miércoles, 25 de agosto de 2010

¡Su majestad, la incontinencia urinaria!



¡Su majestad, la incontinencia urinaria!


Platicando con una buena amiga, me preguntó: ¿Cómo tratar con mi novio el tema de la incontinencia urinaria?, ¡Vaya dilema!, pues claro que es un tema que se puede tratar con el novio, con el marido, con el amante, con el amigo o con quien sea, ya que este no es un asunto de moral, o de sentir verguenza al tratarlo con los seres que más amamos, sino que es un problema de salud que no debe callarse y cuando hay la suficiente confianza entre dos personas para hablar abiertamente de todos los temas, pues claro que es válido externarlo y con más razón si se trata de platicarlo serenamente con el compañero de vida ¿Por qué no?.

Se trata pues de una delicada afección que es más frecuente de lo que se piensa en mujeres y que además requiere de cuidados especiales. La incontinencia urinaria se caracteriza por la pérdida involuntaria de la orina. Es una situación un tanto bochornosa para la mujer que nunca la ha padecido, y que por lo tanto, no sabe, no conoce la manera de tratarla, o de protegerse para sentirse más cómoda, más segura y más productiva, principalmente cuando se tiene que incursionar en ámbitos sociales: El trabajo, la reunión con amigas, con familiares, las compras en la calle, o el momento íntimo con la pareja.

Este problema orgánico en la mujer, puede derivarse de varias causas: Se dá cuando existe obesidad, por rebosamiento, por esfuerzo excesivo, un susto, un traumatismo, el toser demasiado fuerte, estornudar inesperadamente o levantar objetos pesados, etc. El organismo de la mujer no está capacitado ni fue creado para trabajos rudos y es apenas un acto normal, que cuando hay esfuerzos o cuando se violenta la naturaleza femenina, alguna reacción incómoda ha de surgir como resultado, y ésta puede manifestarse en el derrame involuntario de la orina acumulada en la base o "piso" pélvico.

Los especialistas en la materia, aseguran que otros motivos o causas de la incontinencia urinaria, se puede observar en mujeres con adicciones al tabaquismo, el alcoholismo y la drogadicción, sin importar la edad o la condición física. También suele presentarse en mujeres que han tenido partos múltiples y en mujeres de edad avanzada. El rebosamiento de la vejiga puede variar según la condición personal de cada cual, pero es mucho más frecuente en mujeres con lesiones neurológicas, diabetes o debido además, a la ingesta de alimentos o fármacos que retienen la orina, presentándose esta afección de forma secundaria.

La inestabilidad en la actividad de la vejiga suele ser muy molesta, ya que continuamente la mujer tiene que estar corriendo al baño, e incluso hasta corriendo el riesgo de no alcanzar a llegar al trono y terminar mojando su ropa íntima en el camino. ¡A nadie le gusta mojar su ropa íntima! huele desagradable y huele bastante fuerte además. Lo más prudente en estos casos es protegerse con toallas íntimas (que pueden ser reemplazadas fácilmente), mientras se acude al profesional de la salud (Urólogo), para detectar la causa y el origen de esta enfermedad que debe tratarse de manera oportuna.

Hay quienes aseguran que la incontinencia urinaria es más común y frecuente en mujeres que tienen su vejiga "caída", este problema tiene una solución práctica y rápida a través de algún tratamiento, una sencilla cirugía o incluso aún más práctico que sería a través de ejercicios de la base pélvica o ejercicios de Kegel, como se estila llamar científicamente.

¿Cómo son estos ejercicios y en qué consisten?, aquí y ahora, ¡Conozcámoslos!

Los ejercicios de Kegel o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo sirven para fortalecer los músculos pélvicos. También están recomendados para evitar alteraciones comunes como la incontinencia urinaria o también para facilitar el parto. En el campo sexual son los ejercicios que hay que practicar para obtener buenos resultados a la hora de conseguir mayor placer sexual.

Reciben este nombre por el Doctor Arnold Kegel, quien desarrolló estos ejercicios para sus pacientes en la década de 1940 como método para control de la incontinencia urinaria. Su artículo fue publicado en 1948. Los ejercicios de Kegel se idearon para controlar la incontinencia urinaria de la mujer tras el parto. El propósito de los ejercicios es fortalecer los músculos de la zona pélvica y mejorar la función del esfinter uretral o rectal.

El éxito de los ejercicios de Kegel dependen de la práctica apropiada de la técnica y un disciplinario cumplimiento del programa de ejercicios. Hoy día se recomiendan a la mujer que sufre incontinencia urinaria por estrés, al hombre que padece incontinencia urinaria después de cirugía de próstata y personas que sufren de incontinencia fecal" (fuente médica de wikipedia).

No está por demás ejercitarnos pélvicamente como medida precautoria amigas queridas, porque encima de corregir este molesto trastorno, (para quienes tienen este padecimiento), se conservan además las paredes vaginales fuertes, sanas y en perfectas condiciones de salud y estética convenientes. ¿No lo creen ustedes así?.

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

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