EL DOLOR EMOCIONAL.
(¿Hasta dónde es normal, o llega a transformarse en enfermedad?)
No busques una cura para lo que es normal. El dolor emocional puede ser causado por la muerte de un ser querido, una pérdida, un rompimiento, o por la crueldad de algo o de alguien. Es normal sentirse dolido por un tiempo. Sólo una persona muy fría puede ser ajena al dolor emocional.
No pretendas que no te importa. El dolor es real y debes enfrentarlo. De no hacerlo no lograrás superarlo. No trates de apresurar este proceso, pero tampoco lo disfraces. Date tu tiempo para sentir el dolor y dejar que tus sentimientos afloren, no trates de esconderlos o suprimirlos.
Identifica todos tus sentimientos. ¿Realmente estás dolido, o estás enojado?, ¿Te sientes traicionado, inseguro o asustado?. El que identifiques cómo es que en realidad te sientes, te ayudará a salir más rápido del dolor.
Habla con alguien. Hay veces que el dolor es tanto que te es difícil hablar de eso con alguien. Sientes que nadie te entenderá. O tal vez sientes que nadie siente lo que tú sientes. Tal vez estés en lo cierto. Sin embargo no necesitas que nadie te entienda, necesitas alguien que te escuche.
No dejes que nadie te diga que tus sentimiento no son reales. Tus sentimientos son reales, significativos e importantes, además son tuyos. El sentirte mal no quiere decir que jamás vayas a ser feliz. Siente tus sentimientos, piensa tus pensamientos, pero date cuenta que sólo son éso... ¡Sentimientos y pensamientos!.
Saca de tu mente tu persona y lo mal que te sientes. Te sientes faltal cuando recuerdas lo que pasó ¿verdad?. Déjeme decirte algo: Tienes todo el derecho de sentir lástima por ti, pero no exageres, siéntete mal 10 minutos, una hora, dos horas, medio día, todo un día, o más... es okay... ¡Vívelo, siéntelo, explóralo, conócelo... Es tu dolor!, pero después... ¡Suéltalo, déjalo ir!, está bién... hey... de verdad todo estará bien, y tu valiosa vida debe continuar adelante.
Sal con tus amigos, prométete no hablar de tu dolor más allá de cinco minutos. Hasta el dolor necesita de vez en cuando un poco de respiro. Permítete disfrutar de la compañía de otras personas y de hacer cosas que disfrutas. Siempre habrá tiempo de llorar nuevamente, pero en este momento... ¡Por favor, ya no!
Date un tiempo para sanar. Permite que el tiempo pase. Muchas veces ciertos episodios necesitan un período de duelo, deja que ese tiempo pase y pronto comenzarás a sanar. No dejes que tu dolor defina. Recuerda que tú eres más grande que todo aquello que te ha causado dolor y que tienes un pasado y un futuro. Tienes conciencia y creatividad. Este es un episodio que pronto quedará atrás. Todo pasa en esta vida... ¡Todo!, hasta nosotros.
Escribe una carta. Escribe cuales son tus sentimientos. Trata de incluir mensajes positivos. Si no te gusta escribir, habla con alguien cercano o con un psicoterapeuta. No trates de justificarte, simplemente saca lo que traes por dentro. Aléjate de las afirmaciones que te culpan o culpan a otros. Toma la responsabilidad de tus acciones y de tu parte en aquello que salió mal, pero no comiences a repartir culpas porque estarás cayendo en otro nuevo error.
Aprende de esta experiencia dolorosa. ¿Qué vas a hacer con ella?, recuerda que la experiencia no es lo que viviste en la vida, sino lo que haces con lo que viviste en el pasado, no te culpes por favor, ni culpes a otros... lo que pasó sólo ha sido un tropiezo de enseñanza para ti y para la otra persona, pero nada más. Mira que la vida te plantea dificultades de modo que aprendas de ellas y salgas fortalecido. Las personas que tienen una vida fácil, se derrumban ante la mínima dificultad. Todo aquello que no te destruye, te hará más fuerte.
Haz una lista de "agradecimientos". Escribe una lista de cosas por las que estás agradecido, como el tener un techo, un hogar, una familia, una cama calientita, un plato de sopa siempre en tu mesa, y eso te llevará a pensar en las personas que se preocupan por ti y en las cosas buenas que hay en tu vida. Todo esto te ayudará a salir de tu trauma.
Si el dolor va más allá de una semana o has perdido la esperanza y piensas en la venganza, o que tu vida ya no tiene sentido, o piensas hasta en el suicidio, seguramente estás reprimiendo o suprimiendo tu dolor, no lo has elaborado, ni enfrentado, ni confrontado ni afrontado tal como debería de ser, o seguramente pudiese ser que también hay otros temas anteriores que han quedado sin resolver en el pasado, círculos que aún no has cerrado y deben ser cerrados.
No puedes ni debes seguir alegando ni reclamando por lo que sucedió, y mucho menos debes seguir tratando de castigar a otros si ya decidiste perdonar y más si lo has hecho de corazón. Recuerda que la misma corte de justicia no juzga ni condena dos veces un mismo delito. ¿Tú crees que Dios sí lo hará?, ¡Jamás!, porque Dios no castiga. ¿Porqué has de seguir haciéndolo tú el resto de tu vida? ¿Crees que eso es sano?... ¡No!, no lo es... ni para tí, ni para esa otra persona ni para nadie.
Finalmente sólo me resta decirte, que las estrategias anteriores son formas saludables para lidiar con el dolor, sin embargo hay cosas que suceden en nuestra infancia que en lugar de haberse resuelto en su momento, se quedaron como parte de nuestra vida. Si hay algo que realmente te duele y ese sentimiento ha durado demasiado, quizá requieras de ayuda profesional.
Es normal sentir pena o dolor por algún tiempo, ¿Cuánto? Esto depende de ti. No te dejes apresurar, pero tampoco pretendas vivir así toda la vida. Si después de algún tiempo no mejoras, busca ayuda profesional, antes de que realmente pierdas lo más valioso que tienes en la vida, que es tu salud física y mental.
Cuando tienes salud en abundancia, también tienes la capacidad suficiente para asimilar el dolor emocional que sientes ahora y cualquier otro dolor que se te atraviese en el camino de la vida. Eso es todo.
Cuando tienes salud en abundancia, también tienes la capacidad suficiente para asimilar el dolor emocional que sientes ahora y cualquier otro dolor que se te atraviese en el camino de la vida. Eso es todo.
Comentarios: (Psicología Afondomx)
Psic. Rosa María Beltrán Soto
Consultorio (667) 2 75 10 34
Cel. (6671) 21 66 47
Adaptación para Aurora de la Luz Inmortal:
Psic. Doral.
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