Mensaje Especial 2010

Mensaje Especial 2010

Amigas queridas:

Ya estamos a 3 de Enero, un momento que quizá a algunas de nosotras nos sigue hiriendo y nos duele: El de haber tenido que despedirnos y desprendernos de un año más en las esferas del tiempo y porque con él se llevó quizá lo más querido, las personas que significaron tanto en nuestras vidas, las cosas que pudimos haber hecho y no hicimos, las oportunidades que dejamos pasar, los respiros del alma que hoy nos ahogan.

El haber visto acumulado esa última noche de fin de año, tantas nostalgias, añoranzas y recuerdos de momentos vividos durante 365 días continuados y pues, ¿qué hacer? decir: “Adiós y gracias 2009″. Un momento que la humanidad entera quisiera abrazar y retener. Un momento en que se cierra el último capítulo de este libro, y que como las uvas del tiempo, se nos va para siempre. Vimos las maletas en la puerta, el reloj de arena se vació inclemente una vez más para despedirse y desprenderse de este galante caballero que nos dejó y entró en reposo para ir en pos de los dulces sueños de la inmortalidad.

¡Se puso su pijama y se fue a descansar en los brazos de su amada e inseparable compañera: La eternidad, pero no se fue del todo, él se quedó en nuestros corazones, y en los registros akáshicos de la naturaleza. Se quedó en la esperanza de un nuevo retoñar, y una nueva etapa llena de promesas en nuestras vidas, un nuevo motivo para continuar la labor que se ha quedado inconclusa, o suspendida entre el cielo y el infierno, sin saber qué hacer, ni a dónde ir, ni cómo funcionar.

Las mujeres románticas y soñadoras en especial, nos sentimos como novias blancas vestidas de tul ilusión y corona de azares, firmes y dispuestas ante la puerta de la iglesia (la existencia), listas para recibir al nuevo compañero llamado: “2010″ (ay, hasta su nombre eriza la piel), que ha de acompañarnos durante todo el trayecto que dure su vida, y del cual deberemos aprender a amarlo y respetarlo todos los días de su vida o hasta que la muerte nos separe.

Es inevitable contener el río de lágrimas y el cúmulo de recuerdos que se cruzan y revolotean aún como pájaros nocturnos, golpeando las paredes de la mente buscando una salida, principalmente cuando se acercaron las 12 de la noche, ¿verdad? se nos encogió el corazón. Las uvas estaban listas, la sidra o la champaña servida en las copas esperando esas doce campanadas para realizar el ritual de brindis, los niños en la calle tronando sus cohetes, o quemando sus luces de bengala, la mamá corriendo a la cocina que no se le quemara la cena, el teléfono inoportuno repiqueteando insistentemente: “Hola amiga quise ser la primera en felicitarte” -Yo también gracias, qué bueno que te acordarse mi chula, nos hablamos mañana, ahora debo colgar los invitados me esperan, besitos, bye-

Saber que faltaban unos minutos apenas para despedir y desprenderte de tu año viejo, y lo único que se te ocurrió hacer fue meterte al baño y mirarte al espejo, el rímel se te corrió por las mejillas, te cubriste el rostro con las manos y lloraste, volviste a llorar amargamente añorando como nunca lo que más te hizo feliz o desgraciada durante ese año, los recuerdos te pesaron como fardo abrumador sobre la espalda y deseaste tomar (tú también) el teléfono y llamar a ese alguien especial que está lejos -Imposible, las cosas terminaron mal, pero lo sigues amando y deseabas abrazarlo primero a él que a todos- ¡no pudo ser! sólo emitiste un hermoso y el más dulce pensamiento salido de lo más hondo de tu ser, montado en las alas de un suspiro: “Feliz año mi amor, donde quiera que te encuentres”

¿Qué remedio? sólo faltaba un par de minutos… ¡Y el 2009 terminaría para siempre! tenías que reunirte con los tuyos, no tenías otra opción mujer de luz, más que aceptar la realidad del tiempo ante tus pies aquí y ahora tal como está y darle gracias a Dios por lo que tienes, y por lo que no tienes también. ¿Te fue mal este año?, no te preocupes por favor… ¡Ya vendrán años mejores!

¡No llores más mujer!, no empieces tu nuevo año con lágrimas en tu rostro, hermosea con una sonrisa, con un suspiro lleno de fe, de sol, de esperanza, de alegría y de luz, para que atraigas las buenas vibraciones que te rodean en todo lo que ves, en todo lo hueles, en todo lo que respiras, en todo lo que tocas, en todo lo que escuchas, en todo lo que saboreas, en todo lo que tienes y es tuyo porque es lo único que te pertenece.

Por lo tanto y ya para concluir, despídete y despréndete con mucha fuerza y madurez, con mucha entereza y harta confianza en ti misma… ¡Déjalo ir!, déjalo dormir para siempre, pero sobre todo mujer, piensa en Dios y quédate con el corazón en paz.

¡Feliz año 2010 mis corazonas de luz guerreras que me han escrito a mi correo personal!, sorry no he podido responder personificadamente pero hoy me concentro aquí y ahora para responder a todas con todo mi cariño y respeto.

Siempre con ustedes,

Doral.