¡La luz de los recuerdos!
Ayer te ví, extraviado en el bosque del más extraño de mis pensamientos, abrazado al mágico libro de los recuerdos, sublime encanto enamorado de mis locos desvaríos.
¡Hola corazón, aquí estoy, aquí sigo, y no pretendo despertarte, pero déjame surcar los mares de tu huella, ¡emblema de mi esperarte!
¿Sabes cuánto tiempo ha pasado?... ¡vah, qué importa eso!, si fresco y amoroso, tan tierno y candoroso, hombre-niño en la Inmortal Aurora de mi corazón habitas, vestido de voraz ausencia.
Sonríes aún, pintando paisajes azules sobre la piel de mi alma, trazando suspiros de sol, en el óleo fresco de tus labios alborada, en el dintel hermoso de tu colosal ventura, deshojando en lo profundo de mi ser, uno a uno los pétalos de mis recuerdos, quizá probable, la estela de tu fragancia... vínculo de añoranzas, mi mente, albergue de tu figura.
Eres como un cálido puente entre el contacto del silencio y el murmullo de los sueños, que duele más allá de los placeres, ahíta mi alma de palabras no expresables, corrientes señoriales del sentimiento, que se claustran en los ojos, observando el firmamento de tu albo juramento guardado con tal fervor, en un cofre monumento, reliquias de un gran amor, tus promesas testamento.
¡Te veo allí, sutil y vaporoso como aliento inmaculado!... la imagen perfecta de cielo y mar compactado, en el éxtasis bendito de tu Ser tan elevado, cómplice hermético de mi propio Ser extasiado, ¡Te amo!, ¿Sabes?, te sigo amando en el tiempo, la distancia y la eternidad.
Un retrato casi borrado a base de tanto ver... no mueres ¿Sabes?, te sigo viviendo aquí, como un adonis guerrero, constelación de mi Ser. ¡Pegasso irreverente y viajero, de mis sueños encantados! preludio de mi verdad, heraldo de momentos acotados.
Hoy no sé dónde estarás, pero justo en este momento, yo sé que recibirás, mi esboso lanzado al viento.
Autor: "Doral"
Para el baúl de mis recuerdos
01-13-2012
¡Hola corazón, aquí estoy, aquí sigo, y no pretendo despertarte, pero déjame surcar los mares de tu huella, ¡emblema de mi esperarte!
¿Sabes cuánto tiempo ha pasado?... ¡vah, qué importa eso!, si fresco y amoroso, tan tierno y candoroso, hombre-niño en la Inmortal Aurora de mi corazón habitas, vestido de voraz ausencia.
Sonríes aún, pintando paisajes azules sobre la piel de mi alma, trazando suspiros de sol, en el óleo fresco de tus labios alborada, en el dintel hermoso de tu colosal ventura, deshojando en lo profundo de mi ser, uno a uno los pétalos de mis recuerdos, quizá probable, la estela de tu fragancia... vínculo de añoranzas, mi mente, albergue de tu figura.
Eres como un cálido puente entre el contacto del silencio y el murmullo de los sueños, que duele más allá de los placeres, ahíta mi alma de palabras no expresables, corrientes señoriales del sentimiento, que se claustran en los ojos, observando el firmamento de tu albo juramento guardado con tal fervor, en un cofre monumento, reliquias de un gran amor, tus promesas testamento.
¡Te veo allí, sutil y vaporoso como aliento inmaculado!... la imagen perfecta de cielo y mar compactado, en el éxtasis bendito de tu Ser tan elevado, cómplice hermético de mi propio Ser extasiado, ¡Te amo!, ¿Sabes?, te sigo amando en el tiempo, la distancia y la eternidad.
Un retrato casi borrado a base de tanto ver... no mueres ¿Sabes?, te sigo viviendo aquí, como un adonis guerrero, constelación de mi Ser. ¡Pegasso irreverente y viajero, de mis sueños encantados! preludio de mi verdad, heraldo de momentos acotados.
Hoy no sé dónde estarás, pero justo en este momento, yo sé que recibirás, mi esboso lanzado al viento.
Autor: "Doral"
Para el baúl de mis recuerdos
01-13-2012
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