Internet: Identidad oculta
Fácilmente podríamos encontrarnos involucradas en situaciones similares a la historia que hoy les traigo, una historia real de Internet en la que se nos presenta una identidad muy distinta a la que realmente se tiene.
Elena y Víctor se conocieron por la Internet. Ambos son muy jóvenes, y afectos a la poesía, a la música, al diseño y a las artes de la literatura. Ella es una chica muy hermosa, inteligente, hábil para las relaciones humanas, muy recatada y más bien reservada e intimista, pero solícita y dispuesta. Él, un chico serio, formal, amoroso y entregado, muy sincero en sus afectos y un caballero en todo sentido.
La forma de relacionarse a través de las letras, contribuyó poderosamente a que naciera entre ellos un gran cariño, un apego tan grande que todos sus amigos pensaban: “Este arroz ya se coció”, pues no era difícil imaginar que aquél amor tan grande, terminaría en matrimonio, pues todos sus detalles, sus palabras, y sus acciones así lo demostraban, haciéndose evidente ante los demás, que habían nacido el uno para el otro.
El tiempo pasó, los amigos de la pareja, ya acostumbrados a verlos siempre juntos y amándose a la luz del día, adorándose con aquella convicción de que nada ni nadie podría separarlos, ya daban por hecho de que tarde o temprano, terminarían ellos uniendo sus vidas para siempre.
Elena posee un gran carisma, una habilidad tremenda, una gran capacidad intelectual para sortear todas las situaciones, y él, con su paciencia y nobleza de espíritu, siempre dispuesto a comprenderla y a esperarla, cuando por largas temporadas ella se ausentaba de la red, por supuestos problemas con su sistema de internet o con su computador, ya no era raro para nadie notar sus ausencias prolongadas y según ella, involuntarias.
Ellos por supuesto cuidaban mucho de que nada ni nadie interfiriera más allá de lo permitido en su relación amorosa, manteniéndola siempre intachable y a prueba de honradez y alta fidelidad, pues su comunicación era tan excelente, franca y abierta, que no había indicios para dudar y mucho menos para pensar que algo podría destruir su amor.
Pero como la mentira dura hasta que la verdad llega, un día Elena fue descubierta en su relación “misteriosa”, que ante su familia mantuvo “secreta” por tanto tiempo. El esposo de Elena fue quien descubrió la doblez de ésta; y su engaño, su traición, sus mentiras y su falta de ética humana, pues ni por sus hijos fue capaz de enfrentar la terrible verdad que seguramente le pesó como un bloque de cemento en el corazón al ser descubierta y que obviamente al ser descubierta, su propio esposo le retiró definitivamente el internet de casa.
Víctor desesperado, al borde de la histeria, y bajo una fuerte crisis emocional, la buscó por teléfono como un loco lastimado y confundido por su silencio, y sin entender qué había sucedido, porqué su amada había desaparecido tan repentinamente y sin darle ninguna explicación. Siguió llamándole incansablemente una y otra vez, hasta aquella noche que contestó el marido y la verdad se convirtió en una losa de concreto aplastante para su pobre corazón lastimado, traicionado y ya de por sí, herido de muerte.
Aquella dolorosa confesión del extraño tras el teléfono, dejó a Víctor en la más completa enajenación mental, sin saber qué pensar, qué hacer ni qué decidir. Él, ahora está sufriendo mucho y va ahora por la vida como una pobre sombra a la deriva de las circunstancias, sin creer ya en el amor ni en quienes le rodean.
Entregó su corazón a una mujer sin corazón y sin sentimientos, a una hiena que no supo ser madre, ni esposa, ni novia, ni amante, ni una dama, pues no tuvo el valor para hablarle a tiempo con la verdad, Víctor la habría entendido por el inmenso amor que le tenía pero con su amor, también quedó rota en mil pedazos la confianza y el respeto que por tanto tiempo le profesó.
Víctor nos escribe desde su mundo aparte, llora como un niño ante su derrota, su tristeza y su frustración. Sus palabras nos llegan cargadas de un dolor inenarrable, él espera que sólo un milagro del cielo, pueda ser capaz de hacerle olvidar el infierno en el que se ha constituido su vida, por haber creído en el corazón de una mujer que no merece ser considerada como tal. –qué ironía tener que decirlo así-
Si tú amiga lectora, conoces el dolor de la traición, conoces lo que se siente pasarse las noches y los días con la mente en blanco, bloqueada y aislada del mundo por tu desilusión y cansada por no poder entender el porqué suceden estas cosas.
¿Qué palabras tendrías para alguien que vive una situación así?¿Lo has vivido tú?¿Has utilizado, o utilizas una falsa identidad en Internet? Y, ¿Por qué?
Cuéntanos tu experiencia, o danos opinión.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
Elena y Víctor se conocieron por la Internet. Ambos son muy jóvenes, y afectos a la poesía, a la música, al diseño y a las artes de la literatura. Ella es una chica muy hermosa, inteligente, hábil para las relaciones humanas, muy recatada y más bien reservada e intimista, pero solícita y dispuesta. Él, un chico serio, formal, amoroso y entregado, muy sincero en sus afectos y un caballero en todo sentido.
La forma de relacionarse a través de las letras, contribuyó poderosamente a que naciera entre ellos un gran cariño, un apego tan grande que todos sus amigos pensaban: “Este arroz ya se coció”, pues no era difícil imaginar que aquél amor tan grande, terminaría en matrimonio, pues todos sus detalles, sus palabras, y sus acciones así lo demostraban, haciéndose evidente ante los demás, que habían nacido el uno para el otro.
El tiempo pasó, los amigos de la pareja, ya acostumbrados a verlos siempre juntos y amándose a la luz del día, adorándose con aquella convicción de que nada ni nadie podría separarlos, ya daban por hecho de que tarde o temprano, terminarían ellos uniendo sus vidas para siempre.
Elena posee un gran carisma, una habilidad tremenda, una gran capacidad intelectual para sortear todas las situaciones, y él, con su paciencia y nobleza de espíritu, siempre dispuesto a comprenderla y a esperarla, cuando por largas temporadas ella se ausentaba de la red, por supuestos problemas con su sistema de internet o con su computador, ya no era raro para nadie notar sus ausencias prolongadas y según ella, involuntarias.
Ellos por supuesto cuidaban mucho de que nada ni nadie interfiriera más allá de lo permitido en su relación amorosa, manteniéndola siempre intachable y a prueba de honradez y alta fidelidad, pues su comunicación era tan excelente, franca y abierta, que no había indicios para dudar y mucho menos para pensar que algo podría destruir su amor.
Pero como la mentira dura hasta que la verdad llega, un día Elena fue descubierta en su relación “misteriosa”, que ante su familia mantuvo “secreta” por tanto tiempo. El esposo de Elena fue quien descubrió la doblez de ésta; y su engaño, su traición, sus mentiras y su falta de ética humana, pues ni por sus hijos fue capaz de enfrentar la terrible verdad que seguramente le pesó como un bloque de cemento en el corazón al ser descubierta y que obviamente al ser descubierta, su propio esposo le retiró definitivamente el internet de casa.
Víctor desesperado, al borde de la histeria, y bajo una fuerte crisis emocional, la buscó por teléfono como un loco lastimado y confundido por su silencio, y sin entender qué había sucedido, porqué su amada había desaparecido tan repentinamente y sin darle ninguna explicación. Siguió llamándole incansablemente una y otra vez, hasta aquella noche que contestó el marido y la verdad se convirtió en una losa de concreto aplastante para su pobre corazón lastimado, traicionado y ya de por sí, herido de muerte.
Aquella dolorosa confesión del extraño tras el teléfono, dejó a Víctor en la más completa enajenación mental, sin saber qué pensar, qué hacer ni qué decidir. Él, ahora está sufriendo mucho y va ahora por la vida como una pobre sombra a la deriva de las circunstancias, sin creer ya en el amor ni en quienes le rodean.
Entregó su corazón a una mujer sin corazón y sin sentimientos, a una hiena que no supo ser madre, ni esposa, ni novia, ni amante, ni una dama, pues no tuvo el valor para hablarle a tiempo con la verdad, Víctor la habría entendido por el inmenso amor que le tenía pero con su amor, también quedó rota en mil pedazos la confianza y el respeto que por tanto tiempo le profesó.
Víctor nos escribe desde su mundo aparte, llora como un niño ante su derrota, su tristeza y su frustración. Sus palabras nos llegan cargadas de un dolor inenarrable, él espera que sólo un milagro del cielo, pueda ser capaz de hacerle olvidar el infierno en el que se ha constituido su vida, por haber creído en el corazón de una mujer que no merece ser considerada como tal. –qué ironía tener que decirlo así-
Si tú amiga lectora, conoces el dolor de la traición, conoces lo que se siente pasarse las noches y los días con la mente en blanco, bloqueada y aislada del mundo por tu desilusión y cansada por no poder entender el porqué suceden estas cosas.
¿Qué palabras tendrías para alguien que vive una situación así?¿Lo has vivido tú?¿Has utilizado, o utilizas una falsa identidad en Internet? Y, ¿Por qué?
Cuéntanos tu experiencia, o danos opinión.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
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