viernes, 26 de marzo de 2010

¡La sombra de los recuerdos!


¡La sombra de los recuerdos!


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, mas allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, etapas, puertas o capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es tener el valor de cerrarlos a tiempo. Dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

Es vital no perder el tiempo de nuestro presente "revolcándonos" en las preguntas de los "porqués", porqué ésto, porqué lo otro y regresar una y mil veces al círculo vicioso del regreso del casset, tratando de entender qué fue lo que pasó, o por qué sucedió lo que sucedió.

El desgaste emocional va a ser infinito, porque en la vida todos estamos abocados a ir "cerrando capítulos", a "pasar la hoja ", a "terminar con etapas", o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos ese "por qué". Lo que sucedió, sucedió y hay que soltarlo, hay que dejarlo ir, hay que saber despedirse y desprenderse.

No debemos tener actitudes infantiles ni ser niñas eternamente, ni adolescentes tardías, ni fieles siquiera a sentimientos inexistentes amigas queridas. Incluso; ni continuar aferradas a vínculos con quien no se quiere estar vinculado, ni a nosotros ni a nuestra vida, ¡NO!... las cosas pasan y hay que dejarlas ir con serenidad y paz. ¿Que duele?, ¡puf!... ¡claro que duele, y mucho!...¿y qué?... ¿no es mas caótico acaso seguir aferradas a querer conservar algo que ya no nos es útil para nada?

Por eso a veces es tan importante destruir hasta los recuerdos de lo que fué. Aceptar el presente tal como es, sin mezclar sentimientos. Destruir recuerdos es a veces un poco doloroso, es como renunciar al apego de dejar una casa para cambiarnos a otra, o romper documentos, o tirar libros, o regalar ropa que tenía años guardada. Desapegarnos a personas y objetos que en otro tiempo nos fueron tan queridos no es fácil, pero tampoco es imposible.

Los cambios externos, pueden simbolizar procesos internos de superación en nuestra persona. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas ya marcadas, y es preciso aprender a perder y a ganar, estar preparadas para éxito, pero también para el (fracaso), tropiezo de enseñanza. Es imprescindible dejar ir las etapas, no aferrarnos a ninguna, aprender a vivir con el hoy, con el presente, y solo con lo que tenemos en nuestro presente. El pasado ya pasó, ya murió, ya no existe, ya se fue y no tiene regreso posible y el futuro aún no existe.

No esperes a que el destino te devuelva todo lo que perdiste, no esperes que te lo reconozca nadie, no esperes que alguna vez alguien se dé cuenta de quién eres realmente tú. Suelta los recuerdos, suelta el resentimiento (tu televisor personal), ya deja de darle y darle vueltas al mismo asunto, ya decídete a dejar de girar en el mismo círculo vicioso que te ocasiona tantos trastornos emocionales, lo único que conseguirás es agotarte mentalmente a ti misma, envenenarte, amargarte y hacer infelices a quienes te rodean.

Piensa que la vida está para adelante, nunca para atrás, y que si las cosas no salieron como tú esperabas, será justo ése... el poderoso detonante para no cometer los mismos errores que cometiste en el pasado, recuerda que el presente está compuesto de "consecuencias", si has vivido bién, tu presente será bueno, pero si viviste en el error, las consecuencias no se harán esperar en tu presente. Cierra ya las puertas a todo lo vivido en el pasado, olvida ya el pasado, cierra esa etapa. Porque si vas por la vida dejando puertas abiertas (por si acaso), nunca podrás desprenderte de tu pasado, ni vivir el hoy con satisfacción.

Los afectos que no se clausuran inteligentemente en el momento en que terminan, tu mente siempre los contemplará como una posibilidad de regreso. Pero yo me pregunto: ¿A que?, ¿Necesidad de explicaciones, aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron en su momento?, ¿Silencios que te invadieron? ¿Para qué regresar? ¡Tú puedes enfrentarlo aquí y ahora, sólo házlo!, Pero si no puedes enfrentarlo, si ves que no tienes valor, ni disposición, ni ganas, entonces sólo ¡Déjalo ir! ¡Déjalo pasar!, cierra ese capítulo con dignidad y respeto a tu persona, no te devalúes, supéralo y crece (es el momento justo para lograrlo).

Tal vez sí seas capaz de decirte a ti misma "nó"... de que eso ya no vuelve, y te convenzas de que ya no volverá. (al menos igual, ya nunca), pero no lo hagas por orgullo o soberbia, sino porque tú ya no encajas ahí, en ese lugar, en ese corazón, en esa casa o en la vida de esa persona. Tú ya no eres la misma mujer que fuiste en el pasado, por lo tanto ya no tienes porque ni para qué volver. Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo que te lastima, porque ni tú serás la misma persona, ni el entorno al que regresarás tampoco lo será, ya nada será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático, todo lo existente está sujeto a la ley del movimiento.

Por salud mental y amor a ti misma, debes desprenderte de lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable, ni una persona, ni un lugar, situación o cosa, nada es vital para vivir, porque cuando llegaste a este mundo no traías nada en tus manos, ni un triste alfiler, ni ningún otro tipo de adhesivo. Por lo tanto y en honor a la verdad, solo es "costumbre" vivir apegada a tu pasado, y es un trabajo o disciplina íntima y muy personal: Aprender a vivir sin ese hábito, costumbre o apego.

Hacer una vida nueva, es un proceso que en forma gradual, te irá dando satisfactores con gozo íntimo, pues vas aprendiendo a desprenderte humanamente de todos los apegos, tú puedes lograrlo porque -repito-; nada ni nadie es indispensable, solo se trata de hábitos, costumbres, apegos y necesidad (o mejor dicho: necedad de tu parte)

Por lo tanto, ya para terminar, solo me resta pedirte, rogarte, suplicarte lo siguiente amiga querida, tú que me lees periódicamente en la intimidad de tu hogar, de tu oficina, de tu trabajo, de tu vida: Cierra, clausura, limpia, tira, oxigeniza, despréndete, sacude, suéltate, deja yá de sujetarte al pasado. Hay tantas palabras para significar la salud mental, y cualquiera que sea la que tú elijas para tí, te ayudará infinitamente a seguir hacia adelante con fe, tranquilidad, seguridad, fuerza, valor y paz, ¿sabes por qué? ¡Por que tú vales demasiado! y nadie que te robe tu paz, (de la forma que haya sido), merece que le rindas mas pleitesía, ni le otorgues mas concesiones, ni siquiera con el pensamiento. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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