miércoles, 29 de junio de 2011

Las Almohadas son una gran Fuente de Infección





Las Almohadas son una gran Fuente de Infección



Estabamos leyendo un interesante artículo digital del Dr. Jesús Gutiérrez, en su blog de salud y medicina: http://lasaludylamedicina.blogspot.com/, donde nos habla sobre la gran fuente de infección que representan las almohadas que usamos en casa, veamos sus palabras textuales:

"En un estudio realizado en Londres un grupo de Médicos e Investigadores examinaron cientos de almohadas y encontraron que la mayoría tenían ácaros y en algunos casos bacterias muy peligrosas e incluso criaderos de viruela y lepra, asi como la temida bacteria Escherichia coli. Este estudio fue desarrollado por investigadores del hospital St. Bartholomew de Londres y el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra.

En una muestra de tan sólo un milímetro contenía un millón de gérmenes tipo stafilococcus que pueden provocar infecciones en personas debilitadas inmunológicamente. Colocar simplemente una funda de almohada limpia no es suficiente. La gente pone una funda de almohada limpia y se ve, huele bien y es bien fresco, pero usted encuentra por debajo algo realmente desagradable. Finalmente los médicos del estudio recomiendan lavar las almohadas a altas temperaturas o cambiarlas cada tres meses tambien se pueden planchar diariamente"

Interesante tema que nos pone a pensar seriamente en la forma tan deliciosa en que acostumbramos dormir, descansar, abrazar y acurrucarnos todas las noches en nuestras ricas almohadas que guardamos en nuestra recámara, sin pesar, y ni imaginar siquiera en la gran cantidad de gérmenes sobre los que a diario ponemos nuestra linda y adorada cabecita y nuestro amado rostro que a veces tanto cuidamos, principalmente las mujeres. Respiramos esos gérmenes, y hasta los babeamos cada noche (jaja), se secan y a la siguiente noche, (es verdad), sólo cambiamos las fundas a las almohadas, pero los bichitos allí siguen reproduciéndose cada vez más en más grandes cantidades que incluso podrían entrar por nuestros oídos, por nuestros ojos, nos da comezón en la cabeza, nos da rasquiña en la espalda y no sabíamos a qué se debe esta picazón o comezón, ahora ya lo sabemos... ¡Son los ácaros que atacan!

Decimos: Ahorita me voy a duchar para acostarme fresquecita, y así lo hacemos, cambiamos las sábanas, las fundas y hasta las perfumamos, huele rico la almohada y quizá hasta se anestesien o se emborrachen con el olor esos bichitos (jaja), a ellos les gusta la mugre como a los piojos y a las cucarachas, se reproducen en la basura y en la porquería, y nosotros sin saberlo, nos relajamos encima de ellos, y a veces cuando ya estamos a punto de dormirnos sentimos que "algo" camina por nuestro rostro, nos rascamos o nos tallamos la cara en señal de desagrado, o incluso a veces nos despertamos porque sentimos que algo nos picó en la nuca o en el cuello y encendemos la luz y no encontramos nada, pero podemos asegurar que si se tuviera a la mano una lente potente como un microscopio podríamos visualizar la enorme cantidad de gérmenes y bacterias volando incluso por encima de nuestra ropa de cama.

De igual manera podría suceder a los cojines de la sala, esos cómodos cojines que tanto nos sirven para recostarnos cómodamente mientras vemos nuestro programa de televisión favorito, o la interesante y requetebuena telenovela que nos fascina mirar a diario, y allí estamos horas enteras recostadas sobre los gérmenes, bacterias y bichitos que están escondidos.

Entonces, la mejor manera para erradicar este problema, será sustituir nuestras almohadas viejas por almohadas nuevas por lo menos cada tres meses como nos sugiere el facultativo de la salud y la medicina que realmente sabe por supuesto de lo que habla y no es en vano porque aquí y ahora queremos sugerirles amigas queridas, que cultivemos ese hábito, el de reemplazar nuestras almohadas sucias o viejas, por almohadas nuevas, que después de todo no son ni siquiera caras, porque nosotras mismas las podemos confeccionar en casa, o a menos que a alguna de ustedes les guste dormir en almohadas de plumas de ganzo, pues entonces tendrá que irse al rancho y corretear de perdida a un guajolote (jaja), para arrancarle toditas las plumas y traerlas a casa para confeccionar una suavísima almohada elegante y cómoda. ¡Ah, también las plumas de pollo sirven! ¿eh?, jajaja (Bromas Doral, S.A. de C.V)

Hasta la próxima mis queridas amigas, y cuidado con los almohadazos ¿verdad?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

martes, 28 de junio de 2011

¿Has pensado alguna vez en el suicidio?



¿Has pensado alguna vez en el suicidio?


Qué fácil, pero qué fácil es buscar la salida por una puerta falsa, cuando el agua ya te llegó hasta el cuello y no encuentras solución a tus problemas, ¿verdad?. Es apenas "normal" que quieras huir, que quieras escapar, que no quieras saber nada de nada ni de nadie cuando ya no tienes a nada más a qué apelar, te sientes atrapada en un callejón oscuro que no parece tener final ni salida. El dolor ensordecedor no te permite tener nada claro en tu razón atormentada, y el corazón ya perdió su paz, su fe y su sentido de vivir.

¿Desesperación?, ¿Angustia?, ¿Impotencia?, ¿Rabia?... sigues buscando la salida. Tu mente está a apunto de romperse en mil pedacitos y no parece haber solución a tus problemas. Estás a punto de extraviarte en el bosque de tu vida y sin ninguna esperanza todo parece haber perdido su razón de existir. Pero aquí cabe hacerse una pregunta: ¿Qué tan grande pueden ser tus problemas que no encuentres por ningún lado la solución? veamos:

Muchas veces vamos por la vida acumulando pesares, rencores, sentimientos y resentimientos mal enfocados, mal canalizados y mal digeridos, se van quedando guardados allí en el cajón más escondido del inconciente y creemos que son asuntos ya trascendidos, ya solucionados, ya olvidados del pasado y eso no es así; esos elementos subjetivos se convierten en una amenaza mental, porque pueden surgir como salteadores en el camino, y en el momento en que menos lo esperamos. Nos referimos enfáticamente a los recuerdos, a las viejas heridas sentimentales, a los odios añejos, y a las cosas que ya de plano no supimos nunca cómo manejar. No se olvidaron ni desaparecieron... ¡Están allí!, esperando su momento para resurgir con la asociación de una aroma, una vieja fotografía, el encuentro con una persona del ayer, una carta, una noticia, un viejo libro, un poema, una canción, una emoción, un nuevo latido del corazón en añoranza, etc.

Los defectos de caracter, son manifestaciones egoicas del "Yo", no siempre gratas para quien las vive, o para quien las observa, pero que continuamente están sujetas a un valedor múltiple que las viste de inocencia, me refiero a los mecanismos de defensa del yo, de los que nos habla Ana Freud, hija del Padre del Psicoanálisis Dr. Sigmund Freud, en su libro titulado precisamente con el mismo nombre: Los mecanismos de defensa del yo.

Quien no sabe cómo se manifiestan estos mecanismos en defensa de su yo propio, siempre se considerá una mártir, una víctima de las circunstancias, una persona utilizada por los demás, manipulada, burlada, abusada, etc., se sentirá siempre una blanca paloma llena de pureza e inocencia, y los otros son los sátiros, los malos, los ingratos, los traicioneros, los crueles, los que hacen fraude, los que no deberían existir en este mundo... ¿Yo? ¡Imposible!, ¡Yo soy una buena persona!, yo no robo, yo no mato, yo voy a misa cada ocho días, me confieso y comulgo, ahhh, pero salgo de misa, hablando pestes del vestido de la fulana, o de la sutana tacaña que no dió nada de diezmo, o de aquella vecinita que se estaba durmiendo durante el sermón, o de la comadre que llevaba sucios sus zapatos. La persona sale del templo dándose golpes de pecho por su pureza, pero hablando pestes de los demás y despellejando vivo a su prójimo. ¡Ah, pero ellos son los malos de la película! ¿Yo por qué?

Entonces, con esa mentalidad, con esa forma de pensar y de sentir, será muy difícil convencernos a nosotros mismos que necesitamos revisarnos interiormente para poder descubrir y sacar todo ese mundo de basura acumulada en el inconsciente a través del tiempo, pero no queremos entender porqué duelen y siguen doliendo los recuerdos del ayer, aquello que me pasó en mi niñez, aquél insulto, aquél desprecio, aquél momento doloroso de una ruptura sentimental, aquél castigo inmerecido, la muerte de un ser querido, la despedida de alguien muy cercano, o en última instancia, saber que todas nuestras amigas y amigos del colegio ya se casaron y yo sigo aquí; sola como un perro, sin novio, sin nuevos amigos, sin vida social, sin ganas de salir a ningún lado, comiendo chucherías de noche y de día para llenar mis vacíos existenciales, etc. y como es obvio, la vida va perdiendo su rumbo y su sentido de existir.

Llega el momento en que ya nada te llena; nada te consuela, nada te refuerza, nada te atrae, nada te convence de que estás mal, muy mal y que estás tocando fondo, justo frente a la puerta ya no de la tristeza, sino de algo más delicado que se llama depresión profunda, y cuando esa depresión profunda ha rebasado, digamos un período de aproximadamente seis meses, allí ya hay un problema psicológico muy grave que atender. Y cuando una persona está deprimida y no recibe tratamiento, tiene cuatro veces más posibilidades de desarrollar dependencia a sustancias tales como el alcohol, las drogas, la comida, u otras adicciones como el internet, la televisión, las compras compulsivas, etc., que cuando no ocurre esto”

Depresión crónica es la puerta más segura que conduce directo al suicidio, te guste o no, lo aceptes o nó, lo creas o no. ¿Qué más da que lo creas o no?, esas no son cosas para creer o no, sino que asi son; hay estudios científicos que lo han demostrado hasta la saciedad y contra eso no podrás seguirte negando.

¿Tus dolores son añejos?, ¿Tu soledad te está matando?, ¿Te dejaron tus amigos?, ¿Te aburre salir de tu casa?, ¿Vives en constante desaliño?, ¿Todo te da igual? ¿Tiendes a generalizar todas las cosas y también a las personas? ¿No le ves el lado amable a la vida? ¿Eres afecta a la crítica mordaz?, ¿A los chismes? ¿A la intriga?, ¿No te gusta hacerte responsable de tu vida? ¿Te sientes minimizada?, etc. entonces te has ganado un pase de cortesía directa para entrar a un hospital psiquiátrico, quizá no estés tan grave como parece, pero no estaría de más hacerte revisar por un profesional de la salud mental,¡No temas!, no estás loca, sólo estás cansada de sufrir tu propio claustro, y se que en tu alma has escuchado muchas veces ese grito desesperado que te pide: ¡Cambia, por favor cambia!, pero no sabes cómo cambiar, porque nadie te ha enseñado cómo cambiar, ni nadie ha tenido la delicadeza para contigo, de explicarte que la conducta es modificable ¿verdad?, pero...

¡Tranquila!, no pasa nada...

Podemos empezar a cambiar en este momento si tú lo deseas, ¿Cómo? observando si padeces alguno de los síntomas anteriormente señalados, si descubriste que tienes estos signos o síntomas, ya es un gran avance, ya estás en el camino de corregirte y de cambiar tu estilo de vida. O si algún familiar tuyo los padece, no trates de cuestionarle, si realmente quieres ayudarle, empieza por no culparle, se trata de una enfermedad de la mente que es curable, tiene solución psicológica, pónlo en manos de una persona que conozca de estas cosas, canalízale a un centro donde pueda recibir terapia individual, grupal o familiar si fuese necesario, no trates de darle soluciones mágicas, ni lo prejuzgues sin piedad porque lo estarás hundiendo más y más pronto optará por suicidarse, ¿de acuerdo?, suele suceder que a veces por querer hacer un bien, resultamos haciendo el peor mal de nuestra vida.

Finalmente, si esa persona te tiene confianza y quiere comentarte sus cosas, escúchale pacientemente, pero sin interrumpir su diálogo, ayúdale a superar su temor por el llanto, o su miedo a la expresión de su dolor. Déjale que saque a la luz todo lo acumulado, ayúdale a que no se reprima más sus lágrimas, recuerda que las lágrimas lavan el alma. Llorar es una manifestación del YO que está orando: YO-ORAR, entonces finalmente también tú habrás aprendido algo más si observas con detenimiento: ¿Te das cuenta que las lágrimas y el llanto se constituyen en todo un lenguaje que nos pueden decir tantas cosas?

Anímate mujer; tú puedes (si quieres), convertirte en una impulsora de otros que quizá te necesiten y ni cuenta te has dado, conviértete en una promotora de la salud y recuerda, en el servicio a otros, encontrarás tu propia salud emocional y mental que tanto busca y por siempre ha buscado tu hermoso corazón de mujer. Eso es todo.

Ya para terminar, sólo me resta hacerte un hermoso regalo: "Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento" ¿Me lo aceptas por favor"


Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 27 de junio de 2011

"Me aguanto todo por mis hijos"


"Me aguanto todo por mis hijos"

Es evidente que el individuo es producto de su medio, y que las culturas son las que marcan la pauta de las conductas sociales y las actitudes humanas en particular. Por ejemplo en la cultura del mexicano, como también en la de otros países de latinoamérica, aún prevalece el machismo en el hombre y la sumisión de la mujer, y en nombre del amor, del matrimonio o de la unión libre de pareja, se cometen muchas arbitrariedades respecto a los derechos individuales tanto del hombre como de la mujer, y quienes pagan la peor consecuencia finalmente son los hijos.

En este marco, es prudente señalar que la mujer en especial, tiene una buena dosis de participación en este acto de "delincuencia" o crimen moral. ¿Porqué no decirlo así?. El hecho de constituirse en una cómplice callada, disfrazada de mártir o de heroína, la convierte en una persona que da su anuencia misma, o su permiso para ser maltratada, ¿cómo sucede esto? veamos:

Hay mil formas de convertirse en una víctima principal por su propio gusto, una especie de masoquismo de la mujer que en verdad le gusta sufrir... es en serio: ¡Disfruta su sufrimiento!, llora, sufre y patalea... se convence a sí misma que con tantas lágrimas y sacrificios ya tiene ganado el cielo, y que entre más sufra, más pronto se ganará la gloria, ¿Pero cuál cielo y cuál gloria?, más bien eso huele a sacrilegio porque de ninguna manera el ser humano nació para sufrir, sino para ser feliz, para reír, para aprender, para progresar, para crecer en todo sentido y para alcanzar todas las cosas que se desean en esta vida. El ser humano no nació para encerrarse en un cuarto oscuro a autocompadecerse, a minimizarse, a limitarse, a anularse, a sobarse el ego, a lamerse las heridas como si fuera un animalito desvalido y a la vez, sentirse la persona más miserable de este mundo:

"Es que nadie me quiere", "Es que yo no tengo suerte", "Es que yo estoy salada", "Es que yo no nací para ser feliz", "Es que el amor no se hizo para mí", "Es que nadie se va a fijar nunca en mí", "Es que mi vida es estar siempre sola", "Ese es mi destino", "Yo no tengo futuro al lado de nadie", "Todos se burlan de mí", "Todos quieren a la mujer más esbelta y perfecta", "Yo no tengo ni en qué caerme muerta", "Estoy gorda", "Padezco de resequedad en la piel" y a parte estoy deprimida, no tengo ganas de salir ni de hacer nada... puf; ¡Una verdadera historia de calamidades, tristezas y sinsabores! y para colmo: La amargura a flor de piel, y la verdad de todo esto, es que a nadie le resulta grato vivir y convivir con una persona tan negativa y amarga que siempre se está quejando de todo y por todo.

Pero con todo respeto, hay mujeres que viven todo lo contrario en su casa, están casadas o arrejuntadas, tienen su vida en pareja y les fascina depender de su hombre para todo. Al hombre lo consideran como un adonis, un coloso, un apolo o un Dios al que hay que obedecer ciegamente y atenderle todas y cada una de sus solicitudes y al que hay que pedirle permiso hasta para salir a la tiendita de la esquina, ¡Es el colmo! ¿Cómo es posible desindividualizarse de tal manera?, perder de plano todos los derechos que se tienen como ser humano y como mujer.

Y todavía vamos más allá; estas mujeres siempre encuentran a un chivo expiatorio encima de sus pretextos y excusas para no reconocer que viven el error más grande de toda su vida abrazando su propio conformismo cómodo y holgazán: El acceso diario a su propia ignorancia y pobreza espiritual: "Es que me aguanto por mis hijos"

¿What? ¿Que se aguanta por sus hijos?... ¡Vaya, por Dios!, eso no se lo cree ni ella misma, ¿cómo que por sus hijos?... ¡Valiente agarradera se encontró!, caray... valerse de los hijos para ocultar su cobardía de hacerle frente a sus problemas, miedo a la soledad, miedo a estar sin un hombre a su lado que le resolvía todos sus problemas, como si ella no tuviera brazos para trabajar, una inteligencia para pensar, un par de pies para caminar y buscarle a la vida... ¡Ah; pero cómo dejar la dependencia de la comodidad de su hogar!, que trabaje el viejo que para eso es el hombre ¿verdad? ¡Pues nó señoras! esos tiempos ya pasaron, es hora de levantarse de su pereza milenaria y salir a los campos de actividad, precisamente porque ya no tiene porqué estar atada ni esclavizada a las cuatro paredes esperando a que su hombre le traiga de comer. ¡Tómese la molestia de saber lo que se siente trabajar señora!

Y con todo esto, no queremos decir que la mujer que está y se ve tan bonita con su mandil de ama de casa cotidianamente no trabaja... ¡Claro que trabaja!, pero el trabajo del hogar es una bendición, un privilegio, un gran honor, una alegría, una ilusión acomodar las recámaras tarareando la canción que más nos gusta, meterse a la cocina y disfrutar del olor de la comida, decorar y perfumar la sala, cortar las hojas secas en el jardín, sentarse a leer el periódico mientras llega el esposo y los hijos y por la tarde hasta darse el placer de ver las telenovelas. Qué sacrificio tan grande ¿verdad? caray, ¿cuántas señoras que realmente sí trabajan fuera del hogar, desearían tener ese gran gusto de disfrutar un día... un sólo día completo de su bendito hogar?

No defendemos la infidelidad, ni las malas maneras del hombre, pero es justo reconocer que algunos señores se cansan de vivir esta situación tan incómoda para ellos y explotan como palomitas de maíz, y en gran parte no es suya toda la culpa, la mujer contribuye para que el hombre se harte porque los dineros que lleva a su casa no alcanzan, porque su mujer siempre está enojada, malhumorada, desaseada o permanece todo el santo día en su camisón de dormir, llega la noche y nomás se lo cambia por otro, y eso es ... ¡Todos los días!. El hombre reclama, la mujer se ofende, le grita, el hombre grita más fuerte, la mujer lo insulta, él le devuelve el insulto con un par de golpes... Ah; pero ella que es tan sufrida, dice que... ¡Todo lo aguanta por sus hijos!

¿No creen ustedes de que ya es hora de que enfrentemos nuestra realidad con valor y sin hacernos tanto las mártires?, ya que finalmente y después de todo; lo que se vive diariamente en el interior de nuestro hogar es el patrón exacto, de lo que vivirán nuestros hijos en su futuro, ¿Eso es lo que tú quieres mujer? Obsérvate, mírate cómo gritas, cómo te quejas por todo, cómo exiges, cómo te comportas, cómo te evades, cómo te estás limitando tú misma como madre, como esposa, como amiga, y finalmente, cómo te anulas tú misma como mujer. No digas que te aguantas todo por tus hijos porque eso no es cierto y tú lo sabes; lo sabes perfectamente bién, no te mientas, no te engañes, te aguantas porque tienes miedo a reconocer que muchas cosas que podrías lograr, ni siquiera te has atrevido a intentarlas ¿y cómo saber de lo que eres capaz si ni siquiera lo intentas?

Vamos... Arriba mi guerrera amazona, tira la toalla de la timidez, del intimismo, de la desolación, de la agonía, de la comodidad, del siempre depender de los demás y rompe las cadenas que te atan a tu esclavitud oscura, házte oir, haste escuchar, HASTE VALER, lucha por tu ser, porque créeme si no luchas por tí misma, nadie jamás lo hará por tí, y un día cuando tus propias hijas crezcan y se vayan de tu lado, repetirán tu historia y con profundo dolor las escucharás decir a ellas tambien: "Mamá; mi marido me pega, me maltrata, pero no puedo dejarlo, porque debo aguantarme todo por mis hijos" ¿y de qué podrías quejarte? si es exactamente lo que tú les has enseñado. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,

Doral.

martes, 21 de junio de 2011

Perdonar y ser perdonados.



Perdonar y ser perdonados


De una u otra forma perdonar y ser perdonado forma parte de nuestras vidas.

Perdonamos a quien nos ha hecho algún daño y nos produjo sufrimiento, y nos sentimos aliviados, en el momento que nos perdona alguien por haberle infligido algún perjuicio.

La ira, el resentimiento, la aflicción, la amargura, el rencor y el desengaño generan estrés e impactan la salud del ser humano. El sentimiento de culpa además.

Cuando las personas recuerdan un episodio de desdicha o agravio aumenta la presión arterial, el pulso y el tono muscular. Entretanto que al perdonar o sentirse perdonado, además de recuperarse los estándares normales de salud, las personas se sienten calmadas y tranquilas.

Distintos autores han encontrado que después del perdón, personas que habían padecido de dolores de espalda, nauseas, insomnio, pérdida de apetito, dolores de cabeza, entre otros síntomas, dejaron de percibirlos.

Perdonar es sanarse, una cura tanto psicológica como físicamente, es desarrollar las paces con uno mismo.

Desde un punto de vista religioso, ser perdonado es vital para vivir en “estado de gracia”. En el Budismo, el perdón representa verter a un lado los pensamientos negativos que dañan nuestro cuerpo. Vivir con odio y sentimientos de venganza nos hace hacer una personalidad distinta a lo que somos, basada en el dolor, la angustia y el desconsuelo. Como alternativa, el Budismo nos invita a vivir con amor, amabilidad, tolerancia, compasión y ponderación.

Los seres humanos no somos perfectos y tenemos dos opciones: O vivimos asentados en los defectos, el rencor y los errores, o crecemos fundamentados en los aciertos, el amor y el perdón. Nuestros padres poseen virtudes y fallos. Si no perdonamos sus errores, no veremos sus bondades y estaremos frustrados. Igual será con nuestros hermanos, parientes, amigos, vecinos, compañeros de trabajo.

De igual manera, debemos perdonarnos a nosotros mismos. Muchas veces no reconocemos nuestras propias faltas puesto que no sabemos perdonarnos. Pero en el fondo, la culpa pasa a formar parte de nuestras vidas, afectando nuestro comportamiento. Nos endurece y podemos lastimar a los demás. En ocasiones, puede sumirnos en tristeza y depresión. Perdonarnos a nosotros mismos es admitirnos como somos. Con lo bueno y lo no tan bueno.

Para perdonar y perdonarnos debemos desarrollar un inventario del daño que nos produjeron. Asimismo, revisar lo que hicimos que haya perjudicado a otros.

Acéptese y perdónese, y luego perdone a quien le provocó dolor. Piense que al igual que Usted, además merece una oportunidad. Si lo requiere, busque ayuda profesional.

Fuente: psicologiaparatodos.com
http://www.psicologiayterapia.net/psicologia-clinica/temas-psicologicos-perdonar-y-ser-perdonados/

lunes, 20 de junio de 2011

El dolor emocional, realmente duele.




El dolor emocional, realmente duele.



Las nuevas investigaciones cerebrales revelan que la misma parte del cerebro que procesa el dolor físico también se encarga de procesar el dolor emocional.

Y esto explica (afirman los expertos), que de la misma forma como una lesión física puede causar dolor crónico, mucha gente nunca se recupera de una herida emocional.

El dolor emocional sabemos, puede adquirir muchas formas. Puede ser por el rompimiento de una relación, la exclusión social, o la forma más extrema que es la pérdida de un ser querido. Muchas personas que han experimentado este tipo de dolor extremo a menudo hablan de “un dolor en el pecho”, “un vacío debajo del esternón”, o de pensar que se están volviendo locos por tanto dolor.

“La gente que ha sufrido daños emocionales a menudo traduce ese dolor en algo físico”, afirma el profesor David Alexander, director del Centro de Investigación de Trauma en Aberdeen, Escocia y quien ha ayudado a sobrevivientes de desastres, incluidos en tsunami en Asia y la guerra de Irak.

“Hablan, por ejemplo, de que les explota la cabeza o de un dolor en el estómago. Es un paralelo muy fuerte”, agrega.

Y sin embargo, afirma el experto, las investigaciones médicas tienden a concentrarse en el dolor físico.

Supervivencia:
Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de California Los Ángeles, (UCLA), está intentando cambiar esa tendencia centrando sus estudios en el dolor emocional.

Gracias a la nueva tecnología, dicen los investigadores: Ahora es posible analizar lo que pasa en el cerebro y en el corazón.

La doctora Naomi Eisenberger, ha logrado demostrar qué partes del cerebro se activan cuando sentimos dolor emocional.

La investigadora desarrolló un juego de computadora en el que deliberadamente se hace que los participantes se sientan excluidos.

Los escáneres cerebrales que se toman simultáneamente han revelado que el cerebro procesa de la misma forma el dolor que la persona siente al ser rechazada socialmente que el que siente con el dolor físico. Este proceso se lleva a cabo en una zona cerebral llamada corteza cingular anterior.

La investigadora cree que el dolor físico y el dolor emocional están relacionados de esta forma porque las relaciones sociales son cruciales para nuestra supervivencia como especie.

Enfrentado a una situación de peligro, un hombre solo, tiene menos posibilidades de sobrevivir que un grupo de humanos.

“El sistema de uniones, o redes sociales, está muy vinculado al sistema de dolor físico para asegurar que el ser humano permanece conectado de cerca a los otros”, afirma Naomi Eisenberger.

“Cuando se nos separa de una relación, o un grupo nos rechaza, es muy doloroso -agrega- así que intentamos evitarlo”.

El dolor físico es una advertencia de nuestro organismo para no hacer algo que nos hace daño, por ejemplo, caminar con un tobillo o una pierna rota.

El dolor emocional, afirman los expertos, también puede ser una advertencia, por ejemplo, para no volvernos a acercar a cierto tipo de hombre o de mujer que nos puede herir emocionalmente.

Y de la misma forma como el dolor físico puede volverse crónico, también ocurre los mismo con el dolor emocional.

Mary Frances O’Connor, otra investigadora de UCLA lo llama “pena compleja” y ésta, dice, ocurre en aproximadamente 10% de las personas que sufren la pérdida de un ser querido.

“Estas personas experimentan mucha amargura y enojo, y sienten que su futuro no tiene sentido. Además no pueden adaptarse al dolor con el paso del tiempo, como muchas otras personas sí lo hacen”, afirma O’Connor.

Los científicos sospechan que estas personas que no logran adaptarse al dolor, también son las que experimentan los mayores niveles de dolor físico.

Es por eso (afirman los expertos), que sí es posible morir de un corazón roto, o de una ruptura sentimental.

“Una persona tiene mayor riesgo de morir en los seis meses después de que perdió a un ser querido” afirma el Martin Cowie profesor de cardiología del Hospital Brompton, en Londres. “Y esta tendencia ocurre más entre los hombres”, agrega.

Esto se debe a que la gente que sufre una muerte cercana tiene más probabilidad de tener un accidente o de sufrir un infarto o embolia. Porque las hormonas que están involucradas en el estrés de la pérdida de un ser querido aumentan las posibilidades de que ocurran estos eventos, explica el experto.

Por eso (agrega), es muy importante identificar y tratar a las personas cuyo dolor emocional podría convertirse en dolor crónico y provocar una debilitante depresión o incluso la muerte.

Fuente: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/

viernes, 17 de junio de 2011

Elije tu vestido de acuerdo a tu figura



Elije tu vestido de acuerdo a tu figura


¿Estás a punto de graduarte y aún no sabes qué diseño elegir para ese gran día? Sin lugar a dudas la fiesta de graduación es unafecha muy importante y por lo tanto quieres lucir espectacular, para que tu vestimenta ya no sea un dolor de cabeza, debes tomar en cuenta diferentes factores al momento de la elección, uno de los más importantes, tu figura.

Sugerencias:
Al momento de elegir tu vestuario, es importante que identifiques qué diseños y tonos van acordes contigo, tu figura, tono de piel y personalidad, así como los diseños y colores detemporada, el vestigo que elijas debe ser cómodo y de la falla adecuada para que tengas libertad de movimiento y puedas bailar y caminar sin ninguna dificultad, es importante que tomes en cuenta el lugar donde se realizará la fiesta para que decidas si será formal o informal y recuerda que de la moda lo que te acomoda es lo que te hace sentir bién. Imagínate por ejemplo un par de zapatos preciosos, altos, muy altos, elegantes y finos, pero que al ponertelos no te permiten dar un solo paso porque tus pies gritan de dolor, ¿te los pondrías nomás porque están de moda, aunque no nos puedas soportar en el día de tu graduación?, anda pues... ¡Eres tú quien decide!

Si tomas en cuenta todos estos factores, seguro que ese gran día lucirás radiante y serás la estrella de la noche, observa:

BUSTO:
Para mujeres con mucho busto, los escotes que favorecen son los V,debes evitar bordados o telas con volumen a la altura del busto, ya que estos te harán lucir más voluminosa. En caso de ser menos afortunada, lo que te quedará a la perfección son los vestidos strapless con bordados y drapeados en esa altura, así como los cuellos halter y los talles tipo corsette.

CINTURA:
Para mujeres con cintura ancha, los vestidos con el talle tipo corsett te ayudarán a verte más acinturada, procura no elegir diseños con cinturones o bandas anchas a la anltura de la cintura, o lucirías como un verdadero barril, y tú no quieres eso, ¿verdad?.

CADERA:
Si tienes caderas anchas, es recomendable evitar los vestidos pegados o con bordados y drapeados a la altura de la cadera, los cortes en línea A o corte imperio, te ayudarán a disminuirlas, lucirás mucho mejor, vamos inténtalo, no te desanimes.

ESPALDA:
Si tu espalda es ancha, debes evitar los tirantes delgados y optar por tirantes anchos y escotes asimétricos. Cuida que tu sostén no se entierre en tus llantitas, mejor opta por lucir uno cómodo y de tirantes reforzados y anchos para que además te veas y te sientas mucho más cómoda, tú eligirás el que te convenga y te acomode a tu cuerpo.

SI ERES BAJITA:
No elijas strapless o bicolores, lucirás más alta con un vestido unicolor (o sea de un mismo color), de un sólo hombro o de escote halter, te hará lucir como si tuvieras más estatura.

SI ERES ALTA:
Tu vestimenta idónea es en telas estampadas, escotes strapless y vestidos que tienen el talle de un color y la falda de otro. Eso te hará ver menos alargado el cuerpo.

Y bueno, finalmente eres tú quien elije lo que quieres ponerte, y si tienes mucha seguridad en tí misma, lucirás aún más bella, te pongas lo que te pongas, incluso, si no puedes ponerte nada nuevo, igual lucirás tan bella como siempre, ¡Porque eres mujer!, y tu verdadera belleza, la llevas en el alma.

Colaboración especial:
Lic. Marielos Barrón
Adaptación para Auroradelaluzinmortal,
Doral.

martes, 14 de junio de 2011

Cuando sientes que algo anda mal.



Cuando sientes que algo anda mal.


En la vida, solemos echarle la culpa al destino de todo lo que nos pasa, y cuando nos va mal, casi siempre culpamos a otros, menos a sí mismos de nuestra desgracia, pero no queremos darnos cuenta de que ni el destino, ni la gente tiene la culpa de nuestras transgresiones y vacíos existenciales, de nuestras frustraciones, de nuestra soledad, de nuestras equivocaciones que se han ido acumulando a través del tiempo.

Cuando eramos niñas, todo era color de rosa, la vida nos sonreía, todo tenía el toque de tul ilusión, el rubor a flor de piel, el juego de muñecas y casitas con las amigas, y en la piel la losanía de la seda, la luz en la mirada, la chispa en la sonrisa siempre fresca, gentil, inocente y amorosa, todo era bello a nuestro alrededor, cuánto disfrutabamos ese olor a hogar en casa, y la sopa caliente o el chocolate y los panecillos de la abuela, los zapatitos del ballet, los dibujos animados de caricaturas, la alberca, el tobogán o los paseos al mar con toda la familia... ¡Qué hermosa es la vida cuando se vive una niñez plena!

Pero la vida lo va cambiando todo porque está siempre todo en constante movimiento, los años van marcando las etapas en nuestra vida, algunas felices, otros dolorosas en las que parece que hemos perdido todo: Perdimos peso, las amigas del ayer ya no están, los días del colegio que ya se quedaron atrás, el cambio de casa, de ambiente, de trabajo, etc. Y otras etapas en las que pareciera que el mundo se nos va a venir encima aplastándonos con todo y zapatos, ¿cierto?, pero en realidad de verdad, ni el mundo se nos va a caer encimo y lo único que hemos perdido son las ilusiones.

Cuando se llega a la edad adulta, definitivamente estamos todos(as) en otro rumbo y tenemos otro estilo de vida muy diferente al que teníamos en la niñez, ahora hay que adoptar otros roles, y cumplir otros compromisos de vida, otra deberes que quizá no nos sean tan gratos, pero tenemos que aceptar la realidad tal como es, (ubicarnos en nuestro momento), sin mezclar sentimientos que son los que nos hacen sufrir, los apegos por el pasado, por lo que ya fue y que ya no es, por los días felices al lado de papá y mamá en los que no teníamos que preocuparnos por nada, y que definitivamente, en el fondo, seguimos añorando con todo nuestro ser.

En eses estado de las cosas, vemos pasar los años abrazadas a esa inconformidad, a ese vacío cruel que nos duele más allá de la piel; que no nos permite sentirnos felices ni plenas como esposas, ni como madres, ni como hermanas, ni como mujeres. Por momentos nos asomamos a un leve disfrute o una breve felicidad prefabricada y pasajera, pero cuando pasa ese instante, volvemos a quedarnos solas con nuestra soledad del alma, aunque sigamos rodeadas de gente, y lo peor del caso es que generalmente esa gente próxima a nosotros, es quien siempre paga los platos rotos, es con quien desquitamos nuestras frustraciones.

Cuando sientes que algo anda mal, ¿Te has preguntado qué esta pasando dentro de tí?, ¿Te has dignado en investigar cuáles son los motivos reales o imaginarios que te hacen sentir perdida, extraviada en el bosque de tu vida? Has llegado a un punto decisivo en el cruce de caminos de tu existencia en el que forzosamente sientes la necesidad de autoconfrontarte, pero no sabes cómo hacerlo, no encuentras a quién contarselo, no sabes qué hacer, ni cómo reaccionar, no entiendes cómo es posible que a tí;.... ¡A tí te esté pasando ese caos emocional que te tiene toda confundida y abatida!

Quizá lo más fácil y cómodo sería en esos momentos etiquetarte de manera burda: "Creo que me estoy haciendo loca", "No entiendo lo que me pasa, esto no es normal", "Necesito una orientación, pero ¿a quién carajos se lo comento sin que se enteren lo que me pasa?. Los mecanismos de defensa afloran como por arte de magia: "Estás loca, ¿cómo se los vas a contar a tu marido?, ¡Te encerraría en un manicomio!, o ¿Cómo se los voy a contar a mi jefa(e)?, ¡Me correrían del trabajo!, ¿O cómo se lo voy a contar a mi mejor amiga?, ¡Si ella está peor de loca que yo!

Nunca entenderían estas mujeres (en especial), que esos cambios bruscos de carácter, de gustos, de emociones, de acciones, de procederes, de conductas, o como quiera que le quieran llamar; obedece a varios factores que aquí y ahora es conveniente mencionar:

1.- Podría tratarse de la acumulación cansacio, desvelos, de estrés.
2.- Podría tratarse de fuertes presiones en el hogar, en el trabajo o la familia.
3.- Podría tratarse de una descompensación hormonal tremenda.
4.- Ovulación, climaterio o ya de plano una plena menopausia.
5.- También podría obedecer a problemas económicos, de salud, de afectos, etc.

Son muchos los motivos que ocasiona que la mujer y el ser humano en general suba o baje sus defensas orgánicas. La corteza cerebral es muy sabia, y cuando ríes, ella produce beta-endorfinas que son las que te dan vida en abundancia, y además tienes una glándula suprarenal asociada con el hipotálamo de tu cerebro, muy generosa por cierto que le aporta cortisol a tu sangre, que son los neurotransmisores de la felicidad, del buen humor, del optimismo, de la energía, principalmente en las horas de la mañana, y esta energía va disminuyendo alrededor de las 4 de la tarde, para recuperarse nuevamente con una nueva producción en la noche, durante las horas del sueño. Pero si acostumbras desvelarte, ¿Cómo quieres sentirte bien y radiante durante el día?, ¡Por favor! tienes que ser consciente de que también tu maquinita humana llamada cuerpo, necesita reposo y una buena dosis de alimentos balanceados.

En este último aspecto, o sea el de la alimentación, pondré un ejemplo claro, preciso y conciso para que se entienda cuán importante es saber combinar los alimentos, es decir, comer bién y a sus horas, observen: "Supongamos que vamos de vacaciones a la playa, o al campo, son nuestras vacaciones, vamos todos contentos, la abuela saca una bolsa de naranjas y nos reparte a todos en el camino, mamá le ayuda a los chicos a pelar las suyas, papá maneja el coche feliz tarareando una canción, todo es dicha y felicidad, la familia se dispone a disfrutar, pero de pronto, el coche empieza a "cascabelear", el motor está fallando, parece que algo anda mal, y finalmente el coche se queda tirado en plena carretera en medio de los fuertes rayos del sol". ¿Qué hacer?

Allí lo que hay que hacer, es revisar principalmente el motor del vehículo, chequear el carburador, el transmisor, la corriente eléctrica, puf... al parecer todo está bien, pero ¿Qué pasa? ¿Porqué el coche no quiere caminar más?; Ah, pues por una razón sencilla; es que el tanque de la gasolina se vacío rápido porque era de pésima calidad, además el carburador necesitaba agua, aceite y cariño; así pasa con la máquina humana, es un vehículo que necesita de buenos carburantes, vitaminas, proteínas, minerales, potasio, calcio, fósforo, hierro, etc., un cuerpo mal alimentado, segurito que tarde o temprano se enfermará, como se enfermó el coche en plena carretera ¿verdad?

Entonces mujer; no te quejes si no haces las cosas bién y de manera consciente darte cuenta de que la vida va pasando por nuestro camino, de manera tan veloz y que nadie, absolutamente nadie, excepto tú, puedes darle el valor y el sentido que merece en tu propio existir y que nadie jamás podrá sentir por tí, lo que tú misma sientes, y puedes y debes hacer por ti, sobre todo en esos momentos, cuando sientes que algo anda mal dentro de ti. Sí así lo hicieres que Dios te lo premie, y si no lo hicieres así, que la misma vida te lo demande. ¿Estás de acuerdo?

Con mis respectos y cariño siempre para tí,
Doral.

jueves, 9 de junio de 2011

La convivencia en grupos


La convivencia en grupos.

Hoy en día la convivencia se manifiesta en la sociedad como un elemento importante, representativo y muy significativo para la mayoría de la gente, especialmente para la mujeres. Este factor social, es el eslabón más preciado en todo grupo, o en los grupos socioculturales de nuestros pueblos y nuestras naciones, ¿Porqué?... revisemos detenidamente este aspecto que muy pocas veces hemos tomado en cuenta en nuestro cotidiano existir.

Sabemos por principio de cuentas, que todo somos seres sociables, y que nos guste o nó, siempre tendremos la necesidad de pertenecer a algún grupo humano o social; llámese familia, escuela, trabajo, amigos, o vecinos y entorno, etc. Los grupos de convivencia suelen ser de dos tipos: Públicos y privados.

Los grupos privados como clubs, negocios, empresas, etc., son de responsabilidad limitada, muy cerrada y están sujetos a normas muy estrictas de afiliación con requisitos muy específicos, en cambio los grupos públicos son más abiertos y accesibles, tales como: Clubs deportivos, movimientos políticos y culturales, grupos académicos, grupos de filosofía, grupos de ciencia, arte y mística, etc.

Pero indiscutiblemente todos, absolutamente todos están expuestos a otro factor importante llamado: Influencia, y esta se puede dar de manera positiva o de forma contraria. Ese es el grave problema que existe en todos los grupos sociales. Y en el caso de los grupos compuestos por mujeres, es doblemente evidente que ese tipo de conflictos surge con más fuerza, puesto que la mujer se caracteriza por su guerrera forma de defender sus intereses con todas sus armas que tiene al alcance de sus manos: inteligencia, ternura, persuación, tenacidad, belleza, etc.

De todo lo anterior se deriva una pregunta: ¿Sabes convivir en grupos mujer?. Es menester responderse a sí misma esta cuestión, pero respóndete a tí misma con absoluta sinceridad, y observa tu actitud, analiza tu conducta, ¿qué haces cuando dejas que otros influyan sobre tí? o lo que es peor, ¿Por qué permites que otros decidan por tí?.

Saber convivir en un grupo, se dice fácil, pero qué difícil es conservar nuestra propia individualidad en un grupo, donde cada cabeza es un mundo con su propio sistema de valores y creencias esquematizadas, y cada cual piensa y siente diferente y cada cual cree tener la razón, y de hecho sí tiene cada quien la razón, muy personalizada pero es su razón, es suya, pero en la colectividad del grupo a veces se le pierde, ¿porqué sucede ésto?, pues por la simple razón de que la influencia que ejercen los más fuertes del grupo sobre nuestros pensamientos y formas endebles de ser o actuar, pueden quedar aún más minimizadas, o cambiadas por el temor al qué dirán, miedo a quedar en ridículo, o ser rechazados o desechados por el grupo.

En todo grupo social siempre habrá quien se destaque por su carácter de líder, pero "ojo" aquí hay que darse cuenta qué clase de líder tenemos frente a nosotros:

El o la lider autógrata por ejemplo, es aquél o aquella que quiere acaparar toda la responsabilidad del grupo, es auto-competitivo(a) es el o la "milusos", y el o la que mucho abarca pero poco aprieta como se dice coloquialmente. Suena egoista ¿verdad? pero de que hay líderes o liderezas así, uf... ¡Sí que los hay! y hasta te exigen respeto y obediencia aunque pasen por sobre encima de tí, con toda su fuerza y su poder, pero sin darse tiempo para tomarte en cuenta ni para la toma de decisiones del mismo grupo.

El o la Líder participativa, actúa distinto: Este tipo de líder, toma en cuenta a todos y cada uno de los miembros del grupo, permite consultas y opiniones, comparte reponsabilidades, deberes y compromisos, trabaja a la par con todos sus subalternos a quienes les considera parte integrante y muy importante del grupo, sobre todo para motivar y estimular el ánimo y la participación en beneficio de todo el grupo, es más equitativo, justo y muestra un trato mucho más humano.

Pero existen otro tipo de líderes más comodinos, que son llamados: Líderes liberales. Estos sólo se dedican la mayoría de las veces a delegar funciones a sus subalternos, pero sin perder la autoridad de guía del grupo. Este les delega que sean ellos mismos, (los subalternos) quienes tomen sus propias decisiones, que planeen, que ejecuten acciones y que finalmente le reporten resultados, pero sin brindar al grupo ningún tipo de ayuda.

Hay otros tipos de líderes también, como los autoritarios y benevolentes, los consultivos, explotadores y democráticos, etc., pero lo importante de todo esto, es que si vamos a formar parte de un grupo para convivir, adoptemos una posición segura, confortable, que no sólo por compromiso tengamos que convivir aunque nos moleste estar o visitar y pertecer a cierto grupo o grupos.

Es importante estar donde uno se siente bien y disfrutar en todo momento lo que hacemos, lo que decimos, lo que pensamos y no perder el sentido de lo que hacemos ni de lo que pensamos, ni de lo queremos. Los objetivos debe estar bien claros en nuestra mente y en nuestro corazón: "Estoy aquí, o me gusta convivir con este grupo, o en este grupo, porque aquí me siento bien, aquí aporto mucho de mí, a otros, y otros me aportan a mí, mucho beneficio físico, emocional, económico, anímico, y hasta espiritual"

Pero si no te sientes bién conviviendo con cierto tipo de grupo o grupos, ¿entonces para qué permanecer allí perdiendo tu tiempo miserablemente y dicho sea de paso, hasta recibiendo cada rato patadas o ganchos directo a tu pobre hígado?, ¿Qué sentido tiene eso?. Piensa, analiza, observa y corrígelo inmediatamente, aún estás a tiempo de aprender a convivir donde más agusto te sientes y donde puedas decir con orgulo: "¡Qué bién se está aquí!". Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre.
Doral.

martes, 7 de junio de 2011

Palabras de un corazón: "No me digas"



Palabras de un corazón: "No me digas"

"Cuando yo llegue a la casa, no me digas, porque el amor no es para siempre, mejor dime mi cielo por que ahí estaremos eternamente" (Autor: Eduardo Díaz Saucedo, 10 años)

Ni duda cabe que los niños siempre aprenden de todo lo que ven, y su percepción se basa en los esquemas formativos a través del lenguaje y la imitación de los patrones de conducta que viven en su hogar, en su familia y en su entorno. Un niño es, lo que es su vida, el aspecto sociocultural se manifiesta de lleno, los niños son transparentes como una gota de cristal, son como unas esponjitas que absorben todo el conocimiento y son (a su vez), el reflejo de lo que son sus padres: Educación, salud, alimentación, formación, cultura, principios, normas, etc. se manifiestan en la expresión de la ternura de su alma y de su corazón infantil, su talento y su inspiración.

Pero a veces resulta que se trata de una expresión dolorosa, que manifiesta algo más que palabras; indicadores de que allí hay algo más que un pensamiento o un poema, como en el caso de nuestro autor invitado el día de hoy: Un grito desesperado que como un muro, aprisiona la garganta ahogando la voz en un suspiro infantil y las letras de un niño, se vuelven magnas, sonoras, heróicas, majestuosas, bajo el hidalgo sentir que se plasma en el dintel de una suave manita morena, que se niega a renunciar a la esperanza, aferrándose a la blancura del papel... "No me digas", "No quiero saber", "Me duele enterarme", "Me lastima lo que está pasando"... Por favor mamá; cuando yo llegue a la casa, no me digas, por que el amor no es para siempre.

Evidente realidad que para la mente infantil resulta aplastante, destructiva y desesperanzadora, sobre todo en la edad de la pubertad, cuando nuestros hijos están entrando a la etapa más difícil de toda su vida, y cuando la búsqueda de su propia identidad se hace casi imposible en tales circunstancias: Papá y mamá en vísperas de un divorcio que suena tan injusto, tan cruel y tan doloroso que quedará grabado como un capítulo fatal en el inconciente de los niños.

¿Qué es lo que más quisieran ellos?. Los niños lo primero que pedirían es tener juntos por siempre a sus padres, amándose con todo el corazón, respetándose y saber que siempre estarán allí, protectores y amorosos en el calor del hogar, donde todos los días hay un plato de sopa caliente en la mesa, risas, charlas, bromas y uno que otro almohadazo o hasta un zapatazo del hermano o la hermana menor, que incluso... a veces saben a gloria: "Pero me las vas a pagar", "Te voy a esconder tu gorra", "Te voy a rayar tus libros" "Te voy a tirar el calcetín por la ventana" etc. ¿Cierto?

Sin embargo; es justo reconocer que las palabras verbales o escritas de un niño, a veces tambien llevan un doble sentido, se pueden interpretar de varias maneras; puede ser por dolor debido a la separación de sus padres, o por sentirse culpables de esa separación, o porque piensan que también se divorciarán de ellos, pero en ese caso es menester hablar con nuestros hijos previamente e informarles que, de ninguna manera ellos son los responsables del divorcio, y que podrán seguir viendo a papá y a mamá cuando ellos lo quieran, e incluso vivir un tiempo con cada uno, pero que siempre su papá será su padre y su madre nunca dejará de amarlos.

Es imposible pues, evitar que la mayoría de los chiquitos se sientan culpables por el divorcio de sus padres y la mayoría de las veces se preguntan: ¿Yo qué hice?, ¿Será porque no me porté bién?, ¿Será porque no hago mis tareas?, ¿Será porque no me lavo los dientes?, etc. Y de ninguna manera procede ni corresponde dejar que los niños abriguen esos conceptos erróneos y estos casos, es mejor hablarles con la verdad pues de que la separación es mejor que continuar siempre discutiendo por todo.

El niño no sabe realmente lo que está pasando ni lo que la madre o el padre sienten, quieren o piensan hacer, y muchas veces echan a volar su gran imaginación:

"Yo no sé lo que tienes, yo no sé lo que piensas, yo solo sé que me enamoraste eternamente" (Autor: Eduardo Díaz Saucedo, 10 años"

¿Cómo imaginar lo que está pasando? ¿Cómo saber o adivinar lo que está pasando por la mente de los padres? Los niños no son tontos, ellos ven, sienten, intuyen... ¡Los niños quieren saber! y es urgente hablarles con sabiduría, con madurés, pero también con responsabilidad y prudencia, en su momento, en el lugar más adecuado y con una explicación que vaya de acuerdo con su edad para no lastimarles sus sentimientos, recordemos que un niño está en proceso de formación física y mental, el niño es como un pedazo de barro que hay que saber moldear con mucha ternura, respeto y muchísimo amor.

El niño ama a su madre, la niña ama a su padre y es muy evidente que ambos; niño y niña sentirán molestos, resentidos y sentirán que todo su mundo se derrumbó, que ya no hay esperanza, ni motivos, ni sentido de vivir, los niños pierden su brújula y su rumbo cuando se sienten desamparados emocionalmente, se llenan de tristeza, de melancolía, de añoranza, pero tambien de miedos a la vida... de miedo a enfrentar solos su nueva toma de decisiones y su cotidiano nuevo existir. Sin embargo el tiempo en este caso, irá marcando la pauta:

Poco a poco el tiempo irá poniendo vendas de amor y las cosas tomarán solas su propio cauce, como todo toma su propio rumbo a través de la vida: "Te gustan las rosas, te gusta el amor, te gustan mis ojos y a mí, tu corazón" (Autor: Eduardo Díaz Saucedo, 10 años)

Aquellas primeras palabras que escuchamos de un corazón: "No me digas", con el tiempo se convertirán en: "Quiero saber", "Quiero experimentar", "Quiero entender y comprender", precisamente porque no se trata de repetir la misma historia. Nuestros hijos no tienen por qué pagar nuestros errores, ni tienen porqué repetir los mismos patrones que vivieron en su niñez, nuestros hijos tienen que decidir cómo vivir su propia vida, pero sin el fantasma ni los recuerdos dolorosos de su infancia, y he allí donde todavía no concluye nuestra labor como padres.

Por lo tanto y ya para concluir, si has pensado divorciarte de tu esposo(a), o si ya estás en proceso o en trámites de un próximo divorcio, por favor no olvides que primero debes dejar las cosas muy claras en casa y recordar que tus hijos no pidieron venir a este mundo y que por lo tanto con tus hijos está tu primera responsabilidad antes de firmar el acta final que te deslinda de tu compromiso (o mejor dicho de tu contrato) con tu pareja, ¡Haslo si a ese acuerdo has llegado con tu pareja!, pero que tu decisión no afecte a otros y de ninguna manera te exime de haber aportado más y mejor de lo mejor de tí como persona, a esos pedacitos de mar y cielo que quizá seguirán escribiendo sentidos, profundos, inocentes y muy hermosos poemas de amor, de desamor y bellos pensamientos con preguntas: ¿Porqué?, ¿Porqué?, ¿Porqué?... ¡Mejor, no me lo digas mamá, que de todos modos yo lo sabré cuando sea grande!: "Yo quisiera ser tu almohada, para saber lo que piensas, yo quisiera ser chocolate para derretirme en tu boca, yo quisiera ser un niño para enamorar tu corazón" (Autor: Eduardo Díaz Saucedo, 10 años)

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

jueves, 2 de junio de 2011

La Adicción a Internet: Los chats, una aplicación adictiva



La Adicción a Internet: Los chats, una aplicación adictiva

Las nuevas TIC - tecnologías de la Información y el Conocimiento- están cambiando los comportamientos sociales con una rapidez hasta ahora totalmente desconocida en la Historia de la Humanidad. Se producen nuevos hábitos y disfunciones en los individuos, formando una clase social a nivel global que podríamos denominar como “los conectados”.

Esto lleva a un problema detectacto entre los usuarios de Internet: la adicción a la red. “En una sociedad donde la mirada, lo escópico está archipresente, Internet permite la participación voyeurística, la posibilidad de acceso a ideas, pensamientos, sentimientos, sin los riesgos que esto conlleva en el cara a cara”. King, 1996).

Internet es un medio anónimo, un medio que se ha convertido en la nueva frontera de las relaciones sociales, un medio que mediante un breve contacto -dar a unas teclas- uno se introduce en un mundo fascinante, una alternativa a la comunicación, una relación interpersonal descomprometida, que permite una relación inmediata y sin peligro.

Cualquier usuario puede presentarse como siempre ha soñado ser. Es una forma de reinventarse a sí mismo, de cubrir necesidades psicológicas no afrontadas enmascarando la inseguridad interpersonal, como pueden ser la expresión de un rasgo de personalidad reprimido y los sentimientos de reconocimiento y poder.

Una de las aplicaciones que más poder adictivo tienen es el CHAT. El “Chat” (en inglés, “charla” en castellano) es una herramienta de internet mediante la cual las personas pueden interactuar, formar relaciones humanas, intercambiar ideas, etc… Desde el punto de vista de comunicación, en este medio el “texto” es el vínculo más importante con el que los cybernautas transmiten sus sensaciones, emociones, e ideas, (reales o inventadas) de forma extremadamente rápida, para poder mantener la atención, de otra forma la charla se acaba.

Pero esta forma de relación virtual, fácil y rápida, ¿conlleva a problemas de adicción o de disfunciones de la personalidad de las personas? Vivir en la Red es cómodo y puede dar lugar a que las personas prefieran conectarse a salir y relacionarse con el mundo auténtico y real. El ordernador, en este caso, serviría como una defensa frente a los "peligros externos", protegiendo entonces a un “yo” vulnerable del contacto físio "real" con los otros.

Las personas con mayor riesgo de crear esta nueva pseudo-identidad on-line son las que presentan baja autoestima, sentimientos de insuficiencia y miedo a la desaprobación de los demás. Estos rasgos también pueden conducir a otros trastornos como la depresión y ansiedad, que pueden entrelazarse con el uso excesivo de Internet.

Kimberley S. Young es una de las psiquiatras pioneras en la investigación de la adicción a Internet. La doctora Young ha creado un Centro sobre la Adicción a Internet -- en la que ofrece consejos y bastantes artículos referidos a ésta, según ella, nueva adicción. Como curiosidad, señalar que han surgido asociaciones de adictos a Internet (como Interaddicts Anonymous) que se comunican a través de la propia red. "El adicto es el que se conecta y no tiene ningún objetivo, salvo estar conectado".

A nivel clínico, puesto que ha surgido una demanda real de ayuda, se han elaborado algunos instrumentos de evaluación y técnicas de tratamiento, la mayoría adaptadas de otros trastornos. Debido a la reciente historia de Internet, es un problema de aparición reciente que aún no se ha estudiado en profundidad.

Como conclusiones finales, Internet no es, en principio, el culpable de la creación de la adicción, sino que es el medio que, dependiendo de su uso, puede poner de manifiesto la existencia del algún desorden mental, carencias, miedos, etc... sin embargo, sí que algunas de sus aplicaciones pueden aumentar su capacidad adictiva, solo posible en Internet (chat, cybersexo, etc). La cuestión es delimitar entre afición o adicción, aunque podríamos determinar que cuando la persona prefiere conocer la realidad a través de Internet o relacionarse con los demás a través de los chats, en lugar de asomarse al mundo, debemos empezar a preocuparnos.

Conocer y socializar a través de este medio puede resultar positivo, siempre y cuando no se pierda el contacto con la realidad.

fuente:
http://www.aulafacil.com/psicologia-tratamiento/curso/psicologia-internet.htm

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