jueves, 25 de febrero de 2010

¡No tengo tiempo, lo siento!



¡No tengo tiempo, lo siento!

Cada día de la vida, deberían de llegar nuevas ilusiones, muchos sueños para las personas que más lo necesitan: Las personas de la tercera edad, las personas mayores que se encuentran solas, falta de atenciones y de cariño.

Hay personas mayores que aún teniendo hijos se encuentran solas, muy solas; la vida evoluciona pero al mismo tiempo cambia… ¿Por qué sucede esto?

Pues porque hombres y mujeres tienen que salir a trabajar, y al tener que trabajar dejar a un lado las obligaciones más antiguas como son: Atender a los padres mayores que necesitan de la ayuda y la compañía de sus seres queridos, pero aún queriendo, algunos no tienen tiempo para dedicarlo a ellos que tanto dedicaron (a su vez), a los suyos en su tiempo… y algunas personas dicen: "No es que les abandonemos, es que no tenemos tiempo, chantajes al corazón, por favor ¡no!" ... Trabajamos, lo necesitamos, y entonces ¿qué hacemos?

Entonces se ilumina la idea: "Podemos meterlos a un asilo para ancianos, allí los cuidarán mejor y los visitaremos de vez en cuando para ver cómo están y bueno, pues parece que allí se encontrarán cómodos y atendidos", ¿Pero saben acaso como se sentirán esos ancianitos venerables al ser recluídos en una casa hogar lejos de su familia?

Ellos (los ancianitos), se quejan de que no se les visita más a menudo, y los otros alegan tener mucho que hacer en casa con los niños, el trabajo… Y tantas cosas que parecen más urgentes… ¿Pero qué puede ser más urgente que hacer feliz a una persona que nos consagró su vida misma y que gracias a esa persona ahora somos lo que somos?

Llaman a veces del asilo porque están enfermos y entonces nos preguntamos “¿qué pasó?, estaba tan bien…” ¡Claro que estaba bien pero la soledad, la melancolía y la falta del calor familiar lo está matando!... ¡Claro que estaba bien, pero no tanto como nosotros quisiéramos y entonces pensamos en otra residencia de ancianos, la mejor aunque nos cueste más dinero y estarán más atendidos por alguien exclusivamente a su servicio, tendrán todo tipo de atenciones médicas, tendrán… ¿Pero qué les falta realmente aparte de su vejez y enfermedad?

No son chantajes por Dios... Les falta lo más importante en esta vida, les falta el cariño, el amor, las atenciones continuadas de sus hij@s y niet@s … Y sí están enfermos pues con más razón, porque a veces padecen una enfermedad, pero otras veces, quizá las menos, son muy mayores y la única enfermedad grave es el paso del tiempo.

Pero en realidad de verdad, donde está la verdadera enfermedad de nuestros viejitos queridos abandonados a su suerte, es en su alma, en su pena del corazón porque las personas por las que tanto lucharon cuando fueron jóvenes, sus hij@s, no tienen tiempo para ellos…

A veces pensamos que cumplimos con pagar por tenerlos atendidos, pero hay otros hijos ingratos que hasta se atreven a decir: "Que lo paguen ellos que tienen su pensión, más grande o más pequeña pero tienen". Creemos que pagando los gastos de nuestros padres o abuelos mayores, estarán mejor atendidos en sus necesidades, y al pensar eso, lo tenemos todo solucionado, pero desgraciadamente caemos en el peor error. Ellos necesitan de nosotros (as), de nuestro cariño, de nuestro amor de hijos, no de personas ajenas que aunque les den de comer en la boca, les resultan extrañas... ¡Necesitan sentirse queridos!

Hace muchos años, cuando Corazón Herido era muy niña, recuerdo que cuando los abuelos eran mayores y no podían trabajar, la mejor habitación de la casa era para ellos… Y pienso hoy que pasaron muchos años y que tanto ha evolucionado la sociedad, pienso que hay algo que no se ha solucionado en todo este tiempo transcurrido: la soledad de nuestros mayores.

Yo al menos así lo creo, quizás me esté equivocando pero creo que estas personas que a la larga llegaremos a ser como ell@s, merecen toda nuestra atención, todo nuestro cariño y consideración porque nosotr@s llegaremos, si no nos quedamos antes por el camino, a ser como ell@s y a mi personalmente me gustaría que me cuidaran mis hijos.

Ell@s, estos mayores que terminan sus días en una triste residencia, también nos cuidaron a nosotr@s cuando éramos niñ@s, nos dieron su cariño y en unos tiempos muy difíciles nos sacaron adelante…

Nuestros mayores se sienten solos y Nosotr@s sus hij@s deberíamos pensar en atenderles el mayor tiempo posible, en tenerlos cerca y prestarles toda la atención del mundo pues ahora lo necesitan porque en algunos aspectos vuelven a ser niñ@s otra vez…

Merecen toda nuestra consideración y sobre todo nuestro amor y cariño.
Son lo que seremos nosotr@s mañana.

Autor: "Corazón herido"
Para Aurora de la Luz Inmortal,

Doral.

2 comentarios:

  1. Hellow!!

    Creo que Nunca dejarìa a mis papitos en un asilo.."como te ves me vi..como me ves te veràs"

    Si tanto hicieron por nosotros de niños, tantos desvelos, sufrimientos, sacrificios y gastos por el solo hecho de estar a nuestro lado y darnos lo necesario para vivir y salir adelante...lo menos que podemos hacer es SER AGRADECIDOS, y pensar que en algun tiempo llegaremos a estar como nuestros viejitos y nos gustarìa que nos arrumbaran como un mueble viejo, inservible y pasado de moda? noooo señor, si supieramos tooda la sabidurìa que guardan nuestros viejecitos, aprovechemos esas experiencias, ya han caminado por la senda que ahora estamos pasando.. hay tanto que contar, hay tanto que aprender..

    Hay que dar amor, cariño, paciencia y una compañia agradable.. tal cual como si fueran niños otra vez.

    Con mucho cariño

    ResponderEliminar
  2. MI LINDA AMIGA MUJERCITA QUERIDA:

    Efectivamente mi reina preciosa, totalmente de acuerdo contigo respecto a lo que has dicho de que los ancianitos vuelven a ser niños y que hay que tratarlos como tal, te cuento:

    Mi padre (q.e.p.d.) no tan grande de edad pero si en cansancio por tantos caminos de la vida sobre su espalda, un día cayó enfermo gravemente y lo primero que se me ocurrió fué traermelo a casa para cuidarlo personalmente y allí estuvo el profe varios días recuperándose, pero me dice una mañana que tiene ganas de comer hot kakes y le preparé caseros para servirselos con leche, su debilidad manita, le hice un cerro por si pedía más, jajaja qué locura, ahh pero en la noche al cambiar yo de sábanas la cama para que mi viejo durmiera cómodo, ay madrecita santa un olor tan grande a quequis por todo el cuarto y pensé que era la vecina la que estaba seguramente cocinando lo mismo que yo había preparado por la mañana para mi papá.

    Pero grande fué mi sorpresa que al levantar las almohadas para cambiar las fundas, ZAS, que allí me encontré dos quequis mamaíta, jajaja que seguro mi viejito se llevó para el luch secreto ¿pero abajo de las almohadas?, Santa Madre de mi alma, nomás dime tú si los ancianos no se convierten otra vez en niños, ¡qué gran sorpresa!, pero la que yo le dí a él al decomisarle su manjar preferido, no sin antes darle su sermoncito con mucha ternura, ¿me lo creerás que ni se acordaba? jajaja ¿cómo ves?

    Gracias mamaíta querida por tu lindo comentario, tqm y no te olvido.

    Doral.

    ResponderEliminar

Trate de no escribir en mayúsculas por favor, a parte de ser de muy mal gusto, da la impresión de estar gritando. ¡Gracias por su comprensión!


Got My Cursor @ 123Cursors.com