Los amores de primavera.
Cuando la mujer está situada en determinada etapa de la vida, fuera ya de su momento primaveral en sus ciclos de vida y que los primeros retos de su mocedad, ya se han quedado en el ayer, ¡Cuánto duele recordarlos!, sobre todo cuando fue hermoso lo vivido y que no quisiéramos soltar, ni dejar ir nunca esos recuerdos.
Pero es bueno recordar que cada etapa va marcando nuevas pautas, nuevas rutas y nuevos caminos en la vida de todo ser humano, trayendo consigo también nuevas perspectivas y nuevas oportunidades de conocer nuevos amores, quizá ya no tan impulsivos ni tan fugaces como cuando se atravesaba por el período de la pubertad y la adolescencia, pero sí amores para amarse de manera más responsable y más madura.
Es importante darnos cuenta de todos los metabolismos y los cambios (a veces bruscos), que va sufriendo la mujer en cada etapa de su vida, y entender que de ninguna manera esas etapas las vive igual una mujer como las podría vivir un hombre.
Niñas y niños (por ejemplo), manifiestan intereses y conductas sexuales como la masturbación y vicios solitarios, entre los 10 y 15 años, aunque en algunos casos es todavía más precoz. Pero ya en el terreno de las relaciones sexuales, los primeros escarceos eróticos entre los chicos y chicas se da entre los 15 y los 18 años, iniciando con: “Manitas sudadas”, “Roces deliciosos cargados de fuego” “Labios temblorosos”, “Besos castos”, “Miradas cargadas de feromonas en la mujer” “Ojos de lascivia y curiosidad en el hombre”, “Un mutuo cerrar de ojos como para viajar juntos y directo al cielo” etc.
En términos generales puede decirse que los 17 años es la edad media en la que los chicos dicen tener su primer relación sexual con penetración, donde las chicas a veces se sienten avergonzadas y sucias, debido al pudor de sus principios, ya que la adolescencia es un asunto que concierne directamente al carácter del ámbito socio-cultural.
Este aspecto de las diferencias entre chicos y chicas merece ser destacado en cuanto a la forma que ellos tienen de entender y vivir la sexualidad. Así podemos decir que existen dos patrones de conducta sexual: Uno masculino y otro femenino. El masculino estaría definido por la mayor precocidad, promiscuidad y una mayor valoración al acto sexual, que representa una importante señal de prestigio ante el grupo de amigos o iguales.
Pero el patrón femenino muestra una actividad sexual más estricta, reducida, menos gratificante y que genera más sentimientos de culpa. Además, en las chicas la conducta sexual está más integrada en otros componentes socio-emocionales, por lo que hay una mayor vinculación entre la sexualidad y afectividad.
Estas diferencias de género son muy acusadas durante la edad temprana, probablemente porque chicos y chicas se encuentran en un período crítico en cuanto a la construcción de su identidad sexual y necesitan mostrarse muy estereotipados en sus actitudes y conductas sexuales. Sin embargo, en la medida en que ambos crecen y culminan este proceso, las diferencias van desapareciendo y muestran patrones más andróginos y parecidos entre sí, sobre todo en los adolescentes de mayor nivel educativo. (Olivera, Serra y Vallejo, 1997)
¿Cuántas jovencitas salen embarazadas a edad temprana por desconocimiento de sus funciones orgánicas?, cuando tampoco están preparadas emocionalmente para ser madres. Tener un bebé representa para ellas el peor problema y la mayor verguenza del mundo, ¡Obvio, el papá jovencito se espanta, huye y tampoco quiere ni acepta tal responsabilidad! y las escuelas y colegios se llenan de infanticidas disfrazados de “estudiantes” que buscan desesperadamente repetir uno y otro y tantos abortos clandestinos, en los que no sólo se va al bote de la basura un bebé inocente, sino la dignidad, el pudor de la mujer y de paso, hasta pone en riesgo su propia vida.
Los amores de primavera por lo tanto amigas queridas, son armas de doble filo: Por una parte pueden llegar a ser considerados como los impulsos biológicos más elevados del mundo, la energía joven que quisiera devorarse al mundo de un sólo bocado sin digerirlo. Y por otro lado podría servir de cimiento para construir toda una vida llena de alegría, entusiasmo, valores, ética, personalidad y responsabilidad para apoyar a nuestros “cristalitos” cuando ellos se dirigen hacia una sociedad que más tarde encontrarán llena de competencias, necesidades, demandas y retos. ¡Vale la pena orientarlos en materia de sexualidad responsable! ¿no les parece?
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
huyyuyuuuyyy amiguita, que tema Doral,
ResponderEliminarjaja, lo veo caaaada primavera, es cierto!! algunos de mis alumnos año tras años desertan de la escuela por haber embarazado a la novia o peor aùn a una desconocida.. que por calentura tuvieron un encuentro y zaazz que sale embarazada y sele exige que responda! jeje
Siempre les digo, aunque suene liberal, que usen preservativo para posibles enfermedades o embarazos para la lo cual obviamente a esa edad no estan preparados, pero buuueno siempre se les chispotea y luego tienen que pagar las consecuencias... trsitemente a la mujer le toca la pior parte.
Y pues nimodo, quien le pone freno??? jaja, pues ya de perdis que se cuiden no??
saludos, querida amiga, Mujercita
MUY QUERIDA MUJERCITA AMIGA:
ResponderEliminarHola mi amis querida, muy bueno tu comentario con que has inaugurado el tema de los amores de primavera, esos que traen "injundia" como dicen a la buena, jajaja ¿porqué será mi'ja?
Y sí; claro que tienes mucha razón, por supuesto que nos corresponde a nosotros como adultos, tener una buena dosis de paciencia y una excelente disposición para guiar a los chicos por el camino honesto al enfrentarse a esos "osos" por los que todo mundo pasa en la mocedad, en virtud de que muy pocos padres se dan a la tarea hoy en día de educar desde el hogar a sus hijos, en materia de sexualidad.
En familia de todo se habla, menos de sexo, al que aún en pleno Siglo XXI se sigue considerando un verdadero tabú, y de allí que nacen para multitud de problemas, porque la chica y el chico adolescente tiene que aprender directamente de la práctica con sus manos, o con lo que sea (en desconocimiento), de las revistas, de los amigos, de los peores consejeros que son los malos hábitos, o los vicios solitarios vestidos de culpabilidad y remordimiento de conciencia algunas veces.
¿Pero porque sentirse culpables de masturbarse? si es algo tan natural en el joven, (e incluso en algunos adultos), y que por supuesto tienen derecho de buscar desfogar esa líbido sexual que se manifiesta con tanta intensidad de primavera impulsiva a principio de estación. Y peor se sienten algunos jovenes cuando tienen que experimentar con otros jovenes cayendo incluso en el riesgo de fijarse en la homosexualidad o en el lesbianismo si no son educados a tiempo.
El que joven experimente sus primeras sensaciones foháticas con el roce inocente de su mismo género (a veces hasta con objetos, con plantas o con animales), o incluso con personas del sexo opuesto, no es por supuesto un motivo de escándalo, ni los padres tienen porqué dar el grito en el cielo si ésto llegase a ocurrir por accidente a sus hijos, es apenas un acto normal, de un ser normal que vive de manifiesto su sexualidad, sexuada... válgame la redundancia, esto no indica que ellos vayan a quedarse para siempre así, gays o lesbis, o masturbadores solitarios de por vida, los chicos apenas están conociendo sus primeras reacciones, sus primeros impulsos, yo mandaría al psicólogo mejor a esos padres escandalizados que no supieron cumplir con su deber a tiempo desde sus hogares, que no se preocuparon por hablarles de sexualidad a sus hijos, ¿ahora de qué se quejan? si son ellos los que más necesitan de una buena educación sexual y de paso, una buena terapia psicológica. ¿El joven qué culpa tiene si nunca le enseñaron a vivir su sexualidad de manera responsable?
Gracias mi bellísima amiga Mujercita por tan lindo aporte con el cual estoy totalmente de acuerdo, hay que implementar cursos, talleres de sexualidad responsable en el adolescente, propiamente en secundarias y preparatorias, colegios, liceos y universidades, para enseñarles urgentemente a los chicos la manera correcta de ponerse el condón, (aunque les de risa, no importa) hablarles sobre las enfermedades venereas, sobre los sistemas anticonceptivos y antinatales, que conozcan los sistemas naturales para evitar embarazos no deseados y prever así que las chicas terminen en el charco de la autocompasión, de la baja autoestima, la pena, la verguenza si bien les va, porque la mayoría corren el riesgo hasta de caer en sitios insalubles de mala muerte, donde practican los abortos clandestinos, donde pueden perder hasta la vida.
Mil gracias mi reina bella, por cortar el listón simbólico. ¡De corazón, mi potente abrazo para ti.!
Doral.