jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Salud y gracias, año viejo!

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¡Salud y gracias, año viejo!
Amigas queridas:

Pongamos su ropa de cama al año 2009, el cual se prepara para dormir eternamente su sueño milenario, y pasar a ocupar ese espacio que no quedará vacío en la eternidad, como nada queda vacío en el tiempo inmerso en todos los tiempos a través de los recuerdos.

Se acerca el nuevo año amigas lectoras, estamos a escasas horas de verlo partir, digamos: ¡Salud! por el 2009, que nos deja tantas cosas en las alforjas de nuestro corazón, tantos tropiezos de enseñanzas en el alma, que acabaron por convertirse en elementos tan útiles para madurar, para crecer, para progresar y para decir: ¡Gracias a Dios porque nací y soy mujer!

A lo lejos escuchamos el eco glorioso de los recuerdos y ruedan una a una nuevamente nuestras lágrimas benditas de mujer… ¡Cuánto nos duelen los recuerdos, pero qué necesario ha sido vivirlos!

También es grato reconocer que gracias al dolor aprendimos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento, aprendimos a tomar las cosas como realmente son, sin mezclar sentimientos que son los que nos duelen: Apegos, deseos insatisfechos, amores incomprendidos, un proyecto de vida inconcluso, un final inesperado, la ruptura abrupta de una relación sentimental, la renuncia a un gran amor, los retos que nos amenazaron, las trabas, los esfuerzos y super-esfuerzos constantes y repetidos para lograr las metas que se alcanzaron sólo con honra, dignidad y trabajo.

¡Tantas cosas que pasaron en el trayecto de un solo año que cambió el curso de toda una vida!

Hoy que está a punto de terminar el año 2009, muchas mujeres del mundo, dejaremos definitivamente y para siempre, de estar suspendidas entre el cielo y el infierno del ayer, porque en este año que se nos va, hemos conocido todas en nuestra casita virtual, la majestuosa misericordia de Dios, al ser invitadas a su gran fiesta universal. Y con el derecho que nos confiere a no ser aún destronadas del dominio de la vida, expresaremos en coro todas juntas y tomadas de las manos, que: “No se llega a ser verdadera, ni una gran mujer en este mundo, si no se posee el valor y el coraje de ignorar las cosas inútiles de esta vida”.

Llegó la hora tan esperada amigas lectoras, llegó el momento de excelsas beldades, aquellas que en nuestros sueños tomaron forma con infinita fe y voluntad este año que se va, llenándonos de esperanzas majestuosas, para plasmar coloso en la tierra,¡Fisicamente al amor!

Diamantinas brotarán de nuestra piel muy femenina, al conjuro mágico de un nuevo amanecer y de nuestro corazón, poderosos rayos de luz, de nuevas fuerzas y nuevos sueños de mujer, con bríos, risas, alegrías, anhelos y esperanzas.

Musgo verde cubrirá nuestros pies descalzos, hierba fresca del campo, nuestra razón, florecitas silvestres flotarán serenas sobre el mar de nuestros pensamientos, heno perfumado crecerá misterioso al contacto de nuestro canto de sirenas y un estruendo de algarabías surgirá de nuestro corazón. O tal vez el susurro de un suspiro solitario, adonis, guerrero, sencillo y protector, que espera en silencio la llegada de un nuevo día o quizá tal vez, la llegada de un nuevo amor que se acerque despacio cual pálida sombra, para no herirnos con la luz de su mirada.

Pensando en todo ésto, me pregunto amigas del alma: ¿De dónde vendrán los ángeles, los arcángeles, serafines, querubines, potestades y principados?, -no lo sé- seguramente debe ser de un lugar muy especial, sumergido quizá en las profundidades de un océano glorioso en el cielo, -o quizá- de la verde y virgen espesura de la selva amazona del mismo cosmos infinito de una sonrisa de mujer, donde pájaros de albo plumaje, cantan coros celestiales en loor del Todopoderoso, porque “ÉL NOS HIZO SER AMOR!

Hasta allí, hasta ese lugar de inmaculados e insondables misterios de nuestro corazón de mujer, viajará el alma esta noche, sobre las alas de nuestros pensamientos, este último día del año 2009, para traer a la tierra el CORAZÓN DE DIOS con y en la palabra escrita.

¿Es allá donde moran los seres celestiales, el lugar exacto desde dónde Dios escribe su palabra para todas nosotras con tanto amor? Si es así, ¡Entonces habremos tocado el cielo con nuestras manos! y nuestro último día del año seguirá siendo un día especial por siempre, y en nuestra alma aumentará el regocijo, una fiesta íntima cada día, por haber sido atraídas por la secreta gravedad del amor más sutil y más elevado del mundo, ese campo magnético que separa la realidad de la imaginación… ¡Un trono heraldo cual templo bendito en el corazón místico de cada mujer!

Digamos salud, y despidamos al 2009 amigas queridas, con un gran fuerte aplauso,
y una sonrisa, aderezo de nuestro amor.

¡Mil gracias de todo corazón, año 2009, estamos en paz!

Doral.


miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Cómo decirte adiós?


Amor; donde quiera que estés:

Sé que estas letras no bastan para expresar todo lo que en mis lágrimas he plasmando con mucho dolor por ti… por mí, por los dos… pero escribo serena en el regazo de tu recuerdo, tus sueños, los míos, absorbiendo la paz que dejaste en las cepas de mi corazón que a tu lado floreció en trigales de silencio, música y poemas de amor. Un amor que por ser tan lejano e inalcanzable lo vestí de cielo, le construí alas en las paredes de mi pensamiento, un mágico camino sembrado de letras, poemas y rosas, mismas que el tiempo deshojó en olvido. Mi palabra ostra en tu silencio ¿Qué más quieres que te diga si me duele tanto el frío de tu ausencia? ¿Pero quién soy yo evitar tu partida?

Un templo construí en mi alma, jardines de inspiración con frutos de joyas, donde cantos celestiales de ángeles te ofrecí enamorada en los desvaríos de mi loca fantasía vestida de tul ilusión, rosas azules, risa de niños, la inocencia de un suspiro, la pureza de una flor, en arcos fuertes de imaginación, aquí en la soledad sedante de mi cuarto, donde siempre como un ángel mensajero del cielo, enciendes todas las luces de mi alma, dulce avatar en la inmortalidad de tu propio ser. ¡Yo te busco y te encuentro dentro de mí!... ¡Tesoro de mi dulce calma!

Uno a uno de mis labios se escapan los suspiros, al cerrar mis ojos para pensar en ti; pensamientos blancos como palomas, surcando hacia la inmensidad de tu alma inmortal, manantiales de hidalgos sentimientos, brillando cual doradas diamantinas, o sendas de gloria en la estela de tus pasos sobre la polvareda cósmica, ¡tus huellas tras la vida surcada!. Pero ya no estás, te has marchado para siempre y yo aquí, sigo soñando, sigo esperando el milagro que tú mismo me enseñaste con tu ejemplo, ¡A no rendirme jamás!

Tu vida, la mía; ¿Qué han sido sino dos gotas de agua, en la mar de la existencia, un sueño imposible de dos ríos desembocados en el mismo cauce de la rosa inmortal?: “La alborada”, pero soñar no es imposible ni está prohibido y tú lo sabes tan bien como lo sé yo y lo sabe Dios. Sin embargo…

Se fueron nuestros últimos años mi amor, como rieles donde juntos vimos pasar el tren de la felicidad, que deseándola tanto, la obviamos. Tú, en la dulce galanura de tus promesas, sed insaciable de tu florecida presencia…y yo aquí en la intimista soledad de mi esencia abrazadora, donde fui dejando día a día mis sentidas letras, (florecitas de mi vida), algunas bañadas de profundo llanto, otras felices en el baúl, que se fue a viajar junto a ti.

Hoy en el tiempo se va una vez más otro jirón de mi amor, “nuestro último año”, el final total de un adiós que no será el polvo de aquellos vencidos, conmigo se queda fresco, vivo y latente, el tierno eco de tu voz, dintel sagrado de mis más exquisitos anhelos, se queda tu esencia de Hombre Especial, niño adonis, coloso y guerrero, mensajero de Dios, cautivo de la inocencia, refugio de un corazón, guerrero del amor verdadero, testigo y santo de la distancia, todos los días, en el tiempo y la eternidad, cálido puente del amor total.

En este mundo te conocí, en este mundo te dejo partir, dormido sobre la mortaja dorada del cruel final, nuestro mudo silencio de un triste adiós. Un ascenso entre notas musicales, sin escalas, directo hacia la luz de Dios, el mundo al que tú has pertenecido desde siempre, yo me quedo en el mío: “Dolor y Reflexión: He aquí mi camino”

Hasta siempre mi ángel,

Doral.

¡Las doce uvas!


¡Las doce uvas!


Estamos ya a menos de cuarenta y ocho horas de despedir el año 2009 amigas queridas, ¿Se están ya preparando para recibir el año nuevo?

Si es así, primero y antes que nada, sentémonos un momentito a reflexionar de dónde, cómo y por qué nació la tradición de las doce uvas unidas a los doce deseos de la media noche del 31 de diciembre, sí... ¡Justo en el último minuto del año!

La tradición de saborear las doce uvas, se remonta a principios del siglo XX. La implantación de esta costumbre (que nació en Europa), no se debe a motivos religiosos o culturales, sino más bien a intereses económicos. En la noche vieja de 1909, los cosechadores de uva tuvieron una gran producción de esta fruta y para deshacerse de tanta uva, inventaron el rito de tomar las uvas de la suerte en la última noche del año y eso fue todo.

A partir de allí, se adoptó la costumbre de despedir cada año, pidiendo doce deseos al consumir las típicas "uvas de la buena suerte". Este rito por supuesto va asociado con los doce meses del año. Cada mes simboliza a cada una de las doce uvas. Y en el festejo hogareño, las familias alrededor de sus mesas van señalando cada una sus deseos al ir nombrando cada mes y comiendo la uva correspondiente. ¡Es hermosa la algarabía que se forma en ese momento y la buena vibra que se genera en el acercamiento mutuo!

En algunos hogares se acostumbra ir recordando todo lo que sucedió cada mes del año, y pidiendo se repita lo bueno y se incinere para siempre lo malo, pero hay que tener mucho cuidado en eso de pedir deseos sin ton ni son, ya que cuando por venganza deseamos que a alguien le vaya mal, ese sentimiento puede regresarse hacia nosotras, más las consecuencias. Aguas... mucho cuidadito con eso.

Pero lo más curioso de todo ésto (refiriéndonos al brindis con las doce uvas), es que la misma fe de la gente ha obrado milagros, o mejor dijéramos: "Maravillas", y así como se dice de nosotras las mujeres que al escribir una carta, siempre nos gusta añadirle al último una posdata, asímismo en las mesas modernas del siglo XXI, se dice que suceden milagros al pedir los doce deseos, por eso es importante conservar la tradición. El brindis no puede faltar, ya que éste ha llegado a considerarse "una institución" y no un mero incidente improvisado.

Entonces, si nos damos cuenta, al conocer la tradición del por qué se tiene brindar con uvas la última noche del año, aquí y ahora vamos a romper con un paradigma que hemos venido arrastrando desde quién sabe cuándo, me refiero a que: ¿Por qué tienes que comer uvas necesariamente en vez de comer fresas o cerezas o manzanas? (jaja, broma), es como en los rituales de las bodas, ¿Por qué arrojarles arroz a los novios, cuando puedes arrojarles frijol o garbanzos o maíz? ¿Qué no son granos todos simbolizando a la abundancia?, ¡oops!

En fin, la costumbre de brindar es muy antigua, data desde la grecia primitiva, ¿pero con doce uvas? ¡Eso es más contemporáneo!, y ni sabíamos porqué ¿verdad? bueno... ya ni tanto, ahora ya lo sabemos.

Concluyo amigas lectoras; con brindis o sin él, con uvas o sin uvas, yo sigo creyendo en la calidad moral del alma y del espíritu para despedir a cada año que se va de nuestras vidas y mirar hacia el cielo en cada nueva "Aurora de Luz Inmortal" que por siempre vivirá en el corazón místico de cada mujer. This is it (Eso es todo, como dijo Michael Jackson).

Despidamos el año y digamos: ¡Salud!, con imaginación,
Doral.

lunes, 28 de diciembre de 2009

La navidad y el encuentro consigo mismas.

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La navidad y el encuentro consigo mismas


Amigas queridas; este es un buen momento reflexivo para aceptar los errores, pero...

Aceptar nuestros errores, es igual o más difícil que intentar dormir sin sueño o tratar de ingerir alimentos sin apetito; todos casi todos los seres humanos declaramos a los cuatro vientos que lo hacemos y sin embargo, faltando a la verdad, seguimos cayendo en el autoengaño de pensar que ya lo hemos logrado, aún cuando nos falta mucho camino por recorrer en el difícil arte de aceptar los errores. La navidad es la mejor época del año para encontrarnos a sí mismas.

Como seres humanos, estamos expuestos a cometer equivocaciones, tener fallas es propio de cualquiera de nosotros, pero no todos estamos preparados para reconocerlos, aceptarlos y superarlos, nos hace falta -a unos más que a otros menos- practicar con mayor frecuencia el noble ejercicio de la autocrítica, el balance, el análisis de lo que hemos hecho, de lo que no hemos hecho y hasta de lo que estamos haciendo; pero sobre todo, la humildad para identificar causas que provocan las distintas razones en nuestro quehacer personal, profesional, laboral, etc.

Eso sí, somos expertos en señalar tropiezos o desaciertos de los demás; nos vanagloriamos cuando descubrimos que los otros son falibles y sobre todo, cuando comprobamos que nuestros supuestos sobre el comportamiento de aquellos eran correctos.

La cultura actual de nuestra sociedad está imprengnada precisamente de este tipo de mensajes. Por todas partes se dan a conocer los aspectos nocivos de todos y eso genera un alto nivel de negatividad cotidiana y asfixiante, que a la larga, trae como consecuencia el que lo "bueno" que ocurre en nosotros o en los otros (La primer palabra que un niño asimila con profundidad en su hogar es: NO).

Vale la pena destacar que a partir de la experiencia individual y a través del ensayo y el error propios e inherente a la vida misma, cada uno de nosotros se enfrenta a distintas situaciones que, problemáticas o no, dejan un aprendizaje esencial; en lo particular, la premisa: "equivócate con mayor frecuencia", me ha permitido apreciar con mayor profundidad los vaivenes del diario vivir. (La validez de mi última hipótesis, la obtuve hace un par de días) ¡Fué glorioso descubrirlo! Porque eso me permitirá no tropezarme con la misma piedra en la posteridad. Sin embargo...

Es cierto que triunfar no depende necesariamente de la cantidad de errores cometidos, es obvio también que el que menos se equivoca sea siempre el más sabio, lo que sí es innegable, es que reconocer un error en su justa dimensión y aceptarlo tal y como es, nos deja como herencia el poder sacudirnos de los fantasmas creados por tal fenómeno.

Estoy convencida de que en la medida en que seamos capaces de aceptar nuestros propios errores -mas allá de la auto-compasión y el mazoquismo trasnochado- estaremos en condiciones de aproximarnos más a lo que somos y lo que queremos ser. Decir: "Es cierto, me equivoqué", pero decirlo con honestidad, prudencia y humildad es la mejor manera de aceptarnos a nosotros mismos y al mismo tiempo, una oportunidad inmejorable para cultivar nuestra propia dignidad humana.

Abrazo enorme de corazón.

Doral.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Pasó la navidad, pero seguimos de fiesta.

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Pasó la navidad, pero seguimos de fiesta.


Todos estos días anticipados a la recientemente pasada NAVIDAD, han sido días de mucho ajetreo para todas nosotras, algunas con nuestros hijos, esposos, trabajo, amigos, vecinos, la casa, la cena, los adornos multicolores que colocamos en nuestros hogares, los regalos, y los mil detalles para que todo saliera a la perfección. ¡Qué curioso!, algunas mujeres hicimos todo ésto, con muchos sentimientos reprimidos en el alma. Estábamos inmersas en mil quehaceres, con el tiempo encima y seguíamos sintiéndonos solas en el alma, a pesar de estar bien ocupadas y bien acompañadas por los nuestros en el hogar.

Nos preparábamos todas para recibir una navidad de trabajo, esfuerzos constantes y repetidos, sobre todo la última semana pasada, y de alguna manera sabíamos que aunque nos hayamos sentidos solas, no lo íbamos a estar tanto como lo habíamos decretado con anterioridad, pues el mismo cambio de clima y la proximidad de una fecha tan especial como es la Navidad, contribuyeron poderosamente a que hasta la misma atmósfera se transformara en olor a pino fresco, oliera a dátiles, a higos, a duraznos frescos, a manzanas, a membrillo, a tejocotes, a caña de azúcar, a ponche caliente, a calor de hogar y a paz. Todo este ambiente decembrino, quizá nos lo asociamos al olor propio que despiden los momentos de dolor del ayer.

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Me refiero a los seres que se han ido para siempre de alguna manera de nuestras vidas, los abuelos, los padres, los hermanos, los hijos, los sobrinos y hasta los grandes amigos y grandes amores que ya no veríamos más en esta tan próxima navidad pasada.

Siempre el ambiente navideño nos envuelve e influye en nuestro estado emocional, las mujeres somos muy sensitivas y muy emocionales aunque lo queramos admitir o no, porque si bien es cierto, cuando no tuvimos la dicha de tener a nuestro lado a las personas que hubiésemos querido tener esa noche, hubo otras que hicieron su papel que les correspondía: los familiares, amigos, vecinos, y hasta la gente de la calle haciendo su alegría con risas, música, algarabía y hasta los niños tronando en las banquetas sus clásicas palomitas, cohetes y petardos de pólvora.

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Todo ello y las posadas, las fiestecitas, las visitas y los ruidos que hicieron nuestros vecinos, nos distrajeron un poco de nuestra soledad y nuestro mutismo tan propio al que solemos encerrarnos las mujeres para pensar en lo que más nos interesa. ¡Qué más hubiésemos querido, pasarla completamente felices con los nuestros, sin nada en el alma que nos doliera, o sin ningún recuerdo doloroso en el corazón!

Pero Dios que es tan generoso con sus hijas(os), en esta navidad como en otras navidades de años anteriores, se presenta vivo en el corazón de nuestro hogar, siempre hay algo que nos hará recordar cada navidad de manera distinta: Tal vez una llamada de quien no esperábamos, un regalito inesperado, un detalle de alguien que no estaba incluido en nuestra lista de proyectos para ese día glorioso, la visita de alguien que tampoco esperábamos, un gesto, una canción, una tierna película casera que nos dejó un lindísimo mensaje, una bella carta que nos sacudió el corazón, y hasta algún charrasquillo que amenazó el momento con algún imprevisto accidente como derramar un vaso de sidra o de champagne en nuestra alfombra, o quedarse dormido encima de la ensalada navideña, o que se apagaron las velitas encendidas con el portazo de los niños corriendo por toda la casa, un pedazo de piñata que le cayó encima a uno de los nuestros y que nos causó un ataque de risa, etc.

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Tantas cosas que pasaron esta navidad, lograron sacarnos un poquito del rincón intimista de nuestro corazón, nos divertimos viendo felices a los demás, hablando de mil cosas, cenando con voracidad, bailando, cantando, aplaudiendo o viendo vídeos familiares y fotografías que guardábamos celosamente, o simplemente metidas y enfundadas sensualmente en un rico pantalón amplio de pana calientita, abrazadas por nuestra chamarra de peluche o suéter de mangas largas preferido con un rico y espumoso chocolate en un tazón de barro en nuestras manos. (a la usanza de los tiempos de nuestras abuelas ¿recuerdan?)

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Las tradiciones familiares en navidad, siempre serán gratas aún que nos sintamos con mil dolores acumulados en el alma. Pero lo más valioso es darnos cuenta amigas queridas, que la misión del NACIMIENTO DE JESUS, se repite incesante cada año también en nuestro corazón de mujer, recordándonos sublímemente que nuestra propia misión de mujer, es dar amor a nuestros seres queridos, dar muchísimo calor del alma a todos los que nos rodean esa noche buena en que definitivamente, nos convertimos todas en: “MARÍAS”, y MADRES, para dar gratuitamente lo más grande, lo más valioso que podemos dar: ¡Nuestro corazón de mujer!

¿Qué dieron ustedes esta navidad amigas queridas?
¿Cómo la pasaron?
Espero sus valiosos comentarios.

Doral.

sábado, 26 de diciembre de 2009

El lenguaje silente del corazón.

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El lenguaje silente del corazón.

¿Se han preguntado ustedes amigas queridas, de cuántas formas aprendemos a expresarnos en la vida? ¿Ustedes creen que expresar algo a alguien es sólo hablar con palabras? ¡Pues fíjense que no!, para vuestro conocimiento la palabra “expresión” tiene sus causas y sus motivos especiales de existir y no nació así nomás de la nada. Y cuando atravesamos por “x - presión”, allí se manifiesta el verbo en toda su expresión (válgame la redundancia)

Pero si de hablar se trata, hay muchas maneras de expresar lo que queremos manifestar, hablar e incluso sentir y hacernos entender, por ejemplo: Si hablamos, por los labios podemos decir muchas cosas, el lenguaje es una herramienta maravillosa en el ser humano, un aspecto cognitivo dentro del desarrollo humano que bien vale la pena profundizar en él.

Y en este marco cabe señalar que el lenguaje humano es un arma poderosa para la inter-relación. Saber expresar lo que queremos emitir a nuestros seres queridos, no es una labor fácil y no siempre lo logramos con el éxito que quisiéramos, pero en estas épocas de navidad (especialmente) aparece un factor importante a nuestro favor, y este va relacionado con el corazón, con los buenos deseos y con el amor.

El corazón también tiene su propio lenguaje, y éste va mucho más allá del aspecto humano, se expresa en esferas superiores de conciencia, se manifiesta hasta en la materia, las esferas del alma, los valores del Ser, del Espíritu. Los hidalgos sentimientos que a veces no se pueden manifestar con palabras humanas, pero sí con HECHOS.

¿Cómo se le puede decir a alguien que se le ama profundamente sin tener necesidad de abrir la boca? ¡De mil maneras!

Basta con ello una sonrisa, una mirada, un gesto, una acción, un detalle, una canción, un pensamiento e incluso una oración. Las ondas teleoginoras que emite la mente humana son muy poderosas, son emanaciones magnéticas que toman formas tan sutiles, invisibles y casi intangibles para nuestros sentidos físicos tan poco acostumbrados a prestar atención a las causas del ultra.

Sin embargo, esas emanaciones de supremo amor que a veces emite el corazón, son palabras silentes que expresan mucho más que mil palabras que pueden sonar absurdas en el hilo de un teléfono, en una carta, en un mensaje o incluso si las dices muy cerca del oído del ser amado cuando no sabes decir lo que sientes porque tu sentimiento te gana, te apasionas y tus emociones se salen fuera de control.

Es importante ejercitar el lenguaje mudo (o mejor dicho, silente) del corazón, pero con hechos. ¿No pudiste estar al lado de tu ser amado esta navidad? Has algo para demostrarle cuánto lo hubieras querido; ¿Ofendiste o lastimaste a alguien recientemente?, pide perdón desde tu corazón, no es necesario que te humilles frente a la persona ofendida, no lo hagas si no tienes el valor de hacerlo, pero… no todo está perdido, hay algo que puede ayudarte a sentirte mejor.

Entremos a la parte medular de este tema: “Lee con atención por favor” que esto es para ti.

Hay una técnica que quiero regalarte: La técnica se llama: “Silla vacía”. ¿Quieres intentarlo?, vamos, ¡Anímate!, yo te guiaré ¿De acuerdo?

Siéntate cómodamente y coloca frente a ti, una silla vacía. Cierra tus ojos, respira lentamente inhalado por la nariz hasta llenar tus pulmones de aire, házlo pero sin violencia, despacio, rítmicamente, inhalas por la nariz y exhalas lentamente por la boca. Repite esto por espacio de unos 10 minutos o más, según cómo te sientas, cada organismo reacciona diferente. Has de parar hasta que te sientas relajada completamente y sigues respirando a tu ritmo normal. Después, sin abrir lo ojos, has de imaginar a la persona a quien lastimaste, siéntala en la silla que colocaste frente a ti y conversa con ella serenamente, dile todo lo que sientes, exprésale sin temor cuánto lamentas haberla ofendido y pídele disculpas sinceramente desde tu corazón, promete que no se volverá a repetir y abraza dentro de ti, la paz que te causa el haber descargado tu conciencia de esa manera.

Has vaciado desde tu inconciente, una carga emocional que te resultaba pesada, y ahora te sientes mucho mejor, esperarás un momento poniendo atención a lo que esa persona te responde, escúchala, lo que te diga, ¡cualquier cosa! No importa si incluso te reclama o te insulta, tú no reacciones, ese problema ya no es tuyo sino de la otra persona. Tu alma, tu esencia, tu corazón y tu espíritu hoy han experimentado un nueva forma de amar, hoy has conocido un nuevo lenguaje… ¡El lenguaje silente de tu propio corazón!

Enhorabuena y virtud por ti ahora y siempre,
Con mis mejores deseos de paz, amor y reconciliación en estos días de Natividad.

Doral.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad, ¡Dulce Navidad!


Navidad, ¡Dulce Navidad!


Amigas queridas:

Este temita nos acercará seguramente a los momentos más reflexivos de todo el año, pero también a los que son más hermosos de toda la vida.

¿Quién no ha disfrutado plenamente la Navidad dentro de su hogar o fuera de él?
Ya llegó la Navidad amigas, el sol se esconde temprano por las colinas de los pueblos del mundo, para ceder su paso a la nieve que cubre nocturna a los abetos de las montañas, quienes antes de dormirse, despiden un olor precioso a bosque, sobre todo aquellos pinares bellísimos de las montañas, donde algunas personas suelen pasar sus vacaciones de invierno, deslizándose por la nieve sobre sus skyes, los niños juegan felices y los pájaros buscan presurosos sus nidos. Se antoja una chimenea y un chocolate caliente en compañía de la familia.

En las grandes ciudades todo es algarabía, las luces de neón, las tiendas abiertas toda la noche, la gente por las calles van cargando sus regalos para toda la familia y amigos. También se abastecen de los víveres para preparar una suculenta cena de navidad de lujo, donde seguramente muchas amas de casa, les gusta echar hasta la casa por la ventana.

¿Qué piensan ustedes preparar en su cocina amigas queridas en esta próxima navidad para todos sus seres queridos?

La comida navideña que más se estila en muchos países del mundo, son los romeritos, el bacalao, los buñuelitos en su miel, el ponchecito caliente, el pavo… ¡Ay, el rico pavo en su vinito tinto… qué sabroso! los dulces, chocolates y caramelos para los chiquitines.

¡Ah! Pero antes del recalentado, hay que romper todas las piñatas, los globos… las serpentinas… tomarse la foto del recuerdo junto ¡Al árbol de navidad!… ¡El Nacimiento!… el pesebre, las posadas, las campanitas de cacahuates y mandarinas, los adornos de mil colores, la clásica llave de la buena suerte, para colgarla en la puerta y que nos vaya muy bien durante todo el año. O bien, la típica corona de musgo fresco o licopodio con sus grandes flores rojas de nochebuena, los angelitos, los bastones de turrón, los garapiñados endulzados, la biznaga en cubierto, la calabaza con piloncillo, los tejocotes, la caña de azúcar, ¡mh…qué delicia! ¿no les parece?

Hablar de Navidad, implica todo un proceso de trabajo bien organizado, en el que por supuesto, debe participar toda la familia, desde hacer planes de compras y festejos, hasta poner la última lucesita en las ventanas y jardines de la casa Es muy hermoso tener ilusión para estas fechas donde grandes y pequeños hacen del momento, un recuerdo inolvidable, pero…

Entremos a la parte más delicada de este temita: ¡El presupuesto para festejar la navidad en casa o fuera de casa!

Los tiempos y la economía se hacen cada vez más difíciles amigas queridas y tenemos que ingeniárnoslas casi mágicamente para que los dineros alcancen y no quedarnos endeudadas, con nuestro efectivo agotado y nuestras tarjetas de crédito saturadas, ya que la cuesta de enero se reciente a veces muy duro, (lo queramos o no), en todos los hogares del mundo, cuando no se tiene una cultura de ahorro, o una visión práctica y menos soñadora… ¡Qué más quisiéramos!, echar nuestra casa por la ventana cada navidad, no reparar en gastos para que todo salga perfecto.

Pero no todos los hogares del mundo pueden darse el lujo de echar en verdad su casa por la ventana, o forrarla por dentro y por fuera con mil luces de colores, el árbol natural o artificial más grande que hayamos visto, las esferas más elegantes y hasta con musiquita linda, o preparar la más rica vianda para nuestra mesa la noche de navidad, o comprar los regalos más costosos que vimos en el aparador del centro comercial, o realizar el viaje soñado para esas fechas tan significativas… etc.

Tenemos que poner lo pies sobre la tierra amigas lindas, y darnos cuenta que la navidad no es una fecha para desgastarnos física, emocional y económicamente tratando de quedar bien con los demás, y que posiblemente si nos sacrificáramos en lograrlo (sé que algunas mujeres sí podríamos lograrlo), algunos otros ni siquiera lo sabrían valorar.

Por lo tanto, hagamos conciencia que decir: “Navidad” es sinónimo de recogimiento espiritual, un acercamiento con JESÚS, un encuentro con nuestro NIÑO DIOS INTERIOR, un calor de hogar donde el corazón humano (aunque humilde), sea el mejor anfitrión de todos, aunque no podamos tener la manera, o los medios económicos para comprarnos una decoración navideña de alto y refinado protocolo, ni regalitos costosos, ni un suculento pavo en el centro de la mesa, ni la repostería más fina, ni un árbol cargado de esferas, moñitos y luces de colores, pero sí un hermoso nacimiento de fe, de paz, de buena voluntad, de amor fraternal e incondicional, de concordia, de comunión con Dios y con nuestros seres más queridos, y reafirmar todos juntos esa noche de navidad, la promesa divina de un Hombre que jamás tuvo en su hogar, ni siquiera la dicha de estrenarse un humilde sweter, o sentir el calor de una hoguera, o mirar muchas luces de colores a su alrededor. ¿Conocen ustedes amigas queridas cómo fue el nacimiento de Jesús… nuestro Niño Dios?

Me gustaría que juntas, aquí y ahora, todas nosotras lo recordásemos. Yo espero sus valiosas opiniones con todo el respeto y cariño que ustedes merecen.
Navidad… ¡Dulce navidad para todas nuestras amigas!

Doral.

jueves, 24 de diciembre de 2009

El Duelo y La Navidad

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El Duelo y la Navidad


Ha llegado otra navidad más a nuestras vidas; pero quizá esta duele más que todas para algunas de nosotras, mujeres que atesoramos recuerdos muy valiosos y en este día especial, el llanto nos acompaña por muchos motivos.

La alegría agridulce que se trata de retener casi a la fuerza en el corazón, nos recuerda que muchas cosas ya no podrán ser esta navidad; los seres queridos que se han ido este año y los años anteriores ya no están con nosotras, ¡ya no estarán nunca más!, y cuánta falta nos harán sus risas, sus bromas, sus palabras, sus acciones… ¡Ya no puede ser!

Se ha teñido de gris el cielo de nuestra navidad última, y los negros nubarrones dejaron honda tristeza en el alma de los míos y los tuyos, pero ¡La vida debe continuar!, hay que pintar las puertas, techos y paredes de nuestro hogar, hay que darle brillo a las lámparas, cambiar las macetas, hacer limpieza de armarios, cortinas y alfombras antes de poner el nacimiento y el arbolito de navidad… ¡no hay ánimos! –ya lo sé- pero hay que adornar la entrada con musgo, licopodio y flores… muchas flores de noche buena…

¡Es cumpleaños del niño Jesús… nuestro Dios!

Y todos aquellos corazones que hoy atravesamos por algún duelo, tenemos que hacer que suceda el milagro más grande del mundo esta navidad, al entregarle nuestro dolor al Salvador, como un holocausto en un ramillete de dolor y lágrimas para que Él las transforme en frescas gotas de rocío y esperanza que resurjan a la nueva vida.

Ya nada será igual sin esa presencia tan amada en el seno familiar, y quizá hasta ni ganas tengamos de festejar la navidad, pero recordemos que detrás de la cortina del luto y duelo, detrás de cada dolor y detrás de cada lágrima, hay un ángel de amor velando por cada una de nosotras, las mujeres guerreras y amazonas que tenemos la misión de llevar alegría a los nuestros, aunque en nuestro propio corazón esté lloviendo.

Tratemos de levantar el ánimo a los demás, preparemos una cena amorosa en casa, abramos las ventanas para que entre aire nuevo, dejemos que entre a nuestro hogar el espíritu navideño y dejemos que el ángel de la navidad, haga la vida amable a quienes están tristes. Pongamos un poco de música suave y flores frescas en un jarrón.

Si es posible encender un par de veladoras perfumadas o un poquito de mirra e incienso de maderas o sándalo, será una buena táctica para limpiar la atmósfera de malas vibraciones y alejar las tristezas. Yo acostumbro quemar rajitas de canela y manzana deshidratada, a parte de depurar el ambiente, despide un olor riquísimo como al ponche de frutas que se antoja tanto en los países de América y que se acostumbra además en las navidades como bebida tradicional.

La velada navideña puede ser de mucho cariño con los nuestros, de mucho calor humano y acercamiento sincero, principalmente en los hogares donde siempre había sido todo de pura dicha y felicidad y la desgracia no había tocado en nuestra puerta. En la abundancia, la alegría y la prosperidad se olvida uno del recogimiento espiritual y los más elevados valores místicos, pero cuando se sufre, se está más cerca de Dios, aprende uno a mirar al cielo y ya no tanto al suelo.

Aprendamos a soltar amarres y ataduras, enseñémonos a elevar las velas de la paz y el amor, y soltemos el ancla de tantos sufrimientos, dejemos que esta navidad del 2009, sea El Salvador del mundo quien sostenga el timón y guíe bendito, nuestra barca hacia los confines de la verdadera dicha, felicidad y nuevos horizontes llenos de luz, de fe, de confianza, de esperanza y por supuesto, de abundancia y salud para todas nosotras y nuestras familias.

Recuerden que no está tan lejos el Amor del Todopoderoso, sólo tenemos que abrir con franqueza y sinceridad todos los pétalos del corazón y dejar que venga a nosotras su reino, Él morará en nuestro cuerpo y pondrá sus bienes al alcance de nuestras manos, donde nosotras los podamos tomar… ¡Qué hermoso será el privilegio de ponernos a su servicio y permitirle que se haga en nosotras su voluntad!

¡Viva Dios en las alturas, y paz en la tierra, a los hombres (y mujeres) de buena voluntad!

¡Feliz navidad amigas de nuestra casita virtual!
Con mi respeto y cariño siempre:

Doral.

martes, 22 de diciembre de 2009

¡A tí MUJER, donde quiera que te encuentres!

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En aquel último beso en que se deja
sepultada el alma, como tú en la mía,
caricia infinita que acercó a dos mundos,
¡El tuyo y el mío! mas allá de la vida,
sellando promesas de sutil entrega,
¡Te pertenezco... y aún eres mía!
¡Por siempre estaremos juntas!
en cuerpo, alma, sentimiento, espera y razón,
porque nunca el amor, nos dijo que se iría,
apagando latidos del corazón.

Y sin embargo, el tuyo dejó de latir,
y tus ojos se cerraron para siempre,
y tu aliento se evapora a la deriva,
en cada suspiro de mi existir,
motivos que exhaló tu vientre,
misterios que me dieron vida,
promesas que debo cumplir,
porque aún me sabes viva,
y en el lecho de tu muerte, de algún modo,
dijiste: "no muero del todo",
-En tí seguiré viviendo
la madre que siempre fuí,
mi corazón se queda latiendo,
para siempre en tu vivir-

No puedo decir que te has marchado,
ni sentir que te has ido para siempre,
porque ejemplo inmaculado,
de ti también brotó de mi vientre,
recordándome el pasado,
tu vida en la mía se vierte,
repitiendo ciclos no deseados,
pues también tus nietos me han dejado,
¡Mi corazón está inerte!

¡Estoy viva Madre!... y ya sin vivir en mí,
¡Tambièn espero la muerte!



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lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Dolor y Reflexión en Navidad?

¿Dolor y Reflexión en Navidad?

Amigas queridas:
Ya estamos a unos cuantos días de recibir la Navidad en nuestros corazones. Y aunque algunos corazones se encuentren rotos o sangrando por algunas frescas o añejas heridas del alma, hoy vamos a abrir nuestro altar del alma para dar gracias, aún en medio de dolor inenarrable que atraviesa como dardos, las paredes de un corazón de mujer.

Es posible que alguien no tenga ganas ni siquiera de pensar en asomarse un poco a la más profunda de todas las reflexiones en esta noche de navidad, porque su soledad o su dolor no se lo permiten. Pero pensemos serenamente una cosa:

¿Qué es el dolor cuando el amor es más grande?

El amor duele y eso es muy obvio, pero también tenemos que reconocer que si no hay dolor, no puede haber nacimiento, ni puede haber ascensión y mucho menos comprensión creadora: La semilla tiene que morir bajo la tierra para que la planta germine, la madre debe sufrir para que su hijo nazca, la flor debe marchitarse para que crezcan sus frutos: El ser humano no puede ser la excepción; también tiene que sufrir algunos dolores en el alma, para poder madurar, crecer interiormente y progresar o evolucionar.

Entonces; no puede ser tan malo el dolor, aunque a nadie le guste sufrir desde luego, a nadie le es grato el sufrimiento, nadie quisiera pasar por un gran dolor y a nadie se le desearía. Pero amigas del alma, tomemos el lado positivo de las cosas: El dolor también tiene belleza oculta, porque gracias al dolor, aprendemos a exigir, a tocar puertas, a abrir caminos a nuestro entendimiento. Las cosas pasan en la vida por alguna poderosa razón de Dios, y siempre he defendido en todos mis escritos que como seres humanos, a nosotros no nos corresponde cuestionarlas, sino digerirlas con optimismo, voluntad y buena fe llena de esperanza en el Creador.

Dios puede enviarnos paquetes bastantes pesados pero valiosos amigas, y si estos se reciben con una envoltura tosca, tampoco son como para angustiarse, porque pueden estar seguras amigas queridas, que dentro de ellos, hay escondidos tesoros de amor, bondad y sabiduría, si se toman con fe y confianza lo que ÉL nos envía, y aunque estos paquetes nos lleguen aún en los peores momentos y en las mayores dificultades, podremos aprender el significado de los Secretos Divinos, aún que la vida nos resulte impredecible y dolorosa.

Quiero aprovechar este momento anticipado a la Navidad amigas queridas, para daros gracias a todas ustedes que como lectoras silentes, permanecen allí tras la pantalla de su computador, bebiendo mis humildes letras con toda la paciencia que agradezco infinitamente. Este proyecto que nació con mucho amor, como en otros en los que me involucré voluntariamente en éstos últimos meses del año 2009 que empieza a dejarnos para siempre, y en los que ustedes me han acompañado, han rendido frutos importantes.

La dura cuesta de cada artículo, es sólo un peldaño en la empinada escalera que es la formación de toda mujer. Ustedes tienen que seguir ascendiendo como lo han hecho hasta ahora, sin esperar concesiones de ninguna especie, solamente armadas con vuestra capacidad y vuestro talento de mujeres bellas e inteligentes, intuitivas y sabias por derecho y por naturaleza humana muy femenina a mucho orgullo, gracias a Dios.

Puede ser que otras personas hayan llegado primero que ustedes y sin ningún esfuerzo a sus metas esta navidad y este próximo ya fin del año 2009, pero siempre estarán en deuda con los que hicieron posible su llegada, careciendo de las competencias tan necesarias, pero…

Yo sigo creyendo en la calidad moral como requisito indispensable e imprescindible para el respeto hacia una misma y hacia los demás. Sólo las personas ineptas aceptan concesiones. Y el optar por abrir caminos, en lugar de transitar por los ya hechos, o ya construidos no es una decisión fácil de tomar amigas mías, pero hasta hoy, es la única forma segura que yo conozco, para templar el carácter.

Muchas gracias por éste racimo de momentos que ustedes pasan a nuestro lado. Gracias por las promesas hechas vida, por el compás rítmico de vuestra mirada lectora, al esperar pacientemente cada temita que les hemos traído a lo largo de estos seis meses que ya tiene este sitio al servicio de ustedes.

Gracias por compartirnos sus valiosos comentarios, algunos felices, otros muy tristes. Otros increíblemente desconcertantes y algunos otros cargados de humorismo y excelente buena y elevada vibra.

Gracias amigas queridas por permitirnos rebasar los límites de nuestras quimeras y permitirnos ayudar de manera desinteresada a transformar vuestras lágrimas en frescas gotas de rocío.

Gracias por transmutar nuestras horas grises, en instantes de aprendizaje, dicha y felicidad.Gracias porque en la adversidad, juntas hemos descubierto, lo maravillosa que se presentó la gran oportunidad de enfrentar día a día cada vicisitud dentro de nuestra casita virtual.

Gracias también por vuestras confidencias, por vuestras lágrimas, y también por esos largos silencios dolorosos, porque con ellos hemos aprendido a señalarnos a sí mismas y poder aceptar nuestras zonas erróneas. Hemos llegado a formar una hermosa familia virtual, y el permanecer unidas en las letras, ha sido la mejor forma de ayudarnos mutuamente a reflexionar en todas estas cosas… que solas, ¡jamás se nos hubiera ocurrido meditar!

Gracias por tantos momentos supremos de infinita comunión, en que vuestras almas y el alma de Aurora de Luz Inmortal, se encontraron y se enlazaron en la misma sintonía, para sellar con letras, el abrazo más cálido, el perdón mas ansiado, el sentimiento más hidalgo de mujer.

Gracias por el matriarcado de vuestra presencia en nuestras vidas, donde todas encontramos día a día nuestro único camino hacia Dios.

Enorme abrazo desde mi corazón al vuestro…¡Y una muy feliz navidad!

Doral.

domingo, 20 de diciembre de 2009

"NAVIDAD SIN TI"





Navidad sin ti.


Este es un tema dificil para mi y se que para ti y para muchos tambien lo es, ha sido un año dificil, y muchos hemos tenido perdidas y esta época del año nos trae recuerdos, a tal punto que nos entristeceremos porque la navidad es una época para compartir y estar en familia y es alli donde sentiremos con más fuerza su ausencia, y se que es duro pasar navidad sin el ser querido que hemos perdido.

La muerte es un hecho inevitable y aunque ha diario lo veamos en noticias y acompañemos a algun vecino u amigo en su dolor, nosotros no estamos preparados para afrontarla, y cuando nos toca vemos lo dificil que es superar este dolor, especialmente porque hemos perdido un ser querido y el lazo que nos unia y vemos roto parte del ciclo de nuestro diario vivir.

El duelo es una serie de etapas por las que tenemos que pasar, y para esta época es cuando mas duro nos dará afrontar la realidad de la ausencia de nuestro ser, y sentiremos que no será lo mismo, y sentiremos mas fuerte este vacio, pero es alli donde debemos recordar que la navidad es otra época más, otra etapa mas de nuestras vidas y como tal debemos vivirla.

Aceptar que nuestro ser querido ya no esta fisicamente, pero si espiritualmente, en nuestro corazón, en nuestro pensamiento, porque nunca lo olvidaremos, aceptar no es olvidar, debemos pensar que cuando nuestro ser querido estuvo con nosotros le dimos todo lo que pudimos y no hablo materialmente, yo pienso que los bienes materiales van y vienen, pero el amor sincero, ese nunca muere.

Y ¿Cómo seguir adelante? sin duda alguna tenemos muchos motivos para sonreir, nuestros amigos, compañeros, familia, un bebé, un novio, el esposo, el grado de nuestros hijos, una flor, una mariposa, el mismo cielo, ese cielo azul que a diario nos da un nuevo amanecer, debo recordarte que Dios mismo sintió dolor, el perdió a su unigenito y lo hizo por nosotros.

Y si Dios mismo vivió este dolor y sigue a nuestro lado, ¿Porqué nosotros hemos de dejarnos llevar por el dolor?

Yo pienso que cuando mi ser querido estaba a mi lado, lo disfrute,reí con él, lloré y me enojé... Compartimos secretos y fuimos cómplices, vivi a su lado tantas cosas, pero la vida continúa y debo seguir adelante, porque mi ser querido estaria muy triste si asi no lo hiciera. Pero claro... que no es fácil, yo no digo que lo sea, extraño su risa, su voz, sus bromas y tantas cosas que vivi en su compañia, y ésta navidad no sera igual, pero me animo pensando que mi ser querido es un angel.

Por esta razón te invito a seguir adelante, nuestro ser querido nunca, pero nunca hubiese querido que al morir, nosotros tambien nos dejemos morir de tristeza. Es momento de recordar, tratemos de levantar nuestro ánimo, y dejemos entrar el ángel de la navidad a nuestro hogar, si no tienes ganas de armar el árbol, porque antes lo hacias con tu ser querido, házlo de una forma discreta, cambia el árbol por uno más pequeño o de cerámica, pero no te encierres en ti misma(o), cuando yo me he encerrado, me deprimo y me da mal genio y termino metiendo la pata, lastimando a quien más quiero, no quiero que tú pases por lo mismo, en estos dias perdi un amigo, por estar deprimida.

El duelo es un proceso variable y algunas personas logran vivirlo en dos meses y otras en 10, o mas meses, pero es normal, es un proceso lento, no es una enfermedad es un sentimiento, y en este proceso, la unión familiar es primordial y claro, logicamente todos los familiares tendremos un nudo en la garganta, y el primero que se atreva a mencionar a nuestro ser querido nos hará llorar, las lágrimas brotarán, para dar paso a la tristeza. Es alli cuando nuestra unión familiar debe acercarnos más.

Te animo a que no te aisles y aunque caigo en redundancia te digo: "La vida continúa y es bella"

"Gracias Dios de mi vida, porque me permitiste vivir con mi ser querido y me diste oportunidad de compartir tantas cosas como momentos, gracias Señor porque ahora está tu lado y desde alli me mira con ojos de amor, de bondad, aún puedo sentir sus suaves manos cuando la brisa me acaricia, y cuando una rosa florece la puedo ver"

Espero les sirva este articulo, para hacer de nuestras penas mas llevaderas.


Autor: "Meli"
http://chismeli.blogspot.com

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡Dos pavos para navidad! (De la serie cuentos de navidad)



¡Dos pavos para navidad!
(De la serie cuentos de navidad)
Autor: "Doral"

Aquel día, Lidia llegó emocionada a su casa, traía su cara encendida de felicidad: -mamá...mamá, me regalaron en mi trabajo un pavo congelado de 7,140 kgms. para cocinarlo en navidad- ¿Te imaginas mamá?... ¡Son siete kilos, ciento cuarenta gramos de carne de pavo, con la cual podría comer toda una familia de 15 miembros en la cena de navidad!

La familia de Lidia era muy numerosa, pero a raíz de la muerte de los abuelos y la de (Eva), la tía más cercana, los miembros de su familia se había distanciado un poco, ya no era como en las navidades de años anteriores, en que todos se reunían en casa de su madre, participaban alegres de la cena y los regalos de noche buena, de los buñuelitos caseros, de los villancicos, de los globalones y los dulces de colación, del relajo y la algarabía, del ponche calientito con frutas, de los cohetes y las lucesitas de bengala, de las fotos y videos junto a la chimenea o con el hermoso árbol de navidad donde estilaban sentarse todos tan felices para comer dátiles enmielados, cacahuates tostados, mandarinas y tejocotes e inflar globos para todos los niños y difrutar la tronadera de confetis por toda la casa.

Lidia no sabía que hacer con su pavo, pero se le ocurrió la mejor idea: "¿Sabes mamá? este pavo tan gordo y sugestivo se lo voy a llevar a "Doña Cata", aquella señora que te conté que vive en Villa Juárez, es tan, pero tan humilde y con tantos nietos, que segurito le va a caer del cielo

Su madre nomás la escucha sin atinar a decir nada ante la emoción reflejada en el semblante de su hija haciendo planes para el pesado pavo que traía a casa, unos escasos días antes de navidad. La dejó hablar para que se desahogar su cúmulo de emociones, y cuando ésta hubo terminado de hablar, la madre le respondió:

Ay, hija mía, qué suerte tan grande, pero ahora debo comunicarte que tambien a mí me regalaron otro pavo, pero el mío es aún más grande que el tuyo, pues éste pesa 7,350 kgms. y yo te pregunto: ¿Qué podríamos hacer con dos pavos en casa?

La hija no podía creerlo, abrió tanto los ojos que no tuvo más remedio que parpadear para poder asimilar tal prodigio ¡Tanta comida en casa, para ellas dos solas!

Entonces tuvieron que idear nuevos planes; un pavo sería entregado en Villa Juárez a una familia muy humilde donde se podía hacer felices a muchos chiquitines proporcionándoles una exquisita oportunidad de cenar pavo su casa, ¿y el otro pavo? ¿qué iban a hacer con el otro pavo?

Mamá; este otro pavo lo tendremos que repartir en varios partes, o si no; pos nos vamos a enguajolotar aquí y cuando nos hablen pos vamos a tener que contestar: ¡CUAC! ¡CUAC!... pues es tan pesado que apenas si cabe en el congelador, seguro si no lo metemos rápido se puede echar a perder. -sí, seguro- respondió la madre.

Pero se me está ocurriendo otra idea mamá -comentó lidia- ¿y ahora qué pasa? le respondió la madre un poco enfadada, pues no tenía planes de recibir a nadie en este fin de año, con el ánimo de descansar y recuperar un poco su salud, que últimamente había perdido debido al exceso de trabajo y presiones ejercidas durante los últimos tres últimos años.

Mira no importa qué hagas con este otro pavo hija -le respondió firmemente la madre-"regálalo a tus tías o a tus amigas, o vete con Doña Guille, preparen mole, tamales, u hornéenlo, o lo que quieran... lo que sea... yo sólo quiero por favor estar en paz y me conformo con un sandwich vegetariano si es posible"

No, no, no... -respondió la hija- mejor no voy a ir a Villa Juárez, ¿para qué ir tan lejos si aquí mismo cerca de las villas por donde pasa el tren, viven tantas familias pobres a los que les llegaria como llovido del cielo un pedazo de pavo para la cena de navidad"

La madre ya un poco más molesta le dijo: "Mira hija, ya me da igual lo que hagas con los dos inches pavos que no tengo ahorita ni ganas de discutir por eso. Por mi no hay problema si te los llevas al río y se los das de comer a los peces, o a las tortugas o a los cocodrilos, ¡Por Dios!, eso digo... ¡Dale gracias a Dios, que tienes aquí en tu casa DOS PAVOS PARA NAVIDAD!, y tú discutiendo qué hacer con ellos, cuando hay hogares que no tienen ni siquiera un pedazo de pan para darles de comer a los suyos ¿Te fijas?

Ay mamá... ¡Pero no te enojes! ¿Cómo diantes no me voy a enojar si un pavo es mío? ¡¡Y con él hago lo que a mí me da la gana!! pero como te pones en ese plan, pos vete mucho al carajo con los dos pavos juntos, pero a mí, déjame en paz!

Amiga lectora; tú que me lees, ¿cómo crees que terminaría este cuento? envíanos tu valiosa continuación, la cual agradeceremos enormemente- ¿Qué pasará con Lidia y su mamá? ¿Se irán a enguajolotar? ¿Terminarán hablando como pavos goarrrr goarrr goarr? ¿Les darán los huesos a los vecinos?, perdón... ¿a los perros de los vecinos?

De corazón, mil gracias y feliz navidad con pavo o sin él.
Doral.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El mejor regalo es: ¡Navidad!




¡El mejor regalo es: ¡Navidad!


Casi siempre por estas fechas nos preguntamos qué regalar a nuestros seres queridos, y en verdad que tambien casi siempre solemos hacernos bolas al tener que seleccionar un regalo diferente cada año, y a veces ¡qué lata! tenemos que repetir el mismo regalo del año anterior, porque no sabemos qué regalar, o porque el tiempo se nos vino encima y ya no podemos darnos el lujo de buscar en medio de tanta gente que abarrota las tiendas y centros comerciales, jugueterías y demás...

Esto sucede en los círculos elitistas donde las amigas y amigos tienen de todo y realmente no les hace falta absolutamente nada, ¿Qué se le podría regalar a una mujer o a un hombre que tienen de todo y en abudancia?... ¡Ah...! ¿Pero en un hogar donde se carece de todo? ¡DIOS!... ¡Lo que llegue es bienvenido! y no hallan ni dónde sentarlo a uno por la emoción y el agradecimiento que hasta casi se les antoja besar las manos del donador.

Y es que en realidad de verdad, festejar un nacimiento tan especial como el de nuestro Señor Jesús Cristo, que hace más de dos mil años este acontecimiento marcó al mundo, y no es para menos hablar de ello antes y después de tan lindo festejo, pues Él es el Señor de Señores, el Rey de Reyes, y el Amo Absoluto Creador del Cielo y de la Tierra. Imagínense amigas queridas, el único Rey que ha nacido en un pesebre entre animales y pastores, sin esplendores ni servilismos, sin bullas ni algarabías, con mucha humildad, pero con mucho amar. Pudo haber nacido en una familia rica pero fue todo lo contrario y vivió siempre con suprema humildad.

Entonces, pensar en los regalos para estas fechas, como que se le levanta el ánimo a cualquiera, pero más que nada, la Navidad es tiempo de unión, amor y paz, con regalos o sin ellos. La Navidad es un hermoso momento para fijarnos nuevos propósitos y metas, pero sobre todo es tiempo de trabajar arduamente por alcanzarlas. Tiempo de familia, de compartir, de disfrutar, de crear conciencia y de ahorrar lo más posible para recibir la cuesta de enero que es cuando suben los precios de casi todos los artículos... ¡En cascada!

Por lo tanto, sería bueno reconocer que cuando se está en familia, gozando de una excelente unión y una privilegiada salud, ¡Resulta ser el mejor regalo!. ¿De qué serviría un árbol navideño de conferencia, una mesa con viandas culinarias de alto y refinado protocolo, un nacimiento con exceso de luces multicolores y figuritas de porcelana o de plata, un cuarto cargado hasta el tope de regalos que serán sorpresa para todos los miembros de la familia, un viaje a otro pais, etc. ¿De qué serviría si no pudieramos ver, oir, palpar, respirar, o caminar sobre la faz de la tierra.

Hay que contar nuestras riquezas orgánicas esta navidad junto a los nuestros, ¡Estamos sanos!, podemos respirar, podemos oir las risas de nuestros niños, podemos ver los rayos del sol, podemos sonreir, oler, tocar, caminar, ¡Y disfrutar en grande el mejor regalo que para todos, ES LA NAVIDAD!

Con mis mejores deseos de paz y amor.

Doral.

martes, 15 de diciembre de 2009

¡Una Carta en Navidad!

¡Una Carta en Navidad!

Mi querido amor:

Sé que no bastan las palabras, ni mil suspiros plasmados en el blanco cuerpo de un papel, para expresarte con la tinta de mi corazón, ¡Cuánto te extraño esta navidad y cuánto desearía estar a tu lado!, mirarme en ti, iluminarme con la luz de tus ojos, respirar tu aliento, beberlo junto al mío emocionado, tomar en mis manos el sonido heraldo de tu corazón al tocar la suave corteza de tu fresca piel, y oir tu mundo interior recostada en tu pecho. ¡Me abrazo aún de los recuerdos como pretendiendo hacer un pacto con mi propio sentir, o quizá ingenuamente retener el tiempo!, pero el tiempo se ha ido corazón, y con él, las ilusiones que se marchitaron en la espera de verte llegar.

¿Donde están las huellas que dejaron tus pasos? -me pregunto- y te pido perdón por no haber podido guardarlas en el baúl donde guardo tus cartas, ¡Tantas cartas de amor que me escribiste en momentos de suprema adoración y gloria!, pero sabiendo que es el viento quien las conserva, al viento le suplico en mi pensamiento... ¡No me alejes de sus caminos!... ¡Déjame respirarlo aunque sea en el aliento, o dintel de los recuerdos de aquel cáliz de amor, donde juntos bebimos!

¿Dónde está el eco de tu voz perfumada a magnolio, que como fuente cantarina se va disfuminando en mis ocultos sentidos, adormeciéndome felizmente? ¿A dónde se han ido las tardes de verano y los días de otoño, que entre risas y confidencias secretas, contabamos juntos los minutos, atesorándolos con cada una de tus verdes hojas de esperanzas, y embriagada en la sutil aroma de mi blanca flor de magnolia en los labios, embelezada exclamaba con palabra ingenua.. ¡Te amo! y al unísono tus labios de sol (y mirando al cielo), me respondían ¡Yo tambien te amo a tí!

Voces de la inocencia en algarabía de principio y fin de estación ¡El destino acechaba nuestras vidas!, pero el canto ruiseñor de la alborada, nos despertaba en la Aurora con su Luz Inmortal, ¡No llores, me decías! ¿Se puede intuir cuando se acerca el final? ¡Nunca más volvimos a vernos! Y no sé qué me duele más: Si saberte dormido en la dulce sensación que dejan las sábanas celestiales que nunca podré doblar, o saberme fraccionada en las estrellas que tú nunca podrás contar.

Pero a pesar de todo... ¡Sé que estás!... En algún lugar del universo, fusionado al Galeaxi Cosmos Infinito, evocando quizá los mismos poemas que solíamos leer, o acariciando las alas angelicales del silencio en un suspiro estandarte, que te hará inmortal, y yo aquí... Naturaleza muerta, suspendida en los ropajes transparentes de las letras, con mi palabra ostra que nuevamente en esta otra navidad, se vestirá de blanco para asistir sacrosanta a recibir a Jesús, vínculo supremo de amor y arte, por siempre adorado en mi corazón.

Vive; vive siempre en la fe de esta carta, que con tinta de sangre, te firmo fiel, en vísperas de navidad, donde pongo también por testigo, al aire perfumado de tierra, mar y cielo... ¡Tu cielo tan azul a donde has ido! a las frescas margaritas silvestres, a las esporas del campo, al canto del cenzontle, al aroma de una flor abriéndose ilusionada para beber los rayos matutinos. Vive; y sé feliz como el canto del grillo; como la oculta emanación de fuerza en la oración, vive y sigue viviendo en la dulce melodía desencadenada... ¡Mi dulce sombra del amor!

¡Feliz navidad en mi recuerdo siempre!

Doral.

lunes, 14 de diciembre de 2009

¡Aires de navidad en el corazón!



¡Aires de navidad en el corazón!


Amigas queridas; la navidad se acerca a pasos agitantados, y el momento tan esperado todo el año, empieza a sacar al sol, los regocijos que tiene escondidos en el corazón.

El alma de la mujer se dispone a vestir sus mejores galas en esta época de adviento, prepara sus ropajes en tonos dorados (como los rayos del sol), que simbolizan a la luz, color verde de la esperanza, color blanco de la pureza inmaculada del Niño Jesús, y en tonos rojos que simbolizan su sangre bendita, su fuego y su pasión.

La navidad es una época en que generalmente nuestro hogar huele a dátiles frescos, a palmeras, a membrillo, a cerezas, a calabaza enmielada y biznagas deliciosas a flor de piel ¿saben por qué?, porque los aires de navidad dan la vuelta al mundo cargados de un halo de dulzura, de ternura, de inspiración, de acercamiento entre los seres humanos. Huele a un no sé qué, ¡cargado de bendición!, se respira el olor de abetos que desde las cordilleras, cantan hermosos villancicos, abrazados de la blanquesina nieve que platea los bosques, las colinas, los montes y valles a la buena de Dios.

Y en el corazón de la mujer de nuestro mundo, tambien suena una dulce melodía que todos llaman: "Amor", especialmente en este tiempo de paz, de vida, de concordia, de perdón, de reflexión, de humildad, de recogimiento espiritual, de encuentro consigo mismos, de estar en sintonía con el ambiente que circunda a la navidad, a la naturaleza vestida de blanco con su seno virgen para celebrar el nacimiento de nuestro Señor Jesús Cristo.

Pero me hago una pregunta importante:

¿Por qué duele a veces la navidad en el corazón de algunas mujeres?

Quiero pensar que la navidad duele, porque de alguna manera el corazón de la mujer está vinculado fuertemente al corazón de Cristo, a través del Amor. Jesús ama al mundo sin condiciones, la mujer da la vida sin condiciones. Él perdona los errores de la humanidad sin pedir nada a cambio, la mujer perdona los errores del hombre y lo acepta aún con ellos de nuevo en su corazón, es feliz con los errores de su compañero, y no a pesar de ellos. Dios posee la misericordia divina, la mujer clama por ella, para que nunca le falte en su corazón. ¿Se fijan amigas lectoras qué importante es darse cuenta de la misión de la mujer en este mundo?

Por tal motivo amiga querida, ahora que estamos ya en vísperas de la navidad, te invito a que no te devaste tu propio desaliento, intenta sonreir, ¡Cristo nos ama!, reencontremonos con Jesús, charlemos con nuestro propio corazón, nada se ha extraviado en nuestra vida, todo ha sido un tropiezo de enseñanza , nada se ha perdido y en cambio hemos ganado en madurez, en crecimiento, en esperanza, en experiencia. ¡Deja que tu corazón asimile el perdón! ¡Vamos a casa de Jesús que está en tu propio corazón de mujer!


¿Aceptas esta invitación?
Si la aceptas, ¡Te espero en casa esta navidad!


La Paz de Cristo sea con vosotras y con su Espíritu.

Doral.

domingo, 13 de diciembre de 2009

¡Jamás dejé de quererte!


¡Jamás dejé de quererte!

“No sé dónde estás, pero quiero que sepas que pienso en ti al escribir esta carta aquí en mi soledad y con ojos de llanto, manos temblorosas y mi corazón doliéndome otra vez en el alma. ¿Cuántas veces me ha dolido el alma desde que se terminó nuestra relación? -no lo sé- ya perdí la cuenta… ¡ha pasado tanto tiempo, pero jamás he dejado de amarte, mi Dios lo sabe tanto como lo sé yo ahora que nuevamente estoy en vísperas de otra navidad sin ti!

¡Te amaba tanto, no entiendo por qué te fuiste! ¿Pero sabes?, En la oscuridad sedante de este cuarto vacío por tu ausencia, en que te escribo esta noche, trato de hacer inventarios con las sombras de tus recuerdos, contando las horas grisis del tiempo desde que no estás, y se acumulan los detalles que ahora tengo guardados en mi corazón para ti, aunque sé que nunca volverás.

He madurado en todo este tiempo, ya no soy la misma mujer que aquel día tú abandonaste. No importa que ni lo sepas ya, lo sé yo y eso me basta… ¡Te sigo queriendo!, me duele la distancia geográfica, me duele el espacio que separó nuestro amor, me duele tu ausencia, me duelen las huellas de tus besos quemándome día a día la piel, me duele cuando te veo en otras figuras humanas que se parecen tanto a ti.

¡Ssstthhh, no digas nada!, estoy loca -ya lo sé- pero mi dolor es mío, a nadie más le duele, ni mi dolor, ni mis sentimientos que llevo muy hondos guardados en el fondo de mi corazón definitivamente para tí, donde nadie los pueda ver, ni descubrir… ¡Jamás!

Mañana será otro día corazón, y quizá seguiré extrañándote y amándote más que nunca, pero no te preocupes todo está y estará bien, las lágrimas me confortan, me alivian y me lavan el alma, me dan fuerzas para seguirte amando en este silencio que a veces es tan tierno, sereno, tranquilo y en paz, como ahora lo es mi amor por ti. Sólo le pido a Dios con todo mi corazón que aunque no te vuelva a ver, ojalá que aquí en mi alma solitaria… ¡No me falte tu amor, jamás! lo pueda conservar intacto, limpio, grande y puro como el mejor de los regalos al desearte una vez más (estés donde estés):

¡Una feliz navidad mi amor!”


La presente carta es un testimonio vivo, de los miles que se viven a diario en el mundo, ¿Cuántas mujeres aman y seguirán amando en silencio a quienes ya se han ido de sus vidas? No tienen ni el más mínimo interés en sustituir con nada ni con nadie de este mundo a ese hombre que ya no está, que ya se fue y que por supuesto ya no volverá.

Viven esas mujeres, ancladas en sus pensamientos y sentires más profundos de absoluta fidelidad por ese alguien que aparentemente ya no existe en sus vidas, pero se aferran a los recuerdos como si fueran reliquias ancestrales sagradas e improfanables que nadie más puede ver ni tocar… ¡jamás!

De cierta manera esos recuerdos obsesivamente enfermizos se convierten en formas mentales fetichistas, capaces de llevar a la mujer a la más grande de las desesperaciones e impotencias que nunca jamás se imaginó llegarían a convertirse en angustias tan dolorosas y profundas al alimentar esos ideales que a su vez se transforman en ídolos de barro psíquico, que cobran vida en el inconsciente y exigen cada vez más energías a la mujer, es una especie de adicción mental.

Por supuesto no es malo amar en la circunstancia de vida que sea, el amor no sabría reaccionar más que con amor porque ES AMOR, pero cuando ese amor se vuelve un capricho enfermizo, y va consumiendo a la mujer lentamente, los trocitos de vida se le van llendo por la corriente y drenaje de su existencia irremediablemente y sin ninguna esperanza de poder recuperarlos.

Salvemonos amigas queridas, de la mujer ahogada… ¡Aunque sea el sombrero!

Mis respetos y cariño siempre,
Doral.

viernes, 11 de diciembre de 2009

¡La Navidad y los Niños!


Feliz Navidad

¡La Navidad y los Niños!


Preguntaba la niña a su madre: "Mamá; ¿De dónde viene Santa Claus y por qué trae tantos juguetes? ¿no se cansa de repartirlos toda la noche? ¡supongo que somos muchos niños en todo el mundo!

La madre pacientemente le respondía: "Santa viene desde muy lejos en su trineo, tirado por muchos renos fuertes y alegres. Todo el año Santa Claus está preparando los juguetes que los niños les piden para traerselos en navidad cuando se portan bien. Pero cuando se portan mal, no les trae nada.

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Algunas otras ocasiones, son los reyes magos quienes traen los juguetes a algunos niños que Santa Claus no alcanza a repartir porque ya está muy viejito y se cansa mucho el pobrecito"


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Amiga lectora: Tú que eres madre y que conoces el semblante de dicha y felicidad que la navidad trae a tus hijos, sabes que todo esto de la navidad:
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El árbol, las cartitas a Santa, la ilusión de los niños, la espera que a veces les desespera tanto, el cambio de opinión de lo que ellos van a pedirle a San Nicolás, la magia de la fe que obra maravillas con los chiquitines que ponen todo su entusiasmo, su confianza, su voluntad y su amor en esa noche maravillosa en que recibirán muchos regalos bajo el árbol, obedece exclusivamente a la capacidad de fantasías que ellos poseen, a su habilidad y facilidad para moldear las más complejas situaciones y tambien a su gran mentalidad creadora.

Feliz Navidad


Las fiestas de navidad representan momentos muy especiales para todos los niños del mundo que aún conservan su inocencia y su fe en la navidad. Es muy hermoso que algunos padres tienen aún (en pleno Siglo XXI), sumo cuidado en conservarles a sus hijos la ilusión por la navidad. Sin embargo algunos otros padres, han roto con ese vínculo mágico de los días navideños y los "supuestos regalos que trae Santa Claus". Son ellos mismos quienes abiertamente se hacen acompañar de sus hijos a las jugueterías y las tiendas comerciales para que ellos escojan sus juguetes, ropa o zapatos. Ya no hay tal magia, ya no hay tal ilusión, ni creen ya esos niños en el gordito cachetón vestido siempre de rojo. ¡Es un crimen moral, romperles sus ilusiones a esos niños que tienen todo el derecho del mundo de vivir en su corazón plenamente la navidad y perseverarla hasta la adultez y compartirla con sus propios hijos.

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Feliz Navidad Graphics


Es triste y muy lamentable ver a niños pequeños, burlarse de esas tradiciones que consideran demodadas y de cierta forma: "hasta ridículas". Pero no lo es tanto para aquellos otros chiquitos que no se dejan confundir tan fácilmente y que aún sueñan con hadas, elfos, ángeles y por supuesto con espíritus vestidos de blanco y de rojo, mensajeros del niños Jesús bajadas del cielo en alfombras mágicas o en trineos hermosos con campanas y bañados de nieve, que en el alma inmaculada del niño, son el mejor regalo y la mayor bendición.


Feliz Navidad Comments


Amemos a Cristo en nuestro corazón,
y al abrazar a nuestros hijos, por favor... ¡Que se nos note!

Sed felices esta navidad y siempre.
Doral.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El Hogar en Navidad

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El Hogar en Navidad.


“Qué a gusto se está aquí”.- ¿te imaginas la dicha que es, que todo aquél que cruce el umbral de tu casa pueda decir esta frase de seis palabras?

Significaría que tu casa no sólo es una casa, sino un verdadero HOGAR, palabra que viene de hoguera, de fuego que calienta, acoge, abraza, tranquiliza, une, integra como núcleo familiar y da la bienvenida.

Esto que todos deseamos puede venirse abajo si permitimos que el estrés de diciembre nos invada.

El estrés de diciembre comienza de manera inocente. Paulatinamente, focos y campanadas navideñas nos rodean. En esta etapa, la navidad promete ser de alegría, de reuniones familiares, de reflexión, de comidas deliciosas, de paz, de intercambio de regalos y buenos deseos, en fin… ¡de hogar!. Sin embargo, al poco tiempo los tambores de la jungla empiezan a sonar.

En el trabajo es cierre de año y tenemos un altero de presupuestos que revisar o tareas por concluir. En la calle alcanzamos a escuchar a una señora que presume de haber terminado de comprar hace tres semanas todos los regalos. En cambio, nosotros apenas acabamos de empezar y todavía tenemos una lista de 49 regalos que comprar, envolver y mandar.

Tenemos la presión de decidir, con quién pasaremos la navidad. ¿en casa? ¿en casa de nuestros padres? ¿con los suegros?, no queremos terminar como algunos de nuestros amigos que año con año tienen que cenar en Navidad ¡dos veces! A las 7 de la noche lo hace en casa de sus suegros, y acabando la familia entera sale disparado para cruzar la ciudad y llegar a cenar con sus papás ¡otra vez! Y en ningún lado pueden despreciar los platillos porque ¡los papás se sienten despreciados!

Hay que comprar tarjetas, mandar e-mails a las amigas, terminar de decorar la casa y tus hijos te piden regalos para sus maestras(os). Esto significa otros 15 regalitos extras, y tus tarjetas de crédito están a punto de explotar.

Total que para cuando llega el 24 de diciembre, nos encontramos ojerosas, exhaustas, desveladas, ya gastamos mucho, comimos mucho, y además terminamos dando regalos inapropiados por las prisas.

En mi caso personal me digo: “Re-lá-ja-te”, me lo digo una y otra vez.
Celebramos la navidad una vez al año, y debemos disfrutarla como lo que intenta ser, una fecha llena de amor, de paz, en donde con gusto todos nos reunimos.

¡Tantas semanas anticipadas de preparación!, de correr, planear, de encargar, de sugerir, de decorar, de estrés... ¿Todo para ver a los nuestros abrir sus regalos con frenesí?, comer como lobos hambrientos y terminar dormidos, ¿sobre el plato del postre? ¡No puede ser!... Esa no es la Navidad que queremos transmitir a la siguiente generación, ¿verdad?

¿Qué podemos hacer?

Revivir las tradiciones familiares, es una manera de darle significado a la navidad y contrarrestar el materialismo. Aunque con menos tiempo, nos toca a los adultos esforzarnos y hacer por nuestros jóvenes lo mismo que en su momento nuestros padres y abuelos hicieron por nosotros: Juntos poner el árbol, montar el nacimiento, preparar la cena, empacar los regalos, en fin, cultivar detalles que desde nuestra visión, carecen de importancia y para el mundo de un niño significan todo.

Una rica cena hecha de recetas familiares siempre es memorable. Sin embargo, una mesa perfecta, un menú maravilloso o un árbol de navidad de concurso, o de conferencia, nada tiene que ver con el hecho de si la familia disfruta o no, de estos momentos. Si la casa está preciosa, pero nosotros nos sentimos exhaustas, de mal humor o hechas un manojo de nervios, todo pierde sentido.

Alguna vez escuché decir que el mundo se divide en dos: egoístas y generosos. Lo mismo podríamos decir de los hogares en navidad.

En los generosos, la familia sabe desprenderse de ella misma y centrar su atención en los demás. Por lo que es importante hacer conscientes a nuestros hijos y menores, el valor de la generosidad y de lo privilegiados que son.

Enseñarles a que junten ropa, comida y juguetes para dárselos a otros niños que no tienen hogar, ni calor de hogar, ni familia ni nada, o en el mejor de los casos, tal vez si la tengan, pero sin recursos para festejar la navidad. Es un motivo de satisfacción muy grande regalar a esos niños en navidad, que se entreguen los presentes personalmente en ese día especial, para que así puedan tener una perspectiva de quienes lo tienen todo y de quienes no tiene nada.

En fin amigas lectoras, cuando ustedes se sientan que las prisas les consumen los nervios y están a punto de perder la perspectiva de la celebración, respiren hondo (como yo lo estoy haciendo ahora), varias veces y recuerden lo que de verdad significa la navidad, y lo que quieren que vuestros compañeros de vida recuerden de ella.

Ojalá que esta noche del 24 de diciembre en nuestra casa se sienta la alegría de un verdadero hogar, un pedazo de cielo en la tierra, que nos acerca y acoge alrededor de una hoguera, para que cada miembro de la familia pueda sentirse feliz y decir de corazón: ¡Qué a gusto se está aquí”

¡Feliz Navidad, y que Dios nos bendiga a todas(os)

Doral.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Tu recuerdo vuelve a mí, en navidad.

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Tu recuerdo vuelve a mí, en navidad.

(Una carta en el tiempo)


Un año más que se va para siempre de nuestras vidas, y yo sigo aquí abrazando tu divino recuerdo con suprema ternura en mi corazón, como si al evocarte, abrazara en mi propio corazón al universo entero en un suspiro estandarte. ¡Un brote de esperanza arrancado en jirones de mi alma; el hijo amado que nunca pude darte!

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No sé dónde estás, no se qué será de ti, y al viento le pregunto: ¿Qué harás ahora con las cosas que arrancaste de mi alma? ¿Qué haré con las cosas que yo arranqué de la tuya cuando me haya ido?

Hiciste de mí la hoguera encendida, fuego y luz de tu negra mirada, la ilusión que cautiva en los bosques del placer ingenuo, donde nace la aurora y la preña el sol en su propia alborada. Fuiste canto de ruiseñor, al silencio mudo de mi palabra ostra. Un respirar del aire en la mañana, fresco, agradable y sutil como tu alma inmaculada.

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Fuiste vuelo y fuiste cóndor… ¡Un nido de cariño que añoraba! cobijando con delirio cada nota en su compás, ¡Las melodías de mi alma!... blancas alas de paloma, ¡Pobre ilusa enamorada! Que no tuvo más mundo que vivir frente a un espejo de estrellas, siendo tan bella la luna perfumando de noche la hierba fresca que exfolia, el rocío cuajado, en los pétalos suaves, de mi eterna flor de magnolia.

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No sé donde estás y esta noche vuelvo al exilio de tu larga ausencia, vestida por la victoria, de un paraíso sin alas.

He sido y se que sigo siendo... ¡La musa misteriosa, de tu silente amor! Navidad sin tiempo en la Aurora de Luz Inmortal.

Autora: "Doral"

martes, 8 de diciembre de 2009

¡Las Novias de Diciembre!

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¡Las novias de Diciembre!


El mes de diciembre en algunos países del mundo es el mes más codiciado y el más esperado por la mayoría de las mujeres que están próximas a contraer nupcias, y yo me pregunto: ¿Por qué escogen la fecha de navidad para casarse?

Las novias de diciembre empiezan sus preparativos desde el inicio del año, por allá en enero o febrero son pedidas en matrimonio y tan pronto reciben la sortija o anillo de compromiso, comienzan las carreras contra el tiempo, porque Diciembre las espera con las puertas abiertas de par en par en el templo radiante adornado con flores hermosas y perfumados bouquets de bellísimos ramilletes de rosas blancas, candiles de cristal colgantes del techo con miles de lucecitas de colores, como lámparas suspendidas del cielo, para iluminar su paso hacia el altar, con su vestido blanco y su velo de tul ilusión, sujeto de la diminuta tiara de brillantitos o diamantes.

¡Qué frescas, lindas y lozanas se ven las novias rumbo al altar!, la felicidad se les sale por todos los poros de la piel, mientras el novio espera impaciente para recibirla ya como su esposa y futura madre de sus hijos, justo al pie del altar.

¿Testigos de la ceremonia? ¡sí; muchos!. Por un lado está bien dispuesto un exquisito y hermosísimo nacimiento donde el Niño Dios yace dormidito en su cunita de paja tan cálida como el corazón de María, su madre. Por otro lado tenemos a la Estrella de Belén, centelleando con fulgor para alumbrar el camino de amor de los desposados. Y tres reyes magos que vienen en camino rumbo al pesebre del chiquitín recién nacido. Ojalá lleguen a tiempo a la boda y de pronto y con suerte les toque romper la piñata, o de perdida echarse un par de “chelas” heladitas para brindar por los novios.

Diciembre es el mes de más algarabía, espíritu de fiestas, regalos, armonía familiar, y buenos deseos para todos, especialmente para los novios de diciembre que han escogido una fecha tan especial para contraer nupcias. La ceremonia ha terminado y todos los invitados se disponen a festejar a lo grande la unión de dos seres que nacieron para amarse y formar una nueva familia.

¿La fiesta?... Todo está a punto de turrón esperando a los invitados: Las mesas lucen elegantemente vestidas con manteles largos blancos adornados con moños dorados y florecitas tan blancas como el hermoso vestido de la novia. En el centro de la mesa los recuerdos, una cesta con fruta, dulces, colación, mandarinas, cacahuates, tejocotes, globos, espanta-suegras y… ¡mh, chocolates!. Un par de veladoras perfumadas que hace el ambiente más romántico con los platones decorados con motivos navideños haciendo juegos con los selectos servilleteros blancos con su listón dorado haciendo juego con los manteles.

Las novias de diciembre han trabajado arduamente para escoger detalles mil para su boda. Han tenido buen cuidado en seleccionar de todo… ¡Lo mejor!. Los pajecitos reparten diminutos libritos de buen gusto agradeciendo la asistencia de todos los amigos y familiares. Allá en la mesa principal de los regalos, la champaña se empieza a descorchar y todos aplauden en honor de los nuevos esposos. El mariachi entona las canciones preferidas de los enamorados que han salido a la pista a bailar su primer vals de casados… ¡Con cuánto amor se miran a los ojos!, pareciera que el mismo Dios está en medio de los dos.

Qué bellas son las bodas en diciembre amigas queridas, pero…

¿Han pensado cuánto tiene que trabajar una mujer antes y después de contraer matrimonio justamente en el mes más ajetreado del año?. Es apenas normal que la novia baje algunos kilos de peso con tantas carreras, tanta adrenalina corriendo por sus venas que hasta el sueño ha perdido en los últimos días y apenas ha probado alimento, y no sería extraño que precisamente en su noche de bodas, y en plena luna de miel, se quede profundamente dormida en los brazos de su amado. ¡puf!... o él.

Entonces amiga lectora; si tienes pensado casarte pronto, piénsala dos veces antes de decidir que tu matrimonio se efectúe en el mes de diciembre, o a menos que tengas dos pares de manos extras y una suegra jaladora (huy… digo:), para que no se te cargue tanto el ajetreo que conlleva todo matrimonio civil y eclesiástico y a la hora de la hora tengas que verte como caricatura flotando dentro del vestido blanco.

Comparte con nosotros tu experiencia al respecto, te invito a que nos escribas si es tu deseo y si no; tampoco hay problema ¡no pasa nada!, lo mismo te deseamos mucha dicha, felicidad, un hermoso matrimonio y una muy feliz navidad en tu nueva etapa de vida.

¡Enhorabuena! Con mis respetos y cariño siempre.
Doral.


domingo, 6 de diciembre de 2009

La Cena de Navidad.

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La Cena de Navidad.



¿Por qué la mayoría de las mujeres piensan en preparar un pavo para la cena de navidad?, ¿porqué tiene que ser pavo y no otra cosa?, ¿será porque es la tradición? ¿será porque es el ave que tiene más carne? ¡Podría ser un pavorreal!... ¡Pero resulta que siempre es un pobre guajolote el sacrificado!

Hay pavos de 6 o 7 kilogramos de peso, pero los hay mucho más grandes, hasta de 12 y 15 kilos, que apenas si cabe en el horno de nuestro estufa, y eso que ni refractario se encuentra fácil para cocinarlo, por eso las amas de casa y las chefs prefieren abastecerse con anticipación de utencilios especiales de otros materiales, que no sea cristal, debido precisamente a éso... ¡A que no caben en el horno!

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Y la verdad de todo ésto, es que sí existe la posibilidad de que quepa un pavo grande en el horno, pero... ¿Dónde le metemos el relleno?, y para comer pavo sin relleno, mejor cocemos un pollo en su jugo y resulta más rápido, más rico y nos alcanza para más comenzales y sin agregarle más que uno o dos puños de arroz al jugito y unos cuantos ingredientes como: Pimientas negras, cilantro natural, ajo, laurel, cominos y una pisca de orégano de maceta.

Pero bueno amigas lectoras; si ya decidimos que de todas maneras vamos a preparar un pavo esta navidad, aquí os dejamos la receta:

Ingredientes.
1 pavo de 6 o 7 kilos
1/2 kilo de carne molida de cerdo (puede ser combinada con carne de res vacuno)
6 rebanadas de tocino picadito finamente
6 rebanadas de tocino en tiras pequeñitas
1/2 taza de un buen jamon picadito finamente
1 cebolla picada morada
5 dientes de ajo picados
3 tallos de apio picados
1/2 taza de almendras peladas y picadas
4 manzanas golden peladas y picadas
1/2 taza de pasas
1/2 taza de vino blanco
1/2 taza de jerez dulcea
aceite para freir
sal y pimienta

Manera de preparación:
Lavar bien el pavo, secar por dentro y por fuera, espolvorear con sal y pimienta al gusto. Se amarran bien las alas con hilo y las patas del pavo tambien para que no se salga el relleno.

Se pone el pavo en una olla grande, en agua con sal hasta que hierva unos minutos. Luego se escurre.

Modo de preparación del Relleno:
Se fríe la cebolla y el ajo en aceite, se agrega primero el tocino picado para que se dore un poco, luego la carne molida hasta que se cueza, el jamon, las almendras, las pasas, la manzana y el apio; se añade enseguida la 1/2 taza de jerez y se deja hervir hasta que se reseque la mezcla.

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Luego se inyectará el pavo con 1/2 taza de vino blanco. Se desamarran las piernas y ahora sí, rellénalo. Amarra nuevamente, cubre la pechuga con las rebanadas enteras de tocino envuélvelo perfectamente bien en papel aluminio y mételo al horno a fuego medio durante cinco horas aproximadamente una hora por kilo, y se revisa constantemente para ir bañándole cada vez, con su propio jugo. Si se siente que está seco, se puede añadir un poco de agua o vino. Cuando esté bien cocido, se destapa para que se dore mientras se sigue cocinando fuego bajito.

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Cuando ya se vea doradito, puede introducirsele un picadiente en la pulpa de la carne para asegurarse de que ya está bien cocido, y ya lo está, se saca y se vierte en un platón grande donde previamente colocaremos una cama de lechuga donde vamos a colocar el pavo.

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Posteriormente y por último se puede decorar por toda la orillita del pavo (y sobre las hojas de lechuga), con flores de noche buena confeccionadas con jitomates rojos, tambien se pueden cortar rabanitos en forma de diminutas florecitas hermosas, se le puede agregar aceitunas sin semilla, un poco de aguacates (paltas) en rebanadas y si algunos comensales prefieren bañarle algún adherezo casero, como por ejemplo el "césar ligth", o tambien podría ser algún "greivy especial"...¡pues adelante!, el pavo de navidad no tiene reglas para ser cocinado, y esto puede hacerse al gusto de toda la familia.

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¡Buen provecho amigas y feliz navidad!

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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