miércoles, 25 de noviembre de 2009

¡Amigas y Rivales!


¡Amigas y Rivales!


Hoy trataremos un tema delicado amigas, pero digno de consignarse en toda su dolorosa realidad, que toca las fibras más sensibles de todas aquellas mujeres del mundo que han tenido que atravesar por una doble traición; la de la amistad, y aquella que se llama: Rivalidad.

No siempre son las cosas como parecen amigas queridas, y la prudencia desgraciadamente no abunda mucho en nuestro mundo hoy en día, porque se han tergiversado tristemente los afectos, distorsionándolos y disfuminándolos en una máscara de hipocresía, falsedad, oquedad, doblez y traición.

Me estoy refiriendo enfáticamente a los afectos entre las parejas. A las relaciones donde las parejas mismas comparten su amistad con otras, donde se hace entrega de una confianza excesiva, donde hay suficiente espacio para compartir afectos, interelaciones, paseos y vida social, para proyectar abiertamente los sentimientos de sana camaradería, compadrazgo y “aparentemente” una linda interacción entre hombres y mujeres que no siempre termina adecuada, o bien manejada, confundiéndose y enredándose en la madeja de ocultos sentires, o instintos secretos que nacen con el trato cercano y directo.

Resulta de todo ésto, que a veces puede surgir un encanto especial cruzado entre las parejas que se dicen ser “Amigas”. El hombre en su estado natural de macho y cazador, se atreve a poner los ojos en la mujer ajena, disfruta su sonrisa, sus miradas, sus atenciones, su andar y absorbe secretamente el aroma que la dama va dejando atrás en sus pasos, queriendo adivinar las líneas de su cuerpo.

Ella a su vez, se da cuenta inmediatamente de la impresión grata que como mujer hermosa está causando al hombre prohibido, y empieza en ambos, la complicidad secreta: “Me mira mucho, lo tengo impactado”, “Le gusto más que su propia novia o mujer”, “Yo soy más bonita que ella”, “Yo tengo mejor cuerpo”, “Le gusta como luzco”, “Le gusto sí, seguro que le gusto más que ella” “Le intereso como mujer, me lo está demostrando su mirada”.

Resultados: Se fomentó en ambos, ya en ese instante la especulación de forma peligrosamente acelerada, descarada, y el hombre a su vez piensa: “Hey, me está coqueteando”, “Se me está insinuando”, “mi compadre no se da cuenta el bruto”, “le voy a seguir el rollo”, “me le voy a aventar” ¿Y a quién le dan pan que arranque?

Allí ya nació una rivalidad de amores secretos, y en las propias narices del compañero o compañera que seguramente están enfrascados en la plática y que no sospechan ni remotamente las malsanas intenciones que acechan a su relación de pareja, rompiéndose la honestidad en la “amistad”.

Empiezan a crecer los cuernos o cachos en la frente, nadie los ve, nadie los huele, nadie piensa que allí se rompió una amistad que era abierta, franca y sincera. Y siguen a partir de allí; las citas clandestinas, buscando siempre el momento de que “ella o él”, se encuentren a solas para disfrutar su amoríos impunes y su declarada deslealtad a su propia pareja.

Pero a veces esos flechazos de cupido, no se dan frente a las parejas mismas, sino a través de encuentros casuales en la calle, en las fiestas, en sus trabajos, en el centro comercial, en el colegio de sus hijos o en cualquier otro lugar donde está presente la tentación, (el diablo es puerco, diría Don Hermes, el papá de Betty la fea, jeje). Y si hay problemas o desavenencias con la pareja, pues con más razón.

Algunas mujeres se arrojan a los brazos de aquel hombre que le ofrece los suyos, sin pensar siquiera en las consecuencias, o sin tomar en cuenta si aquel ágil acomedido tan “servicial” que “le está haciendo el favor, terminará botándola a la vuelta de la esquina, una vez saciado su capricho”.

Suele suceder en el peor de los casos que: Cuando la mujer ha llevado demasiado lejos las cosas, cuando se ha enamorado como una colegiala del hombre que no es el suyo, sabe que por derecho humano no le pertenece, pero tampoco le importa, ella sigue clavada, haciendo de tripas corazón para seguirse viendo a solas con él, pasando por alto la fidelidad que le debe a su pareja, y la lealtad que le debe a “su querida amiga”, a quien le está robando el marido. O el hombre mismo, “cuando le voló la mujer o la novia a su amigo más querido”

Muchos matrimonios terminan en divorcio por situaciones similares. Muchas parejas de novios acaban cortando su relación porque las dejaron, las abandonaron, las botaron, las engañaron y las traicionaron con “otra” o con “otro”, se rompió la camaradería, el compadrazgo, la afinidad y la sana amistad de otros tiempos se vino con todo y zapatos al suelo. ¡Se acabó!, ya no hay tal.

Todo lo que un día fue una linda amistad, se ha convertido en pleitos y reclamos, en resentimientos y odios, en alejamiento, rencores y en una terrible frustración: “Yo te amaba”, “Yo confiaba en ti”, “Eres una basura”, “Traicionaste mi amor”, “Si hubiera sabido nunca te lo presento”, etc.

Nuevos resultados: ¡Todo se acabó! y para la próxima, hay que tener más cuidado con esos halagos traicioneros. La amistad es amistad, y el amor es otra cosa… y por lo menos nos merece más respeto.

No queramos comer pastel, nieve y pinole al mismo tiempo, porque seguro terminaremos indigestadas o en el peor de los casos: ¡Hasta ahogadas! Eso es todo.

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Con mis respetos y cariño siempre,
Doral.

2 comentarios:

  1. Hola bella amiga Doral, tiene razon en tu articulo, por desgracias hay muchas mujeres que se meten en una relacion de pareja y esa relacion acaba por destruirse, pero tambien tengo que decir que yo no le echo la culpa solo a esa amiga que se mete en la relacion, si se ha metido es porque el "caballero" la ha dejado que entre en ella, lo que no me gusta es que nos bellas mujeres se disputen al macho dandole un valor a ese macho" que no lo tiene y menos que no se lo merece.
    Ayer tarde escuche una historia de una mujer que se enamoro de un hombre casado y con cinco hijos, estuvo unos años siendo la otra, alcavo de un tiempo consiguio que dejara a su mujer y se fue a vivir con su amante pero a los dieciseis años de vivir juntos una intima amiga de su hija se lo quito osea que se fue con otra y la dejo a ella, asi que por lo que ella conto lo paso muy mal.
    Yo pense pues nada solo has sufrido lo que en su dia sufrio otra mujer por tu culpa y por la del marido.
    Asi que moraleja" en esta vida nos pasa factura a lo que hacemos tanto bueno como malo, un saludo muy cariñoso linda amiga Doral.

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  2. BUENAS NOCHES AMIGA ESTRELLA DEL MAR DE INSPIRACIÓN:

    Efectivamente mi reina; claro que no toda la culpa es de la mujer, sino también del hombre, es obvio que el primer encantado de la situación es él y el más hábil en controlarla igual.

    Una mujer puede ser muy astuta para lograr lo que quiere, pero su sagacidad no llega tan lejos como la del hombre que por naturaleza es un cazanova empedernido y en ese tenor, nadie le gana si se trata de competir, tienes mucha razón.

    Sin embargo y en honor a la verdad, hemos de señalar una causa importante: Muchas veces, cuando la mujer enfrenta este tipo de acciones, siempre tiene uno o varios motivos para "aventarse" a lo desconocido, se las juega y no es precisamente porque sea una coqueta, o una mujer ligera, sino porque en su interior, carece de algún tipo de afecto que su pareja no le satisface. En el 99% de los casos que presentan las estadísticas de este ramo, ésta es la razón, y no se puede decir lo mismo del hombre, porque al hombre lo que menos le hace falta a veces es eso... ¡El apego en el afecto!

    El hombre se las ingenia para que nunca le falte ese factor en su vida, porque lo mismo se refugia en el amor de la madre, que de la abuela, de las hijas, de las sobrinas, y hasta de las nietas cuando ya es un hombre grande de edad. El hombre siempre tenderá a conservar muchos afectos, especialmente de amigas o conocidas, sobre todo cuando estos señores viven solos, pero hay excepciones como en toda regla.

    Igual, es interesante incursionar en este tipo de cosas tan reflexivas que en esencia, siempre nos dejan y nos dejarán una gran enseñanza mi bella santa.

    Muchas gracias por escribirnos. TQM

    Muy orgullosa de ser siempre tu amiga y tu hermana.

    Doral.

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Trate de no escribir en mayúsculas por favor, a parte de ser de muy mal gusto, da la impresión de estar gritando. ¡Gracias por su comprensión!


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