánimos terminan en el suelo y todo eso les lleva a padecer de una apatía asfixiante como la desesperanza, pesimismo y mucho vacío existencial en su mundo derrumbado. Y es allí donde puede surgir una válvula de escape, en el aparato psíquico de la persona que está en duelo, llevada además por las presiones de tipo familiar y social, dividiéndose en estallidos emocionales tales como: El llanto, la rabia, la impotencia y la risa. Y cuando se llega a tal grado de desequilibrio emocional, el organismo también reacciona con descargas del cuerpo, tales como: Vómitos, diarreas y sudoración.
Pero vayamos más allá de estas reacciones somáticas: ¿Qué pasa cuando la madre (por ejemplo) permanece prolongadamente bajo ese shock psicológico, de haber perdido a su hijo(a)? ¿Cómo se arregla un corazón o una alma que tiene fugas? Del dolor se pasa al trauma, y los síntomas son: Aturdimiento, atontamiento, confusión, perplejidad, sonambulismo, impotencia, desesperación, llanto, incapacidad para la toma de decisiones, falta de apetito, desinterés, abandono personal, y miseria psíquica.
No comprender lo que pasó, sentirse suspendida entre el cielo y el infierno, sin nada ni nadie a quién sujetarse, a quién reclamarle, con quien desahogarse, a quien pedirle… son sentimientos de rabia, angustia y desesperación, y todo esto provoca un bloqueo defensivo de las funciones del yo, comúnmente llamado también con el nombre de: “ego”
En ese estado tan lamentable, no es posible hacer entrar en razón a una persona que está enclaustrada voluntariamente en su propia evasión de la realidad… ¡No de momento! Pero sí es conveniente que los familiares acudan a un especialista de la salud mental (psiquiatría), para que su ser querido tome una psicoterapia (reestructurante), adecuada a su caso, equivalente a una terapia de emergencia, que resulta muy reconstructiva y lleva al paciente a un alivio inmediato, a una reafirmación frente a la angustia y el temor, a un reforzamiento de confianza y apoyo realista.
La terapia de emergencia tiene objetivos terapéuticos muy generosos, que equivalen a primeros auxilios psicológicos, para posteriormente acudir a las sesiones que pueden ser de grupo o individuales, donde se da la comunicación , la catarsis, la elaboración y el retorno a la realidad.
Es importante señalar que los fenómenos mentales y emocionales que padece una persona que ha perdido el interés por la vida, debido a la pérdida de un ser muy querido, va marcando pautas de riesgo en cada etapa. Es evidente que el estrés post traumático lleva a conductas y sentimientos repentinos (que suelen ser muy desagradables para la familia), los cuales tienen estímulos de tipo ambiental e ideativos (los recuerdos por ejemplo), que se evocan a la forma asociativa de lo sucedido.
En el mismo estrés post traumático hay una excitación intensa de una irrupción violenta que le da el golpe a la psiquis (la mente), y a la vez se generan dobles mecanismos de defensa como lo que es: Evasión y a veces hasta el suicidio.
No hay fórmula mágica para superar la perdida de lo que más amamos en la vida amigas queridas, pero existe una gran esperanza en el corazón humano ante lo inevitable, y esa es la magia de la fe que mueve montañas y que obra maravillas. La ciencia del hombre es limitada, pero nunca jamás la de Dios, quien es finalmente quien tiene la última palabra.
Pero amigas queridas: En el vasto mundo de las emociones, descubrimos que la vida está compuesta de momentos. Y que cada momento tiene su tiempo, su razón de ser, de existir y sus motivos para vivirlo. Pero el sentido, la atención, los valores, las muestras de afecto, la calidad y cantidad de todo lo que en esencia somos, son los indicadores emocionales que se manifiestan a través de las conductas humanas.
En este marco, es lógico pensar que cuando las personas enfrentan un desastre emocional tan severo como la pérdida de bienes materiales o la muerte de un(a) hijo(a), sus síntomas de angustia, dolor y desesperación les conlleva a estados de duelo lamentables que a veces suelen ser devastadores, muy críticos o muy prolongados.
La depresión no se hace esperar, los ánimos terminan en el suelo y todo eso les lleva a padecer de una apatía asfixiante como la desesperanza, pesimismo y mucho vacío existencial en su mundo derrumbado. Y es allí donde puede surgir una válvula de escape, en el aparato psíquico de la persona que está en duelo, llevada además por las presiones de tipo familiar y social, dividiéndose en estallidos emocionales tales como: El llanto, la rabia, la impotencia y la risa. Y cuando se llega a tal grado de desequilibrio emocional, el organismo también reacciona con descargas del cuerpo, tales como: Vómitos, diarreas y sudoración.
Pero vayamos más allá de estas reacciones somáticas: ¿Qué pasa cuando la madre (por ejemplo) permanece prolongadamente bajo ese shock psicológico, de haber perdido a su hijo(a)? ¿Cómo se arregla un corazón o una alma que tiene fugas? Del dolor se pasa al trauma, y los síntomas son: Aturdimiento, atontamiento, confusión, perplejidad, sonambulismo, impotencia, desesperación, llanto, incapacidad para la toma de decisiones, falta de apetito, desinterés, abandono personal, y miseria psíquica.
No comprender lo que pasó, sentirse suspendida entre el cielo y el infierno, sin nada ni nadie a quién sujetarse, a quién reclamarle, con quien desahogarse, a quien pedirle… son sentimientos de rabia, angustia y desesperación, y todo esto provoca un bloqueo defensivo de las funciones del yo, comúnmente llamado también con el nombre de: “ego”
En ese estado tan lamentable, no es posible hacer entrar en razón a una persona que está enclaustrada voluntariamente en su propia evasión de la realidad… ¡No de momento! Pero sí es conveniente que los familiares acudan a un especialista de la salud mental (psiquiatría), para que su ser querido tome una psicoterapia (reestructurante), adecuada a su caso, equivalente a una terapia de emergencia, que resulta muy reconstructiva y lleva al paciente a un alivio inmediato, a una reafirmación frente a la angustia y el temor, a un reforzamiento de confianza y apoyo realista.
La terapia de emergencia tiene objetivos terapéuticos muy generosos, que equivalen a primeros auxilios psicológicos, para posteriormente acudir a las sesiones que pueden ser de grupo o individuales, donde se da la comunicación , la catarsis, la elaboración y el retorno a la realidad.
Es importante señalar que los fenómenos mentales y emocionales que padece una persona que ha perdido el interés por la vida, debido a la pérdida de un ser muy querido, va marcando pautas de riesgo en cada etapa. Es evidente que el estrés post traumático lleva a conductas y sentimientos repentinos (que suelen ser muy desagradables para la familia), los cuales tienen estímulos de tipo ambiental e ideativos (los recuerdos por ejemplo), que se evocan a la forma asociativa de lo sucedido.
En el mismo estrés post traumático hay una excitación intensa de una irrupción violenta que le da el golpe a la psiquis (la mente), y a la vez se generan dobles mecanismos de defensa como lo que es: Evasión y a veces hasta el suicidio.
No hay fórmula mágica para superar la perdida de lo que más amamos en la vida amigas queridas, pero existe una gran esperanza en el corazón humano ante lo inevitable, y esa es la magia de la fe que mueve montañas y que obra maravillas. La ciencia del hombre es limitada, pero nunca jamás la de Dios, quien es finalmente quien tiene la última palabra.
Con nuestro respeto y cariño siempre.
Doral & Lidiazuly
Hola atodas las amigas: mi querida y muy respetada amiga Doral, el tema que nos presenta hoy es muy importante, para todas esas madres que han perdido un hijo, el dolor mas grande que puede sentir una madre, yo doy gracias adios que no conozco ese dolor en mis carnes y en mi corazon, pero ninguna madre estamos libre de que nos pueda pasar de conocer ese dolor, dios nos libre... Mi madre perdio un hijo con 18 años era un hijo ejemplar, bueno muy noble de muy buen corazon,el era todo amor para todo el que lo conocia, y de la noche a la mañana se fue murio, el dia antes estubo trabajando con mi padre, fue un golpe muy duro para toda la familia pero mi madre estaba desesperada con su dolor, ella se hiba allorarle a su hijo a un patio grande que tenia mi casa para que sus de mas hijo no sufriera por ella, se tiraba horas y horas llorandole, agotada de no dormir y tanto llorar se quedo dormida, y soño que su hijo se le hacerco, y le dijo a mi madre(mama no me llores mas yo estoy bien), mi madre desperto rapido miro asus arrededores no vio nada, desde aquel dia intento no llorar tanto y recordarlo y hablar mucho de el, ella le daba gracias adios por haberle hecho el regalo mas bello de haberle regalado por 18 años a un angel(su hijo) y como fue un regalo de un angel y por un tiempo de 18 años se lo llebo con el, lo paso muy mal amiga Doral, pero el tiempo y tener mucha fe en dios el gran dolor se va suabizando... gracias amiga por tan importante articulo que vas ayudar a muchas madres y familias que esten atrabesando este duelo que es la perdida de un hijo... yo si puedo entrar mas tarde contare la perdida de un sobrino mio y el dolor de su madre(mi hermana), pero llebo tres escrito y no entra cuando lo mando me sale mi blog, nose no entiendo mucho esto, bueno mi linda amiga un beso para ti y para todas las amigas de Estrella del Mar de inspiracion.
ResponderEliminarMUY QUERIDA AMIGA ESTRELLA DEL MAR DE INSPIRACIÓN:
ResponderEliminarGrato comentario nos compartes amiga querida donde encuentro muchas verdades que pones de manifiesto. Pues nadie podría hablar de lo que siente una madre al perder a sus hijos o a algunos otros seres queridos, si antes no se ha vivido en carne propia.
Los dolores emocionales son heridas que supuran tan lentamente y más que las heridas del cuerpo, pues a éstas les dá el aire y suelen cicatrizar pronto, ¿pero a las heridas del alma?
A los pesares del alma no les da el aire ni el sol, por eso permanecen frescos por más tiempo, y en que en realidad de verdad sólo el tiempo y Dios (en estos casos), son los bálsamos de amor que cicatrizan los dolores por cualquier pérdida valiosa, sea material o humana.
Gracias mi querida amiga Estrella del Mar de Inspiración. Un placer recibirte en tu casita virtual, chiquita y humilde, pero tuya con todo mi corazón.
Vuestra amiga siempre.
Doral.
Hola Doral:
ResponderEliminarGracias, muchas gracias por este articulo a ti y Lidiazuly, elaboraron un articulo muy completo, y explicativo.Como dices tu cada persona tiene una forma distinta y unica de llevar adelante un duelo, y mas aun si la perdida es de un hijo, dime Doral como se puede ayudar como familia a una madre que recien despues de los 40 tiene su primer hijo, pues antes no encontraba el amor, una pareja, y cuando por fin la tiene y cree tener el amor en su vida, el hombre en cuestion resulta un total mentiroso y manipulador, que la deja sola despues de años de haber estado prometiendo lo que jamas cumplio, en el momento en que ella estaba ya embarazada, el le dijo que la ayudaria, pero nunca lo hizo, jamas tuvo interes ni de conocer a su hijo.En un embarazo de riesgo el bebe logra nacer, superar una operacion y al año y 5 dias muere, al no poder superar una nueva operacion.La madre incluso tenia ya preparado cosas para hacerle un cumpleaños cuando se recupere, pues la operacion no debio concluir de esa manera, era algo sencillo.Siempre se lamento haberlo operado en aquel momento, con ese medico y no haberle festejado su cumpleaños antes de operarlo.Siempre fue una mujer de un caracter dificil, hoy es quizas peor su caracter, es muy conflictiva, y si bien siempre habla de su hijo, de llevarle flores al cementerio o prender una vela por el, creo que guarda en su alma el dolor de no haber podido dar todo su amor de madre, poruqe el destino le arrebato a su unico y ultimo hijo, pues sola y por su edad y el embarazo riesgoso que tuvo no podria tener mas hijos.Me imagino que es una situacion tremenda, una mujer que no pudo realizarse como madre y dar su amor a su hijo, que el que fue el amor de su vida la deje cuando ella pensaba que podria ser plenamente feliz con el.
Ademas de tener que recurrir a un psiquiatra, cosa que veo bastante dificil, se puede hacer algo mas como familia?.
Gracias de nuevo mi querida Doral, por tus palabras y tu ayuda.
Te quiero
Que dios te ilumine siempre
MI BELLA MARIPOSITA EN PLENO VUELO:
ResponderEliminarVeo inútil cualquier ayuda que como familia se le pueda dar a esa mujer, mi niña querida, si ella misma no acepta que necesita ayuda, ni está dispuesta a recibirla, mucho menos a valorarla.
Creo que no toda la responsabilidad es del destino como pretende ella hacerlo creer, sino más bién todo esto que le pasa es una cuestión de ACTITUD. Primero porque no encontraba pareja y el tiempo se le fue pasando, luego porque la encontró y le fue peor, para finalmente recibir el golpe de la muerte de su pequeñito hijo. Tres factores suficientes para madurar emocionalmente y crecer en la fe y la templanza, pues a grandes pruebas nos somete la vida y no vamos a fallar en la más dura, nomás porque en las dos primeras nos fue mal. ¿Verdad? ¡Pero ella optó por tirarse a matar y de paso amargarle la vida a los demás! ¡Hey, eso no se vale!
Yo entiendo que el sufrimiento es muy grande y que no hay palabras humanas para describir una pena inenarrable, pero son precisamente de las más grandes adversidades de donde nacen las mejores oportunidades para crecer interiormente, para desarrollar el valor, la esperanza, la voluntad y la fe.
La situación que me comentas de esa mujer es bastante crítica (por no decir crónica), y de los traumas psicóticos hay un paso a la alucinación y a a toda clase de delirios. El duelo que se establece por pérdidas humanas es difícil de superar cuando se deja pasar el tiempo y no se busca ayuda profesional para establecer claramente el concepto de "Muerte" que entienda que su dolor no le permite (por ahora) ver a la muerte como un destino final irreversible e ineludible. Un proceso humano del que nadie está exento, sea niño, joven o adulto.
Por lo tanto, en situaciones traumáticas como ésta, al igual que en otras, la persona requiere de elaboración, la cual no se consigue sin hablara abiertamente del suceso y lo mucho que le afectó y le sigue afectando, esto puede lograrse a través de la terapia voluntaria,la hipnosis y otras técnicas que ya te he mencionado. Muchas veces por evitar el sufrimiento, se abstienen de hablar de sus situaciones traumáticas, con lo cual, impiden que se elabore el suceso, aplazando su recuperación o necrotizando a la razón atormentada. De allí a la psicosis no hay mucha distancia y lo que es peor, se convierte en un fenómeno que contamina a toda la familia.
¿Quieres ayudarla? permanece serena, no le sigan su rollo ni la compadezcan, sólo pidan mucho a Dios para que entre en razón y acuda a buscar ayuda psicológica por favor, es lo más prudente en estos casos.
Gracias mi niña querida por tu confianza deposita en mi humilde persona que está siempre a tu lado para ayudarte en todo lo que me sea posible y de corazón. TQM
Doral.
Hola Querida Doral:
ResponderEliminarGracias por toda la ayuda que me brindaste en este tema y otros, lo valoro muchisimo, voy a hacer lo que me aconsejas, hablar con mi familia primero, para ayudarla a entender a mi tia lo que por su bien debe hacer, ya de esto han pasado casi siete años, imaginate, Y luego te contare lo que pase.Un abrazo
TQM
BUENOS DIAS MI BELLA MARIPOSITA
ResponderEliminarEN PLENO VUELO:
Gracias a ti mi reina querida, estoy a tus ordenes en esto y para cualquier otra cosa, búscame, siempre estaré localizable para ti y para todas nuestras mutuas amigas que extraño muchísimo, pero no tengo sus correos para escribirles. Ya Diosito nos encontrará. TQM
Cariños mi chiquita hermosa,
Doral.
Hola gracias por los comentarios pero yo nunca podre superar la muerte de mi hermana ella era como mi segunda madre mi amiga mi confidente me ayudado tanto q nunca le pude decir q la amaba solo le decia gracias como ella tenia un caracter fuerte nunca pense q tenia una fuerte deprecion y no pude yo ayudarle gracias por escucharme
ResponderEliminarhe llegado a este articulo por que actualmente conozco a una señora que hace 5 meses perdio a su hijo de manera tragica (fue asesinado) y esta selora esta sumida en un fuerte dolor, estamos muy preocupados por que pasa todo el tiempo llorando y metaforicamente hablando "se esta desapareciendo", que podemos hacer por ella? que pautas debemos seguir para poder ayudarla? es una señora muy humilde y no se puede permitir la consulta de un especialista, sera que atravez de sus consejos se podra hacer algo por ella? he leido sus articulo anterios y me ha dado nuevas luces, mucha gracias y mucha bendicione.
ResponderEliminarHace una semana mi hijo de dos días falleció el médico que lo vio dijo que el caso de mi hijo era un caso entre dos mil y que por eso no había forma de salvarlo, nació hermoso parecia un muñequito y se veía sano hasta que se puso mal según que su estómago nunca funcionó y solo vivió co la vida que yo le di en el vientre, es muy doloroso esto para mi ya no hay días de alegría y lo único que me mantiene viva es mi hijito de dos años que en su inocencia sabe que algo me duele y me da mucho cariño y amor y con sus travesuras inocentes arranca de mi una sonrisa. Que va pasar me dicen, no lo creo, talves solo me acostumbre a sentir el dolor que siento.
ResponderEliminarA USTED ANONIMO:
ResponderEliminar(Fecha: Agosto 29 del 2009)
Mil disculpas por ser hasta hoy que respondo a su amable comentario que me ha llegado al alma, pero siento que por alguna razón suceden las cosas, nada es casualidad en esta vida sino causalidad, sus palabras llegan al corazón.
Amiga(o) perdón no sé si es usted mujer, no lo dice, pero lo intuyo: Creo que el dolor de perder a una hermana no es algo para olvidarse tan fácilmente y para recuperarse menos, y tanto lo sé porque conozco ese dolor. Por más fuerte que haya sido esa persona amada, y que aparentemente no necesitaba ayuda, pues a veces no es tal como la apariencia lo muestra y qué tristeza tan grande (lo entiendo) no poder ya hacer nada en vida por esa personita que no queremos dejar ir, aunque ya se haya ido.
Sin embargo Dios que es tan grande y tan generoso siempre nos pondrá vendas de amor, en los amigos, en la familia, en quienes nos rodean, y no digo que para olvidar a quien se fue, eso sé que no puede ser, pero sí al menos dejar que el tiempo cobre su obra en el corazón y que si tenemos que recordar sea con agradecimiento por haber tenido el privilegio de haber formado parte de su vida de esa persona, y recordarla si; toda la vida, pero en paz para que esa paz sea irradiada hacia ella (él) hasta donde quiera que se encuentre. Es la mejor manera de dejar ir en paz a nuestros seres queridos y dicho sea de paso, abrazarlos por siempre en nuestro corazón.
Dios sea en su dolor amiga Anónimo, muchas gracias por escribirnos y esperamos verle de nuevo por acá con el favor de Dios. ¿si?
Gracias de todo corazón.
Doral.
AMIGA ANONIMO:
ResponderEliminar(Fecha 14 de Enero del 2010)
Hemos leído su amable comentario el cual agradezco de todo corazón, a la vez que me permito responder a su pregunta:
Qué se puede hacer por una persona que ha perdido a un hijo de manera inesperada, dice usted que ella es una señora humilde y que no puede ir a donde un especialista, mire corazona; se pueden hacer muchas cosas al respecto, pero en primer lugar, dejar que ella viva su duelo de la forma como tenga que vivirlo, (cada quien lo vive diferente) ya que tratar de impedir que lo viva, sería influenciarla a postergarlo y después sería peor.
Por otro lado, la compañía que se le pueda brindar a esa señora que perdió a su hijo, es muy importante, no importa que no haya palabras de consuelo (que en su estado lamentable saldrían sobrando pues el que sufre no escucha consejos de ninguna especie y no es que no los quiera sino que su dolor no le permite asimilarlos, entonces hay que esperar un poco a que su duelo pase) acercarle un cafecito o panecito sería un lindo detalle, aunque no se lo coma en el momento. pero allí se le deja por si ella desea comerlo a solas.
Otra forma de ayudarla es acercarla a donde hay niños, que sonrían, jueguen y corran donde está ella para que el magnetismo que despiden los niños, vayan limpiando la atmosfera de sufrimiento que se genera alrededor de quien siente una pena tan grande, y si pueden tocarla con sus manitas inocentes a ella, mucho mejor, pero en este caso, al menos se podría intentar que ella sintiera la presencia de los niños aunque no diga nada, no importa, pero los oirá y eso ayuda tambien.
Hay otras formas, pero ya me contará usted si esto da resultado por lo pronto, recordandole a usted que la mejor medicina que necesita el alma que está de duelo, es el amor de quienes le quieren no por lo que está pasando, sino a pesar de lo que está sufriendo. ¿me hago entender?
Mil gracias de todo corazón y bienvenida a esta su casita virtual que le recibe con los brazos abiertos.
Cariños,
Doral.
BUENAS NOCHES AMIGA ANONIMO:
ResponderEliminar(fecha: 27 de febrero del 2010)
Con inmenso respeto a su doloroso caso, me permito abrir de par en par mi corazón para responder desde mi alma y decirle que efectivamente, la ciencia médica de nuestro mundo desgraciadamente tiene sus límites, pero no la de Dios, y me dirá usted, ¿Por qué Dios permite estas cosas? a lo cual yo le respondería que nada tiene que ver Dios en esto que ha sucedido mi vida, sino que así por como usted me comenta lo sucedido, se puede deducir hipotéticamente que su bebito querido (ahora angelito en el cielo), si hubiera vivido, tal vez hubiera sido terrible para él crecer bajo las circunstancias que fueron el motivo de que se pusiera malito de salud.
Posiblemente (como lo dijo el médico), el problema tenía sus raíces en la genética (alguna malformación o descompensación orgánica, no sé) y contra la naturaleza no se puede luchar amiga de mi corazón. Pero lo que si nos deja eso es una gran evidencia de que la responsabilidad no fue suya ni del médico, simple y sencillamente el chiquito tenía ese problema que no le permitió vivir y aunque el dolor de su madre sea muy grande, yo quiero decirle que no tan grande lo es comparado con el que le hubiera esperado a usted si ese niño viviera sin poder vivir "normal" como cualquier otro niño, y tenerlo muerto en vida, hubiera sido peor mi'ja, de cualquier manera su cristalito de amor ya descansó, ya no sufre, ya está en paz y es un ángel que la cuida desde el cielo porque usted lo ama y lo seguirá amando y él lo sabe donde queira que se encuentre, y estoy segura que de alguna forma él desea que enfoque usted todas sus fuerzas hacia su hermanito que hace hasta lo imposible por distraer el corazón de su mamita con sus juegos y sus risas tan sanas e inocentes. Abrácelo, huélalo, acarícielo, disfrútelo y cuídelo mucho que los hijos son tesoros de oro en polvo molido y sé que usted lo sabe.
Ojalá podamos seguir en contacto mi reina querida y que poco a poco podamos juntas ir poniendo en su caminos esas vendas de amor a las que yo me refería en mi comentario anterior, para que de manera gradual encontremos el cauce de una vida productiva en beneficio de su hijo vivo, de usted misma y de los seres que le rodean, ya me contará usted si le parece ¿de acuerdo?
En espera de su respuesta, me es grato darle la más cordial bienvenida a esta, su casita virtual donde puede entrar cuando usted lo desee, no sólo para comentar este tema, sino cualquier otro que usted tenga algo que comentarnos y compartirnos. Hay muchas mujeres que quizá leerán su caso y lo que usted pueda aconsejarles desde su dolor (que tambien es mio), será una gran pildorita de optimismo con la que muchas lectoras se sentirán mucho mejor.
Le invito de corazón a quedarse con nosotras, y agradecerle su valiosísima experiencia compartida. ¡Mil gracias!
Cariños,
Doral.
MI NOMBRE ES NATHALI GUERRERO VIVO AL SUR DE COLOMBIA TENGO 33 ANOS Y PERDI A MI UNICO HIJO A LOS 16 DIAS DE NACIDO ...EL ERA MI ILUSION MI VIDA MIS GANAS DE TRABAJAR Y DE VIVIR ....AHORA ME SIENTO VACIA, NO QUIERO NADA SIENTO DEPRESION LLANTO, ME SIENTO DESGRACIADA, ME DUELE LA ESPALDA CASI NO COMO, MI SUENO DE NINA SIEMPRE FUE SER MADRE Y DESPUES DE QUE PARECIA QUE LO LOGRE.......... DIOS SE LO LLEVO DE MI LADO DEJANDOME EN LA TRISTEZA MAS GRANDE ... NO SE SI LO SUPERAR ALGUN DIA ME DICEN QUE TENGA OTRO HIJO PERO A MI EDAD ME DA MIEDO... AUN DESPUES DE LO QUE ME PASO PEOR ...........QUE HAGO AYUDENME
ResponderEliminarGRACIAS
RESPETADA AMIGA NATHALY GUERRERO:
ResponderEliminarEntiendo que el sufrimiento de una madre al perder a su hijo, es un proceso delicado y muy doloroso, y que no hay palabras humanass para describir fielmente lo que se siente, ni tampoco para brindar consuelo al corazón que sufre Naty querida, pero reina de mi alma, ese angelito de su carne y de su sangre no se ha ido del todo, él vive y vivirá siempre en su corazón, allí está bien vivo para recordarle a usted que la vida continúa y que usted debe seguir adelante tratando de serenarse, de aceptar la realidad y de ser feliz.
Puede parecer irónico que yo le pida a usted ser feliz en medio de tanto dolor que está atravezando, y tambien puede parecer pasivo e indolente ¿verdad? pero no es así mi niña querida, lo que pasa es que las cosas siempre pasan por alguna poderosa razón de Dios que quizá a nosotros como seres mortales no nos corresponde cuestionar sino aceptar la voluntad de Dios.
Puedo asegurarle que si usted tuviera más fe en si misma, valor y esperanza, otro hijo en sus brazos llegaría a su vida para mostrarle la grandeza de Dios y que de alguna manera le ha escogido a usted para ayudarle a cargar su cruz, sin embargo, a nadie le dá Dios un paquete o un peso que nadie pueda soportar, sé que usted es una mujer joven y fuerte y está preparada para eso y mucho más, inténtelo por favor, no piense que a sus 33 años ya no puede ser madre, eso es absurdo mija, mi madre parió a los 40 años y su parto fue normal, ahora usted con más razón.
Sugiero que platique serenamente de ésto con su médico y se ponga en sus manos, quizá él pueda orientarle médicamente qué hacer y cómo preparar su organismo para una nueva maternidad que estoy segura usted llevará a cabo llena de felicidad y volverá a parir con bastante éxito, eso es bien seguro, anímese por favor, dicen que no hay peor lucha que la que no se hace, y si no lo intentamos, ¿entonces cómo saber de lo que somos capaces?
Le deseo buena suerte dándole gracias por escribirnos, y manterse en contacto conmigo. Gracias de todo corazón.
Un abrazo lleno de buena vibra.
Doral.
Doral, gracias por esas palabras tan hermosas, te digo que no solo la mama sufre por la perdida de un hijo, yo soy Padre y mi hijito de 9 años murio hace un mes, MI HIJO era mi vida, mi motor, mi luz, por EL era que yo trabajaba, por EL era que yo vivia, por EL era que yo existia, y desde que se me fue mi bebe, ya no tengo vida, no tengo razon para vivir.
ResponderEliminarQuiero gritar, quiero llorar, pero tengo que ser fuerte y aguantar mi dolor, aguantar mi llanto para darle fuerzas a mi esposa y a mi familia, supuestamente debo ser el fuerte aqui, todos piensan en el dolor de Madre, y se lo que es eso por que mi esposa esta destrozada, y yo la entiendo, pero tenemos que pensar en nosotros los Padres, yo como Padre estoy muerto en vida, ya no tengo razon ni ganas de vivir.
Mi hijo es todo en mi alma, es mi corazon y mi razon de ser.
Mi relacion con mi hijo era super especial, eramos una sola alma y solo EL puede llenar el vacio tan grande que tengo en mi Alma y en mi Corazon.
TE AMO MI SEBITAS.
ATT, Carlos Alberto Ortiz Avella