Hoy vamos a entrar a un mundo privado e intimista amigas queridas, muy exclusivo de aquellas mujeres que llevan clavado un dolor muy profundo en su alma, la mirada perdida, la esperanza sobando lastimosamente su razón, y un grito desesperado queriendo aferrarse a una ilusión que se disfumina en el aire, su sueño roto en mil pedazos por la añoranza, el rechazo del ser amado, la traición, la rabia, la tristeza, la impotencia, la melancolía, la espera inútil de algo ya no tiene regreso posible a sus vidas.
Esas mujeres tendrán que recibir la navidad con el corazón destrozado, sintiéndose unas mofas humanas con ojos insensibles y sus caritas mojadas por el llanto, debatiéndose entre la vida y la muerte, sintiéndose atrapadas en un verdadero callejón sin salida, y tratando de flotar en las caudalosas aguas del río de su marchita vida, o haciendo verdaderos esfuerzos, y superesfuerzos constantes y repetidos por resurgir gloriosas de entre las cenizas, como el Ave Fénix de las Sagradas Escrituras, pero no encuentran el cauce en su interior, ni las fuerzas suficientes para seguir sosteniéndose de pié, no encuentran el camino de rumbo firme para conservarse íntegras y dignas.
¡Qué sola estás mujer, con todas tus riquezas en el alma!
Todo en su alma es oscuridad, tristeza, dolor, reflexión y lágrimas. No le encuentran ya más sentido a su existencia y la misma navidad que se aproxima, les va doliendo inclemente, más allá de la piel anticipadamente. Dos lágrimas y muchas más... ¿Por qué no?, rodando por las mejillas encendidas de vergüenza, muestras de incapacidad y pretensiones fallidas, intentos por recuperar la fe, la voluntad, la paz y el amor perdido.
¿Por qué nos duele tanto la navidad cuando no tenemos a nuestro lado a quien más amamos en la vida? Nos hacemos tantas preguntas que se quedan sin respuesta: ¿Quién soy ahora?, ¿Por qué, para qué y por quién sobrevivir ante mi derrota?, ¿Cómo volver a empezar?, ¿Cómo volver a mover mis alas hacia los más altos ideales de mi cielo interior?
La navidad, si bien es cierto que para muchas mujeres del mundo, es la mejor oportunidad para sonreír, para mostrar sus más hermosas cualidades femeninas: Los arreglos lindos del hogar, el acercamiento con los hijos, una cena amorosa en casa, los detalles cariñosos al compañero, las destrezas maravillosas y más ingeniosas en su cocina, la interacción con sus seres amados, vecinos, amigos y el carisma perfecto para sentirse el centro de atención familiar.
Pero para otras mujeres del mundo, la navidad representa todo lo contrario: Recuerdos dolorosos, recuerdos exhumados que atormentan la razón y devastan al corazón, lo único que desean esas mujeres es encerrarse, aislarse en su palabra ostra, no quieren fiestas, no quieren visitas en casa, no quieren saber más nada del mundo exterior.
Se meten en su propio mundo de pensamientos y sentimientos que constituyen toda una vorágine de sensaciones y percepciones dolorosas, una pobreza de espíritu con ideas tan tristes sobre el verdadero sentido de la navidad, y música divina con sus mil foquitos de colores, que animan al mundo, anunciando el nacimiento de JESUS, EL NIÑO DIOS.
Pero el árbol encendido languidece en un rincón, el frío de diciembre calando los huesos, la nieve cayendo por la ventana, la chimenea que trata de calentar el alma casi a la fuerza, la sala, los muebles, los techos y paredes de toda la casa, se queda en la dulce espera de una chispa, una emoción, y de una esperanza que renazca en el corazón humano de toda mujer que comulga con sus propias lágrimas en la noche de navidad.
¡Un buen momento para tener contacto directo con Dios!…
¿Por qué lloras mujer?
Analiza tu historia, recalca en el gran final, y aunque estés triste, en el fondo no tendrás más que alegrarte por ti, y por el camino que tomaron las cosas y su desenlace.
Se dice que para eliminar algo, hay que cortarlo de tajo, si no, difícilmente se va de nuestro lado. Pudiera extenderme mucho más en el tema de “TUS LÁGRIMAS EN NAVIDAD” pero todo lo que pueda decir, todos los comentarios, todas las repuestas, no están más que dentro de ti.
Sólo quiero mencionar algo que a mi juicio es importante: Fue un momento muy fructífero en tu vida, aunque haya sido efímero. Te ayudó a desatarte de un lastre que no te dejaba tomar aire, te ayudó a sentirte viva nuevamente, a darte cuenta de que a la demás gente también le interesas. Te ayudó a rescatar tus valores, a enfrentarte a la vida por ti misma, y a tantas cosas más que poco a poco irás descubriendo.
¡Anímate…ya está próxima la mejor navidad de tu vida!
Y por lo que se destruyó en el inter no debes preocuparte, que si vale la pena, poco a poco se irá reconstruyendo, ¿Tu compañero te abandonó, te traicionó? ¿Tus hijos se quedaron sin padre? ¿Sientes que defraudaste a tus padres? Hey, hey… ¡NO TE PREOCUPES, ES NAVIDAD! Y si no lo hacen hoy, algún día lo entenderán, y regresarán a tu lado totalmente como tú te lo mereces.
Sé que tu dolor ahora es muy grande, y que no existen palabras humanas para describir tu suprema pena y sacrificio, y aún más: Quienes te queremos, conocemos, reconocemos de manera franca y abierta, que todo lo que pudiéramos decirte en un sólo artículo no servirá de mucho, porque cuando se sufre todo es despacio, ni hay palabras humanas que hagan disminuir tu pesar.
Sin embargo quiero pedirte mujer que estás sufriendo, quiero suplicarte que seas fuerte, entera, decidida y definitiva para aceptar “tu realidad” tal como es, sin mezclar sentimientos, porque ese vacío tan grande que ahora sientes en tu corazón, nada ni nadie lo llenará: ¡Solamente Dios!. Él sabe por qué y para qué suceden las cosas, y no nos corresponde a nosotros como seres humanos, cuestionarlas.
¿Que te lastimaron?… ¡Y qué!, las palabras y las actitudes, sólo tienen el valor que tú quieras darles y cada cual ya tiene su premio o su castigo, siendo como es. Si lo entiendes así, te será mas fácil y rápido admitir y trascender no sólo èsto por lo que ahora atraviesas, sino cualquier otro tipo de viscisitud.
Date cuenta aquí y ahora que la persona que te lastimó consciente o inconscientemente, recibirá en su momento, exactamente y en la misma proporción lo que te hizo a ti, y en la forma como actuó contigo, porque todo lo que hacemos en la vida, sea bueno o malo, regresa a buscarnos con sus consecuencias.
Nada se pierde ni se queda sin premio o castigo en esta vida, y todos, absolutamente todos los seres humanos hemos de cosechar tarde o temprano el fruto de lo que sembramos. ¿Para qué entonces aburrir nuestra mente y enlodar nuestro corazón con agravios, amenazas, rencores, sentimientos y resentimientos en plena navidad?. ¿No es acaso más profunda la satisfacción y el gozo que se siente dar amor, en vez de recibirlo? ¿Crees acaso que Dios es injusto contigo, habiéndote dado un corazón tan noble y tan grande para haber amado de manera tan total e incondicional… e incluso si amaste a una persona equivocada?
¿Que te engañaron?… ¿Que te traicionaron?… caray, creo que ya es hora de que aprendas a ser más mujer y soportarlo serena, tranquila y con fe….¿sabes por qué?, Porque gracias a Dios pudiste darte cuenta con tus propios ojos y muy a tiempo de que no te merecían, (aunque haya sido demasiado doloroso), -repito- ¿Y qué?
Mira mujer, da gracias a Dios que haya sido ahora y tal como fue, y no después cuando el daño hubiera sido mayor, irreversible e irreparable. Acuérdate que de las grandes adversidades nacen las mejores oportunidades, porque siempre mujer… ¡Siempre los metales se prueban por el fuego!. Entre más resistentes, más valiosos. Y de igual manera sucede con el ser humano ante las terribles pruebas que nos pone la vida, o el destino que tantas veces, y a causa de nuestro dolor, consideramos injusto.
Quiero decirte también que no hay peor injusticia que la que cometemos los seres humanos contra nosotros mismos, al dejar de reconocer, o al dejar de aceptar que el dolor amigas de mi alma, el mismo dolor tiene su belleza oculta, ¿saben por qué?… Porque gracias al dolor, aprendemos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento.
Amiga lectora: Tú diste más y mejor de todo cuánto se te exigió ¿cierto?… ¿Entonces para qué esperar mejor o mayor correspondencia?.. ¿No representa mayor bendición el dar que el recibir?… Mira, no es tu problema si valoraron o no lo que tú diste de buena fe.
¿Te despreciaron?… ¡Mejor!, mucho mejor para ti, porque tú te quedas con el regalo que obsequiaste, y no perdiste nada y aprendiste, saliste ganando, no hay fracaso sino aprendizaje, no hay derrota sino triunfo y cuenta doble para ti, porque tú lo hiciste con noble y puro corazón y eso tiene doble valor. ¿no es acaso mejor la verdad (aunque esta sea dolorosa), que quedarte a vivir para siempre en y con la mentira?
¿Quién te lastimó?… ¿Quién te engañó?… ¿Quién te traicionó?… ¿Quién se atrevió a despreciarte?… ¿Fue acaso quién juró amarte?… wow, ¡eso es glorioso mujer!, porque con hechos y en tu propia cara te demostró lo poco que esa persona vale, y que quien te hizo llorar, no es merecedor ni siquiera de una sola de tus lágrimas… ¡Y mucho menos en plena navidad!
Darte cuenta mujer, es lo realmente valioso, maravilloso… ¡Glorioso!, que hayas podido evidenciarlo directamente, -es doloroso lo sé-, porque conozco tu dolor, pero ¿hubieras preferido vivir al lado de alguien que está en bancarrota de todos los valores por el resto de su vida?… ¡Puf!, creo que es lo que menos se merece una mujer.
Nadie tiene derecho de herir a nadie de esta manera, y menos cuando se trata de nuestros sentimientos más profundos, pero también te digo yo a ti mujer amiga lectora…. que tú SÍ TIENES EL DERECHO, y todo el derecho del mundo a no permitir que alguien vuelva a lastimarte de esa manera ni de ninguna otra manera, porque quien lo hace demuestra su poca calidad y ética humana y tú no estás ya para que te escojan, sino para escoger… y para ello, ahora te asiste una doble razón y tú lo sabes.
Toda mujer es hermosa, y demasiado valiosa como para darse el lujo de darle importancia a quien no la tiene, ni rendirle pleitesía a quien no lo merece. Ya te humillaste, ya te destrozaste, ya te rebajaste, ya hicieron contigo todo lo que quisieron porque tú se los permitiste, pues bien: Es hora de reconstruirte, de que pienses más en ti, más en tus hijos que están atravesando la etapa más difícil de toda su vida… “la búsqueda de su propia identidad”, y te guste o no, los hijos siempre imitan el dolor o la alegría de sus padres, repiten el patrón conductual de sus padres siempre. Recuerda que el individuo es producto de su medio, y ellos (nuestros hijos), todo lo aprenden por imitación.
Perdonad amigas queridas si soy dura e inflexible en mis conceptos, pero alguien tenía que hablarles claro, directo y con la verdad, lamento mucho que a mi persona le haya tocado tan dura, pero necesaria misión. Y ya para terminar, sólo tengo una pregunta para ustedes:
¿Tienen vosotras por ventura, a quién aplicar esta hermosa frase de Kahlil Gibrán?
“Cuán ciego es aquél, que te da algo de su bolsillo, para poder tomar todo lo que hay en tu valioso corazón”
Les amo supremamente en Cristo, y estoy con vosotras ahora y siempre.
¡Feliz navidad amigas queridas!
Doral.
Esas mujeres tendrán que recibir la navidad con el corazón destrozado, sintiéndose unas mofas humanas con ojos insensibles y sus caritas mojadas por el llanto, debatiéndose entre la vida y la muerte, sintiéndose atrapadas en un verdadero callejón sin salida, y tratando de flotar en las caudalosas aguas del río de su marchita vida, o haciendo verdaderos esfuerzos, y superesfuerzos constantes y repetidos por resurgir gloriosas de entre las cenizas, como el Ave Fénix de las Sagradas Escrituras, pero no encuentran el cauce en su interior, ni las fuerzas suficientes para seguir sosteniéndose de pié, no encuentran el camino de rumbo firme para conservarse íntegras y dignas.
¡Qué sola estás mujer, con todas tus riquezas en el alma!
Todo en su alma es oscuridad, tristeza, dolor, reflexión y lágrimas. No le encuentran ya más sentido a su existencia y la misma navidad que se aproxima, les va doliendo inclemente, más allá de la piel anticipadamente. Dos lágrimas y muchas más... ¿Por qué no?, rodando por las mejillas encendidas de vergüenza, muestras de incapacidad y pretensiones fallidas, intentos por recuperar la fe, la voluntad, la paz y el amor perdido.
¿Por qué nos duele tanto la navidad cuando no tenemos a nuestro lado a quien más amamos en la vida? Nos hacemos tantas preguntas que se quedan sin respuesta: ¿Quién soy ahora?, ¿Por qué, para qué y por quién sobrevivir ante mi derrota?, ¿Cómo volver a empezar?, ¿Cómo volver a mover mis alas hacia los más altos ideales de mi cielo interior?
La navidad, si bien es cierto que para muchas mujeres del mundo, es la mejor oportunidad para sonreír, para mostrar sus más hermosas cualidades femeninas: Los arreglos lindos del hogar, el acercamiento con los hijos, una cena amorosa en casa, los detalles cariñosos al compañero, las destrezas maravillosas y más ingeniosas en su cocina, la interacción con sus seres amados, vecinos, amigos y el carisma perfecto para sentirse el centro de atención familiar.
Pero para otras mujeres del mundo, la navidad representa todo lo contrario: Recuerdos dolorosos, recuerdos exhumados que atormentan la razón y devastan al corazón, lo único que desean esas mujeres es encerrarse, aislarse en su palabra ostra, no quieren fiestas, no quieren visitas en casa, no quieren saber más nada del mundo exterior.
Se meten en su propio mundo de pensamientos y sentimientos que constituyen toda una vorágine de sensaciones y percepciones dolorosas, una pobreza de espíritu con ideas tan tristes sobre el verdadero sentido de la navidad, y música divina con sus mil foquitos de colores, que animan al mundo, anunciando el nacimiento de JESUS, EL NIÑO DIOS.
Pero el árbol encendido languidece en un rincón, el frío de diciembre calando los huesos, la nieve cayendo por la ventana, la chimenea que trata de calentar el alma casi a la fuerza, la sala, los muebles, los techos y paredes de toda la casa, se queda en la dulce espera de una chispa, una emoción, y de una esperanza que renazca en el corazón humano de toda mujer que comulga con sus propias lágrimas en la noche de navidad.
¡Un buen momento para tener contacto directo con Dios!…
¿Por qué lloras mujer?
Analiza tu historia, recalca en el gran final, y aunque estés triste, en el fondo no tendrás más que alegrarte por ti, y por el camino que tomaron las cosas y su desenlace.
Se dice que para eliminar algo, hay que cortarlo de tajo, si no, difícilmente se va de nuestro lado. Pudiera extenderme mucho más en el tema de “TUS LÁGRIMAS EN NAVIDAD” pero todo lo que pueda decir, todos los comentarios, todas las repuestas, no están más que dentro de ti.
Sólo quiero mencionar algo que a mi juicio es importante: Fue un momento muy fructífero en tu vida, aunque haya sido efímero. Te ayudó a desatarte de un lastre que no te dejaba tomar aire, te ayudó a sentirte viva nuevamente, a darte cuenta de que a la demás gente también le interesas. Te ayudó a rescatar tus valores, a enfrentarte a la vida por ti misma, y a tantas cosas más que poco a poco irás descubriendo.
¡Anímate…ya está próxima la mejor navidad de tu vida!
Y por lo que se destruyó en el inter no debes preocuparte, que si vale la pena, poco a poco se irá reconstruyendo, ¿Tu compañero te abandonó, te traicionó? ¿Tus hijos se quedaron sin padre? ¿Sientes que defraudaste a tus padres? Hey, hey… ¡NO TE PREOCUPES, ES NAVIDAD! Y si no lo hacen hoy, algún día lo entenderán, y regresarán a tu lado totalmente como tú te lo mereces.
Sé que tu dolor ahora es muy grande, y que no existen palabras humanas para describir tu suprema pena y sacrificio, y aún más: Quienes te queremos, conocemos, reconocemos de manera franca y abierta, que todo lo que pudiéramos decirte en un sólo artículo no servirá de mucho, porque cuando se sufre todo es despacio, ni hay palabras humanas que hagan disminuir tu pesar.
Sin embargo quiero pedirte mujer que estás sufriendo, quiero suplicarte que seas fuerte, entera, decidida y definitiva para aceptar “tu realidad” tal como es, sin mezclar sentimientos, porque ese vacío tan grande que ahora sientes en tu corazón, nada ni nadie lo llenará: ¡Solamente Dios!. Él sabe por qué y para qué suceden las cosas, y no nos corresponde a nosotros como seres humanos, cuestionarlas.
¿Que te lastimaron?… ¡Y qué!, las palabras y las actitudes, sólo tienen el valor que tú quieras darles y cada cual ya tiene su premio o su castigo, siendo como es. Si lo entiendes así, te será mas fácil y rápido admitir y trascender no sólo èsto por lo que ahora atraviesas, sino cualquier otro tipo de viscisitud.
Date cuenta aquí y ahora que la persona que te lastimó consciente o inconscientemente, recibirá en su momento, exactamente y en la misma proporción lo que te hizo a ti, y en la forma como actuó contigo, porque todo lo que hacemos en la vida, sea bueno o malo, regresa a buscarnos con sus consecuencias.
Nada se pierde ni se queda sin premio o castigo en esta vida, y todos, absolutamente todos los seres humanos hemos de cosechar tarde o temprano el fruto de lo que sembramos. ¿Para qué entonces aburrir nuestra mente y enlodar nuestro corazón con agravios, amenazas, rencores, sentimientos y resentimientos en plena navidad?. ¿No es acaso más profunda la satisfacción y el gozo que se siente dar amor, en vez de recibirlo? ¿Crees acaso que Dios es injusto contigo, habiéndote dado un corazón tan noble y tan grande para haber amado de manera tan total e incondicional… e incluso si amaste a una persona equivocada?
¿Que te engañaron?… ¿Que te traicionaron?… caray, creo que ya es hora de que aprendas a ser más mujer y soportarlo serena, tranquila y con fe….¿sabes por qué?, Porque gracias a Dios pudiste darte cuenta con tus propios ojos y muy a tiempo de que no te merecían, (aunque haya sido demasiado doloroso), -repito- ¿Y qué?
Mira mujer, da gracias a Dios que haya sido ahora y tal como fue, y no después cuando el daño hubiera sido mayor, irreversible e irreparable. Acuérdate que de las grandes adversidades nacen las mejores oportunidades, porque siempre mujer… ¡Siempre los metales se prueban por el fuego!. Entre más resistentes, más valiosos. Y de igual manera sucede con el ser humano ante las terribles pruebas que nos pone la vida, o el destino que tantas veces, y a causa de nuestro dolor, consideramos injusto.
Quiero decirte también que no hay peor injusticia que la que cometemos los seres humanos contra nosotros mismos, al dejar de reconocer, o al dejar de aceptar que el dolor amigas de mi alma, el mismo dolor tiene su belleza oculta, ¿saben por qué?… Porque gracias al dolor, aprendemos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento.
Amiga lectora: Tú diste más y mejor de todo cuánto se te exigió ¿cierto?… ¿Entonces para qué esperar mejor o mayor correspondencia?.. ¿No representa mayor bendición el dar que el recibir?… Mira, no es tu problema si valoraron o no lo que tú diste de buena fe.
¿Te despreciaron?… ¡Mejor!, mucho mejor para ti, porque tú te quedas con el regalo que obsequiaste, y no perdiste nada y aprendiste, saliste ganando, no hay fracaso sino aprendizaje, no hay derrota sino triunfo y cuenta doble para ti, porque tú lo hiciste con noble y puro corazón y eso tiene doble valor. ¿no es acaso mejor la verdad (aunque esta sea dolorosa), que quedarte a vivir para siempre en y con la mentira?
¿Quién te lastimó?… ¿Quién te engañó?… ¿Quién te traicionó?… ¿Quién se atrevió a despreciarte?… ¿Fue acaso quién juró amarte?… wow, ¡eso es glorioso mujer!, porque con hechos y en tu propia cara te demostró lo poco que esa persona vale, y que quien te hizo llorar, no es merecedor ni siquiera de una sola de tus lágrimas… ¡Y mucho menos en plena navidad!
Darte cuenta mujer, es lo realmente valioso, maravilloso… ¡Glorioso!, que hayas podido evidenciarlo directamente, -es doloroso lo sé-, porque conozco tu dolor, pero ¿hubieras preferido vivir al lado de alguien que está en bancarrota de todos los valores por el resto de su vida?… ¡Puf!, creo que es lo que menos se merece una mujer.
Nadie tiene derecho de herir a nadie de esta manera, y menos cuando se trata de nuestros sentimientos más profundos, pero también te digo yo a ti mujer amiga lectora…. que tú SÍ TIENES EL DERECHO, y todo el derecho del mundo a no permitir que alguien vuelva a lastimarte de esa manera ni de ninguna otra manera, porque quien lo hace demuestra su poca calidad y ética humana y tú no estás ya para que te escojan, sino para escoger… y para ello, ahora te asiste una doble razón y tú lo sabes.
Toda mujer es hermosa, y demasiado valiosa como para darse el lujo de darle importancia a quien no la tiene, ni rendirle pleitesía a quien no lo merece. Ya te humillaste, ya te destrozaste, ya te rebajaste, ya hicieron contigo todo lo que quisieron porque tú se los permitiste, pues bien: Es hora de reconstruirte, de que pienses más en ti, más en tus hijos que están atravesando la etapa más difícil de toda su vida… “la búsqueda de su propia identidad”, y te guste o no, los hijos siempre imitan el dolor o la alegría de sus padres, repiten el patrón conductual de sus padres siempre. Recuerda que el individuo es producto de su medio, y ellos (nuestros hijos), todo lo aprenden por imitación.
Perdonad amigas queridas si soy dura e inflexible en mis conceptos, pero alguien tenía que hablarles claro, directo y con la verdad, lamento mucho que a mi persona le haya tocado tan dura, pero necesaria misión. Y ya para terminar, sólo tengo una pregunta para ustedes:
¿Tienen vosotras por ventura, a quién aplicar esta hermosa frase de Kahlil Gibrán?
“Cuán ciego es aquél, que te da algo de su bolsillo, para poder tomar todo lo que hay en tu valioso corazón”
Les amo supremamente en Cristo, y estoy con vosotras ahora y siempre.
¡Feliz navidad amigas queridas!
Doral.
Doral:
ResponderEliminarTodas en algùn momento en la vida pasamos una crisis porque el hombre al que amamos nos fallo,tambien se que es bueno llorar desahogarse y despues es momento de decirle a Dios y aprender a valorarnos,si ese que creiamos nuesto Amor se fue no importandole que nos rompio el corazòn,no vale la pena de ramar màs lagrimas por el,quisas con el pasar de el tiempo nuestro padre Dios nos ponga en el camino a un ser que nos de su Amor,comprensiòn y respeto.
Todas valemos como Mujeres y si no sotras no nos damos ese valor nadie màs lo va aser,tenemos que amarnos màs.
En la vida las cosas pasan por algo y ademàs nada es eterno.
Somos la creaciòn màs hermosa que Dios hizo y como tal a el no le gusta vernos sufrir y mucho menos que nos humillemos por rogar amor a quien se va de nuestro lado.
Cuando alguien te ama no te lastima,el Amor es respeto,comprensiòn y si no hay nada de eso para que seguir al lado de esa persona.
Felicidades doral es un tema magnifico.
Doral:
ResponderEliminarAnoche escribi me inspire y no se que paso,ya que tenga màs tiempecito voy a escribir de nuevo
este mensaje me conforto el alma. si bien es cierto en ocasiones me siento asi, tengo una herida que aun sigue abierta. gracias por este mensaje me ayudo muchisimo especialmente hoy.
ResponderEliminarMI QUERIDA E INOLVIDABLE CONCHY:
ResponderEliminarDice un dicho que se puede tener el corazón más blanco que la nieve y pueda quenadie se acoja nunca a él. Se sufre mucho cuando se ama es cierto, pero no es porque se deba sufrir en el amor, sino por el amor propio herido cuando el amor no nos es valorado justamente, y eso es precisamente lo que duele más cuando aún no hemos comprendido que amar es lo más importante, aunque no sepan valorar tu amor, ¿quien se lo pierde?
Gracias hermanita querida, me gusta leerte siempre y el otro escrito que dices que te inspiraste? me gustaría mucho tenerlo, de acuerdo cuando tengas tiempito no te preocupes, por ahora el hogar, el esposo y los hijos son prioridad, la familia debe estar unida para recibir la navidad y ojalá que en hogar sea la dicha,la salud y la abundancia plena y que este año venidero traiga para ti y los tuyos, un cúmulo de bendiciones.
Te lo deseo con un enorme abrazo desde mi corazón. ¡Feliz Navidad Conchy!
Doral.
HOLITA "ANONIMO"
ResponderEliminarNo sé quien es usted, pero igual agradezco sus palabras que tambien para mi son confortantes, en el sentido de que proporcionan satifacción el saber que mis humildes palabras puedan servir de consuelo a un ser que sufre, gracias por comunicarmelo, no sabe cuanto agradezco a Dios por ello y que nos siga uniendo a usted y a mi, aunque sea de manera virtual.
Estoy a sus ordenes y ojalá nunca deje de escribirnos, prometo responder en la medida que mi modestas posibilidades así me lo permitan.
Feliz navidad de todo corazón,
con mi potente abrazo sincero.
Doral.