¿CUÁNDO ACUDIR AL PSICOTERAPEUTA?
Qué difícil resulta entender por qué en las relaciones interpersonales fracturadas, unos se comportan mal y a otros les tiene que doler la cabeza, o bien; cuando se trata de relaciones sentimentales, en la pareja: ¿Vale la pena sufrir por hacer de una persona nuestra prioridad, cuando nosotros somos sólo una opción en la suya?
Por supuesto que plantearnos estas reflexiones nos lleva a tomar en cuenta otros factores importantes que influyen en el estado de ánimo de las personas: La cultura, la formación, el entorno, los principios, los patrones conductuales del hogar que son aprendidos, etc. y es entendible que algunas personas estén molestas tristes y resentidas... o ¿Deben estar agradecidas, cuando encima de todo hay una cobranza constante de celos absurdos, competencias, usos y abusos, sintiéndose algunos hasta con derecho de "reclamar" o de agregar supuestos que tal vez ni existan?... en fin...
Aquí la parte medular de este asunto es que el hombre o la mujer no saben cómo actuar, ¿qué hacer o qué pensar cuando sienten que el otro les ha fallado?. ¿Pero será que realmente les ha fallado? ¡Investiguémoslo!, no tenemos necesariamente que quedarnos con la duda abierta como si fuera una herida que nos va doler y nos seguirá doliendo más allá de la piel, hasta que lo aclaremos o hagamos un cierre de ciclo en esa experiencia.
Al respecto es conveniente pensar en la posibilidad de acudir a un especialista en psicoterapia humanista, que incluye Gestalt, Psicoterapia Centrada en la Persona, Psicoterapia Corporal, Bioenergética, Cognitivo-Conductual, o Logoterapia y hasta Psicoterapia Transpersonal, etc., Acudir a consulta terapéutica, para que este especialista le ayude a clarificar sus ideas, a que organice sus pensamientos, sus sentimientos y a manejar sus emociones, a sanar su autoestima, a desbloquear todas sus neurosis, que aprenda a respirar, a relajarse, a concentrarse, a autorregularse en momentos de crisis y emergencias.
Desgraciadamente los introyectos y los sistemas de creencias mantienen atados a los seres humanos: "Creo que yo no estoy loco para asistir a una terapia", "Yo no estoy deschabetado para ir al psicólogo" "¿Porqué tengo que ir psicoterapeuta o al psicólogo si yo estoy cuerdo?... ¡Claro que está cuerdo! y qué bueno que lo esté, y es precisamente porque está "cuerdo" que está pidiendo atención, ayuda, orientación para mantenerse sano mentalmente y aprender a tomar decisiones correctas, ¿cuántas veces dejamos de actuar porque no sabemos qué hacer?
"Si hago esto o lo otro me puede ir peor", "Si dejo de ir a tal o cual lugar, me lo voy a perder pero ni modo, no me animo a ir por lo que pueda suceder", "No sé qué será mejor, si decírselo o callar", "Si doy mi opinión a lo mejor voy a decir puras tonterías y se van a reir de mí", "Si como esto, ¿me hará daño?", Si me pongo este pantalón ¿Me veré bonita?, ó ¿Qué van a pensar de mí si no me modernizo?, o en el peor de los casos: "Mejor no salgo a la calle porque tal vez me puede atropellar un coche".... ¡Por Dios!, ese montón de actitudes, no son más que el producto de una tremenda inseguridad y una muy baja autoestima.
Y principalmente esto sucede más a menudo en las mujeres indecisas que sufren de miedos y temores por todo y por todo, incluso a tenerle miedo al mismo miedo. Pero las cosas no van a caerle solas del cielo, se tiene que tomar decisiones, comenzar a hacer lo que me toca hacer, tener disposición para darme cuenta de que necesito cambiar algunas cosas en mi vida si es que realmente quiero modificar mi conducta y tener resultados diferentes, tengo necesariamente que hacer las cosas de otra manera, buscar otras alternativas otros espacios, otras personas, etc. Ya que no hay mejor forma de no encontrar lo que buscamos que buscando donde sabemos que no está. y habremos perdido el tiempo miserablemente.
Sucede a veces tambien todo lo contrario con las mujeres que son y se sienten "Salvadoras", pero con necesidades de adaptación y de aceptación, actúan de buena fe, pero es lógico que allí hay un trasfondo interesante que analizar, ¿Por qué o para qué les gusta ser protectoras o salvadoras?, ¿Porqué o para qué necesitan salvar siempre al otro? ¿Cuál es la ganancia primaria o secundaria que busca con esa actitud?, es decir: Hacerse una pregunta importante: ¿Qué tanto necesito que me necesiten? y punto.
Total que la terapia se hizo para que no se necesite y eso es todo.
Con mis atentos saludos,
Psic. Doral.
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