lunes, 21 de junio de 2010

¡Mujeres fragmentadas!


¡Mujeres fragmentadas!

No cabe duda de que la mujer nació para amar de mil maneras y conforme pasa el tiempo, se prepara afanosamente para amar de otras mil formas coincibiendo como un deber ineludible y triplemente bendecidas sus maneras de entregarse, de dar, de ser y de fragmentarse en mil pedazos dentro de su corazón guerrero, amazón, y titán, que no acepta equivocaciones, ni da cabida a las frustraciones ni fracasos, sino que aprovecha esos elementos para aprender a subir peldaño a peldaño, la dura cuesta del amor más grande, enclaustrado en la palabra: "Inmortalidad", la forma más elevada de amar, la que no muere ni pone condiciones, aún por encima de su propio mar de lágrimas.

¡Es heraldo el sentimiento puro, que del alma más grande emana!, y el hidalgo corazón que lo pare, lo forja y lo cría, no pide a veces a cambio nada, radicando allí, precisamente la gloria. ¿Qué mujer no conoce este sublime sentir?, sin embargo, a veces de tanto dar, a la mujer le salen callos en las manos y callos en el corazón, vive soñando con ojos que esperan, deseando saquear a quienes tanto ha dado porque nunca deja reservas para si misma y por momentos se siente desfallecer.

Aquí cabe hacer una buena y profunda reflexión del porqué la mujer se siente desfallecer a base de tanto dar, a base de tanto fragmentarse, a base de tanto pertenecer a todos, menos a sí misma.

La mujer se siente profusamente triste, confusa, adolorida y agotada cuando sabe y siente en su corazón, que todo lo que ha dado no basta para lograr sus propósitos definidos y que resulta a veces inútil dividirse para todo y para todos, porque nadie valora justamente la magnitud y el alcance de sus intenciones más hermosas y duraderas. ¡Qué decepción tener que decirlo así!, pero no hay remedio, tenemos que decirlo así.

Entonces, bajo esas circunstancias, a la mujer no le queda otra opción más que hacer un alto en su camino, pensar más alto y sentir más claro:

1.- ¿Qué sentido tiene lo que estoy haciendo?,
2.- ¿Cómo puedo recuperar el tiempo perdido?,
3.- ¿En qué me equivoqué?
4.- ¿Hasta dónde debo seguir amando?
5.- ¿Cuál es la mejor forma que poseo para amar?
6.- ¿Debo clasificar o racionar lo que doy?
7.- ¿Qué hacer si no se dejan ayudar?
8.- ¿Porqué me duele tanto amar así?
9.- ¿Tengo derecho de aprender a decir, basta?
10.- ¿Cómo y por dónde debo empezar?

Una buena forma de empezar a cambiar tus esquemas o modelos mentales, es primeramente hacerte estas 10 preguntas básicas de manera íntima, como si tú fueses tu propia doctora corazón, o tu propia terapeuta. Tomarás una hoja en blanco y un lapicero, donde sinceramente desde tu alma, responderás con asertividad y franqueza cada una de las preguntas, anotando los detalles por ejemplo: persona, tiempo, espacio, motivos, la forma cómo te afectó positiva o negativamente el resultado.

Y es sobre esto último: ¡Los resultados! sobre los que vamos a empezar a trabajar seriamente poniendo las cartas sobre la mesa y aunque parezca frío, pasivo o indolente, no importa, debes aprender a decir: "Bueno, ya te dí, ya te apoyé, ya te aconsejé, ya te acompañé, ya te escuché, ya te guié, ya te respeté, ya te amé, y tú no lo apreciaste, no lo aprovechaste, no lo retuviste, no lo conservaste ni lo valoraste, ahora yo lo siento mucho pero mi labor o mi misión contigo terminó, y no es mi responsabilidad si te sigue llendo mal, no es mi culpa, yo no lo generé y no tengo por qué sentirme culpable de tus actos, eres libre de seguir con tus mismas actitudes, lo que tú haces con tu vida no tiene por qué afectar la mía, pero que quede claro yo no pagaré por tus errores. Me dueles, te amo, te respeto pero no permitiré que me conviertas en tu cómplice"

Debe quedarte muy claro a tí amiga lectora, que todas las cosas y las personas tienen un límite, y que cuando se rebasa ese límite, se entra en riesgo de convertirse en candidato expreso hacia el mundo de la enajenación y la más completa locura. No es posible vivir siempre con el alma en un hilo, ni con el corazón lleno de tristezas, dolor, lágrimas... y de paso, la presión sanguínea golpeando fuertemente la base del cerebro, las neuronas pasándose la información atormentada al mil por hora, las dendritas vibrando al unísono desbocado, generado por los mil problemas que se pasan por las corrientes eléctricas de forma atropellada... ¡Por Dios!... ¡Cuidado con una embolia, o un derrame cerebral!, con la salud física y mental no se juega amigas queridas y vivir fragmentadas en mil cosas y mil problemas cada día no es vida, ni para ustedes ni para nadie.

Entonces, es justo y necesario de que todas las mujeres del mundo hagamos un examen profundo de conciencia; en qué gasto y desgasto mi tiempo, ¿vale la pena vivir como vivo? y en todo caso; aceptar con resolución y valor una última respuesta... ¿Cómo estoy aplicando las enseñanzas de todo lo que me ha dejado lo vivido?

Ya para terminar, sólo me resta decir amiga lectora, que no importa lo que hayamos hecho, dicho, o dónde hayamos estado, lo importante es darnos cuenta aquí y ahora, en qué dirección se está desplazando nuestra vida, darnos cuenta que la experiencia no es lo que vivimos, sino lo que hacemos con lo que vivimos y eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

2 comentarios:

  1. Doral Hermanita de mi corazòn:

    Gracias por este articulo,lo e leido muy detenidamente y sabes una cosas no paro de llorar ya que mi corazòn siente una gran paz,asido como si Dios me hablara atravez de ti y siento en mi cuerpo y corazòn algo maravilloso que solo lo senti una vez que vinieron a orar en mi casa.
    Se que Dios a entrado nuevamente en mi,en mi vida,en mi hogar porque me sentia muy sola.
    Un millòn de GRACIAS por tus plabras,no tengo como agradecerte todo lo que ases por mi,desde que aparecistes en mi camino le e agrdecido tanto a nuestro creador de el cielo y la tierra por darme esa bendiciòn tan grande,gracias muchas gracias.
    Mi hermanita linda vistes que si eres un angel terrenal.
    Hoy la musica me traslada al cielo y me imagino que estoy en los brazos de Dios y el medise ya todo va a terminar y vendra a tu vida la paz que tanto has deciado,me imagino que me abraza furtemente y me dise mi pequeña conchy no estas sola me tienes a mi que soy tu padre y cuido de ti,me dise limpiate esas lagrimas y a sonreir.
    Con todo mi ser y corazòn Gracias.

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  2. MI LINDA CONCHY;

    Dios efectivamente está contigo mi reyna, conmigo y en el corazón místico de todas las mujeres que saben abrir sus puertas del alma para recibirlo. Él no mora como un huésped en nuestro corazón tan femenino y delicado, Dios tiene su templo en el corazón de la mujer porque así lo ha querido Él, quedarse a vivir con nosotras por los siglos de los siglos y mira mamaíta querida, qué grande es, nos ha seleccionado para dar la vida, como Él la da por nosotros, nunca lo dudes por favor, tu corazón es templo de oración y tu hogar es su casa, nunca dudes hermanita por favor.

    Estoy aquí para ti, para tu familia, para nuestras amigas que deseen unirse a la gran hoguera crística de la esperanza en esta aurora de luz inmortal, y me iré cuando Él lo disponga, hacia donde tenga trabajo para mí, donde Él me necesite y cuando así lo considere necesario, soy y sé que eres materia dispuesta para llevar amor a tantos corazones que agonizan en la espera de una sola palabra de JESUS y su promesa divina... ¡Hay una promesa Conchy! para ti, para mí, para todos y sé que nuestro Señor, ha de cumplirla, eso es bien seguro.

    Así que mi'ja gracias a ti por tan bonitas palabras que salen de tu hermoso corazón, sabes que puedes contar conmigo incondicionalmente para todo y en la medida de mis posibilidades siempre estaré contigo, pase lo que pase, suceda lo que suceda y digan lo que digan. ¿de acuerdo?

    Te quiero siempre mi chiquita de oro, mi hermanita del alma... ¡Te quiero!

    Doral.

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Trate de no escribir en mayúsculas por favor, a parte de ser de muy mal gusto, da la impresión de estar gritando. ¡Gracias por su comprensión!


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