¿Sabes comunicarte con tu pareja?
Cuando una pareja se separa por falta de comunicación,
¿Quién de los dos pierde más?
Cuando una pareja se separa por falta de comunicación,
¿Quién de los dos pierde más?
En toda relación humana, existen elementos que nos ponen a pensar, de qué manera podemos lograr una mejor comunicación en todo sentido. Cuando un(a) niño(a) nace, no trae bajo su brazo, un manual integral sobre cómo vivir la vida, ni cómo debe comportarse para que todo le vaya bien, es el bebé mismo quien a través del lenguaje emite sus primeras señales de inter-relación con sus padres, hermanos o tutores, es así como el ser humano aprende a comunicarse y a obtener ganancias en beneficio propio.
Más tarde, el joven se vuelve un experto en relacionarse, aprende a conocerse, a confrontarse, a comunicarse consigo mismo y también con los demás. En la edad de la adolescencia la comunicación intrapsíquica es muy intensa, sobre todo cuando los chicos entran a la etapa de sus primeros escarceos amorosos, les da por escribir versos o cartas de amor. Los primeros retos de los adolescentes son de intensa actividad hormonal, no se miden consecuencias de los actos. Los muchachos se quieren devorar al mundo de un solo bocado sin digerirlo, y les place enormemente obtener su gratificación a corto plazo.
En tales circunstancias, hombre y mujer van perdiendo el rumbo de lo que en psicología social se denomina: “Comunicación sin un plan”. ¿A qué se refiere esto?, se refiere a que, en la relación que ambos mantienen no hay consulta, no se revisa la información de uno y otro, y ambos empiezan a agregarse supuestos que no existen, nacen los celos pasionales, la inseguridad, despiertan recelos, se forman juicios precipitados, confunden lo real con lo imaginario. En suma: Ignoran los sentimientos el otro, tal como son.
Hombre y mujer se van devaluando poco a poco ante esas actitudes tan poco maduras. El hombre se queja de que la mujer no lo entiende, y la mujer se queja de que su hombre no la comprende, y qué curioso pero ambos arrancan a refugiarse para donde la mamá o el papá esperan, y encuentran con que el papá y la mamá están en las mismas condiciones: Están durmiendo en camas separadas porque se pelearon por cualquier tontería. ¡Por favor...! ¿Qué les está pasando? Escuchan sin oír, hacen prejuicios, actúan bajo el influjo de su estado emocional y lo que es peor: Se disponen a ignorar lo que está sintiendo la otra persona.
Para el hombre en tales circunstancias, le resulta muy fácil encontrar la mejor solución, saliendo de la casa dando un santo portazo que sacude a toda la vecindad, se siente herido, lastimado en su dignidad, denigrado en su hombría, o atropellado en su machismo cultural, ¿Cómo es posible que una vieja me grite o me quiera ordenar a mí?... ¡A mí, que soy el hombre! -dice utilizado un tono de víctima- Y la mujer hace exactamente lo mismo: ¿Cómo es posible que me trate así, después de que le he dado mi vida entera? ¿Porqué no me tiene paciencia, ni siquiera porque lo amo tanto?
No quieren entender hombre y mujer que la comunicación y el aprendizaje para vivir en pareja, es un proceso que tiene que vivirse gradualmente, y en este menester, el respeto es índice de sana tolerancia. La comunicación es un proceso de lento aprendizaje, cuando se quieren asimilar positivamente las cosas. No es posible exigir el mismo ritmo de asimilación en dos personas, porque eso sería una buena grosería. Cada quien es como es y punto. Quien no desee comprenderlo así, tendrá dos problemas que resolver.
Entonces, es de vital importancia que los canales de comunicación entre hombre y mujer, sean lo más adecuados posible, antes de abrir la boca para agredir al otro, por favor, primero piensa en qué intencionalidad lleva tu mensaje, (es la fuente de origen de la comunicación), después observa el mensaje, ¿qué palabras vas a utilizar?, qué código vas utilizar, ¿son palabras conocidas por ti como emisor y también para tu receptor?, utiliza un lenguaje sencillo y elige qué canal de comunicación vas a utilizar; ¿El verbal?, ¿El escrito?, ¿El gestual? o cuál… y enseguida cuida las interferencias como por ejemplo el ruido, y finalmente asegúrate de que tu mensaje fue claramente recibido y qué efectos ha causado en el receptor. Cuando tengas bien claro que tu mensaje ha sido recibido, pon atención y espera atento(a) la respuesta.
Es posible que mediante este sencillo procedimiento, tengas más éxito para comunicarte con tu pareja, y no sólo con ella, sino también con todos los que te rodean. Sólo tienes que intentarlo y esperar la retroalimentación. Generalmente no sabemos comunicarnos, estamos haciendo las cosas tan mecánicamente que hablamos entre dientes y sin mirar a la persona y si ésta no nos responde nos enojamos, damos por hecho que nos ignoró, que no le interesó lo que le dijimos y ¿noooombreee para qué les cuento! Hacemos todo un show, circo, maroma y teatro hasta con gritos, cuando la realidad es que el otro ni siquiera se enteró de lo que dijimos, estaba distraído, está sordo, estaba hablando con otra persona o simple y sencillamente no le dio la gana responder.
¡Ojo!... mucho cuidado con esas actitudes que suelen convertirse en una verdadera guerra sin cuartel dentro de nuestro hogar y luego nos preguntamos: ¿Porqué cambió tanto conmigo?, ¿En qué fallé? ¿Qué hice mal para merecer esto que me está pasando?... Aquí te dejo la respuesta.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
Más tarde, el joven se vuelve un experto en relacionarse, aprende a conocerse, a confrontarse, a comunicarse consigo mismo y también con los demás. En la edad de la adolescencia la comunicación intrapsíquica es muy intensa, sobre todo cuando los chicos entran a la etapa de sus primeros escarceos amorosos, les da por escribir versos o cartas de amor. Los primeros retos de los adolescentes son de intensa actividad hormonal, no se miden consecuencias de los actos. Los muchachos se quieren devorar al mundo de un solo bocado sin digerirlo, y les place enormemente obtener su gratificación a corto plazo.
En tales circunstancias, hombre y mujer van perdiendo el rumbo de lo que en psicología social se denomina: “Comunicación sin un plan”. ¿A qué se refiere esto?, se refiere a que, en la relación que ambos mantienen no hay consulta, no se revisa la información de uno y otro, y ambos empiezan a agregarse supuestos que no existen, nacen los celos pasionales, la inseguridad, despiertan recelos, se forman juicios precipitados, confunden lo real con lo imaginario. En suma: Ignoran los sentimientos el otro, tal como son.
Hombre y mujer se van devaluando poco a poco ante esas actitudes tan poco maduras. El hombre se queja de que la mujer no lo entiende, y la mujer se queja de que su hombre no la comprende, y qué curioso pero ambos arrancan a refugiarse para donde la mamá o el papá esperan, y encuentran con que el papá y la mamá están en las mismas condiciones: Están durmiendo en camas separadas porque se pelearon por cualquier tontería. ¡Por favor...! ¿Qué les está pasando? Escuchan sin oír, hacen prejuicios, actúan bajo el influjo de su estado emocional y lo que es peor: Se disponen a ignorar lo que está sintiendo la otra persona.
Para el hombre en tales circunstancias, le resulta muy fácil encontrar la mejor solución, saliendo de la casa dando un santo portazo que sacude a toda la vecindad, se siente herido, lastimado en su dignidad, denigrado en su hombría, o atropellado en su machismo cultural, ¿Cómo es posible que una vieja me grite o me quiera ordenar a mí?... ¡A mí, que soy el hombre! -dice utilizado un tono de víctima- Y la mujer hace exactamente lo mismo: ¿Cómo es posible que me trate así, después de que le he dado mi vida entera? ¿Porqué no me tiene paciencia, ni siquiera porque lo amo tanto?
No quieren entender hombre y mujer que la comunicación y el aprendizaje para vivir en pareja, es un proceso que tiene que vivirse gradualmente, y en este menester, el respeto es índice de sana tolerancia. La comunicación es un proceso de lento aprendizaje, cuando se quieren asimilar positivamente las cosas. No es posible exigir el mismo ritmo de asimilación en dos personas, porque eso sería una buena grosería. Cada quien es como es y punto. Quien no desee comprenderlo así, tendrá dos problemas que resolver.
Entonces, es de vital importancia que los canales de comunicación entre hombre y mujer, sean lo más adecuados posible, antes de abrir la boca para agredir al otro, por favor, primero piensa en qué intencionalidad lleva tu mensaje, (es la fuente de origen de la comunicación), después observa el mensaje, ¿qué palabras vas a utilizar?, qué código vas utilizar, ¿son palabras conocidas por ti como emisor y también para tu receptor?, utiliza un lenguaje sencillo y elige qué canal de comunicación vas a utilizar; ¿El verbal?, ¿El escrito?, ¿El gestual? o cuál… y enseguida cuida las interferencias como por ejemplo el ruido, y finalmente asegúrate de que tu mensaje fue claramente recibido y qué efectos ha causado en el receptor. Cuando tengas bien claro que tu mensaje ha sido recibido, pon atención y espera atento(a) la respuesta.
Es posible que mediante este sencillo procedimiento, tengas más éxito para comunicarte con tu pareja, y no sólo con ella, sino también con todos los que te rodean. Sólo tienes que intentarlo y esperar la retroalimentación. Generalmente no sabemos comunicarnos, estamos haciendo las cosas tan mecánicamente que hablamos entre dientes y sin mirar a la persona y si ésta no nos responde nos enojamos, damos por hecho que nos ignoró, que no le interesó lo que le dijimos y ¿noooombreee para qué les cuento! Hacemos todo un show, circo, maroma y teatro hasta con gritos, cuando la realidad es que el otro ni siquiera se enteró de lo que dijimos, estaba distraído, está sordo, estaba hablando con otra persona o simple y sencillamente no le dio la gana responder.
¡Ojo!... mucho cuidado con esas actitudes que suelen convertirse en una verdadera guerra sin cuartel dentro de nuestro hogar y luego nos preguntamos: ¿Porqué cambió tanto conmigo?, ¿En qué fallé? ¿Qué hice mal para merecer esto que me está pasando?... Aquí te dejo la respuesta.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
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