¿Eres una mujer que se come las uñas?
Qué increíble parece la idea de que las mujeres (y también algunos señores), sean capaces de comerse todo lo que se les pone enfrente... si se trata de comida, ¡Se lo comen todo! sin importar que sean dulces, chocolates, chicles, galletitas, panecitos, la comida formal normal las tres veces al día y con postrecito, pero oigan ustedes... ¿Comerse las uñas?, es un hábito de muy mal gusto y encima producto de algunas circunstancias que aquí y ahora sería muy importante conocer. Veamos:
Son muchos los factores que pueden influir en que la gente se coma las uñas, pero entre los elementos que más predominan, se cree que es por la alteración del sistema nervioso central, (SNC) el estrés, la ansiedad, trastornos de tipo afectivo, como la distimia maníaca, (euforia, regocijos, hiperactividad, aceleramientos, desinhibición, etc), la distimia depresiva, (tristeza, melancolía, añoranza, desesperanza, abatimientos, angustia, falta de interés, sensaciones de pobreza espiritual, desamparo emocional, vacío interior, etc.
Ambas distimias y los trastornos afectivos, se pueden presentar de manera simultánea en las personas con este tipo de patologías, entonces el sujeto que es maníaco depresivo no sólo suele comerse las uñas, sino que algunos enfermos hasta se comen la piel, dejándose los dedos descarnados.
Pero en fin... dejemos a un lado los casos clínicos y hablemos de los casos de enamoramiento ¿Les parece?, miren pondremos un ejemplo muy clásico:
Las chicas en edad de la pubertad, son muy enamoradizas, se ilusionan muy fácilmente y tambien se desilusionan con suma facilidad. La mayoría de las veces terminan comiéndose las 10 uñas de las manos y si pudieran, créanme que terminarían comiéndose hasta las uñas de los pies.
¿Por qué sucede ésto?
Pues esto sucede por una simple y sencilla razón; la adrenalina corre por las venas al mil por hora debido a las sensaciones producidas por los primeros escarceos en la edad de la mocedad. Los primeros retos amorosos son muy difíciles para los chicos y chicas, pues la mayoría se enfrentan a la dura prueba de tener que vencer la timidez, el pudor, y otros a la estresante espera de saber qué se siente dar o recibir el primer beso de amor.
Las chicas especialmente se ruborizan al grado del semáforo, de pronto se ponen rojas, y enseguida cambian de color, se ponen pálidas, les tiemblan las piernas y hasta dolor de estómago les agarra de nervios, se sienten desmayar cuando ven que se acerca el chico de sus sueños, y puf... ¡Terminan comiéndose las uñas! ¿Qué remedio? si eso no es novedad, sino una andancia... igual:
Cuando se trata de las mujeres que no dejan pasar por alto las emociones fuertes, las dulces promesas del ser amado junto al oído, las películas de misterio, de acción, de terror, o las señoras que no se pierden sus telenovelas, ¡Todas se comen las uñas!... caray; seguro porque no tienen algo más cercano que comerse, que sus pobres uñitas. ¿verdad?
Entonces, sintamos alto este mensaje y pensemos claro: ¿Soy una mujer que me como las uñas?. Si lo soy, tengo un compromiso conmigo misma: "Cambiar ese hábito sucio y feo". Aparte de que se ve mal y es de muy mal gusto, encima nos comemos millones de colonias de bacterias de toda especie que van directo al estómago, ¿Y luego nos quejamos que algo nos cayó mal? ¡Seguro fue la mugre de las uñas que nos comimos! y que dicho sea de paso, esa mugre tambien es la culpable de las manchas en la piel, el paño, el acné, los barritos, las espinillas y protuberancias mil que hacen erupción por todos los poros de nuestra piel, ¿quieres más y mejor explicación de todo lo que te pasa?, síguete comiendo las uñas y luego me contarás, ¿de acuerdo?
Moraleja:
Todo es rico en su sazón, pero cuidado de no dejar tus uñas en cada tazón.
Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.