sábado, 31 de diciembre de 2011

¡¡ LAS TRES PALABRAS !!


¡¡LAS TRES PALABRAS!

En estos últimos momentos del año que hoy termina, heme aquí, Señor, en el silencio y en el recogimiento,

Para darte: GRACIAS;
para solicitarte: AYUDA;
para implorarte: PERDON.

¡¡G R A C I A S!!

Señor, por la paz, por la alegría, por la unión que los hombres, mis hermanos me han dado:
Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron,
por esa mano oportuna que me levantó,
por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron,
por esos oídos que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dió,

Gracias, Señor. . . (me cuesta trabajo decírtelo). . .
por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por el fallecimiento del ser querido.
Tú lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo; quizá estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta que todo esto me acercó más a Ti.

¡Tú sabes lo que hiciste!

Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó pero que Tú nunca dejaste de fortalecer cuando tanta veces encorvado bajo el peso del desánimo me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad.

¡¡A Y U D A!!

Te he venido también a implorar para el año que muy pronto va a comenzar.
Lo que el futuro me depara, lo desconozco, Señor, vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que no siempre la tomaré.

Por eso hoy te pido que me ayudes a ayudarte, que llenes mi vida de esperanza y generosidad. No abandones la obra de tus manos, Señor.

¡¡P E R D Ó N!!

No podía retirarme sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería de haber dicho por que por negligencia y orgullo he callado.

Perdón; Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad.

Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.

Perdón porque me han perdonado y no he sabido perdonar.

Perdón por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.

Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó. . . por ese YO que se prefirió.

Señor, no te he dicho todo. Llena con tu amor mi silencio y cobardía.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.

AYUDA a todos los que te imploran Tu ayuda.

PERDON por todos los que no te piden perdón.

Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
Valor para cambiar las cosas que si puedo y sabiduría para distinguir la diferencia.

Me has escuchado... ¡Ahora Señor, yo te escucho!.

Autor: Anónimo
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jueves, 29 de diciembre de 2011

Los Inventarios de Fin de Año.

Los Inventarios de Fin de Año
(Dedicado a mi Hermana Evangelina q.e.p.d.)
(Navidad de la familia, en tu casa mi flaquita, a tres años de tu partida)



Cada vez que termina un año, es muy común hacer los famosos inventarios de todas las cosas que se tuvieron a lo largo de 365 días continuados, pensando además en las cosas que no se tuvieron. Se desechan algunas prendas, se adquieren otras, incluyendo (incluso, valga la redundancia), las cosas que ni siquiera se van a usar.

La mujer en especial, acostumbra coleccionar zapatos, vestidos, pantalones, blusas, maquillajes: sombras, labiales, rubores, lociones, etc., y no obstante llega navidad y año nuevo y vuelve a comprar este tipo de artículos que no necesita, pero que le hace ilusión comprar algo nuevo aunque sea para guardarlo o para regalarlo.

Qué cosas comprar, no es un problema para nadie, ¿verdad? el problema es: ¿Qué voy a hacer con las cosas que he comprado? ¡Vah, eso no tiene importancia! los tonos de labiales se acumulan en el tocador: "Ah, pero este labial ya esta muy usado, mejor me estreno el nuevo", "Estos zapatos ya están viejos, yo merezco usar unos nuevos", "Me he fregado mucho trabajando todo el año, quiero estrenar un lindo pantalón y un abrigo" etc... pero pantalones ya tiene demasiados y a la hora de la hora, no encuentra el pantalón nuevo que se compró y termina poniéndose uno de los viejitos y cómodos.

Esto último, suele suceder, donde las familias son grandes y se reúnen todos en casa de la tía, de la abuela, o de la mamá. Cada quien lleva sus cosas y duermen amontonados, unos en las camas, otros en el mueble de la sala, y otros en el suelo. No importa es navidad. Las maletas o bolsas se vacían buscando la pijama, o las sandalias y todo queda regado... ¡Obvio, todo se revuelve! y nadie se preocupa por ordenar sus cosas... ¡No importa -dicen- estamos en familia y son fiestas de fin de año!

Otra situación común se genera aquí, en estos ámbitos familiares tan esperados por todos, menos por una persona que es la que siempre trabaja más todos los años; la que cocina para todos, la que lava la losa de todos, la que corre al supermercado porque ya se vació otra vez el refrigerador, la que cuenta las monedas para que le alcance el presupuesto, la que recoge y vuelve a recoger las cosas tiradas y al final no encuentra ni su cepillo dental, ni una triste almohada para acurrucarse a descansar en un rincón. ¡Puf!, ¿qué hacer? es época de navidad... ¡para todos! menos para esa persona agotada hasta los límites del cansancio.

Pero no importa, la familia está reunida y todos se muestran tan felices... ¡Eso es un aliento!: El próximo año tendremos más almohadas, más cobijas, más cojines, más organización para que todos colaboren en los quehaceres de la casa y así nadie se quede sin festejar la navidad.

Es tiempo ahora de hacer inventarios; ¿Cuántas sonrisas sembramos?, ¿Cuántas veces le tendimos la mano a quien más nos necesitó?, ¿Cuántos perdones otorgamos?, ¿Qué cosas tuvimos que pasar por alto para darle la razón al que no la tenía?, ¿Cuántos insultos soportamos?, ¿Cuántas humillaciones?, ¿Cuántas ofensas recibidas?, ¿Cuántos momentos tristes en agonía ante el desamparo?, ¿Cuánta escasez, enfermedad, abandono y soledad? Pero también, ¿Cuántas cosas dejamos de hacer, pudiendo haberlas realizado?

Los inventarios de fin de año siempre duelen, y duelen más allá del frío que queda en la piel ante tanto tropiezo, tanto sabor amargo y ante tanta tortura repetida y continuada. Ojala que tu inventario amiga querida no sea tan duro ni tan denso como la que quizá te ha dejado este año que se aleja. Esperemos que el año venidero será mejor en todo sentido. Que el año 2012, te traiga justicia y paz interior. Que te traiga la fortaleza para entender a aquellos que cometieron atropellos contra tu persona, entendimiento y sabiduría para modificar tus actitudes en aras de mejores resultados y bienestar en todo sentido para ti y los tuyos, te lo deseo de todo corazón.

Doral.

sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Feliz Noche de Navidad!

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¡Feliz Noche de Navidad!

Otra navidad ha llegado a nuestras vidas amigas queridas, donde cielo, tierra, sol y mar al unísono, vibran en armonía con la naturaleza y su riquísima aroma a pino verde, a escarcha de nieve, a musgo concentrado, cómplice del rocío del anochecer, el aroma a ponche caliente y buñuelitos caseros, la cena exquisita de navidad, el calor del hogar y la familia, el nacimiento, las luces de colores, el árbol encendido al pié del amanecer, de donde acostumbramos colgar nuestros más preciados sueños que son como regalos que Dios nos ha dado en una noche tan especial en la que hace ya muchos años nació un niñito en un establo.

Este Divino Niño es Dios, y María su madre, le puso por nombre JESUS, que encarnado aquí en la tierra, trajo bajo su brazo una promesa inmortal para la humanidad: La del amor, el perdón, la esperanza y la vida eterna, y es a nosotros a quien nos corresponde cultivar la fe, la voluntad y la certeza de que quien vive con la esperanza y el amor puesto en JESUS, ÉL vendrá y llegará a morar en nuestro corazón abierto y siempre dispuesto para recibirlo a través del decálogo de sus mandamientos.

Uno de estos mandamientos dice: NO MATARÁS, y todos estamos tan seguros de que no hemos matado a nadie ¿verdad? y hasta nos lo creemos directamente en el corazón, ¿cierto?, sin embargo nos equivocamos lamentablemente porque hay muchas maneras de matar, de asesinar, de extinguirse o anularse a sí mismo y sin piedad, veamos:

En épocas navideñas principalmente, parece que de forma recurrente, algunas personas se llenan de nostalgia, de melancolía, de tristeza, de flojera, de soledad y hasta le hacen gala a su tan acostumbrada depresión añeja y patológica, no tienen ganas de nada, todo es cansancio y apatía, aislamiento y malhumor. Reniegan de su suerte porque posiblemente no han obtenido todo lo que hubieran deseado tener o poseer, y tanto se desaniman que no quieren asistir ni siquiera a acompañar a la familia aunque sea un ratito en la noche de navidad.

Y es que la verdad, no hay ánimo para nada, no hay entusiasmo, no hay ilusión, no hay ganas de desvelarse conviviendo con los suyos, platicando, escuchando música, abrazando a los niños abriendo sus regalos y admirando la gran algarabía que en torno a la mesa, se acostumbra disfrutar cada noche de navidad. Y es apenas normal ese estado de ánimo cuando todo el año les ha ido tan mal y de principio a fin, se fue brincando peldaños de decepciones, angustias, carreras, preocupaciones, tristezas, frustración...

Hey, momentito por favor... ¡Pero eso ya se quedó atrás!...

¡ES NOCHE DE NAVIDAD!

¿Que te fue de la patada todo el año?, sí, sí, siii... ¿y qué?, ¿no es acaso mayor bendición que te haya ido tan mal todo el año y tú estés allí, de pié y muy firme, confiada,sana y segura junto a tus seres queridos que te necesitan porque te aman y aunque tú estés allí en ese lugar, con tu carita apagada y tu tristeza abrazada en el alma, ¡Voltea por favor hacia tu alma!, y observa a tu corazón, que quiere envolverse para tí, en un manto sagrado de color blanco y rojo que quiere regalarte como símbolo de pureza y amor que JESUS TE ENVÍA en estos momentos... ¡Acepta su regalo, y regále tú a ÉL... tu propio corazón! mira:

Yo sé que estás triste, que nada te llena el alma, que nada te satisface en este momento,y que en este justo momento crees que tu pena tan grande se quedará para siempre en tu interior, pero eso no es así, todo pasa en esta vida... ¡Todo!, hasta nosotros. Abrázate de los tuyos, respíralos, disfrútalos, tócalos, acércate a ellos, son tu familia y el mayor tesoro de oro que puedes tener hoy, a pesar de tu tristeza, que será pasajera.

Hoy es una noche especial, los coros de ángeles cantarán loores en honor del Señor, festejarán su nacimiento, su llegada a este mundo y cantarán su gloria todos aquellos que son benditos por su gracia divina, tú eres una de esas personas ¿sabes porqué?, pues por eso... precisamente porque estás sufriendo en silencio y Dios está tan cerca del dolor de quien sufre, que su pena la hace suya, Él carga con tu dolor y lo hace suyo para aliviarte y desearte que seas feliz... Tú también entonces debes desear que JESUS sea feliz, muy feliz si quisieras soltar tu dolor.

¡Anda anímate, levántate y sé feliz... ¡aunque sea esta noche! al lado de tu familia, diles cuánto los amas y que son lo más importante para tí en este mundo. ¿No tienes dinero para comprar regalos para todos? MHHH... ¡Eso no importa! mira... Esta noche sorpréndelos, regala fragmentos de tu ser: Una caricia, una sonrisa, una palabra de aliento, un ¡te quiero!, un suspiro, un buen deseo o un beso... ¡Sólo eso! pero que sea de corazón y por favor, no se te olvide repetir conmigo:

¡FELIZ NOCHE, EN ESTA NAVIDAD!

Doral.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Sentido pésame a la Familia Torrero Pérez

Sentido pésame a la Familia Torrero Pérez


Hoy a las 9:30 A.M. falleció el Sr. Joaquín Torrero León, en el Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social en Culiacán, Sinaloa, México, confortado con todos los auxilios espirituales y acompañado de toda su familia presente.

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Lamentamos el sensible fallecimiento de un gran Ser, un buen padre, un excelente esposo, un buen amigo, un tío cariñoso y un irremplazabla cuñado que siempre supo ser un hombre íntegro y más grande de lo que parecía. Nos queda su legado de hermosos recuerdos y todas las vivencias compartidas a su lado, las grandes charlas que solíamos tener frecuentemente con él, preocupado siempre por la situación actual que impera en nuestro pueblo, sus amigos, sus hijos, sus quehaceres diarios como Supervisor en la Red Plus del Servicio de Transporte Colectivo Urbano en esta ciudad, por más de 25 años al servicio de la comunidad.

Joaquín era entero, un hombre honrado con el corazón de niño, amante genuino de la verdad y defensor incansable de los animales, amoroso con su mascota canina de nombre "Blanca", sus tiernos catalinos cantores Chino y Nacho, entregado siempre a los suyos y cercano a sus seres queridos, especialmente a sus nietos y sobrinos, Kimberly Carolina, Melinna, Nayely, Alan, etc.

Jacquina y Rosita; mi querida hermana y sobrina:
Quiero decirles que no hay palabras humanas para expresarles, que Dios tiene el control de todo, y Él sabe por que están pasando ustedes por esta situación tan dolorosa, solamente puedo sentir en mi corazón que El Señor está con ustedes. Sea su voluntad así en la tierra como en el Cielo y que brille para Joaquín, por siempre la luz eterna.

Descance en la paz del Señor. ¡Amen!

"Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá (San Juan 11:25)"

Familia Pérez Rochín
Familia Barreda Pérez
Familia Gómez Pérez
Familia Robles Pérez.

Velatorio: Casa Funeraria San Martín.- Culiacán, Sinaloa, México.
Misa de cuerpo presente: Templo de Fátima Martes 20 de Diciembre, 4:00 p.m.
Sepelio: Parque Funeral San Martín, Martes 20 de Diciembre, 5:30 p.m.

viernes, 16 de diciembre de 2011

El Hombre de los Sueños, (De la serie: Cuentos de Navidad)





El hombre de los sueños


Aquella era una mañana llena de sol, los pájaros cantaban alegres sobre las ramas de los árboles, el grupo de amigos(as) tenía que visitar el museo de arte para tomar notas sobre los cuadros y pinturas allí expuestas. Se trataba de una tarea para elaborar un ensayo en clase.

Las horas discurrieron de prisa, no alcanzaba el tiempo para revisar la inmensa galería de pinturas rústicas algunas y otras bien elaboradas al óleo y algunos bocetos preciosos que me parecieron sacados de un viejo sueño, sobre todo uno que me llamó la atención. Era el boceto más amarillo de todos, parecía que seguramente tenía algún tiempo guardado, pero era el que mejor dejaba apreciar su contenido lleno de misterio y al mismo tiempo de adoración.

Era el bosquejo de un rostro conocido, muy conocido, era él… el hombre de los sueños. Pero al mirarlo fijamente para admirarle, la imagen parecía disfuminarse lentamente ante la insistencia de mi mirada. ¿Qué está pasando aquí?, ¿Porqué no puedo verle bién?. Me acercaba más, quería tocarlo y la imagen parecía retroceder ante mi presencia ¿Porqué no me dejas verte? –pregunté un tanto desilusionada- porque estoy hecho de un pixelaje muy especial –me repondió apenado-

¡No temas, puedes acercarte a mí!... ¡me agrada tu compañía, yo también quiero conocerte! –parecía expresarme desde el fondo del viejo retrato que más que otra cosa parecía haber sido elaborado de pinceladas en una tercera dimensión… ¡Eso lo hacía más excitante y a la vez misterioso!, estimulando aún más mi curiosidad o mi imaginación.

Alguien le llamó desde el interior de los pixeles: ¡NOEL, ES HORA YA DE REGRESAR!.¿Quién es Noel?... Aquel grito parecía venir del fondo de un lago muy sereno y tranquilo del mismo boceto, un remanso de armonía y paz fluía por todo el contorno de su presencia inesperada. Él tenía que irse, era inevitable, yo tenía que dejarlo ir, pero en un último intento de hacer contacto con él, me acerqué desesperada y le pregunté: ¿Cuándo puedo volver a verle?, y me respondió muy amable y pausado: ¡Al rato, cuando me desocupe, yo le busco, tenemos que hablar!

Todos mis compañeros del grupo se retiraron, yo me quedé allí, fuera del museo esperando, y de pronto me ví sola, mirando hacia una tienda donde se podía observar un tumulto, ¿qué pasará allí?, me dirigí hacia allá y descubrí que se trataba de un lugar donde vendían cosas de oriente, rarezas como: Joyas, estolas, sombreros, abanicos muy elegantes y …. ¡Oh sorpresa!... en una especie de diván de terciopelo color tinto, estaba él… El hombre de los sueños, el hombre del retrato. Estaba allí tendido en el diván, con los ojos cerrados y sus manos cruzadas en el vientre. Se veía majestuoso, como un pegaso dormido, supremamente elegante, relajado y muy señorial con su camisa manga larga color azul impecable, bañada en matices de plata y una corbata azul marino preciosa de la que emanaba una luz radiante, similar a la que centellean las estrellas en las noches de luna… ¡Son luceros! –me dijo alguien que seguramente había escuchado mis pensamientos-

¿Pero cómo es posible esto? –me pregunté intrigada- ¿Qué hace Noel aquí?, ¿Noel?, ¿Pero quién es Noel?, y quedó muy formalmente conmigo que vendría cuando se desocupara, no sabe que lo estoy esperando (qué locura) debe estar muy cansado, por eso vino a este lugar a relajarse un par de horas, ¡qué tonta soy! ¿Quién soy yo para distraerlo?, me quedé asombrada admirándole extasiada, toda la geografía de su cuerpo musculoso, adonis y guerrero que parecía un ejemplar de hombre sacado de los confines del universo mismo, o quizá de otra galaxia… ¡No era un hombre común!, pues hasta su misma forma de respirar inspiraba una ternura seductora, ¡Oh Dios! ¿Qué me está pasando? -me castigaba en la osadía ingenua y cegadora de mi necia fantasía-

Pero algo me decía en el fondo de mi alma, que todo aquello que yo estaba sintiendo en ese momento, no podía dañarlo, ni lastimarme a mí misma, porque si bien era cierto que se trataba de una idolatría sin precedentes, también estaba segura que aquello no podía ser real. Era demasiado hermoso para ser real. Algo tenía que estar sucediendo y yo tenía que investigarlo antes de que la obsesión hiciera nido en los arcos fuertes de mi razón atormentada.

¡Hablaré con él!, Le preguntaré… no me quedaré con la duda, sabré quién es, de dónde viene y para dónde va, ¿Porqué me conoce? y ¿Porqué me parece que lo conozco desde siempre?. ¿O lo habré soñado?, Si; eso debe ser, un sueño del que debo despertar aquí y ahora… ¡UN SUEÑO!... ESO ES… pronto será navidad, mi regalo es un sueño. Un sueño de niña ingenuamente pretenciosa, pero un sueño al fin, y el mejor regalo anticipado que nunca recibí jamás.

¡Feliz Navidad, al hombre de los sueños, donde quiera que se encuentre!
Gracias por hacerme tan feliz.

Doral.
Dic/2011

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La alegria de la navidad.

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La alegría de la navidad.


La alegría, ha llegado con el mes de diciembre. El buen humor, la voluntad y la esperanza florecen de nuevo en el corazón de la gente que como cada año se prepara en estos días para recibir en casita a una fecha tan especial como es la fecha del natalicio de nuestro Niño Dios: JESÚS EN EL PORTAL DE BELEM.

Un factor importante para disfrutar la navidad es tener una actitud positiva, y que esa influencia la reciban los seres que nos rodean. No importa cuán grandes sean nuestros problemas, nuestras tristezas, nuestras decepciones, nuestras frustraciones, o soledades, la vida de Jesús, se convierte en una promesa que motiva y levanta a chicos y grandes, sin importar la raza, el credo, la bandera o la nacionalidad.

Científicamente se ha demostrado que estar de buen humor, es crear betoendorfinas y esas sustancias generan las actitudes positivas que pueden ser contagidas de una persona a otra. Una persona que ríe, transmite una buena dosis de vibras livianas a su alrrededor. Las buenas maneras, las palabras de aliento, de fe, de esperanza, de buenos deseos, de ilusión, de pasión y de amor, están cargadas de esa energía positiva que da vida en abundancia.

Es apenas normal que durante todo el año tuvimos por allí algunos reveses molestos que acabaron con una buena parte de defensas orgánicas y que tal vez al llegar estas fechas algunas personas se sienten cansadas, fatigadas, entristecidas, nostálgicas o melancólicas y hasta con deseos de llorar, y no es un motivo de preocupación, se vale desahogarse ¿por qué no?

La navidad es una época en que la gente quiere pasarla bién, pasarla feliz, buscar ilusión que nos dé fuerzas y salir del atolladero en que nos ha tocado vivir y fomentar el entusiasmo para esas personas no es cosa fácil -lo sé-, sin embargo es menester darse cuenta que nadie hará por nosotros, lo que nosotros mismos no querramos hacer y si no lo intentamos ¿cómo saber de lo que fuimos capaces?

Es bueno para la salud entonces, recordar los momentos bonitos, algunos de niñez, otros de adolescencia, otros de juventud, y quizá otros de vida adulta. Los mejores momentos dije, de la vida que ya hemos dejado atrás, pues recordar es volver a vivir y si hemos de recordar momentos bonitos, ¿porqué no compartirlos con los demás? hablar de antaño, reirnos de las tonteras que hicimos o dijimos, los osos que pasamos, los recuerdos que llegan a la mente en estas fechas, el olor a la leña quemándose en la hornilla, el chocolate de abuela, el sereno de la noche, el canto de los gallos, el ladrar de los perros, los chicos tronando palomitas y cohetes, la luna brillando en el cielo, el rico frío del norte o un buen atracón de buñuelitos enmielados, o el ponche caliente de la tía preferida. ¿Qué más recuerdan ustedes de sus épocas de navidad?

Mis mejores deseos amigas queridas, recordándoles que una mano cálida sobre la espalda, una mirada tierna o un apretón cariñoso de manos puede convertirse en un bálsamo que alivia en el corazón de la gente mayor que se siente sola en esta navidad. ¿Te gustaría convertirte en ese bálsamo amiga(o)?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 12 de diciembre de 2011

¡Felicidades a la Madre de América!

¡Felicidades a la Madre de América!

12 de Diciembre en México, se conmemora el día de la Morenita, Madre de los Mexicanos y de algunos otros países del mundo.

¡Oh Virgen de Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!

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Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.


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Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; y a que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.


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Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo y a su Iglesia: No nos sueltes de tu mano amorosa Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.


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Contempla esta inmensa miel de amor, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y celosos dispensadores de los misterios de Dios.


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Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén muy unidas, y bendice a la educación de nuestros hijos.


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Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestra culpas y pecados en el sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma.Image Hosted by UploadHouse.com
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos, que son como las huellas que tu Hijo amado JESUS, nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios, podremos llevar a todos, la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo, vive y reina por los siglos de los siglos.



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¡Amén!
México, D.F. Enero de 1979.
S.S. Papa Juan Pablo II

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Podemos morir de vergüenza?



¿Podemos morir de vergüenza?


Se dice que la vergüenza es uno de los sentimientos que más preocupación causan al ser humano y en especial a la mujer que con frecuencia es la primera que tiene que dar la cara ante todas las situaciones cotidianas, y no es que al hombre no le guste dar la cara ¡no!, sino que la mujer en general, es la que siempre se hace cargo de sus cosas y las de los demás también, pero…

El problema no es ése; sino que hasta le sudan las manos, se le ponen frías cuando los nervios se trenzan en las entrañas antes de decidirse a actuar, y que no se anima porque le da vergüenza hablar, no se atreve porque piensa que no luce bien, tartamudea y piensa que todo mundo se fijará en ella y en lo que dice, y teme “regarla”.

Una terrible inseguridad asfixia como muro su garganta… ¡Trágame tierra!, y desearía mejor pasar inadvertida y en ocasiones hasta se cubre la cara al sentirse observada, como lo hacía en su niñez cuando se escondía bajo la falda de su madre cuando llegaba a casa un extraño.

Este fenómeno curioso, ha sido muy estudiado ya por la neuropsiquiatría, obteniéndose resultados muy interesantes, como por ejemplo: Deducir hipotéticamente que “morirse de vergüenza” es una conducta aprendida, el miedo al que dirán, a lo que pasará, a la mirada de los demás, miedo a hacer el ridículo, etc… ¡Es muy difícil mantener fija la mirada cuando alguien nos está mirando!, normalmente la persona tímida y vergonzosa, baja su mirada o la voltea hacia otro lado.

Claro que hay miradas más dominantes que otras, pero eso no obsta para tener que esconder nuestra propia mirada del otro cuando lo tenemos enfrente. A ver… ¿Qué tiene el otro que no tenga yo?, o ¿Porqué tengo que esconder la mirada cuando el otro me mira fijamente?, ¡Al contrario!, no tendría motivos para esconder la mirada si no padeciera de esa terrible vergüenza que está acabando con mi motivación y mi autoestima. ¿Cierto?

Aquí es importante señalar un factor importante que es la edad del adolescente, que es cuando los chicos y chicas están viviendo su etapa de búsqueda de identidad personal y les preocupa mucho la imagen que los otros tengan o puedan tener de él, les importa mucho la aceptación de los demás. Es una etapa de maduración orgánica y un proceso de interacción sociocultural, que no debe prolongarse demasiado.

Es apenas normal “sentir vergüenza” causada por situaciones de inmadurez e inexperiencias, pero conforme la personalidad se va templando, esos síntomas deben ir desapareciendo gradualmente, de lo contrario, allí hay un problema patológico muy urgente de atender. Es muy incómodo vivir siempre avergonzándonos de todo y de todos y vivir “con la cola metida entre las patas” como se dice coloquialmente ¿verdad?

Se supera la debilidad, dejándola atrás y sentir que “nos morimos de vergüenza” por lo tanto es una conducta que puede ser modificable, nadie está peleado(a) con su derecho a crecer a progresar o sentirse bien consigo mismo(a) y proyectarse auténticamente ante los demás sin miedos ni temores nunca a nada, ¿saben por qué?, porque todos somos seres humanos, e igual que un presidente o un diputado, tú, yo y los otros, todos nos cepillamos los dientes y vamos al baño igual que todos, ¿o conoces a alguien que no tenga la necesidad de hacerlo?

Entonces dime: ¿Porqué no intentar (por lo menos), dominar esos miedos? ¿De qué tienes que avergonzarte tanto ante los demás?, vergüenza debe ser robar o matar y mira, que quienes lo hacen puf, no sienten ni la más mínima piedad de su prójimo, qué ironía tener que decirlo así. Eso es todo.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¡El amor llegó a mi corazón!


¡El amor llegó a mi corazón!

No cabe duda de que cuando el amor llama a las puertas del corazón femenino, la mujer enamorada es capaz de todo. Cuántas fuerzas nacen, no sé ni de qué parte del alma, floreciendo y perfumando todos los rincones del mismo ser. La mujer enamorada se transforma en una verdadera mariposa que hace verano en las ramas más altas de la felicidad, desde donde brotan hermosos ramilletes de ilusiones, sonrisas secretas y esperanzas, ampliando el horizonte del amor, de la fe y de la confianza más profunda en el ser amado, pero algunas confianzas, desgraciadamente resultan traicioneras, veamos el caso de Luz Aída:

“Yo estaba sola, tenía muchos años esperando que del cielo bajara el milagro de volver a amar a un buen hombre, que sacudiera todas las fibras de mi alma, que me amara, que me respetara, que me protegiera, que me valorara, que me diera un lugar en la sociedad, ya que mis dos anteriores relaciones fueron un fracaso, mis hijos han crecido sin padre, yo misma no conozco la alegría del amparo, hasta que llegó “él” a mi vida.

Lo conocí en mi trabajo, al principio tenía reservas en permitir que un extraño se me acercara más allá de lo establecido, y sin yo darle motivos, empezaron los detalles, las llamadas, sus bellos gestos hacia mi persona, su forma tan exquisita de tratarme con respeto, con delicadeza, con sencillez y con tacto refinado.

Supe que era un hombre viudo, sin hijos, con una preparación académica envidiable, una habilidad increíble para las relaciones públicas, y con una paciencia infinita para conquistar a una mujer “rejega” y cabrona como yo. Pero al poco tiempo de tratarnos, me desarmó con su “don” de mirarme y decirme tantas cosas hermosas con esa mirada de “perro apaleado” que no tiene adónde ni con quién descargar las miserias de su soledad tan similar a la mía.

Empecé a salir con él, a los tres meses de conocernos, me enamoré profundamente de él y al parecer también él de mí. Nada le era imposible a su alrededor para tenerme contenta, me trataba como si yo fuera lo más importante y lo más hermoso para él. Yo me sentía afortunada y una mujer completamente feliz, pensé que por fin había encontrado a mi verdadero amor, hasta que un día de pronto desapareció por completo de mi vida, mi corazón atrapado en la incertidumbre empezó a doler fuerte, todo indicaba que se lo había tragado la tierra, había vendido su casa, ya no se apareció más por mi trabajo, ya no me llamó, ya no me buscó y yo… ¡Dios!, yo sentía morirme por no entender lo que había pasado, me llené de angustia y desesperación. No sabía que pensar, no sabía qué más hacer ni a quién más preguntar. Nadie sabía nada de él.

Los días pasaron grises, los meses aplastaron mi esperanza de volverlo a ver. Hoy a casi un año de haberlo perdido, me confirmaron que tengo SIDA, el mundo entero se me vino encima, al principio lloré como lo hacen los condenados a muerte, después supe que aquella relación había terminado con muchas cosas hermosas de mi vida, pero finalmente me convencí de que debía hablar, de que debía confesar mi pecado de haber amado a un hombre que nunca fue sincero conmigo, a un hombre que a pesar de todo, no le deseo ningún mal, lo he buscado mucho y ahora a través de esta página de mujeres que conocí recientemente, quiero decir que de verdad no le guardo ningún rencor y que si de casualidad llegara a leerme, pedirle que hablemos, que busquemos ayuda, sé que yo estoy mal, pero también sé que él no la está pasando mejor, entonces juntos podríamos luchar contra esta enfermedad hasta la muerte. Gracias. Luz Aída.”

Un caso estremecedor en el que se mezclan los sentimientos más extraños en el corazón de una mujer que por amor, está dispuesta a todo, hasta su último aliento. Testimonio vivo de un ser que clama por la justicia divina: Aceptar de nuevo a ese hombre en su vida con tal de salvar a su gran amor, pero aquí cabe preguntarse: ¿Qué va a pasar con los hijos de nuestra protagonista?, ¿Cuál será la reacción de su familia al enterarse?, ¿Hasta dónde es capaz de llegar una mujer cuando decide dejarse llevar por los sentimientos de su corazón.? Las respuestas quedan al aire y de ustedes amigas lectoras, la oportunidad de participar con sus valiosos comentarios.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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