¡La pareja perfecta!
Una pregunta del tiempo hoy está nuevamente muy de moda: ¿Porqué es tan difícil encontrar a una pareja perfecta?. Al respecto tenemos una extensa variedad de respuestas, supuestos y opiniones que no satisfacen ni convencen a los reflexivos seres que siguen buscando con afan precioso a su media naranja, o mejor dicho... ¡A su naranja completa!
Algunos otros más realistas y menos soñadores se preguntan con incrédula confianza que hasta da la impresión que padece de anemia espiritual: ¿Realmente existen las parejas perfectas en este mundo?... ¡Por supuesto que existen!, pero... ¿Dónde están?, ¿Cómo son?, ¿Cómo le hicieron para encontrarse? y lo más interesante: ¿Cuál es la magia de su permanencia, o de que su amor vaya en aumento?
Cabe aquí mencionar a un gran humanista iniciado, poeta y dramaturgo Francés del Siglo XVIII, llamado: Víctor Hugo (1802-1885), que con respecto al hombre y a la mujer, dijo textualmente lo siguiente:
El hombre es la más elevada de las criaturas,
La mujer es el más sublime de los ideales,
Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar,
El trono exalta; el altar santifica,
El hombre es el cerebro,
La mujer el corazón,
El cerebro fabrica la Luz; el corazón produce el Amor,
La Luz fecunda; el Amor resucita,
El hombre es fuerte por la razón,
La mujer es invencible por las lágrimas,
La razón convence; las lágrimas conmueven,
El hombre es capaz de todos los heroísmos,
La mujer de todos los martirios,
El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza,
El hombre tiene la supremacía,
La mujer la preferencia,
La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho,
El hombre es un genio,
La mujer un ángel,
El genio es inmensurable; el ángel indefinible,
La aspiración del hombre es la suprema gloria,
La aspiración de la mujer es la virtud extrema,
La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino,
El hombre es un código,
La mujer un evangelio,
El código corrige; el evangelio perfecciona,
El hombre piensa,
La mujer sueña,
Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola,
El hombre es un océano,
La mujer es un lago,
El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra,
El hombre es el águila que vuela,
La mujer es el ruiseñor que canta,
Volar es dominar el espacio; cantar es conquistar el alma,
El hombre es un Templo,
La mujer es el Sagrario,
Ante el Templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos.
En fin: El hombre está colocado donde termina la tierra,
La mujer donde comienza el cielo.
Creo que a este gran novelista Francés, no le faltó por decir nada en su hermoso poema "El hombre y la mujer" y al leerle, algunas almas se alimentan en un suspiro para expresar con el corazón abierto: ¡Bendita sea la pareja ideal o perfecta.!, ¡Bendito el amor! y ¡Benditos los seres que se adoran!
Pero como nosotros no somos ni novelistas, ni cuentistas, ni poetas, ni dramaturgos, ni nada que se le parezca, tenemos que abrazarnos fuertemente de nuestro aspecto humano, reconocer que tenemos errores y conductas que debemos modificar, estilos de vida que cambiar. Dejar de esperar más de lo que el otro puede darnos, poner más de nuestra parte para entender las debilidades ajenas y aprender de sus fortalezas. Desarrollar más la fe, la confianza, el entusiasmo (en algunos casos la espera), la comunicación y la visión para nuestra pareja y pensar que estamos a su lado por alguna poderosa razón de Dios, que quizá sea ayudarle a crecer, a resolver sus problemas, no para darle más.
Por lo tanto mis amigas lectoras, no se trata de ver quién ama mucho o quien ama mejor, ni de estar despellejando vivo al prójimo señalándole sus errores durante los procesos de conocimiento, adaptación y consideración que conllevan a la amistad, al noviazgo, al matrimonio o al amasiato ¿Qué importa el nombre que querramos darle?, si lo mismo se trata de buscar el crecimiento, el progreso... ¿Y porqué no decirlo así?: ¡La perfección como pareja!
Sin embargo y ya para terminar, como nadie es tan perfecto como para no cometer un error, entonces aprendamos de los errores, pues a la postre, son los que más dolor causan o generan al ser humano y también del dolor se aprende: Gracias al dolor, aprendemos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento, lo demás señoras hermosas... ¡Sólo son tropiezos de enseñanza! ¿y que algunas tenemos que seguir aprendiendo solas? ¡Qué importa!, ya llegará el principe azul que nos aguante tal cual somos, porque después de todo... ¿Quién dijo o dónde está escrito que debamos ser perfectas?
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
Algunos otros más realistas y menos soñadores se preguntan con incrédula confianza que hasta da la impresión que padece de anemia espiritual: ¿Realmente existen las parejas perfectas en este mundo?... ¡Por supuesto que existen!, pero... ¿Dónde están?, ¿Cómo son?, ¿Cómo le hicieron para encontrarse? y lo más interesante: ¿Cuál es la magia de su permanencia, o de que su amor vaya en aumento?
Cabe aquí mencionar a un gran humanista iniciado, poeta y dramaturgo Francés del Siglo XVIII, llamado: Víctor Hugo (1802-1885), que con respecto al hombre y a la mujer, dijo textualmente lo siguiente:
El hombre es la más elevada de las criaturas,
La mujer es el más sublime de los ideales,
Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar,
El trono exalta; el altar santifica,
El hombre es el cerebro,
La mujer el corazón,
El cerebro fabrica la Luz; el corazón produce el Amor,
La Luz fecunda; el Amor resucita,
El hombre es fuerte por la razón,
La mujer es invencible por las lágrimas,
La razón convence; las lágrimas conmueven,
El hombre es capaz de todos los heroísmos,
La mujer de todos los martirios,
El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza,
El hombre tiene la supremacía,
La mujer la preferencia,
La supremacía significa la fuerza; la preferencia representa el derecho,
El hombre es un genio,
La mujer un ángel,
El genio es inmensurable; el ángel indefinible,
La aspiración del hombre es la suprema gloria,
La aspiración de la mujer es la virtud extrema,
La gloria hace todo lo grande; la virtud hace todo lo divino,
El hombre es un código,
La mujer un evangelio,
El código corrige; el evangelio perfecciona,
El hombre piensa,
La mujer sueña,
Pensar es tener en el cráneo una larva; soñar es tener en la frente una aureola,
El hombre es un océano,
La mujer es un lago,
El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra,
El hombre es el águila que vuela,
La mujer es el ruiseñor que canta,
Volar es dominar el espacio; cantar es conquistar el alma,
El hombre es un Templo,
La mujer es el Sagrario,
Ante el Templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos.
En fin: El hombre está colocado donde termina la tierra,
La mujer donde comienza el cielo.
Creo que a este gran novelista Francés, no le faltó por decir nada en su hermoso poema "El hombre y la mujer" y al leerle, algunas almas se alimentan en un suspiro para expresar con el corazón abierto: ¡Bendita sea la pareja ideal o perfecta.!, ¡Bendito el amor! y ¡Benditos los seres que se adoran!
Pero como nosotros no somos ni novelistas, ni cuentistas, ni poetas, ni dramaturgos, ni nada que se le parezca, tenemos que abrazarnos fuertemente de nuestro aspecto humano, reconocer que tenemos errores y conductas que debemos modificar, estilos de vida que cambiar. Dejar de esperar más de lo que el otro puede darnos, poner más de nuestra parte para entender las debilidades ajenas y aprender de sus fortalezas. Desarrollar más la fe, la confianza, el entusiasmo (en algunos casos la espera), la comunicación y la visión para nuestra pareja y pensar que estamos a su lado por alguna poderosa razón de Dios, que quizá sea ayudarle a crecer, a resolver sus problemas, no para darle más.
Por lo tanto mis amigas lectoras, no se trata de ver quién ama mucho o quien ama mejor, ni de estar despellejando vivo al prójimo señalándole sus errores durante los procesos de conocimiento, adaptación y consideración que conllevan a la amistad, al noviazgo, al matrimonio o al amasiato ¿Qué importa el nombre que querramos darle?, si lo mismo se trata de buscar el crecimiento, el progreso... ¿Y porqué no decirlo así?: ¡La perfección como pareja!
Sin embargo y ya para terminar, como nadie es tan perfecto como para no cometer un error, entonces aprendamos de los errores, pues a la postre, son los que más dolor causan o generan al ser humano y también del dolor se aprende: Gracias al dolor, aprendemos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento, lo demás señoras hermosas... ¡Sólo son tropiezos de enseñanza! ¿y que algunas tenemos que seguir aprendiendo solas? ¡Qué importa!, ya llegará el principe azul que nos aguante tal cual somos, porque después de todo... ¿Quién dijo o dónde está escrito que debamos ser perfectas?
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
La perfeccion en la pareja solo existe durante un tiempo muy determinado.
ResponderEliminarCuando nos enamoramos todo va sobre ruedas por una sencilla razón: pensamos en comun, pensamos en pareja. Cuando empezamos a pensar individualmente, cuando empezamos a pensar como dos persona todo se resquebraja y al final...uno o los dos...deciden que ya no se soportan y...todo acaba.
Las almas gemelas dicen que existen pero cada vez menos se sustenta esa teoria. La vida en comun se resquebraja por el individualismo, no en vano se dice que la convivencia es el cancer de la pareja.
Saludos
BUENOS DIAS SEÑOR MAGIA:
ResponderEliminarEs un placer recibirle en este espacio fraternal y agradecido de sus valiosos comentarios. Muchísimas gracias de todo corazón. Saludos cordiales hasta la Madre Patria, España.
Mis respetos,
Doral.
DORAL:
ResponderEliminarLa pareja perfecta no existe y sabes porque porque somos echos de carne y hueso y somos humanos y como humanos cometemos errores de los cuales aprendemos dìa a dìa.
Yo puedo decirte que tengo un esposo maravilloso no perfecto pero tiene cualidades extraordinarias,tambien puedo decirte que en nuestras vidas de parja emos pasados tantas cosas que aveces nos asen enojarnos,no con esto quiero decir que el amor se termina,lo perfecto no existe.
Tanto el hombre como la mujer tenemos virtudes que nos asen especiales.
Yo en lo personal trato de que nuestra relaciòn sea armoniosa y sobre todo amorosa.
Contar con una pareja es algo lindo,ya que con ella compartimos grandes momentos que jamas se olvidan,con ella lloramos y reimos.
P odemos orar siempre juntos y
A gradecer a Dios por nuestro amor
R eimos,lloramos,nos abrazamos
E n nuestra vidas existe el amor
J untos vencemos cualquier obstaculo
A mamos sin condiciòn.
HOLITA MI QUERIDA CONCHY:
ResponderEliminarExacto mamaíta querida, encuentro una buena dosis de razón en tus palabras, la perfeccción sólo la posee Dios, pero nosotros seres mortales sólo podemos ser aspirantes a aprendices de seres amorosos, porque algunos no pueden ni sostener firme la promesa de matrimonio y siempre salen con su domingo siete, especialmente los hombres, claro que no todos, pero sí la mayoría ¿cierto? y bueno creo que la pareja puede llegar a grados insospechados de compatibilidad cuando se sabe hablar a tiempo y con la verdad ¿para qué queremos más?
Mil gracias mi hermanita chula por dejarme siempre tus firmitas bellas en esta, tu casita virtual de la que formas parte importante por ser como tú eres y ganarte un lugar especial en nuestro humilde corazón.
Te quiero siempre Conchy,
Tu amiga,
Doral.