miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Eres una mujer cautiva de tus deseos?



¿Eres una mujer cautiva de tus deseos?


La mujer, con su naturaleza helénica, romántica y soñadora empedernida, guarda celosamente siempre sus sueños heraldos para sí misma, pocas veces los comparte, no los presta ni mucho menos los regala, en cambio a veces los deposita en su diario. ¿Tú tienes un diario?, muchas mujeres lo tienen, pero otras prefieren escribir sus deseos en lo más íntimo de su corazón y de su pensamiento. Los sentimientos se convierten entonces en cómplices secretos de la mujer que suele convertirse a su vez, en cautiva de sus propios sueños y hasta de sus quimeras.

Este tipo de mujeres, pocas veces en su vida saben disfrutar sus experiencias cumbre, porque siempre están en alerta, como vigías en épocas de guerra, a la espera de algo más grande, más delicado o irremplazable. Esto es como vivir llenas de inconformidades, insatisfacciones o ambiciones desmedidas que de manera muy íntima afectan de alguna manera, con una fuerza descomunal, la estabilidad emocional de la mujer, exaltando incluso todos sus sentidos.

Pero la verdad de las cosas, es que la mujer en tales circunstancias no se da cuenta de su esclavitud oscura: Risas, sorpresas, emociones diferentes se pueden percibir en su trato amable, pero nadie sabe lo que ella carga tras esa máscara. Cosas que muchas veces pasan desapercibidas para cualquiera, pero que para ella misma, en soledad toman en su momento otra dimensión... ¡La de su imaginación!

Se trata entonces de entender que una mujer que vive de manera improvisada, atrapada por sus deseos de ser, de querer, de tener, de atraer, de manipular incluso para obtener lo que se desea, es una mujer incompleta, fragmentada, dividida en pedazos. No quiere otorgarse el derecho de sentirse integral, porque siempre está soñando con algo que quizá ni existe:

"Cuando sea grande voy a sentirme feliz", y cuando llega a grande dice: "Voy a ser feliz cuando me gradúe", y cuando se gradúa dice: "Voy a ser feliz cuando me case" y cuando se casa dice: "Voy a ser feliz cuando tenga hijos", y cuando llegan los hijos dice: "Voy a ser feliz cuando tenga un automóvil", y cuando el marido le compra su automóvil dice: "Voy a ser feliz cuando me cumpla mi deseo de hacer el viaje de mis sueños", y cuando realiza el viaje de sus sueños dice: "Me sentiré plena y satisfecha cuando regrese a mi casa", pero resulta que cuando llega a su casa... ¡Dios mío! ya está maquinando nuevas y más necias fantasías. ¿Entonces quién la entiende?

No es malo por supuesto tener fantasías, pero no someterse a ellas porque se corre el riesgo de terminar siendo una mujer cautiva de los deseos que pueden acarrear muchas frustraciones cuando esos deseos no pueden ser cumplidos por alguna razón, y allí sí, con justa razón existe una máxima que reza por allí que dice: "Eres lo que proyectas" y es verdad, nadie puede proyectar ante los demás lo que no es, ni piensa ni siente, veamos un ejemplo:

Imaginemos que sentimos atracción por un hombre, y mentalmente nos decimos a sí mismas: "Me gusta mucho ese hombre y cuánto quisiera estar con él". Obviamente que las normas sociales no permiten expresarlo abiertamente, y mucho menos decírselo a él directamente, nos tildaria de irreverentes o de locas, pero la simple idea, ya generó una huella mental llamado esquema, ya vive en nuestro interior ese deseo oculto, que por lo pronto es intransferible, pero que a su vez nos genera fuertes emociones, adrenalina, betoendorfinas y latidos del corazón que casi se nos sale por la boca: "Me gusta, me encanta, está re-buenote el condenado" ¿y por qué no?, hasta nos echamos un buen taco de ojo ¿cierto chicas?

Es increíble ver cómo algunas mujeres nos resistimos a cambiar nuestros viejos y caducos paradigmas de vida, no soltamos el pasado, nos cuesta mucho sacrificio dejarlo ir, queremos seguir con nuestros milenarios y ancestrales hábitos, costumbres y vicios de vida, formas de pensar, formas de sentir, formas de actuar, formas de concebir las cosas, formas y más formas sin tanto formulismo, válgame la redundancia... ¡Puras formas de ser y de comportarse!, siempre lo mismo, lo mismo, lo mismo... Ay, pero... ¡Cuánto nos gusta hacer siempre lo mismo! ¿verdad? aunque nos quejemos de que siempre nos va tan mal.

¿Porqué no cambiar el rumbo de nuestra existencia?. Si ya somos esclavas de los hábitos, costumbres y deseos, por lo menos que sean buenos hábitos, buenas costumbres y buenos deseos que no nos generen tantas angustias, presiones, exigencias, desgastes emocionales y hasta culpas innecesarias, y esto no es algo difícil de entender ¿Pero estaremos dispuestas a ponerlo en práctica?

Amigas lectoras, vamos a recomendarles un buen libro (muy hermoso por cierto), que se llama: "El alma está en el cerebro", del escritor Eduard Punset, en el cual nos dice: "El deseo nos saca de nosotros mismos, nos desubica, nos dispara y proyecta, nos vuelve excesivos, hace que vivamos en la improvisación, el desorden y el capricho, máximas expresiones de la libertad llevada al paroxismo. El deseo reivindica la vida, el placer, la autorrealización, la libertad.

Unos planifican su vida, mientras que otros la viven al ritmo que les marca el deseo. El deseo de vivir y de hacerlo a su manera. Por eso sus autobiografías son más descriptivas que explicativas, pues sus vidas no tanto se deben a los resultados u objetivos cumplidos, sino al sentido inherente al mismo proceso de vivir. Y este proceso, de uno u otro modo, lo establece siempre el deseo. Si bien el deseo rebosa incertidumbre acerca del itinerario, a muchas personas les garantiza la seguridad en cuanto a los pasos dados.

Bien entendido el deseo no es una voz oscura, confusa y estúpida, sino que - en una persona madura - es luminosa, clara e inteligente. Las emociones están en la base de los deseos y de la inteligencia se dice que es emocional. Visto de este modo, el deseo se convierte en el portavoz de uno mismo".

Valiente declaración de un deseo de expresar lo que en sí, como personas somos, y hasta la próxima amigas.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Lesbianismo y homosexualidad


Lesbianismo y homosexualidad


Se le llama “lesbianismo” a la preferencia sexual que una mujer siente hacia otra. También se le conoce como: Mujer que se siente atraída romántica, afectiva y/o sexualmente hacia personas de su mismo sexo, se gustan y disfrutan enormemente de la práctica libre de su sexualidad humana, a la que por supuesto, tienen todo el derecho del mundo, aunque en pleno siglo XXI, aún la sociedad las juzga y a algunas hasta se les condena, sin darles ni siquiera la oportunidad de defenderse.

Pero hay excepciones, no en todas las sociedades sucede este fenómeno del “rechazo” hacia el lesbianismo y la homosexualidad, ya en muchos países del mundo se ha asimilado perfectamente esta cuestión tan “natural”, e incluso se les ve a las parejas lésbicas o parejas de gays, en la calle, tomados de su manos o abrazados amorosamente de manera pública, eso ya no es novedad sino andancia –comentó un párroco muy conocido en esta comunidad virtual-

Sin embargo, tenemos que reconocer que ambos fenómenos (el de la homosexualidad y el lesbianismo), es piedra de escándalo todavía hoy en día, lo queramos admitir o no; y que como parte de la sociedad que somos, no es fácil para muchas personas aceptar esta idea en sus reducidos conceptos mentales, no la coinciben, la consideran un tabú, una vergüenza, un asco y casi un crimen moral que atenta contra natura (dicen). Y claro; para una persona que piensa así, es muy fácil escudarse a sus concebidos prejuicios y despellejar vivo a su prójimo con las manos en la cintura y sin tentarse el corazón.

Pero a manera cultural, diremos algo importante aquí y ahora: En 1949, la Dra. Simone de Beauvoir afirmó: "Una no nace mujer, sino que se hace mujer." Su reflexión abrió todo un nuevo campo de indagación intelectual sobre la interpretación de la igualdad y la diferencia de los sexos, que hoy es tema de revistas, libros, debates políticos, políticas de diversidad empresarial, seminarios académicos y movimientos sociales en todo el mundo. (Ver su libro: “La mujer rota”)

Los Estudios de "Comportamiento sexual" no sólo estudian la desigualdad hacia las mujeres, sino que han abierto nuevos campos de investigación, tales como: masculinidades y diversidad sexual. Pues no es extraño encontrar hoy en día a muchos hombres feminizados y a muchas mujeres demasiado masculinizadas, ¿a qué se debe este fenómeno?, ¿A la cultura?, ¿A sus roles?, ¿Al entorno?, ¿A la formación que se recibió de los padres? ¿A las influencias de amigos, familiares o conocidos?, ¿A la genética?, ¿A la curiosidad?... ¿O a qué?

Es cierto que vivimos en un mundo mercantilista de toma y daca, o de puro “trueque”, me das-te doy, si no me das-no tengo porqué darte, ¿cierto?., ah, pues entonces lo mismo pasa con las normas socioculturales: Si funcionas dentro de la norma, todo bien, no tienes problemas con nada ni con nadie, es decir, tienes que hacer lo que hace Don Vicente y toda la gente, que al son que le tocan, baila, pero si te sales de la normalidad, te llaman: “Anormal”, “Loca(o)”, “Desviado”, “Desquiciado” y madre santa, quién sabe cuántos apodos más… ¡Y de pilón todos feos e injustos!

No es por lo tanto, nada grato ni justo ni honesto de parte de algunas personas, que se pasen la vida señalando la paja en el ojo ajeno, sin darse cuenta de la viga que traen atravesada en el suyo. Afortunadamente hay quienes sí se atreven a “salir del closet” y les vale un cuete el qué dirán o el qué pasará y realmente es admirable, porque se necesita ser o muy irreverente o muy valiente para aceptar su lesbianismo o su homosexualidad frente a los demás, ¿Y quienes somos nosotros para juzgar o para condenar actos ajenos? ¿Qué acaso las lesbianas y los homosexuales no son seres humanos como tú o como yo, que también tienen sus sueños y hasta van al baño y se cepillan los dientes como cualquiera?; ¿De dónde salió la idea de que ellos son personas inferiores, vulgares y prosaicas?.

No apoyamos la ola de violencia que impera contra nuestras semejantes que tienen preferencias sexuales especiales, pero tampoco ayuda mucho el rechazo maquillado hacia ellas, el maldeseo escondido, oculto o disfrazado, es decir: Cuando tú dices que no te importa que tu amiga, tu hermana, tu hija, o tu compañera de trabajo salga con otra mujer, o que tu hijo, tu hermano, o tu amigo salga con otro hombre, pero les evitas, les sacas la vuelta, les rechazas, prefieres que no te vean con ella(él), e incluso hasta les cortas tajantemente en un determinado momento, ¿Cómo te sentirías tú, si estuvieses en su lugar?

Hay que tener mucho cuidado en nuestro trato, en las palabras y en las conductas que tengamos hacia nuestras amigas lesbianas y con nuestros amigos de "manita caída". Ellas y ellos, tienen un problema serio que resolver y seguramente lo harán a su manera, pero no nos corresponde hacer juicio, sino todo lo contrario: Reconocer que viven y sienten así por alguna razón, motivo o causa, y que no necesariamente tienen que faltarte al respeto por el simple hecho de ser lesbianas u homosexuales.

Se conocen millones de casos de mujeres lesbianas muy educadas, talentosas y respetuosas, también señores homosexuales muy limpios, cultos y excelentes oradores, conferencistas y conversadores y qué caray… que después de todo, cada quien tiene derecho de vivir su vida como mejor le parezca. ¿No lo creen ustedes así?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El carácter, garantía de toda mujer.



El carácter, garantía de toda mujer.


El carácter está asociado a la voluntad y conducta de la mujer (y del hombre en general), que lo diferencía de los demás; en otras palabras, es toda la personalidad del individuo.

La importancia que le damos a la integridad de nuestros pensamientos en la vida, nos ayuda a conocer nuestro carácter real, pues no debemos olvidar que lo que un hombre piensa, en eso se convierte. Así mismo dice una máxima que reza por allí: "El hombre es lo que es su vida", y mejor diríamos que el hombre es, todo aquello que hace con su vida.

Entonces es muy importante señalar que el carácter de una persona se forma en la sumisión de la obediencia humilde, pero se evidencia en la adversidad, por tal motivo formar carácter en cada individuo ha sido una labor inalcanzable en la mayoría de los seres humanos, pues se requiere de tiempo, diligencia y mucho esfuerzo en la disposición del ánimo. Y al respecto, algunas mujeres eligen por lo que les place y no por lo que les conviene, pero con otras sucede todo lo contrario.

Las sagradas escrituras nos dicen que Dios siempre está más interesado en formar el carácter de una persona y después le da su labor para hacer. Mientras el mundo es inconstante, variable y cambiante e inestable según las circunstancias, siempre emergiendo de un carácter endeble, la humanidad a su vez reclama a los inconmovibles.

Conozco perfieles de hombres que en un momento hablan con toda seguridad y confianza emocional y en un instante lo puedes encontrar actuando de una forma totalmente opuesta; esta persona por lo regular cree que sus emociones son él mismo, y no es así. En un momento puede ser la persona más segura y valiosa del mundo y otro día puede tener su autoestima por los suelos.

Algunas de las cualidades del carácter son la estabilidad, la firmeza en sus convicciones y su flexibilidad. Un hombre o una mujer inestables, lo son principalmente por tres razones:

1.- Porque es muy emocional,
2.- Porque tiene miedo a la pérdida y al dolor del yo, deseando siempre complacerse.
3.- Porque teme ser rechazado.

Las personas que viven según lo que sienten, son muy inestables y cambiantes, al son que les tocan bailan, porque viven de los estímulos de sus emociones y sus circunstancias, cuando lo correcto sería tener autocontrol y dominar las emociones para pensar alto y sentir claro.

La buena noticia es que formar el carácter implica meterse de lleno en una actividad que es aprendible, pero es necesario tener firmeza en lo que se quiere lograr porque el hombre o la mujer de doble ánimo es y seguirá siendo inconstante en todo lo que hace y su inestabilidad no le permite ni le permitirá nunca alcanzar nada de lo que se propone.

Amigo(a) lector(a), puedes querer con toda tu alma formar un cáracter estable y definido, pero para esto se necesita mucho más que emociones y deseos profundos, necesitas conocer primero a tu verdadero yo, y observar cómo te maneja en las emociones y no tú a él, como debería ser... ¿Quién manda dentro de ti?, ¿Quién es el regente de tu interior?, seguro aún no conoces ni siquiera el poder que tiene el báculo de tu voluntad y necesitas conocer tu propósito (que significa propuesta)... ¡Acepta la propuesta de luchar contra tu peor enemigo: ¡Tú mismo!, hasta lograrlo.

Una persona cuyas emociones no han sido quebrantadas, siempre vivirá basándose en ellas, y quizá hasta se considere auténtica, pero la realidad es que es y seguriá siendo gobernada solamente por su perfil añejo... ¡Rompe tus esquemas caducos!, ábrete a lo nuevo. Recuerda que si no rompes la odre vieja, de nada te servirá echarle agua nueva, porque lo único que conseguirás es que ésta, se revuelva con el agua sucia y maloliente que por mucho tiempo allí tenía estancada.

Nuestro impulso emocional no es nuestro verdadero ser, decimos amar a los nuestros y hasta juramos amar a Dios, pero nos amamos más a nosotros mismos, creemos vivir por Él, pero no estamos dispuestos a morir por Él. ¿Entonces en qué quedamos? ¿Dónde queda el valor de nuestra palabra?

No podemos confundir nuestro perfil con el verdadero yo, muchas veces tenemos una emoción de valentía, pero como personas somos débiles y cobardes, deseamos entregar nuestra vida en lo que creemos, pero terminamos protegiéndonos. Sólo una clase de persona es estable: La que decide ser fiel a sus convicciones del alma y a su Creador... ¡Hasta la muerte del Yo!, eso es todo.

Autor: Psc. Luz María Bustamante
Foto: Lic. en Comunicación: Tere Bermea
Adaptación: Doral.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mi despedida

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Mi despedida


¿Me dejarías hoy Señor, besar las huellas de tu imperio?
Un gran momento para entregarte mi vida,
antes de bajar a la fosa común, de mi última morada.


Gotas de mi sangre en el corazón derramado,
laringe, canto y voz de tu cielo tan amado,
y el perfume que extasiado en tu sahumerio,
sea el aliento que cubran los riscos de mi partida
última aurora, de la luz enamorada.


Dulce heraldo de mi amor, no me impidas un suspiro,
homenaje a los desvelos, a las luchas y fatigas
a los grandes desafíos transformados en papiro,
en trigales de silencio, la muerte de sus espigas.


Enséñame Señor a perdonar los rencores encendidos,
A desgarrar las mortajas, que me atan al pasado,
No quiero llevarme por siempre en el corazón herido,
la tierra infértil, que jamás se ha cosechado.


Déjame dar gracias Señor, por todo lo vivido,
Y cabalgar sobre nuevas auroras del tiempo y la eternidad,
Cielo y mar como testigos, de tantos polvos de olvido,
Y en mi alma soberana, brille por siempre la inmortalidad.

Paz Inverencial,

Doral.
23-Sept-2010
1:00 a.m

¿Vale la pena darlo todo por amor?



¿Vale la pena darlo todo por amor?

Es muy obvio que para llegar a ser personas enamoradas o enamoradizas, se necesita de un detonante especial que sea capaz de mover todo el tapete de la existencia humana (digámoslo así), pero no siempre los esquemas mentales de una persona u otra son los mismos, ambas tienen diferentes enfoques, perspectivas, visiones, o percepciones, además influye mucho el medio, el entorno, las circunstancias, la cultura, las creencias, el tiempo, lugar y el espacio inmerso en cada situación, cosa o persona. Son factores diversos que se acomodan por sí solos para que surja un pensamiento, un sentimiento y una acción.

En este marco, es preciso darnos cuenta de lo importante que resulta tener una buena dosis de paciencia, ética personal, respeto y una excelente organización interna, para tomar las cosas como son, sin mezclar los sentimientos y evitar así, enredarnos toditos en el sistema emocional que suele confundir a cualquiera, cuando no se sabe ni lo que se busca, o cuando no se ha aprendido a pensar alto y a sentir claro.

Una de las fuentes de más potencia (o poder) en la mente y el corazón humano, son las fuerzas del enamoramiento, y cuando la mujer se enamora, no sólo pierde la cabeza, sino todo el resto del cuerpo, porque se entrega en cuerpo, alma, sentimiento y razón… camina como sonámbula (riéndose sola) por todas partes, sintiendo que sus pasos están encima de puras nubes de algodón, se siente una veleta a la deriva de las circunstancias, que giran alrededor del mismo círculo vicioso llamado: “Mi amore”.

Pero qué curioso resulta darnos cuenta de que ese círculo vicioso, a veces adopta otros nombres o apodos, de acuerdo a la intensidad o de la velocidad con que gira sobre su propio eje: A veces le llaman: “Mi cosita bonita”, “Mi bombón”, “Mi terroncito de azúcar”, “Mi corazoncito”, “Mi gordito(a)”, “Mi preciosa(o)”, “Mi bella(o), “Mi vieja(o) chula(o)”, “Mijo(a), y otros más despectivos como: “Huerca”, “Panzona”, “Trenzuda”, “Chaparra”, o simplemente “Mujer”.

Pero lo que si es bien seguro que tanto hombre como mujer, siempre girarán alrededor de sentimientos generados por una palabra, por un detalle, por un gesto, o incluso por una simple mirada que lo dice todo. El hombre por ejemplo, podría llegar a enloquecer por una boquita pintada, por una sonrisa, por el aroma de un perfume, el tono de una voz bien sensual o por una cinturita, ¿Y la mujer?...

La mujer enamoradiza e ilusionada podría enloquecer de alegría si recibiera flores, una llamada telefónica a cualquier hora, una serenata inesperada, una loción, una carta amorosa, un mensaje, un “Te amo” al amanecer, un beso en la mejilla ¿o en los labios?, huy… ¡Mejor! O en el cuello o más abajito del cuello, ¿Por qué no si se trata de su señor esposo amoroso?.... ¡Pero un beso de esos de película!, y no uno de esos besos obligados, que hagan de cuenta que tienen sabor a papel cartón, ay no, ¡No la frieguen!

Hay entonces qué buscarle el sentido a cada sentimiento (valga la redundancia), porque no se vale quemar el cartucho nomás por una llamarada de petate, como se estila decir coloquialmente, como tampoco es justo revolver todo como si fuera de manteca, chile, tomate y cebolla… ¡condimentos sí; pero para ponerle sabor al caldo! (como diría mi abuela) y que no confundamos al amor con la pasión, ni a la pasión con el enamoramiento, y mucho menos al enamoramiento con una necesidad, que fisiológicamente nos es tan vital.

Pero hey… ¡Tranquila mujer!, no enloquezcas por nada ni por nadie, es cierto que la gallina cacarea porque le duele… ¿Cómo no?... ¡Si es su producto!, pero que no te coma la curiosidad, ni la arrogancia ni la desesperación, porque seguro perderás tu dimensión. Recuerda que cuando se piensa, no siempre se reflexiona y que la mejor fórmula para que las cosas te salgan mal, es querer quedar bien con los demás, por lo tanto ya no es suficiente ser mujeres eficientes sino proficientes, miren:

Es tan hermoso cuando alguien te dice: “La relación nuestra es tan especial, que sobrevive por sobre toda necesidad, se apoya en la confianza que ambos nos tenemos, en la admiración que por ti siento, en la esperanza de vernos y abrazarnos, de estar juntos para compartir el resto de nuestras vidas” ¿Buscarías mejor razón para vivir feliz?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

martes, 21 de septiembre de 2010

El Pozole mexicano, presente en las fiestas del Bicentenario



El pozole mexicano, presente en las fiestas del Bicentenario

El pozole es un delicioso platillo preparado con maíz, carne, chile y verduras en un caldo. Ha sido un platillo muy popular en el territorio mexicano desde la época prehispánica. Fray Bernardino de Sahagún relató, en la Historia General de las Cosas de la Nueva España, que durante las fiestas en honor al dios Xipe, al emperador Moctezuma se le servía un enorme plato de pozole, coronado con el muslo de un prisionero sacrificado.



Pozole, palabra de origen Náhuatl que significa espuma, es una sopa preparada con granos de un maíz especial llamado cacahuazintle que son pre-cocidos en una solución de agua con óxido de calcio por un par de horas, por lo que los granos de maíz pierden la cáscara fibrosa que los cubre y cuando hierven se abren como flor, lo que les da una apariencia de espuma.



Este maíz se agrega a una caldo con pollo o cerdo deshebrado. Al momento de servirlo, se colocan en la mesa otros ingredientes para agregar al gusto como lechuga, cebolla, orégano, limón, rábano, chile y tortillas tostadas.



Es un platillo típico en las fiestas porque se puede preparar en cantidades abundantes para satisfacer a muchos invitados. En su trayectoria de varios siglos por la historia de México, el pozole se ha modificado según los ingredientes y gustos de cada región.



En el estado de Guerrero se le agrega tomate verde, en Michoacán se le agrega chicharrón, en Colima queso blanco y en las zonas costeras se le agrega sardinas.



La receta mejor conocida es la de Jalisco, se prepara con cerdo y chile ancho.

Artículo Producido por:
Equipo Editorial Explorando México.
Copyright Explorando México,
Todos los Derechos Reservados.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Platillo del Bicentenario: El Mole




Platillo del Bicentenario: El Mole

Las fiestas patrias llegaron y para celebrar con manteles largos el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de Revolución no hay nada mejor que preparar una cena espectacular con antojitos y platillos típicos a base de mole, el alimento más representativo de la comida mexicana.

Verde, rojo, negro, amarillo… de todos colores y sabores, el llamado platillo nacional ha subsistido en nuestro país por más de cinco siglos, siendo el principal protagonista de banquetes religiosos, familiares y sociales. Incluso, cuando se trata de festejar a lo grande, sólo una cazuela de mole está a la altura de cualquier acontecimiento, indica el Chef Hugo Hernández Jiménez, vocero de Doña María, marca que ha estado presente en la vida de las familias mexicanas desde hace más de 50 años.

Comenta que su nombre proviene del vocablo náhuatl mulli que significa salsa-alimento, la cual servía para identificar una preparación azteca que incluía chocolate y gran variedad de chiles endémicos como el ancho, pasilla, mulato y chipotle. Más tarde, en tiempos de la Colonia española surgió por azar el más famoso de los moles: el poblano, cuando una monja dominica intentaba agasajar al Virrey Tomás Antonio de la Cerda y Ragón con un guiso único.

Cuenta que la religiosa logró su cometido al moler juntos chiles, especias europeas, chocolate, tortilla, jitomate y cebollas, entre otros ingredientes, los cuales dieron como resultado “una pasta maravillosa” de color rojo oscuro.



El también gastrónomo e investigador indica que el mole es un delicioso manjar cuya elaboración implica mucho tiempo y esfuerzo, por lo que las mujeres del México independiente y revolucionario se dividían las labores en la cocina. Este proceso consistía en lavar, desvenar los chiles y tostar los ingredientes en un comal, hasta molerlos poco a poco en un mortero de piedra conocido como metate.

Comenta que a partir de estos procesos surgieron en el país tantas variedades de mole como cocineras que resolvían a su modo y al momento todos los detalles, “lo que a la fecha hace casi imposible copiar la receta original”. De hecho, por la herencia de sus ingredientes y su versatilidad, ha sido propuesto por la UNESCO para formar parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

En la actualidad, con el acelerado ritmo de vida resulta todavía más complicado hacerlo de forma artesanal, provocando que se aleje de las cocinas mexicanas. Afortunadamente, dice que existen opciones como Doña María, que ponen al alcance de las mujeres su extensa variedad de moles verde, rojo, pipián y adobo en pasta y listos para servir, los cuales simplifican el tiempo en la cocina sin sacrificar sazón y tradición. “Además de estar elaborados con ingredientes naturales y sin conservadores, son una excelente alternativa para quienes desean deleitar el paladar de sus seres queridos con ricos platillos mexicanos, sobre todo en esta fiestas patrias”.

El Chef Hugo Hernández explica que este año es especial porque se conmemora el 200 Aniversario del inicio de la Gesta de Independencia y 100 años de la Revolución Mexicana, dos momentos históricos donde todos los mexicanos tenemos la oportunidad de proyectar al mundo nuestra capacidad artística, talento y riqueza culinaria.
“Se trata de sentirnos orgullosos de nuestra identidad nacional y de que este 15 y 16de septiembre hagamos una gran fiesta que nunca olviden nuestros amigos ni familiares. Y que mejor ocasión que tirar la casa por la ventana con música de mariachis y llevando todo el sabor de la comida mexicana a la mesa”, agrega el también titular del Programa Delis en Fashion TV.

Para ello, la practicidad que ofrecen los productos Doña María no sólo permite recrear platillos y antojitos típicos sin complicaciones, sino también vincularnos con un pasado lleno de historia y sentimiento. “Mediante el consumo cotidiano de mole, queremos mostrar a las mujeres versátiles y prácticas lo fácil que es revalorar aquellos guisos autóctonos, combinándolo con una diversidad de alimentos y descubrir otras maneras de hacerlo más allá de las enchiladas con pollo, como serían pastas, sopas o pescados”.

Acorde a la época en que vivimos muchas de estas costumbres han cambiado la esencia de su significado, convirtiéndose en festividades poco trascendentes u olvidadas. Por eso, “urge renovar nuestros votos y pasar este legado a las nuevas generaciones”.
Y es que, en su opinión, la cocina mexicana es una de las más variadas y ricas del mundo, pues además de estar llena de secretos reúne los sabores de dos continentes en creaciones únicas e inigualables. “Está basada en los principios del uso del maíz, el frijol, el chile y otros ingredientes, elementos básicos que determinan la textura, color y nutrición de nuestro patrimonio gastronómico”.



El consomé de pollo, por ejemplo, está presente en todas las casas, cocinas y restaurantes de México, siendo un ingrediente indispensable para múltiples preparaciones; de hecho, hidrata la pasta de mole de manera perfecta para darle ese delicioso sabor al que estamos acostumbrados. “Con pollo, guajolote, cerdo o arroz, el mole puede ser acompañado prácticamente con todo, ofreciéndonos un festín multicolor ideal en cualquier celebración”, advierte.

“Los mexicanos tenemos el privilegio de tenerlo a nuestro alcance todos los días y en presentaciones de fácil uso y bajo costo, por lo que invito a todas las mujeres mexicanas a que innoven en la cocina y sorprendan a sus invitados estas noches mexicanas con un menú muy patriota”, concluyó el Chef Hugo Hernández.

Fuente:
http://todamujer.com/?p=10935

martes, 14 de septiembre de 2010

Aprendiendo a superar el duelo.



Aprendiendo a superar el duelo.


Amigas queridas, quizá derivado de este tema, les habrá surgido del alma muchas inquietudes en el trayecto de vuestras vidas, pues cada etapa trae consigo una brega, una buena dosis de trabas y pasajes no muy gratos en el lento aprendizaje del cotidiano vivir.

Cuando nacimos, desgraciadamente no traíamos bajo el brazo un manual sobre cómo vivir la vida, ni nunca nadie nos enseñó el verdadero precio que hay que pagar por ser mujer, la aridez que se siente en el corazón cuando no hay aliento, ni a nuestro lado una persona que te pase su mano por la espalda cariñosamente y te diga: "Ya mujer, tranquila, ya pasará el dolor que ahora tú sientes"... ¡Vívelo intensamente, pero déjalo ir!

Y es verdad, todo pasa en esta vida: Pasan los años, las estaciones, las lunas, los amaneceres y puestas del sol... ¡Pasa la vida misma, y hasta nosotros!, nada es para siempre, y sólo es eterno el aliento cósmico de la luz en la inmortalidad, aquello que está fuera del tiempo, fuera de nuestra atmósfera, fuera de nuestro alcance mental, más allá del azul del cielo, más allá de la aurora, más allá del arrullo del mar... ¡Más allá de las estrellas!

Pero para aprender a vivir el cielo como si fuera en la tierra, se necesita una buena dosis de valor, de entereza, de fe y madurez. No es posible clavarse, anclarse o engancharse con el dolor que produce una ruptura sentimental por ejemplo, el abandono de la pareja, o la pérdida de un ser querido que ha entrado en reposo.

Los duelos prolongados causan estragos en el sistema inmunológico de las personas que somatizan sus penas. Ante un evento doloroso, la tristeza invade el pensamiento, el ánimo decae, se psicotiza el cortex cerebral y el sistema límbico, estos dos últimos sistemas tienen una función muy importante en la vida emocional de las personas y está asociado con la dopamina que es el neurotransmisor encargado de regular la presión arterial. Cuando hay dolor y sufrimiento, baja la producción de dopamina, se inhibe la producción de adrenalina y de la noradrenalina, el sistema motor se vuelve torpe, con movimientos muy pobres, las personas no tienen ganas de hacer nada, es una especie de agente sedante para el cuerpo que sólo atiende a darle reinda suelta a sus lágrimas y autocompasión, se psicotiza de cierta manera.

Muchas mujeres se sienten morir ante una pena, se sienten atrapadas como un cordero en el cepo de la vida, o enclaustradas en un callejón sin salida, cansadas de llorar y el consuelo no les llega, debastadas por su propio desaliento, hasta que por obra de la misericordia divina, por allá desde el fondo de su ser, les empiezan a surgir las preguntas : ¿Cómo puedo acabar con este dolor? ¿Cómo puedo superar mi sufrimiento?, ¿Cómo puedo superar mi duelo? y en honor a la verdad, debo comunicarles a ustedes, que justo, y precisamente en ese momento auto-reflexivo, ya dieron el paso más importante hacia la recuperación.

Una persona que está sufriendo lo indecible, que llora, patalea, grita y se desespera hasta el grado de las lágrimas, en el trayecto de una pena, pero que no está dispuesta a aceptar su realidad, ni a tomar las cosas como son sin mezclar sentimentos, seguirá sufriendo irremediablemente hasta que se decida a entender y comprenda que todo lo que tenemos en esta vida es prestado por un tiempo: Los padres, los hermanos, la pareja, los hijos, la familia, los amigos, el hogar, el trabajo, etc., todo... absolutamente todo es prestado por un corto tiempo.

Cuando llegamos a este mundo no traíamos ni un triste alfiler, y cuando nos toque partir, tampoco nos llevaremos nada, eso lo sabemos ¿verdad?, ¡Pero qué difícil es entenderlo! y entonces si lo sabemos pero no queremos entenderlo ni aceptarlo, pues es lógico que seguiremos de duelo con cualquier pretexto diario: Que se me quebró mi jarrón favorito, que se me murió mi gato, que se me casó mi hermano, que mi mejor amiga se fue a vivir lejos, que me dejó mi novio, que me abandonó mi esposo, que se acabaron mis mejores zapatos, que tuve que vender mi casa, que llegó el momento de jubilarme, etc., amén cuando muere un ser querido y allí sí, tenemos la necesidad de hacer de tripas corazón, para no morir de verdad en la pena.

Igual como les sucede a las madres que pierden a sus hijos, que viven adorando sus recuerdos, que siguen planchándoles su ropa como si un día fueran a volver y hasta siguen platicando con ellos cuando están a solas. Realmente el dolor extremo produce delirios, alucinaciones y pérdida de la razón. Es por eso que no es extraño encontrar personas que ante una pérdida, no saben cómo enfrentar su duelo y prefieren escaparse por la puerta falsa que es la locura temporal, es su manera de rebelarse por lo sucedido y no quieren salir de su mutismo porque así se sienten bien, pero cuando se asoman apenas a la realidad algunas personas sienten desgarrarse hasta las entrañas.

Conocimos un caso doloroso de una mujer de aproximadamente 40 años al que se le murió su único hijito. La pobre señora lloraba de día y de noche, no comía, no dormía, no quería consuelos de nada ni de nadie, hablaba como una loca con el bebé fallecido, lo acariciaba entre sus brazos, estrujando con ansiedad su almohada, y cuando el psicólogo que la atendió (a petición de su familia), le preguntó: "Juanita, escúchame Juanita, dime dónde está tu hijo", ella sonreía en medio de un mar de lágrimas para responder: "En el cielo, con los ángeles de Dios", pero el psicólogo hábil volvía a preguntar: "Veamos Juanita, tú quieres mucho a tu hijo, ¿cierto?", -Sí, ¡mucho!- respondió la pobre loca enajenada. "Entonces si tú quieres mucho a tu hijo, piensa Juanita, vamos... razona y contéstame dónde está tu hijo". Y fue allí donde una mente a punto de extraviarse, aterriza en la realidad y poniéndose las dos manos en su corazón respondió: "Aquí doctor, aquí está mi hijo, vivo por siempre en mi corazón, aunque se haya ido"

Amigas lectoras, ¿Ustedes saben porqué Juanita estuvo a punto de extraviarse en el bosque de su vida?. Seguramente ustedes que me leen responderán: "Ah, pues Juanita lloraba porque le dolió mucho la muerte de su hijo y porque ya nunca lo iba a volver a tener ni a ver".

¡Suena lógico! ¿cierto?... ¡Pues no amigas!,

Lamento decirles que Juanita no lloraba en el fondo por la muerte de su hijo, sino por ella misma, porque no podía soportar el hecho de que su hijo se hubiese ido y la hubiese dejado, la hubiese abandonado para partir, con los ángeles, con Dios, o al Cielo o a donde sea, pero el caso es que el chiquito se le fue, y ella se quedó, no podía acompañarlo, pero tampoco soportaba la idea de quedarse sin él, sin su presencia amada, sin su risa, sin su calor, sin sus palabras tiernas diciéndole: "mamita te quiero mucho". Juanita tuvo que entender que el duelo es un proceso natural que para superarlo es indispensable vivirlo, ella tuvo que aceptar que es el apego a lo que más amamos lo que nos causa mayores sufrimientos, y que posponer lo que tenemos el deber de hacer, es lo que más nos acarrea estrés, angustia, dolor y sufrimiento.

Por lo tanto, el duelo se transforma en depresión y aprender a superarlo, es cuestión de actitud amigas queridas, no hay métodos precisos para curarlo. Si sufrimos la pérdida de un ser querido, la sociedad nos dice "No llores, todo marchará bien", "Déjalo ir, ahora está mejor", "Fue la voluntad del creador", "A él no le gustaría verte así", etc. Sin embargo, todas estas son frases que en nada consuelan ni sirven para nada.

Cuando reprimimos el llanto, lo que logramos es acumular ese sentimiento y resentimiento de pérdida, podemos llegar a acumular tanto enojo, tanto sufrimiento, tanto coraje, que entonces nos deprimimos seriamente. Entonces el único camino para superar un duelo, cualquier duelo, que puede ser la muerte de un ser muy querido, puede ser un divorcio, puede ser la pérdida de un empleo, un amigo, una relación, etc... es vivirlo, sentir el sufrimiento, sentir el llanto, dejar salir todo el enojo, la frustración de perder aquello que queríamos tanto. Y por supuesto, si esto se hace en compañía de alguien es mucho mejor. La duración del duelo depende de cada persona y de cada circunstancia, tiempo, espacio, lugar, etc... En general, se considera que sólo cuando el duelo dura más allá de seis meses, es cuando se puede requerir asistencia terapeútica.

Si deseas mayor información sobre este tema, o tienes alguna experiencia que compartirnos, no dudes en escribirnos, tus comentarios serán bien recibidos y responderemos a la mayor brevedad posible.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Abuso de confianza?, ¡Qué decepción!



¿Abuso de confianza?,¡Qué decepción!


Amabilidad, respeto, atención, amistad y confianza, son elementos que se conjugan en un solo verbo, y este es el darse al otro de alguna manera (por alguna poderosa razón de Dios), es el brindar hospitalidad en el corazón de manera incondicional, voluntaria y de buena fe en la comprensión, en la interelación sana, en el sentimiento compartido de expresarse mutuamente a veces un mismo lenguaje: "Me entiendes y te entiendo", "Me escuchas y te sé escuchar", "Me atiendes y te atiendo", "Me necesitas y yo también por momentos te necesito a ti"... "Quiero ayudarte, déjate ayudar y no temo hacerlo porque eres mi amiga(o)", pero eso de ninguna manera significa: "Me diste tu confianza y puedo aprovecharla para solucionar mis problemas", "Me has dicho que puedo confiar en ti, y por lo tanto sé que haga lo que yo haga, no me defraudarás", o más fácilmente: "Tú me diste tu confianza plena, total y mensa... ¡Conmigo ya te fregaste!"

¿Cuántas personas han defraudado tu buena fe y han abusado de tu confianza sin tentarse el corazón?

El amigo o la amiga vulgarcita(o) que una vez llegó de los suburbios o de estratos sociales a los cuales tú no perteneces ni son los tuyos, tratas de ayudarle a superarse, te acercas, le das tu mano amiga, la enseñas a que se supere, a que crezca, a que se abra camino por si misma(o) bajo tu amparo fraternal, y hasta abres tu bolsillo para acotar tu presupuesto y sacarle a ella(él) de apuros ¿Qué más dá si Dios provee? -te dices a tí misma- o, ¿Qué tanto es tantito, si no te harás ni más rica ni más pobre si le brindas tu ayuda?, y ella(él) acepta esa ayuda con lágrimas en los ojos y aparentemente sorprendida(o) y mucho muy agradecida(o). Ese "detalle" te hace sentir bien, y hasta piensas -Dios la(lo), puso en mi camino porque yo puedo hacer mucho por ella)(él), pero...

Sucede que esa persona se hace tu inseparable, se dice tu amiga(o), te busca, te llama, te escribe, te toma en cuenta hasta para los más pequeños e insignificantes detalles de su vida, haciéndote partícipe de todas sus cosas y llegas a conocer tan profundamente todas sus calamidades de vida por las que está atravezando (o que quizá siempre ha tenido), y obvio, tú sabes que no puedes resolverle todos sus problemas, pero sí puedes (en la medida de tus posibilidades), brindarle tu mano y un trocito de tu corazón, sin embargo...

Esa persona, un día llega inesperadamente, no te comunicó que vendría, ni tubo la gentileza de una triste llamada o mensajito de texto, y jamás se le ocurrió ni de chiste pensar en los problemas que tú hubieras podido tener para venir encima a cargarte a ti, todos los gastos de sus pasajes, alimentos y de paso hasta quedarse a dormir en tu casa, en tu cuarto y de pilón, pedirte dineros prestados para regresarse otro día. Y mientras, tú no sales de tu asombro ni de tu confusión mental que te causa el verte forzada a recibir a ese(a) "Huésped inesperado" para quien tampoco tuviste cara, corazón ni valor de decirle: "Oye, entiendo que querías venir a mi casa, pero por lo menos avísame cuando pienses incluirme en tus planes" ¿Cómo dejarle en la calle bajo tales circunstancias?, pero carajos, qué falta de ma... teria gris en ese cerebro que no carbura, que no piensa que eso se llama cínica y descaradamente: ¡Abuso de confianza!... puf... ¡Qué decepción!

También suceden casos por ejemplo en que ellos se conocen a través de un chat público, platican 10, 20, 30 minutos o más, terminan enganchados: "Quiero saber más de ti"-"Yo también", "Oye, pero soy separado(a), aún no me divorcio"-"No importa, no le hacemos daño a nadie con nuestra amistad"... Pero, ¿Realmente sólo es amistad lo que busca una pareja en tales circunstancias?... ¡Qué va!... ¡A otro perro con ese hueso!, si todos nosotros sabemos que la intencionalidad del hombre o la mujer chateros, siempre va cargada de una esperanza, de una ilusión (o intención) secreta, de un plan preconcebido de: "A ver qué pasa", o "A ver si pega", o "A lo mejor me estoy topando con el amor de mi vida"... ¡Y vaya que la mayoría lo cree así! pero...

Resulta que conforme pasan los días, ya no es suficiente el mensaje de texto por el celular, ambos extrañan el teléfono, el e-mail, o de perdida el msn, y allá te van los dos como idiotas a la cacería de lo desconocido, de lo irreal o lo incierto, jugándoselas al azar o esperando haberse sacado la loteria sin comprar cachito: "Hola, bienvenida a msn"-"ay, gracias a ti por fin estás aquí".... "Oye quiero conocerte, manda tu cámara web"-"Te espantarás, te lo advierto"- "Eso tengo que decidirlo yo no tú, ándale pónme tu cam, o mándame tu foto quiero verte"- "Es que no sé cómo poner fotos, perdona mi torpeza"- "No te preocupes yo te enseño, es muy fácil". Y la tarada empieza a darle indicaciones al hombre que aparentemente es un neófito en cuestiones de tecnología digital. "Bueno, dime qué hago para ponerte la foto pero te espantarás"- "No lo creo, mira pincha la flechita del recuadro izquierdo y selecciona la foto que debes tener en algún archivo de tu pc", y de pronto sin esperar... ¡Zas!, que aparece el Shreck sonriéndose burlonamente: "Allí me tienes, ese soy yo, ¿no me imaginabas tan guapo?"

¿Cómo es posible? -pienso yo- que haya personas tan poco serias en las relaciones que supuestamente son tan delicadas, y más porque son a la distancia, ¿Por qué jugar con estupideces tan absurdas con una persona que apenas estás en proceso de conocer?... ¡Y peor aún, si tenías pensado conquistarla!, ¿Cómo tomar en serio a esa persona que abusando de la sencillez y la confianza que tú le brindaste, se aproveche de tu calidad moral y también de tus valores y hasta de tu valioso tiempo, para salirte finalmente con esa batea de babas? puf... Abuso de confianza, ¡Qué decepción!

Cuántos miles y miles de hombres y mujeres pasan por terribles decepciones al brindar desinteresadamente su confianza que sin ningún recato les es pisoteada y burlada con sandeces y conductas inmaduras? ¿Por qué pagar con moneda negra los servicios nobles? ¿Qué se ganan con ser así? ¿O acaso piensan que es tan fácil verle la cara de estúpido a cualquiera? Porque si así fuera, cualquiera se sentiría estúpido, porque nadie está exento de caer en abusos de confianza y sentir decepción.

Si ese es tu caso, compartenos tu experiencia, te invitamos amiga lectora a que nos escribas, prometiéndote contestar personificadamente a todos tus amables comentarios.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

sábado, 11 de septiembre de 2010

¡Mujeres agresivas!



¡Mujeres agresivas!


Muchas veces nos preguntamos porqué las mujeres somos más proactivas, ésto indica que tenemos más capacidad de planear las cosas con más serenidad que el hombre. El hombre en cambio suele ser reactivo cien por ciento, reacciona con alta actividad emotiva ante un estímulo desagradable y no puede controlarse, o al menos le cuesta mucho trabajo controlarse, debido a los componentes químicos de su cerebro. Y no es que la mujer no los tenga, ¡Por supuesto que si!, sin embargo; expertos en la materia aseguran que este fenómeno está asociado con los roles y diferencias de papeles laborales que se acentuaron en el cerebro humano, hace más de cien mil años.

De allí que se podría extractar una buena dosis explicativa del porqué las maneras tan diferentes de reaccionar entre hombre y mujer. Pero si se trata de querer entender la agresión de manera generalizada, allí si que tendríamos que aceptar que existen personas (sin importar su género), mucho más susceptibles que otras, a ser agresivas por su propia configuración cerebral.

Y es en este campo donde a la mujer contemporánea se le adjudica la mayor dosis de agresividad, de bravura, de irreverencia, de un no dejarse de nada ni de nadie, a veces incluso en contra de su educación y su propia cultura. Sin embargo otros opinan todo lo contrario, que la mujer es sumisa por naturaleza y que todavía conoce la obediencia y el "respeto" absoluto a las ordenes de su marido. ¿Quién posee la razón?

La única razón y explicación convincentes, se remota a las teorías de algunos estudiosos de la conducta humana, desde la grecia primitiva, hasta la era actual, aún se sigue estudiando ese fenómeno llamado: Agresión y agresividad, que son dos cosas distintas con un mismo común denominador. Pero veamos con más profundidad esto para entenderlo mejor, ¿de acuerdo?

Existe una teoría por ejemplo: El Estadío del Espejo, del Dr. Jacques Lacan (1936), la cual nos muestra que el niño es agresivo a partir de que se vé reflejado en el otro, es decir, por ejemplo: Cuando un niño se refleja en un espejo y la imagen que éste le devuelve es fuerte, el chico se siente desguanzado, no controla sus esfínteres, o reacciona con agresión. Allí se hace presente lo que llamamos: Pulsión, que tiene que ser descargada de alguna manera. La pulsión se alimenta con todo lo que es nuevo para el individuo, si éste, no recibe algo nuevo le genera histeria, irritación, coraje, que son transgresores y conductores de malestares individuales y sociales.

Cada pulsión se forma a través de los deseos, a través de los fantasmas mentales, (o fantasías), a través de las actitudes, se alimenta por el placer, no le gusta sustraerse ni perderse de nada: "Quiero comer", "Quiero dormir", "Quiero tener sexo", "Quiero ir a bailar", Quiero esto, quiero lo otro, etc... busca la autocomplacencia en todo momento, es un continuo desear hacer cosas nuevas. Entonces si la pulsión está regulada por el placer, de allí mismo sale el deseo por lo nuevo.

Los deseos o placeres reprimidos son pulsiones reprimidas tambien, y son como una bomba de tiempo, veamos: ¿De dónde viene la crueldad, o la conducta agresiva?, de la pulsión no subliminada. Entonces eso quiere decir que la pulsión no satisfecha, alimenta o conlleva a la agresión de las personas, desbarata las entrañas del otro.

Entonces ¿Cómo podemos sacar esa pulsión no sublimada? pues encausando lo que hacemos. Al niño por ejemplo, se le debe organizar su tiempo con deporte, con pintura, con arte, lectura, escritura, o con alguna otra actividad, donde éste se exprese plenamente, evitando así, que ese niño crezca reprimido, es un gran error mantener al niño maniatado, prohibiéndole hacer ésto o lo otro, callándolo, limitándolo, encerrándolo, anulándole su desarrollo de inquietudes, y es así como se van incorporando sus tensiones de insatisfacción, entonces a mayor represión, mayor pulsión acumulada y más riesgo de que el niño genere agresión, es por eso que dice el Dr. Sigmund Freud (Padre del Psicoanálisis), que la agresividad se constituye a través de los ímpetus.

¿Se han dado cuenta amigas queridas, cómo los niños agarran del pelo a la madre o al hermanito o hermanita que se le acerca?, Lo agarra tan fuerte con sus manitas, que por más que lo jalen, o lo quieran separar, no logran soltarlo, y a la pobre mamá, casi la deja pelona porque no le suelta el pelo, así lo jaloneen... Pues allí está expresándose una fuerte pulsión, y esa es una manera que el niño tiene de expresar alguna insatisfacción. Lo mismo sucede cuando éste golpea, patea, grita o llora... es su forma de descargar sus pulsiones, ¿Pero qué hacemos los adultos ante esa actitud?, callamos al niño, lo reprendemos, lo castigamos, lo amenazamos, : "Suéltame o te voy a pegar", "Ya estuvo suave, o te calmas o te vas castigado a tu cuarto", y hasta levantamos la mano en señal autoritaria, y por supuesto, como es lógico, al niño no le agrada que lo regañen ni lo amenacen y lo hace peor.

Entonces, que quede claro que la agresión es derivada de una pulsión (es instantánea, y mecánica, no se piensa, no se registra psíquicamente), y la agresividad es algo más derivado de lo social. Sin embargo cada conducta agresiva, lleva inmerso un trasfondo de intencionalidad, no sucede así por que sí nada más, no pasa nomás por pasar, lo hace sin pensar sí; no se mide para nada, pero se fragua desde el inconciente y el inconciente se maneja fuera del tiempo, a eso se le llama: Conducta refleja instintiva, y si queremos saber más sobre este aspecto, nada mejor que leer al Dr. Konrad Lorenz, en su libro "Agresividad instintiva en nosotros". El Dr. Lorenz asegura que a la agresividad instintiva se le encuentra en todos los animales, incluyendo al hombre... ¡Ups!

Volvemos a lo mismo, la mujer no se salva, porque el hombre descarga en la mujer sus frustraciones, sus problemas, sus iras, sus incompetencias, sus inseguridades y todas sus faltas, aunque no preoceda ni corresponda. Y bueno... como la mujer no es de palo ni de acero, obviamente le calientan su pulsión y tambien explota como palomita de maiz y nadie de los dos quiere ceder, si el hombre grita, la mujer grita más fuerte y allí se forma un zipi-zape, una guerra sin cuartel. Marido y mujer en pleno acto de agresividad.

Por otro lado, cuando la mujer descubre infidelidades, eso es otro rollo (como dice Adal Ramones), no quieran estar allí porque la dama se convierte en una verdadera fiera herida y mucho cuidadito con quien se le atraviese en su camino porque no respondo -dice-, pero lo que no sabe la pobre mujer, es que va directo al matadero, victima de su propia pulsión, o la del otro que no se quedará -por supuesto- de brazos cruzados. Por eso se le llama tambien: Pulsión de muerte, porque te descarga todas tus energías.

Y bueno amigas lectoras, ni se preocupen, porque después de todo, las mujeres no somos histéricas sino históricas y a mucha honra. ¿Quién se atrevería a negarlo?, Vamos... ¡Sáca tu pulsión, pero con resonsabilidad, cuida tu decisión!. Eso es todo, hasta la próxima y si deseas opinar sobre el tema o tienes algo más que compartir, no dudes en escribirnos.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 10 de septiembre de 2010

¿Te gustaría conocer a tu alma gemela?



¿Te gustaría conocer a tu alma gemela?

Existe confusión acerca del significado de la expresión "almas gemelas". La teoría más popular cree en la idea de "la media naranja", sin embargo, según reconocidos especialistas en terapias regresivas, esto sería sólo una extendida vulgarización. Veamos esto:

"Sólo se miraron y pasó lo que pasó. Llevados por alguna casualidad aparente, ella y él cruzaron sus ojos por primera vez en sus vidas. O por lo menos, por primera vez en esta vida. Desde ese instante, la magia del universo arrancó con todo. No se sabe bien cómo. Pero arrancó con la impecabilidad de una de esas maquinitas inteligentes que se ponen en marcha para que el mundo siga siendo un lugar todavía más tremendo.

Después de millones de años y miles de reencarnaciones, ella y él (dos almas gemelas), por fin volvían a encontrarse. ¿Historia de amor de telenovela o un milagro del cielo? -No se- ¿Ficción o realidad? -tampoco lo se- ¿Cuánto de mentira o cuánto de verdad existe detrás de este misterio? No es un invento de la Nueva Era. Según el viejo Platón, los primero seres creados por el universo eran hermafroditas y poseían una fuerza realmente asombrosa.

La leyenda cuenta que para debilitar ese enorme potencial, los dioses terminaron dividiéndolos. Por eso, el amor "platónico" no sería más que "una fuerza de atracción que impulsa a estas almas a buscarse y a fundirse en un único ser", recordando claro, a estas dos mitades que formaron una primera unidad. Pero más allá del mito, ¿Qué son las almas gemelas hoy por hoy? ¿Son sólo parte de una definición romántica o sólo una experiencia que –algunos aventureros- están dispuestos a recorrer para acercarse a lo mejor de ellos mismos?

Las almas gemelas son dos esencias que se encontraron en distintas épocas y que decidieron transitar una serie de circunstancias juntas antes de encarnar. Como si fueran dos piezas que encastran a la perfección dentro de un rompecabezas y que cuando se miran, de alguna forma, sienten que vuelven a su verdadera casa", dice Amalia Estévez, psicóloga y autora del libro: "Colisión de Almas Gemelas".

La Dra. Estévez es una de las profesionales que más estudió sobre este tema en nuestro país. "Hace ya más de cuarenta años que me acerco a este fenómeno teniendo en cuenta las experiencias de mis pacientes de la terapia regresiva", cuenta Amalia y cuando lo hace, se entusiasma."Es que cuando se produce el encuentro, las dos partes (o sólo una de ellas) tienen una sensación de trascendencia que desborda el enamoramiento inicial. Al principio, no se hacen preguntas intelectuales. Entre ellos hay algo que supera todas las expectativas y experiencias anteriores", continúa la psicóloga.

Por su parte, desde "Lazos de amor", el psiquiatra neoyorquino, Brian Weiss completa: "Estas relaciones son un laboratorio viviente. Una prueba para determinar si aprendimos nuestras lecciones y para saber hasta qué punto nos acercamos a nuestro plan vital". ¿Pero cómo nos damos cuenta que esa persona es nuestra alma gemela y no un enamoramiento más?"

Cuando te pasa, sabes que te pasa algo extraño. Las almas gemelas se reconocen por la mirada y por el toque de sus manos. Es como si cada uno, mirara al otro y se mirara a sí mismo", dice Estévez. Y advierte que "aunque la experiencia se pinte como algo mágico y maravilloso, este fenómeno también está lleno de obstáculos muy dolorosos.

Precisamente, por tratarse de algo que transforma". Sobre esto habla Weiss, cuando dice que "encontrar a tu alma gemela es un regalo del destino y por eso, el universo se encargará de que la conexión se produzca con millones de "casualidades"; pero después, será decisión de ambos, o del libre albedrío, que acepten ese regalo".

Dicen que cuando dos almas gemelas se encuentran, el universo se confabula para que no puedan separarse. "Tanto si se queda a nuestro lado como si desaparece, el alma gemela hará que nos quedemos con nuestra verdad desnuda para recorrer un camino hacia nosotros mismos", termina Amalia.

Y remata con un mensaje, digamos... esperanzador: "En el trayecto de esta vida pueden seguir juntos o no. Por eso, es muy importante saber en qué etapa evolutiva está cada una de las partes. De lo que no cabe dudas, es que estos seres siempre van a seguir buscándose. Quieran o no, se siguen buscando. Siempre". Sólo habrá que esperar y en todo caso, confiar en la maravillosa magia del destino."

Y ya para concluir, yo al igual que nuestras amigas de http://mujeresincompletas.blogspot.com, me pregunto: ¿Las almas gemelas son sólo a nivel pareja?, o ¿También podemos encontrar a nuestra alma gemela en una amiga o en un amigo? (Saludos afectuosos Bibiana, Andrea y Silvina).

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Complejos de mujer?


¿Complejos de mujer?

Me llegó una noticia maravillosa hace unos días y quiero compartirla con todas ustedes amigas lectoras. Se trata nada más y nada menos de algo que beneficiará enormemente a que aquellas mujeres que lucen su trasero muy abundante, motivo por el cual viven super acomplejas y por nada del mundo se les ocurriría meterse en Jeans ajustado porque segurito las miradas masculinas no les permitiría ni caminar por la calle.

Pero... ¡Atención Mujeres!... Tener una buena parte trasera no sólo es bueno para el ojo masculino, también protege contra diferentes enfermedades. Según revelaron expertos británicos, la grasa que se acumula en las caderas elimina los ácidos lípidos dañinos y contiene los agentes antiinflamatorios que evitan que las arterias se tapen. Por el contrario, tener muy poca grasa en esta zona, puede provocar problemas metabólicos serios como el síndrome de Cushing.

Además, las "cinturas gruesas" no protegen al organismo en absoluto, agrega el informe del equipo de científicos de la Universidad de Oxford. Fotini Rozakeas, de la Fundación Británica del Corazón, dijo que esta investigación "ayuda a comprender mejor cómo la grasa actúa en el cuerpo, lo que permitirá abordar de forma distinta las enfermedades circulatorias y del corazón".

También, en el futuro los médicos podrían prescribir distintos medicamentos para redistribuir la grasa por el cuerpo y concentrarla en las caderas, desde donde puede prevenir enfermedades como la diabetes.

"Si padeces sobrepeso, obesidad o tienes una cintura ancha, es importante que hagas cambios en tu estilo de vida, como alterar la dieta y hacer ejercicio con frecuencia, para ayudar a reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares", concluye el estudio. (Fuente: Mujer.com)

Y hablando de complejos en las mujeres, no sólo las pompas grandes son motivo de preocupación, de inhibición y de mortifico constante. Hay otros desafíos que la mujer debe afrontar si realmente desea salir de tantas crisis de nervios, de angustia, de querer siempre ocultarse de los demás, de aislarse, de no socializar porque: "Estoy muy nalgona, se van a burlar de mí", "Estoy hecha toda una vaca", "Se me va a romper el pantalón si me agacho tantito", etc.

O bien, sucede a veces todo lo contrario con otras mujeres que no tienen tantas curvas ni tanta grasa en las cadenas ni en los muslos, son tan delgadas que algunas se atreven a meterse en doble pantalón para verse un poco más llenitas: "Ay, no... parezco caricatura", "Por más que como todo el santo día no engordo", "¿Quién se va a fijar en mí, si estoy igualita a la Vitola", "Me da verguenza ponerme un shorts", "Tengo piernas de pollo, no me gustan", "Tengo el tobillo demasiado delgado, no me luce la falda", etc.

Igual estas mujeres se pasan la vida rodeadas de complejos, las primeras por gorditas, las segundas por flaquitas, pero igual se quejan de sus complejos. ¿Y qué pasa con las mujeres que son fanáticas de las cremas y los maquillajes?, estas no pueden ver un granito pequeñito en el rostro porque seguro no van a dormirse esa noche velando al pobre granito indefenso que ya encima lo tienen atiborrado de saliva para secarlo y de pilón... son capaces de no ir a trabajar otro día, porque en serio... ¡El famoso granito no se les secó!

Hay quienes se limitan de salir a comer a lugares públicos porque no les gusta que los vean comer ¡Están acomplejados!, no pueden mantener una conversación interesante con nadie porque también aparece el complejo: "Mejor me voy a callar porque no sé qué decir", "No sé de qué hablar", "No tengo Don de conversación", "Me molesta que se me queden viendo", "No soporto que me miren a los ojos", etc... ¡A eso se le llama tener una buena dosis de baja autoestima"

Es muy difícil pues, luchar contra los miedos y los complejos, ¿verdad?, pero amigas queridas ¿Qué es realmente un complejo? , veamos:

Un complejo es algo complicado como su misma palabra lo dice, y en psicología se le conoce como un conjunto de sentimientos inconscientes, adquiridos por experiencias vividas desde la infancia, que influyen en la personalidad del individuo. Existen varios complejos: De inferioridad, de superioridad, de frustración, de culpa, de edipo, de electra y de otros muchos más que pueden llegar a convertirse en delirios y paranoias si no son atendidos a tiempo y con suma responsabilidad por parte de quien los padece.

Es bueno saber que hagamos lo que hagamos y vayamos a donde vayamos, siempre nos encontraremos con personas que padecen del mismo malestar, de la misma inseguridad, de la misma enfermedad que se llama "Cobardía", "Miedo", "Temor", y todo eso nos producirá angustia lo queramos o no, estaremos atrapadas en ese estado tan lamentable que padecen las personas que sólo saben meter la cabeza bajo la tierra como lo hacen las avestruces cuando ven de cerca una amenaza... ¡Lo mismo haremos nosotras!, correremos a escondernos de los demás porque no queremos que nos vean gordas, o flacas, o con acné en el rostro, o con manchas en la piel, o con cosas peores como la timidez, la nimiedad, la vergüenza, el retraimiento, la cortedad, la poquedad, la turbación, la confusión, etc.

Ese manojo de complejos, son derivados de patrones conductuales aprendidos, nada que no tenga solución... ¡Por supuesto que tienen solución!, pero amiga lectora, fíjate bién en esto que voy a decirte, léelo bien y apréndetelo muy bien de memoria si es posible: Si te aislas, si te sigues encogiendo, si te sigues limitando, si sigues insistiendo en que nadie conozca tus problemas, lo único que va a pasar es que cuando realmente necesites ayuda urgente, nadie podrá ayudarte, porque no lo sabrán. Deja ya ese orgullo de lado, y atrévete a buscar ayuda.

Tú decides si vas a continuar siendo cómplice de tus propios delitos morales, o aquí y ahora tomarás la decisión de compartir con alguien todo lo que te pasa, buscar ayuda de la forma que puedas y como puedas, pero no te lo calles más, actúa por tu propio bien, antes de que sea demasiado tarde. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La construcción de la familia



La construcción de una familia

Se dice que la familia es la base de toda sociedad, y que en ella se forjan los valores más elevados del ser humano: Educación, respeto, civismo, salud, principios, creencias, etc., pero sobre todo, dentro del seno familiar es donde se aprenden los patrones conductuales que regirán el destino y el camino de nuestros hijos, y esta construcción (por cierto) es la más delicada.

La familia entonces se convierte en toda una institución, y construir sus cimientos, no sólo es cuestión de juntarse con una mujer o tomarla en matrimonio y asunto arreglado, ¡No!... Todos pensamos que así de fácil es y hasta se escucha decir a algunos señores que dicen: "Me caso con ella porque la quiero", "Con ella voy a formar una familia", "Esa mujer tiene que ser la madre de mis hijos", "No me casaría con nadie más que con ella", etc. Pero resulta que algunos hombres sinverguenzas machistas y oportunistas cínicos descarados se jactan de tener... ¡Hasta dos familias o más!, y la verdad de las cosas es que no saben cumplir con ninguna.

Entonces pues, tenemos que darnos cuenta de que para ser un gran hombre y tener la dicha de sentir orgullo por haber fundado una familia, se requiere algo más que ser o sentirse tan macho. Y un macho que se siente con derechos de "sentirse libre" en determinadas circunstancias: La fiestecita de la oficina, el paseo con los compañeros, la despedida de solteros, el conocer a personas interesantes... ¡Allí resulta que todos los señores son solteros!, y dicen no tener compromiso alguno. Y vaya que algunos se muestran tan generosos y holgados que no les importa gastar grandes cantidades de dineros con tal de quedar bien ante los demás, cuando los hijos en casa no tienen ni siquiera zapatos. ¡Ah, pero se siguen sintiendo bien machos porque de nuevo tienen a la "vieja" panzona.

Obviamente que en tales circunstancias, a la mujer se le va derrumbando su mundo, se le va cayendo poco a poco encima, pues con tales actitudes es su propio esposo quien la va matando lentamente, y este no tiene la capacidad de asumir la responsabilidad de que la está matando de verdad con sus deseos inconcientes de posesión. El hombre va "secando" a su pareja con su falta de tacto, con sus celos, con su paranoia, con su ira, con sus exigencias, etc. y no quiere entender que es una forma de ir asesinándola.

La familia por lo tanto, es el primer productor de psicosis, que toman formas mentales muy siniestras con los gritos, con las imposiciones, con las ordenes tan marcadas, con la manipulaciones, con las vejaciones, con las humillaciones, con los regaños, con la rigidez y la dureza del padre, del abuelo, del hermano mayor, o con quien se viva: "Tú vas a obedecer porque son las reglas de la familia", "Eso no se había visto nunca en nuestra familia", "Vas a poner en verguenza a nuestra familia", "Ya enlodaste a toda la familia" etc... pero; hey... ¡Mira quién te lo está diciendo! ¿No será por cierto, quien te puso el mismo ejemplo? y entonces... ¿De qué carajos se queja tanto?

En la familia siempre se observará que "las creencias" son el factor más importante, y el enemigo de las creencias es la lógica, ¿cierto?. La lógica "se supone" que es la verdad, por ejemplo cuando se discute dentro del seno familiar, es muy común decir: "Óyeme no, tú no tienes la razón", o "Tu verdad no es válida, es la mía la que vale, no la friegues", "Es tu obligación hacer lo correcto, y lo correcto es lo que yo te digo", "Pero es que yo también tengo derecho de elegir lo que yo creo que es más correcto". Allí el amor se convierte en la Ley del Bien. ¿Pero el bien para quién?

Quizá para los padres resulten "buenas" algunas cosas, pero no para los hijos, o viceversa. E incluso cuando el encuentro con desacuerdo se da entre los propios padres que al parecer siempre están en competencia por el amor, la atención y la obediencia de los hijos, éstos (que son tan inteligentes), aprovechan la situación para chantajear: "Dame dinero mamá o te acuso con mi papá", "Si no me das dinero, se lo pediré a mi abuela", "Si no me das lo que te pido me iré de la casa", "A mi hermano le compraste la camisa más cara y a mí esta porquería que ni me gusta", etc. Los hijos van creando resentimientos, alejamientos, divisiones, envidias, etc. si no se les sabe suministrar la misma ración o porción de cariño, de atención, de educación, pero también de responsabilidades.

Sin embargo aquí sucede una cosa muy curiosa: En algunas familias, pasa que los hijos prefieren más a la madre que al padre, ellos son muy cercanos a la mamá para todo, y al padre ni lo pelan, pues comúnmente a la que ven más en casa es a ella, el padre siempre está en el trabajo y generalmente llega tarde o no llega porque lo mandaron de viaje. Y así pasa el tiempo, los años, la vida. Los chicos crecen bajo el amparo y protección de la madre, y cuando el padre reclama al llegar a casa, que nadie le recibe con el beso consagrado, que nadie le habla durante la comida, y que cada quien se retira a su cuarto en silencio después de cenar, el hombre se siente fatal, se siente exiliado como en una isla dentro de su propio hogar, castigado incluso hasta por su propia esposa que ya no le presta tanta atención como en antaño. ¿Qué es lo que está pasando allí?

Lo que está pasando allí, es que a la mujer se le olvida que los hijos no son propiedad exclusiva de su persona. La mujer de cierta manera se apropia de los hijos y con justa razón el hombre se siente relegado a un segundo plano... ¡Por supuesto que allí él tiene toda la razón!. La misión de la mujer no consiste solamente en parir al hijo, sino de ser lo suficientemente inteligente para acercar el hijo al padre, acercárselo para que lo vea, lo huela, lo toque, lo disfrute, lo ame y también de igual manera que lo hace ella... él también lo proteja.

Pero resulta que la mujer comúnmente hace todo lo contrario, en vez de acercar al hijo a su padre, ésta trata de alejarlo más, y peor tantito si el padre se porta mal con ella, hasta le pone a los hijos en su contra: "Tu padre no me trae suficiente dinero, no me alcanza", "Tu padre es un bueno para nada, no me ayuda", "Tu padre es bien cochino", "Tu padre anda con otra mujer", "Tu padre ya no me quiere", "Tu padre es un desgraciado mujeriego"... Tu padre ésto, tu padre lo otro, bla, bla, bla... Un saliverío barato todo el santo día y una cantaleta diaria hablando mal del padre, como si el hijo fuera un tarado y no viera, ni oyera, ni se diera cuenta de que el padre está fallando, cuando realmente está faltando. Total, los hijos terminan odiando al padre y de paso también a la madre por cantarles siempre la misma canción.

¿Qué pasa entonces cuando los hijos están hartos de discusiones dentro del hogar?, ya se perdió la armonía, el respeto, el cariño, la comunicación, la comunión. El ambiente se ha vuelto tenso, frío, impersonal y lo que es peor... El amor que la familia se tenía en otros tiempos, se vuelve un constructo hipotético vacío, ya no llena, ya no satisface, ya no convence, perdió todo el sentido... y como es lógico en esos casos cada quien quiere agarrar por su lado. Allí los que salen más afectados son los hijos, porque en su falta de experiencia y falta de madurez, se ven en la necesidad de concebir una clase o un tipo de amor lleno de fantasías, de sueños y quimeras. Si el amor entre sus padres se volvió endeleble, imagínense cómo será el de los hijos.

Bueno, hasta aquí el tema de hoy... ya veremos de qué hablar mañana.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

martes, 7 de septiembre de 2010

Una mirada hacia el fenómeno del enamoramiento.



Una mirada hacia el fenómeno del enamoramiento.


Suele suceder que la gente piensa muy a menudo que nació para amar, para ser feliz y dar felicidad a manos llenas al ser amado o a sus seres queridos que le rodean, y defiende esta idea a capa y espada, no encontrando poder humano que lo retire ni le cambie esta concepción de vida... y desde su perspectiva, tiene toda la razón, es su visión, es su percepción y es digno de respetarsele a cada quien lo que piensa y lo que siente y lo que quiere pero... ¿Estamos seguros de estar profundamente enamorados? ¿No se tratará de un deslumbramiento, de una apariencia, de un capricho, de una obsesión o el resultado de una profunda soledad?

El gran físico matemático Albert Einstein decía que era más fácil desintegrar un átomo que desintegrar un prejuicio. Y esto nos lleva a pensar en la tenacidad (por no decir terquedad), de la mente humana, cuando se nos mete una idea, qué difícil es erradicarla, y quien vive siempre siendo siervo de sus mismos esquemas mentales y no quiere hacer cambios en su vida, siempre será esclavo de los mismos, aunque siempre se queje de lo mal que le va y mejor recomendaríamos que empezara por poner un cartelón en la puerta de su corazón. Un anuncio que diga: "Prohibido estar triste"

Aunque estar triste no es tener depresión, no debemos confundirnos. Estar triste es mera falta de serotonina, algo pasa allí y habría que investigarlo, pero eso no tiene nada que ver con los esquemas mentales o formas de pensar. Vamos a ver un ejemplo para entendernos mejor, ¿Les parece?, miren:

Está demostrado científicamente que la pulsión es la que descarga siempre las emociones entre lo orgánico y lo psicológico del ser humano, es "eso" que se desplaza sigilosamente para ejecutar cualquier acto: Golpes, patadas, gritos, etc. son elementos que mucha gente confunde con impulsos, pero nada que ver... el impulso es el detonante, es el motivo de la acción nada más, otro enredo del cual no vamos a entrar en detalles por ahora, porque lo que nos interesa aquí y ahora es entender las huellas de la "bronca" que nos produce el malestar que empieza cuando no aceptamos la diferencia entre lo que es el amor y el enamoramiento subjetivo y barato.

Observemos por ejemplo a una pareja en pleno escarceo. Su noviazgo es de lo más lindo y todo les pinta de color de rosa. El hombre por supuesto durante la etapa del noviazgo, tiene una conducta muy amorosa, comprensiva y complaciente con la mujer, la adula, la ñoñea, le tiene siempre sobre una alfombra de nubes de tul ilusión: "Mi amor, qué linda te ves hoy", "Mi reina qué bonito peinado traes", "Qué rico hueles", "Te quiero tanto", "Ven, vamos... te invito a los tacos", y al ratito: "Ay, mi vida te comiste seis tacos", y qué raro que no le molestó al hombre que su novia le halla hecho gastar tanto en el montón de tacos que se comió... ¡Y hasta con cebolla!

Ah; pero cuando esa pareja ya está casada, qué diferente hace las cosas: "Oye mujer, qué fea te ves hoy, qué te pasó", "Pareces churea con esos pelos parados", "Luces fatal con ese vestido, te queda apretado" "Te apesta la boca"... "Nooo, pos mejor hoy me voy solo a los tacos". O sea, ¿debemos entender que para conquistar a la mujer, el hombre pone su mejor cara, usa su mejor estrategia y utiliza lo mejor de su verbo y cuando consigue lo que quiere manda todo al carajo y le vale un cuete todo?

Hey... ¡Alto allí!, momentito por favor... ¿Dónde quedó tal amor?

¡No hay tal amor!... Éso no es amor, eso es una sinverguenzada, una trampa, un embuste, un engaño, un fraude de sentimientos, o tal vez no; porque si nos ponemos a preguntarnos qué es el sentimiento, hasta la misma palabrita delataría las verdaderas intenciones del varón enamoradizo mentiroso: "Senti - Miento"... ¡Por Dios!, ¿Dónde le quedó (por lo menos), la parte cívica?, deja a la pobre mujer como una mofa humana, lista hasta para cortarse las venas, o ¿Debe estarle agradecida y no resentida?

Es hora pues, de entender que los laberintos de la soledad, están lleno de vacíos y carentes de sentido, como decía el gran escritor novelista mexicano, diplomático y premio nobel de literatura, Octavio Paz. No es posible comulgar con la ignorancia ni con las miserias psíquicas, y mucho menos convertirnos en cómplices de tantos delitos y crimenes morales, tenemos que consignarlo de manera clara, precisa y concisa: El enamoramiento no es amor, digan lo que digan, pase lo que pase o se moleste quien se moleste.

El enamoramiento es un manojo de sustancias producidas por el cerebro humano: Feniletilamina, adrenalina, noradrenalina, norepinefrina y oxitocina son los ingredientes básicos del enamoramiento, y nos guste o no, todas esas sustancias juntas se convierten en un influjo hipnótico de una persona hacia otra, dijéramos un "amor en plus", un medio para llegar al cuerpo del Otro y puras dependencias del Otro. Por lo tanto al amor lo constituyen muchas variantes y a veces lo convierten en puras fantasías, las personas lo idealizan (o mejor dicho lo ideologizan) y éste, tiene su parte andversa, alimenta el odio, los celos, las envidias y quien sabe cuántas porquerías más...

Son los ideales quienes alimentan al amor, y cuando estos ideales no son correspondidos por el otro, el enamoramiento se transforma en un dolor de cabeza de primera clase llamado: "Odioramiento", y con justa razón, por eso la gente dice: Del amor al odio hay una sólo paso, he aquí la explicación, lo demás señoras bonitas... es puro perder el tiempo miserablemente.

Y por si hubiere quedado alguna duda al respecto, pondré otro ejemplito más... "tierno" (qué cruel soy, suena a celuloide), no importa allí les vá para su información: ¿Qué pasa cuando la pareja hace el amor y ella queda embarazada sin desearlo? La desresponsabilidad en el enamoramiento es muy común, veamos:

Resulta que al momento de comunicarle la noticia del embarazo al hombre, este se molesta: ¿Qué?... ¿Estás embarazada?, ¿Y yó qué culpa tengo?... ¡Se rompió el condón... fue el condón el que falló!, ve quéjate y reclámale a la farmacia ¿Yo qué tengo que ver con eso? ¡Es tu problema, no mío!... Caray, ¡Qué sinverguenza llega a ser el hombre!, no estaba representando el acto del amor, se desresponsabiliza de sus actos, resulta que en realidad de verdad el único que estaba haciendo el amor era el plastiquito y no la persona, así que reclámenle al productor porque falló el producto.

El enamoramiento es a veces un juego tan perverso, que el hombre no aparece en el acto, el saliverío barato y el rollón que utilizó para convencer a la mujer de llevarla a la cama, se constituye en todo lo que posee para consumar su fechoría, no hay tal amor como parecía, todo se esfumó en un instante, coincibió el amor a su manera ¡Qué pobreza de... amor y qué mentira! ¿No lo creen amigas lectoras?, entonces observen la etimología de la palabra enamoramiento: "En - amor - a - miento".

Dios mío; qué terrible parece todo ésto, miren que el enamoramiento nos mete en tremendos lios y problemas de los cuales no se sale a veces tan fácil, por ejemplo cuando un hombre comete fraude económico en nombre del amor, deja endeudada a su pareja y no le importa cómo le va a hacer para pagar el dinero que le debe al banco, porque su gran amor le dejó en bancarrotota y con las tarjetas saturadas, o viceversa, cuando es la mujer quien deja en la calle al pobre hombre porque éste se enamoró perdidamente y le compró a la mujer sus pieles, joyas, viajes y un departamento de lujo que nunca llegó ni a habitar con ella.

En fín y para variar, termino con esa linda reflexión que sólo consta de dos palabras: Pobrecito(a)... "No-vio".

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 6 de septiembre de 2010

¡La mujer frente a la culpa!



¡La mujer frente a la culpa!


No cabe duda de que a toda acción (consciente o inconsciente), le precede siempre una reacción, que toda causa tiene su efecto, y éste genera siempre sus consecuencias sin importar las circunstancias, género, creo, raza y nacionalidad. Entonces aquí lo verdaderamente interesante, es darse cuenta que nada sucede en el mundo sólo por azar, sin una causa, sin una razón, sin una explicación, y que nada ni nadie existe por accidente, por capricho del destino, de la vida, o por mera casualidad sino por una causalidad.

Y así como todo tiene una causa, un origen, un motivo o razón de ser, de existir, o un principio (si lo queremos ver así), tambien las culpas tienen sus raíces en el pasaje de los actos. En el orden jurídico una persona culpable vá a la cárcel, pero en el orden psicológico, las culpas afectan profundamente a las personas. No basta la cárcel para curar psíquicamente las culpas, se castiga el cuerpo imposibilitándole el libre tránsito nada más, pero la cárcel no le hace justicia, porque sus culpas le generan y le seguirán produciendo angustias, depresión, melancolía, insomnio y puede generar hasta estados de Borderline, que son trastornos de la personalidad, pueden llevar al sujeto a estados de cobardía moral, a grados más radicales, al dolor de existir y más tarde directo al suicidio.

Desgraciadamente un buen porcentaje de mujeres caen en estados depresivos muy delicados, acosadas por sus propios remordimientos, allí habría que ver qué leyes ha roto dentro de sí, porqué no puede dormir, por qué su terrible malestar de culpa, es un sufrimiento psíquico atroz, sin encontrar la manera de paliar o expiar su culpa que a veces hasta se ve en la necesidad de enfrentarla recurriendo a su responsabilidad, acude a la precaución, va a la iglesia, hace dieta, trata de hacer obras buenas, etc. Démonos cuenta entonces, que: "La culpa es no querer aceptar nuestro grado de responsabilidad", pero cuando se acepta y se reconoce el error, allí mismo se ha dado el primer paso hacia la recuperación, ya es un gran avance para trascenderlo.

Sin embargo hay hogares en los que vemos que ni el padre ni la madre quieren aceptar sus propias culpas ni responsabilidades frente a los hijos y los demás miembros de la familia. Tan pronto uno de ellos infringe las reglas y comete un delito, casi le sacan los ojos reclamándole y echándole en cara su falta: "Es que eres un mal agradecido, yo me sacrificio por ti y tú no obedeces", "Es que no valoras todo lo que hago por ti", "Es que yo te di la vida y ni por eso me respetas", "Es que yo me saco la comida de la boca para que tú comas y mira cómo me pagas", etc. ¡Hace sentir peor al pobre ingrato que ya de por sí, se lo está devorando su propio remordimiento!

Por favor señoras, es hora de dejar de lado tantos prejuicios y juicios al vapor que se han puesto tan de moda e impuesto dentro de las cuatro paredes que observan en silencio nuestro cotidiano vivir. Es bueno poner reglas (obvio), respetarlas y hacerlas respetar, pero tambien es necesario que haya equidad, comprensión y justicia para todos. La culpa de juzgar a un hijo por rebeldía, por vagancia o porque consume drogas por ejemplo es terrible, veamos cómo funciona esto:

¿Qué pasa con la droga, porqué el joven la consume?, ¿Porqué es la madre la que generalmente se siente tan culpable en vez de que sea el propio hijo?... Bueno; por principio de cuentas, la droga no es una enfermedad sino una adicción, el chico está bien, se siente bien "Happy" pero... ¿Qué hace para conseguir la droga?, allí está el problema, qué hace con su vida, de qué medios se vale para prevalecer en ese estado tan lamentable. Si la madre no le financía su adicción, entonces, ¿cómo compra la droga, dónde la adquiere?, porque mínimo un carrufo de mariguana (que es la droga de los pobres), le costará algún dinero, amén de conseguir uno de los famosos "pericasos" de cocaína, o un gramito de heroína o algunas pastillas de codeina, o unos tubos de resistol, etc. ¿Qué hace el joven para costear su vicio?

Y la madre que se muere día a día por tanta angustia de ver a su hijo todo desaliñado, sucio, con el pelo revuelto y la mirada perdida, ella observa a sus vecinos que se protegen del muchacho, aunque éste no les haya hecho nada, pero con el sólo hecho de saber que él es un drogadicto, ya está etiquetado por la sociedad y lo verán como una amenaza y anticipadamente le declararán una guerra preventiva. No sólo recibe las consecuencias el delincuente, sino también la madre, el padre y toda la familia. O ustedes mismas, las que son madres amigas lectoras, ¿Se arriesgarían a irse a trabajar y dejar a su hija adolescente sola en casa muchas horas, sabiendo que su vecinito es un drogadicto y malviviente?. Recordemos que la droga funciona como un desinhibidor y cualquiera que la consuma, podría perder el control de sus actos.

Entonces vayamos al meollo del asunto: El muchacho está intoxicado, el abuso de las drogas ya le perforó el hipocampo y la corteza cerebral se ha dañado, ya hasta habla tartamudeando porque no controla su lenguaje y hasta se le sale la saliva al hablar, anda todo idiota y no carbura (perdón no coordina) las ideas, promete y promete que va a cambiar, pero su cuerpo le pide, le exige a gritos la droga y no le importan los medios para conseguirla, de allí que nacen para multitud de problemas más... pues el chico bonito y bueno de mamá, se vuelve un vulgar ratero, un mentiroso, un fraudulentador, una persona que está en el camino hasta de matar para conseguir la droga, de allí nacen los grandes asesinos no sólo ocasionales sino seriales, los que pierden su dignidad, su familia, sus valores y su vida termina en un completo fracaso, ¿Y la mujer qué?, ¿Qué puede hacer la madre por su hijo en ese estado tan deplorable?

La mujer frente a la culpa se juzga duramente, se lascera emocionalmente, se golpea en su propio orgullo fracturado y su sufrimiento. No se perdona: ¿Qué hice para merecer ésto?, ¿Porqué mi hijo?, ¿En qué me equivoqué tanto? ¿Cómo llegó a pasar ésto?, ¿En qué contribuí, porqué lo perdí? ¿porqué no lo supe educar?. Ahora la mujer se lleva pensando en la manera de cómo proteger al hijo: "Estaría mejor en la cárcel que en la calle".... ¡Me lo van a matar!, y en verdad que un drogadicto, se expone a eso y a mucho más, no hay remedio, tenemos que decirlo así crudamente.

Sin embargo, también existen otras opciones para salvar del ahogado, aunque sea el sombrero, y ésto sería en todo caso, internar al hijo en un centro de rehabilitación, ese chico primero tiene que ser desintoxicado para que esté en condiciones de decidir, qué es lo que quiere para su vida, y si está dispuesto a modificar el rumbo de su existencia. Se le interna y allí tendrá que soportar por un tiempo, la "resaca" o estragos de la abstinencia, algunas veces delirante y paranoica. Pero si pasa la prueba, está en condiciones de empezar una nueva vida.

No hay necesidad pues amigas queridas, de llegar a tales extremos para darnos cuenta de todo lo que puede llegar a ocasionarnos el círculo de la culpa con todas sus ramificaciones, aprendamos a valorarnos primero a si mismas para dar un buen ejemplo a quienes nos rodean, tengamos mucho cuidado en nuestras conductas, en lo que decimos, en lo que hacemos, en lo que pensamos, recuerden que estamos rodeadas siempre por esos pequeños vigías (como en época de guerra) que observan sigilosamente tras las puertas y las ventanas (adorables traviesos), todo lo que hacemos y que de allí, ellos todo lo aprenden por imitación. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre.
Doral.

viernes, 3 de septiembre de 2010

¡Mujeres de velo grande!




¡Mujeres de velo grande!

El corazón de la mujer es como una hermosa llamarada que arde siempre al compás de sus emociones, porque ella es la ninfa celestial más emotiva y sensible que vive siempre con los pies en la tierra, pero suspendida a veces entre el cielo y el infierno. ¿Porqué a la mujer se le vincula siempre con el sacrificio y el sufrimiento? observemos este aspecto tan interesante que quizá nunca se nos ha ocurrido investigar de manera muy particular.

Estamos en pleno Siglo XXI, y aún existen secretos y secretorums vedados para la mujer, ella vive su vida a la buena de Dios, a la deriva de las circunstancias, o como Dios le da a entender las cosas en su corazón, pero sin que nadie se haya tomado la molestia de enseñarle los modelos más apropiados para ser mujer, para no sufrir tanto al dar a luz, para aguantar las manías del marido borracho, de soportar las tempestades que son causa del trayecto de la adolescencia de sus hijos y por si esto fuera poco, tener que soportar los molestos cólicos mensuales, el pesado quehacer diario de la casa y los pies hinchados durante nueve meses de cada gestación.

Son muchos los elementos que la mujer ha convertido en un compromiso o deber ineludible de su cotidianidad, sufre y se desespera cuando a veces tiene que estirar el tiempo y por más que el día tuviera 50 horas, ella las estaría rebasando porque siempre habrá pendientes que atender de manera suprema y urgente. Para ella, la prioridad principal siempre es y será eternamente su familia, sacrificando incluso su propio bienestar, sus deseos, sueños y necesidades muy individuales. Si el marido y los hijos ya comieron, ella se conforma con recoger las sobras y mientras lava los platos, se alimenta de ellas, dando gracias y sintiéndose feliz por el deber cumplido.

¿Pero qué pasa cuando a la mujer se le pasa el tiempo, se le van los años en esa rutina aburridora que parece no tener un futuro tan brillante como se anhela?

Hay miles de mujeres que mientras efectúan el hacer de la casa o preparan la comida, están allí, pero no están, su mente anda volando al mil por hora, montadas sobre su tapete de sueños sobre las nubes, o se quedan de pronto esperando que hierba el caldo mientras se abrazan fuerte a sus ilusiones y volvemos a la misma canción, ellas son como ninfas celestiales, proyectando su inocencia, sus fantasías, y fortaleciendo enormemente su gloriosa imaginación. Y vaya que algunas aterrizan de un santo sopetón, cuando ya se les quemó hasta la cazuela.

Son mujeres que viven bajo un velo muy grande, el velo de su pureza, su nobleza, su inspiración, su entrega, sus valores y aspiraciones más excelsas de ser mujer en todo el sentido de la palabra y con letras mayúsculas... "MUJER", porque merecen eso y mucho más.

¿Qué sentimiento pudiera sucederles que no conozcan ya?, si la mujer siempre está haciendo cursos y más cursos, seminarios, diplomados... ¡Y gratis!... ¿Cursos de qué?, Pues de economía, de decoración, de artesanías, de cocina, de lavado y planchado instantáneo, de enfermería, de educación, de jardinería, de administración, de organización, etc., y por si esto fuera poco, también tiene sus doctorados en comprensión, en ternura, en paciencia, en amor y muchos más, porque ella está preparada para curar las heridas de una rodilla y también las de un corazón.

Mujeres de velo grande, que son manantiales de silencio, trigales de inspiración como la fuente cantarina, como el canto del grillo, como la quietud de la noche, como un faro de luz, como una suave melodía, como un tono de color, como las hojas de los árboles danzando al compás del viento, como el pétalo de una flor, como el aroma del amanecer, como el murmullo apasible de un tranquilo lago, como la esencia de un sol asomándose por la colina, como el arcoiris, como las gotas de lluvia, como la presencia de Dios.

¿Y tu velo, cómo es?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¡Verdades que duelen!




¡Verdades que duelen!

La psicología clínica se encarga de investigar la subjetividad, y sería muy interesante descubrir los elementos que nos aporten nuevas perspectivas de vida, que nos permitan ampliar nuestra visión de las cosas y de las personas que nos rodean en el cotidiano vivir. Conocer el abanico de posibilidades que nos afectan o nos benefician, producto de la inter-relación con nuestras redes sociales: Los padres, los hijos, los hermanos, la pareja, la familia, vecinos, compadres, amigos, conocidos, el trabajo, la escuela, y hasta la gente de la calle que “aparentemente” nada tiene que ver, etc.

En este marco, nos convendría mucho aprender a reflexionar profundamente en las cosas que hacemos y también en las que no hacemos, pero que inconcientemente nos gustaría hacer, sería interesante analizar todo lo que nos está prohibido, “analizar la dimensión de lo prohibido” como diría el padre del psicoanálisis Dr. Sigmund Freud. A nadie le es grato por supuesto viajar al inconciente, la sola idea de hacerlo aterra a cualquiera por su desconocimiento: “No estoy loco para hacer esas cosas”, “eso es cosa de chiflados”, “¿qué te pasa, porqué quieres hacer eso?”, “¿Cómo le voy a ir a contar mis cosas a un extraño?”, “Te van a lavar el cerebro”, etc.

Pero no hay tal, tenemos que informarlo aquí y ahora para aclarar esos mitos y falacias, miren ustedes: Ponerle orden y paz a nuestra vida cualquiera lo puede hacer, eso no es ninguna tontería, ni se trata de ninguna brujería. Conocernos a sí mismos de manera seria, profunda y real, lo puede lograr cualquiera que se lo proponga y no implica necesariamente tener que poner nuestra vida en manos de otros y mucho menos se trata de acudir a solicitar ayuda a las personas menos adecuadas y soltar todita “la sopa” como se estila decir coloquialmente. Por lo tanto, observar, conocer y analizar nuestras conductas, sólo nos exige seriedad y constancia.

¿Pero qué seriedad o constancia puede tener una persona que ni siquiera sabe lo que busca, ni lo que quiere en esta vida?. Se queja de que todo le va mal, de que tiene mala suerte, de que nadie lo comprende ni lo entiende, de que todos abusan de su buena fe, de su confianza, de que es un pobre, un torpe, de que está enfermo, de que le mintieron, lo engañaron, lo robaron, lo violaron, etc., pero nunca se le ha ocurrido buscar las causas de sus males, el origen de sus propias transgresiones. La gente genera reglas y luego se castiga con ellas, por ejemplo: ¿Qué persona no se siente culpable de sus actos desleneables, deshonestos, desleales, inmorales, o como le quieran llamar?, Sin embargo…

¿Qué pasa comúnmente en esas personas?. Pasa que de manera “normal”, guardan sus culpas celosamente, siempre estarán ocultas de la vista de los demás, esas evidencias son como dardos dolorosos que se van al cajón del inconciente y allí permanecen acumulándose con el tiempo, martillando el cerebro y la conciencia del transgresor o delincuente que no puede a veces ni comer, ni vivir, ni dormir a causa de tanto remordimiento: “Es que yo no quería mentirle”, “Es que yo no quería robarle”, “Es que yo no quería engañarle”, “Es que yo no quería pelear”, y en el peor de los casos… “Es que yo no quería matarle”… ¡Pero lo hizo!, y aquí no cuentan excusas ni pretextos, sino resultados.

Ya es hora de que dejemos de lado tantas cosas que para todo el mundo son... “normales” y ya se dieron cuenta de que por ser tan “normales” se nos escapan de nuestra observación, tantos pequeños detalles que nos evitarían muchos dolores de cabeza. Miren esto: En casa por ejemplo, hagámonos una simple pregunta: ¿Porqué todas las casas tienen puertas por dentro? ¡Y con llave de pilón!, si se supone que en una casa habita una familia donde la armonía, la concordia, la confianza, la fe, el respeto y el amor son las bases primigenias para que ésta, funcione como tal. ¿De dónde surgió entonces la costumbre de ponerle puertas por dentro a las casas y hasta de ponerles llave? ¿Quién inventó eso y por qué lo inventó?

Mucho ojo… porque aquí voy a decir algo muy delicado, una verdad que quizá duela, pero me correré el riesgo de someterme a la crítica mordaz si es posible, no hay remedio, tengo que decirlo así:

La casa con puertas adentro y con llave, obedece a miles de razones del inconciente (no muy gratas por cierto), también cuando llegan flores a un hogar donde vive una hija y al padre le da un infarto, obedece a un deseo inconciente. Analizando profundamente eso, se podría pensar en la posibilidad, (no realidad), de que allí hay mucho que encontrar y es el psicoanálisis quien se encarga de sacar la verdad a flote, con el ánimo de que la persona reconozca que infringió una ley, (su ley de la moralidad y buen juicio) pero quiere curarse de su culpa (limpiar su culpa), ya que efectivamente reconoció que la perspectiva edípica y los deseos de incesto, son factores que no sólo podrían manifestarse en menores sino también en adultos de ambos géneros.

Hay lógica en todo esto si nos ponemos a pensar cómo se podrían dar las cosas dentro del hogar: Por ejemplo, la hija que está en su cuarto, vestida con ropas menores, o un short muy cortito, ella está acostada despreocupadamente en su cama con las piernas abiertas o en alto, pasa el hermano o el papá y ella grita: “Cierra la p…inche puerta carajo!... Amén si fuera todo lo contrario y fuese la hija quien entra o pasa por la recámara de los padres y los ve haciendo el amor. ¿Se imaginan qué clase de pensamientos o sentimientos podrían atravesar por su mente en ese momento?

No es extraño por lo tanto que a la psicoterapia, lo único que le interesa es llegar al fondo de la verdad, confrontar la verdad, trabajar con la verdad, aunque ésta a veces resulte muy dolorosa, pero es peor cargar con un costal de papas (culpas), el resto de la vida o caer en males peores, ya que una cosa lleva a otra, es como cuando de la cima de una montaña se desprende una bola de nieve, ésta arrastra todo lo que encuentra a su paso en su caída, pero cuando llega al fondo del barranco ¡Se estrella ella sola irremediablemente!. Nosotros podemos detener nuestra propia caída, aún estamos a tiempo.

Hay muchas formas de pagar nuestras culpas, con dolor, con sufrimiento, con nerviosismo, con preocupación, con insomnio, etc., pero lo que es peor… la mayoría de las personas pagamos nuestras culpas somatizando nuestras penas, pero de eso platicaremos en una próxima ocasión. ¿Les parece?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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