jueves, 12 de agosto de 2010

¿Porqué nos deprimimos tanto las mujeres?



¿Porqué nos deprimimos tanto las mujeres?


Hoy vamos a hablar sobre los trastornos del estado anímico de la mujer y sus consecuencias, debido a que muchas veces desconocemos los motivos generados por el paso de las diferentes circunstancias y consecuencias de nuestros sentimientos y nuestros actos.

La mujer por naturaleza es más sensible que el hombre y por lo tanto, mucho más depresiva y eso se debe a nuestro funcionamiento hormonal.

Está comprobado que la hormona llamada “Estrógeno” es causa de alteraciones emocionales y orgánicas en toda mujer, se manifiesta en su forma de ser y de sentir, es decir; nosotras las mujeres, mostramos una conducta sostenida, en cómo nos sentimos, principalmente en los días fértiles (días de ovulación), que si nos ponemos a observar, encontraremos que son los días en que nos ponemos más sensibles, cualquier palabrita mal dicha, ya estamos alterándonos o llorando.

Algunas mujeres en éste período, muestran enorme irritabilidad, otras muchas sensibilidad, otras van de la agresividad al llanto, es una tremenda descompensación de emociones, una terrible guerra psicológica, y más cuando a parte de estar atravesando por esos factores, se tienen motivos externos para llegar incluso a sentir mucha tristeza, desánimo, depresión y hasta anemia espiritual.

Obvio es que influye muchísimo la personalidad y el carácter de cada naturaleza femenina: El temperamento, la formación y su entorno principalmente. Es por éste motivo, que a algunas mujeres les afecta mucho más que a otras e incluso en algunas pasa desapercibido éste período de revolución hormonal.

Pero hablemos de esos motivos, fuera del período de alto riesgo:

Esos motivos pueden deberse a varios factores, entre los que se puede encontrar la forma como fuimos programadas, las costumbres arraigadas en patrones rígidos, excéntricos, suspicaces, dramáticos, agresivos, místicos, celosos o indiferentes, otros son más arrogantes incapaces de perdonar y muy “simbióticos”, o bien, quejumbrosos.

No hay sintomatología y sólo son producto de una educación y aprendizajes mal adaptados. Y por lo menos alguna vez en la vida, hemos pasado por éstas alteraciones, nos hayamos dado cuenta o no. ¿Cuáles serían estas etapas o trastornos de la personalidad femenina?, a ver… Vamos por partes:

Estos cambios bruscos de personalidad podrían ser:

Obsesivos: Y se manifiesta con ansiedad, impulsos, ideas fijas, compulsión, falta de libertad personal y angustia a veces exagerada.

Limitante: Se manifiesta con dramatismo, carácter de frontera (límites), nos alteramos con facilidad, nos irritamos, nos volvemos definitivas, impulsivas y extrañas.

Histeria: Aquí también cabe el dramatismo, el teatro, queremos llamar la atención, hacemos mucho ruido (escándalo), o exageramos las cosas, y sobre todo nos gusta advertir lo que vamos a hacer. (amenazas o chantajes).
Sintomatológico: Se siente tristeza, apagamiento, depresión, dolor de cabeza o de ovarios, nos sentimos desaliñadas, introvertidas, desconfiadas, recelosas, angustiadas, y con celos sin fundamento. (éste último factor de “los celos infundados” está considerado por la medicina de la salud, como un trastorno afectivo psicótico)

Paranoide: No presenta delirios de grandeza ni nada por el estilo, pero si nos podemos llegar a sentirnos muy desconfiadas, celosas a morir e inflexibles.

Psicopatía: Se pueden llegar a observar rasgos violentos y ánimo de agredir o maltratar, ver sufrir a otros lo mismo que nosotras estamos sufriendo, nos volvemos di-sociales o antisociales, o sociópatas.

Dependencia: Se sienten deseos de ser protegidas y de depender de otras personas, nos sentimos incapacitadas para defendernos por sí mismas, con la autoestima por los suelos, y sólo esperamos la crítica mordaz. Nos volvemos mujeres “simbióticas” (que necesitamos de otros para sentirnos seguras).

Como hemos observado, la depresión tiene muchas ramificaciones, motivos diversos o mil razones de ser para presentarse en el organismo de la mujer y es única y nuestra la responsabilidad de proyección ante el mundo exterior y ésta podría ser normal (natural), aguda o crónica, según del caso que se trate.

¿Se puede curar la depresión femenina?

-Si lo deseamos sí-

Ya vimos los probables motivos de sentirnos deprimidas, y podemos a veces pensar que es muy difícil, y sí lo es cuando somos nosotras quienes lo hacemos difícil, ¿Pero qué tal, si lo hacemos fácil?

Podemos estar atravesando por un gran dolor: La pérdida de un ser querido, la remoción o cesación laboral, la pobreza, la enfermedad, el conflicto emocional, miedos, tabúes, inseguridades, fobias, problemas de conducta con alguien o por alguien, eso es hasta cierto punto normal, porque en la vida siempre encontraremos algo o a alguien que nos haga sufrir, nos guste o no, pero adoptar gratuitamente la costumbre, el hábito o el vicio de deprimirnos por cualquier cosa, significa más que todo, tener poca intuición y poca psicología y es cuestión de superarla, cambiando de actitud, nada más, así de sencillo… ¡Cambiar la actitud!

Podemos haber ejercitado conciente o inconcientemente por muchos años la depresión, ya la sentimos parte de nosotras mismas, ya sabemos cuándo o en qué circunstancias nos vamos a volver a deprimir, y en algunos casos es tan exageradamente arraigada en nosotras, que no nos queda más que ir corriendo al primer psicólogo o psiquiatra que nos recomienden, y éste nos puede auxiliar mucho escuchándonos, pero somos nosotras quienes nos hemos de arreglar a sí mismas poniendo todo lo que esté de nuestra parte para trascender ese estado tan lamentable.

Pero muchas veces, resulta que vamos al psicólogo y no sabemos ni lo que vamos a decirle, porque nosotras mismas desconocemos lo que nos pasa, no conocemos el origen de dónde viene esa depresión tan recurrente, y como es obvio, el pobre psicólogo se las tiene que ingeniar para lograr sacar la información reprimida y que está guardada en el inconsciente y poder de esa forma ayudarnos por medio de palabras claves:

Por ejemplo, si nos pregunta la palabra: “Esposo”, y tú sabes que hay problemas con él, y empiezas a decir todo lo que sientes de tu esposo, y el psicólogo lo único que hace es escucharte y te deja hablar, hablar y hablar… pero finalmente eres tú, quien termina dándose cuenta (sin que él te lo tenga que señalar), que ahí radica precisamente tu problema a solucionar.

Es como aquél pobre hombre enajenado que odiaba a todas las mujeres, decía que todas las mujeres del mundo eran iguales, y así se lo externó abiertamente a su psiquiatra y el facultativo le preguntó: ¿y tu mamá? –y el hombre le contestó- “No ella es diferente”. Por lo tanto no todas las mujeres son iguales. El psiquiatra lo único que hizo fue hacerle entender al pobre hombre, que no todas las mujeres son iguales.

El psicólogo y el psiquiatra nos puede incluso sugerir terapias especiales o medicar antidepresivos, pero a la larga éstos causan adicciones, haciéndonos el problema mucho más difícil de erradicar.

Lo mejor en éstos casos es ser asertivas, saber entender inteligentemente y aceptar con decisión, que todas tenemos zonas afectivas que llenar y también zonas erróneas que analizar, comprender y trascender, porque si vamos a pasarnos toda la vida buscando excusas y pretextos para seguir tomando pastillitas antidepresivas, una vez pasado el efecto, volverá el desajuste emocional y por ende, el dolor de sentirnos incomprendidas.

Podemos intentar (si lo deseamos), modificar nuestras actitudes aquí y ahora que estamos a tiempo de evitar llevar más lejos las cosas, tomando en cuenta desde luego que una persona que padece de depresión, es presa fácil de incursionar en estados más profundos de neurosis, psicosis, episodios maniáticos y hasta esquizofrénicos.

Eres una bella mujer, ¡Una gran Mujer! con muchas cosas hermosas por realizar en la vida, no te conformes con ser una persona quejosa e infeliz, ni proyectes tus miedos e inseguridades que no proceden, simplemente porque no corresponden.

Poco a poco se llega lejos amigas queridas ¿y quién dijo o dónde está escrito que debemos ser perfectas?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

1 comentario:

  1. Doral:

    Yo puedo decirte con todo orgullo que la depresiòn se a ido de mi lado,como bien dises tu cambie de actitud y eso asido el factor clave para decirle a Dios al sufrimiento,ase sufrimiento que durante mucho tiempo me tuvo en una carcel de angustia,desesperaciòn,estando en esa carcel no disfrutaba de las maravillas de la vida y me pasaba las oras llorando,chantajeando y pidiendo que me respetaran y me quisieran tal y acomo soy.
    Sabes yo no necesite ir a un psicologo yo sola e sido mi propio psicologo ya que me di la tarea de comprarme libros para ser mejor persona y sobre todo para ser mejor madre,e aprendido quie no soy perfecta y como tal tengo derecho de equivocarme y tambien de buscar soluciones,soy humana.
    Sabes con esos libros libere mi corazòn de tanta angustia inmerecida,de alli aprendi que a nadie se le suplica te ame,tambien e entendido que las personas nos dejan de querer y que tenemos que aprender a vivir con eso,nosotros somos unicas y de nosotras depende ser feliz o ser infeliz y yo e desidido ser FELIZ y darle felicidad a los que me rodean.
    Sabes un dìa que estaba yo triste desidi ir al cine y como faltaba mucho para entrar a ver la pelicula,desidi ir a un centro comercial cerca de alli,y el mismo DIOS me hiso que yo me acercara a donde esta el area deLIBROS,alli encontre uno que sellema HIJOS TIRANOS,TU HIJO TU ESPEJO y 90 PREGUNTAS Y 90 REPUESTAS,dejame decirte que ya los termine de leer y asu quede con la boca abierte de tantas verdades y e aprendido aser diferente,saborie tanto lalectura de esos libros y digo BENDITO SEAS MI DIOS porque siempre tedejas sentir en el momento preciso,no me dejas sola y animas mi vida.
    Puedo decirte que las cosas se me van dando y que me siento feliz porque se esperar el momento de cada cosa y se agradecer.
    Hermanita demi corazòn,la conchy cobarde,la que siempre lloraba,la que se queria morir,se a renovado para disfrutar de la vida,de su familia-
    E entendido que no me lapuedo pasar en un mar de depresiòn y lagrimas.
    Ahorita e abierto nuevas puertas donde no dejare entrar màsla tristeza y menos el sufriminto.

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