Mujeres bien vestidas... ¿O desvestidas?
En articulos anteriores hemos visto cómo el último grito de la moda siempre quiere estar en la cumbre del placer de todas las mujeres exigentes, a la vanguardia de sus gustos, estilos y caprichos de estación. Pero hay algo más que mencionar, un fenómeno social muy femenino y bastante discutido por algunos críticos, fanáticos y curiosos muy famosos de la imaginación más sofisticada que por cierto no dejan nada a la imaginación.
Me refiero enfáticamente a los diseñadores de modas que no respetan mucho la cultura, ni el credo, ni la nacionalidad, ni la edad, ni la ocasión. Pues lo mismo confeccionan y venden sus productos y prendas refinadamente elegantes para ceremonias especiales, que para fiestas caseras o casuales o mejor dicho informales. ¡Y todas con sus precios por las nuves!, viva Dios en las alturas, mientras aquí en la tierra algunas mujeres piden una escalera para alcanzar aunque sea... las "ofertas" de la marca.
Pero hay quienes sí pueden darse esos lujos y qué bueno que así sea, mientras otras mujeres solamente se concreten a hacer su maestría y hasta su doctorado en observación y quedarse "nomás mirando". Sin embargo...
Hay algo más serio que merece toda nuestra atención. La moda del vestido, o del vestuario femenino se ha desvirtuado. Hay modelos muy hermosos pero tan densamente poblados de bordados en pedrería y cristales que las chicas jovenes (principalmente), quieren lucir a todas horas del día y en todos lados o en toda ocasión. No esperan ir a la disco o al antro para ponerse sus vestidos ostentosos y escotados... ¡Los usan en la calle, o para salir de compras!
Es innumerable la cantidad de mujeres que han hecho de la moda, un verdadero desastre y es que en gustos (dice un dicho), se rompe el molcajete, por no decir géneros. Pues cuando vamos por la calle, lo mismo vemos a una chica con minifalda que con un shorts bastante cómodo pero bastante cortito, o con un pantalón todo roto, bastante desteñido y muy ajustado que hasta parece que en cualquier agachadita se les quedará todo a la vista libre y la verdad es que a eso se exponen y cabe preguntar: ¿Realmente la mujer andará cómoda con ese tipo de vestuario?
Lugares hay muy cálidos en algunos paises, que como excusa y pretexto para vestir "a la despreocupé" es válido para la mujer, pero eso no la exime de sus responsabilidades de cuidar su presentación adecuada, o mostrar una apariencia por lo menos más "decente" ante el género viril, que por su naturaleza humana, siempre está al acecho, o mejor dicho dispuesto para la cacería. ¿De qué se quejan entonces estas mujeres cuando les sucede una desgracia? ¡Culpan al hombre!, el chivo expiatorio que les queda más cercano en vez de aceptar que por lo pronto deberán aprender a cubrirse más el ombligo o no mostrar todas las pompas o las bubis de manera descuidada por no decir, de manera descarada.
El andar luciendo pues, un vestido hermoso pero muy abierto de todos lados, o un costoso y elegante short pero demasiado cortito, o un pantalón de marca, muy caro por cierto, pero que a la mujer se le sale toda la humanidad de su piel por todos los hilos rotos, no es andar bien vestida, sino perfectamente estrafalaria, ridícula y mal vestida o desvestida y que además es hora de que entiendan, que en el buen vestir naturalito, sencillo, adecuado y muy personalizado, salta a la vista el buen gusto, la elegancia nata, las buenas maneras y por supuesto, el respeto a sí misma primero, en su forma de ser y de vestir que posee para ella y por ende para todos los demás. Eso es todo.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
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