¡Yo no quiero, ni acepto ser tu amiga!
Qué difícil e increíble nos parece a veces, tener que entender que las cosas pasan en la vida por una poderosa razón de Dios, y no sólo por un capricho de nuestra naturaleza interior y humana de mujer. Que todo en la vida tiene una razón de ser, que no existe la casualidad sino la causalidad, y que ni una sola hoja de un árbol se mueve en este mundo sin la voluntad de Dios, y que para Él no existe la palabra: "Imposibilidad" mientras que para nosotros los seres humanos hay miles de imposibilidades porque a todo le ponemos límites.
La mente humana no está capacitada para viajar al valle de lo ilimitado, lo desconocido, o a lo que va más allá de lo establecido por una sociedad tradicionalista que nos juzga y nos condena, sin darnos ni el tiempo ni el derecho ni siquiera de defendernos, especialmente a las mujeres que nos enamoramos a veces de la persona menos indicada.
Entonces, en ese estado tan lamentable, no es difícil adivinar la suerte que le espera a toda mujer que vive colgada de esas limitaciones y que cuando rebasamos esos límites, nos hacemos candidatas gratuitas al desequilibrio, a la confusión, a la desesperación, a la frustración y por lógica terminamos batiéndonos en el charco de la autocompasión y la depresión.
Me refiero enfáticamente a todas aquellas mujeres que un día cualquiera empezaron una amistad sana con un hombre que ni remotamente imaginaron cuánto llegaría a significar en sus vidas: Algunas lo conocieron en su trabajo, otras en el bus, otras en una fiesta, otras en una tienda, otras en casa de una amiga, etc.
En un principio todo iba muy bien, todo parecía tan normal, el intercambio de palabras, el roce social, la interrelación fluida en la que para nada se asomaba la intención de una relación amorosa seria, sino de una franca, abierta y sincera amistad, pero…
El trato constante con el paso de los días, los detalles, el acercamiento, el hacerse parte integrante de algunos intereses en común, ha hecho que aquella amistad se convierta en algo más que eso: Las miradas profundas, las sonrisas de complicidad, el roce de manos, las maripositas en el estómago y la sangre corriendo al mil por hora en sus venas, ya ha empezado a manifestarse de manera peligrosa y aunque el hombre sea casado, a la mujer no le importa o viceversa.
¿Por qué? pues porque ella lo conoció libre, espléndido, divertido, amable, tierno, protector y hasta un poquito seductor ¿porqué no conocerlo un poco más y hasta aceptar de pronto salir con él?
¡Hey Mujer… mucho cuidado, alto allí!
¿Estás casada y tienes un hogar, hijos y una familia que te espera en casa? ¡Con más razón… detente allí donde estás! ¿A quién quieres engañar enganchándote en una relación amorosa que no tiene ningún futuro para ti, ni para ese hombre, ni para nadie más? Y que quieras correr el riesgo o la aventura de vivir y sentir cómo fluye la adrenalina por tus venas, no te da a ti ningún derecho de colocarte en un lugar que en el fondo tú sabes (o por lo menos lo intuyes), que sólo es para denigrarte y devaluarte como mujer! ¿O crees que tus hijos(as) se sentirían muy orgullosos(as) de ver que tienen a una madre aventurera que le gusta acostarse con cualquiera? Perdón por decirlo así; pero no hay remedio, tenemos que consignarlo así)
Pero las cosas no terminan allí; lo peor de todo es que las causas dentro del hogar se ponen tensas, la mujer ya no quiere saber nada del pobre marido cuernudo (cachudo), que reclama constantemente su presencia, ahora todo su mundo lo constituye su amor clandestino y esas salidas secretas continuas, que según ella la llenan de energía, de alegría, de esperanza, de optimismo y regocijo.
Pero llega el momento en que hasta se siente con derechos de exigirle un lugar en su vida, al amante, una posición social, formal en su vida, ya no quiere ser “la otra”, ya se cansó de ser “la querida”, “La cuchara de segunda mano”, y el hombre con justa razón se defiende y se retracta de las promesas: “Yo no puedo casarme contigo, cuando te conocí tú sabías que yo era casado”, “Mi mujer nunca me dará el divorcio”, “No puedo dejar a mis hijos”, “sigamos así, nada más como amigos, si tú sabes que nomás a ti te quiero”
Aja, sí… ¡Seguro! ¿nomás a ella la quiere y por eso la tiene a escondidas y como a una mujer cualquiera? ¿O será que no sabía el señor ese tan cínico, que ella también es casada y que desde un principio también le merecía respeto? ¿De qué sirven los reclamos y los pleitos a esas alturas, cuando ya están ambos súper enredados en una relación oscura que más que hacerlos felices ya les está causando demasiados problemas, dolores, sufrimientos y lágrimas?
¡Yo ya no quiero, ni acepto ser tu amiga! -le grita ella muy lastimada- y él le responde más fuerte: ¡Si no te gusta, aquí le acabamos y asunto arreglado! ¿Se fijan mujeres amigas qué fácil arreglan los problemas algunos hombres? Es evidente que allí en esa relación jamás hubo ni hay ni habrá seriedad, respeto, compromiso y mucho menos amor.
Pues si ambos, hombre y mujer no fueron capaces de detenerse a tiempo, de pensar que todos los errores tienen sus consecuencias, ¿ahora de qué se quejan?
Si ese es tu caso amiga querida, comparte con nosotras tu historia y con mucho gusto aquí la podemos platicar ampliamente y compartir contigo nuestras opiniones con todo el cariño y el respeto que tú como mujer nos mereces.
Mi potente abrazo fraternal,
Doral.
Hola muy buenas madrugadas, ciertamente todo se debe a causalidad y no a casualidad, casi dos de la mañana y pues un aventon del destino me trajo a este blog ya que no puedo dormir debido a una situacion muy parecida a la que hoy exponen en este blog.
ResponderEliminarinteresante analisis de veras, y aunq no soy mujer pues en este momento estoy viviendo algo un tanto comparable a lo que ha publicado.
el caso es que conoci una chava de mexico hace ya 4 años en una sala de chat, fuimos coincidiendo cada vez mas y mas y mas.. intercambiamos messenger, numeros de telefonos, y pues empezo una linda amistad. amistad que crecio y crecio de una manera muy linda. yo vivo en venezuela. todos los dias nos comunicamos via messenger y ambos sabemos que debemos estar juntos para siempre pero una barrera de kilometros nos separa, una frontera infranqueable se muestra imponente ante nosotros y ya perdi la cuenta de los planes que hemos hecho para yo llegar hasta alla o para que ella venga. pero siempre se han presentado problemas de tipo economico, legal, y quien sabe si hasta la voluntad de dios. lo cierto es que hemos estado viviendo un amor virtual, pero no se ha desvacido por el hecho que presupone la distancia, los kilometros, la diferencia de horario, quizas sea una locura, pero nuestra mente, nuestro corazon y nuestras almas no se han quedados cruzados de brazos y haciendose de la vista gorda no no no, ahi estan en pie de lucha porq este es una mor intacto y reservado para el dia en que podamos sentirnos piel a piel en un efusivo abrazo.
yo me cuestiono muchas veces si sera la voluntad de dios que estemos juntos, y llego a la conclusion de que si, si es su voluntad. se que dios no me daria el cubo sin antes decirme donde esta el rio para poder llenarlo. y ciertamente el mundo se mueve conforme a la voluntad de nuestro padre celestial. en nuestro caso, la fe, ha sido el ingrediente perfecto para mantener vivo este amor en potencia porq ambos sabemos que cuando dios cruza los caminos de dos personas, nada podra separarlos. como dice una muy conocida frase: "cuando se desea algo realmente con el corazon, el mundo entero conspira para que lo consigas". gracias y excusas por lo extendido.
p.d. blog agregado a mis favoritos...
RESPETABLE DANIEL:
ResponderEliminarDar gracias en primer lugar por vuestra visita amable a este sitio de mujeres, el cual recibe tambien con los brazos abiertos a todos los caballeros que deseen compartir con nosotras sus valiosas experiencias, como en su caso Daniel, que es una historia realmente conmovedora y digna hasta para hacer en verdad un artículos sobre los amores por internet que ya en otros sitios de la red se han publicado e incluso debatido afanosamente, por ser un tema de interés cultural muy de moda en la actualidad, en todos los estratos, géneros y edades y prometo que próximamente, estaremos comentando en ésta su casita virtual "Aurora de Luz Inmortal" ese tipo de situaciones tan profundas de analizar.
Respecto a lo que hoy nos comparte Daniel, pues mire que me siento muy honrada de que su corazón de hombre le pertenezca a una mujer mexicana (compatriota), y conociendo la indiosincracia del género femenino mejica, las mujeres descendientes de la raza azteca son puro fuego, corazón, hábil fidelidad y de largo alcance.
Por otro lado, es verdad lo que usted nos dice: "Cuando los seres deben encontrarse, es Dios quien pone los caminos", aunque estos caminos sean los más innimaginables e inexcrutables. ¿Cómo es posible que dos personas que nunca se han visto personalmente se tengan tanta adoración y gloria? ¡PUES SI!, SI ES POSIBLE, y eso no sólo lo aseguro yo, sino miles de parejas en el mundo que mantienen relaciones de alta resolución y alta fidelidad a través de un computador, mismas que son fortalecidas con la comunicación telefónica, incluso diaria, obviando los medios económicos que muchas veces no abundan en los presupuestos de nuestros bolsillos.
Sin embargo Daniel, usted sabe que ese no es un pretexto, ni excusa para no buscar otros medios ingeniosamente para estar en contacto las 120 hrs. del día con el ser amado aún en la distancia que se convierte en un cálido puente cuando hay un afecto profundo y sincero, corríjame.
Yo entiendo que debido a ésta y otras situaciones, a veces la desesperación nos hace presas fáciles, pero la fe es mucho más grande que que la idea de renunciar a la esperanza por culpa de la distancia geográfica.
¡Claro que vale la pena luchar por lo que amamos Daniel!, pero siempre y cuando tengamos claro lo que sentimos, lo que queremos y lo que buscamos de la persona amada.
No nos dice de qué parte de la república mexicana es su amada, pero igual, yo estoy tambien aquí en este país y si en algo puedo ayudarle, cuente con todo mi apoyo incondicional, franco, abierto y sincero. ¡tiene mi palabra de honor! y mi correo tambien para cualquier cosa amigo Daniel.
¡Bienvenido a su casita virtual! y ojalá se quede con nosotras. ¡está invitado con su amada!... ¡Muchas gracias por escribirnos!
Mis respetos siempre para usted,
Doral.