jueves, 5 de agosto de 2010

Nuestros hijos: ¿Productos de imitación?

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Nuestros hijos: ¿Productos de imitación?


Es obvio pensar que cuando la familia se desintegra o es disfuncional, el motivo principal es la falta de comunicación entre padres e hijos, la falta de reglas en el hogar, la falta de educación, de valores, falta de información, el bombardeo indiscriminado de publicidad nociva en los medios de comunicación, malos ejemplos, influencia nefasta de los amigos (amistades tóxicas), el medio ambiente, el entorno, la cultura, etc., entre otros factores importantes de señalar, por ejemplo:

Los hábitos y costumbres familiares, son los patrones conductuales que se repiten siempre, o casi siempre dentro del hogar, los hijos aprenden por imitación. Y lo aprenden con la misma frecuencia e intensidad que conforme lo repitan los padres y el arraigo es mayor en el aprendiz incluso, si el aprendizaje proviene de familiares o amigos muy cercanos que frecuentan la casa, estos pueden ser: Los abuelos, los tíos, los primos, los sobrinos, los vecinos o amigos inseparables, etc. ¿Quieres conocer cómo es determinada familia?, empieza por observar la conducta de sus niños… ¡Allí está el reflejo, y bien claro!:

“Mi mamá se peleó anoche con mi papá porque llegó borracho”, “mi hermana es muy llorona cuando no le dan dinero”, “No me junto con ese niño porque dice mi maestra que tiene piojos”, “Dice mi papá que los vecinos son unos corrientes y chismosos”, “La señora de la tiendita es muy tacaña porque no le fía a nadie”, “Mi hermano pequeño es muy pedorro, se avienta unos p… fuertes y mal-olientes”, “A mi tía le pegó mi tío ayer porque se le quemó la comida”, etc. El niño siempre repite lo que escucha o lo que ve hacer diariamente en casa… ¡Mucho cuidado!

Un factor de alto riesgo en la mala formación e inadecuada educación de nuestros hijos, es regañarlos o replicarles por lo que dicen o hacen, ellos sólo imitan lo que tienen enfrente o a su lado; es ilógico molestarse por lo que dice o hace el hijo, si lo mismo hiciste tú con tu propio padre (como decía Tales de Mileto). ¿Cómo corregir a tu hijo de tus propios errores?. Tendrías que educarte primero tú como padre. Y hablando de esto: ¿Alguien de ustedes mis queridas amigas lectoras, conoce alguna escuela para aprender a ser padres?

Por lo tanto, el padre que bebe, fuma o maltrata, está transmitiendo a sus hijos ese patrón de actitudes o características imitables. Igual sucede cuando la madre grita, en vez de hablar con sus hijos, no es de extrañar que los hijos terminen gritando más fuerte en vez de responderle serenamente. Es una lucha desigual, el que trata de poner orden y el que lo altera diariamente, hasta en los más pequeños e insignificantes detalles:

“Muchacho cochino, ya pusiste tus patas donde acabo de trapear”, “Eres un idiota, cómo te atreves a contradecirme”, “No me levantes la voz que soy tu madre”, “No se te van a caer los pantalones porque me ayudes a lavar los platos”, “Ay, mira cuánto te gusta la cerveza, eres igualito a tu padre”, “Eres un mujeriego, sacaste a tu abuelo”, “Las mujeres deben estar en la cocina, vete de aquí mijita”, “Esto es cosa de hombres, tú eres vieja, nada tienes que hacer aquí”, etc. Tal parece que predominara allí la ley del más fuerte o del más macho. Con tales comportamientos es fácil envejecer como padres, pero qué difícil es madurar como adultos en verdad.

Decía Sigmund Freud (El Padre del Psicoanálisis), “No creo que haya ninguna necesidad más grande en la niñez, que la protección de un padre”, Pero… ¿Qué pasa cuando los padres su vuelven sobre-protectores?, en vez de hacerles un bien a los hijos, les hacen un gran mal, precisamente porque no los dejan ser, no los dejan madurar por sí mismos, y los hijos en el afán de sentirse aceptados por la sociedad en que viven, tratan de hacer lo que hace Don Vicente y toda la gente… Imitar, ser simples copias baratas, ser como otros son, perdiendo así su propia identidad y su propia individualidad:

“Cuando sea grande quiero ser como mi mamá”, “Quiero ser como Michael Jackson para bailar el pasito de la luna”, “Me voy a teñir el pelo de color lila como mi prima”, “Quiero lucir como mi amiga que siempre anda vestida al último grito de la moda”, “Quiero ser tan famosa como Lady Gaga”, “Quiero parecerme al hombre araña”, “Ella usa los tatuajes, ¿Porqué yo no?”, etc.,

Y la pobre criatura termina haciendo su circo, maroma y teatro imitando a su madre en todo, bailando el Moon Walter, con su pelo pintado de morado y vestida estrafalariamente para culminar su show de vida, encaramados como changos en cualquier barandal imitando al hombre araña, y de pilón… ¡Todo tatuado!… ¡Por Dios!, puro producto de imitación, ¿Ese es el futuro que quieres para tu hijos?, piénsalo dos veces antes de actuar ligera o despreocupadamente frente a tus chiquitines, que son la esperanza, el futuro del mundo, la alegría de tu familia, el orgullo de tu hogar y los cristalitos más preciados de todo tu ser.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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