Tristeza de Mujer
Sentada frente al espejo, casi desnuda, sólo con una de sus camisas transparentes, suavemente cepillaba su pelo.
Como perlas caían encadenadas lágrimas, limpias y puras de aquellos entristecidos ojos que tiempos atrás brillaron con su propia luz.
El tiempo empezaba a hacer mella en todo su ser. Tanto vivido, tanto por vivir pero no era el momento más adecuado. Aquello que le hacía vibrar, sentirse segura, hacía tiempo que la había abandonado sin compasión.
Sentía que el mundo era como un lienzo en el que ella no pintaba nada. Dejaba de ser protagonista de su propia vida.
Duramente el paso de los años habían escrito uno a uno en sus mejillas, sus labios, líneas grabadas como a fuego. Fiel sello del pasado que sin miramiento maquillaba su tersa piel.
De naturaleza fuerte, un día tras otro se sentía cada vez más débil. Pura marchitez sin escrúpulos la condenaba. Como alma en pena, sin sentido, con todos los miedos del mundo metidos en su cuerpo.
Noches eternas de vigilia, en las que no encontraba sosiego ni descanso alguno. Sueños más que rotos, ¡Destrozados! atormentados por el olvido.
No pensaba que los fantasmas del pasado puedieran ser más poderosos ni tan reales. Hundida en lo más profundo, no encontraba dónde subir a flote.
Todo ese peso, ese lastre de sentimientos encontrados la hacían susceptible y emocionalmente desequilibrada.
No; no era locura, no se sentía querida.
y con un sólo gesto, una sola mirada,
pedía un beso, ¡sólo eso!... tanto pedía.
Desconozco el autor.
Como perlas caían encadenadas lágrimas, limpias y puras de aquellos entristecidos ojos que tiempos atrás brillaron con su propia luz.
El tiempo empezaba a hacer mella en todo su ser. Tanto vivido, tanto por vivir pero no era el momento más adecuado. Aquello que le hacía vibrar, sentirse segura, hacía tiempo que la había abandonado sin compasión.
Sentía que el mundo era como un lienzo en el que ella no pintaba nada. Dejaba de ser protagonista de su propia vida.
Duramente el paso de los años habían escrito uno a uno en sus mejillas, sus labios, líneas grabadas como a fuego. Fiel sello del pasado que sin miramiento maquillaba su tersa piel.
De naturaleza fuerte, un día tras otro se sentía cada vez más débil. Pura marchitez sin escrúpulos la condenaba. Como alma en pena, sin sentido, con todos los miedos del mundo metidos en su cuerpo.
Noches eternas de vigilia, en las que no encontraba sosiego ni descanso alguno. Sueños más que rotos, ¡Destrozados! atormentados por el olvido.
No pensaba que los fantasmas del pasado puedieran ser más poderosos ni tan reales. Hundida en lo más profundo, no encontraba dónde subir a flote.
Todo ese peso, ese lastre de sentimientos encontrados la hacían susceptible y emocionalmente desequilibrada.
No; no era locura, no se sentía querida.
y con un sólo gesto, una sola mirada,
pedía un beso, ¡sólo eso!... tanto pedía.
Desconozco el autor.
¡¡ME RECONOZCO!!
ResponderEliminarMe reconozco frágil en el llanto,
sutil y vaporosa entre tus manos de sol,
al invocar soñando las palabras de tu canto,
tus gestos, tu risa, tus letras... ¡¡tu voz!!
ESO ES LO ME ATRAJO DE TI,
TUS LETRAS, TUS OJOS, TUS GESTOS
TU RISA, TU VOZ SENSUAL,
TUS SENTIMIENTOS A FLOR DE PIEL,
QUE ENTREGAS SIN MEDIDA
CUANDO TU CORAZON TE LO INDICA
Me reconozco dulce, tierna y soñadora,
cuando evoco ilusionada tus pensamientos,
¡en la fragua inspiración que me devora!
¡en el mágico verbo de mis sentimientos!
ERES SOÑADORA EMPEDERNIDA,
ERES DULCE, CALIDA, TIERNA,
MUJER DE SUEÑOS SIN MEDIDA
QUE CON ANSIAS Y TESÓN,
LOGRA GANARLE A LA VIDA
Me reconozco fiel, en las alas del recuerdo,
extasiada en mis ansias por besarte,
tierno, dulce y soñador en el encuentro,
¡cuando el fuego, de tu amor me regalaste!
COMPARTIMOS NUESTRAS ANSIAS DE BESARNOS TIERNAMENTE,
EN ESE ENCUENTRO SOÑADO
Y FUNDIRNOS EN EL CRISOL DEL AMOR,
JUNTO AL FUEGO INTERNO QUE NACIO INESPERADO
Pero no estás a mi lado y reconozco,
que las voces del silencio me atormentan,
en la dermis de mi piel que desconozco,
en los ríos de mi sangre que no intentan,
inmortalizar a la mujer que yo conozco,
en los profundos sueños que le alientan,
¡a seguir siendo Aurora de Luz...y así me sientas!
¡¡Y de nuevo con tu amor, en magnolia me conviertas!!
YA NO ESTAMOS JUNTOS, FUIMOS VENCIDOS,
NUESTRAS VOCES INTERNAS
GRITAN AL AMOR QUE SE PERDIO
EN MEDIO DE LA CIZAÑA DE LA VIDA
SEMBRADA POR UNA MANO, QUE SU OBJETIVO LOGRO.
Doral y Alfredo
Muchas gracias al poeta Alfredo, que se tomó la molestia de escribir en pareado, sobre un poema mío que rescató del olvido y perdido quién sabe dónde, en el tiempo.Gracias por su amable deferencia.
ResponderEliminarMis respetos,
Doral.