domingo, 19 de septiembre de 2010

Platillo del Bicentenario: El Mole




Platillo del Bicentenario: El Mole

Las fiestas patrias llegaron y para celebrar con manteles largos el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de Revolución no hay nada mejor que preparar una cena espectacular con antojitos y platillos típicos a base de mole, el alimento más representativo de la comida mexicana.

Verde, rojo, negro, amarillo… de todos colores y sabores, el llamado platillo nacional ha subsistido en nuestro país por más de cinco siglos, siendo el principal protagonista de banquetes religiosos, familiares y sociales. Incluso, cuando se trata de festejar a lo grande, sólo una cazuela de mole está a la altura de cualquier acontecimiento, indica el Chef Hugo Hernández Jiménez, vocero de Doña María, marca que ha estado presente en la vida de las familias mexicanas desde hace más de 50 años.

Comenta que su nombre proviene del vocablo náhuatl mulli que significa salsa-alimento, la cual servía para identificar una preparación azteca que incluía chocolate y gran variedad de chiles endémicos como el ancho, pasilla, mulato y chipotle. Más tarde, en tiempos de la Colonia española surgió por azar el más famoso de los moles: el poblano, cuando una monja dominica intentaba agasajar al Virrey Tomás Antonio de la Cerda y Ragón con un guiso único.

Cuenta que la religiosa logró su cometido al moler juntos chiles, especias europeas, chocolate, tortilla, jitomate y cebollas, entre otros ingredientes, los cuales dieron como resultado “una pasta maravillosa” de color rojo oscuro.



El también gastrónomo e investigador indica que el mole es un delicioso manjar cuya elaboración implica mucho tiempo y esfuerzo, por lo que las mujeres del México independiente y revolucionario se dividían las labores en la cocina. Este proceso consistía en lavar, desvenar los chiles y tostar los ingredientes en un comal, hasta molerlos poco a poco en un mortero de piedra conocido como metate.

Comenta que a partir de estos procesos surgieron en el país tantas variedades de mole como cocineras que resolvían a su modo y al momento todos los detalles, “lo que a la fecha hace casi imposible copiar la receta original”. De hecho, por la herencia de sus ingredientes y su versatilidad, ha sido propuesto por la UNESCO para formar parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

En la actualidad, con el acelerado ritmo de vida resulta todavía más complicado hacerlo de forma artesanal, provocando que se aleje de las cocinas mexicanas. Afortunadamente, dice que existen opciones como Doña María, que ponen al alcance de las mujeres su extensa variedad de moles verde, rojo, pipián y adobo en pasta y listos para servir, los cuales simplifican el tiempo en la cocina sin sacrificar sazón y tradición. “Además de estar elaborados con ingredientes naturales y sin conservadores, son una excelente alternativa para quienes desean deleitar el paladar de sus seres queridos con ricos platillos mexicanos, sobre todo en esta fiestas patrias”.

El Chef Hugo Hernández explica que este año es especial porque se conmemora el 200 Aniversario del inicio de la Gesta de Independencia y 100 años de la Revolución Mexicana, dos momentos históricos donde todos los mexicanos tenemos la oportunidad de proyectar al mundo nuestra capacidad artística, talento y riqueza culinaria.
“Se trata de sentirnos orgullosos de nuestra identidad nacional y de que este 15 y 16de septiembre hagamos una gran fiesta que nunca olviden nuestros amigos ni familiares. Y que mejor ocasión que tirar la casa por la ventana con música de mariachis y llevando todo el sabor de la comida mexicana a la mesa”, agrega el también titular del Programa Delis en Fashion TV.

Para ello, la practicidad que ofrecen los productos Doña María no sólo permite recrear platillos y antojitos típicos sin complicaciones, sino también vincularnos con un pasado lleno de historia y sentimiento. “Mediante el consumo cotidiano de mole, queremos mostrar a las mujeres versátiles y prácticas lo fácil que es revalorar aquellos guisos autóctonos, combinándolo con una diversidad de alimentos y descubrir otras maneras de hacerlo más allá de las enchiladas con pollo, como serían pastas, sopas o pescados”.

Acorde a la época en que vivimos muchas de estas costumbres han cambiado la esencia de su significado, convirtiéndose en festividades poco trascendentes u olvidadas. Por eso, “urge renovar nuestros votos y pasar este legado a las nuevas generaciones”.
Y es que, en su opinión, la cocina mexicana es una de las más variadas y ricas del mundo, pues además de estar llena de secretos reúne los sabores de dos continentes en creaciones únicas e inigualables. “Está basada en los principios del uso del maíz, el frijol, el chile y otros ingredientes, elementos básicos que determinan la textura, color y nutrición de nuestro patrimonio gastronómico”.



El consomé de pollo, por ejemplo, está presente en todas las casas, cocinas y restaurantes de México, siendo un ingrediente indispensable para múltiples preparaciones; de hecho, hidrata la pasta de mole de manera perfecta para darle ese delicioso sabor al que estamos acostumbrados. “Con pollo, guajolote, cerdo o arroz, el mole puede ser acompañado prácticamente con todo, ofreciéndonos un festín multicolor ideal en cualquier celebración”, advierte.

“Los mexicanos tenemos el privilegio de tenerlo a nuestro alcance todos los días y en presentaciones de fácil uso y bajo costo, por lo que invito a todas las mujeres mexicanas a que innoven en la cocina y sorprendan a sus invitados estas noches mexicanas con un menú muy patriota”, concluyó el Chef Hugo Hernández.

Fuente:
http://todamujer.com/?p=10935

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