LAS MUJERES SACRIFICADAS
Hablar de sacrificio implica hablar de abnegación, obediencia, humildad,
renunciación, comprensión extrema o actitud sagrada que se ofrenda en honor a
algo o a alguien. Los motivos pueden ser
individuales y variados, pero cuando se trata de sacrificarse por la pareja
amada, convendría analizarlo previamente antes de actuar.
Cuando te sacrificas por tu pareja, es entendible que estás dispuesta a
hacerlo con el mayor gusto, porque estás en capacidad de hacer eso y mucho más por
ese alguien que tú quieres, pero, ¿Tienes claro por qué, o para qué lo haces?
Revisar detenidamente los motivos no es difícil cuando se trata de ser
sincera contigo misma, de darle una representación o un significado a aquel
sacrificio, ya que no es una imposición del otro sino un acto voluntario que te
nace del corazón, y obviamente tampoco se trata de buscar recompensa alguna.
¿Sabes porqué? Porque muchas personas (hombres y mujeres), tienen por costumbre utilizar el “supuesto sacrificio” como un chantaje emocional: “Si me hago la mártir, tal vez se compadezca de mi”, “Si entro en ayuno, pensará que voy a morir de hambre y vendrá corriendo”, “Aparentaré ser la heroína del
cuento y llamaré la atención”, “Me haré la ofendida y me pedirá perdón”, “Me haré la sufrida y seguro le daré lástima”, etc.,
Hey… ¡Eso no es un sacrificio y ni se le parece!, sólo son juegos psicológicos en los que posiblemente tú misma quedes atrapada desde el primer intento.
Sacrificarte realmente implica tenacidad, esfuerzo, fortaleza, dolor,
desvelos y quizá hasta lágrimas. No te confundas. Tal vez lo hagas para sanar
tus culpas, para “pagar” tus errores del ayer, para resarcir daños, para
reparar conductas inadecuadas, o simplemente para apoyar a tu pareja en sus proyectos
de vida, porque puedes y quieres hacerlo, pero ojo, mucho ojo, no lo hagas
simplemente por quedar bien con el otro, o por hacer méritos, o porque piensas
que todo irá mejor… ¿Porqué tendrías que llegar a los extremos del sacrificio?.
¿Acaso tu pareja está lejos y eres tú la que tienes que dejar todo para
estar a su lado?, ¿Estás segura que quieres hacerlo?, ¿Sacrificarías Honor,
Patria, Familia, Trabajo y Amigos?, Quizá te lleves la gran sorpresa de que las
cosas no son como parecían, ¿Estarías dispuesta a correr el riesgo?
¿O será acaso que tus hijos se quedaron sin coche y tú como eres tan
buena y caritativa, tan comprensiva y sacrificada, prefieres prestarles tu
carro por un tiempo aunque tengas que usar los buses? O simplemente ¿Vas en el
bus muy lleno de gente y te gusta ceder tu asiento a otra persona aunque tú te
vayas de pié?
¿Y qué pasa cuando tienes que sacrificar tu bolsillo para prestar
dineros que no van de acuerdo con tu presupuesto?. Ni te pagan, ni las gracias
te dan y de pilón pierdes tu dinero y pierdes la amistad… ¡Ah, pero como eres
una mártir, seguro que te irás derechito al cielo!, ¿Así piensas?, Revísate
detenidamente.
Para todo existe la ley del equilibrio amigas queridas, y todas tenemos
que empezar precisamente por lo más sencillo: Revisarnos detenidamente, ¿Porqué
hacemos las cosas?, ¿Para qué, con qué objeto hemos decidido sacrificarnos al
grado del autosecuestro. Sí… estamos secuestradas por nuestro propio sistema de
creencias rancias y caducas, o mejor dicho: Estamos tan acostumbradas a
Autosabotear nuestra inteligencia, a ofender nuestro amor, y de paso hasta a ignorar la sabiduría
que Dios puso en el corazón de toda mujer.
Tú tienes la última palabra: ¿Quieres seguir sacrificándote por algo o
por alguien que quizá ni valga la pena?.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.