La violencia: ¡Una cadena de sinsabores!
¿Conocen ustedes amigas queridas ese famoso dicho que reza: “Mente sana, cuerpo sano”? Pues bien, los estados mentales del ser humano, influyen mucho en la salud física. Nuestros sentimientos y emociones pueden tener efectos positivos o negativos en nuestro bienestar físico. Sentimientos de abandono, maltrato y violencia puede disminuir considerablemente nuestro sistema inmunológico, las defensas del organismo se minimizan ante los sentimientos de impotencia, tristeza, soledad y dolor. En cambio, sentimientos como ser y sentirnos amados, apoyados y protegidos, pueden ayudarnos a enfrentar y a tratar con situaciones estresantes. (Wallston, Alagna y DeVellis, 1983).
En este marco, encontramos que la violencia tiene muchas caras, se disfraza de mil ropajes, se escuda en mil excusas y pretextos, se desliza a velocidades vertiginosas sin ninguna cautela, por la pendiente de la astucia desmedida, utilizando para ello la fuerza física y la fuerza de la palabra que golpea, que agrede, que mata, para finalmente esconderse bajo las sombras de la ignorancia y la pobreza de espíritu.
¿Las víctimas principales de los escenarios más violentos? Son mujeres y niños, que son tratados con tremenda severidad y dureza dentro y fuera de sus hogares. Y algunas mujeres, a pesar de que sienten la rudeza, el rigor acumulado de humillaciones y maltrato por parte del hombre, siguen aferradas besando el látigo que las golpea, no quieren cortar sus cadenas de sinsabores, no quieren ni les interesa salir de su cárcel de fracasos… ¡qué paradójico puede sonar esto!
Pero hay otras que sí quieren salir, y las circunstancias les son adversas: Mujeres que por su incipiente estrato social han sido relegadas a un segundo plano social. Aquellas que tienen que salir desde muy temprano de sus humildes hogares para partirse la espalda de sol a sol y de luna a luna trabajando jornadas inhóspitas en las labores del campo, con el lodo llegándoles hasta los tobillos, para llevar un mísero sustento a sus hijos y al regresar a casa son recibidas con una golpiza del marido borracho.
O aquellas mujercitas obreras de fábricas, empresas y negocios de mala muerte, en los que sufren verdaderos atropellos emocionales, permanentes hostigamientos sexuales y descalificación de todo tipo, debido a su baja condición de aceptación por parte de quienes tienen todo el mando y el poder en sus manos.
O aquellas otras, que en vez de “Reinas del hogar”, se han convertido en unas verdaderas esclavas del deber, a manera de “ejecutivas domésticas” sin sueldo y sin derechos para decir ni para decidir, que son utilizadas por sus familias, sus maridos y hasta por sus propios hijos, de la forma más cruelmente despiadada.
O tantas otras mujeres que son chantajeadas, acosadas, manipuladas, laceradas, humilladas, vejadas, violadas, golpeadas física y psicológicamente, unas verdaderas víctimas, incluso dentro de su propio hogar, donde en algunos casos, ellas terminan siendo asesinadas en su dignidad, su integridad, sus sentimientos devaluados hasta la saciedad, mujeres que terminan muchas veces “muertas en vida” con el corazón hecho mil pedazos sin ninguna misericordia ni piedad.
Y ni qué decir de aquellas nobles mujeres que sucumben por amor, o que viven aisladas del mundo, llevando a cuestas grandes crisis emocionales, esfuerzos y super-esfuerzos constantes y repetidos, paquetes muy pesados en ambientes densos, muy duros de digerir, silencios obligados por chantaje sentimental, por vergüenzas, por miedos, por temores, por cobardías y hasta por negligencias o incapacidades para actuar.
Lunes 8 de Marzo, en la faz de la tierra, no sé quién dijo que había que conmemorar el día internacional de la mujer, y yo me pregunto: ¿En qué lugar del mundo se guardan como reliquias los galardones a la excelencia para todas éstas mujeres del mundo que hemos citado? …¿Hasta cuándo les serán reconocidos sus muy bien logrados y ganados méritos?
Esto ya no es posible callarlo ni ocultarlo amigas queridas:
¡QUEREMOS JUSTICIA PARA TODAS LAS MUJERES DEL MUNDO!
Los países del mundo se han vestido de luto por varias generaciones, y lejos de que la sociedad en quiebra sienta ánimos de mejorar, cada vez está peor en un mundo “de baratillo” y en “bancarrota de todos los valores”, donde es la misma sociedad quien juzga y hasta condena, sin otorgarle a la mujer, ni siquiera la oportunidad de poder defenderse.
¿Dónde están los culpables? Aquellos que atropellan y denigran la dignidad de la mujer. Los asesinos de valores y sentimientos, los responsables de que la mujer permanezca marginada, devaluada, incapacitada para levantarse del inmundo lodo de la tierra…¡Dios Santo, qué tristeza decirlo así!
Apelamos pues a las autoridades de todos los gobiernos del mundo y a la conciencia humana, para que cese la violencia contra la mujer, otorgándole ojalá, el lugar digno que merece y que ella (como reina), debe ocupar dentro de la sociedad y dentro de la naturaleza.
De ustedes es la voz amigas y hermanas, pero sin olvidar por favor que de Dios es la última palabra.
Mis respetos y cariño siempre.
Doral.
En este marco, encontramos que la violencia tiene muchas caras, se disfraza de mil ropajes, se escuda en mil excusas y pretextos, se desliza a velocidades vertiginosas sin ninguna cautela, por la pendiente de la astucia desmedida, utilizando para ello la fuerza física y la fuerza de la palabra que golpea, que agrede, que mata, para finalmente esconderse bajo las sombras de la ignorancia y la pobreza de espíritu.
¿Las víctimas principales de los escenarios más violentos? Son mujeres y niños, que son tratados con tremenda severidad y dureza dentro y fuera de sus hogares. Y algunas mujeres, a pesar de que sienten la rudeza, el rigor acumulado de humillaciones y maltrato por parte del hombre, siguen aferradas besando el látigo que las golpea, no quieren cortar sus cadenas de sinsabores, no quieren ni les interesa salir de su cárcel de fracasos… ¡qué paradójico puede sonar esto!
Pero hay otras que sí quieren salir, y las circunstancias les son adversas: Mujeres que por su incipiente estrato social han sido relegadas a un segundo plano social. Aquellas que tienen que salir desde muy temprano de sus humildes hogares para partirse la espalda de sol a sol y de luna a luna trabajando jornadas inhóspitas en las labores del campo, con el lodo llegándoles hasta los tobillos, para llevar un mísero sustento a sus hijos y al regresar a casa son recibidas con una golpiza del marido borracho.
O aquellas mujercitas obreras de fábricas, empresas y negocios de mala muerte, en los que sufren verdaderos atropellos emocionales, permanentes hostigamientos sexuales y descalificación de todo tipo, debido a su baja condición de aceptación por parte de quienes tienen todo el mando y el poder en sus manos.
O aquellas otras, que en vez de “Reinas del hogar”, se han convertido en unas verdaderas esclavas del deber, a manera de “ejecutivas domésticas” sin sueldo y sin derechos para decir ni para decidir, que son utilizadas por sus familias, sus maridos y hasta por sus propios hijos, de la forma más cruelmente despiadada.
O tantas otras mujeres que son chantajeadas, acosadas, manipuladas, laceradas, humilladas, vejadas, violadas, golpeadas física y psicológicamente, unas verdaderas víctimas, incluso dentro de su propio hogar, donde en algunos casos, ellas terminan siendo asesinadas en su dignidad, su integridad, sus sentimientos devaluados hasta la saciedad, mujeres que terminan muchas veces “muertas en vida” con el corazón hecho mil pedazos sin ninguna misericordia ni piedad.
Y ni qué decir de aquellas nobles mujeres que sucumben por amor, o que viven aisladas del mundo, llevando a cuestas grandes crisis emocionales, esfuerzos y super-esfuerzos constantes y repetidos, paquetes muy pesados en ambientes densos, muy duros de digerir, silencios obligados por chantaje sentimental, por vergüenzas, por miedos, por temores, por cobardías y hasta por negligencias o incapacidades para actuar.
Lunes 8 de Marzo, en la faz de la tierra, no sé quién dijo que había que conmemorar el día internacional de la mujer, y yo me pregunto: ¿En qué lugar del mundo se guardan como reliquias los galardones a la excelencia para todas éstas mujeres del mundo que hemos citado? …¿Hasta cuándo les serán reconocidos sus muy bien logrados y ganados méritos?
Esto ya no es posible callarlo ni ocultarlo amigas queridas:
¡QUEREMOS JUSTICIA PARA TODAS LAS MUJERES DEL MUNDO!
Los países del mundo se han vestido de luto por varias generaciones, y lejos de que la sociedad en quiebra sienta ánimos de mejorar, cada vez está peor en un mundo “de baratillo” y en “bancarrota de todos los valores”, donde es la misma sociedad quien juzga y hasta condena, sin otorgarle a la mujer, ni siquiera la oportunidad de poder defenderse.
¿Dónde están los culpables? Aquellos que atropellan y denigran la dignidad de la mujer. Los asesinos de valores y sentimientos, los responsables de que la mujer permanezca marginada, devaluada, incapacitada para levantarse del inmundo lodo de la tierra…¡Dios Santo, qué tristeza decirlo así!
Apelamos pues a las autoridades de todos los gobiernos del mundo y a la conciencia humana, para que cese la violencia contra la mujer, otorgándole ojalá, el lugar digno que merece y que ella (como reina), debe ocupar dentro de la sociedad y dentro de la naturaleza.
De ustedes es la voz amigas y hermanas, pero sin olvidar por favor que de Dios es la última palabra.
Mis respetos y cariño siempre.
Doral.
Hola mi amiga Doral, impresionante articulo mi amiga, me he quedado sin palabras para hacer mi comentario, solo decirte muchas gracias en mi nombre y en el de todas las mujeres, y hoy especialmeten por ser el dia de la mujer, a eso venia a visitar esta linda casita virtual de la mujer y felicitarte y darte las gracias por ser como eres, aayyy que e visto que tienes chat, yo ya entrado en tu chat nose si lo e echo bien o mal pero como soy curiosilla me gusta investigar y curiosear,jejejeje,,muchas gracias mi querida y admirada amiga Doral, un abrazo cariñoso de tu siempre amiga Lola.
ResponderEliminarHOLA MI BELLA AMIGA
ResponderEliminarESTRELLA DEL MAR DE INSPIRACIÓN:
Gracias por tu valioso comentario mi corazona de luz, en respuesta que recibo a un cúmulo de inquietudes que traemos desde hace algún tiempo con algunos otros grupos de mujeres compatriotas, y mientras de algunas instituciones como el ISMUJER, el INNMUJER, la Sociedad protectora de la Mujer, la Procuraduría de la Defensa de la Mujer, el menor y la familia, así como otras por allí, que en coro elevan la voz al creador para que cese la violencia, los maltratos, la injusticia en contra de nuestras semejantes más desprotegidas que aún no encuentran el camino hacia su interior y tengan el valor de defender sus derechos que por propiedad exclusiva de la naturaleza... les pertenece.
Gracias mil hermanita querida por escribirme, por dejarme saber de ti, deseándote que este día 8 de marzo te la pases muy contenta al lado de tus seres queridos que segurito te tendrán bien apapachada mi'ja porque tú mereces eso y mucho más.
Te mando mi abrazo potente con todo mi cariño,
Doral.