¡Atención gorditas cariñositas!
El tema de hoy lo basaremos en los remordimientos de conciencia que nos dejó el fin de año y todos sus suculentos manjares tan sabrosos, de los que disfrutamos “despreocupadamente”,degustando las más ricas comidas, aperitivos, antojitos, dulces y chocolates, sin pensar que la cuesta de enero nos estaba esperando pacientemente para cobrarnos la factura.
El propósito ahora es el de reflexionar, ¿Hasta dónde nos fuimos de paso con los chocolates, los membrillos y dátiles enmielados? y ¿Qué tan duro le dimos al diente con los antojitos por supuesto tan deliciosos, como la calabaza dulce, las pasitas, las nueces y la caña de azúcar?, pero que ahora nos han puesto a observar seriamente la agujita de la báscula, que se disparó con motivo de las fiestas de navidad, año nuevo y siguió disparando seguramente con la rosca de reyes, porque creo que nadie quiere perderse de la deliciosa rosca de reyes y bueno... ¿qué remedio? si comer es un placer.
Terminó un año más con todas sus tentaciones culinarias amigas, y ahora hagamos todas un recuento de los estragos causados por los excesos en el comer y beber: ¿Subieron de 3 a 5 kilitos? o ¿subieron más?… ¡Aguas gorditas cariñositas!, pongamos atención aquí y ahora a las zonas de nuestro organismo que ahora se ven más abultaditas: ¿Es la papada? ¿Son las mejillas? ¿o tal vez descubrimos un nuevo rollito o llantita que antes no teníamos? ¿Nos notamos más pancita? ¿o tal vez ahora tenemos un par de "visitantes" molestos en la frente o la nariz?
Generalmente la exageración de aceites, grasitas (vegetales/animales), y almidones que consumimos las mujeres, se acumulan y se estancan en la parte central del vientre, por la falta de una adecuada digestión o falta de ejercicio. ¡Los jugos gástricos no se dan abasto para digerir lo denso!… las enzimas que se producen en las paredes del intestino son a veces insuficientes para auxiliar a la flora intestinal en su labor, debido a la ingesta inmoderada y desordenada de alimentos saturados de reactores químicos que se vuelven locos produciendo acidez, gases, y a veces hasta náuseas, mareos y vómitos. Esto también se debe -repito- a la inadecuada digestión y falta de ejercicio abdominal.
¿Conoces amiga querida, cuántos carbohidratos contiene cada alimento que te llevas a la boca? ¿Cuidaste de tener buen cuidado en combinar inteligentemente los alimentos que consumiste el pasado fin de año?
¡Lo más seguro es que NO!
¿Quién se acuerda de las dietas… o quién se puede sustraer de comer más de la cuenta en las épocas decembrinas, que es cuando se cocina más abundantemente y más sabroso en el hogar para toda la familia?
Eso sin contar con los gramitos extras ingeridos de golosinas tales como: Nuecesitas, avellanas, cacahuates, fritos, pepitorias, pasitas, higos, canelitas, dátiles enmielados, ciruelas, biznaga, calabaza en cubierta de miel, caña de azúcar, membrillo, cajetas, tejocotes, dulces de colación, garapiñados, cocadas, y por supuesto la extensa variedad de riquísimos y exquisitos chocolates de mil formas, tamaños, sabores y colores, etc.
¡Mmmh! Suena sugestivo ¿o nó?… ¡Pero pobre aparato digestivo!
Le dimos vuelo a la hilacha comiendo de todo y en grandes cantidades… ¿y las bebidas?¡Por supuesto no se nos olvidaron tampoco!, quizá un rico wiskito sobre las rocas, una piña colada, unas medias de seda, un buen par de margaritas, un tequilita con sal y limón, una cervecita helada, un ponchecito con brandy (tan tradicional en fin de año), el vinito tinto o vinos blancos de mesa para acompañar las comidas, la champagña rica y la sidra que nunca falta... ¡Ay… mamá; la sidra rosada de mañanza y uvas, o de durazno y manzanita!, que por supuesto también lleva su buena dosis de alcohol, y los famosos “pulques” acompañados con aguas minerales o refrescos de cola (gaseosas), que en algunos países del mundo, como en México, no faltan jamás los fines de año.
Así que amigas queridas, su majestad el alcohol (una patada directa al hígado), démonos cuenta que es siempre bien recibido en todos los hogares del mundo, desde el más humilde, hasta en el de más alto y refinado protocolo, llega y entra primero que todos los invitados, y es el último que sale de la fiesta, ¿cierto?
¡Ah!, pero eso no es todo amigas. Pasaron las posaditas de la oficina, de la fábrica, de la industria empresarial y hasta las de la vecindad, enseguida llegó la cena de navidad, posteriormente le seguimos con la cena de año nuevo y aún nos faltó mencionar la rosca de reyes… ¡Esa sí que nos volverá a poner como Bobys! Oops; ¡Con la barriga bien llenita de azúcares y harinas!.
(Alguien me decía: “Es que está bien rica la rosca y es económica) Sé que esa personita me está leyendo y le invito a que se pronuncie y me corrija sus palabras textuales.
En fin amigas queridas, la comida es el Alimento de los Dioses, y si no fuera por ella, no podríamos echar a andar el carro (por decirlo de alguna forma), pero por favor… no nos excedamos en echarle gasolina en exceso al auto, sin antes revisar de qué tamaño es el tanque de reserva y cómo funciona nuestro carburador, ¿de acuerdo?.
¿Qué te quedaron unos kilitos de más? ¿Y qué?, no se preocupen mis corazonas de luz, hay muchas formas de quemar rápido las calorías y recuperar nuestra figura esbelta, y no lo hagamos por vanidad, de todos modos, gorditas o flaquitas, todas las mujeres somos hermosas (y modestas, jaja), pero también recuerden que no podemos descuidar nuestra salud física y mucho menos nuestra salud mental.
Me gustaría conocer sus valiosas opiniones invitándote a que visites este blog
http://www.hormigacocinera.com/
Mi cariño y respeto siempre.
Doral.
Doral:
ResponderEliminarTe escribi algo en unos de los temas pasados espero te guste,en mujer nueva
MI CONCHY QUERIDA:
ResponderEliminarAgradezco muchísimo y en el alma tu finísima atención hermanita, ya te contestaré como tú te lo mereces en cuanto tenga un chancecito, ¡Te lo prometo!
TQM
Doral.