miércoles, 27 de julio de 2011

SEGUNDO ANIVERSARIO DE NUESTRA CASITA VIRTUAL

aurora de la luz inmortal

SEGUNDO ANIVERSARIO
DE NUESTRA CASITA VIRTUAL

Hola amigas queridas:
Aunque estoy por estos días en un período laboral vacacional, pero no académico, jeje, no se puede olvidar un día tan especial como hoy, que hace dos años empezamos este proyecto para toda mujer que de alguna manera se solidariza con sus semejantes en el dolor y las alegrías, en las buenas y en las malas y que; de alguna forma todas compartimos un mismo sentir: El de ser y sabernos mujeres que nacimos por amor y para amar.

Son muchos los traguitos de vino amargo por los caminos de la vida, ( como mujeres, lo sabemos todas), pero siempre hay algo o alguien que nos cambie la perspectiva del dia ¿verdad?. Entonces el propósito principal de esta casita virtual, desde hace dos años, es precisamente compartir ese néctar de confidencias catársicas, que a veces al desahogarlo, nos alivia como un bálsamo y nos motiva a ayudar a otras mujeres que están pasando quizá por los mismos o más graves problemas que un día amenazaron con ahogarnos, pero que gracias a la magia de las letras en tantas cosas compartidas aquí, en este humilde espacio que es para todas ustedes, vamos saliendo adelante poco a poco y eso es lo importante.

Felicidades a todas ustedes mis amigas y corazonas de luz, que son mi fuerza para seguir, mi aliento para traer más y más gotitas de optimismo diario a este sitio inmortal, y gracias también a mi manager de diseño que diariamente me trae cortita (jajaja), mi hija querida Lidiazuly a quien le reconozco su talento y su gran apoyo en todo sentido.

Y bueno con el tiempo encima para continuar con mis labores académicas, (grrr) ya me tengo que ir, pero les dejo un enorme abrazo de todo corazón y decirles a todas: ¡Gracias por estos dos años de compañía!... Mil gracias mujeres amigas, muchas gracias por ser, por estar y por existir.

¡Muchas felicidades para todas y que Dios nos bendiga!,

Doral.

jueves, 14 de julio de 2011

Por favor, ¡Un poquito de atención!




Por favor… ¡Un poquito de atención!


Hay temas que cuesta tocarlos porque son dolorosos, provocan el impulso de alejarnos de ellos aunque en el fondo sepamos que sería bueno entrar y afrontarlos. A muchas personas les encanta que les hables del pensamiento positivo, pero no les gusta que les digas qué hacer para no deprimirse. Y no dejan de ser dos caras de la misma moneda. Pero la realidad es que no todo se puede tocar hablando sólo del “lado positivo”. A veces hay que arremangarse y meterse en harina si quieres de verdad llegar al fondo de un asunto.

A casi nadie le gusta sentirse rechazado. Habrá personas con más o menos sensibilidad ante ello, pero en mayor o menor medida, todos nos sentimos afectados por un rechazo. Es obvio que también dependerá mucho de parte de quién viene el rechazo, pues no es lo mismo que te rechace tu pareja o una persona a la que aprecias mucho que lo haga alguien que apenas conoces. Pero una pequeña herida quedará incluso cuando proceda de alguien que no te importe mucho.

Puede ser una reacción del ego, al que no le gusta ser juzgado, pero también puede ser de esa otra parte más profunda, que como dije en un post anterior sobre la vulnerabilidad, teme no agradar si se muestra como es. Es conveniente no olvidar que las máscaras que nos ponemos en sociedad son en la mayoría de ocasiones una manera de salvaguardar nuestro verdadero Yo de un posible rechazo ajeno.

En cierto modo es normal que no llevemos bien el rechazo ya que como he comentado alguna vez, hablando del ostracismo, la expulsión del grupo social es biológicamente una de las peores cosas que nos pueden suceder. Los seres humanos tenemos la característica de necesitar de los demás para vivir, tanto en lo que se refiere a necesidades materiales (comida, vestido, cuidados físicos, etc..) como en lo referente a necesidades psicológicas (necesidad de sentirnos queridos, sentir aprobación, sentir pertenencia…).

Vivir de manera solitaria y autónoma y además sentirse bien, es muy difícil, algo que sólo alcanzan algunos renunciantes o anacoretas. Para la mayoría de las personas una vida en completa soledad es una vida incompleta (no estoy hablando de períodos de soledad, sino de estar realmente solo….).

Otra modalidad de rechazo, tal vez más sutil, pero igualmente dañina es la indiferencia. Puede parecer que es un modo menos agresivo ser indiferente ante alguien que mostrarle claramente nuestro rechazo, pero si la persona es consciente de esa indiferencia, el impacto psicológico puede ser peor. Es lógico y normal que a muchas personas no les interesemos, eso no tendría que suponer ningún problema en un principio.

Pero cuando personas con las que de algún modo convivimos o nos relacionamos, muestran indiferencia hacia nosotros, es casi como si nos estuvieran diciendo “me importas tan poco que no me voy a tomar la molestia ni de reconocer tu existencia”. Ya desde niños, sabemos que uno de los “castigos” a los que se les puede someter a un miembro del grupo es “hacerle el vacío” , que es como pretender que no existe. Lamentablemente, también sucede a veces en los trabajos.

Ante esto, no debería extrañarnos los comportamientos que solemos englobar bajo el nombre de “llamar la atención“. Decimos que un niño llama la atención cuando hace según que cosas, como por ejemplo, tener una pataleta. Siempre me pregunto en esos casos que ha producido que ese niño llegue a ese extremo, si es un “problema” del niño o si bien, sus otras maneras más sencillas de conseguir la atención que necesita no se han visto satisfechas y ha ido haciendo una escalada de comportamientos.

La vida tiene muchas lecturas. O poniendo un caso más común, por qué nos sorprende que haya personas que se enfaden o molesten, cuando en las redes sociales, le hablan a otros y no reciben ninguna respuesta. Se sienten ignorados. Ya sabemos que nadie tiene la obligación de responderte, pero eso no evita que tú puedas sentirte ignorado. Incluso es comprensible que puedan reaccionar mal ante ello y criticar al “ignorador”.

No están más que pidiendo, aunque tal vez sea de un modo un poco infantil, su dosis de atención. Como dice Mª Pau Janer: ‘Reconozco que me cansa la soledad. A veces tan solo buscamos que alguien se dé cuenta de que existimos, queremos que unos ojos se detengan en nosotros y nos reconozcan’.

Por todo ello, es importante manejar adecuadamente esas dosis de atención, tanto las que damos como las que recibimos. No tenemos porqué prestar atención a cada persona que pase por nuestro lado o nos escriba un mensaje en una red social, pero hemos de ser conscientes del efecto que esa desatención puede tener sobre el otro. A veces, basta una frase, una palabra, una sonrisa, para que la otra persona sienta que su existencia es tenida en cuenta.

Del mismo modo, hemos de saber de que fuentes beber para recibir la dosis de atención (y por ende de nutrición afectiva) que nosotros precisemos. No se puede beber de un manantial seco e insistir sólo nos traerá frustración.

!Busquemos otras fuentes más abundantes¡ Y entendiendo la importancia a nivel biológico de la indiferencia y el rechazo, tratemos de reducir su impacto psicológico cuando lo suframos. No podemos gustar ni interesar a todos, así que en lugar de gastar energía en quién no nos acepta, pongamos nuestra energía en aquellas personas con las que nos sentimos afines, con las que nos sentimos valorados y queridos. Con las que podemos dejar salir nuestro yo más puro y auténtico.

Y hagámoslo sin olvidar la frase de Alejandro Jodoroswki de: Aquello que puedes obtener del mundo es solamente eso que decides darte. Empieza por quererte a ti mismo y valorarte como ser humano, pero de verdad, sin trampas ni condiciones. Continúa queriendo y valorando a otros. Seguro que acabarás recogiendo, más pronto que tarde, amor y aceptación.

¿Crees que recibes la dosis de atención que necesitas? ¿Cómo te tomas que te rechacen? ¿Y que te ignoren?

Autor:
Lic. en Psc. Mertxe Pasamontes

miércoles, 13 de julio de 2011

¿Sabías que la electricidad quita el sueño?




¿Sabías que la electricidad quita el sueño?


Tener y depender de tantos aparatos eléctricos en casa o en la oficina, podría resultar contraproducente. Los aparatos eléctricos son muy útiles es cierto, nos rodean por todas partes y a cada instante. Nos ayudan a trabajar, a organizarnos, aprender, divertirnos, comunicarnos, procesar información y a desarrollar incontables actividades que caracterizan a una sociedad moderna bastante consumista por cierto, pero la vida sin aparatos eléctricos resultaría mucho más difícil para muchos ¿verdad?, sin embargo; tener lámparas o teléfonos en la mesa de noche (por ejemplo), dormir junto a máquinas electrodomésticas o mantener el "router wifi" encendido durante todo el día, podría favorecer la aparición de trastornos del sueño, dolores crónicos y enfermedades psicosomáticas.

Los aparatos eléctricos, sin duda afectan la salud, son uno de los principales motores del progreso en todo el mundo; han permitido que el ser humano se libere de infinidad de tareas a menudo fastidiosas, como lavar la ropa y la vajilla, o disfrutar otras actividades innovadoras, como hablar cara a cara con otra persona que se encuentra a miles de kilómetros de distancia, gracias al ordenador, la webcam y el internet.

Sin embargo, es innegable que los aparatos eléctricos, también presentan algunos riesgos para la salud, mucho más de los comúnmente conocidos como por ejemplo: Producir quemaduras por los cortocircuitos, un calambrazo o electrocución, entre otros. También las neveras o refrigeradores, ventiladores, radiocadenas, televisores y equipos informáticos, así como los circuitos, resistencias, cableados, bobinados y otros elementos que llevan en sus entrañas metal, plástico y cerámica, generan campos electromagnéticos cuando por ellos circula la electricidad.

¿Tienes un sueño inquieto? ¡Entérate si lo sufres! ¿Cuántas horas pasas frente a tu computador? ¿Cuántas llamadas diarias recibes por tu teléfono fijo o por tu celular?, ¿Cuántas veces al día abres tu refrigerador o enciendes un bombillo o miras el televisor? ¿Te levantas todos los días con la sensación de no haber descansado bien? ¿Frecuentemente tienes pesadillas? ¿Hablas cuando estás dormido? ¿Tienes cansancio crónico o, en general sensación de falta de energía o desvitalización? ¿Padeces dolores de cabeza frecuentes y tu médico no los atribuye a nada en concreto? ¡Busca tú mismo la explicación y dale solución!

Estudios científicos muy recientes, arrojan resultados evidentes que la sobre-exposición a radiaciones y campos electromagnéticos puede causar desde cansancio inexplicable hasta graves alteraciones en el sistema inmunológico. Los expertos en la materia nos dicen: "Vivimos en un océano electromagnético. Nuestros órganos vitales funcionan mediante impulsos eléctricos, eso es lo que mide un electrocardiograma o un electroencefalograma, por ejemplo"... -prosiguen- "Por lo tanto, al estar sobre-expuesto a radiaciones naturales y artificiales interfiere con nuestros ritmos biológicos y tiene consecuencias para nuestra salud física y mental",

Estos expertos agregan además: "Los síntomas pueden variar desde un cansancio inexplicable y dolores de cabeza o migrañas inesperadas y molestas pasando por el insomnio o las dificultades de concentración, hasta manifestaciones más graves, como disfunciones en el sistema endócrino, reproductor o inmunológico, lo cual pueden derivar en tumores. De allí la explicación de que abusar del uso y exposición al magnetismo y a la electricidad, podrían ser causantes del cáncer.

Otro dato interesante nos informa que las radiaciones pueden tener un origen natural, procedentes del subsuelo, o artificial (antenas de telefonía, wifi, teléfonos inalámbricos, instalaciones eléctricas mal realizadas, suelos y techos técnicos...) y recalca un experto: "En los cientos de viviendas que he analizado durante mi vida profesional, en la mitad de los casos he encontrado un problema de radiaciones naturales en el lugar donde se situaba la cama, que es donde más horas al día permanecemos y, por tanto, donde estamos má expuestos. El 80 por ciento de las viviendas están construidas sobre una perturbación geofísica" habría que investigar sobre el lugar donde está construido nuestro hogar, no estaría por demás saberlo para tomar medidas correctivas.

Conocer el peligro de una sobre-exposición a radiaciones naturales y artificiales es crucial, pues reducir sus emisiones resulta sencillo si comprendemos bien los riesgos. En todos los hogares y oficinas hay focos de potentes radiaciones que casi todo el mundo considera inocuos, e incluso hay miles de personas en el mundo que les gusta dormir con el televisor encendido para hacerse compañía. En el caso de las redes inalámbricas para internet (wifi) o los teléfonos inalámbricos, cuyo impacto puede reducirse fácilmente con unas medidas básicas, que son especialmente importantes en los lugares donde se pasan más horas, o incluso dejar el hábito de traer colgado todo el día el celular sobre el pecho o en la cintura o el vientre.

Es importante pues, estudiar bien dónde se sitúan los lugares de alta permanencia, como la cama y el puesto de trabajo, para garantizar que no estén expuestos a alteraciones electromagnéticas procedentes de accidentes geofísicos del subsuelo o de redes geomagnéticas naturales. Es aconsejable retirar todos los dispositivos electrónicos de la cabecera de la cama, apagar el router wifi si no se está usando, no colocar una cama junto a un tabique en el que al otro lado estén conectados electrodomésticos, así como evitar utilizar el manos libres en el móvil, entre otras medidas de auto protección.

Es cierto que la tecnología avanza a pasos agigantados y que cada vez estamos más expuestos a más fuentes de radiación, pero no se trata de ser alarmistas, ni de dar la espalda al progreso, sino de conocer todos los riesgos y saber manejarlos. Eso es todo.

Para mayor información:
www.debate.com.mx

martes, 12 de julio de 2011

¿Pueden cambiar los hombres?



¿Pueden cambiar los hombres?

La pregunta de muchas mujeres es si los hombres pueden cambiar. La pregunta de muchos hombres es la misma: ¿Pueden cambiar las mujeres? La esencia humana nunca cambia. La naturaleza del hombre y la naturaleza de la mujer será su fiel compañera hasta la muerte. Hay especies de insectos que cambian su naturaleza en cuatro o cinco generaciones, sin embargo, la naturaleza del ser humano no se ha modificado en miles de años y en miles de generaciones.

Las diferencias entre los hombres y mujeres se marcan desde la fecundación. Desde el segundo trimestre de embarazo, un hombre y una mujer tienen diferencias significativas. Esas diferencias se harán evidentes y serán el centro de los problemas de la pareja, de la familia y de la sociedad. Es increíble que las hormonas de alguna manera escriban el destino de una persona y marque el éxito o el fracaso de una pareja.

La hormona masculina o testosterona, es la responsable del impulso sexual del hombre y de su violencia también. Un niño o un adolescente con niveles bajos de testosterona será un buen chico, obediente, tranquilo, apacible, amable y estable emocionalmente. Un niño adolescente, joven o adulto con niveles altos de testosterona será protagonista de inestabilidad, confrontación, oposición, violencia, competencia, agresión e inestabilidad emocional.

Los hombres son competentes por naturaleza. Es la testosterona el combustible que alimenta el ímpetu de la competencia y la sexualidad en su manifestación erótica. Está demostrado científicamente que la inestabilidad emocional de muchos hombres de distintas edades, se debe a las fluctuaciones en los niveles sanguíneos de testosterona. De hecho desde 2006, se ha acuñado el término de “Síndrome del hombre irritable” debido al gran número de hombres que experimentan irritabilidad secundaria a los vaivenes de su testosterona.

A diferencia de las mujeres que llegada la menopausia, dejan de producir estrógenos, la hormona femenina por naturaleza. Los hombres nunca dejan de producir testosterona. De hecho no existe la andropausia como tal, lo que existe es el “Síndrome de testosterona baja que consiste en una reducción paulatina de la testosterona en el hombre a partir de los cuarenta años de edad”

Debe quedar claro y preciso, que no se puede hablar de destino del hombre por el componente biológico, es decir, el hombre no está condenado a ser un animal irracional, por el sólo hecho de tener niveles altos de testosterona. El aprendizaje social es tan importante como el componente biológico de las hormonas. Un hombre puede experimentar niveles altos de testosterona y esto no significa de ninguna manera que no pueda controlar sus impulsos violentos y de agresión.

Si un hombre aprende en el seno de su familia a ser respetuoso y tolerante con las diferencias, puede ser un hombre funcional con su pareja, con su familia y con la sociedad. En el rubro de la enseñanza de los buenos modales, la tolerancia y el respeto, juega un papel definitivo la madre. Es la madre la primera figura de autoridad que conoce el hombre. Es la madre la primera figura de contención emocional y física del hombre desde su nacimiento hasta la niñez por lo menos.

La tarea de la madre en la educación del hijo es importantísima. Es la madre quien puede ejercer en un primer momento el control de la conducta y el impulso del hijo. Si ella no ejerce su autoridad y no comparte esta delicada tarea con el padre, entonces el riesgo de crecer sin control de impulsos y sin conocer límites, orden y disciplina es alto y peligroso. Hoy se sabe que más del 90% de los delincuentes son hombres, que más de la mitad de las mujeres son violentadas por sus parejas ya sea en el terreno emocional, físico, económico o sexual.

Creer que los hombres van a cambiar con súplicas, lágrimas, corajes, gritos o divorcios, es una muestra evidente de la ignorancia que prevalece en la sociedad en general y en las parejas en particular. Hoy existen evidencias científicas de que si a un hombre no se le enseñó en la niñez a controlar sus impulsos violentos a través del respeto y los límites, lo único que le queda se llama: Terapia. El miedo, la culpa, la vergüenza, la enfermedad y la edad, hacen que los hombres cambien temporalmente. El único cambio definitivo siempre estará en un proceso terapéutico basado en la conciencia y en la honestidad.

Autor:
Dr. David Uriarte Gastélum
Sexólogo, Psicólogo Clínico y Psicoterapeuta.
Ramón Corona No. 377 Nte.
Entre Juárez e Hidalgo, Culiacán, Sinaloa.
Tel. (52) 667 – 716-51-92

miércoles, 6 de julio de 2011

¡Buscando la respuesta!





¡Buscando una respuesta!



"Voy de fracaso en fracaso,
como hoja a la deriva del viento,
cual pétalo sin vida ni tiempo,
arrastrada hacia el ocaso,
jardín de mi pensamiento"
(autor: Doral)


Un fragmento con el cual muchas mujeres del mundo quizá se identificarán, sobre todo cuando se atraviesa por momentos de muchos problemas (que requieren de atención), y grandes crisis emocionales, provocadas por el estrés, el cansancio, el agotamiento físico y mental, o también por la depresión provocada tal vez por todas las cosas que se van acumulando sin resolución... ¡Todo junto enajena a cualquiera!.

La mujer también se cansa de ser fuerte, y no se trata de una lucha marathónica por demostrarse a sí misma, cuánto se es capaz de soportar... ¡Para nada!, sino que es justo saber reconocer valores pero también limitaciones, hay que ser conscientes que como seres humanos, todos estamos sujetos a límites y que cuando se rebasan esos límites, se está en riesgo de perder el control y extraviarse en el bosque de la vida.

Hay muchísimas mujeres profesionistas que por orgullo, por vanidad, por autosuficiencia, por verguenza o simplemente por el temor de ser pre-juzgadas, jamás aceptarían la idea de buscar apoyo psicológico, o una terapia (por lo menos) alternativa: "Yo soy maestra, nací para enseñar, para guiar, para instruir, no para ser instruida por nadie", "Yo soy abogada, a mí nadie me tiene que decir lo que tengo que hacer, o lo que es justo para mí", "Yo soy enfermera, no está bién que todos sepan que me enfermo muy seguido", "Yo soy doctora, ¿cómo me voy a dar el lujo de enfermarme, qué dirían mis pacientes?, o lo que es peor: "Yo soy psicóloga, cómo me atrevo a brindar ayuda a otros si yo no encuentro la solución ni siquiera para mis propios problemas?

Es común escuchar muy seguido a algunas mujeres, hablar sobre este tipo de situaciones; temen ser juzgadas, temen perder terreno ante los demás, temen perder su imagen, temen mostrar su debilidad y poner en tela de juicio su integridad profesional o su prestigio personal y aquí... "el qué dirán" se convierte en un factor que toma una importancia desproporcionada para la mujer que por sus miedos hace más grande el problema de lo que realmente es o parece ser. A ver...

Aquí cabe hacerse una pregunta, e invitamos a reflexionar profundamente en ella: ¿El título académico garantiza la perfección de una persona?, es decir... La maestra por ejemplo, por ser una maestra titulada ¿lo sabe todo?, o la abogada (otro ejemplo), por tener un título profesional en leyes ¿conoce realmente lo que significa la palabra justicia en todos los planos de la conciencia humana?, o la pondremos mejor... La mujer de profesión enfermera o doctora ¿Nunca se enferman porque tienen títulos en medicina y anatomía humana?, o bién... aquí viene lo más interesante:

Un profesional de la salud mental, sea psicólogo general, o psicólogo clínico, o psicólogo social, laboral, educativo o psicoterapeuta o psiquiatra o lo que sea, ¿Estudió las ciencias de la mente humana para arreglar al mundo?... Hey... no nos confundamos por favor: Ni el psicólogo ni el psiquiatra acreditaron un título profesional, una maestría o un doctorado para convertirse payasos baratos de nadie, ni en los super-héroes salvadores que están para arreglar al mundo, como si se tratara de un juego del hombre araña, los tres chiflados o la mujer maravilla, que todo lo arreglan mágicamente. Los profesionales de la salud mental son facilitadores que ayudan, orientan, guían a las personas que acuden a pedir apoyo psicológico. A la persona se le escucha, se le evalúa, se le diagnostica y se le interviene mediante técnicas terapéuticas. Se le brinda ayuda a la persona que realmente le interesa organizar y arreglar su valiosa vida y punto.

Pero además, aquí cabe señalar algo muy importante: Nadie, absolutamente nadie puede arreglar tu vida, excepto tú. ¿Qué podría hacer un maestro, un abogado, una enfermera, un doctor, un psicólogo, un psiquiatra o cualquier otra persona por tí, si tú misma no deseas ni quieres hacer ningún cambio en tu vida? aunque te quejas de que no eres feliz, de que algo te pasa y no sabes qué es, de que todo te sale mal, de que te sientes utilizada, manipulada, excluída o hasta exiliada de la sociedad. Pues mira, déjame decirte que no todo está perdido, que si no crees en la gente, ni en tus amigos, ni en tus vecinos, ni en tus conocidos, ni ningún facultativo laboral, educativo, social o clínico, todavía tienes una última oportunidad y aquí te la comparto:

Esa última oportunidad se trata de que entiendas que todo tiene solución en esta vida, menos una cosa: LA MUERTE. Y que si has buscado ayuda o compañía de algo o de alguien, y no te ha servido, o que ya no confias en nada ni en nadie y ya no quieres ir a ningún lugar, ni deseas confiar en ninguna otra persona, tienes la última opción de tu vida que siempre estuvo allí y nunca quisiste verla, nunca quisiste acudir a ella, nunca quisiste tomarla en cuenta de manera seria ni formal en tu vida, ni un preámbulo siquiera antes de tomar decisiones, ahora te estoy dando a conocer esa premisa: SE LLAMA JESUS, y la gente le llama EL CRISTO y te diré porqué si es que aún no lo entiendes ni lo comprendes, mira:

Voltea, y lee atentamente por favor:
Cuando un aparato eléctrico de tu hogar se descompone, ¿a dónde lo llevas a arreglar?, al técnico electrónico o al proveedor o hacedor ¿verdad?. Igual sucede con un mueble que se ha roto, ¿a dónde lo llevas a arreglar? pues ante quien lo hizo ¿verdad?, jamás se te ocurrirá llevar a arreglar tu mueble de madera a donde está el técnico electrónico ¿cierto? o viceversa, jamás llevarías a arreglar tu plancha o tu licuadora o tu televisor, ante un carpintero ¿verdad?.- Ah, pues de igual manera amiga querida, cuando tu cuerpo se enferma, hay que llevarlo al médico ¿cierto?, o mejor... cuando tu alma, tu corazón o tu mente se descompone ¿Ante quien vas a acudir para arreglarlo?... ¡Ahora ya sabes la respuesta! y va de gratis, porque yo a tí, ¡No te cobro absolutamente nada! ¿Aceptas la propuesta?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

Got My Cursor @ 123Cursors.com