miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Porqué gusta tanto el sexo por teléfono?




¿Porqué gusta tanto el sexo por teléfono?



Es el propósito de este tema, profundizar seriamente en los llamados “Amores a control Remoto”, que por cierto gustan tanto a algunas personas adictas al sexo, principalmente a aquellas que son principiantes en estas cuestiones de índole muy personal.

Se conoce que las emociones son más intensas cuando mantenemos los ojos cerrados, ¡jo! ¿será por vergüenza? –quizá no tanto sea por vergüenza- sino porque sube más la adrenalina cuando usamos la imaginación y hasta la necia fantasía.

Y sostenido éste “secretito a voces”, por experiencias directas de algunas mujeres que prefieren hacer el amor con la luz apagada (aunque su pareja le opine lo contrario), no sería tan extraño deducir que aquellas mujeres que se desvisten a oscuras, lo disfruten más (una forma íntima de conservar su pudor), antes de que lleguen al momento culminante e inevitable de la tan esperada entrega de su cuerpo al ser amado.

Pero, ¿qué pasa cuando las parejas no se atreven, o por alguna razón no pueden tener intimidad en vivo, en directo y a todo color? ¡mh!, veamos: Hay muchas formas de hacer el amor, sin necesidad de tener sexo físicamente.

Los teléfonos por ejemplo, son el medio más común para empezar con el ritual del cortejo galante tan estilado en los señores y la sonrisa tímida y seductora de las damas, acompañada de una buena dosis de inspiración, profundo cariño, respeto, confianza y amor hacia el hombre de sus sueños.

Algunas parejas suelen hacer más emocionante el momento, hablando en principio de todo, menos de aquellito de: “a lo que te truje chencha, o sea... a lo nuestro, vamos”. Y al cabo de algunos momentos de “calentar motores”, ya se enfrascaron ambos en tremenda avalancha de besos bien tronaditos al auricular telefónico, suspiros y gemidos arrobadores… ¡capaces de sacudir al universo entero!: “¿Sabías que deseaba mucho este momento?”, “Mi amor, te necesito”, “Ahora te voy a amar más”, “Ahora soy tuya”, “Ya nada ni nadie podrá separarnos”, “Se me antojaba mucho hacer el amor contigo”, “no me animaba a pedirtelo”, “pensé que me rechazarías” “Te amo y t.d.c.o.” etc.

Dulces frasesitas de caramelo para un momento especial e inolvidable. El hombre muy enamorado, le baja a su mujer el cielo y las estrellas (con todo y polvo cósmico), antes de verse y continuar con aquel idilio personalmente y frente a frente, sin tantos cables, circuitos, alambres e hilos telefónicos que impiden el roce con la piel tan amada y añorada.

El cortejo de parte y parte suele alargarse por horas enteras, sin importar quién de los dos pagará la llamada, ninguno de los dos desearía cortar la comunicación, es muy rico el manjar para quedarse con hambre. Las palabras bajan de tono y suben de color: “ya me tienes excitada” o “ya estoy lista”…¡DIOS!, pero si el hombre ya va por el segundo round de la pelea, y con voz adormilada y toda temblorosa de pasión, apenas si alcanza a contestar: “volvamos a hacerlo mi amor”, ella sólo responde con un apagado gemido: “lo estoy deseando” y arde de nuevo la hoguera telefónica.


Y qué chistoso, a algunos hasta se les corta la comunicación justo en el momento preciso de la entrega: “¿qué pasó mi amor me cortaste el avión?” –Nó; me recargué en el teléfono y sin darme cuenta se cortó la llamada- Se puso tan nerviosa y tan despistada la pobre mujer, que hasta en los cables se enredó sin querer. En fin… ¡Suele suceder!.

Pero veamos también en Internet, es otro medio que se presta para hacer el amor, o para tener sexo… ¡y hasta con camarita! ay; los más atrevidos y afortunados que no dejan pasar la oportunidad para aprovechar al máximo los avances de la ciencia y la tecnología a su servicio indiscriminado

Aquí ya van directos y a la vista de los enamorados: Los gestos, la mímica, las poses, el strip tease, las insinuaciones…¡el show completo!, y por el mismo precio… ¡Santo Dios!, ¿hasta dónde vamos a llegar?, ¿Será posible que algún día hasta se llegue a formalizar y legalizar el matrimonio por teléfono y por Internet?… ¡Porque consumido ya está, a diario y en demasía!, incluso hasta con personas que ni siquiera se conocen personalmente.


Ustedes, ¿qué opinan amigas lectoras?

Reciban mis saludos con respetos y cariño.
Doral.

martes, 29 de septiembre de 2009

¿Cómo las prefieren los hombres, maduras o jóvenes?



¿Cómo las prefieren los hombres, maduras o jóvenes?


Se sabe amigas queridas que la fruta madura, solita se cae del árbol, y así como al árbol que tiene más frutos es al que más pedradas se le tira, pues no tendría nada de raro ver que entre tanta pedrada recibida, cayeran también al suelo algunas frutillas verdes o comúnmente conocidas como: “tiernitas”.

Me refiero enfáticamente al estatus de la mujer en general frente a las miradas, deseos y pasiones desmedidas del hombre que se siente el más macho en el tiempo y a través de todos los tiempos.

Parecería increíble el hecho, de que el hombre cazador o casanova, cuanto más ligue tiene, más astuto y zorro se vuelve para conquistar mañosamente el corazón de una mujer y así obtener sagazmente las mieles que de su presa, pueda obtener gratuitamente.

Entre más experimentado se sabe, también se siente más seguro y triunfador de poder seducir no sólo a la mujer madura (o sea a la de su edad), sino también a las jóvenes que son las más inexpertas, ingenuas e ilusas, pero también las más deseadas y apetecidas por esta clase de “gavilanes” con los bigotes blancos, pero sintiéndose halcones conquistadores de la eterna primavera.

¿Se han puesto a pensar amigas queridas, por qué los hombres maduros sienten tanta atracción, orgullo y satisfacción de tener a mujeres jóvenes en su cama?

Obviamente esto se debe a que la mujer joven, con su piel tersa, hidratada, firme y maciza, sus labios vírgenes y puros, sus pechos frescos y a flor de piel, hace rejuvenecer al hombre maduro, le cumplen sus caprichos, le hacen de todo y la jovencita no sabe decir que no a nada, le levanta su autoestima al varón, lo hace sentir más hombre, más interesante, más macho y en algunos casos hasta lo vuelve loco dejándose avergonzar por darle gusto al agitado y desesperado “semental” que casi se infarta al eyacular tratando de demostrar una virilidad que está muy lejos ya de poseer.

Contrariamente sucede en el caso del hombre joven. Éste por instinto siempre busca a la mujer madurita para experimentar, no le llenan sus expectativas, ni le atraen, ni le satisfacen las chicas más jóvenes, las considera sosas, frías, flacas y vacías. Se tiran a la aventura hasta encontrar mujeres añejaditas (sabrositas dicen), con mucha experiencia y “pechonalidad” que les puedan enseñar cómo hacer el amor.

El jovencito está tan lleno de energías, inquietudes y deseos de debutar como macho, que no piensa a veces en las consecuencias de sus actos y hasta termina enamorándose de su dulcinea maravillosa, y considerándola su Venus de Milo, su Diosa, y escultural madona que lo deja satisfecho en la cama, pero confuso en su corazón.

Como podemos observar, ambos extremos se tocan, tanto el hombre ya en edad madura, se niega a renunciar a sus campos de actividad sexual con mujeres en “edad desigual”, o que bien podría ser su hija, o hasta su nieta. El hombre se aferra a la mujer joven, casi como si se tratara de un condenado a muerte (hay excepciones).

Y la mujer madura, por el contrario, no es tanto que le satisfaga total, o enormemente el que le hagan el amor con locura de mocedad, y que la enciendan hasta la saciedad como si nunca nadie se lo hubiera hecho sentir, sino que ella busca llenar otra clase de vacíos con ese tipo de satisfactores.

La mujer busca sentirse amada, querida, atendida, valorada, buscada, deseada, y de cierta manera: “Necesitada más que nada en el alma”.

Los afectos de la mujer no se concretan a los límites de la piel que pide y exige sexo… ¡No! Los amores, pasiones y deseos de la mujer, sea madura o sea tierna, van mucho más allá de la piel, y no se concreta sólo en el sexo, ¿qué importa que este sea de un hombre joven o de un hombre adulto? Si después de todo la mujer siempre está de ajustes de cuentas con la ingenuidad.

Por lo tanto, mujeres maduritas, o mujeres tiernitas, debemos reconocer que lo que mueve a la mujer no es la edad, ni la razón, sino la emoción. Ella inventa, experimenta, crece, corre riesgos, rompe reglas, se equivoca, lo vuelve a intentar, se divierte, ríe, llora, canta, pero siempre… ¡Buscando la lealtad! ¿lo podrá acaso comprender así el hombre de nuestro mundo?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Mujeres, ¿Sexo-servidoras?



Mujeres, ¿Sexo-servidoras?

Amigas queridas, hoy vamos a tratar un tema considerado del género “tabú”, y más aún cuando es debatido entre mujeres, pero es igual… Trataremos este interesante tema comentándolo ampliamente, sin tapujos, ni pelos en la lengua.

Cuando alguien escucha o lee esta palabrita compuesta y comprometedora “Sexo-servidoras” seguramente se irá con la idea de que se trata de mujeres que ejercen con libertinaje la prostitución, pero se equivocan lamentablemente y vamos a verlo ahora mismo:

La mujer al enamorarse, lo primero que hace es estar disponible para atender a su pareja en todas sus solicitudes, y siempre da más y mejor de todo lo que su hombre le pueda pedir y a veces hasta llegar a exigir.

Ellas no esperan a que su pareja les pida comprensión, atención, respeto, fidelidad, cariño, devoción a la relación. La mujer enamorada toma la decisión e iniciativa de entregarlo todo por amor, se entrega “hasta las chanclas”, incluso a veces sin ser correspondida en la misma proporción.

Las mujeres enamoradas siempre están dispuestas a compartirlo todo, entregan su cuerpo, alma, sentimiento, razón y más… por amor, aún sin que se les solicite, porque ya llevan por defául en su propio amor, todo el caudal de virtudes que se constituyen en belleza física e interna, misma que le da a la mujer, toda la capacidad para servir desinteresadamente por amor a su pareja, y sin pedir nada a cambio. ¡Eso es glorioso!

El amor que siente una mujer bella, no es un producto o servicio que se pueda ofrecer y hasta vender al mejor postor, aunque haya algunas que desgraciada y lamentablemente sí lo cambian por dinero.

No es nada extraño de ver en nuestro mundo, ni debemos de alarmarnos, porque algunas semejantes sí se abaraten de tal forma. Algunas por necesidad, otras por chantajes, otras por dominio e imposición, otras por manipulación y explotación de hombres vividores, (tratantes de blancas, o chulos se les llama), u otras por costumbre, hábitos, vicios o malos ejemplos, otras por gusto y otras hasta por experimentar solamente.

-¡Qué triste decirlo de esta manera! - Mujeres que están expuestas a todo tipo de privaciones, humillaciones, vejaciones y hasta de infecciones virales, y nos guste o no; debemos y tenemos que reconocer que la mujer que mal anda…¡mal acaba!. No hay remedio, tenemos que decirlo así, aunque suene burdo, soez e ingrato.

Y en este marco: ¿Cómo se podría considerar entonces también a algunos hombres que hacen exactamente lo mismo con las mujeres que tienen que pagar cantidades fuertes de dinero para obtener un momento de placer?, porque existen señores que también se venden, y muy caro por cierto.

Ellos son astutos y hábiles en el arte de la seducción, unos gígolos de primera clase para ofrecer sus servicios de compañía masculina. Pero sin rayar en la exageración, debemos reconocer que también hay hombres muy honestos, que no se prestan ni se prestarían jamás, a ésta clase de actos aberrantes, por demás prosaicos y vulgares, aunque la sociedad lo considere “Un mal necesario”… Vaya necesidad… ¡me entero!

Sin embargo; y por conclusión, el concepto de: “Sexo-servidoras”, no implica necesariamente tener que aceptar que todas las mujeres del mundo podrían caer tan bajo, por el sólo hecho de entregar su cuerpo.

¡OJO!, La mayoría de las mujeres entregan su cuerpo por amor, (¿eso es acaso un delito?), aún siendo vírgenes o no físicamente, y por sentirse “clavadas” o cautivas de tan hermoso sentimiento que se llama: “Amor” ¿No es eso acaso, un acto o servicio incondicional y gratuito?

En un matrimonio por ejemplo: Es cierto que el hombre debe aportar dinero para su casa, y que es la mujer quien tiene la responsabilidad de saber administrarlos correctamente, pero eso no implica ni indica que ella esté “vendida” o se haya “vendido” a su hombre.

Ella firmó un contrato al casarse, aceptando anticipadamente el DON de pertenecerle en cuerpo, alma, sentimiento y razón a su señor esposo, eso es totalmente distinto, porque también su hombre al firmar el acta matrimonial, se donó voluntariamente a ella, le pertenece a ella completamente.

Ambos de común acuerdo hicieron ese pacto de entrega recíproca y desinteresada para vivir juntos el resto de sus vidas, haya sexo o no entre ellos; pero ambos a su vez “SE SIRVEN” mutuamente y eso es innegable e irrebatible.

Entonces, finalizo este tema haciéndome una pregunta: ¿Se le puede considerar “Sexo-servidora” a una mujer que por vía legal y honesta, ejerce su sexualidad (a la cual tiene todo el derecho del mundo), con su legítimo esposo y compañero?

Creo que ustedes mis amigas lectoras, a estas alturas de lo aquí expuesto, tendrán ya una respuesta y mucho me gustaría conocer vuestras valiosas opiniones, que espero sean francas, abiertas y sinceras, no hay que tenerle tanto miedo a las palabras por favor. ¿De acuerdo mujeres bellas?

Saludos afectuosos con mi respeto y cariño siempre.
Doral.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Se busca mujer, ¡Buena, bonita y barata!



Se busca mujer, ¡Buena, bonita y barata!

El estatus de la mujer moderna, ha entrado hoy en día al mundo de las clasificaciones exigentes por parte del hombre, especialmente de aquél seleccionista, cuando se trata de buscar pareja estable, y con más razón si esa búsqueda es a través de Internet sólo para pasar un rato agradable.

En algunos sitios de Internet, y también en el mundo del cine, prensa, radio, televisión, etc. se acostumbra a menudo clasificar las preferencias de sus programas con etiquetas.

Por ejemplo: Clasificación A, es apta para toda la familia, clasificación B, es apta para adolescentes y clasificación C, es apta para adultos. Bueno, eso ya no es novedad sino andancia, pero también a esta última, la clasifican como triple x, o sea “zona roja o erótica”.

En la Internet como en algunos otros sitios masivos de comunicación, esta clasificación ha cobrado mucho auge, y se le encuentra de forma indiscriminada en los estratos llamados de “zonas calientes” ya no quieren saber si allí hay mujeres menores de edad, o niñas, sólo buscan a una mujer para satisfacer sus instintos sexuales más salvajes; sólo la piden que sea: Buena, bonita y barata.

A ver; veamos esto que suena interesante para desglosarlo:
En primer lugar: ¿A qué ser refiere el hombre con eso de: “buena”, “bonita” y “barata” ?

¿Buena en el sentido de bondad? ¡O que la mujer esté bien buena!, que tenga las bubis de Pamela Anderson, las nalgas de Jennifer López, los labios de Cindy Crawford, las piernas de Carmen Electra o de Tina Turner ¿o qué?

¿Qué sea bonita?, pues eso depende de lo que para el hombre signifique la palabra: “Belleza”, porque si está buscando sólo atractivos visuales que nomás luzcan bonitas por fuera, frescas, radiantes, lindas y por dentro no encuentre nada, seguro que de tanto comer carne todos los días, ese hombre lueguito se va a indigestar y a parte se quedará con la cara de mango chupado, eso buscaba y eso encontrará, ¿de qué se podría quejar después?

¿Que sea barata?...¡Ah, y encima tacaño el hombre!, que no le gusta pagar, que le pesa meterse las manos al bolsillo para poder tomar lo que hay en el corazón de algunas mujeres, ¡puf!… ¡valiente caballero!, que más que nada parece caballo buscando su paja gratis (perdón por decirlo así), pero en serio; hay hombres tan cínicos que encima de que no aportan nada en la relación, todavía tienen el descaro de timar económicamente a la mujer, de hacerle fraude de sentimientos, de explotarla, de manipularla, de humillarla, de maltratarla… caray, ¿de qué te dan ganas?

Afortunadamente para la mujer, ya los tiempos han cambiado. Las chicas de hoy ya no son como las mujeres de antaño que por ignorancia o por tradición se dejaban arrastrar por la ignominia del macho caliente y lascivioso en busca de placeres sexuales en los que la mujer caía muy fácilmente con halagos traicioneros.

En la actualidad las mujeres la piensan dos veces antes de caer, y con justa razón, si a ninguna mujer le gusta que le digan: ¡Te busco porque estás buenota, eres chula y me sales barata!

¿Ustedes qué opinan amigas lectoras?

Saludos con mis respetos y cariño siempre.
Doral

Fotografía: “La Potranca” de Autlán Jal. Méx. excelente compositora norteña y locutora de RadioAire, gracias Erika, por tu bellísima imagen. www.erikavidrio.net

viernes, 25 de septiembre de 2009

¡La mujer incondicional!

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¡La mujer incondicional!



Dice un dicho muy gastado por allí amigas queridas: “Amar, cuán bello es amar”, y tiene razón, porque amar es la causa o razón más poderosa que tendría una mujer para armar mil formas de querer en su corazón, y hasta de inventarse amores de necia fantasía y montarlos en castillos construidos en el aire, rodeados de hermosos jardines de ilusión, pero…

No importando cuán efímero sea el momento, hay mujeres que les gusta vivir dentro de esa burbuja tan frágil, endeble, delicada, riesgosa y a la vez peligrosa para atreverse a forjar sueños de cristal que pueden romperse en mil pedazos en cualquier momento.

Entonces, cuando el amor se vuelve un capricho, la mujer no sólo se convierte en una mofa humana con ojos insensibles, sino en una “cosa incondicional”, cegada por la obsesión enfermiza de un amor adulterado por todos los rincones de su estructura ósea.

Y en ese estado tan lamentable, no es raro encontrar casos como el de una mujer que deforma su amor y devalúa sus propios sentimientos, los abarata, los pone en oferta y hasta se ofrece incondicionalmente al primer hombre que le muestra cualquier detalle o gesto de amabilidad, o sucumbe ante los halagos traicioneros.

Hey chicas… Mucho ojo… ¡Quietas allí!

Ese tipo de mujeres, están tan necesitadas de afecto, tan desamparadas emocionalmente, que caen muy fácil en las manos del hombre casanova y seductor, oportunista vividor, que es capaz de hacer con ellas, lo que se les da la gana, y una vez satisfechos sus instintos machistas, sin tocarse el corazón también las desechan de sus vidas como si fueran “trapos sucios” que ya no sirven para nada.

¿Por qué tiene que ser así? ¿Qué acaso la mujer vale tan poca cosa como para no fijarse a sí misma un precio? y que conste que no estoy hablando de dineros monetarios, sino de capitales cósmicos, o valores más trascendentales como: La ternura, la fidelidad, la atención, el servicio desinteresado al ser amado, el altruismo, el amor, el respeto, la dignidad, el compromiso, la humildad, la nobleza del alma… y tantas otras cosas que son realmente las que hacen valer con excelencia a una mujer por lo que ella es interiormente, y no por lo que pueda ofrecer físicamente en un momento desesperado.

Mujeres hay millones que viven condicionadas por el hombre y acondicionadas por sus propios sistemas de vida. Mujeres que de verdad no meten las manos, ni abren la boca para defenderse ni para rescatar sus derechos, ¿será acaso que no conocen cuáles son sus derechos?…. Vaya, me entero… ¡Qué interesante! ¿En pleno Siglo XXI?

¿Quién va a creer eso? ¡Yo no! y entonces… ¿QUÉ ESPERAN PARA DEFENDERSE?
Pues bien; ya no más… ¡Llegó la hora de rebelarse mujeres ante esa sumisión estoica, caduca, anticuada y demodada, que ya no va con nosotras amigas! Ya no va con nuestra personalidad de mujeres fuertes, decididas, seguras, suficientes, y guerreras amazonas de nuestro mundo.

Ya no está la vida actual como para seguir siendo “las musas incondicionales” que ya no piden ni exigen nada (como dice una canción y hasta parece de burla), y de pilón hasta son ultrajadas en lo más íntimo de sus corazones, utilizadas, humilladas, vejadas, maltratadas y por demás desdeñadas con desprecios y fraudes de sentimientos.

¿Le sigo?...

¡NO!, no voy a seguir, porque si le sigo no voy a parar (esto calienta la sangre a cualquiera), y es justo mejor, remitirme a esperar sus valiosos comentarios con todo el respeto y el cariño que todas ustedes amigas lectoras merecen.

Las quiero amigas…¡mucho! aunque la mayoría de ustedes permanezcan silentes, lo respeto y de verdad conmigo no hay ningún problema, porque motivos tiene el corazón, y el miedo, razones tiene quizá para callar. ¡Igual! seguiré escribiendo para todas vosotras, con todo mi amor.

Doral.

jueves, 24 de septiembre de 2009

¡Sueños de Mujer!



¡Sueños de Mujer!


Hoy vamos a abrir nuestra carpeta de sueños más secretos. Veamos qué es lo que guarda nuestro jardín de recuerdos más preciados desde que éramos niñas.

Analicemos detenidamente con franqueza y con absoluta sinceridad, todos esos anhelos escondidos secretamente, o guardaditos celosamente en los dinteles del tiempo que detuvimos en los suspiros más profundos del alma, y que han permanecido ocultos en el trasfondo del corazón femenino, convertidos en pensamientos muy íntimos, sumergidos como perlas preciosas engarzadas en el hilo de la divina ilusión de esa amazona romántica y soñadora, ermitaña, reflexiva y altamente espiritual, que vive y habita en un cuerpo… ¡Con figura de mujer!

Ella; la Eva que todas las mujeres llevamos adentro, tan inquieta y luchadora, tan curiosa por naturaleza y tan ingenuamente pretenciosa, nos pone a pensar. Sí; si… La princesa soñadora de los cuentos de hadas…

La mujer pensadora que se dice a veces apensionada o apasionada también sueña, pide, grita, gime y llora… ¡Porque es Mujer!, porque se sabe bella, porque le arrebataron sus sueños de mujer, porque no la dejaron ser, porque no la dejaron crecer, porque no la dejaron madurar, porque no la dejaron realizar sus más caros anhelos, porque le coartaron toda la posibilidad de ascensión y la dejaron allí, mutilada y abandonada en un rincón de su tierno corazón, como una muñeca rota, con su zapatito de cristal perdido, como una cenicienta esperando que llegue el príncipe azul de sus sueños de toda la vida.

Todas las mujeres somos Evas, ¿y en qué cosas soñamos todas las mujeres?
Algunas intrépidas, sueñan en tomar toda el agua del océano con sus dos manos, otras sueñan en volar a la luna en una avioneta de corto vuelo, otras sueñan con atrapar todo el aire y el viento en un sólo suspiro, otras le apuestan todo a una sonrisa, y se sienten capaces de enterrar el alma de su amado, en su alma propia a través de un solo beso.

Y otras mujeres más ambiciosas, sueñan con castillos en el aire, se sienten Reinas, Guerreras y Diosas de la más sutil sensualidad, seductoras por convicción, pecositas regalonas por devoción y doctoras del alma por su gran amor.

¿Y aquellas que han hecho ya muchos cursos de dolor? ¿En qué sueñan esas mujeres? Aspiran seguramente a encontrar a su alma gemela en un libro de poemas, en una canción, en un recuerdo o en una oración, pues tenaces son en la constancia, y más hermosas en la espera, deshojando margaritas y volteando en un balcón.

Y algunas otras mujeres dolidas, aprendieron a pisar fuerte el acelerador de retos a su destino: “Yo lo amo y tiene que volver a mí”, “Nadie lo podrá amar igual que yo”, “no importa que se haya ido, sé que sigue pensando en mí”, “Yo fui la primera en su vida”, “Me dijo que es a mí a la que ama”, “lo voy a esperar toda mi vida”, “no puede ser que me haya olvidado tan fácil”, “no acepto que me haya cambiado por otra”, etc.. Y se valen esas mujeres de cualquier excusa o pretexto para seguir soñando con que aquel hombre de sus sueños volverá rendido a sus pies.

¿Cuántos millones de mujeres en el mundo siguen soñando con el amor que ya se ha ido?, se niegan a renunciar a la esperanza, se aferran al pasado, no quieren soltarlo, no quieren dejarlo ir, aunque se les vaya la vida volteando por el balcón de sus quimeras, chupándose el dedo y rascándose la barriga, vestida de sueños de tul ilusión, despierta en la aurora de luz inmortal, cortándole las uñas a la luna, o contando borreguitos cada noche, abrazadas a la oscuridad sedante de su cuarto.

Pero algunas otras mujeres sí corren con más suerte, se consiguen otro galán bien prontito, lo idealizan, lo ponderan, lo suben con todo y zapatos directito al trono de su lumisial del alma, se entregan completas en cuerpo, alma, sentimiento y razón, dejando vacío su tanque de reservas, para descubrir de pronto que no era lo que ellas buscaban, ni esperaban de aquel hombre que les preñó el alma con sus halagos traicioneros o con su voz de actor, y se siguen sintiendo ermitañas, y ninfas ilusas de la tenaz fantasía de sus sueños de mujer.

El tiempo se les va quedando dormido en esos sueños de mujer profundamente enamorada del amor, no hay nada ni nadie que les llene su vacío existencial, ni aún que tengan a su lado a otro compañero, caballero y noble que trata de ser calidez y complemento en sus vidas.

¿Por qué las mujeres se siguen sintiendo vacías aún después de haber contraído matrimonio por primera, segunda o por tercera vez? ¿Por qué siguen aferradas al concierto de sueños tan suyos, que quizá para algunas personas parecieran ser ingenuamente pretenciosos, melodías del alma, o notitas de su corazón?

¡Se vale soñar!… ¿Quién dijo… o dónde está escrito que esté prohibido?

Ustedes amigas queridas, ¿Qué opinan?
Mis respetos y cariño siempre,
Doral.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

¿Te gustan los chocolates, mujer?



¿Te gustan los chocolates, mujer?

¿Te gusta el chocolate?
¿Tienes miedo al chocolate?

Hoy veremos, de manera informativa teorías que ni remotamente sospechábamos con respecto a las bondades de su majestad “El Chocolate” que tanto ha endulzado la vida de la mujer en todas las épocas de la vida, desde nuestras abuelas del año del caldo, hasta nuestras nietas del Siglo XXI.

Tras darnos una vueltecita por la “Agencia Escrito” de El Debate de Culiacán, hemos podido recopilarles un montón de interesantes datos acerca del chocolate, datos que quizás desconocías:

“Estilo”, nos dice que diversos estudios han comprobado que el chocolate negro (por ejemplo), ayuda a bajar la presión arterial en personas hipertensas y además tiene un efecto protector frente a otras enfermedades por sus efectos antioxidantes.

A pesar de todos los mitos que rodean a esta delicia, las investigaciones sobre las propiedades del chocolate han llegado a la conclusión de que el cacao (alimento rico en flavanol), que es un tipo de antioxidante, es el responsable al momento de mantener una presión arterial saludable (es bueno para el corazón), consumirlo resulta quizá la mejor experiencia; sin embargo para que tenga mejor efecto conviene elegirlo negro; es decir, sin leche y en pocas cantidades. Pero conozcamos más sobre este rico alimento que es más que un simple antojo.

En varias investigaciones, se han despejado ya las dudas acerca del papel protector de los flavonoides que contiene la semilla del cacao (la venden molida y la llaman cocoa), y del chocolate frente a la enfermedad cardiovascular.

De acuerdo con el Instituto Nacional Italiano para la Investigación de los Alimentos y la Nutrición en Roma, el flavonoide responsable que actúa como antioxidante en los vasos sanguíneos y previene la formación de placas de arteriosclerosis, es la epicatequina que también es otra propiedad encontrada en el cacao.

No obstante, los investigadores subrayan que el efecto antioxidante del cacao se inhibe normalmente por acción de la leche con la que se acompaña, tanto su presentación soluble como buena parte de las pastillas de consumo de chocolate más extendido. Una pequeña tableta de chocolate negro sin leche aporta al organismo (según estudios), tantos flavonoides como seis manzanas, algo más de cuatro tasas de té, o dos vasos de vino tinto. Así que amigas… ¡Fuera culpas! y a comer chocolates.

La grasa saturada de la manteca de cacao, el ácido esteárico, no aumenta el colesterol malo, al contrario, parece ayudar al hígado a eliminar el exceso de ese lípido de la sangre. Tampoco salen más granos en la cara como se cree y no hacen creer por abusar del chocolate, aunque es obvio, que una dieta sana mejora siempre el estado de la piel, el acné por ejemplo, se debe a una producción excesiva de sebo causada por factores hormonales, y no dietéticos.

Y con respecto a la migraña, una investigación asegura que el chocolate no provoca dolores de cabeza, que no le anden echando la culpa al pobre chocolate de sus frustraciones y angustias acumuladas, o proyectos inconclusos.

De las caries, es cierto que existen alimentos más cariógenos que otros y que el chocolate, por su contenido en azúcares, se encuentra entre los de mayor riesgo. Sin embargo, si este y otros alimentos cariógenos se consumen con las comidas y antes del cepillado dental, el riesgo y peligro desaparecen.

En síntesis: Echemos al cesto de basura los mitos, los hitos y todos los pitos que toquen, quienes hablan tan mal del pobre chocolate y disfrutémoslo en todas sus presentaciones; líquido o sólido, caliente o frío, de noche o de día, el chocolate siempre es y será bienvenido para endulzar las amarguras de nuestra vida y olvidémonos de que engorda si lo consumimos con prudencia y moderación.

Tampoco agrava el acné ni las espinillas, ya que las propiedades grasas del cacao no se acumulan en las glándulas sebáceas. Tampoco crea adicción, ya que ese deseo que produce con frecuencia el dulce, se debe a situaciones de bajo estado anímico, o presencia de síntomas depresivos, o en el período menstrual de la mujer.

Este efecto puede explicar el consumo excesivo de chocolate. Y de las pobres migrañas, pues a buscarles solución por otro lado, porque si bien es cierto el cacao y los chocolates presentan cantidades apreciables de ciertas sustancias como la tiramina, histamina, y la feniletilamina que se relacionan con la aparición de migrañas, se ha comprobado que el detonante de la migraña se debe a varios factores que nada tienen que ver con el chocolate, y la participación de dichas sustancias, no se ha podido establecer de forma concluyente.

Pero no te traumes mujer…¡Disfruta tu chocolate, y compártelo con los tuyos, sin olvidar que el mejor ingrediente que posee el chocolate... es la dulzura que lleva en el corazón!

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

martes, 22 de septiembre de 2009

¡Yo no quiero, ni acepto ser tu amiga!




¡Yo no quiero, ni acepto ser tu amiga!


Qué difícil e increíble nos parece a veces, tener que entender que las cosas pasan en la vida por una poderosa razón de Dios, y no sólo por un capricho de nuestra naturaleza interior y humana de mujer. Que todo en la vida tiene una razón de ser, que no existe la casualidad sino la causalidad, y que ni una sola hoja de un árbol se mueve en este mundo sin la voluntad de Dios, y que para Él no existe la palabra: "Imposibilidad" mientras que para nosotros los seres humanos hay miles de imposibilidades porque a todo le ponemos límites.

La mente humana no está capacitada para viajar al valle de lo ilimitado, lo desconocido, o a lo que va más allá de lo establecido por una sociedad tradicionalista que nos juzga y nos condena, sin darnos ni el tiempo ni el derecho ni siquiera de defendernos, especialmente a las mujeres que nos enamoramos a veces de la persona menos indicada.

Entonces, en ese estado tan lamentable, no es difícil adivinar la suerte que le espera a toda mujer que vive colgada de esas limitaciones y que cuando rebasamos esos límites, nos hacemos candidatas gratuitas al desequilibrio, a la confusión, a la desesperación, a la frustración y por lógica terminamos batiéndonos en el charco de la autocompasión y la depresión.

Me refiero enfáticamente a todas aquellas mujeres que un día cualquiera empezaron una amistad sana con un hombre que ni remotamente imaginaron cuánto llegaría a significar en sus vidas: Algunas lo conocieron en su trabajo, otras en el bus, otras en una fiesta, otras en una tienda, otras en casa de una amiga, etc.

En un principio todo iba muy bien, todo parecía tan normal, el intercambio de palabras, el roce social, la interrelación fluida en la que para nada se asomaba la intención de una relación amorosa seria, sino de una franca, abierta y sincera amistad, pero…

El trato constante con el paso de los días, los detalles, el acercamiento, el hacerse parte integrante de algunos intereses en común, ha hecho que aquella amistad se convierta en algo más que eso: Las miradas profundas, las sonrisas de complicidad, el roce de manos, las maripositas en el estómago y la sangre corriendo al mil por hora en sus venas, ya ha empezado a manifestarse de manera peligrosa y aunque el hombre sea casado, a la mujer no le importa o viceversa.

¿Por qué? pues porque ella lo conoció libre, espléndido, divertido, amable, tierno, protector y hasta un poquito seductor ¿porqué no conocerlo un poco más y hasta aceptar de pronto salir con él?


¡Hey Mujer… mucho cuidado, alto allí!

¿Estás casada y tienes un hogar, hijos y una familia que te espera en casa? ¡Con más razón… detente allí donde estás! ¿A quién quieres engañar enganchándote en una relación amorosa que no tiene ningún futuro para ti, ni para ese hombre, ni para nadie más? Y que quieras correr el riesgo o la aventura de vivir y sentir cómo fluye la adrenalina por tus venas, no te da a ti ningún derecho de colocarte en un lugar que en el fondo tú sabes (o por lo menos lo intuyes), que sólo es para denigrarte y devaluarte como mujer! ¿O crees que tus hijos(as) se sentirían muy orgullosos(as) de ver que tienen a una madre aventurera que le gusta acostarse con cualquiera? Perdón por decirlo así; pero no hay remedio, tenemos que consignarlo así)

Pero las cosas no terminan allí; lo peor de todo es que las causas dentro del hogar se ponen tensas, la mujer ya no quiere saber nada del pobre marido cuernudo (cachudo), que reclama constantemente su presencia, ahora todo su mundo lo constituye su amor clandestino y esas salidas secretas continuas, que según ella la llenan de energía, de alegría, de esperanza, de optimismo y regocijo.

Pero llega el momento en que hasta se siente con derechos de exigirle un lugar en su vida, al amante, una posición social, formal en su vida, ya no quiere ser “la otra”, ya se cansó de ser “la querida”, “La cuchara de segunda mano”, y el hombre con justa razón se defiende y se retracta de las promesas: “Yo no puedo casarme contigo, cuando te conocí tú sabías que yo era casado”, “Mi mujer nunca me dará el divorcio”, “No puedo dejar a mis hijos”, “sigamos así, nada más como amigos, si tú sabes que nomás a ti te quiero”

Aja, sí… ¡Seguro! ¿nomás a ella la quiere y por eso la tiene a escondidas y como a una mujer cualquiera? ¿O será que no sabía el señor ese tan cínico, que ella también es casada y que desde un principio también le merecía respeto? ¿De qué sirven los reclamos y los pleitos a esas alturas, cuando ya están ambos súper enredados en una relación oscura que más que hacerlos felices ya les está causando demasiados problemas, dolores, sufrimientos y lágrimas?

¡Yo ya no quiero, ni acepto ser tu amiga! -le grita ella muy lastimada- y él le responde más fuerte: ¡Si no te gusta, aquí le acabamos y asunto arreglado! ¿Se fijan mujeres amigas qué fácil arreglan los problemas algunos hombres? Es evidente que allí en esa relación jamás hubo ni hay ni habrá seriedad, respeto, compromiso y mucho menos amor.

Pues si ambos, hombre y mujer no fueron capaces de detenerse a tiempo, de pensar que todos los errores tienen sus consecuencias, ¿ahora de qué se quejan?

Si ese es tu caso amiga querida, comparte con nosotras tu historia y con mucho gusto aquí la podemos platicar ampliamente y compartir contigo nuestras opiniones con todo el cariño y el respeto que tú como mujer nos mereces.

Mi potente abrazo fraternal,

Doral.

lunes, 21 de septiembre de 2009

¡Un club para mujeres alegres!




¡Un club para mujeres alegres!


A veces vamos por la vida conociendo a muchas personas con diversos tipos de caracteres; algunas son muy serias y formales, otras son precavidas y no entregan fácilmente su confianza, algunas otras son oportunistas, siempre quieren sacar ventaja de lo que pueden obtener gratuitamente de los demás, otras personas son aisladas, tristes, apagadas, sin chispa, sin fuerza, sin luz, y a otras personas ni se les acerca uno porque siempre están a la defensiva, con la espada desenvainada, listas para atacar, o en su mundo depresivo que no quieren ni saber nada de nadie, y a nadie le es grato tratar con ese tipo de personas amargas ¿verdad?

Pero afortunadamente hay personas muy alegres y divertidas que hacen de la vida todo un show de circo, maroma y teatro, sobre todo las mujeres que poseen mucha ternura en su alma. Mujeres con carisma, con entusiasmo, con optimismo, con ganas siempre de bailar, de cantar, de reír, de vivir, de no tomarse tan en serio los problemas y situaciones que acaban con la vida en trocitos de angustias, mortificos, soledad, sufrimientos y lágrimas de cualquier persona depresiva y aprensiva.

Se dice que para todo hay un momento en la vida, que hay que ubicarse porque la prudencia no abunda mucho en nuestro mundo y es verdad. Hay que aprender a ser mujeres serias en las cosas serias, pero si se trata de reír y de jugar… ¡Siempre hay que tratar de ser, las mejores! ¿Saben por qué? Porque la risa es alimento, es medicina para el cuerpo y para el alma que rejuvenecen cuando estamos felices y sonrientes, cuando hacemos de la vida toda una ensalada de causas dulces y totalmente digeribles: Bromas, juegos, pasatiempos agradables, etc.

¿Sabían que el organismo genera una sustancia (endógena porque se produce adentro del cuerpo), llamada: “Beta-endorfinas” cuando hacemos lo que nos gusta hacer, cuando sentimos placer, alegría y bienestar?

Como por ejemplo: Dormir, relajarnos, comer algo que se nos antojó y disfrutarlo al máximo, leer un buen libro, ver una excelente película, reírnos a carcajadas, mantener una actitud positiva,tener una satisfacción íntima, un goce profundo, caminar al aire libre por las mañanas (hacer ejercicio diario es excelente), respirar en espacios libres de contaminación, y todo ese cúmulo de factores que nos brindan la oportunidad de expresar lo más hermoso que la mujer posee.

Algunas mujeres sienten una gran satisfacción cuando amamantan a sus hijos, y eso genera bienestar, y alegría por el deber cumplido. Otras mujeres sienten mucha paz, seguridad, entusiasmo y motivación cuando ya surtieron la despensa de su casa, ya pagaron todos los gastos del hogar, no le quedó nada de su salario, pero tampoco le deben nada a nadie, eso también genera un bienestar íntimo. En fin…

Cuando vemos en general que a los nuestros no les falta nada y que gozan de perfecta salud, una también como madre, esposa y mujer se beneficia con sensaciones gratas de estímulos familiares.

Entonces, producir es generar y si vamos a aprender a ser mujeres creativas, hemos de empezar por crear alegría, y disponibilidad para mejorar nuestro estilo de vida e irradiarla hacia nuestro entorno. Dicen que risa llama a la alegría y las personas somos como los imanes ¿los conocen?, siempre atraemos exteriormente lo que somos interiormente:

Una persona triste siempre atraerá a su vida personas tristes, pero una mujer alegre, siempre atraerá personas y situaciones netamente positivas y felices. Es una ley vital y es infalible ¿Quieres verificarlo por favor? y ya nos contarás si deseas o no pertenecer al club de las mujeres alegres.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

domingo, 20 de septiembre de 2009

¡Corazón de Leonas!


¡Corazón de Leonas!



Amigas queridas:Vamos hoy a tratar un tema un poco sacado de onda quizá para muchas mujeres del mundo. Principalmente para aquellas que aún no se han descubierto su instinto maternal, ni sus “garras” que traen en sus manos tan bonitas, tan exquisitas y tan delicadas.

Hoy entraremos a la jungla de los sentimientos de la mujer. Esa mujer que aún con toda su nobleza, su pureza y su gran ternura, también sabe afilar sus uñas en su momento, y salir en defensa con uñas y dientes de sus seres más desprotegidos.
La mujer por naturaleza es muy protectora, muy justa, muy amorosa, tremendamente detallista y observadora.

Ella se caracteriza por su gran corazón, su intuición y por su instinto siempre a flor de piel. Parece que la mujer tuviera antenitas receptoras, o sensores en todos los poros de la piel, porque se las sabe, de todas…¡todas!, y lo que no sabe, se lo inventa, incluso intuye hasta lo que no puede ver, y no se le va, ¡Ni una viva!

El centro, o zona emocional más importante de la mujer, es la parte más desarrollada que posee: ¡Su corazón!. Es inteligente y creativa, se las ingenia maravillosamente para lograr las más grandes hazañas, ¿saben ustedes amigas a qué se debe esta odisea?

Se debe a que casi todas las mujeres desarrollamos las funciones de ambos hemisferios del cerebro a veces simultáneamente debido a las exigentes circunstancias del cotidiano vivir, se las ingenia para combinar los roles de la razón y la reflexión (del hemisferio izquierdo con la emotividad, la creatividad, las artes, la expresión y los afectos (que corresponden al hemisferio derecho).

La mujer puede ser en todas sus actitudes, tan tierna como una gatita, pero a la vez tan fiera como una leona herida, según el lugar, el tiempo y la circunstancia de que se trate.

A la mujer no se le debe preguntar qué tanto es capaz de hacer o de dar, sino cuestionarle decididamente: ¡Qué es lo que no es capaz de hacer o de dar, incluso sin que se le pida!

La mujer con corazón de leona duerme pero no ronca amigas, ella siempre está con un ojo al gato y el otro en vigilia (por si acaso). Es tanta su actividad cerebral y emocional, que ya no le preocupa saber si ha aprendido a administrar desde la izquierda; o liderar desde la derecha.

¡La mujer es capaz de hacer cualquier cosa, porque es la reina de la naturaleza! ¿o debo decir la reina de la jungla?, “grrrrr”; sí también somos reinas de la jungla y cabezas de la jauría.

Entonces concluyamos este temita resumiendo todos los valores de nuestros pensamientos y también los de nuestros sentimientos de mujeres con corazón de leonas. Las invito a dar un paseo por las zonas más importantes de nuestros cerebros:

El hemisferio derecho del cerebro nos ofrece: La imaginación, y maneja el lado izquierdo de nuestro cuerpo, nos hace ser apasionadas, nos genera emociones insospechadas, e ilimitadas, idealistas, novedosas, e innovadoras.

Este hemisferio captura en milésimas de segundos los tonos, los sonidos y la música. Nos da impulsos de creatividad, de artística cien por ciento, nos hace ser mujeres visionarias, holísticas, y profundamente sensitivas.

El hemisferio izquierdo nos hace ser controladoras, calculadoras (numéricas), textuales y verbales (padecemos de verborrea linguística), nos hace ser normativas, reguladoras, secuenciales, ordenadoras, literales, analíticas, disciplinadas, objetivas, lineales, reglamentarias y muy guerreras.

Por todo esto y por muchas cosas más, me permito aplaudir a todas aquellas amigas mujeres que a mucha honra llevan muy en alto el estandarte bendito en su pecho que guarda con garbo y delicadeza… ¡Su gran corazón de mujeres amazonas, guerreras… y leonas!

Con mi respeto y cariño siempre,
Doral.

sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Uñas largas, o cortitas?




¿Uñas largas, o cortitas?


Hoy vamos a tratar amigas queridas,un temita bien lindo e interesante como igual desestresante, con el ánimo de darnos cuenta aquí y ahora, cuán importante resulta poner atención a nuestras manos diariamente:


Nuestras uñas…¿cómo llevarlas?

La mujer por naturaleza, siempre tiene sus manos muy lindas: Delgadas o gorditas, blancas o morenitas, chiquitas o de pianista (jajaja). ¿Cómo son las manos de una, o de un pianista?… Pues con dedos largos y muy hábiles para tocar el piano y con él… ¡El alma!

Nuestras manos no son exigentes, se conforman a veces con un poquito de agua, jabón, cremita y cariño. ¡Ah!… pero nuestras uñitas queridas si son muy exigentes:

“Hey, déjanos crecer”, “No nos cortes demasiado, duele”, “Ay, me lastimaste la cutícula”, “Nos vemos más bonitas con aquel otro color”, “No te rasques con nosotras, nos llenas de bichitos”, “No escribas tan rápido en el teclado, nos vamos a quebrar”, “Sácame la basurita, me veo sucia”, “Límame despacio, me vas a sangrar”, etc.

No es fácil tener contentas a nuestras amadas uñas, a veces tan frágiles y delicadas, que al menor apachurrón, ya están reclamando su atención. Ninguna quiere lucir menos hermosa que la otra, son celosas y engreídas, chocantes en general… ¡Pero divinas!

Cuando una uña de las manos falla o falta, las otras se molestan: “Nos haces ver feas a todas, no se vale”, “Te dije que tuvieras cuidado”, “Tú te ves más grande y larga que yo, agáchate tantito”, “A ti te ponen más atención que a mí”, “Noooo; ese corta uñas nó, mejor con tijeritas”, “Nos arde esa acetona, mejor cómpranos un quitaesmalte de calidad, nos lo merecemos”…

¡Puf!, sí que son latositas

A algunas mujeres les gusta usar uñas de acrílico o de cristal, se gastan fortunas en mantenerlas impecables, otras las prefieren naturales, aunque para lograr tenerlas largas tengan que permanecer toda la noche, soportando el olor a ajos frotados en sus dedos, para estimular el crecimiento.

Otras mujeres estilan usar sus uñas cortitas y sin mucho esmalte, (especialmente las mujeres profesionales de la medicina y la salud), pero igual todas lucen muy hermosas cuando se les atiende con amor.

¿Pero qué decir de las uñas de los pies?…

¡También reclaman lucir coquetonas y hermosas!… no se quieren quedar atrás ni abajo, aunque permanezcan siempre sobre el suelo, estas no son tan exigentes como las del cielo, se conforman con una buena pedicura (pedicure) normalito pero formal cada 8 o 15 días… ¡Ah!, pero exigen a su dueña, usar zapatillas o sandalias de colores llamativos, abiertas y bien ventiladas… ¡Les encanta respirar, aman la libertad y hasta ver el sol!

Amigas queridas: ¿A vuestras uñas no les gusta ver el sol?

¡A las mías les encanta! y hasta me gusta pintarlas de cielo, de luz y de amor.

Y tú amiga lectora ¿Cómo te gusta llevar tus uñas?
te invito a que compartas con nosotras tus experiencias.


Con mis respetos y cariño siempre
Doral.

viernes, 18 de septiembre de 2009

¡La mujer del futuro!




¡La mujer del futuro!



Amigas queridas; las niñas de nuestro mundo representan a la esperanza, son las mujeres del mañana, y sería conveniente darle alta importancia a este factor de tanta responsabilidad y compromiso ineludible en nuestras vidas.

Las chiquitas que nacen de nuestro vientre, llegan al mundo sujetas y confiadas a los cuidados intensivos, vigorosos y amorosos, que sólo una madre es capaz de brindar a su cristalito de belleza e inspiración, con sonrisa de cielo, manitas suaves, gestos primorosos y ojitos de ternura, como una tierna flor que se abre tersa y feliz para ser amamantada del seno virgen de su progenitora bendecida por el amor más grande, emanado del supremo calor y gloria más excelsa de Dios.

¿Se han puesto a pensar que todas las niñas siempre quieren parecerse a mamá? La madre se convierte en su ídolo preferido, el más hermoso, el más grande, el más valioso y el modelo estandarizado, el ícono más preciado que no cambiarían por nada ni por nadie del mundo durante sus primeros años de vida.

Si ponemos un poquito de atención en nuestras adorables pícaras soñadoras, observaremos que ellas ingeniosamente siempre van imitando todo lo que su mamita hace y dice: Se pone sus zapatillas de tacón, se coloca el cinturón, los vestidos, los sombreros y todo lo que encuentra al alcance de sus manos.

Se maquilla los labios con el bilé de color más rojo que encuentra en el tocador de mamá se peina y se perfuma, tal como lo hace su mamita. Camina coquetamente por toda la casa contorneando sus caderas con las manitas en su cintura, arrastrando pesadamente los pies y hasta adoptando las formas de hablar de su mamá cuando juega a ser ella misma, la madre de sus muñecas.

¡Y hasta las regaña y les ordena!… ”Pórtate bien que te voy a castigar”, “Te tienes que comer toda tu comida”, “No me tires la medicina”, “Te voy a bañar no llores”, “No pelees con tu hermanita”, “Déjame peinarte, no te me muevas tanto”, etc.

Las niñas del siglo XXI, son tremendamente observadoras, precoces e ingeniosas, inteligentes, y hábiles para el aprendizaje, porque poseen un coeficiente intelectual, que ya lo quisiera tener la misma madre. Nacieron con un instinto maternal muy desarrollado y con una intuición siempre a flor de piel. Son tiernas, delicadas y hacendosas, unas verdaderas dinamitas a punto de explosión cuando no se les otorgan sus derechos a la libertad para seguir desarrollando a su manera, todas sus inquietudes habidas y por haber.

Cuando nuestras princesas soñadoras se convierten en unas hermosísimas señoritas quinceañeras, ya creen saberlo todo y hasta quieren enseñar a la mamá que se queda desarmada muchas veces con sus muy bien sustentadas bases para cuestionar cualquier situación.

¡Cuidado!…

¡Ha llegado el momento de hablarles claro, hacerles ver y comprender profundamente las cosas, tal cual son, sin mezclar sentimientos!

La adolescencia y la pubertad, son las etapas más difíciles y las más delicadas que marcan un rumbo firme en la vida de cualquier mujer del futuro. Sus glándulas endócrinas se han desarrollado evolutivamente y las chicas ya no quieren saber nada de muñecas, sino de muñecos de carne y hueso. Empiezan a florecer en sus corazones, otra clase de ilusiones más elevadas y sueños más hermosos pero más riesgosos.

Es tu obligación mujer, enseñar a tus hijas a cuidar con esmero de su cuerpo físico. Hablarles y enseñarles con ejemplos, todos los valores morales más elevados, para que ellas sepan discernir anticipadamente, los sentimientos de amor y pasión. Y que ya han dejado atrás la etapa de la niñez donde todo parecía ser un juego color de rosa. Juego que ahora puede transformarse en otro color más oscuro, si no sabemos aplicar en ellas, las leyes de ubicación, comunicación franca, abierta, segura, decidida y la responsabilidad total de sus actos.

Las chicas en su etapa adolescente suelen mostrar conductas impulsivas e irrespetuosas, debido a que su sistema hormonal en proceso de madurez total, está en completa evolución y revolución corriéndoles por sus venas al mil por hora. Para ellas, enfrentar sus primeros escarceos y retos amorosos se convierte en todo un show, circo, maroma y teatro. Se enamoran perdidamente, se abrazan a la ilusión con tal fuerza y dedicación, igual que como lo hacían con sus muñecas cuando eran niñas, forman su propio mundo de sueños y fantasías en el que no cabe nadie más que el príncipe azul de sus sueños y fantasías…

¡Es el momento de visitarlas en su propia nube o burbuja de amor!

Es justamente allí donde la madre debe tener más cuidado, más acercamiento y más comunicación comprensiva y amorosa con su propia hija. Hablarle sobre temas que su hija desconoce totalmente, o conoce a medias, o con una información tergiversada e incipiente: La menstruación, el embarazo, el aborto, las relaciones de pareja, una sexualidad responsable, etc.

Educar a un hijo varón se dice que es educar a un hombre, pero educar a una mujer amigas queridas, es forjar a toda una institución familiar, ya que la mujer es la que une, integra al núcleo familiar, y estos patrones conductuales son la base, los cimientos firmes para una sociedad futura más conciente de sus actos, más rica en méritos y de más alta calidad para nuestro mundo.

Ayudemos pues a nuestras mujercitas del mañana, a ser mañana grandes mujeres valientes, firmes, seguras, preparadas y capacitadas, decididas y unas amazonas guerreras capaces de forjar a sus propias familias en un ambiente más sano, más progresista, más elevado y más digno para nuestro mundo futuro.

El precio para lograr todo esto amigas queridas, sólo depende de nosotras, está en nuestras manos, y la mejor respuesta la encontraremos dentro de nuestro afable corazón de mujer.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

jueves, 17 de septiembre de 2009

¡Mujeres fumadoras!


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¡Mujeres fumadoras!

Hay quienes dicen amigas queridas, que: “fumar es un placer”, no lo dudo ni tantito, pero veamos a qué precio se paga ese placer. No hablo de marcas, ni de costos de esos productos altamente concentrados en nicotina y alquitrán que son sustancias extremadamente tóxicas y adictivas, sino de los elevados riesgos de adquirir cánceres en la boca, en la faringe, en la laringe, en el estómago y por supuesto en los bronquios y en los pulmones.

El humo del tabaco o cigarrillo, sabemos que no sólo perjudica a la mujer que lo consume, sino a quienes le rodean, pues de alguna manera, los padres, los hijos, el esposo, y los demás seres que tiene a su lado (fumadores pasivos), son los que absorben y respiran las cantidades de monóxido de carbono que se penetra en el ambiente, pegándose incluso el desagradable olor, en muebles, cortinas, alfombras, ropa de cama y enseres del hogar, oficina, fábrica o industria donde haya una, o miles de “chimeneas” en acción, echando humo hasta por las orejas.

Imagínense cómo quedarán las delicadas manos de una dama que acostumbra a fumarse 20 o más cigarrillos diarios, uf… ¡Penetradas a olor de cigarro!, en vez de oler a rosas. ¿Y qué decir de su aliento? Por supuesto no ha de ser nada agradable para un caballero, acercarse a besar a su amada, cuando ésta huele a puro tabaco, y en el peor de los casos hasta su dentadura se ha puesto de color amarillenta… ¡Qué poco femenino!

Estas mujeres fumadoras activas, se hacen acreedoras al estigma del aislamiento de quienes no están de acuerdo de alguna manera, o aborrecen el mal olor del tabaco, sin contar con el tremendo daño que ellas le hacen a su aparato digestivo, a su sistema nervioso central y a su sistema cardiovascular.

¿Sabían ustedes que las primeras fumadas alteran la presión arterial, producen mareos y vómitos? Obvio es que un organismo que no está acostumbrado a ingerir este tipo de sustancias nefastas, las rechaza y resentirá inmediatamente en su sangre, los efectos tóxicos del veneno, que a la larga resulta mortal.

Hoy día es común observar que por lo menos 3 de cada 5 mujeres fumadoras refieren padecimientos respiratorios, tales como: Bronquitis, neumonía, enfisema pulmonar entre otros, ya que todo el sistema pleural se congestiona, se tapan los ductos o conductos alveolares, debido al hollín que produce el humo del cigarrillo, llevando a la mujer (como es lógico), a enfrentarse a esa rebelde tos con flemas, tan molesta principalmente por la noche y por la mañana.

Sería bueno que los gobiernos del mundo prohibieran fumar, de preferencia en los lugares públicos, especialmente en los restaurantes, donde los comensales se tienen que llevar la cucharada de sopa a la boca, junto con la bocanada de humo del compañero o compañera que tienen a su lado.

¿Qué hay zonas para fumadores y no fumadores? Sí; es verdad, pero… ¿Acaso el humo no se expande por todo el recinto, que a parte está cerrado y con aire acondicionado?

Por lo tanto mis bellas amigas, salud es vida, y cuidar nuestra salud física-mental y la de nuestra familia, no tiene precio. Busquemos esas poderosas razones que existen para abandonar el hábito de fumar, anotémoslas en una hoja blanca y vamos a enumerarlas ahora mismo, ¿de acuerdo?

Con mis respetos y cariño,

Doral.

martes, 15 de septiembre de 2009

¡Heroínas de la Independencia!



¡Heroínas de la Independencia!

"El corazón de la mujer es una urna sagrada que encierra los más suaves y delicados perfumes, la santidad de la virtud, la piedad de la religión, lo mismo que el cariño abnegado de esposa, de madre y de hija.

La mujer mexicana ha arrullado a sus hijos, a la apacible luz de la lámpara del hogar, y los ha alentado con su ejemplo en los peligros y combates, entre el fragor de las armas y a la rojiza llama de los incendios.

Durante la guerra de insurrección, las mujeres mexicanas recorrieron nuestras ciudades y campos de batalla, como diosas protectoras, ya anunciando el génesis de nuestra independencia, ya avivando con su amor, un amor más grande y santo; ora sorprendiendo con hazañas que rayaron en lo fabuloso, ora en fin derramando su propia sangre, no contentas con haber ofrecido la de sus hijos.

"Las mujeres mexicanas, decía un testigo ocular de aquellos homéricos tiempos, casadas con españoles o criollos, era secreta o abiertamente partidarias de la independencia. El temor del castigo no reprimía en modo alguno su decidido patriotismo: durante la revolución fueron siempre fieles a la causa de la independencia y en muchas ocasiones se distinguieron por su valor e intrepidez.
Cualquiera derrota de los patriotas tendía una nube sobre sus serenas frentes; y sus hermosos ojos, a la noticia de cada victoria, se llenaban de lágrimas de júbilo y brillaban con doble resplandor. Las canciones con que las madres entretenían a sus hijos, respiraban libertad y odio al despotismo español.".

Con los nombres de estas heroínas, pocos conocidos y muchos ignorados, es preciso formar un ramillete inapreciable, para depositarlo en el santuario donde veneramos a la deidad que personifica a la tierra en que nacimos" (Autor: Luis González Obregón http://sepiensa.org.mx/
Memoirs of the Mexican revolution, and of General Mina, by W.D. Robinson; London, 1821)

Hermoso mensaje de un gran hombre que ha sabido rendir tributo con honor a la mujer mexicana: La heroína de la Independencia de México, que fue precisamente un día como hoy 16 de septiembre de 1810 cuando el cura, Don Miguel Hidalgo y Costilla, inició el movimiento de guerra por la independencia, armado únicamente con su valor, un estandarte de la virgen de Guadalupe y unos cuantos indígenas y campesinos, entre ellos muchas mujeres con sus bebés en brazos, no sin dejar de reconocer que tambien en otros estratos sociales de aquél tiempo, había mujeres valiosas como Doña Josefa Ortíz de Domínguez, Leona Vicario Fernández, María Andrea (La Campanera de Dolores, Guanajuato), entre otras célebres mujeres, apoyando este movimiento.

México hoy tiene libertad gracias a esas grandes heroínas que viven y estarán siempre presentes en el corazón mismo de toda mujer mexicana y del mundo como un ícono de valor, de altruismo, de valor, de fe, pero sobre todo... ¡De amor por su patria, su familia, y su pueblo!

¡Vivan las mujeres heroínas de la Independencia de México!

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¡Un banquete de mujer!




¡Un banquete de mujer!


En este mundo tradicionalista en que nos ha tocado vivir, encontramos que nunca como hasta ahora, había sido tan difícil ser mujer y cumplir con todos los roles que nos han sido asignados por la naturaleza humana, sin tener que estresarnos tanto.
Encontramos que todo a nuestro alrededor está mal, y que no sabemos qué va a pasar al día siguiente: “Ya no alcanzan para nada los dineros”, “La vida parece ir más de prisa”, “No tenemos tiempo para nosotras mismas”, “Cada día hay más quehaceres y más exigencias, mayores retos y más reclamos” “La publicidad bombardea nuestros hogares a través de la radio, la prensa y la televisión”, “Los gobiernos nos tienen hasta la coronilla con sus impuestos” y “Las cosas cuestan cada día más” etc.

Muchas mujeres piensan que la vida no puede seguir así, y que sus vidas ya son insostenibles e insoportables, y que no hay solución posible para sus problemas femeninos. Otras piensan que hasta sería una suerte morir.
Pero al revisar la historia, vemos que el mundo siempre ha tenido problemas, y que esos problemas no incumben solamente a la mujer, sino al ser humano en general, y que la vida es un reto para (hombres y mujeres), resolver dificultades y seguir adelante.

En este aspecto, considero muy importante reflexionar sobre un pensamiento del profundo pensador Ralp Waldo Emerson, que en una ocasión dijo la célebre frase:

“La Vida es un Banquete para los Sabios”

No dijo que la vida era un banquete para los ricos ni para los poderosos, sino para los sabios, porque hay ricos que no son sabios, y su vida es infeliz, y hay poderosos que no son sabios, y su vida es una continua angustia y un infierno, por eso es preciso que seamos todos sabios para que hagamos de nuestra vida un banquete, especialmente si se es... ¡Mujer!

Y ser una mujer sabia, implica abrir las manos, abrir el corazón y no ser egoísta, es saber ayudar a los demás, aún cuando te esté yendo mal. Ser una mujer sabia es saber cultivar a las(os) amigas(os), es ser noble y servicial, aún cuando te traten mal, y así tener la capacidad de alegrarnos, sí; de alegrarnos cada mañana al ver salir el sol, de alegrarnos al ver la sonrisa de nuestros hijos, la satisfacción de nuestra familia, el orgullo de nuestro señor esposo, y de ser felices por tener la oportunidad de vivir para servir, un día más y siempre decir:
“Gracias Dios mío, ayúdame para que cada día tenga más entusiasmo, más fuerzas, más entereza, más comprensión, más confianza, más fe y pueda ayudar a quienes me rodean y se acercan a mí, y así pueda seguir mi camino y cumplir con tu voluntad”.

Por eso y por muchas cosas más amigas lectoras, busquemos la sabiduría propia y aprendamos a ser mujeres sabias para hacer de nuestra vida cotidiana… ¡Un banquete de mujer!

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 11 de septiembre de 2009

¡Soy mujer, y sobre mi cuerpo decido yo!




¡Soy mujer, y sobre mi cuerpo decido yo!


Un tópico bastante delicado por cierto amigas queridas, pero necesario de someterlo a la más profunda de todas las reflexiones, ya que para muchas mujeres, hablar sobre éste tema, les resulta casi un escándalo, sobre todo por las opiniones que al respecto, pudiera tener e imponer el esposo, novio, amigo o amante.

Y sin temor a equivocarme, quizá muchas de ustedes no estarán de acuerdo con lo que aquí y ahora vamos a exponer, pero yo lo siento mucho, en honor a la verdad tenemos que consignarlo de manera clara, precisa y concisa, sin pelos en la lengua, diga lo que diga quien opine lo contrario, y le pese a quien le pese.

Vamos a irnos directo al grano amigas: Los órganos femeninos y todas sus funciones que sirven exclusivamente para crear, gestar y dar vida, teniendo al Útero, como el sagrario principal del templo (o cuerpo), de la mujer, donde ella realiza su máxima obra de creación: "La concepción de un nuevo ser humano"

Gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, existen en la actualidad, cientos de métodos anticonceptivos y antinatales, conocidos algunos y otros aún exiliados de nuestra casa por desconocimiento o falta de interés.

Dichos métodos consisten en: Pastillas o “píldoras” anticonceptivas, para evitar la fecundación (las más usadas por las mujeres en general), espumas, jaleas, implantes, parches, condones, etc.

Y como antinatales se conocen varios, entre los cuales podemos mencionar al más famoso de los artefactos asesinos como lo es, la “T de cobre”, que es un aparato o dispositivo que se le coloca a la mujer dentro del útero para destruir o matar al producto ya concebido, ocasionando desde luego, reacciones o efectos secundarios a veces protuberantes, como hemorragias incontrolables si no son atendidas oportunamente por personal especializado.

Otras mujeres optan por la preferencia más práctica que es la salpingografía o ligadura de las “Trompas de Falopio” para truncar el paso de los óvulos maduros hacia el encuentro con los zoospermos, o espermatozoides masculinos. En casos muy especiales es el hombre quien decide practicarse la vasectomía para proteger a su mujer de los embarazos no deseados.

Los órganos reproductores de la mujer son muy sensibles a las infecciones intra y extra uterina, tanto vaginal como de orina, convirtiéndose en vaginitis aguda debido a las bacterias, tricomonas y hasta hongos, resistentes a algunos vaginales medicamentos y que se manifiestan en fluidos o flujos con aroma y color muy fuertes, produciendo ardor, hinchazón, picazón y comezón en las partes íntimas, acompañados de ligeros sangrados que también deben ser atendidos de manera inmediata por un ginecólogo.

Sin embargo, cuando la naturaleza femenina se resiste a algunos tratamientos severos, ya sea en la vagina, el cuello de la matriz, útero, trompas y hasta en ovarios, es el médico quien debe informar a la mujer si es necesario practicarse algún tipo de cirugía menor, leve y sencilla que puede consistir en una quemadura de cuello del útero, o una cirugía mayor llamada histerectomía total (extirpación de la matriz).

Cuando una mujer se ve inmersa en ese tipo de situaciones tan difíciles y dolorosas en que hay que tomar una decisión inteligente y rápida, lo primero que hace es ir corriendo ante el marido, “para ver si le da permiso”.... Grave error; amigas es importante aprenderse bien de memoria ésto:

¡Sobre el cuerpo de la mujer… es ella misma la que debe decir!

Porque tiene todo el derecho de hacerlo, pero si hay que informar al esposo, obvio es que aquellos que son machistas darán el grito en el cielo ahí mismito: “Pero oye mujer, ¿Cómo que te me vas a castrar?“…¡Pues sí señor!, preferible es seguir viviendo huecas pero sanas, y no dejar huérfanos a nuestros hijos, por el capricho de un macho panzón, egoísta y desconsiderado, que no le importa llenar de hijos a su mujer con tal de sentirse más macho, aunque en ello se le vaya la vida a su querida esposa sumisa y dejada. Y que después de todo, la matriz sólo sirve para dos cosas: Para tener hijos y para dar problemas, cualquier experto en la materia lo sabe… ¡Y lo sabe muy bién!

Recuerden amigas queridas, que el cáncer uterino es el mal de nuestro mundo, y que si la mujer no hace nada por ayudarse a sí misma primero para prevenirlo, ¿Entonces quién lo hará? y si no es ahora, ¿entonces hasta cuándo?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Y tú mujer... ¿Qué traes en tu bolso?





Y tú mujer... ¿Qué traes en tu bolso?


Tan acostumbradas como estamos las mujeres a cargar con nuestro "supermercado" bajo el brazo o sobre el hombro, con justa razón nos hemos hecho acreedoras al título muy merecido de “mujeres chachareras”

¿Por qué chachareras?, pues porque acarreamos con cuánta cháchara se nos ocurre meter dentro del bolso, sin el cual por supuesto, no podemos salir tranquilas a la calle.

Si bien es cierto, el hombre viaja tan cómodamente, que no se preocupa más que por meterse rápidamente dentro de su pantalón, abotonándose al mil por hora la camisa, y amarrarse las agujetas de los zapatos en un santiamén y listo, ahí te van los señores tan salerosos rumbo a sus compromisos fuera de casa.
En cambio la mujer… ¡Ay, la mujer!, se pasa horas frente al espejo: Que si el vestido quedó impecable, que si el peinado debe quedar muy firme con el fijador, que si el rubor perfecto, que si la sombrita y el delineador, que si el rimel y el chapeteador, que si el labial debe lucir fresco, que si el enchinador de las pestañas, el lápiz para las cejas, etc. y una vez que hemos terminado con el diario ritual, van todas esas herramientas de belleza para la bolsa, (por si hay que darse una manita de gato, o un zarpaso de tigre a media mañana)

Obviamente que ya la bolsa con todo ésto, ha quedado medio llena, pero seguimos echándole cosas; el celular con su cargador (por si hiciera falta), la agenda, la torta, la coca cola, un par de chanclitas ligeras, pañuelos desechables, una lima y una pintura de las uñas, amén de papeles acumulados como: Recibos de pagos, un bloc notas, un lapicero, un pequeño directorio de teléfonos, fotografías, y… ¡la cartera!, uf; la cartera con sus varios compartimentos para tarjetas de crédito, credenciales varias de identificación, la chequera, el monedero, y hasta un pequeño estuchito de manicure que consiste en un par de tijeritas, un corta-uñas, una limita discreta, un picadiente y una navajita de cortar.

No obstante que el peso de la bolsa ya gime pidiendo esquina al levantarle, todavía no nos convencemos de estar tan seguras de no querer echarle un botiquín completo por lo que pudiera suceder: Un par de aspirinas, curitas o venditas, un frasquito pequeñito de alcohol, y un mentoladito desinfectante etc.
Y por supuesto lo que nunca falta en nuestro bolso como corolario, es una fragancia para la ocasión, esa locioncita de nuestros sueños por si tenemos un encuentro afortunado, una crema para las manos, un spray de canelita o chicles de menta para refrescar el aliento etc.
Caray; sólo nos faltó meter al gato dentro de la bolsa. Por cierto, si el gato de casa no cupo dentro de la bolsa, si nos ha quedado un lugarcito para el paraguas por si llueve, un par de llaves extras del coche o de la casa, y hasta la correspondencia para revisar en el camino, puf; cuántas cosas necesitamos las mujeres para salir a la calle y sentirnos seguras.

Pero ay, mi Dios… cuando buscamos algo no lo encontramos y tenemos que vaciar la bolsa completa para encontrarlo rápido, ¿les ha pasado?

¿Será que somos Damas muy preventivas? ¿o sólo se trata de un hábito muy femenino que no cambiaríamos por nada del mundo porque somos mujeres muy precavidas, valiosas y muy bellas?... ¡Ah, y modestas por supuesto! (jajaja) ¿Ustedes qué opinan?

Con mis respetos y cariño siempre.
Doral.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

¡Sacúdete los problemas, mujer!




¡Sacúdete los problemas, mujer!


Hoy trataremos un temita importante de analizar detenidamente, con el ánimo de ver y darnos cuenta, hasta dónde somos capaces de enfrentar un problema sin que nos afecte tanto emocionalmente. ¿Les parece?

Empezaremos por decir que en la vida, siempre habrá algo o alguien que nos preocupe y que nos haga sufrir, nos guste o no.

¿Qué mujer del mundo no ha enfrentado en su vida, por lo menos un problema o un dolor? Los golpes que recibimos en la vida, son muy dolorosos amigas, pero también muy aleccionadores, como alguien dijo por allí, (no recuerdo quién). Tienen la virtud de aparecer cuando menos nos los esperamos y dejar huellas imborrables e inolvidables. Parece ser que se ponen de acuerdo para presentarse siempre en paquete y casi siempre llegan simultánea y colectivamente.

Muy pocas mujeres en el mundo nos preparamos para enfrentar tantos problemas, sino hasta cuando aparecen. Y cuando éstos hacen su aparición, en vez de reaccionar con serenidad e inteligencia, nos convierten en sus víctimas principales, nos atrapan y nos vuelven susceptibles.

Todos los seres humanos estamos expuestos a problemas cotidianos, principalmente las mujeres, ¡Nos hacemos unos líos por cualquier cosa!, y muy pocas nos encontramos preparadas para tratarlos como se merecen; por el contrario, los problemas se jactan de su agilidad y astucia, de tal suerte que, cuando menos lo esperamos, nos hacen sentir su presencia y contundencia. Es realmente difícil tratar de evitarlos, pues parece ser que son especialistas en perseguirnos por todas partes y es que, una vez que nos localizan, no cesan de indicarnos su molesta e inevitable presencia a través de cambios bruscos y brutales de carácter, que nos hacen perder el equilibrio o cambiar de percepción sobre la existencia.

Pero si nos ponemos a pensar positivamente, los problemas son muy educativos pero también muy crueles; generan un estoicismo muy profundo en quién los recibe, de tal suerte que nos convertimos a veces en unas expertas para intuirlos y sufrir menos sus estragos.

Pero vayamos a la parte medular del tema amigas queridas, analicemos todas juntas algunos ejemplos de problemas que pueden devastarnos si no nos ponemos alertas:

¿Cómo reaccionaría una mujer soltera cuando no le baja su menstruación y no está preparada para un embarazo inesperado? Sería el caos seguramente para ella: “¿Qué pensarán mis amigas?”…”¡Me matarán en mi casa!”… “¿Qué voy a hacer ahora?”. Lo cierto es que no importa lo que las amigas piensen, si realmente son amigas verdaderas lo entenderán, y en casa no se nos caerá el mundo sobre la cabeza, ni nadie nos matará y tendremos que hacer lo que debemos hacer o lo que nuestro corazón nos indique y punto.

¿Qué pasa con nosotras cuando perdimos algún objeto valioso o a alguien que amábamos con toda el alma? Segurito que allí sí sentiremos que el cielo nos aplastará con la tierra, ¿cierto?El objeto valioso lo perdimos por descuido, es un accidente que posiblemente no nos vuelva a suceder, porque para la próxima tendremos más cuidado con nuestras cosas. Pero ¿Y el amor que perdimos? ¿Cómo vamos a superarlo?, ¿Echándonos a llorar, lamentándonos y abandonándonos a nosotras mismas? ¡Tampoco vale la pena!, ¿Entonces cómo reaccionaríamos?

Cuando tenemos fricciones en el trabajo, o nos quedamos sin trabajo. ¿Nos entristecemos, nos angustiamos o nos deprimimos?, ¿Vale la pena deprimirnos porque perdimos un trabajo? ¿Acaso no hay otras funciones que podemos desempeñar mucho mejor en otro lugar donde seamos más valoradas y mejor remuneradas?. ¿Qué harías si perdieras tu trabajo?

Cuando nos agregan supuestos que no existen: Celos del novio, esposo o compañero ¿Qué hacemos al respecto? ¿Y cuándo nos culpan de algo que no hemos hecho?, ¡Qué coraje nos da! ¿Verdad? ¿Qué decimos, qué respondemos?

Cuando no nos alcanzó el salario de la quincena para pagar todas las deudas… ¡Nos queremos morir! pues los cobradores casi nos tumbarán la puerta (jajaja), y para la próxima vez, seguramente aprenderemos a organizarnos mejor en nuestros gastos y no endeudarnos en algo que sabemos que no está dentro nuestras posibilidades presupuestales ¿verdad?

Cuando se nos ponchó un neumático, o se paró nuestro coche en pleno viaducto, el motor no arranca ni para atrás ni para delante (jajaja), y la fila de coches presionando con sus claxon pidiendo paso, y encima llegaremos tarde o no llegaremos a tiempo, ese día a nuestro destino ¿cómo reaccionamos?

Cuando nos hirieron, nos lastimaron, nos mintieron y nos burlaron ¿Cómo estilamos reaccionar?
Cuando tienes en tus manos la evidencia de algo o de alguien que te engañó y todavía se atreven a negartelo en tus narices y hasta se hacen los ofendidos, ¿Qué pensarías y cómo los tratarías?

Cuando quieren jugarte el dedo en la boca, pretendiendo hacerte creer algo que tú sabes que no es, ¿Cómo te sientes y qué contestas?

Cuando no salieron tus planes como tú lo esperabas ¿Te enojas? ¿Te tranquilizas y te resignas inmediatamente? ¿O a quién culpas? Todo ésto, son pequeños ejemplos de nuestro diario vivir común, en el que nadie se escapa de reaccionar de alguna manera, y sería interesante comentar de qué manera enfrentamos nuestros problemas muy particulares. ¿Les parece amigas?

Con mis respetos y cariño,
Doral.

martes, 8 de septiembre de 2009

¿Porqué las mujeres y las parejas necesitan de los consoladores?




¿Porqué las mujeres y las parejas necesitan de consoladores?


Un tema fuerte pero necesario amigas queridas, presentamos aquí y ahora a vuestra consideración, en el ánimo de plasmar de manera abierta, sincera y sin tapujos, sobre la realidad “secreta” que viven miles de mujeres en el mundo, y también algunos caballeros (no todos por supuesto), que ante la falta de pareja, tienen que recurrir ante este sistema de estímulos eróticos de fantasía como medida precautoria de salud, o por prudencia, escrúpulos y/o pudores, para poder saciar (a solas), y sin ningún temor, sus necesidades fisiológicas más íntimas y elementales.

Me estoy refiriendo enfáticamente al uso de los famosos “consoladores”. Artefactos, aparatos, productos y servicios que sustituyen el llamado “complemento sexual” para satisfacer dichas necesidades de tipo orgánico/orgásmico en ambos sexos.

Hablar de que un género en particular (sea hombre o mujer), estile o acostumbre más uno que el otro, el uso frecuente de este tipo de “imitaciones de celuloide” resultaría soso o desigual, pues no hay excepciones cuando en materia de sexualidad humana se trata. Es algo demasiado común para explicarlo de esta manera: Ambos, hombre y mujer sienten por igual esa líbido sexual o impulso, o corriente eléctrica-calórica, derivada del sistema hormonal, es normal, no tenemos por qué espantarnos ni dar un grito en el cielo por tratarlo de manera pública, ya que en este caso nos sirve hasta de información cultural gratuita.


La mujer recatada, honesta y limpia (que no tiene pareja), por ejemplo: Evita por lo general salir con hombres, no le gusta inmiscuirse en cosas promiscuas, cuida su cuerpo, lo valora, lo respeta y prevee todo tipo de infecciones y contaminaciones físicas y mentales, pero eso no indica que ella no sienta deseos de desahogo sexual. Ella cuida inteligentemente su integridad en todos los sentidos porque es toda una Dama, y prefiere abastecerse de uno o varios consoladores o vibradores, que en este caso vendrían a sustituir el órgano masculino o viril que tanta falta le hace en su cama y en su vida.

¿Cuáles serían entonces los consoladores más adecuados para ella? Se encuentran los vibradores más comunes, a la venta en todas partes, de todas las formas y tamaños y se adquieren a todos los precios, según el lujito de bolsillo que cada cual se pueda dar.


En una tienda sex shop por ejemplo; se pueden encontrar todo este tipo de accesorios: Cremas y lubricantes, macizos y blandos, prótesis siliconadas, y hasta se pueden encontrar físicamente a la vista del público, (no apto para menores), “phalus erectus”, que funcionan maravillosamente con corriente eléctrica algunos, y otros hasta con baterías o pilas comunes. Tienen la forma y el tamaño que se les requiera. Los materiales de estos penes artificiales, varían de acuerdo al precio y al gusto del(a) consumidor(a).

En el caso de los caballeros, por supuesto, ellos no buscarán exclusivamente sólo una bolsita a manera de vulva (órgano genital donde se concentra el placer femenino, pero el misterio también), ellos prefieren comprarse toda una muñeca inflable completa, y hasta con aroma a feromonas que por supuesto ha sido elaborada por algunas industrias distribuidoras de este giro, con las curvas que tanto les gustan disfrutar a los señores, para provocarse las sensaciones más increíbles, las bubis muy bien puestas en su lugar y el orificio simulando a una rica y jugosa vagina muy femenina. El uso o la forma de abrazar a esa muñequita inflable, ya es responsabilidad de cada cual, según su temperamento, o estilo de estimulación de gónadas sexuales masculinas y costumbres erectiles.

Los consoladores, vibradores o artefactos sexuales “imitación”, ya no son tema o causa del año del caldo, cualquiera conoce este sistema en pleno siglo XXI amigas, no es un motivo de escándalo hablar franca y abiertamente de estas cosas ya a estas alturas de nuestra época, sobre todo en las parejas que se adoran, pero que no se adaptan de manera perfecta en materia sexual.


Esto sucede incluso en esos hogares donde la cama matrimonial yace y duerme fría o vacía.
Mujeres hay miles que se quejan de que sus maridos no las satisfacen sexualmente, porque su pene es muy pequeñito o demasiado grande y las lastima. O señores hay que no saben cómo estimular el clíctoris de su mujer, no saben cómo utilizar su guerrero poderoso y generoso, no les interesa localizar el famoso punto G de la mujer para prepararla para el acto sexual.


Se creen que cumplen su función de machos, sólo con el simple hecho de introducir a la mujer genitalmente. Se preocupan más por su propia satisfacción personal e inmediata, dejando a la mujer por supuesto con la hoguera encendida y en vez de llevarla al cielo, la dejan tirada en el suelo, botada a su suerte, impotente, resentida y desesperada.

Es oportuno señalar también amigas queridas, que el abuso de estos productos equivale a exceso, y que ningún organismo femenino que dependa totalmente de estos accesorios, o esté sujeto a excesos de esta u otra índole, pueda garantizar que a la larga las sensaciones genitales resulten tan satisfactorias como al principio de haber adquirido este hábito solitario, que aunque suene burdo y soez decirlo o señalarlo así, a veces es tan necesario.


En algunos casos extremos el abuso o el exceso puede provocar frigidez (disfusión sexual femenina), todo con medida es equilibrado, pero fuera de base es responsabilidad absoluta de cada cual. Por lo tanto mis amigas queridas, sobre aviso no hay engaño.

Cuidemos pues de sujetar nuestros deseos o impulsos sexuales al péndulo: Ni tanto que queme a la santa, ni tantito que ni siquiera la alumbre caray. ¿de acuerdo mis corazonas?

Ya para terminar nuestro interesante temita de hoy, me gustaría conocer vuestras valiosas opiniones que por supuesto serán recibidas con absoluta discreción, consideración y nuestro más alto respeto.


Por una sexualidad responsable,

Doral.

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