miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Te gusta el color de tu piel?



¿Te gusta el color de tu piel?

Hoy vamos a hablar de belleza, y en eso… la mujer es una experta, e ingeniosa para lucir siempre bella, fresca y agradable a la vista de sí misma primero y después de los demás. Pero hay quienes lo hacen de manera contraria, primero quieren verse bien para agradar o conquistar a otras personas y lo que menos les importa es gustarse a sí mismas, sobre todo aquellas mujeres que traen su autoestima por los suelos:

“Hoy amanecí muy pálida, qué mal me veo”, “Luzco horrible con estas ojeras tan marcadas”, “Estoy quemada por el sol, qué lata”, “Por más crema blanqueadora que uso, no logro quitarme estas manchas de la cara”, “Detesto ponerme escotes, estos lunares me tienen traumada”, “Ay, cuánto me arde este bronceado y él ni se fijó en mí”, etc.”

Al parecer nadie está conforme con la belleza que por defaul ya tiene a su favor tan sólo con el hecho de ser mujer, sin embargo es justo reconocer que aún con tantos lamentos inútiles, la mujer es y seguirá siendo bella por dentro y por fuera, aunque reniegue de su piel: A veces el problema es insignificante, pero otras veces es severo debido a infecciones virales, mala alimentación, alergias e incluso pudiera ser debido a las inclemencias del tiempo, calor, frío, o abuso de químicos tales como talcos, desodorantes, cremas y lociones ácidas que a la larga maltratan y despigmentan la piel.

El color de tu piel lo que has recibido por herencia genética, el ADN no miente, es el resultado de la combinación de los gametos masculinos del padre, con los gametos femeninos de la madre, que incluye las células germinales, cromosomas, óvulos, ovarios, ovulación, glándula hipófisis, estrógenos, progesterona y cuanta “chicharra” más traemos las mujeres en nuestra composición, no podemos negar la existencia de la genética porque somos eso biológicamente y es bueno conocer estas cuestiones.

No se trata de pararse diariamente frente a un espejo a renegar porque no somos tan blancas o tan morenitas como quisiéramos ser. La morena envidia el color de la mujer blanca, y la mujer blanca envidia el color aperlado tan hermoso que lucen las chicas morenas. ¿Entonces quién nos entiende? Somos como somos y punto. Es como aquellas mujeres que se hacen tatuar las cejas, los labios y otras cosas para verse mejor (según ellas), y resulta que cuando salen de la estética no hayan dónde meter la cara porque no les gustó cómo quedaron y envidian a las amigas que lucen tan naturalitas que hasta desean verse como ellas. ¿Entonces para qué carajos voy incluso hasta a pagar para que me dejen peor de lo que estaba? ¡no gracias!

No es fácil encontrar a una sola mujer en este mundo que esté conforme con su color de piel. Si bien es cierto que algunas están conformes con el tono que tienen en su rostro, pero no el de sus piernas o brazos. A algunas chicas les gusta traer el ombligo al aire y se ponen un piercing para andar a la moda, pero al salir a la calle y encontrarse con sus amigas, terminan amarrándose un paño o estola para taparse el vientre o las caderas porque se traumaron al encontrarse con que a otras se les ve mejor, lucen más delgadas o más elegantes y… ¡Dios!, qué oso que me digan que me veo ridícula ¿cierto?

El caso es que ni blanca, ni morena, ni delgada, ni gordita, ni alta, ni bajita, ni joven ni madurita, encuentran las mujeres su lugar en la preferencia de los tonos y colores de la piel perfecta y la forma de arreglarse para sentir seguridad y elevar su autoestima, se les hace cada vez más difícil de lograrlo, ¿Saben por qué?... ¿Realmente quieren saber a qué se debe este fenómeno tan trillado en el paso de tantas generaciones de mujeres?

¡Yo se los diré!

Se debe a una sola cosa: “la costumbre de competir”. La mujer vanidosa y coquetona siempre esta de competencia eternamente (de manera secreta), con otras mujeres, sea la hermana, la prima, la sobrina, la maestra, la amiga, la fulanita o zutanita que viven a la vuelta de la esquina: ¿Porqué ellas siempre lucen bien y yo no? –nos preguntamos secretamente- y lo que no saben estas mujeres es que “las otras”, aquellas que tanto admiramos y envidiamos, piensan exactamente lo mismo de nosotras: “¿Porqué a ella todo le luce, se ve tan bonita con lo que se ponga y yo no?

Entonces, mucho ojo amiga lectora: Tú que me lees, revisa cuidadosamente todos tus pensamientos serenamente y póngalos en la balanza de lo justo cada día para tu vida, no importa lo que tengas o no tengas, ni de qué color tengas tu piel, de veras que no importa, como tampoco tiene importancia si eres rica o pobre, si eres casada o soltera, viuda o divorciada, amable o mal encachada ¡De verdad no importa nada!, lo único que importa es que estás viva, que puedes respirar el aire, que puedes disfrutar del calor del sol, que puedes oler la tierra mojada por la lluvia, y que puedes sonreir íntimamente con el corazón: ¡Qué bueno que nací mujer, y soy muy bella así como soy!

Suéltate el pelo, cepíllalo despacio y con mucho amor, acaricia tu rostro, masajea tus hombros, tus manos, tus brazos, codos y rodillas, tus pies… y da gracias a Dios, porque tienes un hermoso estuche donde vive y habita tu ser. Si no lo cuidas, si no lo alimentas bien, si no lo amas, si no lo proteges, a dónde te vas a ir a vivir…¿Importa entonces de qué color sea el estuche?

Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

1 comentario:

  1. Doral:

    Hermoso articulo,tu tienes una isnpiraciòn extraordinaria y te felicito.
    Yo agradesco a Dios por estar viva por dejarme disfrutar de las gradesas que hay en la vida,como de el mar de el aire,de el trinar de los pajaritos y sibre tdo de disfrutar de mi familia de mis nietos,padres,hermanas y amigos y màs por darme una maquina hermosa mi cuerpo una maquina que ama que siente y que disfruta de sus brazos para abrazar a mis demas semenjantes,de mis piernas y pie para caminar y disfrutar de la naturaleza,de mi corazòn que siente amor y alegria,de mi cabello y me encanta cuando el aire juega con el,claro que debemos proteger nuestro cuerpo ya que es una obra maravillosa de Dios.
    Yo agradesco el ser MUJER y agradesco el ser Madre tambien.
    Yo no compito con otras mujeres,ya que eso no es bueno,hay que ser autentica y disfrutar de como nos vestimos,de si nos areglamos el cabello,las uñas.
    Yo con lo que me ponga me siento bien,porque disfruto de cada cosa que utilizo y asi soy feliz.
    Mi colorde piel lo disfruto porque asi me mando Dios a la tierra,Y AMO todo mi cuerpo desde mi cabellos hasta mis pies.
    De lo que me estoy encargando ahora es de alimentar mi alma,mi espiritu y mi ser.
    Gracias por todo lo que escribes,me encanta leerte y de ti aprendo cada dìa.

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