Mujeres embarazadas.
Si alguien en este mundo, conoce a la perfección lo que significa la palabra "ternura", que equivale a una enorme sensibilidad y una gran sutileza, es la mujer embarazada, ya que la maternidad le otorga a la mujer el "Don" de percibir éso... lo más sutil y hermoso de la naturaleza, empezando por el tesoro de oro que se gesta en su vientre. La maternidad embellece a la mujer, la sublimiza, la enternece, la ennoblece por tratarse de un ciclo o estado de infinita dulzura. Pero veamos porqué sucede este fenómeno de tanta sensibilidad durante el período de gestación, es interesante saberlo, a manera de cultura general.
Es obvio que no todas las mujeres presentan los mismos síntomas durante un embarazo, que lo clásico sería: Mareos, sueño, apetito, ansiedad, sensación de abultamiento en mamas, caderas, vientre y un enorme deseo de antojos... ¡Huy esos antojos!, que las fresas con crema, que el mango en tiras y con polvito de picante, que el jitomate partido en cuatro pedazos, las manzanas verdes, y todo lo que implique comer aciditos, ¿porqué los aciditos se antojan tanto?
Una explicación científica muestra que esos antojos de consumo de alimentos aciditos, son provocados por la hormona del embarazo llamada: Gonadotropina ciriónica humana, que es la sustancia que detecta el embarazo en todas las pruebas que se hacen las primeras semanas en los laboratorios, a través de la orina y de la sangre de la mujer, entonces allí está la razón. Los primeros días hay más ansiedad por consumir ese tipo de alimentos porque el mismo organismo nos lo pide y hay que complacerlo, o el bebé nacerá con cara de mango o con orejas de fresa -dicen- ¿lo han escuchado ustedes?, sin embargo está demostrado que eso sólo es un mito, una falacia y nada tiene que ver con los antojos que definitivamente se deben a otra cosa como hemos visto.
Además hay otra cuestión interesante de señalar aquí y ahora. La mujer embarazada se vuelve más protectora, más dada a las cuestiones de mimos y caricias maternales, se prepara para derramar en su hijo, todo el cúmulo de sensaciones amorosas que viste su instinto maternal de color púrpura en el corazón, pero tambien existe otra posibilidad de que otras mujeres sientan lo mismo sin estar embarazadas, veamos:
Dicen algunas personas que hay mil quinientas maneras de ser madre biológica y otras mil quinientas para sentir lo mismo cuando se es madre adoptiva, pero la pregunta es: ¿Qué se siente ser madre sin haber estado embarazada? Se puede ser madre involucrando o no nuestro cuerpo, pero todas las maneras de ser madre, implican el ser madre y parir un hijo en vivo, en directo y a todo color o parir un niño de oro desde el corazón ¿cuál es la diferencia?
Ustedes tienen la palabra amigas lectoras,
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
viernes, 4 de junio de 2010
Mujeres embarazadas
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Doral:
ResponderEliminarEstar embarazada es una bendiciòn que nuestro creador de el cielo y la tierra y de todas las cosas nos da a las mujeres,el ser madre
de poder sentir esos dolores cuando va a nacer nuestro hijo y el ser madre adoptiva en ellos no hay ninguna diferencia ya que de las dos maneras sentimos el amor asia esa pequeñita persona,que sabemos que nos traera alegria,ser madre de alguna de esas dos formar nos vuelven mujeres màs amorosa y dìa a dìa vamos enseñandole a ese pequeño amorlo que es la vida,lo que es el amor y lo que es ser agradecido.
Nosotras somos la creaciòn màs linda de Dios,tener un hijo es lo màs hermoso porque con ellos reimos,lloramos,jugamos y sobre todo caminamos en la vida agradeciendo siempre a Dios por tenernos en la tierra.
Un hijo es un gran orgullo,un hijo es el mejor de los regalos que Dios nos da,un hijo es nuestro amor.
HOLITA MI CONCHY QUERIDA:
ResponderEliminarGracias por tan bonitas letras que me has hecho el favor de enviarme y sí; definitivamente así mismo es como tú lo planteas abiertamente con una seguridad conviccionada al cien por ciento en tu corazón porque sé que tú has sabido ser no sólo una buena madre sino una excelentísima abuela que al serlo, equivale por dos, o sea haber sido madre de las dos formas mas elevadas que Dios pudo inspirar en el corazón de una mujer; el parir y formar a tus hijos y a los hijos de tus hijos (en este caso de tu hija), entonces dime, ¿cómo no sentir esa ternura tan grande cuando tienes entre tus brazos a un pedacito de cielo que nació de un vientre que tú tuviste dentro del tuyo? ¡Es maravilloso! y con cuánta razón se dice por allí que los nietos duelen doble, una por tu hija y otra por tu nieto, pero ambas veces duelen y solamente quien no sabe lo que es el dolor de un hijo o un nieto, no sabe lo que se pierde, aún habiendo dado a luz.
La mayor bendición dices y yo sé que lo es, porque Dios en su misericordia tan grande, pensó en la mujer para darle ese "Don", ya vez que ni el hombre con lo fuerte que es, no puede parir, si acaso producir la semilla, pero una semilla sin una tierra fértil, dime ¿cómo germinar?, así que si la tierra fértil está lista para parir y no recibe la semilla adecuada, no se pierde, sirve de abono a otras semillas que sí son más afortunadas que la tuya, aunque sean de otros sembradíos, pero crecieron sin maleza, gracias a tu abono, y esa tierra bendita quizá sin mucha agua o mucho sol, pero al fin al cabo, ¡Tierra fértil! con sus nutrientes necesarios para que la planta germine y pueda beber los rayos matutinos cada día, abrir sus ramas a la vida para abrazar al Creador y darle gracias por Ser, por existir, por sentir, que la tierra tambien es madre y que con dolor y sin dolor, ella sigue siendo bendita por obra de su amor. ¿me hago entender?
Te quiero hermanita de mi alma, y tú como siempre me haces hablar más de la cuenta, jajaja bueno... no importa, tú tienes ese don y yo lo recibo con muchísimo gusto cada vez que me escribes. Cuídeseme mucho por favor. ¿si?
Cariños,
Doral.