lunes, 27 de septiembre de 2010

Lesbianismo y homosexualidad


Lesbianismo y homosexualidad


Se le llama “lesbianismo” a la preferencia sexual que una mujer siente hacia otra. También se le conoce como: Mujer que se siente atraída romántica, afectiva y/o sexualmente hacia personas de su mismo sexo, se gustan y disfrutan enormemente de la práctica libre de su sexualidad humana, a la que por supuesto, tienen todo el derecho del mundo, aunque en pleno siglo XXI, aún la sociedad las juzga y a algunas hasta se les condena, sin darles ni siquiera la oportunidad de defenderse.

Pero hay excepciones, no en todas las sociedades sucede este fenómeno del “rechazo” hacia el lesbianismo y la homosexualidad, ya en muchos países del mundo se ha asimilado perfectamente esta cuestión tan “natural”, e incluso se les ve a las parejas lésbicas o parejas de gays, en la calle, tomados de su manos o abrazados amorosamente de manera pública, eso ya no es novedad sino andancia –comentó un párroco muy conocido en esta comunidad virtual-

Sin embargo, tenemos que reconocer que ambos fenómenos (el de la homosexualidad y el lesbianismo), es piedra de escándalo todavía hoy en día, lo queramos admitir o no; y que como parte de la sociedad que somos, no es fácil para muchas personas aceptar esta idea en sus reducidos conceptos mentales, no la coinciben, la consideran un tabú, una vergüenza, un asco y casi un crimen moral que atenta contra natura (dicen). Y claro; para una persona que piensa así, es muy fácil escudarse a sus concebidos prejuicios y despellejar vivo a su prójimo con las manos en la cintura y sin tentarse el corazón.

Pero a manera cultural, diremos algo importante aquí y ahora: En 1949, la Dra. Simone de Beauvoir afirmó: "Una no nace mujer, sino que se hace mujer." Su reflexión abrió todo un nuevo campo de indagación intelectual sobre la interpretación de la igualdad y la diferencia de los sexos, que hoy es tema de revistas, libros, debates políticos, políticas de diversidad empresarial, seminarios académicos y movimientos sociales en todo el mundo. (Ver su libro: “La mujer rota”)

Los Estudios de "Comportamiento sexual" no sólo estudian la desigualdad hacia las mujeres, sino que han abierto nuevos campos de investigación, tales como: masculinidades y diversidad sexual. Pues no es extraño encontrar hoy en día a muchos hombres feminizados y a muchas mujeres demasiado masculinizadas, ¿a qué se debe este fenómeno?, ¿A la cultura?, ¿A sus roles?, ¿Al entorno?, ¿A la formación que se recibió de los padres? ¿A las influencias de amigos, familiares o conocidos?, ¿A la genética?, ¿A la curiosidad?... ¿O a qué?

Es cierto que vivimos en un mundo mercantilista de toma y daca, o de puro “trueque”, me das-te doy, si no me das-no tengo porqué darte, ¿cierto?., ah, pues entonces lo mismo pasa con las normas socioculturales: Si funcionas dentro de la norma, todo bien, no tienes problemas con nada ni con nadie, es decir, tienes que hacer lo que hace Don Vicente y toda la gente, que al son que le tocan, baila, pero si te sales de la normalidad, te llaman: “Anormal”, “Loca(o)”, “Desviado”, “Desquiciado” y madre santa, quién sabe cuántos apodos más… ¡Y de pilón todos feos e injustos!

No es por lo tanto, nada grato ni justo ni honesto de parte de algunas personas, que se pasen la vida señalando la paja en el ojo ajeno, sin darse cuenta de la viga que traen atravesada en el suyo. Afortunadamente hay quienes sí se atreven a “salir del closet” y les vale un cuete el qué dirán o el qué pasará y realmente es admirable, porque se necesita ser o muy irreverente o muy valiente para aceptar su lesbianismo o su homosexualidad frente a los demás, ¿Y quienes somos nosotros para juzgar o para condenar actos ajenos? ¿Qué acaso las lesbianas y los homosexuales no son seres humanos como tú o como yo, que también tienen sus sueños y hasta van al baño y se cepillan los dientes como cualquiera?; ¿De dónde salió la idea de que ellos son personas inferiores, vulgares y prosaicas?.

No apoyamos la ola de violencia que impera contra nuestras semejantes que tienen preferencias sexuales especiales, pero tampoco ayuda mucho el rechazo maquillado hacia ellas, el maldeseo escondido, oculto o disfrazado, es decir: Cuando tú dices que no te importa que tu amiga, tu hermana, tu hija, o tu compañera de trabajo salga con otra mujer, o que tu hijo, tu hermano, o tu amigo salga con otro hombre, pero les evitas, les sacas la vuelta, les rechazas, prefieres que no te vean con ella(él), e incluso hasta les cortas tajantemente en un determinado momento, ¿Cómo te sentirías tú, si estuvieses en su lugar?

Hay que tener mucho cuidado en nuestro trato, en las palabras y en las conductas que tengamos hacia nuestras amigas lesbianas y con nuestros amigos de "manita caída". Ellas y ellos, tienen un problema serio que resolver y seguramente lo harán a su manera, pero no nos corresponde hacer juicio, sino todo lo contrario: Reconocer que viven y sienten así por alguna razón, motivo o causa, y que no necesariamente tienen que faltarte al respeto por el simple hecho de ser lesbianas u homosexuales.

Se conocen millones de casos de mujeres lesbianas muy educadas, talentosas y respetuosas, también señores homosexuales muy limpios, cultos y excelentes oradores, conferencistas y conversadores y qué caray… que después de todo, cada quien tiene derecho de vivir su vida como mejor le parezca. ¿No lo creen ustedes así?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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