domingo, 16 de mayo de 2010

¡Ya no soy la misma mujer que tú conociste!


¡Ya no soy la misma mujer que tú conociste!

Aunque parezca increíble, la vida está en incesante movimiento, renovando constantemente todas las cosas y a todas las personas, por ejemplo: Los árboles mudan sus hojas, sus flores y sus frutos, el año cambia de estaciones, la semana cambia de días, el día cambia sus horas, y las horas se multiplican en minutos, segundos y fracciones de segundos. Sale el sol y torna donde todas las mañanas vuelve a salir. La bebé que emerge del vientre materno, de pronto se hizo toda una mujer y a su vez aprendió a transformar sus propias impresiones y se da de manera coordinada con el medio ambiente y sus elementos naturales, los contextos socioculturales y el lenguaje que nos permite expresar nuestros más profundos sentimientos, pensamientos y emociones de manera gradual, tal como lo hace la naturaleza que no procede con apresuramientos.

El ciclo de vida es un suspiro y la Psicología del Desarrollo Humano se vuelve cada día más compleja, derivada de la multifacética problemática mundial: Explosión demográfica, alza constante al costo de la vida, devaluación de la moneda, globalización y calentamiento global, contaminación del medio ambiente, deterioro en la capas de ozono, alcoholismo, drogadicción, maltrato y violencia intrafamiliar, etc.

Pero hay algo hermoso dentro de la banca rota de todos los valores de nuestro mundo: La alegría de la mujer, su entusiasmo, su fe, su esperanza, y se capacita cada vez más para hacerle frente a todos estos retos que son factores importantes de afrontar. La alegría a vez más para hacerle frente a stos retos que son factores importantes de afrontar.

Sin embargo para el hombre no es suficiente el que su mujer quiera incursionar en ámbitos que según la sociedad, sólo fueron hechos para él. ¡Y qué lamentable es que sea el mismo hombre quien limite a su mujer, le mutile toda posibilidad de crecimiento!

Obviamente que ante tales presiones y ante tantas pretensiones absurdas del hombre, la mujer se rebeló y decidió jugárselas (por decirlo de alguna manera) y así como buenas guerreras y amazonas salieron a enfrentar otros campos de actividad fuera de su hogar, preparándose en las universidades, tocando puertas laborales, proyectándose en todo sentido sin olvidar que en su vientre, algunas mujeres llevaban al fruto de un amor incomprendido, humillado, vejado, denigrado, maltratado ¿Acaso se quejaron alguna vez por ello? ¿O esperaron a colocarse en un alto puesto laboral para cumplir después con sus roles de ama de casa, de esposa o de madre? ¡NO! Todo tenía que ser de manera simultánea, lloviera, tronara o relampagueara señores y... ¡Cuenta doble!

Pero los problemas para la mujer se convirtieron en una verdadera pesadilla, una guerra cuartel:Reclamos al por mayor: “Desatiendes la casa, la familia por andar en la calle todo el día”, “No me planchaste la camisa que te pedí”, “Vendrán a comer mis amigos”, “No me pidas dinero, tú ya ganas el tuyo” “Dice mi mamá que eres una liberal”, “Ya no me atiendes ni me quieres”, “Ya no eres la misma mujer de la que yo me enamoré”, etc.

¡Por supuesto que ella ya no es la misma mujer que él conoció! Ni la tonta sentimental que le entregó la vida entera en cuerpo, alma, sentimiento y razón. La mujer que le parió a sus hijos, la mensa que se convirtió en su sirvienta gratis, la sumisa idiota a la que él le gustaba manipular, chantajear y usar como se le daba la gana, la loca enamorada que le olía y le besaba su ropa sucia antes de lavarla, la que limpiaba sus zapatos como si fueran los de un rey, la cocinera que se pasaba las horas enteras inventando manjares que él ni siquiera se dignaba probar, la "chacha" que perfumaba sus almohadas cada noche, la estúpida mujer celosa de sus pasos como si valieran tanto la pena.

Pero también la mujer que un día aprendió a abrir los ojos y a vigilar su corazón para tener el coraje y la dignidad de expresarle a su hombre: ¿Sabes qué mi amor?, lo siento… pero tus derechos terminaron, justo donde empezaron los míos”,en verdad lo siento mi rey, pero la mujer que tú buscas… ¡ya no existe!

Con mis respetos aquí, ahora y siempre,
Doral.

2 comentarios:

  1. Eu não tenho nada pra dizer*

    Você parece no momento até saber

    Como, quanto estou sofrendo


    Venha ver pelos olhos meus

    A emoção que sinto em estar aqui

    Seguir seu coração e amando



    Amigos para sempre

    É o que nós iremos ser

    Na primavera

    Ou em qualquer das estações

    Nas horas tristes

    Nos momentos de prazer

    Amigos para sempre



    Você pode estar longe

    Muito longe sim

    Mas por amá-lo

    Sinto você perto de mim

    E o meu coração contente



    Não nos perderemos

    Não o esquecerei

    Você é minha vida

    Tudo que sonhei

    Ligue-me qualquer dia



    Amigos para sempre

    É o que nós iremos ser

    Na primavera

    Ou em qualquer das estações

    Nas horas tristes

    Nos momentos de prazer

    Amigos para sempre


    Amigos para sempre...



    Vários compositores, remexidos agora pela Renata Cordeiro*

    besos

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  2. Dios mioo no entendi nada a la persona que escribio, mi poco conocimiento de los idiomas. Lo que si entendi perfectamente fueron tus palabras, cuanta verdad hay en ellas Yo fui la esposa abnegada y sumisa que tu descubres hasta que poco a poco fui llenando mi cabeza de ideas por ser libre y cuando pude hacerlo y decir bastaaa!!!! Q sensacion de libertad tan linda, y no quiere decir que ahora sea una esposa loca que solo anda en la calle ahora solo soy la madre de mis hijos y mi entrega es para ellos, si aquel llega y no hay comida pos lo siento simplemente no hay jeje o si la ropa no esta planchada pues ahi esta el burro y la plancha hagalo usted señor total que somos iguales.

    Como la ves mamuchiss?

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Trate de no escribir en mayúsculas por favor, a parte de ser de muy mal gusto, da la impresión de estar gritando. ¡Gracias por su comprensión!


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