¡Gracias por todo, y que seas feliz!
(Dedicado a las parejas que viven un amor a la distancia)
Asegura un reconocido psicólogo llamado Sergio Slipczuk, "Las personas adoptan actitudes muy diferentes en relación a las despedidas. Algunos tratan de evitarlas, otros las prolongan agónicamente, en ciertos casos la situación de despedida reverdece lo mejor de la experiencia compartida y en otros casos, en el adiós sale a flote lo peor de la naturaleza humana".
En este aspecto tendríamos mucho de qué hablar: "En el adiós sale a flote lo peor de la naturaleza humana", es verdad... muy pocas personas tenemos la capacidad de despedirnos o desprendernos de algo o de alguien serenamente, sin sentir dolor, sin manifestarlo de alguna manera, cuando por fuerza tenemos que decir: ¿Sabes qué? ¡Se acabó!... Sí... "Dije que se acabó y no tengo por qué darte más explicaciones sobre mi vida!
Sucede que cuando los sentimientos y resentimientos por incompatibilidad de caracteres entre la pareja se acumulan, tarde o temprano uno de los dos explotará como una palomita de maíz, y no es de extrañarse que se fracture seriamente la relación. Es como cuando cocinas en una olla de presión que no tiene bálbula de escape, al poco tiempo, esa olla irremediablemente estallará, causando estragos a su alrededor.
En la despedidas suele suceder lo mismo. Las despedidas duelen, sea por el motivo que haya sido. Y duelen más cuando se corta de un sólo tajo lo querido, cuando ya las causas se han ido acumulando desde hace tiempo y ha llegado el momento en que es insostenible continuar. Y de vivir abrazados a una ilusión (que puede esfumarse en cualquier momento) a optar por decir adiós, es mejor cortar por lo sano y no seguirse lastimando con el látigo del silencio o lo que es peor... ¡Con sátiras palabras hirientes!
¿Que sentido tiene continuar al lado de una persona a la que sólo le interesa controlar tu vida, y a la que tienes que informarle todo lo que haces las 24 horas del día y los 365 días del año?:
Te estuve llamando... ¿A dónde fuiste?, ¿A qué fuiste?, ¿Con quién fuiste?, ¿Qué pasó allí?, ¿Cómo te sentiste, a quién viste?, ¿Cómo te fue? ¿A qué hora regresaste?, ¿Qué vas a hacer ahora?, ¿Qué planes tienes para mañana?... ¿Qué vas a hacer?... ¡puf! eso es enfermizo, eso no es vida ni es amor.... ¡Bonita forma de demostrarlo! Y tú todavía quieres, deseas compartir tus cosas con esa persona, pero resulta que esa persona vive en su mundo y no en el tuyo, le interesa su burbuja en la que vive, no la tuya, entonces yo me preogunto: ¿Está contigo... o está contra ti?
Por un lado te asfixia, te ahoga con sus exageradas muestras de que "aparentemente" le interesas demasiado: "Me preocupa que te vaya a pasar algo", "Me duele que se aprovechen de ti", "No salgas reina, te sientes mal", "Cuídate mucho por favor ya que yo no puedo estar allí para cuidarte", "No me quites el placer de protegerte", "Quiero ayudarte, ya has sufrido mucho", "Te quiero mucho, muuuuchoo"... Ajá; sí, seguro.. ¡Te quiere mucho! ¿Y por eso prefiere ignorar tus momentos, situaciones o fechas especiales? ¡Vaya forma de demostrarte su... ¿amor?! No hay congruencia entre lo que dice y lo que hace. ¡Allí hay un serio problema que resolver o terminar!
Por otro lado, la mujer se ha hecho una experta para esperar, para entender, para acompañar, para sufrir, para pensar, para sentir, para intuir, para querer rasguñar las sábanas del corazón en el cielo y saber que por amor lo pudo haber aguantado todo por años: Frío, calor, hambre, sed, desvelos, soledad, miseria, sacrificios y dolor, ¿Pero a qué precio?... ¿Al precio de seguir sola como al principio y sin ninguna esperanza de ver llegar a su amado? ¡No gracias!
Es cierto que los medios de comunicación son excelentes hoy en día para fortalecer una relación a distancia (chat, msn, e-mails, video cámaras, teléfonos, etc.), pero cuando la relación no te brinda ninguna estabilidad emocional y encima te pasas los años confiando ciegamente en alguien que nunca has visto personalmente en toda tu vida ¿Crees que sea sano para ambos continuar?...¡No, gracias por todo y que seas feliz!
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.
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