Mujeres, ¡Hojas verdes de esperanza!
¿Quién se atrevería a decir que el destino de la mujer es un árbol de hojas perennes, si en las raíces se cimbra la vida, en la esencia se gesta su savia divina, que nutre y vigoriza a las ramas frondosas donde se forja la confianza, la certidumbre y la fe de las flores que simbolizan gloriosas a los frutos del mañana?
Nadie por supuesto que tenga tantito sentido común se atrevería a debatirlo, porque la mujer, mis bellas amigas; la mujer es como una hermosa planta que no está a discusión. Y que no obstante de crecer a veces a la deriva de las circunstancias y formarse sola, sin cuidados ni cariño, huérfana de afectos y carente de protección ante las inclemencias del tiempo y de la naturaleza, ella permanece milagrosamente siempre de pie, orgullosa y altiva en su delirio inerme de servir y de fructificar la vida.
¿Cuántas mujeres en el mundo permanecen inmutables y saben sobrevivir como una planta que nunca recibe las bondades del agua, el calor de los rayos del sol, ni las sales minerales de la tierra ni el oxígeno del aire al respirar?
¡Miles de ellas van por la vida con su pálida sombra a cuestas, pero en sus cálidas manos llevan el corazón radiante, florecido de fe, de perseverancia y de amor!
Esas mujeres son hojas verdes de la esperanza cuajada para el mundo, son eternas novias blancas, casadas con su ilusión y enamoradas eternamente del amor…
¡Son el suspiro del cosmos, son el aliento de Dios!
Algunas tienen un compañero a su lado, pero no ve por ellas, no saben protegerlas, ni cuidarlas, ni amarlas, ni respetarlas, mucho menos sacrificarse para que la semilla depositada en su seno virgen, de frutos de joyas.
Son ellas mismas quienes abren su propio surco para abrazar a la semilla, y cultivarse pacientes en la dulce espera de gestar en su vientre, el fruto mismo de su profundo amor. ¿Saben ustedes por qué? –se los diré- y esto se debe a que:
¡Hojas, tronco, flor y semilla de vida es la mujer!
¿Cuántos señores tienen a su lado a una gran mujer y no saben valorarla ni verla como algo sagrado? ¿Cuántos hombres en el mundo dependen de manera física, emocional, y hasta económicamente de la mujer? Y culturalmente hablando, prefieren que sea la mujer quien dé la cara para enfrentar los grandes retos familiares, laborales, empresariales, institucionales, de educación, de ciencia/tecnología y hasta de salud?
Pero… ¡Tranquilas amigas!, no todo es tan malo, ni tan injusto como parece, a pesar de todo, porque al incursionar en ámbitos novedosos, al aceptar valientemente tales retos, estamos demostrando con ello, que también somos capaces de otorgar gratuitamente miles de concesiones y sólo los ineptos aceptan esas concesiones, aunque los veamos frescamente abanicarse con sombrero ajeno: “Ya tengo una hermosa casa”, “Ya me compré un coche de lujo”, “Ya inscribí a mi hija(o) en el mejor colegio”, “Este año nos vamos de tour por Disneylandia” “Tengo a la mejor mujer”, “Soy un hombre fregón y muy macho”, etc.
No dudo pues mis bellas, que algunos señores se vanaglorien con los éxitos obtenidos por su mujer, y hasta se ufanen cínicamente ante los amigos de tener la mejor residencia, el mejor coche, el mejor colegio para sus hijos, la mejor posición económica, los mejores planes para sus vacaciones y hasta la mejor mujer… ¡Como si ellos solos se lo hubieran logrado! Puf; valiente tronco del que nos agarramos para que no nos lleve de paso el ciclón de la vida.
La mujer hoy día, ha demostrado con creces y hasta la saciedad que sus múltiples virtudes y capacidades, le son suficientes para subsistir con un hombre a su lado… ¡o hasta sin él! ¿No lo creen ustedes así?, y para quien lo dude, veamos:
Imaginemos cómo sería una casa sin luz, un coche sin gasolina, un árbol sin hojas, un mundo donde no existiera la mujer, que es precisamente quien genera la fuerza motriz, la motivación, el aliento, la esperanza, la confianza, la belleza, la savia mágica de la infinita inspiración de Dios. (Magnifica y Natural por cierto jeje) ¿Por qué creen ustedes que el Señor escogió el cuerpo de la mujer para implantarle un útero, donde pueda también gestarse la vida?
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral
Nadie por supuesto que tenga tantito sentido común se atrevería a debatirlo, porque la mujer, mis bellas amigas; la mujer es como una hermosa planta que no está a discusión. Y que no obstante de crecer a veces a la deriva de las circunstancias y formarse sola, sin cuidados ni cariño, huérfana de afectos y carente de protección ante las inclemencias del tiempo y de la naturaleza, ella permanece milagrosamente siempre de pie, orgullosa y altiva en su delirio inerme de servir y de fructificar la vida.
¿Cuántas mujeres en el mundo permanecen inmutables y saben sobrevivir como una planta que nunca recibe las bondades del agua, el calor de los rayos del sol, ni las sales minerales de la tierra ni el oxígeno del aire al respirar?
¡Miles de ellas van por la vida con su pálida sombra a cuestas, pero en sus cálidas manos llevan el corazón radiante, florecido de fe, de perseverancia y de amor!
Esas mujeres son hojas verdes de la esperanza cuajada para el mundo, son eternas novias blancas, casadas con su ilusión y enamoradas eternamente del amor…
¡Son el suspiro del cosmos, son el aliento de Dios!
Algunas tienen un compañero a su lado, pero no ve por ellas, no saben protegerlas, ni cuidarlas, ni amarlas, ni respetarlas, mucho menos sacrificarse para que la semilla depositada en su seno virgen, de frutos de joyas.
Son ellas mismas quienes abren su propio surco para abrazar a la semilla, y cultivarse pacientes en la dulce espera de gestar en su vientre, el fruto mismo de su profundo amor. ¿Saben ustedes por qué? –se los diré- y esto se debe a que:
¡Hojas, tronco, flor y semilla de vida es la mujer!
¿Cuántos señores tienen a su lado a una gran mujer y no saben valorarla ni verla como algo sagrado? ¿Cuántos hombres en el mundo dependen de manera física, emocional, y hasta económicamente de la mujer? Y culturalmente hablando, prefieren que sea la mujer quien dé la cara para enfrentar los grandes retos familiares, laborales, empresariales, institucionales, de educación, de ciencia/tecnología y hasta de salud?
Pero… ¡Tranquilas amigas!, no todo es tan malo, ni tan injusto como parece, a pesar de todo, porque al incursionar en ámbitos novedosos, al aceptar valientemente tales retos, estamos demostrando con ello, que también somos capaces de otorgar gratuitamente miles de concesiones y sólo los ineptos aceptan esas concesiones, aunque los veamos frescamente abanicarse con sombrero ajeno: “Ya tengo una hermosa casa”, “Ya me compré un coche de lujo”, “Ya inscribí a mi hija(o) en el mejor colegio”, “Este año nos vamos de tour por Disneylandia” “Tengo a la mejor mujer”, “Soy un hombre fregón y muy macho”, etc.
No dudo pues mis bellas, que algunos señores se vanaglorien con los éxitos obtenidos por su mujer, y hasta se ufanen cínicamente ante los amigos de tener la mejor residencia, el mejor coche, el mejor colegio para sus hijos, la mejor posición económica, los mejores planes para sus vacaciones y hasta la mejor mujer… ¡Como si ellos solos se lo hubieran logrado! Puf; valiente tronco del que nos agarramos para que no nos lleve de paso el ciclón de la vida.
La mujer hoy día, ha demostrado con creces y hasta la saciedad que sus múltiples virtudes y capacidades, le son suficientes para subsistir con un hombre a su lado… ¡o hasta sin él! ¿No lo creen ustedes así?, y para quien lo dude, veamos:
Imaginemos cómo sería una casa sin luz, un coche sin gasolina, un árbol sin hojas, un mundo donde no existiera la mujer, que es precisamente quien genera la fuerza motriz, la motivación, el aliento, la esperanza, la confianza, la belleza, la savia mágica de la infinita inspiración de Dios. (Magnifica y Natural por cierto jeje) ¿Por qué creen ustedes que el Señor escogió el cuerpo de la mujer para implantarle un útero, donde pueda también gestarse la vida?
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral
Doral:
ResponderEliminarfelicidades por este articulo y màs por darnos la oportunidad de poder expresar lo que siento.
Sabes no se que pasa conmigo que ya no se quien soy,no tengo interes por nada ni deseo seguir viendo,me e preguntado muchas veces que es lo que me pasa si a mi alrededor tengo personas que me apresian y me quieren,que pasa conmigo que nologro entenderme.
Te prometo que si siento deseos de escribir escribire esa carta y te la are llegar,pido a Dios que me haga la mujer fuerte que un dìa fui,que yo no pierda la fe ni la alegria de vivir.
Recibe de mi parte un abrazo lleno de todo mi cariño y agradecimiento.
HOLA MI CONCHY QUERIDA:
ResponderEliminarGracias por responder hermanita querida, me gustaría que escribieras esa carta donde vaciaras tus más profundos pensamientos y sentimientos de que hablas, sería una manera de descargar algunos elementos que seguramente se te han acumulado en el corazón, en el alma y tambien en el aparato psíquico. No estaría de más catarsizarse de ver en cuando en el ánimo de alinear y organizar un poco las ideas intrapsíquicas que pululan de manera libre y fuera de control dentro de nosotros, haciéndonos creer que ya nada es posible y que lo que nos pasa ya no tiene solución.
¡Nada de eso!, todo tiene solución mi Conchy querida, menos una cosa: LA MUERTE.
Entonces, mientras tengamos vida, hay esperanza de que las cosas deben y pueden cambiar en el mismo momento en que nosotros decidamos cambiarlas, obvio que para ello hay que seguir una serie de disciplinas íntimas que nadie puede ejercer por tí, sino tú misma, de acuerdo a tu caso y al caso de cada cual, se pueden adecuar técnicas y métodos... modelos o patrones a seguir para lograr vaciar tu vieja odre que seguramente ya no se le puede echar agua nueva hasta que botes la anterior.
Habría que revisar tambien todas y cada una de tus zonas Conchy, darte cuenta por donde es que tienes más conflictos, tu percepción sobre el mundo, cómo son tus roles, cómo funcionas ante las normas sociales y las presiones ambientales, familiares, laborales, sentimentales, cognitivas, sociales, afectivas, de salud, etc.
Esto es muy importante para detectar cuáles mecanismos de defensa son los más repetitivos y en qué circunstancias se manifiestan, tiempo, espacio y personas.
Las cosas no son tan prácticas como parecen mi reina, ni tan fáciles de erradicar como uno lo quisiera. Se necesita una buena dosis de paciencia y entusiasmo para ir gradualmente logrando los cambios anhelados, y ¿por dónde vamos a empezar?, pues por lo que más te molesta, lo que más te irrita, te duele o te devasta. Es como cuando tú vas a lavar una pila de platos sucios, ¿Por dónde vas a empezar?, ¿vas a lavar primero los de abajo?, si así lo quisieras hacer, te aseguro que toda la losa se te vendría abajo y romperías toda la vajilla, ¡cuidado!, se tiene que empezar por lo de encima, por lo que tenemos más cerca, por lo que tenemos más acceso primero y poco a poco iremos bajando el volúmen a la montaña de platos sucios que simbólicamente hablando, serían los problemas que a tí te aquejan aquí y ahora ¿me hago entender?
Tranquila mi niña del alma querida, dime en qué te puedo ayudar y yo veré cómo hacerlo en la medida de mis posibilidades, ¿de acuerdo? Sabes que cuentas conmigo incondicionalmente siempre.
Tu amiga y hermana siempre,
Doral.