¿PORQUÉ LOS ANCIANOS PIERDEN LA MEMORIA?
Dentro de la rama de las neurociencias, existe una gama de investigaciones, estudios de campo y hasta experimentos que se han realizado en personas de la tercera edad: Objetivo: Se busca una respuesta con respecto al porqué los viejecitos pierden la memoria y cuáles son las principales causas.
Dichas investigaciones, han generado una gran cantidad de inquietudes en los estudiosos sobre la vejez, y la observación triste, de que en algunos países del mundo, la mayoría de los ancianos en pleno siglo XXI, aún no han recibido toda la atención que merecen, principalmente las mujeres, que son las más olvidadas.
Es triste -repetimos- porque aún con los altos índices en el crecimiento industrial actual, la atención médica que hoy día está al último grito de la moda, y a pesar de que existe tanta perspectiva sanitaria y humanista, propias de la gerontología, la sociedad permanece pasiva e indolente, desaprovechando esta ciencia multidisciplinar.
Pero vayamos de lo general a lo particular: ¿Cómo reaccionamos nosotros ante la pérdida de memoria de nuestros seres queridos de la tercera edad?, ¿Conocemos las causas que generan la pérdida de memoria de nuestros abuelitos o familiares ancianitos que viven con nosotros?, ¿Sabemos cuáles son los cuidados especiales que ellos necesitan de nosotros?, ¿Realmente sabemos cómo cuidarlos y amarlos sin que representen una carga para nosotros?. Veamos:
Decía Hipócrates (médico de la grecia antigua), "Que la comida sea tu alimento, y el alimento tu medicina" ¿A qué se refería con ésto el Padre de la Medicina Universal?. Obviamente se refería a que la comida es la fuente básica de nutrientes orgánicos de todo ser humano y que se debe tener cuidado en una dieta bien balanceada desde la niñez, pero cuando se ha vivido a la deriva de las circunstancias, cuando no se ha tenido cuidado en seleccionar y combinar bien los alimentos que el organismo necesita, la estructura química del organismo reacciona de manera inadecuada a través del tiempo, así que lo que comemos afecta o beneficia nuestra capacidad de pensar y de recordar.
Algunos organismos se deterioran más pronto que otros, dependiendo del estilo de vida que se haya llevado (todo por servir se acaba), y allí se hace evidente el rol que juega el funcionamiento del cerebro y sus cambios que se generan después de los 50 años, que es cuando más comienza a disminuir la plasticidad... o a menos que la persona tenga algunos desafíos cognitivos significantes, aumentaría la rápida producción de nuevas neuronas y la supervivencia de las neuronas existentes. Entonces es importante ejercitar constantemente la memoria y la concentración.
Sin embargo en todo proceso de aprendizaje, el ser humano tiene sus diferentes grados o formas de percepción de las cosas que vive y de las que aprende, no todo mundo aprende igual ni al mismo tiempo, esto dependería del nivel de producción de ciertas enzimas protéicas que cada cual produce o acciona (válgame la redundancia), y ess muy difícil que la corteza cerebral del adulto mayor, siga produciendo la misma cantidad de esta enzima, que la gente joven. Entonces este decremento empieza a causar estragos en la memoria de los ancianos que algunos terminan hasta con alzheimer, o demencia senil, llamados también trastornos de amnesia. De aquí es que la memoria funciona en declive y la capacidad mental de almacenar información se deteriora.
Además, algunos expertos aseguran también, que comer una dieta rica en fructosa altera a largo plazo la capacidad del cerebro de aprender y recordar información. Sin embargo, añadir ácidos grasos omega-3 a las comidas puede ayudar a minimizar el daño. De aquí la importancia de conocer que el consumo inmoderado de azúcares bloquea la acción de la insulina, esta hormona regula la función del azúcar en la sangre y tambien desregula la función de las sinapsis en el cerebro, enloquecen y voltean las conexiones químicas entre las células cerebrales encargadas de la memoria y el aprendizaje.
Entonces, uno de los trastornos del envejecimiento que más molesta (hasta cierto punto) a la familia entera, es que el abuelito o la abuelita, o el tío viejecito no recuerde las cosas, se le han borrado todos los recuerdos, no se puede mantener una conversación con él o con ella porque todo se le olvida, e incluso se le olvida que acaba de comer y como un niño, siempre está pidiendo más y no sería extraño que ante estos fenómenos cualquiera pierda la paciencia, pero una cosa no debemos olvidar: "Que todos, absolutamente todos vamos hacia el mismo destino, y de envejecer, nadie se salva en este mundo", así que, por favor no se te olvide que como tú trates a tus ancianos, de la misma manera serás tratado(a).
Con mis respetos y cariño siempre,
Psic. Dora Lidia Pérez Rochín
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