¡Muchas gracias Señor y feliz navidad!
Faltan unos poquitos días para que llegue la navidad nuevamente a casa, la gente está contenta, hace sus planes de compra, se hace ilusiones, se proyecta anticipadamente a esa gran noche en que tradicionalmente se ha de festejar el nacimiento del Niño Jesús en los portales de Belen. Todo es muy lindo cada 24 de diciembre; los niños preparan sus cartitas a Santa Claus, las ponen debajo de los árboles de navidad en la espera de que Santa les surta sus pedidos. Los adolescentes se mueren de ansiedad por estrenar la ropa nueva que les compró papá o los tenis o botas de marca que les compró mamá, y los adultos se ponen tan felices por estrenar un coche nuevo del modelo de año que todavía no llega, o que planean hacer un viaje familiar, el viaje de sus sueños a Disneylandia o a otro lugar, o que están tan fascinados con su nueva casa que acaban de apartar para pagarla a crédito, etc., pero si las cosas no han salido hasta hoy como eran esperadas, veamos qué sucede en la mente, en el ánimo y en el corazón de todas aquellas personas que se debaten en sus emociones más negativas, tristes y desoladoras... ¡En plena navidad!
Las investigaciones realizadas por los entendidos en la materia, respecto al Neuromarketing, descubrieron que las estrategias de la mercadotecnia pueden ser muchas y muy variadas para implementar nuevas formas de hacer que los consumidores caigan redonditos ante sus "encantos" para vender sus productos y servicios, y donde la oferta y la demanda se convierte en una bonanza enorme para los mercadólogos, quienes siempre están a la vanguardia de que sus productos estén vigentes en cualquier época del año al precio que sea, pero desde luego la navidad es la época en que sus ganancias se incrementan considerablemente, porque la verdad amigas queridas... ¡A todas(os) nos fascina hacer compras abundantes en navidad! principalmente a las amas de casa que son las encargadas de la famosa cena, los arreglos de la casa y las compras navideñas para toda la familia.
¿Pero qué pasa cuando la mamá, el papá, el primo, el sobrino, o hasta el abuelo o la abuela, que trabajaron tanto y tan duro durante todo el año, no reciben retribuciones de aguinaldos en sus centros laborales, o que les dijeron: Vuelva otro día, o el año que entra porque hoy tenemos mucho trabajo, el contador ya salió de vacaciones, regresa hasta enero, ya no hay quién autorice los cheques, espérenos unos días, o simplemente con el mayor descaro responde: "No tengo forma de ayudarte"... ¿What, ayudarme?. - el o la pobre se queda así como sacado de onda- ¿Cómo es eso?, si yo no vengo a pedir limosnas, vengo a recibir lo que me corresponde por Ley a mi productividad durante todo el año en esta empresa, fábrica o negocio o lo que sea.
Pero a ver: ¿Qué se podría hacer en tales casos?, ¿Gritar, reñir, suplicar, insistir, demandar o esperar?, es muy fácil para muchos decir: "Espérame" ¿Pero por cuánto tiempo más?, ¿Será que debemos esperar hasta que se termine el mes diciembre, o de enero, febrero, marzo, o quizá hasta la siguiente navidad?, ¡No gracias... muchas gracias y que tenga usted una muy feliz navidad!, ¡Es el colmo!, pero suele suceder. ¿Y de qué te dan ganas?
Pues en realidad te dan ganas de salir corriendo de allí, de no suplicar, de no rebajarte al grado de chupar medias o lambisconearle nada a nadie, te dan ganas de llorar amargamente, de apartarte para siempre de ese lugar, de aislarte de todo y de todos, de preguntarte qué fue lo que pasó, qué hiciste mal para merecer eso, te dan ganas de pensar en mil cosas, menos de contarselo a alguien, porque en esa situación van involucrados muchos factores: El orgullo herido, la decepción, la frustración, la desesperanza, el desengaño, la tristeza, el dolor, el sufrimiento moral por el fraude, y por supuesto hasta la familia, ¿Qué le vas a decir a tu familia? ¿Que no hubo sueldo ni aguinaldo, pero que todo está y estará bien, que muchas gracias por entenderlo y feliz navidad para todos?, hey... ¡Qué chulada! ¿Así de fácil?, puede que tú lo entiendas y hasta lo hayas asimilado ya, ¿Pero lo entenderá tu familia?
Muchas cosas podrían suceder ante tales situaciones; (no voy a ahondar en ellas), pero no cabe duda de que la mejor manera de afrontar un caso similar sería poner las cosas en su lugar sin mezclar sentimientos, o mejor dicho, ver las cosas como son; sin dar oportunidad a que la depresión entre en casa, nadie quiere deprimirse en estas fechas ¿verdad?, entonces aprendamos a hacer la diferencia: Una navidad con dinero, y una navidad sin dinero en casa. ¿Qué estabamos acostumbrados a echar la casa por la ventana todos los años anteriores?, hey... sí; está bien, hoy no lo haremos y no pasa nada. ¿Que estabamos acostumbrados a comprar regalos para todos?, pues hoy no habrá regalos, ni cena, ni árbol ni nada y punto, tampoco pasa nada, sanseacabó ¿Y qué? ¿Qué podría pasar? A ver...
¿Que no habrá tamaleada?, ¿Que tampoco habrá sabrosísimo pavo relleno, ni romeritos ni bacalao, ni barbacoa, ni birria, ni picadillo elegante, ni piñatas, ni postre ni dulces ni nada?, mh... -¡piensa cabecita, piensa!... Pero un pozole casero de puerco sale más económico y con los centavitos que ahorré si me alcanza, ah... ¿Aunque sea eso?, ja ja ja ¡Qué cosas pensamos todas las mamás! ¿cierto?
Y bueno caray, al mal tiempo buena cara como dice un refrán, ¿Qué importa entonces que los jefes de tu trabajo te hayan dado la espalda, se hayan ido de vacaciones y se hayan olvidado de que tú también tienes familia?, faltan cuatro días para que sea navidad, ellos ya se fueron de vacaciones con las suyas sí, ¡Qué bueno que puedan hacerlo!, pero tú, mujer no llores, no tienes necesidad de llegar al llanto, porque desde el lugar donde te encuentras, desde tu trinchera de mujer amazona y guerrera, desde el seno de tu humilde hogar, debes abrir tu corazón, levantar tu ánimo, ¡Respira, y vuelve a respirar!, alza los ojos al cielo y acompañales con esta plegaria: ¡Muchas gracias Señor, y feliz navidad!
Doral.
Las investigaciones realizadas por los entendidos en la materia, respecto al Neuromarketing, descubrieron que las estrategias de la mercadotecnia pueden ser muchas y muy variadas para implementar nuevas formas de hacer que los consumidores caigan redonditos ante sus "encantos" para vender sus productos y servicios, y donde la oferta y la demanda se convierte en una bonanza enorme para los mercadólogos, quienes siempre están a la vanguardia de que sus productos estén vigentes en cualquier época del año al precio que sea, pero desde luego la navidad es la época en que sus ganancias se incrementan considerablemente, porque la verdad amigas queridas... ¡A todas(os) nos fascina hacer compras abundantes en navidad! principalmente a las amas de casa que son las encargadas de la famosa cena, los arreglos de la casa y las compras navideñas para toda la familia.
¿Pero qué pasa cuando la mamá, el papá, el primo, el sobrino, o hasta el abuelo o la abuela, que trabajaron tanto y tan duro durante todo el año, no reciben retribuciones de aguinaldos en sus centros laborales, o que les dijeron: Vuelva otro día, o el año que entra porque hoy tenemos mucho trabajo, el contador ya salió de vacaciones, regresa hasta enero, ya no hay quién autorice los cheques, espérenos unos días, o simplemente con el mayor descaro responde: "No tengo forma de ayudarte"... ¿What, ayudarme?. - el o la pobre se queda así como sacado de onda- ¿Cómo es eso?, si yo no vengo a pedir limosnas, vengo a recibir lo que me corresponde por Ley a mi productividad durante todo el año en esta empresa, fábrica o negocio o lo que sea.
Pero a ver: ¿Qué se podría hacer en tales casos?, ¿Gritar, reñir, suplicar, insistir, demandar o esperar?, es muy fácil para muchos decir: "Espérame" ¿Pero por cuánto tiempo más?, ¿Será que debemos esperar hasta que se termine el mes diciembre, o de enero, febrero, marzo, o quizá hasta la siguiente navidad?, ¡No gracias... muchas gracias y que tenga usted una muy feliz navidad!, ¡Es el colmo!, pero suele suceder. ¿Y de qué te dan ganas?
Pues en realidad te dan ganas de salir corriendo de allí, de no suplicar, de no rebajarte al grado de chupar medias o lambisconearle nada a nadie, te dan ganas de llorar amargamente, de apartarte para siempre de ese lugar, de aislarte de todo y de todos, de preguntarte qué fue lo que pasó, qué hiciste mal para merecer eso, te dan ganas de pensar en mil cosas, menos de contarselo a alguien, porque en esa situación van involucrados muchos factores: El orgullo herido, la decepción, la frustración, la desesperanza, el desengaño, la tristeza, el dolor, el sufrimiento moral por el fraude, y por supuesto hasta la familia, ¿Qué le vas a decir a tu familia? ¿Que no hubo sueldo ni aguinaldo, pero que todo está y estará bien, que muchas gracias por entenderlo y feliz navidad para todos?, hey... ¡Qué chulada! ¿Así de fácil?, puede que tú lo entiendas y hasta lo hayas asimilado ya, ¿Pero lo entenderá tu familia?
Muchas cosas podrían suceder ante tales situaciones; (no voy a ahondar en ellas), pero no cabe duda de que la mejor manera de afrontar un caso similar sería poner las cosas en su lugar sin mezclar sentimientos, o mejor dicho, ver las cosas como son; sin dar oportunidad a que la depresión entre en casa, nadie quiere deprimirse en estas fechas ¿verdad?, entonces aprendamos a hacer la diferencia: Una navidad con dinero, y una navidad sin dinero en casa. ¿Qué estabamos acostumbrados a echar la casa por la ventana todos los años anteriores?, hey... sí; está bien, hoy no lo haremos y no pasa nada. ¿Que estabamos acostumbrados a comprar regalos para todos?, pues hoy no habrá regalos, ni cena, ni árbol ni nada y punto, tampoco pasa nada, sanseacabó ¿Y qué? ¿Qué podría pasar? A ver...
¿Que no habrá tamaleada?, ¿Que tampoco habrá sabrosísimo pavo relleno, ni romeritos ni bacalao, ni barbacoa, ni birria, ni picadillo elegante, ni piñatas, ni postre ni dulces ni nada?, mh... -¡piensa cabecita, piensa!... Pero un pozole casero de puerco sale más económico y con los centavitos que ahorré si me alcanza, ah... ¿Aunque sea eso?, ja ja ja ¡Qué cosas pensamos todas las mamás! ¿cierto?
Y bueno caray, al mal tiempo buena cara como dice un refrán, ¿Qué importa entonces que los jefes de tu trabajo te hayan dado la espalda, se hayan ido de vacaciones y se hayan olvidado de que tú también tienes familia?, faltan cuatro días para que sea navidad, ellos ya se fueron de vacaciones con las suyas sí, ¡Qué bueno que puedan hacerlo!, pero tú, mujer no llores, no tienes necesidad de llegar al llanto, porque desde el lugar donde te encuentras, desde tu trinchera de mujer amazona y guerrera, desde el seno de tu humilde hogar, debes abrir tu corazón, levantar tu ánimo, ¡Respira, y vuelve a respirar!, alza los ojos al cielo y acompañales con esta plegaria: ¡Muchas gracias Señor, y feliz navidad!
Doral.
Doral:
ResponderEliminarYo puedo decirte que tengo tantas cosas que agradecerle a Dios porque el jamàs me a dejado sola,sabes en estas fecha de mi trabajo me dan vale de despensa de alli compro lo que vaya a utilizar para el dìa de navidad,de pronto siento una tristeza muy grande de ver como yo con alegria compro cosas para mi casa y pienso en las miles de personas que no tienen para comprar ni para comer algo y digo Dios Mio bendicelos hoy y siempre.
Dios me ha dado el mejor de todos los regalos que amo con todo mi ser,me bendicio con mis nietos y puedo decirte que son mi alegria.
Navidad es momento de uniòn familiar y de mucho amor.