¿Porqué nos volvemos adictos a una droga?
“La adicción es un estado de adaptación del cerebro a un estimulo que determina varios procesos neuronales, los más importantes son los relacionados al incremento de la liberación del neurotransmisor llamado dopamina, asociado a la reducción de la sensibilidad al GABA por parte del cerebro, es decir, se genera un estado de felicidad y euforia con una pérdida de los frenos neurobioquímicos del cerebro”; afirma el Dr. Eduardo Calixto, médico cirujano con Pos-doctorado en neurofisiología y fisiología cerebral.
La adicción se relaciona directamente con la disminución de los mecanismos de freno que actúan en nuestro sistema límbico y consta de dos fases, una de dependencia y una más de tolerancia, al estar en contacto con una droga durante cierto tiempo hace que perdamos sensibilidad a sus efectos y por tanto, al paso de los días se necesita mayor cantidad de la sustancia adictiva para generar el placer que antes se conseguía con una mínima cantidad.
Las drogas que actúan alterando la función cerebral se clasifican en blandas y duras, dentro del grupo de las blancas encontramos el café (cafeína), los tés (teofilinas) y el alcohol que generan un incremento en la actividad cerebral y luego disminuyen, mientras que las drogas duras son las “prohibidas” cómo la cocaína o la mariguana que generan estados de adicción severos y condicionan estados de dependencia muy fuertes.
De acuerdo con el Dr. Eduardo Calixto, los factores que influyen en la actividad cerebral generando la necesidad de consumo de droga son:+ Sexo, edad y estado nutricional del paciente.+ El tiempo de exposición de la droga.+ La sustancia adictiva, (la cocaína, el alcohol, los alcaloides y los cannabinoides son los más agresivos).
Las condiciones mentales del individuo previas a la exposición de drogas,+ Factores sociales y genéticos, cada individuo elimina de su cuerpo a las drogas en diferentes tiempos.En palabras del Dr. Calixto, el sistema de gratificación, es un sistema de interacción dinámica entre la porción más frontal del cerebro (corteza pre-frontal) y el sistema límbico (ubicado por debajo de la corteza). La corteza pre-frontal desde el punto de vista conductual-fisiológico representa los frenos a las conductas antisociales.
Normalmente, cuando el sistema límbico tiene dopamina, entonces el sistema pre-frontal ingresa frenando el proceso. Sin embargo, si las concentraciones de dopamina son grandes, el sistema de freno se pierde o inhabilita, este es el mecanismo inicial del encuentro con las drogas.El sistema pre-frontal es la última parte del cerebro en madurar en los humanos, lo hace alrededor de los 22 años, es decir, que en un joven menor de esta edad no se han establecido totalmente los frenos, por lo tanto es más fácil caer en la drogadicción y mucho más difícil lograr un tratamiento exitoso de desintoxicación, pues la búsqueda de dopamina es constante.
Un detalle importante a destacar es que gracias a que el cerebro femenino tiene una mayor comunicación neuronal, la hace menos propensa a la dependencia de las drogas comparado con el sexo masculino.Un paciente con estado de dependencia a una droga no debe ser estigmatizado ni social ni medicamente. “Así como las drogas hacen que el cerebro caiga en un estado nuevo de adaptación y dependiente de la droga, nuestras investigaciones indican que el cerebro puede defenderse de las drogas, fortaleciendo sus receptores haciendo que estos sean menos sensibles a la drogas.
"En un futuro mediato, será posible manejar los estados de drogadicción con terapias moleculares/receptores, que ayudaran a los pacientes”, puntualizó el Dr. Calixto.
Muy buena información,
fuente: yosoyintensamentemujer.blogspot.com/.
La adicción se relaciona directamente con la disminución de los mecanismos de freno que actúan en nuestro sistema límbico y consta de dos fases, una de dependencia y una más de tolerancia, al estar en contacto con una droga durante cierto tiempo hace que perdamos sensibilidad a sus efectos y por tanto, al paso de los días se necesita mayor cantidad de la sustancia adictiva para generar el placer que antes se conseguía con una mínima cantidad.
Las drogas que actúan alterando la función cerebral se clasifican en blandas y duras, dentro del grupo de las blancas encontramos el café (cafeína), los tés (teofilinas) y el alcohol que generan un incremento en la actividad cerebral y luego disminuyen, mientras que las drogas duras son las “prohibidas” cómo la cocaína o la mariguana que generan estados de adicción severos y condicionan estados de dependencia muy fuertes.
De acuerdo con el Dr. Eduardo Calixto, los factores que influyen en la actividad cerebral generando la necesidad de consumo de droga son:+ Sexo, edad y estado nutricional del paciente.+ El tiempo de exposición de la droga.+ La sustancia adictiva, (la cocaína, el alcohol, los alcaloides y los cannabinoides son los más agresivos).
Las condiciones mentales del individuo previas a la exposición de drogas,+ Factores sociales y genéticos, cada individuo elimina de su cuerpo a las drogas en diferentes tiempos.En palabras del Dr. Calixto, el sistema de gratificación, es un sistema de interacción dinámica entre la porción más frontal del cerebro (corteza pre-frontal) y el sistema límbico (ubicado por debajo de la corteza). La corteza pre-frontal desde el punto de vista conductual-fisiológico representa los frenos a las conductas antisociales.
Normalmente, cuando el sistema límbico tiene dopamina, entonces el sistema pre-frontal ingresa frenando el proceso. Sin embargo, si las concentraciones de dopamina son grandes, el sistema de freno se pierde o inhabilita, este es el mecanismo inicial del encuentro con las drogas.El sistema pre-frontal es la última parte del cerebro en madurar en los humanos, lo hace alrededor de los 22 años, es decir, que en un joven menor de esta edad no se han establecido totalmente los frenos, por lo tanto es más fácil caer en la drogadicción y mucho más difícil lograr un tratamiento exitoso de desintoxicación, pues la búsqueda de dopamina es constante.
Un detalle importante a destacar es que gracias a que el cerebro femenino tiene una mayor comunicación neuronal, la hace menos propensa a la dependencia de las drogas comparado con el sexo masculino.Un paciente con estado de dependencia a una droga no debe ser estigmatizado ni social ni medicamente. “Así como las drogas hacen que el cerebro caiga en un estado nuevo de adaptación y dependiente de la droga, nuestras investigaciones indican que el cerebro puede defenderse de las drogas, fortaleciendo sus receptores haciendo que estos sean menos sensibles a la drogas.
"En un futuro mediato, será posible manejar los estados de drogadicción con terapias moleculares/receptores, que ayudaran a los pacientes”, puntualizó el Dr. Calixto.
Muy buena información,
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