martes, 30 de agosto de 2011

¿Qué es realmente el duelo?



¿Qué es realmente el duelo?


Yo no sé (a ciencia cierta), lo que significa etimológicamente la palabra: “Duelo”, pero lo que sí me queda claro es que de alguna manera indica: Dolor, claustro, tristeza, luto y sufrimiento, por que es un sentimiento del alma, que duele, y duele “despacio”, a su vez, ese sentimiento de dolor profundo, se debe a algún tipo de pérdida que por supuesto es inesperada para el ser humano que muchas veces no está preparado ni capacitado para manejarla. ¡Cuando se sufre, todo es lento!, pero hay duelos o dolores más profundos y prolongados que otros, y aquí el factor tiempo, es el mejor aliado para quien atraviesa el dolor de una pérdida irreparable.

Algunos entendidos en la materia, como la Dra. Margaret Mead, antropóloga cultural estadounidense (1901-1978), aseguraba que el duelo es una respuesta afectiva o sentimental a la pérdida de lo que más se ama, puede ser un objeto muy querido, una persona muy amada, o una situación cualquiera donde la circunstancia de algún impacto inesperado, ha causado una herida psicológica profunda, un rompimiento interior que a veces no se puede explicar con palabras humanas, sea que le han lastimado amargamente el amor propio, o le han afectado brutalmente su status social, laboral, académico, familiar, etc., o simplemente un fuerte desplazamiento de emociones encontradas (disonancia cognitiva), con la cual tiene que lidiar la persona doliente, aún bajo los efectos depresivos consecuentes de su gran dolor inenarrable.

Por otra parte, tenemos la opinión muy personalizada del Dr. Ramón de la Fuente Muñiz, Psiquiatra Mexicano (1921-2006), Fundador del Instituto Nacional de Psiquiatría, y unos de los pilares de la medicina en México, profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien en su libro Psicología Médica, cita los trabajos del Dr. Sigmund Freud (Padre del Psicoanálisis), para referirse al duelo como proceso psicológico, a las rupturas de las ligas de los apegos y al proceso de adaptación, reforzamiento o recuperación, veamos:

“¿Qué ocurre cuando la muerte nos separa de una persona querida? Si la muerte es súbita e imprevista, la reacción inicial es de incredulidad. Nos resistimos a aceptar el hecho irreversible. Algunas personas sufren un estado de Schock. Cuando la muerte de un ser querido no es súbita y ha sido imaginada muchas veces, el evento es menos traumático. La reacción humana inicial ante la pérdida inesperada es su negación. El proceso que se inicia con la negación del hecho, culmina con su aceptación y el restablecimiento del equilibrio. La fase siguiente es un estado de excitación, alarma, inquietud e hiperactividad, acompañado de alteraciones fisiológicas, tales como insomnio, pérdida de apetito, palpitaciones, depresión, apatía, lágrimas silenciosas, etc. La aflicción generalmente no es continua, sino que “viene por oleadas”, en el proceso de adaptación o búsqueda del objeto o sujeto perdido, o como comúnmente se cree, que las gentes tratan de buscar otras cargas afectivas sustitutas para “Llenar ese vacío que ha quedado en el corazón”.

¿Pero qué pasa cuando las personas atraviesan otro tipo de duelos profundos, como por ejemplo: Enfrentar regaños injustificados o humillaciones tremendas de manera inesperada e inmerecida, tener que agachar la cabeza ante las faltas de respeto, o exigencias desproporcionadas e injustas, alteración de normas de moralidad y sano juicio, patanerías de gente inconsciente, indolente, inmadura e irresponsable, prepotente y abusadora de su poder, como si toda la vida les fuera a durar ese “poder”. ¡También es un dolor muy grande tener que aguantar (por necesidad o por hambre), ese tipo de agresiones morales y psicológicas, contra la individualidad y el civismo humano.

Esto sucede muy a menudo en las grandes empresas laborales o instituciones públicas de algunos países del mundo (¿Para qué decir nombres?), donde muchas jovencitas tienen que soportar toda clase de morbosidades de sus superiores, o también las personas de la tercera edad que son arbitrariamente explotadas con trabajos forzados, cargas de trabajo exagerado con horarios extras y sin recibir ningún tipo de incentivo, salario o remuneración a cambio. Pero los pobres “viejos”, aguantan vara (como se dice coloquialmente), gracias a su capacidad, experiencia y constancia y se les van sus últimas fuerzas en la espera de ver llegar una entradita monetaria extra para llevarla a su hogar, misma que llega a medias (como si fuera una limosna), o lo que es peor, no llega nunca. Esa es otra forma de ir muriendo en trocitos de vida dolorosos cada día, con un sufrimiento callado que se convierte en duelo impotente y permanente ante las injusticias humanas del flamante pero increíblemente dañado siglo XXI del planeta tierra. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 26 de agosto de 2011

Durmiendo con mamá y papá.

Durmiendo con mamá y papá.


Esto ocurre en muchos de los hogares y afecta tanto a la privacidad de la pareja, como la autonomía de los pequeños. Se ha convertido en un problema cada vez más frecuente entre los padres de las nuevas generaciones, los niños pequeños se pasan (o los pasan) a dormir en la cama marital. El permitir que el o los niños amanezcan entre papá y mamá termina por afectar la relación de la pareja.

Es posible que ésta situación se haya incrementado por el temor que sienten los menores por la inseguridad y violencia imperante y esto los lleva a buscar la compañía y la sensación de seguridad al lado de sus padres en la noche.

Igualmente, puede ser el resultado de los sentimientos de culpa que invaden a muchos padres por su continua ausencia del hogar, y que tratan de compensar complaciendo a sus hijos en todo, incluyendo el dormir con ellos, con tal de verlos tranquilos y que los dejen descansar. En muchas oportunidades, la noche es el único momento en que se ven después de un día agotador, aprovechan la cama para compartir y se quedan rendidos todos en una misma cama viendo el televisor.

La compañía casi diaria del menor en la misma cama es más que una simple molestia para papá y mamá. Termina por deteriorar la relación de pareja. No solamente tienen que dormir incómodos, aguantar patadas, manotazos y a veces orinadas, sino que pierden una de las escasas oportunidades para estar a solas como pareja, gozar de su intimidad, tener actividad sexual, resolver conflictos o conversar temas de adulto. Dormir al lado al lado de papá y mamá también puede tener efectos negativos en la futura vida sexual de los niños, en su seguridad, estima personal, afectividad o en su forma de ser.

A los padres solteros o separados, la presencia de su hijo o hija en la cama puede traer repercusiones aún más serias en las relaciones familiares y en la estabilidad emocional de los menores. Además, el hecho de que el niño o niña ocupe un lugar que eventualmente podrá ser de una nueva pareja, establece de entrada un obstáculo más en la relación de éste con su futuro padrastro o madrastra.

Siempre es preferible que papá o mamá vayan al cuarto del niño para que se duerma mientras le cantamos, o le contamos o leemos un cuento. Sí tienen miedo a dormir solos, acompáñelos al acostarse. Se puede permanecer con ellos hasta que hayan conciliado el sueño. Si el niño está muy asustado, puede permitirle que duerma con la luz prendida, la puerta abierta. La cama debe ser cómoda, el cuarto agradable, la decoración adecuada... y en el próximo intento, ¡Buena suerte!

"Lo mejor es que los niños no duerman con sus padres desde muy pequeños"

Fuente:
http://www.psicologiaparatodos.com/

martes, 23 de agosto de 2011

La carta. (del baúl de los recuerdos)


La carta.
(del baúl de los recuerdos)

Buenas tardes amada mía, o prefieres, SEÑORA MIA, no importa… sólo, quiero saber de ti, si no quieres dirigirte a mí, lo entenderé, pero lo que escribes… eso no me lo quites, por favor, por lo que mas quieras, toma las decisiones que desees, estás en tu todo tu derecho, sólo te pido, cuando recibas mis comunicaciones dime solamente: “Recibido” y sabré que lo leíste, como haré yo con lo tuyo, pero por DIOS, no quiero perderte, ya mucho es el peso que llevo encima y que me acompañará toda mi vida, no tengo la facilidad tuya de utilizar palabras y metáforas, esto es lo que puedo articular en estos momentos, no te diré cómo estoy porque ya lo sabes, sólo déjame oír tu respiración cuando recibas mis llamadas, sólo eso me tendrá vivo, perdón por todo… por todo, por hacer que sufras por alguien que no hizo lo que debió, ni lo que se prometió, perdón, gracias por todo… gracias por tu amor… gracias por existir, ¡te amo!

Respuesta:

A casi un mes de la fecha que trae esta carta, la leo ahora y también la anterior donde tú mismo te contradices y de paso me agredes de la peor forma: Me dices que soy una aprovechada plagiaria de tus letras y que yo me he dedicado a “robar” tus “supuestos poemas de amor”… ¡Por Dios! ¿Robarte yo tus poemas de amor, cuando las mismas letras son universales?, ¡Qué iluso quieres aparecer frente mí!

Reconoces abiertamente que no posees la habilidad para expresarme lo que realmente sientes, aduciendo que yo sólo soy un laboratorio donde experimento con sentimientos ajenos, incluyendo los tuyos, y yo te pregunto: ¿Realmente tiene sentimientos alguien que se expresa como tú lo haces, sin pensar siquiera en el veneno que escupen sus letras o sus palabras?, ¡Qué equivocado estás!, y ni siquiera sabes que lo sabes.

Siempre he tenido el valor de decir lo que siento tal cual soy: A veces triste, a veces alegre, a veces nostálgica, a veces niña, a veces mujer, pero las más… carcajeándome de las locuras que escribo, ¡Pero siempre siendo propia, siendo yo, y jamás copia barata de nadie!. Quizá mi principal error fue saturarte de cosas escritas, soy una loca de las letras y sabes perfectamente que le escribo a todo; es mi vicio, y lo sabes, escribir y maquillar con letras doradas todo lo que tocan mis manos... y hasta a una piedra del camino si me tropiezo con ella la levanto y la llevo a casa para escribir sobre su piel, ¿Cómo puedes pensar tan mal de mi?, ¿Con qué derecho pretendes lastimarme de esa manera?

He necesitado tiempo para asimilar las puñaladas recibidas por la espalda, y aún así, te expliqué con lujo de detalles porqué ya no quiero recibir nada de ti. Fueron muchas cosas juntas, y todo junto enloquece a cualquiera, pero nunca te mentí, nunca te engañé, nunca te plagié, ni a ti ni a nadie en ningún sentido, por el contrario… a ti te consta mi lealtad inquebrantable y sé que recordarás todo lo que te comentaba siempre: Mis desengaños, las traiciones por las cuales atravesé, golpe tras golpe, pedrada tras pedrada y en ti confié, vacié mi corazón como nunca lo hice con nadie porque creí que eras un hombre diferente y me equivoqué, ¡Lo reconozco! Fuiste tú quien más daño me hizo ¿Por qué?, ¡No lo sé! No había necesidad de tanto embuste, ni de tanto “pancho” si desde un principio me hubieras hablado con la verdad, te habría entendido créeme, ¿Pero qué vas a entenderme tú a mí?, puf… necesitarías estar dentro de mí para saber cómo me siento, me dolió mucho tu doblez, tu falsedad, ¿por qué motivos ilusionarme, cuando tu sabías que lo nuestro no podía ser? ¿Por qué? ¿Por qué por Dios Santo?, ¿Qué tan estúpida se me veía la cara?

Muchas cosas se rompieron dentro de mí; me dejaste (otra vez), suspendida entre en el cielo y el infierno, tal como me encontraste, y lamento mucho en verdad el tiempo perdido, sin embargo… ¿sabes? Mi corazón algo intuía muy en el fondo de mí, interiormente algo me indicaba que lo nuestro no podía ser, pero aún así quise seguir, estúpidamente ciega, incrédula, desconfiada, herida, rompiendo otra vez mi propio orgullo, pisoteando mi dignidad incluso, me las jugué a una sola carta, me aferré a ti sin importarme nada porque mi fe era más grande que todo, incluyendo la misma distancia geográfica que nos separa (era tan grande mi desamparo emocional), que me conformé con tus migajas de letras, me conformé dije, con una o dos líneas de tus letras cargadas de falsedad, y de halagos traicioneros, cada vez que se te daba la gana.

Un “amor” demasiado cómodo para ti, un amor cibernético en el que a mí se me fue en trocitos la mitad de mi vida, ¿Eso era lo que tú buscabas para divertirte?, pues gózate porque lo lograste con bastante éxito, controlaste a tu gusto la relación sin que tu esposa y tu hija se enteraran de tu doblez cínica, alevosa y ventajosa, y yo… una pobre ilusa a la que podías engañar y burlar a tus anchas, con tus falsas promesas, cuando yo más queria creer en ti, dándote más importancia de la que realmente tienes, ¡Tú no vales nada!, dejaste que tu musa soñadora, estúpida se formara cada día, tantos castillitos en el aire, dándole vida a mil ilusiones y envejeciéndose en la espera inútil de verte llegar o de tu palabra escrita. ¡El mayor crimen moral contra una mujer enamorada! ¡Asesino de sentimientos!... Niño del mal, ingenuo fraudulento y pretencioso, que después de todo, nunca conoció ni siquiera la piedad.

¿Pero sabes qué?, Dios que es tan grande en su misericordia divina hizo que quedaras atrapado en las redes de tu propio juego, te enamoraste de verdad... TE ENAMORASTE DE MI, y bendito sea el Cielo con todo su Poder y Gloria, porque tarde o temprano todo cae bajo su propio peso, mira tú; yo sigo viva a pesar de todo: "Amor que no mata fortalece" –dicen- Aprendí a vivir sin ti, aprendí a resurgir gloriosa de entre las cenizas como el Ave Fénix de las Sagradas Escrituras, ahora tienes tú que aprender a seguir sin mí... tienes muchos motivos para seguir, y ya no es mi problema que tengas tan poca visión y tan ciega tu razón atormentada.

No soy tan indolente ni tan pasiva como tú me catalogas en esa carta, yo no te deseo ningún mal a pesar de todo, ojalá que sepas algún día valorar lo que aún tienes: Tu señora esposa, tu hija, tus amigos, tu país, tu cultura, tu mundo. Trata de olvidar tantos recuerdos y recupera tu paz como yo he recuperado ya la mía.

No te extrañe pues, que hoy rompa mi silencio y veas que no soy la “hiena de las letras robadas y ladrona de sentimientos ajenos”, como tú me apodaste. Qué tristeza sentí al saber en el concepto tan bajo en el que me tienes cuando me dices que soy una aprovechada y una oportunista, cuando escribo o vivo del dolor ajeno, y que cómo me atrevo a escribir de esas cosas porque yo no conozco ese dolor… ¡Por Dios!... no sabes lo que dices, ¿Qué puede saber un hombre como tú, cómo se siente una mujer como yo cuando se atreve a responder con el corazón abierto, pero con las manos vacías?

No sabes lo que dices, pero tampoco quiero discutirlo porque ya no me interesa lo que pienses o dejes de pensar de mí; trata de vivir y ser feliz con lo que tienes allá a tu alrededor, ubica tu vida, céntrate en algo o en alguien que te ayude a vivir y olvídate de mí, porque puedo ser todo lo que tú quieras, y hasta la tonta que dices que no siente nada, pero te entiendo porque el dolor y la impotencia nos hace decir cosas que jamás imaginamos, yo misma lo he vivido en los momentos más tristes de mi vida, aunque no tengo tan negro el corazón como para decirte que no lo siento… ¡Claro que lo siento! Por ti, por mí, y por todas las mujeres engañadas del mundo, pero cada quien recoge lo que siembra, dices que estás solo, ¿qué podría yo hacer ya por ti?.

Yo al menos tengo gente sincera a mi lado que me ama de verdad, gente que no tiene tal vez títulos ni cartones como tú, ni ha trabajado para instituciones armadas ni marinas de guerra, pero que sabe cortar muy bien la leña del campo sin tener la necesidad de herir más al árbol caído, y sabe apreciar tanto como yo, los primeros rayos del sol, bebiéndose el rocío de cada amanecer, así soy y así me conociste, silvestre o rupestre, sencilla o arcilla, una flor de peral o magnolia del campo, capaz de venerar el aroma de una colina, o sentir piedad por las olas del mar cuando se estrellan contra las rocas y capaz de admirar las cosas más triviales, que quizá para otros, no tienen ningún valor. Soy la que tiene a su lado gente que se conforma con mi mano amiga y me ofrece su hombro para que yo pueda secar mis lágrimas. ¿Puedo pedirle más a la vida, o a Dios?

¿Que no te quite mis escritos al menos?, ¿Para qué quieres que te siga escribiendo? ¿Para que incrementes tu deslealtad, tu burla soez o tu cinismo cruel?... ¿Para eso quieres también que te siga recibiendo tus llamadas telefónicas?... ¿Para llenarte hasta la saciedad de tu pobre obra barata? o ¿Para reclamarme que fui yo la que se aprovechó de tus sentimientos? ¿Que los llevé a mi laboratorio particular y sacarles provecho propio?.... No, gracias hombre cínico, rufián y traidor, ya no quiero más nada contigo ni nada que venga de ti.... Te di todo mi poder que hoy te quito ¡Porque no vales nada... basura!

Tropiezo de enseñanza fue porque aprendí lo que se siente ser una estúpida incondicional, hoy ni en sueños volveré a repetir ese curso de amargo dolor…¡Ese es mi precio! ¿Cuál es el tuyo para que me dejes vivir en paz?

Doral.

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Sabes cómo es tu corazón?

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¿Sabes cómo es tu corazón?

Vemos y oímos cosas relacionadas con el corazón por todas partes. Hace mucho tiempo las personas creían que las emociones venían del corazón, porque éste late más rápido cuando una persona tiene miedo o está muy emocionada. Ahora sabemos que las emociones provienen del cerebro y que el cerebro le dice al corazón qué debe hacer. Entonces, ¿qué hace el corazón? ¿Cómo se mantiene ocupado?¿Qué aspecto tiene? Bueno, el corazón no es como el que aparece en las tarjetas de San Valentín. Es mucho más interesante.
Cómo trabaja ese músculo

En realidad, el corazón es un músculo. Está situado en el centro del pecho, un poco hacia la izquierda y es casi del tamaño de tu puño. Hay muchos músculos en todo el cuerpo -en los brazos, las piernas, la espalda e incluso en el trasero. Pero este músculo es especial por lo que hace -el corazón envía sangre a todo el cuerpo. La sangre le proporciona a tu cuerpo el oxígeno y los nutrientes que necesita. También transporta los desechos de los que debe deshacerse el organismo.

El corazón es una especie de bomba, o dos bombas en una. El lado derecho del corazón recibe sangre del organismo y la bombea a los pulmones. El lado izquierdo del corazón hace exactamente lo opuesto: recibe sangre de los pulmones y la bombea a todo el cuerpo. Cuando seas un adulto, el corazón latirá (bombeará) unas 70 veces por minuto.

Tenemos ritmo:
¿Cómo late el corazón? Antes de cada latido, el corazón se llena de sangre. Luego se contrae para expulsarla. Cuando algo se contrae, se tensa -intenta cerrar la mano formando un puño. Eso es parecido a lo que hace el corazón para poder expulsar la sangre. Tu corazón hace esto todo el día y toda la noche, todo el tiempo. Cada día, un corazón adulto bombea 7.500 litros de sangre reciclada al llenarse y contraerse. ¡El corazón trabaja mucho!

Las partes del corazón:
El corazón está formado por cuatro áreas diferentes y cada una de éstas se conoce como cámara. Hay dos cámaras en cada lado del corazón: una arriba y otra abajo. Las dos cámaras superiores se llaman aurículas. Las aurículas son las cámaras que se llenan de sangre. Las dos cámaras de abajo se llaman ventrículos. Su tarea es expulsar la sangre. A lo largo de la mitad del corazón hay una pared gruesa de músculo llamada tabique. La tarea de este tabique es separar el lado izquierdo del lado derecho del corazón.

Las aurículas y los ventrículos trabajan en equipo -las aurículas se llenan de sangre, que luego expulsan hacia los ventrículos. Mientras los ventrículos bombean la sangre expulsándola del corazón, las aurículas vuelven a llenarse preparándose para la siguiente contracción. ¡Sigue bombeando!

Las válvulas de cierre:
Entonces, cuando la sangre es bombeada, ¿cómo sabe por dónde ir? Bueno, tu sangre no tiene que detenerse y preguntar cuál es el camino -sino que confía en cuatro válvulas especiales que se encuentran dentro del corazón. Una válvula permite que algo entre y lo mantiene ahí al cerrarse -piensa en cuando inflas una pelota de playa. Tú soplas aire dentro de la pelota y la válvula se cierra para evitar que se escape el aire.

Dos de las válvulas del corazón son la válvula mitral y la válvula tricúspide y trabajan entre las aurículas y los ventrículos. Las otras dos se llaman válvula aórtica y válvula pulmonar y se encargan de controlar el flujo a medida que la sangre sale del corazón. Todas estas válvulas trabajan para hacer que la sangre siga fluyendo. Se abren para dejar que la sangre avance y luego se cierran rápidamente para evitar que la sangre fluya de regreso. Es como una especie de puerta que se cierra después de que la sangre sale para que no pueda volver a entrar.

¡Es genial circular!:
Al movimiento de la sangre a través del corazón y por el organismo se le llama circulación y tu corazón lo hace muy bien. Es tan bueno, que sólo tarda 20 segundos en bombear sangre a cada célula de tu cuerpo. Esto es menos tiempo del que te toma cantar el "Arroz con leche". Tu cuerpo necesita este abastecimiento constante de sangre fresca para seguir funcionando correctamente. También necesita que la sangre elimine los desechos que lo enfermarían si se quedaran dando vueltas.

El lado izquierdo de tu corazón envía sangre fresca y limpia a tu cuerpo. Esta sangre contiene un montón de oxígeno y este oxígeno es lo que mantiene felices a tus células. El cuerpo extrae el oxígeno de la sangre y lo usa en las células de tu cuerpo. Las células lo agradecen usando este oxígeno, fabricando dióxido de carbono y otras cosas que necesita eliminar y deshaciéndose del dióxido de carbono y otros desechos botándolos en la sangre para que se los lleve. La sangre ha cumplido con la primera parte de su tarea al llevar el oxígeno a las células y ahora llega el momento de recoger la basura (el dióxido de carbono y demás desechos). Cada vez que la sangre circula desde el corazón al resto del cuerpo, un 20% (una quinta parte) de esta sangre pasa por los riñones donde se filtra parte de los desechos y luego la sangre se dirige de nuevo al corazón

El lado derecho del corazón está listo para el relevo: lleva la sangre sin oxígeno y usada hasta los pulmones para que la refresquen un poco. Durante la respiración, el dióxido de carbono se separa de la sangre al exhalar y el nuevo oxígeno ingresa al inhalar. Ahora esta nueva sangre tiene el oxígeno que necesita para volver al lado izquierdo del corazón y empezar todo de nuevo. Y recuerda, ¡todo sucede en menos de medio minuto!

La sangre se mueve:
El corazón necesita ayudantes para asegurarse de que la sangre se mueve por todos lados, de modo que utiliza vasos sanguíneos. El corazón está unido a estos vasos sanguíneos que son como conductos que transportan la sangre por todo el cuerpo. Los vasos sanguíneos que transportan la sangre fuera del corazón (la sangre fresca llena de oxígeno) se llaman arterias y los que llevan la sangre hacia el corazón (la sangre sin oxígeno y con desechos) se llaman venas. Hay muchas venas y arterias por todo tu cuerpo. ¡Si pusieras todos tus vasos sanguíneos en fila, podrían envolver la tierra dos veces y aún te sobrarían para envolver algo más!

Escucha el lab-dap, ¡Qué genial es mi pulso!
Escucha el lab-dap

Cuando vas a un chequeo, el médico utiliza un estetoscopio para escuchar atentamente a tu corazón. Un corazón sano hace "lab-dap" con cada latido. Este sonido proviene de las válvulas que se cierran para atrapar la sangre dentro del corazón. El primer sonido (el "lab") se produce cuando la sangre llega a la válvula mitral y a la tricúspide entre las aurículas y los ventrículos. El siguiente sonido (el "dap") se produce cuando la sangre llega a la válvula aórtica y a la pulmonar que se cierran cuando el corazón se relaja para llenarse de sangre para el siguiente latido. La próxima vez que vayas al médico, pregúntale si tú también puedes escuchar el "lab-dap".

¡Qué genial es mi pulso!
Aunque el corazón está dentro de ti, hay una forma genial de verlo trabajar desde fuera, ¡sintiendo tu pulso! Puedes encontrarte el pulso al presionar ligeramente en la parte interior de la muñeca, justo debajo de tu pulgar. Es mejor usar el dedo índice o el dedo medio de la otra mano porque tu pulgar tiene un pulso propio. Y eso te confundiría, ¡con tantos pulsos!

Sabrás que te has encontrado el pulso cuando sientas un pequeño latido bajo tu piel. Cada latido está causado por la contracción de tu corazón. Si quieres saber cuál es tu frecuencia cardiaca, usa un reloj con segundero y cuenta cuántos latidos sientes en un minuto. Cuando estés en reposo, probablemente notarás unos 70 latidos por minuto. Cuando corres mucho, tu cuerpo necesita más sangre fresca. Tu corazón bombea más rápido para abastecer la sangre fresca que tu cuerpo necesita. Puede que hasta sientas cómo late tu corazón en el pecho. Intenta correr en el mismo lugar o saltar a la cuerda unos minutos y vuelve a tomarte el pulso -¿cuántos latidos cuentas ahora en un minuto?

Mantén feliz a tu corazón:
La mayoría de los niños nace con un corazón sano y es importante que mantengas el tuyo en buena forma. Aquí tienes ejemplos de lo que puedes hacer para ayudar a mantenerlo feliz:
• Recuerda que tu corazón es un músculo. Del mismo modo que necesitas ejercitar los músculos de las piernas y los brazos, también necesitas ejercitar el corazón. El ejercicio regular es una excelente manera de mantener a tu corazón en forma. Hacer al menos de 15 a 20 minutos de ejercicio diario le darán a tu corazón el entrenamiento que necesita para lograr ser lo más fuerte posible.

• El consumo de una variedad de alimentos saludables es excelente para tu corazón. Evitar muchos alimentos grasos mantendrá también feliz a tu corazón.

• ¡Aléjate del tabaco! Fumar es malo para todas las partes de tu cuerpo y especialmente para el corazón. Tu corazón y tus vasos sanguíneos detestan los cigarrillos porque fumar hace que les cueste más realizar sus tareas.

Así pues, tu corazón no es lo que te hace sentir feliz o triste y no tiene escrito "sé mío" -pero aun así sigue siendo una parte asombrosa de tu cuerpo. Sin él, sería imposible que tu sangre se moviera por tu organismo. Sin él, no habría lab-dap. Sin él, ¡no podrías vivir! Antes de que nacieras ya bombeaba sangre y seguirá bombeándola durante toda tu vida. Así pues, ¡cuida bien de tu corazón y él cuidará bien de ti!

Fuente Medline EEUU
Edi: Dr pedro Barreda
www.pediatraldia.cl

martes, 9 de agosto de 2011

La importancia de saber respirar.


La importancia de saber respirar.

En reciente estudio realizado en días pasados, con pacientes mexicanos sinaloenses, adultos, hospitalizados por diversas causas, encontramos que el 90% padece de diabetes mellitus. Ellos aseguran que es la causa principal que los llevó a ser encamados por que la glucosa se les disparó extremadamente y tuvieron descompensaciones considerables, o porque se les olvidó inyectarse insulina y sufrieron desmayos, o porque simplemente de pronto se sintieron mal y el médico les indicó reposo general debido a problemas evidentes con su cardias, pero el caso es que la única culpable en todos los casos resultó ser la diabetes.

¿Pero porqué culpar a esta señora, si hay tantas maneras prácticas y sencillas de ser controlada?

La diabetes es una enfermedad de riesgo que debe ser atendida de manera responsable sí; pero no es una enfermedad que necesariamente en la actualidad, se tenga que considerar como una enfermedad mortal, ¡Para nada!, motivo por el cual nos propusimos investigar más a fondo esta cuestión e intensivamente nos dimos a la tarea de platicar con cada uno de estos pacientes de manera muy personificada y confidencial, llegando a la siguiente conclusión.

A doña "María", mujer diabética de 72 años, la llevó su esposo al hospital porque según ella, es muy nerviosa y las discusiones familiares la alteran y empieza a bomitar todo lo que ingiere, incluyendo el agua y todo tipo de alimentos.

A don Ramón, hombre diabético de 81 años, se le diagnosticó artritis reumatoide, micosis intestinal, mareos, intolerancia alimentaria y frecuentes diarreas. Padece de apnea, sordera parcial y vista borrosa.

A la señora Irma Soto, mujer diabética de 56 años, se le hospitalizó por fractura de peroné de la pierna derecha, ocurrida en su casa mediante desmayo sin aparente causa alguna, excepto que ella intuye: "Fué el azúcar que se me subió de golpe y no supe de mí". La paciente es introvertida, no le gusta mucho hablar de sus cosas pero había que buscar la manera de encontrar allí, algo más que un simple desmayo que le costó fracturarse de manera tan inesperada.

En el ejemplo de estos tres casos, se encuentra que los pacientes desconocen la importancia que tiene una buena alimentación balanceada, hacer deporte diario o caminar mínimo media hora diaria, reposo adecuado, tomar ininterrumplidamente sus medicamentos para la diabetes, etc., pero sobre todo, cuando se les preguntó si sabían respirar, respondieron que sí, pero demostraron todo lo contrario. Y sucede que aprender a respirar, en verdad es una obra de arte, veamos:

Normalmente se nos olvida respirar, ¿verdad? estamos platicando, comiendo, duchándonos, caminando, trabajando y respiramos de manera mecánica, pero sin que nos damos cuenta que estamos respirando, se nos olvida que saber dirigir nuestra respiración, es el acto orgánico más importante y delicado para nosotros, estemos sanos y enfermos con más razón.

Normalmente respiramos con el tórax ¿cierto?, o sea levantando el pecho y metiendo el vientre. El pecho se abulta un poco cuando inhalamos el aire por la naríz o por la boca o por las orejas, o por donde sea, ¿lo has observado?, el tórax se mueve hacia delante y hacia atrás cuando respiramos y lo consideramos una cosa tan normal que ya ni nos llama la atención, vivimos porque Dios es muy grande, pero a nosotros ni nos importa darnos cuenta cómo respiramos y cómo es que vivimos... Pues déjame decirte que esa no es la forma correcta de respirar.

OJO... ¡Voltea y lee cuidadosamente aquí y ahora! que vas a aprender a respirar diafragmáticamente.

La respiración diafragmática (como su nombre lo dice), se lleva a cabo mediante el diafragma o vientre de la persona. Al inhalar el aire, deberá abultarse el vientre lo más que se pueda, o como se dice coloquialmente, "sacar la panza" pero sin violentar el organismo, la inhalación debe ser por la nariz. Inhalar por la nariz y exhalar por la boca. Repetir este ejercicio de 3 a 5 minutos para empezar, hasta que se aprenda a respirar con el diafragma. Incluso se puede inhalar lo más profundo que se pueda y tratar de retener el aire unos segundos contando por ejemplo hasta cinco, y después exhalar, y así sucesivamente

Repito: Inhalar por la nariz, para meter el más aire posible hasta el vientre, sacando la panza hacia adelante, con el fin de que el área pulmonar se expanda y reciba más aire, se retiene un momentito y luego se exhala rítmicamente y volvemos a repetir. Inhalar y exhalar, sacando la barriga y no el tórax ¿entendido?

Este tipo de respiración tiene sus bondades muy generosas como por ejemplo, al inhalar más cantidad de aire, los pulmones se ensanchan y envían más cantidad de oxígeno al cerebro, y como es obvio el cerebro se despeja, se reactiva, trabaja con más claridad, con más capacidad, con mejor ritmo y fuerza produce sus torrentes sanguíneos limpios de impuresas y los envía al corazón para que éste a su vez, distribuya sangre limpia y oxigenizada a todo el organismo. Este proceso es muy interesante y vamos a comentarlo en otro artículo próximo para que todas nuestras amigas vean cuál es la función real que tiene nuestro corazón. ¿De acuerdo?

Entonces, ya para concluir, nos hemos dado cuenta de que nuestros pacientes entrevistados, no sabían respirar adecuadamente y que posiblemente si ellos hubieran sabido cómo autorregularse mediante la respiración diafragmática, se hubieran evitado muchos y muy malos ratos, porque aparte de que llenamos de oxígeno nuestro cerebro, aprendemos a relajarnos, a ayudar a concentrarnos y suprimirnos nuestros propios malestares en vez de estarnos retacando de medicamentos tarde, mañana y noche, pastillas para la presión arterial, pastillas para que se me quite el hambre, pastillas para dormir, pastillas para despertar, puf...

Es increíble la manera cómo todavía no sabemos valorar nuestras funciones orgánicas, ni hemos aprendido a hacernos conscientes de que somos máquinas humanas al servicio de un sistema, que debemos aprender a manejar bien todos nuestros complejos mecanismos, tanto físicos como psicológicos y hasta espirituales, para poder funcionar bién y hacerlo con todo el amor que como personas nos merecemos y que por supuesto, tambien merecen los demás.

Con justa razón aquí cabe una máxima que dicen por allí y que es muy cierta: "Eres lo que es tu vida", "Eres lo que piensas", "Eres lo que comes", "Lo que sueñas", lo que haces, lo que no haces, lo que piensas hacer, lo que piensas comer, oops... jajaja bueno... mejor aquí le paramos o ésto se convertirá en una buena ensalada de dimes y diretes que no viene al caso, pero que sí, conviene aprender a aderezar mediante las ricas rebanadas de aire puro y fresco directo al paladar de nuestro bendito cerebro humano. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

domingo, 7 de agosto de 2011

Señor yo creo, pero aumenta mi fe.



Señor: yo creo, pero aumenta mi fe.

¡Padre mío, Señor mío y Dios mío, aumenta por favor mi fe y déjame ser luz en esta oscuridad en la que se encuentra mi alma! Déjame Señor, ser sal de la tierra e instrumento de tu amor. No pretendo Padre mío tirar la toalla en los momentos más difíciles, aunque me veas temblar ¡Sigo siendo humana!, dame fuerzas para seguir, soy tuya, te pertenezco, hágase tu voluntad en mí, aunque no la entienda, ¿Qué importa?... ¡no me corresponde cuestionar!

Sólo te pido Padre amado de todo mi Ser Interior Profundo, que alimentes espiritualmente la fragilidad de mi corazón adolorido, invítame a la oración y cada día de mi vida, a la más profunda de todas las reflexiones. Enriquéceme con tu multiforme manifestación de dones espirituales, que vuestro Padre misericordioso derramó en Tí, haciéndote Dueño y Señor de la Viña.

¡Oh Señor de toda la misericordia divina!, necesito confiarte mi súplica para concretizar esta situación tan dolorosa en la que me encuentro, necesito trascender en tu fe, este trago amargo. Fortalece en mí, la pequeña semilla de mostaza que es mi fe. ¡Yo creo en tí, pero por favor aumenta mi fe!

¡Cuánta necesidad tengo de tí, Oh Señor!, cuánta necesidad tengo de tu Espíritu que es Santo, y que necesito hacer mío por sobre todas las cosas, para poder ver al mundo con ojos de fe. No me dejes odiar a quienes se han enzañado conmigo, permíteme perdonarles y perdónales Tú Padre mío, porque no saben los que hacen. Ellos necesitan tambien de tí con doble razón que mi pobre razón con que te pido: ¡Aumenta mi fe... por favor!

Aumenta mi esperanza, fortifica mi confianza... ¡Señor, aumenta mi fe! para despertar profunda conciencia del camino en el que me has puesto, del llamado que día a día me haces para convertirme en instrumento tuyo y fortalecer mis debilidades para realizar la enorme tarea que me has encomendado. ¡Una sola mirada tuya bastará para sanar mi alma!

Señor; yo creo y confío en tí... ¡Pero aumenta por favor mi fe!

Ago.7.2011

viernes, 5 de agosto de 2011

¿Qué hacer ante un robo?


¿Qué hacer ante un robo?

La situación de violencia en algunos países del mundo están de moda, y nos coloca a todos(as) a estar constantemente en posición de alerta percepción y alerta novedad, invocando primero a una máxima muy conocida por allí que reza: “La burra no era arisqui… ¡la hicieron!”

¿Y cómo no protegerse cuando ya has tenido la amarga experiencia de haber sido asaltada dentro de tu propia casa?, que los ladrones rompieron las cerraduras y chapas de tu puerta o tu reja y se metieron a tu morada por la madrugada, o que ya has tenido la mala fortuna de que ahora le tocó a la cajuela del coche que ha sido violada con todo y alarma, y los amantes de lo ajeno se llevaron todas las bolsas que allí encontraron guardadas, la llanta extra del carro y hasta tus ganas de seguir confiando en los lugares donde guardas tus cosas provisionalmente.

¿Recientemente has sido saqueada de esta última manera?, ¿Cómo te sentiste en el primer momento en que descubriste que tus cosas que guardaste provisionalmente no estaban ya en la cajuela del coche que por unos momentos dejaste estacionado en la calle? ¿De qué te dieron ganas cuando ya no estaban tus bolsas allí? ¿Cuál fue tu reacción en ese momento?, o… ¿Cómo crees que reaccionarías, si te vieras involucrada en esa situación tan desesperada y desagradable? ¿Serías capaz de quedarte serena ante el primer impacto?

Posiblemente en ese momento, no sepas cómo reaccionar inteligentemente, ni habrá tal serenidad sino todo lo contrario. La primera impresión será quizá de impacto, que producirá angustia, confusión, desesperación, impotencia e histerismo. Lo primero que quieres hacer es gritar: ¡ME ROBARON!, ¿Pero a quién le vas a gritar? ¿Para qué vas a gritar? ¿Le importa acaso a la demás gente lo que a ti te pasa? ¿Te van a ayudar a recuperar todo lo perdido? ¿se pondrán a buscar a los ladrones?.... ¡Te aseguro que no!

Quizá incluso las personas más cercanas de dónde tú estacionaste el coche, ni cuenta se dieron, y si se dieron cuenta ¿qué?, cualquiera puede acercarse a un coche y abrirlo como si fuera el dueño ¿y quien se molestará en preguntar si lo es o no?, así que… no pierdas tu tiempo y atiende a estos pasos:

1.- Respira profundo y céntrate en lo que ahora tienes que hacer. ¡Recuerda estás viviendo una emergencia!

2.- Acude al teléfono más próximo que tengas a la mano y reporta el robo al 01 800… tus tarjetas bancarias, protégelas lo más pronto que te sea posible, no pierdas la calma.

3.- Acude a la compañía de teléfonos celulares que te quede más cerca, a proteger tu número, suspéndelo inmediatamente o bloquéalo hasta que puedas comprar un nuevo equipo. Rescata tu saldo si es que lo tienes todavía en el sistema, pero si ya te ganaron el botín los ladrones… mijita, ni para qué mortificarte, ya no puedes hacer nada.

4.- Continúa reportando tus credenciales de identificación, principalmente la cédula mayor: Tu credencial de elector, acude al IFE (Instituto Federal Electoral) de tu sector donde vives y tómate de nuevo la foto, para que te repongan tu nueva mica en unos cuantos días que deberás esperar pacientemente.

5.- Tarjetas de crédito de casas comerciales, tarjetas de socio club como por ejemplo: Sam’s Club, Soriana, C&A, City-Club, Wall Mart, Aurrerá, Forum, Suburbia, Liverpool, Chedraui, Home Depot, Office Depot, Famsa, Coppel, Autozone, etc. No tienes que esperar a que pase todo el fin de semana para reportar una por una todas tus tarjetas en su debido lugar, persona y tiempo. Más vale prevenir que lamentar, y si el daño ya está hecho, pues a buscar otras alternativas para que el daño no sea mayor.

Finalmente, tú tienes que regresar a casa, pero si tampoco te dejaron los ladrones el juego de llaves para entrar a tu casa, tendrás que ir a buscar a un buen cerrajero para que acuda a abrirte ¿cierto?, pero hey… ¡Tranquila! ¿tienes otra opción mejor que tratar de controlar tu ansiedad, tus nervios, tu cansancio y tu rabia?... ¡Mira todo el desmán que te ocasionaron los ratas vulgares y mal-vivientes!, pero tú estás bien, a ti no te pasó nada, puedes respirar, caminar, pensar… ¡Te recuperarás! y seguir esperando un poco más a que pase el susto y pase la crisis nerviosa.

Cuando finalmente hayas terminado de hacer todos esos trámites y gestiones para recuperar toda tu documentación y poner en orden de nuevo tus cosas y tu vida, ¡Ya estás estable de nuevo!, piensa una cosa: “No debe volver a suceder”, aprendiste la lección con bastantes esfuerzos y superesfuerzos, impotencia, rabia y dolor, ¡Fue el precio de tu descuido!, pero también aprendiste que todo lo que hiciste en su momento para afrontar la situación, fue positivo, fue prudente, fue lo más adecuado y lo más elevado de acuerdo a una nueva actitud en tu forma de reaccionar, de entender, de comprender que nadie mejor que tú, pudo haber salido adelante como tú lo has hecho. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

jueves, 4 de agosto de 2011

Descubre si te mienten


Descubre si te mienten.


Para que no te engañen con facilidad, conoce estas pistas y detecta si la persona que tienes enfrente es 100% sincera contigo.

A veces decimos mentiras por necesidad, para conseguir algo, evitar un castigo, no hacer daño, sobrevivir a una mala experiencia, manipular, exagerar los méritos propios o disimular los aspectos menos agradables de nuestra personalidad, las razones son muchas, pero lo cierto es que todas lo hemos hecho en algún momento, aunque no nos guste reconocerlo.

Verdades a medias:
No sólo es importante aprender a defender la verdad, porque es un camino que a larga suele llevarte más lejos en la vida aunque resulte complicado, sino que es vital descubrir cuándo nos ocultan algo deliberadamente, porque detrás de la mentira pueden esconderse malas intenciones.

Estar siempre atenta a algunos elementos de la conversación de la persona con la que nos comunicamos, sobre todo a indicios muy reveladores en su forma de expresarse es una de las maneras más sencillas de averiguar si, dice o no la verdad.

Las señales del engaño:
Las pistas por sí solas no son 100% infalibles, pero cuando se acumulan varias son una clara señal de que alguien te está contando una película, en lugar de decirte lo que ocurre o piensa en realidad.

Es probable que una persona te esté mintiendo cuando:
Explica de más: Si te da determinada información o dato sin razón aparente o ninguna necesidad, seguro miente. En esos casos conviene pregúntale por qué lo hace, ya que esa "cortina de humo" suele ser un indicio de que quiere ocultar otra cosa que no desea revelar. Cuando alguien se excusa o justifica sin que se lo hayan pedido, es claro que no está diciendo la verdad.

Habla de los demás sin motivos aparentes: Al opinar respecto a una persona o situación con una mezcla de humor e ironía o con una sonrisa que resulta excesiva, puede haber señales de mentira. Las bromas sanas resultan agradables y hacen sonreír de manera natural, pero cuando se hace algún comentario con demasiado humor o cierta intención, se esconde alguna opinión negativa, con mala intención o de manera despectiva, pues es necesario que le pidas a esa persona que mejor se vea a sí misma y analice sus errores.

Amplía sus comentarios: Los mentirosos suelen recurrir a este tipo de contestaciones para ocultar o deformar la verdad. También acostumbran a dar rodeos o contestar con otra pregunta, para evitar entrar de lleno en un asunto o evadir el tema. Para comprobar si se trata de una maniobra de distracción, desvía la plática central y retómalo cuando la persona esté relajada o haya cambiado de actitud. Si nuevamente comienza a dar respuestas turbias, hay razones para sospechar que miente o intenta ocultar la verdad.

Le da vueltas al asunto: Si comienza su plática con frases como "te voy a ser sincera", "la verdad es que", "lo que sucede", "no vas a creerme pero", "lo que me ha pasado es increíble", detrás de estos comentarios, que suelen referirse a la verdad de lo que se va a decir, en realidad viene lo contrario, una o varias mentiras. La persona que las dice sabe que está cometiendo una mala jugada e inconscientemente trata de compensarlo asegurando que
dice la verdad.

Para descubrir la verdad, pídele a la persona que vaya al grano y sea meños extensa en sus comentarios.

fuente:

http://www2.esmas.com/mujer/dietas-y-ejercicios/psicologia/094246/descubre-te-mienten


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