¡La mujer y las apariencias!
Es fácil suponer cuánto sufren algunos hombres cuando piensan lo peor de la mujer que no quiere o no puede corresponderles en su amor y sus pretensiones. Ellos (los señores), son muy hábiles para pensar mil cosas (no siempre las mejores), antes que atreverse a investigar la verdad, los verdaderos motivos que tendría en todo caso la mujer, para no aceptar una relación formal u otorgar esperanzas a su enamorado.
El conceder una oportunidad, es abrir una puerta al compromiso, es hacerse ilusiones, es abrigar esperanzas, es permitir que el otro haga su “luchita” (como se estila decir), para conquistar el corazón de su amada. Y muchas mujeres se atreven a dar ese paso, a animar a su admirador al cortejo, aún sabiendo que ellas no podrán cumplir sus promesas, y allí cubrir las apariencias resulta una empresa más difícil todavía.
En ese marco, la mujer vive tensa, angustiada, preocupada, desesperada, porque por un lado, se trata de un dulce juego de pasiones: El de la seducción, que le otorga un enorme placer secreto y que no desea dejarlo, pero por otro lado, ella sabe que es una mujer ya comprometida y que tendrá que guardarse muy bien de las actitudes delatoras y cubrir muy bien sus apariencias para ver a su galán a escondidas y disfrutarlo siempre de prisa, con el miedo de encontrarse con alguien conocido, o el temor de ser descubierta.
Pero las apariencias no sólo las vive la mujer enamorada o enamoradiza, sino que se presentan en muchas situaciones, lugares, personas y momentos. Por ejemplo en el caso de la celotipia femenina: La mujer es una experta para dar por hecho lo que no le consta y agregar supuestos que no existen, y no es que la mujer lo haga por maldad, ¡no!, sino porque así es su naturaleza, muy rápida. Pero es muy delicado adjudicarle algo a otros, sólo porque a nosotras “nos parece que es”, pero no tenemos la certeza.
“Me parece que se estaban besando con los ojos”, “Creo que escuché que la estaba enamorando” “Estaban hablando tan cerquita que es probable que quisieran abrazarse”, “Sí; él ladrón fue él, porque yo ví que estuvo allí ayer”, “Yo creo que tu jefe anda tras tus huesos, mira cómo te mira”, “No simules, yo sé que él también te gusta”, “Es que me parece que ese vestido si es de mi medida”, “Tú y ella se parecen mucho, seguro son iguales”, “Oye, tienes un aspecto pésimo, de seguro dormiste mal”, etc.
La mente femenina contempla posibilidades en cuestiones de segundos… ¡Hay mucha agilidad allí!. La mujer posee una velocidad mental increíble para armar y desarmar cosas, causas… pero eso no es malo, lo malo y hasta peor, es que hay ocasiones en que se despelleja vivo al prójimo por dejarse llevar por meras apariencias, ¡Todo un crimen moral!
A veces la mujer se siente mucho muy hábil y hasta astuta, para sortear complejas situaciones que para el hombre resultarían imposibles. Ella cree saberlo todo y lo que nó… ¡Lo inventa!. Entonces aquí cabe señalar un dicho que dice: “No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas” ya que no todas las personas tenemos el mismo enfoque, ni la misma percepción, que es la forma de ver, oír, oler, tocar y sentir las cosas, y por supuesto: que cada lengua, tiene su propio sabor. Pero vivir a priori, o a la deriva de las circunstancias, o dejarse llevar superficialmente por lo que en apariencia creemos que es, significa tener poca intuición y poca psicología interior.
Aprendamos a mirar alto y a sentir claro amigas queridas, aprendamos a valorarnos con sencillez a sí mismas por lo que realmente somos y no por lo que otros opinan de nosotras, aprendamos a dejar la actuación y a ser más asertivas, aprendamos a dejar de ser productos de imitación, de propagandas, de publicidades, a tomar las cosas como realmente son, sin mezclar tanto los sentimientos, o mejor dicho, los sentimentalismos baratos que nos hacen ver cosas que no existen y a inventar lo que queremos ver, así nos ahorraremos muchos y muy graves dolores de cabeza inútiles. ¿de acuerdo?
Con mis respetos y cariño siempre
Doral.
El conceder una oportunidad, es abrir una puerta al compromiso, es hacerse ilusiones, es abrigar esperanzas, es permitir que el otro haga su “luchita” (como se estila decir), para conquistar el corazón de su amada. Y muchas mujeres se atreven a dar ese paso, a animar a su admirador al cortejo, aún sabiendo que ellas no podrán cumplir sus promesas, y allí cubrir las apariencias resulta una empresa más difícil todavía.
En ese marco, la mujer vive tensa, angustiada, preocupada, desesperada, porque por un lado, se trata de un dulce juego de pasiones: El de la seducción, que le otorga un enorme placer secreto y que no desea dejarlo, pero por otro lado, ella sabe que es una mujer ya comprometida y que tendrá que guardarse muy bien de las actitudes delatoras y cubrir muy bien sus apariencias para ver a su galán a escondidas y disfrutarlo siempre de prisa, con el miedo de encontrarse con alguien conocido, o el temor de ser descubierta.
Pero las apariencias no sólo las vive la mujer enamorada o enamoradiza, sino que se presentan en muchas situaciones, lugares, personas y momentos. Por ejemplo en el caso de la celotipia femenina: La mujer es una experta para dar por hecho lo que no le consta y agregar supuestos que no existen, y no es que la mujer lo haga por maldad, ¡no!, sino porque así es su naturaleza, muy rápida. Pero es muy delicado adjudicarle algo a otros, sólo porque a nosotras “nos parece que es”, pero no tenemos la certeza.
“Me parece que se estaban besando con los ojos”, “Creo que escuché que la estaba enamorando” “Estaban hablando tan cerquita que es probable que quisieran abrazarse”, “Sí; él ladrón fue él, porque yo ví que estuvo allí ayer”, “Yo creo que tu jefe anda tras tus huesos, mira cómo te mira”, “No simules, yo sé que él también te gusta”, “Es que me parece que ese vestido si es de mi medida”, “Tú y ella se parecen mucho, seguro son iguales”, “Oye, tienes un aspecto pésimo, de seguro dormiste mal”, etc.
La mente femenina contempla posibilidades en cuestiones de segundos… ¡Hay mucha agilidad allí!. La mujer posee una velocidad mental increíble para armar y desarmar cosas, causas… pero eso no es malo, lo malo y hasta peor, es que hay ocasiones en que se despelleja vivo al prójimo por dejarse llevar por meras apariencias, ¡Todo un crimen moral!
A veces la mujer se siente mucho muy hábil y hasta astuta, para sortear complejas situaciones que para el hombre resultarían imposibles. Ella cree saberlo todo y lo que nó… ¡Lo inventa!. Entonces aquí cabe señalar un dicho que dice: “No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni malas que parezcan buenas” ya que no todas las personas tenemos el mismo enfoque, ni la misma percepción, que es la forma de ver, oír, oler, tocar y sentir las cosas, y por supuesto: que cada lengua, tiene su propio sabor. Pero vivir a priori, o a la deriva de las circunstancias, o dejarse llevar superficialmente por lo que en apariencia creemos que es, significa tener poca intuición y poca psicología interior.
Aprendamos a mirar alto y a sentir claro amigas queridas, aprendamos a valorarnos con sencillez a sí mismas por lo que realmente somos y no por lo que otros opinan de nosotras, aprendamos a dejar la actuación y a ser más asertivas, aprendamos a dejar de ser productos de imitación, de propagandas, de publicidades, a tomar las cosas como realmente son, sin mezclar tanto los sentimientos, o mejor dicho, los sentimentalismos baratos que nos hacen ver cosas que no existen y a inventar lo que queremos ver, así nos ahorraremos muchos y muy graves dolores de cabeza inútiles. ¿de acuerdo?
Con mis respetos y cariño siempre
Doral.
Totalmente de acuerdo con todo lo expresado en este interesante aporte, querida Doral, jugar con fuego siempre resultará peligroso, antes de cualquier flirt que pueda parecer inocente hay que pensarlo mucho, los sentimientos son sagrados y tanto el hombre como la mujer deberán pensar antes de lanzarse a una aventura en la que pudieran haber muertos y heridos.
ResponderEliminarEn el caso de la mujer que como bien dices es ágil de mente y a muchas les es fácil crear un mundo imaginario ante su presa, sabiendo que hay mentira o situaciones comprometidas de por medio peor aún, actuar con madurez y evitar relaciones peligrosas es lo más conveniente.
Te felicito por este tema que comparto contigo con los mismos conceptos vertidos.
Hasta muy pronto mi Doctora Corazón.
Un placer leerte.
Te abraza y quiere mucho...
Queta
GRACIAS AMISSS DE MI ALMA:
ResponderEliminarQUETA QUERIDA:
Mira corazona, yo siempre he defendido en todos mis escritos que vale más hablar claro y ponerse bien rojo una sola vez, antes de dar rodeos y ponersse mil veces descolorido, ¿sabes por qué?, pues porque todo lo que que se tergiversa o se pospone causa estrés a la larga, mucho dolor y mucho sufrimiento inevitablemente.
Desgraciadamente hay miles de mujeres viviendo en ese estrato emocional, prefieren vivir de apariencias para pre-frabricar su felicidad ficticia que a parte de ser perecedera, es instantánea, no huele a nada que contenga inmortalidad, espiritualidad y mucho menos conciencia, entonces vivir de apariencias equivale a perder el tiempo miserablemente porque se hace tonto uno solo, y lo que es peor, existe una tendencia fenomenal en todo esto: "Culpar siempre a los demás, de lo nos pasa a nosotros".
Entonces es una lucha desigual, los que tratan de ser sinceros y los que mienten, desvirtuan las cosas o dan por hecho lo que no es. ¿hasta cuándo dejará el ser humano de ser tan iluso? ¿hasta cuándo dejará la gente de vivir de las apariencias? ay amisss, hay tanto de qué hablar sobre este tema, pero pues aquí sólo estamos sintetizando y resumiendo, debido al espacio y al tiempo. Ya platicaremos más sobre estas cuestiones en otra oportunidad con el favor de Dios.
Te saludo con muchísimo cariño mi corazona de luz. TQM
Orgullosamente siempre tu amiga y tu hermana en la distancia, el tiempo y la eternidad.
Doral.
Doral:
ResponderEliminarVivir de apariencias es lo peor que puede aser un ser humano,pero sabes algo tal vez engañe a los demas pero màs se engaña a el mismo.
En la vida hay que ser autenticos,debemos tener presentes siempre nuestros valores.
La sinceridad nos abre tantas puertas y nos trae a muchas personas a nuestra vida.
La aparencia solo trae problemas,seamos siempre autenticos.