martes, 31 de mayo de 2011

¡Tocando fondo! Cuando ya no puedes más.




¡Tocando fondo! Cuando ya no puedes más.



Esta noche, después de un tiempo sin escribir por aquí he sentido de nuevo la necesidad de hacerlo. Por un motivo que engloba muchas razones.

Nadie podrá sentir lo que siento, nadie podrá ponerse en mi lugar, yo y sólo yo, sé los años que llevo sufriendo: 23 años perdidos irrecuperables, que no vuelven, que me atormentan día tras día.

Plasmar con palabras cómo me siento, cómo estoy, me resulta sumamente difícil, porque los sentimientos de tristeza o alegría se expresan y se reflejan (no siempre) por ello son sentimientos, que sólo los conoce el corazón.
Y digo que no siempre se reflejan, porque las apariencias engañan mucho, demasiado.

Yo, una chica de 23 años, con una presencia muy agradable, cualquiera diría que estoy sobreviviendo a esta "vida" que me ha tocado, me asombro de las apariencias, pues detrás de un rostro y una figura bonitos se esconde lo inimaginable por la mayoría, aunque a veces caminando por la calle me miro en el espejo, en los escaparates y pienso que la mirada me delata.

No me gusta celebrar mi cumpleaños, pues como es de suponer esa fecha refleja otro año de mi "vida" perdido.

No sé cómo ni por dónde empezar a contar mi historia, mis 23 años...puff aquí en el foro escribí varios mensajes, con pedacitos de mis estados de ánimo, mis sentimientos, mi extrema soledad, mis escasas experiencias, etc.

Cuando terminé mis estudios el verano pasado me puse a trabajar en una E, y una vez terminado el contrato sigo en el paro, sí, no me lo esperaba ver tan crudo, pero es la situación que hay, he trabajado de camarera y dependienta en los últimos meses, puesto que no me salía trabajo de lo que había estudiado. Me estoy moviendo como pocos buscando empleo, acudiendo a miles de entrevistas y pasando peripecias mil...tras varios meses sin éxito me siento bastante quemada, decepcionada, desmotivada, angustiada, irritada.

Estoy en el paro tantos meses que enfrentarme a un nuevo trabajo me supone un MUNDO, me siento en muchos momentos incapacitada ya no para trabajar de mi especialidad, sino hasta para aprender el funcionamiento de la caja de una perfumería p.ej., se me hace una montaña, algo imposible, un reto, pues de estar tanto tiempo desconectada se me olvidan muchas cosas y me da miedo que me tiren porque me cuesta comprender tal tarea o no tenga suficiente capacidad de retener información, porque tengan que estar más encima mío, etc.

A mi angustiosa situación de parada, se une p.ej. la soledad que padezco desde que nací, ni un amigo ni una amiga, en casa, mis padres, mi hermano, mi yaya y mi perrita que la quiero más que a mi vida.

Sin vida social, sin salir entre semana más que a entrevistas, a patear calles, a comprar, al médico o a la ciudad a pasear, a que me dé el aire, a ver pasar la gente corriendo... Fines de semana en las 4 paredes de mi casa.

La relación con mi hermano, es una relación de odio, somos el blanco y el negro, por lo que no mantenemos relación (como si no fuera mi hermano), las únicas palabras que nos dirigimos son insultos y hemos llegado a las manos en situaciones excepcionales cuando no queda más narices que discutir. -No voy a entrar en el por qué de esta relación, sólo hago el comentario para que se sepa-

Soy muy sensible, padezco estrés y ansiedad que procuro "controlarla", pues no llevo medicación alguna, años atrás acudí a un Psicólogo y tras ver que no mejoraba lo dejé.

He engordado 6 kg, tengo colesterol alto, no hago ejercicio porque no hay nada que me motive a sentirme mejor, llevar una vida más saludable, cuidarme, arreglarme, mirar por mi salud y apariencia física.

No tengo motivación alguna por NADA, ilusión por nada, ganas de nada.
Al amanecer, siento cómo penetra el sol por mi ventana diciéndome:¡levántate hoy comienza otro día! Y me pregunto: ¿para qué me voy a levantar? Si por mí fuera pasaría el día en la cama, me siento cansadísima, pesadez en las piernas y brazos, como si moviera 2 torres, agotada, MUERTA.

Y es que es tan cierto eso de que cuanto menos haces más cansada estás. Mi madre dice que busque ayuda, que la necesito, que voy a caer en una depresión, porque efectivamente hay un momento en que el ser humano ya no puede más. Y es que así está transcurriendo mi vida, sin alegrías, sin esperanzas, sin ilusiones, sin suerte, sin motivaciones que me inciten a seguir viva.

Antes de ayer quité el polvo de toda la casa y pasé la mopa, tenía pensado tambi{en limpiar los baños, pero acabé destrozada, con un cansancio enorme, cómo si hubiera limpiado 20 casas como la mía. Es triste, he llegado a pensar que puedo sufrir fibromialgia.

Lloro a menudo en la soledad de mi habitación, como esta tarde, que estaba llorando, muy nerviosa, he tenido una discusión con mis padres por mi hermano, me temblaban las manos, en algún momento has de explotar, chillar, no te importa nada, NO PUEDES MÁS, quieres desaparecer de esta m... de vida, donde nunca he sido feliz ni lo seré, estoy condenada a estar sola, a no cumplir mis sueños, a estar enferma, a aumentar todas las "teclas" que ya tengo, a que me quite la vida o me la quiten.

Si no me la he quitado ya es por mi madre, más que por mi padre, no lo soportaría. Sólo y únicamente por ella, por mi madre. No podría verla agonizar desde allá arriba.
Me refugio en la música, muchas noches al acostarme me pongo el MP3 y mientras escucho mis canciones favoritas idealizo mi vida, mi imaginaria y anhelada vida, mi irrealidad, lloro, me río, siento, sueño... y vuelvo a la vida real.

Podría contar MILES de cosas más, expresándome como buenamente puedo, pues ya he dicho que es complicado plasmar sentimientos y sufrimientos que sólo entiende el corazón. Mi vida es tan compleja como tan simple a la vez... soy una infeliz.

Me gustaría que hubiera gente como yo, y que bueno al ser un foro, pues cada cual tendrá su opinión, su historia, pero es "esperanzador" si se puede llamar así, que alguien viva como tú vives, que vea pasar los días hundido en la tristeza, la rabia, la impotencia, la angustia, la ansiedad... y ahí se quedan, en días, horas, minutos... que transcurren por tus débiles ojos y cada día se llevan una parte de tí.

*Un mensaje más, me he desahogado un poquito con el ordenador, sí, no hay con quién.*
{{{Hasta luego, hasta pronto, hasta mañana, adiós...}}}

Autor: "Chamaquita5"
http://foro.enfemenino.com

viernes, 27 de mayo de 2011

Llévame dónde sólo existas tú


Si deseas escuchar este poema, puedes detener el reproductor de sonido del blog, a tu derecha lo encontrarás.

jueves, 26 de mayo de 2011

No más golpes, un silencio para el alma.

martes, 24 de mayo de 2011

La sexualidad de la tercera edad




La sexualidad de los abuelos.



Muy a menudo quizá hayamos escuchado hablar muy mal de los adultos mayores que muestran diariamente evidencias de su sexualidad de manera tan normal, un escándalo para cualquiera: "Mira el viejo raboverde, debería ponerse en paz, ya no puede ni caminar el tullido y allí anda de derretido", o las mujeres de edad grande que se han vuelto a casar con hombres más jovenes que ellas, sucede igual: "Mira la vieja cursi, ya ni con la plancha se le quitan las arrugas, pero allí anda de birrionda la muy "cuca" poniéndose de novia la muy ridícula", o bién cuando la pareja de esposos que ya son de edad muy avanzada, permanecen casados y enamorados como el primer día, y después de muchos años de matrimonio, en ningún momento han perdido su romanticismo, su química amorosa, su deseo de dormir juntos, y de darse unos ricos besos y de disfrutarse en su máximo esplendor, aunque sea a fin de estación.

¿Y quién dijo que está prohibido amarse en la etapa de la senectud? y es posible que aquí exista un concepto muy equivocado de esos lindos viejecitos que se ven tan lindos amándose como dos tortolitos de sol a sol y de luna a luna: Ella lo atiende, lo mima, lo cuida, le hace su "piojito" lo regaña y hasta le grita: "Nicanor, ya ti diji qui baje patas di la cama" y el viejito tramposo aprovecha el regaño para tumbarla y comérsela a besos: "Ya tati quieto Nicanor qui no nos vaigan a ver"

Desgraciadamente nuestra cultura nos impone tabúes, hitos y mitos, trabas, cosas y más cosas, y generalmente se piensa que la etapa del climaterio, la menopausia y la andropausia (fenómeno del hombre mayor), que se manifiestan entre los 45 y 60 años, llega para marcar el final de la vida sexual de los adultos mayores, y no es así. ¿Ustedes creen que la edad termina con la sexualidad del ser humano? ¡Pues no!. La sexualidad humana se manifiesta desde el mismo momento del nacimiento, y termina con la muerte. El ser humano va desarrollando sus potenciales eróticos durante las diferentes etapas de su vida, pero de manera diferente.

Cuando se es adolescente, los primeros escarceos son todo un reto para el y la joven que tienen que enfrentar su revolución hormonal con toda su fuerza y furor. Los jovenes viven su sexualidad de manera acelerada y muchas veces desenfrenada, sin medir consecuencias, se quieren devorar el mundo de un sólo bocado... ¡Y sin digerirlo!, no saben los chicos cómo manejar sus energías personales, ni cómo vivir una sexualidad responsable. Entonces se piensa que la máxima etapa erótica es para la juventud, o se le adjudica erróneamente a la juventud.

Cuando se llega a la edad en que en el hombre y en la mujer disminuye su líbido sexual, y que ya la etapa reproductiva les ha quedado muy atrás, no quiere decir que estén incapacitados para sentir placer, gozo y difrutar plenamente a su pareja, al contrario, el amor adulto es el que se vive más a flor de piel, ¿por qué? pues precisamente porque hay compatibilidad de cuerpo, alma, sentimiento y razón. Además, hombre y mujer se han llegado a complementar tan maravillosamente que aparte de que se conocen perfectamente sus gustos, conocen las posiciones más cómodas, el lugar más adecuado, y hasta el horario más erótico para ambos, es un amor más sereno, más conciente, más maduro y por lo tanto, más elevado.

¿Suena burdo imaginar a un par de ancianitos haciendo el amor? ¡Pues yo no encuentro lo burdo por ningún lado! y que encima ambos tienen derecho; todo el derecho del mundo de vivir plenamente su sexualidad de la forma como a ellos más les agrade y les acomode, ¿Porqué negarles ese derecho? ¿Porque son viejos? ¿Porque ya no tienen agilidad de movimientos en las piernas ni en los brazos? ¿Por eso es que suena burdo o ridículo? ¡Esa es la más grande estupidez del mundo!, es más ridículo reirse de lo que se desconoce, porque se está en el camino de ser un idiota.

A ver... hagamos un experimento imaginario aquí mismo y ahora: ¿Les parece? veamos: ¿Qué pasa cuando vemos a un par de jovenes besándose en un cine, en un parque, o simplemente en la calle?, ya lo consideramos un acto tan normal, que ni nos llama la atención ¿verdad?, casi se comen a besos los tórtolos y ya ni los pela nadie, ¿porqué? porque son jovenes -decimos- tienen derecho a amarse, pero... ¿Qué pasa cuando vemos a un par de viejitos ya muy "chochitos", jorobaditos, con bastón y caminando lento por la calle y se detienen para besarse apasionadamente? ¡¡Wow, escándalo!! ¿verdad? ¡Segurito que la gente se los devora y los despelleja vivos allí mismo!, Por Dios... ¿Qué nos pasa?

¿No es acaso un orgullo muy grande que nuestros abuelos queridos aún tengan fuerzas para meterle la mano por abajo de la cintura a la abuela y escucharle un par de gemidos tiernos y querendones?... Y más lindo aún, cuando la viejita se deja querer y hasta se mima solita, se siente niña, se le acurruca coqueta en el pecho a su viejo y bendice el momento de haberle conocido ¿No es ese el acto de amor más grande que se pudiera observar en el hogar más paternal?

Compartenos tu historia amiga lectora, qué piensas de este tema, cómo lo has vivido en tu hogar, en tu entorno, en tu cultura, en tu vida, será un placer en verdad recibir tus valiosas opiniones.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

jueves, 19 de mayo de 2011

¿Por qué mi marido ya no me toca?




¿Porqué mi marido ya no me toca?


Miles de mujeres piensan que entregarse a su hombre significa sólo un compromiso de papeles, y lo hacen más que nada por deber y no por placer, justamente para éso… para complacer a su “macho” en la cama, y algunas mujeres hasta se desviven por inventar las mil y una maravillas para lograr el acto de amor con bastante éxito, convirtiéndose incluso en unas verdaderas vestales y adorables expertas en la cama, o mejor dicho... En el templo del amor, pero…

¿Qué pasa con aquellas mujeres, una vez pasado el acto sexual de suprema entrega a su marido, y quedam solas y exiliadas a su suerte, con su cuerpo mancillado y con su alma virgen, sin una caricia, un beso, una palabra tierna, un “te amo”, un “te quiero” o de perdida… "Un gracias amor”?

Esta reacción de algunos señores, provoca mucho desgano emocional y desconsuelo anímico en la mujer, con un alejamiento cada vez más grave, en vez de generar acercamiento amoroso en la pareja.

Hasta ese estado lamentable han llegado algunas mujeres, que cansadas de esperar con tanta ilusión a que llegue el momento de la relación íntima con su pareja, sueñan con ser cortejadas, mimadas, seducidas con palabras, gemidos suaves, besos y caricias, atenciones, sobaditas cariñosas, y masajitos tiernos, etc…

Al parecer, para el hombre machista, todo el amor gira alrededor del sexo, (ojo: hay excepciones), y una vez que han vaciado sus gónadas masculinas en el yoni femenino, se olvidan lamentablemente, que el amor no se debe reducir sólo a momentos de eufórico calor erótico. ¡El amor va mucho más allá de la tempertura de la piel!

El amor no es un juego erótico. El amor es algo más que una faceta momentánea de mutua excitación. A la mujer no se le llega por el sexo (enseñemos eso a los señores), a la mujer se le llega por el alma, si quieren que su cuerpo reaccione con un estado de ánimo óptimo de ternura máxima para ese momento supremo tan espero por los dos.

No es cosa de que la mujer, sólo porque está enamorada de su marido, tenga que llegar corriendo a la cámara o recámara nupcial, muy coqueta con su “baby doll” preferido, o su conjunto “ultra sexy” traído exclusivamente desde Paris, para lucirlo ante su compañero, se vació la pobre, casi todo el frasco de la mejor loción de su tocador y sale la mujer de la ducha tan fresquesita y perfumadita para cumplir con una “obligación femenina”... ¿Obligación?... ¡Qué pobre concepto!

Y una vez satisfecha la necesidad fisiológica del macho, tenga ésta encima que escuchar de él: “muévete para allá, vieja… que quiero dormir”…¡Qué es éso, por Dios!.. y hasta con empujones tiene la pobre mujer que llegar resignada hasta el otro extremo de la cama, para abrazar a su almohada, desconsolada, herida, lastimada en sus sentimientos y hasta con lágrimas en los ojos, llorando hasta el cansancio, mientras el oportunista macho panzón, se duerme enseguida tan a gusto y ronca como un bendito… ¡Puf! …¡Qué error! ¿O debo decir horror?

¡Ya basta mujeres! …Ya basta de permitir esos atropellos morales en contra de la dignidad femenina, y que sean nuestros propios esposos quienes nos tomen sólo como un objeto sexual, o una “cosa” que se "coge" o se posee, sólo cuando se le necesita, o cuando a él se le antoja o se le da la gana, y luego se le bota a un cesto de basura cuando ya ha sido usada.

No es posible amigas, que un verdadero matrimonio que dice amarse con toda el alma actúe de ésta manera cínica, desconsiderada, abrupta y por demás desordenada. ¿Cuestión de cultura? ¡Vaya excusa!

Creo que en pleno siglo XXI, es la mujer a quien le corresponde cultivar y saber preservar dentro de su propio hogar, la cultura de una sexualidad responsable, las normas y los sentimientos de moralidad y buen juicio demostrados también en la cama ¿Quién dijo que está prohibido?

¿O acaso vamos a resignarnos mujeres a ser tomadas y dejadas como si fuésemos objetos de pertenencia? ¿Qué acaso nosotras no sentimos también ese anhelo, ese impulso sexual tan natural, ese sueño compartido de ser amadas, protegidas, saciadas, mimadas y respetadas también en el alma como en el cuerpo sobre la cama?

Me gustaría por favor, conocer sus opiniones al respecto, invitándolas a todas a participar de todo corazón en este tema un poquito fuerte sí, pero necesario de debatir, sin miedos, sin tabúes, sin temores, sin resentimientos con la pareja, porque hablando amigas…hablando es como se entiende el ser humano. Eso es todo.

Con mis respeto y cariño siempre.
Doral.

p.d. saludos afectuosos a Valeria (mi inolvidable amiga Shoshan), pues este tema surgió a raíz de una grata conversación compartida con ella, por allá en el año 2007.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Adolescentes embarazadas.



Adolescentes embarazadas.

Hoy en día, una gran cantidad de niñas con edades de entre 12 y 18 años, salen embarazadas en la escuela, en el colegio y las universidades; pareciera que no existe en el mundo ningún tipo de información oportuna que llegue a las manos adolescentes y les haga comprender en el problema tan grave que se están metiendo, y les lleve a detenerse a tiempo antes de concebir criaturas que llegan al mundo sin ninguna esperanza, o no logran nacer siquiera, porque son asesinadas dentro del vientre materno, antes de nacer.

¿Cómo reacciona una niña que empieza con mareos, vómitos y que al poco tiempo se da cuenta de que está embarazada?... ¡Siente que el mundo se le derrumbará justo encima de su cabeza!... no lo puede creer, está aterrada, se siente desesperada, quisiera ocultar su vida bajo las sábanas y almohadas de la comodidad de su cuarto, o desearía incluso huir de todo, de todos y hasta de sí misma… ¡La culpa la tiene atrapada! ¿Qué he hecho Dios mío?... ¡Me van a matar en mi casa cuando lo sepan!

¿A quién acude primero para contárselo?, a su mejor amiga por supuesto: “Estoy embarazada Wey” “–no manches-, ¿cómo que estás embarazada?, ¿No seas bruta, porqué no te cuidaste?, ahora te lo vas a tener que sacar, o ya valiste “chetos” y yo junto contigo wey, porque mis padres ya no me van a dejar juntarme contigo”. Y desde allí nacen para multitud de problemas, ya que no en balde existe ese dicho que reza por allí, que “De noventa enfermedades, cincuenta proceden de la culpa y los cuarenta restantes de la ignorancia” La primera de las chicas porque no se cuidó a tiempo, y la segunda por impulsiva, inmadura y acelerada… ¡Igual, las dos equivocadas! Porque ninguna sabe manejar adecuadamente la situación.

Aquí es muy interesante observar que la culpa ocasiona un evidente desgaste emocional y orgánico: Torturas mentales, desvelos, miedos, aislamiento, dudas, temores, arrepentimientos y hasta separación del círculo de amigos, deserción del aula escolar o hasta abandono de hogar, junto con una tremenda obsesión por saber qué es lo que pasará o sucederá en el futuro, en vez de hacer conciencia de lo que estamos atravesando y madurar en el proceso, saber a lo que me estoy enfrentando, qué estoy sintiendo, y qué quiero hacer, para enseguida reflexionar profundamente y conocer las posibles soluciones que se presentan en el camino:

1.- El bebé debe nacer porque no tiene la culpa de nada. ¿o sí?
2.- Cómo voy a preparar mi cuerpo para el alumbramiento. ¿O no prepararse?
3.- De quién voy a depender económicamente. ¿Trabajaré? ¿O quién se hará cargo de mí?
4.- ¿Dónde o con quién voy a vivir? ¿Seguir en casa de los padres?, ¿Los abuelos? ¿dónde?
5.- ¿Buscar al padre del niño para que también se haga cargo? ¿O decir enfrentarlo sola?
6.- ¿Qué hacer cuando todos (la sociedad) te señalan la falta?, ¿esconderla o afrontarla?
7.- ¿Qué hacer para que no afecte demasiado el estado emocional por el impacto de la noticia?
8.- ¿Ante quien acudir a buscar ayuda psicológica y médica?
9.- ¿De quién hacerse acompañar a esas consultas?
10.- Realmente estás dispuesta a enfrentar las posibles consecuencias de tu acción y pensar en cómo repercutirán en tu futuro? ¿Crees que es el momento indicado para crecer como persona, mientras tu bebé crece en tus entrañas?

Preguntas básicas que toda mujer adolescente embarazada se plantea atropelladamente en su razón atormentada, y no siempre sale bien liberada con una o varias respuestas excelentes o adecuadas. Desgraciadamente la mayoría de las chicas que tienen que madurar de golpe, quedan traumadas por el resto de sus vidas, y ya no quieren volver a saber nada de hombres ni de obligaciones. Algunas chicas corren con la suerte de que el papá o la mamá pasan por alto el error y aceptan a la hija embarazada en su hogar hasta que nace el bebé. Pero a otras holgazanas desconsideradas, no les importa parir y seguir con su vida de solteras, como si nada hubiera pasado, son los pobres padres quienes tienen que hacerse cargo del bebé, e incluso al poco tiempo, la chica vuelve a salir embarazada y se repite la experiencia… ¡Por Dios! ¿De qué se trata esto? ¿Hasta dónde llega la desvergüenza e inmadurez de esas jovencitas?, o mejor dicho: ¿Hasta dónde llega la burla, y la falta de respeto que le muestran al hogar de sus padres?

Y también los padres... ¡Por Dios!... ¿Para qué se involucran? ¿Hasta qué grado deben permitir este tipo de situaciones? ¿Quién es más culpable en todo caso?... ¡¡Por Favor Señoras!!; ¿Para qué hablar de culpas? Lo hecho… ¡Hecho está! ¿Qué importa lo que pasó, o lo que hayamos hecho, o incluso dónde hayamos estado?. Lo realmente importante aquí y ahora, es mirar hacia el cielo de la experiencia:

¿Qué es la experiencia?... La experiencia no es lo que hicimos o dejamos de hacer en el pasado, sino lo que vamos a hacer aquí y ahora con todo lo aprendido. Es el momento de darnos cuenta en qué dirección se está desplazando nuestra vida, y qué sentido vamos a darle a nuestro diario vivir en el futuro, abrazadas de ese tierno pedacito de carne y hueso, fruto de nuestro amor, y producto de nuestras entrañas, por el que pagamos el más alto precio de amor… ¡El precio de ser mujer!. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

martes, 17 de mayo de 2011

La mujer, y su majestad: ¡El Alcohol!




La mujer, y su majestad: ¡El Alcohol!

Tristemente célebres, han pasado por el mundo, miles de mujeres que han caído en las garras asesinas del alcoholismo y la drogadicción. Mujeres hay que en gestación de sus bebés incluso, no tienen la fuerza, la entereza, ni el valor civil para reconocer su problema y acercarse a un familiar, a un médico, o a algún grupo social en busca de ayuda física, psicológica y hasta espiritual.

La anemia espiritual tan grande que padecen estas mujeres, se enfoca en su falta de voluntad, desesperanza, falta criterio, falta de visión, su demacrada (o mejor dicho deteriorada) salud, que nos muestra la urgencia máxima de atención, de rescate, de salvamento y restauración, o reconstrucción más total, no sólo de manera orgánica, sino también en su sistema de valores y creencias. ¿Pero cómo se podría modificar una conducta femenina tan enferma?

Es apenas normal, que considerando al alcoholismo como una enfermedad progresiva y mortal, es posible abrigar un enorme abanico de posibilidades para lograr una recuperación gradual, a través de programas y terapias especiales… ¡Claro que sí se puede!, la cuestión es ver por dónde se le podría brindar ayuda a la mujer alcohólica. A veces es el esposo quien tiene que buscar apoyo, o los hijos, o los padres, o los hermanos y raras veces las amigas y los amigos.

¡Ay, cuánto influyen los “amigos” y “amigas”! ¿verdad?, sobre todo cuando de fiestas o festejos se trata… uf… allí surgen los “amigos” por montones, sobre todo cuando se beberá de a gratis. Su majestad el alcohol es el primero que llega a esas fiestas y reuniones, y es el último que abandona la fiesta, su majestad el alcohol es el invitado de honor en todos los hogares del mundo, desde el más humilde, hasta en el de más refinado protocolo… ¡Y qué tristeza que tenga que ser la mujer, su mejor anfitriona!

¡La mujer!... que “se supone” representa al núcleo familiar, el centro de gravedad permanente que integra a toda la familia, la reina hermosa que debe estar siempre lista para servir a los suyos, atenta, sobria, equilibrada, despejada, y saludable. ¿Cómo es posible que sea la primera que empieza a empinar el codo y directamente a veces sea hasta en la cocina donde nadie la vé?. Es lamentable que la mujer en ese estado tan lamentable se ponga a preparar los biberones, mamilas o la comida para sus hijos, revuelve y revuelve la sopa y ni siquiera se da cuenta que ha no encendido el fuego de la estufa, o viceversa… calienta la cazuela, y se le olvida que está encendido el fuego… ¡Y se le quema todita!, un verdadero peligro comunitario en verdad.

Los riesgos que corre en el hogar la mujer “borrachita”, son múltiples, van desde un simple accidente con químicos al lavar su baño, un resbalón de sus cuchillos la picar la fruta o la verdura, un resbalón en mitad de la sala al hacer el aseo, o los mismos vidrios de cristales que pueden rompérsele en sus manos, ¿Y qué decir cuando se pone a planchar?, pueden suceder dos cosas: Que se le quede pegada la plancha en las camisas del marido, o terminar con las manos quemadas. ¿Qué remedio? Si le gusta ponerse a planchar mientras disfruta de sus adorados wiskitos en las rocas, sus jaibolitos caseros, o lo que sería aún peor: que ni se le ocurra arrancar así, manejando su coche rumbo al supermercado, porque seguro que el alcoholímetro saldría bufando si la detuviera un agente de tránsito en tal estado.

Aquí cabe una pregunta: ¿Hombre y Mujer son iguales de sensibles a las vibraciones del alcohol?. Estudios estadísticos nos aportan el resultado negativo. Veamos las razones:

La mayoría de las mujeres tienen dos turnos de trabajo, en la oficina y en casa, por lo tanto doble riesgo de adicciones y de estrés. El hombre es diferente, él tiene más libertad de socializar sin temores, sin remordimientos, sin estar mirando el reloj, sin tener que navegar con el famoso concepto de "las culpas" y puede regresar a casa a la hora que se le dé la gana... ¡La mujer jamás! eso es en cuanto al aspecto social.

Pero en el aspecto de salud, también la mujer las lleva de perder, pues su cuerpo está más expenso o propenso que el del hombre, a formar cuadros muy evidentes y severos de celulitis y grasas, causantes de las retensiones de líquidos, y otras protuberancias, y enfermedades del hígado y del riñón. También tienen mucho que ver las cuestiones culturales, el qué dirán, el qué pasará, la educación, los principios, etc... son factores que la mujer debe cuidar, por eso a veces la mujer prefiere beber a escondidas, consumiendo incluso cantidades cada vez más grandes que le causan otras adiccciones y enfermedades.

En fin... nada más desagradable que convivir y tener que soportar a una persona alcohólica, sobre todo si se trata de una mujer que no reconoce su alocholismo ni quiere atender su enfermedad, pero que está allí y es parte de nuestra familia y de nuestra vida, y que como ser humano merece toda la comprensión del mundo, porque en realidad de verdad, nadie mejor que su propia familia para ayudarle a levantarse en el momento en que más nos necesite. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 16 de mayo de 2011

Cuando la vida te cambia de planes



Cuando la vida te cambia de planes.

Grabad esto en vuestro corazón; cada día comienza en nosotros un año nuevo, una nueva vida. (Emmerson)

Aprende cómo Dios hace su mejor obra en nuestras situaciones más desesperadas.
(Peter Wilson)

Existen noticias que marcan nuestras vidas. Hay momentos que son punto de quiebre y hacen que giremos a otra dirección. Estoy seguro que lo has experimentado.

Probablemente esos instantes al principio te sacaron de balance, interrumpieron tus planes, reescribieron tu guión. Tal vez tuviste que mudarte de residencia, cambiar de empleo o hasta de pareja. Sea lo que sea, cuando sucede un evento así, definitivamente algo se mueve en nuestra vida.

Recuerdo una historia que me platicó Arturo, un asistente a uno de nuestros seminarios:

Para él todo marchaba aparentemente bien. Trabajaba en una compañía de seguros con un sueldo más o menos considerable, sus hijos estudiaban en importantes universidades, trataba de ser un buen padre y mantenía una relación amorosa y cordial con su esposa a quien amaba profundamente. De pronto, en un chequeo de rutina, a ella le detectan cáncer y todo se vino abajo.

La enfermedad fue un proceso doloroso pero el final fue más difícil. Rocío, su esposa, falleció seis meses después del diagnóstico médico. Aunque Dios le concedió la gracia de pasar tiempo importante con ella y su familia, él no se perdonaba el no haber podido hacer nada para salvarla. Se peleaba con todo y contra todos. De pronto el culpable era el doctor, luego Dios, después el destino.

Y cuando entró a ese círculo vicioso se empezó a enganchar tanto con ese cambio, que todo empezó a bloquearse y a salir mal. Lo despidieron de la compañía, sus hijos se fueron alejando de él hablándole cada vez menos y en una noche de soledad se puso a llorar amargamente, harto y desesperado por no encontrar la salida a este momento de su vida. No sólo se sentía solo, sino traicionado por el mundo. Perdió el mando, le quitaron el control y no dejaba de preguntarse ¿Por qué a mí?

Peter Wilson, un afamado pastor cristiano de Nashville, Tennessee lo llama “EL PLAN B”. Estoy seguro que Arturo no quería que su esposa falleciera. Ni siquiera lo imaginó al momento en que se casó con ella. Él tenía otros planes; para él, faltaban las vacaciones en familia, ver a sus hijos terminar sus estudios, casarse, cuidar junto con Rocío a sus nietos y envejecer tomados de la mano. Pero EL PLAN B surgió en medio del dolor y le hizo aceptar y amar una nueva realidad.

Nadie planea su fracaso, su tristeza, la muerte de la gente que ama, una injusticia, una enfermedad, una ruptura. Pero sin embargo, sucede. Entre ese dolor existen muchas enseñanzas entretejidas que van de la mano con nuestro crecimiento personal.
No dejaremos de sufrir que nos cambien los planes, hasta que aceptemos, entendamos y honremos que el Universo se mueve de forma misteriosa. Que todo tiene su momento y tiempo perfecto. Que todo es para nuestro beneficio y evolución. Que todo lo que nos sucede tiene un para qué de fondo.

Aún y cuando pongamos toda nuestra intención para generar la vida que deseamos, el hecho de estar viviendo algo que no soñamos, ese PLAN B, también nos puede dar tranquilidad y paz al descubrir qué es lo que hay detrás.

Cuando mi papá estaba en el hospital con un derrame cerebral, sólo pensaba en el porqué estaba sucediendo. Años más tarde lo descubro y lo sigo descubriendo, una y otra vez. Cuando evolucionas, hay más luz, se abren más puertas, te liberas de mucha carga cuando te avientas al vacío y pones tu vida en manos de “Alguien más arriba”.

Cada camino es diferente. Algunos más largos, otros más cortos. No podemos vivir el de otros. Algunos están rodeados de frondosos árboles, en otros no se alcanza a ver nada. Todos los caminos enseñan, de cada pisada se aprende, a pesar de que de pronto nos hagan girar de dirección.

Arturo salió en poco tiempo de ese sufrimiento cuando se reconcilio con su espíritu y el de su esposa. Cuando supo que era mucho más importante lo que le tocaba a él en la tierra, que estarse lamentando por lo que ya no es o ya no está. Entró en un proceso fuerte, pero no sólo pudo superar esa pérdida, sino que incluso logró agradecer el tiempo que Dios le permitió compartir con ella en la tierra.

Estoy terminando una etapa importante en mi vida. Estoy fluyendo con esos “cambios de planes” y puedo asegurarte que a pesar de que no sé exactamente lo que hay detrás de la pared, sé que vienen cosas realmente maravillosas. Hace muchos años me frustraba por ese “no sé qué va a pasar”. Hoy me asombro y lo disfruto. El “gran” secreto está en amar que de pronto la vida nos diga: “¡ALTO! Por aquí no es, vente por acá, que te tengo preparado algo mucho mejor”.

¿Sabes algo? Siempre es mucho mejor (aunque al principio no lo queramos entender). Si te cambian los planes, agradece y descubre el mensaje que hay detrás. No te pelees con la vida, ni con Dios ni con los hombres. No todo lo que no sucede se puede razonar. Hay momentos para sentirlos, para gozarlos y para hacer que valgan la pena. Incluso en el dolor, en la incertidumbre o en la dificultad puedes observar la luz.

Detente un poco y afirma con plena confianza y seguridad que el presente es lo más importante que tienes y que lo que venga sea lo mejor, lo que necesitas y lo que más te va a ayudar para seguir conectándote con tu felicidad y así cumplir tu propósito en este planeta.

Autor: Dr. David Montalvo
http://www.davidmontalvo.com.mx

viernes, 13 de mayo de 2011

Técnicas y Métodos para olvidar




Técnicas y Métodos para olvidar.



Dicen que la debilidad se supera dejándola atrás, y que las necias fantasías duran hasta que te decides a abrir los ojos a la realidad. Pero desgraciadamente, la mayoría de las mujeres que han sufrido demasiado por amar a quien no ha sabido valorarlas, respetarlas ni merecerlas, se niegan a renunciar a la esperanza, no están dispuestas a soltar las riendas de sus sufrimientos aunque éstos sigan doliendo más allá de la piel. ¿Por qué sucede esto? ¿Será porque les gusta sufrir y disfrutan su sufrimiento? ¿Será porque les agrada sentirse víctimas principales o mártires de primera clase? ¿Será que piensan que entre más lágrimas derramen en esta vida, más pronto se ganarán el pase o boleto para llegar más rápido al cielo?

No hay una fórmula mágica para olvidar a un hombre que mucho se amó y que desafortunadamente no supo corresponder sinceramente a nuestro amor o que nos engañó por conveniencia, fingiéndonos un amor que estuvo muy lejos de sentir y eso se llama “Hacer fraude sentimental, o estafa de amor”. Fue muy fácil para él, saquear nuestro corazón y llevarse todo lo que pudo obtener gratuitamente, para después huir como lo hacen los ladrones cobardes y traidores que llegan sin pedir permiso y se van sin decir ni adiós.

La mujer comúnmente tiende a enamorarse perdidamente, el hombre a medias en un principio, regularmente después y luego desaparece (muy pocos son los que se enamoraran realmente con todo el corazón), eso es lo más incomprensible. Nuestra razón femenina no entiende esas cosas, pero sí intuye que algo anda mal en esa clase de hombres tan dobles, tan volubles y tan inestables emocionalmente, que primero juran amor, le bajan el cielo y las estrellas a la mujer, y cuando consiguen lo que quieren, se les olvidan muy fácilmente las promesas, que quizá terminan repitiéndoselas, seguramente a la mujer del siguiente turno en su vida.

Y aquí cabe hacer una pregunta: ¿Quién de los dos sufre más la ruptura sentimental?… Obviamente la respuesta es clara, precisa y concisa: ¡Sufre más el que siente más!, y generalmente es la mujer quien siente más la partida de ese hombre que no sólo amó hasta la locura, sino que adoró con toda su alma y seguirá adorando por mucho tiempo hasta el grado de la obsesión enfermiza, o hasta que se decida a aceptar su realidad del presente.

La mujer se sumerge en su mundo de recuerdos agradables y desagradables, se entrega al pasado, lo revive, lo trae al presente tarde, mañana y noche, lo sofríe y lo cocina con chile, tomate y cebolla en el desayuno, comida y cena, no quiere soltarlo, no quiere dejarlo ir, sigue alimentando sus recuerdos con una necedad casi masoquista: Le duelen pero le gustan, y no quiere soltarlos, se resiste a olvidar a pesar de sus resentimientos, tristezas y frustraciones cantando siempre la misma canción: “Es que quiero olvidarlo, pero no puedo”, “Es que es imposible olvidarlo”, “Es que lo traigo siempre en mi pensamiento, no puedo sacarlo”.

¿Será que realmente no puedes, o no quieres sacar a ese hombre de tu pensamiento mujer? Obsérvate sinceramente a ti misma y encuentra la diferencia… A ver… aquí va una información importante: Las imágenes mentales se alimentan con los recuerdos ¿lo sabías? Cuanto más pienses en una persona, o en una cosa, más difícil será que la olvides. Esto lleva una buena explicación y una buena dosis de razón en una frase muy conocida que dice: “Revivir, es volver a vivir” y si estás reviviendo diariamente los momentos pasados ¿Tú crees que vas a olvidarlos pronto? ¡Yo te digo que no!

¡Trata al menos de observar cómo te dominan tus pensamientos! fíjate cuántas veces al día estás recordando lo mismo y girando alrededor del mismo círculo vicioso. Te duermes y lo llevas y vuelves a proyectarlo en tus sueños… ¡Es cosa de nunca acabar!, con razón te sientes cansada, agotada y debastada por tu propio desaliento… ¡Pero no lo sueltas! ¿Qué te pasa mujer? ¿Ves la tempestad y no te hincas?

Mira; el muerto al pozo y el vivo al gozo dicen, y encontrarle el gozo a la vida es aceptar (por lo pronto), que ya no tenemos a ese hombre a nuestro lado, que ya se fue, que ya es pasado, y que ese pasado ya está muerto, enterrado y que no tiene regreso posible. Lo que te falta es hacer allí, un alto en el camino para reconstruir la parte más emotiva de tu ser y trascender tu sufrimiento, elevar tu autoestima y caminar con rumbo firme hacia el progreso y re forestación de tu hermoso corazón de mujer. ¿Quién dijo o dónde está escrito que está prohibido?

Cuéntanos tu caso, y adaptaremos para ti; la técnica o método que más te acomode, partiendo desde tus circunstancias muy particulares. ¿De acuerdo?

Con mi respeto y cariño siempre,
Doral.

martes, 10 de mayo de 2011

¡Felicidades a todas las madres del mundo!



¡Felicidades a todas las madres del mundo!


Madrecita querida, mil perdones te pido, si por esa traidora, te dejé en el olvido, -Dice una canción dedicada a la Madre-, hoy en su día. Un sólo día del año en que se homenajea a la bendita mujer que nos dió la vida, cuando todos los días de la vida son para venerar a la madre que nos trajo a este mundo y nos prestó su seno virgen para formar nuestro Ser.

¿Por qué a algunas mujeres se les tiene que llamar traidoras?, si todos, absolutamente todos los seres humanos, sean hombres o mujeres, nacimos de las entrañas sagradas de una bendita mujer. ¡Mucho cuidado, cuando alguien se atreva a flasfemar de la manera mas ruin la presencia inmaculada de la mujer en esta tierra!, que como digna representante de la naturaleza y Dios en la tierra, ella ha nacido con un templo (EL UTERO) en su cuerpo, único lugar seguro para el mortal de este mundo y única como madre, para amar incondicionalmente a todos sus hijos.

Por eso y por muchos motivos más, el hijo que es ingrato con su madre, el hijo que no varlora, que no honra, ni quiere, ni respeta a su madre, jamás podrá ser buen esposo, ni buen padre, ni digno de llamarse: SER HUMANO siquiera... ¡Nunca jamás será digno de haber nacido de su santa madre!

Hoy y siempre ama tu madre con todo tu corazón si aún la tienes contigo, agradece a Dios por este prodigio tan grande y el mejor regalo que en verdad se te pudo dar al nacer. Ella te cobijó en su cuerpo, te dió su sangre, su oxígeno, sus cuidados, sus desvelos para que tú pudieras vivir, arriesgando incluso la suya, ¿Porqué no comprendes que todo lo que tú eres se lo debes a ella?, y si ya no la tienes, recuérdala con adoración, honra su nombre porque tú eres su continuación en esta vida.

Agradece a la vida, agradece a Dios porque aún existen mujeres que sacrifican todo por dar a luz, que son amazonas encarnadas en el nombre del amor, ángeles sin alas que darían todo por ti sin pedirte nada a cambio, una madre lo es todo: Amor, ternura, devoción, confianza, y todos los derivados de lo que significa dulzura, comprensión y creación.



Por eso y por mucho más, queremos hoy felicitar a todas las madres del mundo donde quiera que se encuentren; aquellas que nos leen y las que no nos leen también, las que están en casita, o trabajando, las que están en familia y las que están lejos de su hogar, las que están rodeadas de sus seres queridos y aquellas que se encuentran en soledad, las que sufren, las que lloran, las que ríen, las que ayudan, las que en silencio gozan su caudal de amor que poseen para dar sin condiciones, las que saben que han nacido por y para amar sin pedir nada a cambio, las que son y sienten el mismo amor que dan, porque son amor y porque son bendición al haber nacido.. ¡En un cuerpo de mujer!

¡Muchas, muchísimas felicidades mamás del planeta tierra, y también a las madres del universo entero!

Doral.

lunes, 9 de mayo de 2011

¡Los divorcios están de moda!

Los divorcios están de moda.


La primera pregunta obligada: ¿Porqué te quieres divorciar?, o ¿Porqué motivos fue tu divorcio?... y uf… surgen infinidad de respuestas que surgen como por arte de magia de la garganta del interlocutor: “Ya no quiero seguir así, no tiene sentido, mi mujer no me entiende, no me comprende, no me atiende y a parte se ha dejado engordar, siempre está cansada, le duele la cabeza, y encima mi casa parece un hotel, allí se llevan metidos mis cuñados, mi suegra, las amigas de mi suegra y encima las amigas de mi mujer, no tengo privacidad, y cada vez alcanzan menos los dineros que llevo a la casa. Mis hijos no saben economizar, yo ya estoy cansado, quiero divorciarme”

¿Quién tiene la culpa?... “La Pecas”.

Ah, pero esos no son los únicos delitos de “La Pecas”, que es una mujer muy alegre y comunicativa, pero lo lamentable es que ella no habla… ¡Grita!: “Prudencio, voltéate para el otro lado, estás roncando mucho”, “Prudencio apúrate, que yo también quiero entrar al baño”, “Prudencio si no te apuras, aquí va a suceder un accidente”, “Oye Prudencio, tienes que sacar a pasear al perro”, “Prudencio, antes de irte a trabajar saca la basura”, “Te dije que no se te olvidara comprar el periódico Prudencio”… ¡Madre Santa!... Prudencio por aquí, Prudencio por allá, Prudencio por acullá… y a este pobre hombre ya le acabaron toditito el nombre, ya se acabó el Prudencio y también la prudencia indiscriminada. ¿Qué remedio?, pero…

¿Cuáles son las verdaderas razones por las cuales ha subido el índice de divorcios hoy en día?

Quizá no sea toda la culpa de la pobre “Pecas” por ser como ella es: Una mujer dicharachera, alegre, optimista, amorosa, amiguera, afectiva, expresiva y muy familiar, sino que hay otros factores importantes y dignos de señalar aquí y ahora: A ver pues… conozcamos esos factores:

1.- El aspecto económico,
2.- El aspecto cultural,
3.- El aspecto conductual,
4.- La incompatibilidad de caracteres,
5.- La falta de comunicación.


Si analizamos por separado cada aspecto, encontraríamos que un gran porcentaje de parejas se separan cuando no hay dineros en el hogar, o no alcanzan los presupuestos para cubrir todas las necesidades, ambos (marido y mujer), se desesperan, discuten y terminan arrancando cada quien por su lado, y por ende aquí se observa que la cultura de ambos está de manifiesto: La mujer que se queja que el marido no la mantiene, y el marido que se queja de que su mujer no sabe economizar o no quiere trabajar para ayudarle a contribuir en los gastos del hogar, también aquí se observa que el aspecto conductual se hace muy evidente en la actitud que toman cada uno de los cónyuges.

El hombre se siente herido, lastimado en su hombría, machismo y amor propio, cuando la mujer le embarra su hiel en todita la cara, diciéndole que es un “bueno para nada”, que no es suficientemente hombre para sacarla adelante, y a su vez, ella se siente la víctima principal cuando tiene que afrontar la incapacidad de sus habilidades para regular la situación que se le escapa de sus manos y por supuesto, también todo se le sale fuera de su control.

Cada uno de los dos, defiende su posición, ambos sacan su carácter y también sus uñas. El hombre se impone, la mujer se especializa en ser un guante de terciopelo dentro de una mano de acero. El hombre harto a veces acude a la fuerza de sus puños, la mujer lastimada y herida en su amor propio recurre a las lágrimas y a la fuerza de su corazón, nadie quiere ceder, el problema se incrementa cuando se rompe la comunicación.

Situaciones hay en las que con una simple aclaración se pudieran salvar el matrimonio: ¿Realmente sabes cómo te estás comunicando con tu pareja? Cuando te surge una idea de lo que vas a decir, ¿tienes la delicadeza de codificar su mensaje, de tal manera de que se te comprenda?, fíjate en todos estos componentes que debe llevar tu comunicación, que es una transferencia de un mensaje bajo la forma de señal, desde una fuente de información y por medio de un emisor y un receptor, esta transmisión puede ser afectada por fenómenos parasitarios llamados “Ruidos”: (Shannon y Weaver (1949).

1.- Fuente (Qué canal vas a utilizar para dejarte oír, ¿verbal?, ¿no verbal? ¿cuál?). Aquí debes observar que el ruido puede convertirse en un elemento que podría distorsionar la transferencia de tu mensaje, dando pié a los malos entendidos.

2.- Mensaje (claridad en tu idea que deseas comunicar, usa el orden, la pausa, no te enredes), Aquí el comunicado es la parte medular de tu ejercicio, ¿qué quieres, sientes y deseas realmente expresar a tu ser querido? Exprésalo directamente sin rodeos, pero tomando en cuenta que la otra persona también tiene sentimientos, cuida que tu mensaje no lleve veneno, toma las cosas como son, no mezcles los sentimientos, espera la respuesta, hablando se entiende la gente.

3.- Código (Intencionalidad, tono de voz, forma de abordaje, tipo de léxico, poder de persuasión), Aquí es importante darle sentido al mensaje, significado real: ¿Qué tanto énfasis queremos ponerle al mensaje? ¿Qué tanto deseamos ser entendidos y comprendidos en todo lo que hemos dicho o queremos decir?. De nuestras habilidades depende pues, lograr el éxito en el código que vamos a utilizar para interrelacionarnos.

Hay personas muy expresivas para comunicarse, son fáciles de comprender, y viceversa… Hay personas muy secas, muy inexpresivas, muy difíciles de entender su forma de comunicarse, utilizan un verbo adusto, pasivo, indolente y a parte tienen un rictus abstracto en su rostro y allí tiene uno que afilar todos los sentidos para entender qué carajos nos quieren transmitir… ¡Dios mío! A veces tiene uno que adivinarles, pues ni parando todas las orejas se dejan entender, sin embargo, hay parejas que no necesitan utilizar las palabras, con una sola mirada, un asentamiento de cabeza, un ademán con las manos o un gesto cualquiera, se entienden maravillosamente.

Entonces, la clave consiste en ser claros, francos y abiertos con nuestra pareja, pero sin perder el respeto, expresarle serenamente lo que nos está afectando y buscar juntos la manera de corregirlo, si es que realmente se desea salvar el matrimonio que es de dos. Si analizamos seria y profundamente todos y cada uno de estos elementos, nos daremos cuenta de que no habría necesidad de desbaratar tantos matrimonios hoy en día, sólo hay que tener más cuidado en la forma cómo nos conducimos y cómo nos comunicamos, hay mil formas de decir las cosas.

Aquí juega un papel importante la intrasubjetividad, o sea la forma cómo decodificamos todo lo que recibimos, nuestra percepción, la actitud, el esquema o concepto que formamos de las cosas, y cómo reaccionamos ante ellas, ante los eventos y personas que se comunican con nosotros, pero también es importante el papel que juega en todo esto, la intersubjetividad, que implica precisamente las formas y maneras de cómo respondemos, cómo nos relacionamos y cómo nos comunicamos con los demás… en fin, sea cual sea el motivo, pretexto, excusa o razón de tu intención de divorcio, ahora ya sabes cómo puedes prevenirlo y evitarlo, o cómo pudo haber sido salvado a tiempo. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 6 de mayo de 2011

Perdonar y ser perdonados



Perdonar y ser perdonados


De una u otra forma perdonar y ser perdonado forma parte de nuestras vidas.

Perdonamos a quien nos ha hecho algún daño y nos produjo sufrimiento, y nos sentimos aliviados, en el momento que nos perdona alguien por haberle infligido algún perjuicio.

La ira, el resentimiento, la aflicción, la amargura, el rencor y el desengaño generan estrés e impactan la salud del ser humano. El sentimiento de culpa además.

Cuando las personas recuerdan un episodio de desdicha o agravio aumenta la presión arterial, el pulso y el tono muscular. Entretanto que al perdonar o sentirse perdonado, además de recuperarse los estándares normales de salud, las personas se sienten calmadas y tranquilas.

Distintos autores han encontrado que después del perdón, personas que habían padecido de dolores de espalda, nauseas, insomnio, pérdida de apetito, dolores de cabeza, entre otros síntomas, dejaron de percibirlos.

Perdonar es sanarse, una cura tanto psicológica como físicamente, es desarrollar las paces con uno mismo.

Desde un punto de vista religioso, ser perdonado es vital para vivir en “estado de gracia”. En el Budismo, el perdón representa verter a un lado los pensamientos negativos que dañan nuestro cuerpo. Vivir con odio y sentimientos de venganza nos hace hacer una personalidad distinta a lo que somos, basada en el dolor, la angustia y el desconsuelo. Como alternativa, el Budismo nos invita a vivir con amor, amabilidad, tolerancia, compasión y ponderación.

Los seres humanos no somos perfectos y tenemos dos opciones: O vivimos asentados en los defectos, el rencor y los errores, o crecemos fundamentados en los aciertos, el amor y el perdón. Nuestros padres poseen virtudes y fallos. Si no perdonamos sus errores, no veremos sus bondades y estaremos frustrados. Igual será con nuestros hermanos, parientes, amigos, vecinos, compañeros de trabajo.

De igual manera, debemos perdonarnos a nosotros mismos. Muchas veces no reconocemos nuestras propias faltas puesto que no sabemos perdonarnos. Pero en el fondo, la culpa pasa a formar parte de nuestras vidas, afectando nuestro comportamiento. Nos endurece y podemos lastimar a los demás. En ocasiones, puede sumirnos en tristeza y depresión. Perdonarnos a nosotros mismos es admitirnos como somos. Con los bueno y lo no tan bueno.

Para perdonar y perdonarnos debemos desarrollar un inventario del daño que nos produjeron. Asimismo, revisar lo que hicimos que haya perjudicado a otros.

Acéptese y perdónese, y luego perdone a quien le provocó dolor. Piense que al igual que Usted, además merece una oportunidad. Si lo requiere, busque ayuda profesional.


miércoles, 4 de mayo de 2011

¡La búsqueda del hombre ideal!



¡La búsqueda del hombre ideal!


"Tengo 49 años, no soy una mala mujer, siempre me he preocupado por cultivarme en todo sentido dentro de mis humildes posibilidades, me considero respetuosa, amante de la lectura y las manualidades, soy hogareña, amo mi familia y deseo lo mejor para ellos. Desde mi divorcio me he mantenido ocupada en cosas muy productivas, no salgo con hombres, pero he conocido por internet algunos que me han dejado con el ánimo peor que como estaba antes, sin embargo no pierdo la esperanza de encontrar al hombre ideal que me haga feliz, que me permita amarlo y sentirme amada.

He sido engañada muchas veces, burlada en lo más íntimo, cuando he conocido por internet a algunos señores aparentemente serios, pienso en ese momento que mi hora de ser feliz llegó o que ha ocurrido el milagro tan esperado, que el amor nuevamente tocó a mi puerta, y vuelvo a confiar, -no sé ni por qué- me piden mi msn y se los doy, me piden mi teléfono y se los doy, me empiezan a tutear, a llamarme "mi amor", "cariño" o bebé, o "amorcito" y eso no me gusta mucho y mucho menos intimar de buenas a primeras, soy conservadora y chapada a la antigua, prefiero el cortejo serio y formal, pero tal parece que todos los hombres son iguales, no saben de conquistas decentes, limpias ni sinceras, se creen con derechos de meterse hasta la cocina de mi vida cuando tenemos apenas unas horas de conocernos. ¡Detesto eso!

Sería tan fácil hacerme feliz, me conformaría con tan poco, pero no tengo nada y ha pasado mucho tiempo con esta búsqueda incansable, siento que ya no voy a poder rehacer mi vida. En la vida real no tengo opciones que valgan la pena tampoco, ni mucho de donde escoger, mi trabajo está lleno de jovencitos inexpertos que me ven como a su mamá o su abuela, me respetan, me quieren, pero nunca pensaría en una relación con jovencitos, allá en mi barrio todos los señores están casados, no me interesa tampoco salir con hombres casados, hay quizá uno que otro macho panzón solo, oportunista, borracho, burdo, soez, prosaico o aprovechado que como la ven a una sola, se creen con derechos a todo. ¡Cuánto se equivocan, conmigo se joden!, pido perdón por decirlo así, ahora entiendo porqué los abandonaron. ¿De qué otra forma lo puedo decir?

No puedo creer que no pueda encontrar a mi hombre ideal. ¿Cuántos hombres desearían tener a una mujer como yo y están solos por no saber valorar a una real mujer que sólo busca formar una familia dentro de los preceptos de la moralidad y buen juicio?, no entiendo qué pasa, conozco parejas en verdad muy disparejas -qué ironía- se llevan maravillosamente bién, él se mata trabajando para ella, y ella no cuida mucho el patrimonio familiar o viceversa, ¡pero siguen juntos!, y yo que soy tan organizada, estoy más sola que un perro, me gusta economizar, fabrico sueños, pero no despilfarro dineros en ello, no tengo con quien compartir mis valores.

En verdad no sé qué hacer, ayúdenme por favor, me siento muy triste y estoy a punto de naufragar, no quiero renunciar a mi búsqueda, porque pienso: ¿Qué sería de mí, sin una ilusión? pronto cumpliré 50 años y me siento cada vez más sola en este mundo".

Esta carta llegó a nuestro buzón el día de hoy y la consigno inmediatamente de manera pública como un testimonio de esperanza, de perseverancia, de fe y de amor a las ganas de vivir para amar, de reconstruir lo que un día se destruyó por la inconciencia, quizá de un hombre que como dice nuestra protagonista "no supo valorar las virtudes de una real mujer", hay muchos hombres que no saben valorar lo que tienen a su lado y ni cuenta se dan del daño tan grande que están ocasionando con su ceguera emocional, no sólo a la mujer que tienen a su lado, sino a toda su familia.

¿Qué podemos decirle a nuestra protagonista?, que su búsqueda es producto de una horfandad afectiva muy grande y que no debe sentirse engañada ni burlada cuando algunos "parásitos de la red" ponen de frente sus halagos traicioneros para jugar con los sentimientos de nuestras semejantes o cuando otros "vivales" que se creen muy listos, sólo buscan pasar un buen rato ilusionando a mujeres incautas que por sentirse desesperadamente solas, confían, en sus promesas y palabras tan bonitas, pero huecas, vacías, impregnadas de falsedad, muy propia de "buitres cibernéticos" que como hombres y seres humanos... ¡No valen nada!

Sin embargo, es evidente que el corazón de las mujeres como la dueña de esta carta, es un tanto tenaz, está cargado de una fuerza y un optimismo muy especial, no se deja vencer por su propio desaliento, ni se derrumba tan fácilmente y sería normal que después de tantas decepciones sentimentales, se tuviera la intención de continuar la famosa búsqueda del hombre ideal, el hombre de sus sueños que no aparece por ningún lado ¿verdad?, pero aquí cabe hacerse una pregunta: ¿Qué culpa tiene todo el mundo, por lo que sólo unos cuántos seres del mundo hicieron?, renunciar a la búsqueda de mantener viva la esperanza es un acto de cobardía y francamente yo no encuentro ninguna culpa o ninguna cobardía en el corazón de la protagonista. Entonces si ella desea continuar su búsqueda está en todo su derecho de hacerlo ¿verdad?

Y mi linda corazona, ¡Adelante!, sólo cuida que no lastimen más tu hermoso corazón, tu cartita está al aire amiga querida, ¡Buena suerte!, ya me contarás.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

martes, 3 de mayo de 2011

La Soledad no mata, ¡Fortalece!



La Soledad no mata, ¡Fortalece!


Hay quienes aseguran que la soledad es como una voz sin rumbo, sin eco y sin destino, una voz que clama inconsciente, desde el silencio de su propia conciencia. Un grito desgarrador del alma, buscando una salida para expresar lo que siente, lo que quiere, lo que busca, lo que espera. La ostra voz del corazón que vestido con los ropajes sutiles del alma, esperanzado emite sus latidos tibios, sublimes, dolorosos, abrazado a la más profunda de todas las plegarias: ¡Dios mío, hágase tu voluntad y nunca más la mía!.

Entonces nos damos cuenta que el corazón esperanzado, lo tiene todo en su esperanza, no hay silencio en la soledad, no hay oscuridad, no hay vacío… ¡Hay un gran reencuentro consigo mismo!, un pasaje a la ascensión, y una hermosa forma de aprender a convivir con nosotros(as) mismos(as)…. Una gran oportunidad de ejercer la dorada reflexión de nuestro Ser interior profundo. Quizá duela un poco cuando te asomas a lo vivido, pero no es tu soledad presente lo que duele, sino tu pasado, lo que dejaste de hacer en ese momento del ayer, lo que pudiste haber hecho y no hiciste, pero lo que hoy aún puedes realizar estés donde estés y te sientas como te sientas.

La soledad quizá pueda confundirse con la tristeza, ¿Pero qué es la tristeza?, un estado mental efímero y pasajero, pero nada más. Puedes llegar a sentirte triste y al rato estarás alegre, pero sin embargo podrías continuar en soledad. ¿Entonces qué es la soledad?. La soledad es un estado mental efímero y pasajero, pero nada más… No hay otra razón cuando sientes que todos se han ido, aunque estén frente a ti, te sientes solo(a) aún estando en compañía, ¿De qué se trata pues ese estado mental de soledad que te atrapa y te atormenta?

Se trata de comprender y aceptar que por lo pronto hay un compás de espera (cuestión de actitud), que puedes aprovechar ese momento para disfrutar el fresco rocío de la noche, la luz plateada de las estrellas, la escarcha que deja la bruma de la aurora, el sedante canto de los grillos, o asomarte descalza por tu ventana para respirar todo el prana mañanero, pasearte por tu jardín y observar serenamente cómo las flores abren despacito sus pétalos enamorados para beberse todos los rayos matutinos. Las flores no abren sus brazos de golpe al sol, lo hacen gradualmente. La naturaleza no procede con apresuramientos, tenemos mucho que aprender de ella.

Por lo tanto, no trates de apresurar tus pasos hacia ningún otro lugar si te sientes solo(a) allí donde te encuentras, afronta todo con valor, con energía, con valentía, con fe, y no te lamentes por estar allí, porque te aseguro que es allí donde haces más falta y en ningún otro lugar. Créeme, si hicieras falta en otro lugar, ¡Estarías en otro lugar!, si estás allí, es porque allí se te está pidiendo algo, observa, piensa, siente, respira tu ambiente y da gracias a Dios por lo que tienes allí y por lo que no tienes también.

No tomes decisiones si te sientes agobiado(a) por tu soledad, no trates de huir de ella, porque ella seguirá tus huellas a donde quiera que tú vayas te lo aseguro y tarde o temprano, volverá a convertirse en tu sombra… Aprende a manejar tus circunstancias de vida… ¡Conquista todo lo que te rodea, sólo tienes que verlo, observarlo y disfrutarlo!, porque mira, también te falta entender finalmente, que después de todo y a la postre, sólo se vive uno(a) a sí mismo(a). ¿Quieres mejor privilegio?

Con mis respetos y cariño siempre.
Doral.

domingo, 1 de mayo de 2011

¡Vive, y deja que otros vivan!





¡Vive, y deja que otros vivan!


Vive contigo y no te niegues a nadie que desee compartirte, y que viendo a tu gente vivir, encuentres algo más por lo que tu vida tenga sentido y te ayude a alcanzar tu destino. Especialmente en aquéllas que se les ve algo más que a la humanidad. Aquéllas que a veces, la gente confunde con ángeles.

Hablo de aquellas personas que existen en nuestras vidas; que engrandecen nuestro espacio con pequeñas alegrías...

En aquéllas que miran a los ojos porque son verdaderas, que hacen elogios, que agradecen y piden disculpas con la misma simplicidad que un niño.

Personas que no necesitan hacer trampas para conseguir lo que buscan, porque sus deseos se muestran en sus acciones y reacciones, no en sus caprichos.

Personas que hacen el bien y te protegen del mal, con una sonrisa, una palabra, un beso, un abrazo y una oración.

Personas que van por la vida sin miedo a la oscuridad, que caminan firmes y levantan la cabeza en momentos de completa desesperanza.

Personas que se equivocan más veces de las que aciertan, que aprenden más de lo que enseñan y viven más de lo que sueñan.

Personas que cuidan de su cuerpo, porque les acompañará hasta el final.

Que no distinguen entre ricos o pobres, gordos o flacos, negros o blancos.

Personas... Simplemente personas, que no siempre están seguras de todo, pero que siempre cumplen. Transparentes, amigas, espontáneas, a veces ingenuas.

Prefiero creer en relaciones basadas en la confianza, la serenidad, la humildad y la sinceridad.

Prefiero creer en aquellos encuentros que nos transmiten paz y tranquilidad.

Prefiero creer en hombres y mujeres que reverencian la vida, con la misma intensidad que un gran amor. Que pasan por la Tierra y dejan su huella, y su recuerdo.

Hombres y mujeres que contribuyen al perfecto orden del universo y agradecen su existencia a Dios.

Hombres y mujeres de alma limpia y de corazón puro:
¡COMO LO ERES TÚ!


Desconozco el autor.

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