¡Contigo o sin ti, quiero ser feliz!
Puede parecer frío, soso, indolente, egoísta, grosero, altanero y pasivo decirle a alguien: “ ¿Sabes qué?, me vale un soberano cuete lo que tú hagas o dejes de hacer… ¡Yo sigo y seguiré adelante, contigo o sin ti!” … claro; suena cruel ¿Cómo no? y más cuando se lo dices de frente a la persona que te ha dicho que te ama, aunque no lo haya demostrado al cien por cierto, pero es tu pareja, es la persona con quien has compartido tu cotidiano vivir, tus sueños, tus pesares, tus tantos momentos de amor, desamor y tantas otras cosas… trocitos de vida con los que has llenado día a día tu existencia.
Sin embargo amigas lectoras, en honor a la verdad, es justo reconocer franca y abiertamente, que a esta vida no se llega acompañado de nadie, que cuando llegamos a este mundo lo hacemos solos, y así nos toca aprender a respirar el primer hálito de vida, a llorar la primera lágrima, a patalear por sobrevivir y que cuando nos toque partir, tampoco nos llevaremos a la tumba ni siquiera un triste alfiler, mucho menos a la persona amada, ¡Qué más quisiéramos! ¿verdad?
Por supuesto que nuestros seres queridos todos son importantes para nosotros, eso no se le puede negar, aprendimos a amarlos, a valorarlos a estar con ellos, a compartir con ellos todo lo que en apariencia ha sido nuestra vida, pero en esencia sabemos que a la postre, sólo se vive uno a sí mismo, y que por más que amemos a una persona, siempre habrá un rinconcito de nuestro ser que se conserve intacto, intocable e inexplorado que nos pertenece entero por derecho propio, me refiero a nuestra propia individualidad.
Por lo tanto, hagamos ahora un inventario, vayamos al archivero de nuestra existencia, revisemos uno por uno todos los cajones donde se guardan los archivos, folders o carpetas separaditas en presente, pasado y futuro. Tengamos el valor de revisar y analizar detenidamente todo lo que nos gustó y no nos gustó (y que por lo mismo lo refundimos hasta el fondo), lo que aprovechamos y desaprovechamos, los momentos felices y los momentos tristes, también nuestros sueños, nuestros anhelos y hasta nuestras necias fantasías, todo se encuentra guardado allí, es nuestro historial de vida, nada se ha quedado afuera ni guardado en otro lugar, todo está concentrado allí en nuestro archivero personal muy íntimo.
Darse cuenta o despertar conciencia es el objetivo, que frente a nuestra vida sólo hay dos cosas: Lo que hemos hecho y lo que no hemos hecho, no hay más… no le demos más vueltas a este asunto por favor. Pues para concretar acciones y tomar decisiones, sólo basta asomarnos a nuestros aciertos y desaciertos, encontrar nuestras alas de libertad (que habíamos perdido), no de posesión, no nacimos para ser poseídas, nacimos para encontrar nuestro eco, nuestro propio cauce de vida y en la palabra podemos encontrar un testimonio valioso, pues hombre y mujer de este mundo, valen precisamente por la honestidad que pongan en sus palabras, nadie puede dar lo que no tiene, y a todos podemos engañar, menos a nuestro propio corazón.
En definitiva: Des-ahogarse, des-papelarse o limpiar los cajones del archivero de nuestra vida no puede ser algo inútil o tóxico, por el contrario: ¿Encontraste guardado algún evento doloroso? ¿Alguien que te lastimó? ¿Huiste en su momento sin afrontarlo? ¿Lo encontraste archivado en la carpeta del pasado? ¡Sácalo… analízalo, depúralo, y des-haste de esa basura!, yo te enseñaré cómo hacerlo tal como me enseñaron a mí, ¿quieres?... Vamos, nada pierdes con intentarlo:
“Cierra tus ojos por un momento, respira profundo, bucea hacia el interior de tu ser, enfoca a la persona que te lastimó, siéntala frente a ti, mírala bien, mira la actitud de su rostro y dile mental o verbalmente todo lo que tienes que decirle, lo que sientes con respecto a lo que pasó y cómo te hizo sentir, sácalo todo, vomítalo sin temor, mándalo al carajo o bendícela por todo lo que te dio, por todo lo que te enseñó, pero desahógate, bota todo y observa lo que ella (o él), pueda responderte. Una vez que lo haya hecho, finalmente suéltalo, déjalo donde debe estar, en tu corazón, o allá en su mundo, su espacio, perdónalo, déjalo ir en paz con estas palabras: “Tú eres tú y yo soy yo. Tú no veniste a este mundo a cumplir mis caprichos ni mis expectativas de vida ni yo las tuyas, pero si algún día nos volvemos a encontrar, qué bello será, y si no… tú toma tu camino y yo el mío” . Al terminar de ejercitar esta sencilla práctica, regresa a ti, abre los ojos, vuelve a respirar hondo, respira tu realidad, tu libertad… ¡Respira la vida a la que tú tienes todo el derecho del mundo!
Y ya para concluir, regálate el mejor don que Dios y la vida te habían dado anticipadamente (lo habías olvidado) y di para ti misma en tu corazón: “Contigo o sin ti, quiero ser feliz” y verás que lo vas a lograr.
Paz Inverencial.
Doral.
p.d. Agradecimientos supremos al Dr. Javier Yánez Saucedo por su brillante exposición en clase, una muy valiosa intervención e invitación a la más profunda de todas las reflexiones de vida. Dios le bendiga maestro. ¡Gracias!
Hola amiga Doral, que lindo escrito y buenos consejos,
ResponderEliminaryo me quedo con hacer una buena limpieza en general de todo lo malo del pasado, para empezar de nuevo y vivir el prensete en paz, y poder decir sin ti soy feliz,, en mi caso lo digo muy segura sin ti soy mas feliz,
en la limpieza que hecho dentro de mi ahora todo brilla como los chorros del oro y un aroma que huele a la flor de azahar,, bueno mi amiga ya sabes tu que ando un poco atareada estoy de vacaciones,jajajaja, muchisimas gracias por tu bella amistad que para mi es un honor, me siento muy orgullosa de ser tu amiga, te quiero mucho.LOLA.
BUENOS DÍAS LOLYS QUERIDA:
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida amiga ESTRELLA DEL MAR DE INSPIRACIÓN (Lolys de Marbella), mil gracias por tu valioso comentario respecto al presente artículo y yo feliz de leerte mamaíta querida, sabiendo que andas de vagaciones(jeje), que bueno que dejaste Marbella y que andas de paseo por allá en la lindísima Sevilla de la madre patria, donde las calles huelen a pura flor de azahar, woww ¡qué belleza Lolys! disfrútalo al máximo y sé feliz porque tú te mereces eso y mucho más.
Te quiero siempre amiga y hermana de mi corazón,
enviándote desde México hasta España, mi potente abrazo sincero.
Doral.
Hola Doral, gracias por aceptar mi invitación :)
ResponderEliminarMe encanta tu blog. Que ciertas son las palabras que dice el post, pues esos momentos, por dolorosos que sean, hay que superarlos, lo digo por experiencia.. pues pueden tardar en curarse o vivir con ellos para siempre. No voy a decir que mis problemas se hallan curado, no..pero lo que si sé, es que quiero vivir, ¡ Contigo o sin tí, quiero ser feliz ! me has dado esperanza y alegria Doral, gracias.
Dios te bendiga.
Un fuerte abrazo desde España !
Raquel.
BUENOS DIAS ESTIMADA RAQUEL:
ResponderEliminarMuchas gracias por estar aquí mi niña querida, en nombre de nuestra casita virtual y el círculo de amigas lectoras algunas silentes y otras activas, me es grato darte la más cordial bienvenida a este sitio de mujeres que pretende ser un faro de luz en el corazón de toda mujer que de alguna manera siente y sabe que para serlo, sólo se necesita asomarse a otros corazones y solidarizarse con las penas y alegrías compartidas, eso hace más fácil el tránsito de nuestros propios dolores mi vida, sé que tú tambien lo sabes.
Y con respecto a tu propio sentir que nos compartes, sabemos que nadie está exento de encontrarse el camino de la vida, sembrado de espinas y piedras, algunas muy duras y difíciles de quitar, sin embargo Dios que es tan generoso, siempre nos va poniendo vendas de amor cuando más sufrimos y que esos sucesos dolorosos después de todo, son los paliativos necesarios para crecer, para madurar, para trasceder, veámoslos así, son sólo tropiezos de enseñanza que nos templan el carácter, nos hacen más fuertes, más seguras, más maduras, amazonas, guerreras y más trascendidas en todo sentido. Y que pronto llegará el día en que veamos que... ¿qué clase de sentimiento pudiera sucedernos que no conozcamos ya?, entonces quizá veamos las dificultades y los problemas con una cara más amable, más dispuesta, más preparada para entender que es a través del dolor precisamente como más se aprende. ¿Sabes por qué Raquelita preciosa?, Porque gracias al dolor aprendemos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento ¿Quieres mejor recompensa que encontrar de pie tu propia fortaleza dentro de ti?
Dios no mora como un huésped en el corazón de la mujer que ama mi niña santa, y yo te digo a tí sin temor a equivocarme, que: Cuando Dios escoge el corazón de la mujer para morar en él, todo su cuerpo se convierte en su templo que por siempre vive y vivirá bendecido pase lo que pase y suceda lo que suceda, digan lo que digan o hagan lo que hagan o dejen de hacer otros. Tú eres tú, y deja que los otros vivan a su manera, ya tienen su precio (o su castigo) siendo como son.
Cuídate mucho por favor y acude con nosotras, cada vez que tu corazón te lo dicte, aquí siempre encontrarás una mano amiga (o mejor dicho muchas), dispuestas a sujetar la tuya con todo el amor y el respeto que tú como mujer nos mereces.
¡Bienvenida Raquel!
Doral.
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ResponderEliminarHola Doral, muchas gracias por tus hermosas y sabias palabras :) veo, que eres una mujer muy espiritual y me gusta como piensas.. tu respuesta no podia ser mejor, de fuerza, valor, amor, esperanza, fe y amistad.
ResponderEliminarDe los suspiros algo nace que no es la pena, porque la he abatido antes de la agonía; el espíritu crece olvida y llora: algo nace, se prueba y sabe bueno, todo no podía ser desilusión: tiene que haber, Dios sea loado, una certeza, si no de bien amar, al menos de no amar, y esto es verdadero, luego de la derrota permanente. " Hay que luchar y seguir luchando, aunque solo sea previsible la derrota ".
Gracias Doral !
Dios te bendiga.
Raquel.